lunes, 27 de diciembre de 2010

Lección 1 para el 1 de enero de 2011: Las emociones



Sábado 25 de diciembre
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA:
 2 Samuel 13; Gálatas 5:22; Colosenses 3:12–14; Lucas 19:41-44; Juan 16:20-24.
PARA MEMORIZAR: 
“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (Mat. 11:28).
LAS EMOCIONES FORMAN PARTE de la personalidad humana. Pueden motivar para el bien o para el mal. Y, según las emociones, nos sentimos felices, tristes, temerosos o gozosos.
Las emociones “positivas” producen sentimientos de satisfacción y bienestar; las “negativas” causan dolor y angustia. Las primeras promueven la salud mental; las segundas, problemas de conducta y de relación. Las emociones son importantes para nuestro bienestar general.
Dios quiere que gocemos de las emociones positivas. Pero, por causa del pecado, afrontamos los efectos adversos de las emociones negativas. Los personajes bíblicos no fueron inmunes a los altibajos emocionales. Algunos tuvieron éxito en controlarlos; otros no pudieron, y las emociones negativas los condujeron a acciones equivocadas.
La relación entre las emociones y la conducta no es clara ni directa. A veces, las emociones dolorosas nos llevan a buscar a Dios como la fuente de ayuda y apoyo. En otras ocasiones, nos llevan a abandonar la fe. Es importante aprender de qué manera nuestras emociones impactan sobre nuestra vida. 
Domingo 26 de diciembre EMOCIONES NEGATIVAS
Lee 2 Samuel 13, un pasaje que está colmado de experiencias emocionales adversas. En medio de la agitación, las personas produjeron mucho dolor físico y emocional. Las consecuencias de su conducta afectaron a toda la familia real, e impactaron aun a generaciones futuras.
¿Qué estados emocionales se pueden identificar en los siguientes participantes?
Amnón
Tamar
David
Absalón
El “amor” de Amnón por Tamar no pudo ser amor verdadero, sino un fuerte impulso sexual, porque tan pronto como alcanzó su meta “el odio con que la aborreció fue mayor que el amor con que la había amado” (vers. 15). La experiencia de Amnón ilustra los extremos de las emociones: pasión sin control (en el contexto de un incesto) y odio. Las acciones realizadas bajo estos estados emocionales casi siempre son desequilibradas y producen consecuencias serias. El “amor” de Amnón se convirtió, casi al instante, en odio. Desdeñó la súplica de su hermana y la echó a la fuerza de su habitación.
Tamar fue la víctima. Ella no accedió a ninguno de los avances de Amnón, algo que lo frustró. Ella sirvió a su hermano, obediencia al rey. Y, cuando las intenciones de Amnón fueron claras, ella hizo lo mejor que pudo para disuadirlo y le señaló las consecuencias devastadoras de ese acto malvado. Decidido a hacer lo que él quería, Amnón no buscó un consejo sabio, sino que siguió con su plan.
Como toda mujer que fue violada o abusada sexualmente, Tamar debió de haberse sentido airada, humillada y usada; seguramente su estima propia se vio afectada. Su hermano Absalón no le ofreció mucho alivio, sino que le aconsejó que se mantuviera en silencio. Sin embargo, Absalón diseñó un plan para matar a Amnón y vengar esa violación. (Además, sacarse de encima a Amnón aumentaba las probabilidades de que pudiera sentarse sobre el trono de Israel.) David, el padre de todos ellos, experimentó ira y dolor por causa de estos acontecimientos.
¿En qué situaciones experimentaste odio, tristeza, temor, ira o celos? ¿Cómo manejaste estas emociones? ¿Qué te gustaría haber hecho en forma diferente? 
Lunes 27 de diciembre EMOCIONES POSITIVAS
Los estados emocionales negativos, como el odio, la preocupación excesiva, el temor, la ira y los celos, producen reacciones fisiológicas inmediatas: palpitaciones, músculos tensos, sequedad de la boca, transpiración fría, “mariposas” en el estómago y otras manifestaciones físicas. Una exposición prolongada a estos síntomas se asocia con complicaciones cardíacas y digestivas.
En contraste, los estados emocionales positivos, como la compasión, la bondad, la humildad, la suavidad y la paciencia, se asocian con el bienestar, una visión positiva, y una relación óptima con otros y con Dios. La psicología positiva, una rama de la psicología recientemente desarrollada y ampliamente aceptada, procura promover las emociones positivas con el fin de obtener felicidad y prevenir enfermedades mentales. De hecho, hay evidencias de que abrigar emociones negativas afecta adversamente la salud y la longevidad; en contraste, una visión positiva las promueve. Por eso, cuanto más positivas sean tu visión y tus emociones, mejor será la salud general que gozarás.
Lee Gálatas 5:22. ¿De qué modo el fruto del Espíritu marca una diferencia en la forma de experimentar la vida? 
Lee Colosenses 3:12 al 14. ¿Cuál es la emoción positiva más notable según Pablo? ¿Qué significa “vestíos” en este pasaje? ¿Cuáles son las consecuencias cuando se pone en práctica este pasaje?
El amor es más que una emoción: es la emoción suprema. Dios es amor, y su plan es que sus hijos experimenten el amor mutuo; él quiere que conozcamos lo que significa el amor de Dios y el ser amados por él. El amor trae consigo un conjunto de otros sentimientos y emociones positivos que pueden ser traducidos en conductas muy deseables.
¿De qué manera tu estado emocional impacta en tus acciones? ¿Por qué es valioso no tomar decisiones importantes en medio de emociones, sean estas positivas o negativas?
Martes 28 de diciembre MANIFESTACIONES EMOCIONALES DE JESÚS: Parte I
En Marcos 8:1 al 3, la “compasión” fue el motivador que condujo a Jesús a hacer un plan para alimentar a la multitud. Ninguno había pensado en las necesidades de esta gente, que había comido poco o nada durante tres días. Jesús observó que algunos habían viajado desde lejos; y él sabía que podían desvanecerse si los enviaba a casa sin comer nada.
Además de cuidar de la alimentación de las multitudes, ¿qué otros actos realizó Jesús por compasión? Mar. 1:40, 41; 6:34.
En general, se trataba a los leprosos con desdén. No había otra enfermedad o condición que produjera más terror y lástima que la lepra. Las personas afectadas por esta enfermedad visible no podían realizar ningún acto social y a menudo eran forzadas a vivir en un lugar apartado. Siempre que otras personas se acercaban, estaban obligados a gritar: “¡Inmundo! ¡Inmundo!” con el fin de advertir a las personas que se alejaran y evitaran la infección. Jesús sintió compasión por este hombre, y lo curó instantáneamente.
Lo envió con instrucciones de no decirlo a nadie. Pero el hombre sanado no podía guardar para sí este maravilloso acto de amor, y comenzó a compartirlo con todos. Jesús sintió compasión no solo cuando las personas tenían necesidades físicas básicas, sino también cuando no tenían liderazgo, dirección o metas. De este modo, antes de proveer alimentos para ellos, notó sus necesidades espirituales profundas y les enseñó acerca del Reino de Dios. La compasión de Cristo puede verse también en Marcos 9:36, donde Jesús enfatizó el toque físico personal.
Él sostuvo a los niños, y les mostró amor y afecto. También tocó a personas enfermas, para comunicarles el divino poder sanador. En el encuentro con el joven rico (Mar. 10:21, 22), Jesús lo amó, aunque el joven no siguió las instrucciones del Maestro. En un instante, ambos hombres experimentaron emociones profundas: amor (Jesús) y tristeza (el joven rico).
¿Cuáles son las formas en que expresas compasión? Es decir, una cosa es sentir compasión (la mayor parte de las personas la sienten), pero otra es expresarla con hechos concretos. ¿Cómo podrías, mediante palabras y hechos, revelar mejor la compasión que sientes por los que sufren?
Miércoles 29 de diciembre MANIFESTACIONES EMOCIONALES DE JESÚS: Parte 2
Lee Lucas 19:41 al 44. ¿Por qué Jesús derramó lágrimas sobre Jerusalén? Sin duda, fue por la tristeza que sentía al mirar el futuro y ver la suerte de Jerusalén. También sentía tristeza por los habitantes de la ciudad que lo habían rechazado. “Las lágrimas de Jesús sobre el monte, cuando contemplaba la ciudad de su amor y cuidado, rodeado de la alegría y los hosannas de millares, fueron las últimas súplicas del amor rechazado y de la compasión” (3 SP 20).
En los evangelios se registran dos ocasiones en los que Jesús lloró. La gente generalmente llora por sí mismas; pero, en estas ocasiones, la tristeza de Jesús procedía de un profundo sentimiento por otros.
¿Cuáles son algunas emociones dolorosas que experimentó Jesús? Ver Mat. 26:37, 38; Mar. 3:5; 8:12; Juan 11:32-38; Mar. 11:15, 16. ¿Cuál fue la causa de las emociones que experimentó?

El comienzo de Isaías 53 confirma que Jesús fue un hombre de dolores. Aunque experimentó momentos de gozo, también sintió dolores emocionales intensos. Muchos de los sufrimientos del Señor fueron por sentimientos de impotencia cuando sus seguidores no captaban su mensaje. A pesar del gran amor de Jesús y de sus milagros, muchos no comprendieron que Jesús era el Mesías. Jesús también sufría cuando observaba los resultados del pecado en la humanidad.
Los eventos que rodearon la muerte de Lázaro le causaron también gran tristeza. Juan dice que Jesús se estremeció en espíritu (Juan 11:33). Esta es una traducción de la palabra griega que indica una muy fuerte exhibición de angustia emocional, acompañada por un sonido audible de la garganta y la nariz. El dramaturgo griego Esquilo (525-456 a.C.) usa esa palabra para describir el resoplido de los caballos. La palabra se usa cinco veces en el Nuevo Testamento; cuatro de ellas describen la emoción de Jesús.
Contemplar las experiencias emocionales de Jesús nos ayuda a comprender cuánto se identifica con nuestra angustia emocional. Considera este texto: “Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades” (Heb. 4:15). ¿De qué modo este texto nos lleva a un vínculo más estrecho con Jesús, especialmente en tiempos de sufrimiento? 
Jueves 30 de diciembre EL PLAN DE DIOS PARA LAS EMOCIONES DOLOROSAS
Lee Juan 16:20 al 24. ¿Cuál es la promesa de Jesús con respecto al dolor y la pena?
Este pasaje ofrece gran esperanza a todo el que experimente dolor físico o psicológico. Aquí hay algunas cosas que podemos aprender de este texto: *El mundo parece estar lleno de gozo. A menudo, el creyente mira a su alrededor y se le recuerda que la vida no es justa. La gente malvada parece disfrutar, mientras que muchos dedicados a Dios están sufriendo. Pero Jesús nos asegura que esto no continuará para siempre. Además, las apariencias a menudo engañan. En la actualidad, tendemos a considerar que los demás son más felices y de mayor éxito que nosotros. *El dolor, la pena y la angustia se volverán en gozo. Este es el centro de la promesa de Jesús. Los creyentes deben atesorar la idea de que la tristeza no solo pasará, sino también dará lugar al gozo.
Los dolores pasados serán olvidados. Los recuerdos del pasado desagradable a menudo producen mucha tensión. Muchos psicoterapeutas se esfuerzan por quitar los efectos del pasado en la vida actual de sus pacientes. Jesús nos asegura que, así como una mujer da a luz y se olvida del dolor al ver al recién nacido, sus seguidores un día olvidarán los dolores del pasado.
Ninguno nos quitará nuestro gozo. El tipo de gozo que ofrece Jesús no es el mismo que conocemos ahora. Jesús nos ofrece felicidad total, una condición eterna que ningún enemigo puede quitarles a los salvados. *No habrá más necesidades. Jesús afirma que los justos ya no pedirán nada. No necesitarán hacer pedidos ni súplicas a Jesús, porque todas sus necesidades habrán sido satisfechas.
¿Cómo puedes aferrarte a la promesa de que tu tristeza se volverá en gozo? ¿De qué modo esta seguridad te ayuda a pasar por las adversidades de la vida? ¿Cómo podrías usar las promesas de Jesús para animar a alguien que tiene una gran pena? 
Viernes 31 de diciembre
PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:
“Mientras los ojos penetrantes de Jesús recorrían el atrio profanado del Templo, todas las miradas estaban instintivamente dirigidas hacia él. Las voces de la gente y el ruido del ganado se silenciaron. Sacerdotes, dirigentes, fariseos y gentiles, todos miraban con mudo asombro y pavor indefinible al Hijo de Dios, que estaba ante ellos con la majestad del Rey del Cielo, cuya divinidad fulguraba a través de su humanidad, y lo investía de una dignidad y de una gloria que nunca antes había exhibido. Un extraño temor cayó sobre la gente. Los que estaban más cerca de Jesús, instintivamente, se alejaron de él todo lo que la multitud les permitía. Con la excepción de unos pocos de sus discípulos, el Salvador estaba solo. Todos los sonidos se acallaron; el profundo silencio parecía intolerable y, cuando los labios firmes y comprimidos de Jesús se abrieron, y su voz salió con tonos de clarín, hubo un suspiro involuntario de alivio de todos los presentes.
Habló con acento claro y con un poder que hizo que la gente oscilara como si hubiera sido movida por una poderosa tempestad: ‘Escrito está: Mi casa es casa de oración; mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones’. Descendió los escalones y, con mayor autoridad de la que había manifestado tres años antes, con indignación que apagó toda oposición, con tonos que sonaron como de trompeta por todo el Templo, ordenó: ‘Sacad estas cosas de aquí’ ” (SP 3: 23, 24).
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
¿De qué manera describirías las emociones de Jesús tal como se expresaron en la cita anterior? ¿Qué lección podemos aprender de esto, con relación a cuántas emociones, si se las encauza adecuadamente, pueden ser una fuente de bien?
¿De qué modo las emociones negativas pueden ser compensadas con emociones positivas? Considera la experiencia de María Magdalena y de la otra María, que fueron a ver la tumba de Jesús, y salieron “con temor y gran gozo” (Mat. 28:8).
Las comunidades judías celebran la fiesta de Purim para recordar el tiempo en que la “tristeza se les cambió en alegría”, y el “luto en día bueno” (Est. 9:22). Analiza con tu clase maneras de asegurarnos que no olvidemos las muchas ocasiones en que nuestra tristeza se cambió en gozo. Comparte, con la clase, ocasiones en que experimentaste este cambio emocional.
¿Cómo podemos aprender a aferrarnos a las promesas de Dios cuando, por el momento, parecen tan distantes e inalcanzables? 

domingo, 19 de diciembre de 2010

Lección 13 Para el 25 de diciembre de 2010: Baruc: Creó un legado en un mundo decadente



Sábado 18 de diciembre

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Isaías 53:1-5; Jeremías 7:1-11; 28; 45; Mateo 6:25-34.

PARA MEMORIZAR:

“¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido” (Isa. 8:20).

EL MUNDO EN EL QUE VIVÍA BARUC estaba llegando a su fin. Jerusalén y Judá estaban en sus momentos finales. Asiria, después de dominar el antiguo Cercano Oriente por más de dos siglos, estaba dividida internamente, vivía una guerra civil y perdía el dominio de sus Estados vasallos. Pero, un nuevo superpoder surgía en el horizonte: Babilonia. Por poco tiempo, Judá tuvo un alivio y, bajo el buen rey Josías (640-609 a.C.), la Nación expandió su territorio y renovó la adoración a Dios. Pero, con los rápidos cambios a fines del siglo VII a.C., el tiempo se acababa para Jerusalén. El rey Josías murió en una batalla contra los egipcios (2 Rey. 23:29). Sus hijos, que reinaron después de él, no tenían la misma visión que su padre, y se rebelaron contra Babilonia, un error fatal. Por fin, en 586 a.C., Jerusalén fue tomada, el Templo fue destruido y muchos judíos fueron llevados cautivos.

Baruc vivió en ese tiempo de cambios dramáticos y pérdidas. Sin embargo, aunque su mundo se desmoronaba, él dejó un legado que ningún rey ni ninguna guerra podían destruir.

¿Qué podemos aprender de Baruc, el último personaje secundario de la Biblia que estudiaremos?

Domingo 19 de diciembre: EL MUNDO DE BARUC

El mundo de Baruc fue construido alrededor de ciertas realidades políticas, económicas y religiosas que dominaron su nación en ese tiempo.

Políticamente hablando, el país de Judá estaba irritado bajo el yugo de la dominación babilónica. Fuertes corrientes nacionalistas subterráneas afectaban todas las áreas de la sociedad. La gente quería estar libre de Babilonia. Económicamente, las cosas iban bastante bien, por lo menos para un sector de la población que se volvía más rica al explotar a los pobres. Y, por supuesto, estaba el sistema religioso de la antigua Judá, que formaba el fundamento para toda la sociedad.

Lee Jeremías 7:1 al 11. ¿Cuáles eran algunos de los problemas morales y espirituales que se advertía entre la gente? ¿Qué similitudes se podrían establecer con nuestro tiempo hoy? Presta atención al versículo 4. ¿De qué se le hablaba aquí a la gente, y qué lección podemos obtener de esto?

El nombre Baruc significa “uno que es bendecido”. Era un escriba, lo que significaba que era un hombre altamente educado. Parece haber procedido de una familia de escribas y haber tenido las conexiones familiares correctas.

No se dice cómo Baruc fue llevado al servicio del sacerdote y profeta Jeremías. Tal vez fue la sólida conexión de Jeremías con Dios lo que atrajo a Baruc a él. El ideal social, político y económico que predicaba Jeremías estaba firmemente arraigado en la revelación de Dios. Jeremías no tenía miedo de mantenerse firme en favor de la Palabra de Dios, aun cuando se consideraba que era políticamente incorrecto hacerlo. Por medio de sus visiones, Jeremías tuvo percepciones singulares de la debilidad de las estructuras en las que confiaba su sociedad, y fue llamado por el Señor para advertir a la gente acerca del fin que tendrían sus acciones si no cambiaban sus caminos. Tal vez fue su deseo de ser una parte de este cambio lo que condujo a Baruc a su papel especial.

Lee otra vez Jeremías 7:1 al 11. ¿De qué modo se aplican estas palabras a ti, en tu andar con el Señor? ¿Qué aspectos de tu vida necesitan corregirse? ¿En qué “palabras de mentira” podrías estar confiando? ¿Con qué otros dioses podrías estar caminando? ¿Cuán abierto y honesto eres contigo al enfrentar estas preguntas?

Lunes 20 de diciembre: EL ESCRIBA DE JEREMÍAS

El libro de Jeremías provee algunos vistazos del proceso de escritura de la Biblia. Baruc, el escriba de Jeremías, está realmente participando en la transmisión y conservación de la Palabra de Dios. En Jeremías 36:4, Jeremías llama a Baruc, y –mientras el profeta dicta un mensaje para el pueblo– Baruc lo escribe en un rollo de pergamino. Esta es una ilustración excelente de cómo actúa la inspiración. Primero, Dios no asume el control físico del profeta Jeremías y mueve su mano al escribir. Más bien, Dios le da visiones y mensajes a Jeremías. Normalmente, el profeta luego formula el mensaje y lo escribe. En este caso, Jeremías mismo no escribe nada, sino que le dictó a Baruc, quien lo escribe. Baruc también comunica el mensaje en público. Como Jeremías no goza del favor de la Corte, se le ha negado el acceso al Templo, y Baruc lee el mensaje profético en el Templo en un día santo. Baruc nunca pretende estar hablando por sí mismo, o aun por Jeremías; el mensaje viene de Dios.

Lee la historia de Hananías en Jeremías 28. ¿De qué modo este relato exhibe el principio revelado en Isaías 8:20?

El mensaje de Dios no adula a nadie ni lo modifica la opinión pública. No siempre es “políticamente correcto”. El mensaje de Dios tampoco se contradice a sí mismo; las interpretaciones humanas del mensaje pueden ser contradictorias, pero nunca el mensaje mismo.

En Jeremías 28:7 al 9, el profeta se refiere a la unidad de las Escrituras edificada sobre el firme fundamento de las profecías cumplidas. La muerte intempestiva del falso profeta, en este capítulo, refuerza este importante principio.

Dios nos ha dado no solo su Palabra, sino también muy buenas razones para confiar en esa Palabra, aun cuando lleguemos a partes que no comprendemos o secciones que ofenden nuestra sensibilidad.

La Biblia no nos salva; Jesús es el que salva. Pero él se ha revelado más completamente en las Escrituras que en ninguna otra parte.

Hay muchas fuerzas en operación para debilitar nuestra confianza en la Palabra de Dios. Identifica algunas de esas fuerzas y pregúntate cómo puedes protegerte de ellas. Después de todo, si dejamos de confiar en los mensajes de la Biblia, ¿qué nos queda para que podamos confiar?

Martes 21 de diciembre: AMBICIONES FRUSTRADAS (Jer. 36)

Parece que la gente de Judá comienza a comprender la seriedad de la situación. El pueblo se reúne en el Templo para un día de ayuno ante el Señor (Jer. 36:9). Por medio de sus conexiones profesionales con otros escribas, Baruc logra conseguir un buen lugar público, en la ventana de Gemarías, a la entrada del Templo. Allí lee el rollo que le había dictado Jeremías. Luego, oficiales de la corte le piden que se lo lean en privado. Al averiguar de dónde viene el mensaje, deciden llevárselo al Rey. Por un momento, parece que habrá un cambio en Judá.

Para Baruc, este puede ser un momento de esperanza. Si las cosas cambian, tal vez su apoyo a Jeremías valdrá la pena y lo transformará en un hombre importante, y alcanzará un elevado cargo en el Gobierno.

¿Qué significó la reacción del Rey para las esperanzas de Baruc, en un nivel profesional? Ver Jeremías 36.

Los rollos eran de papiro y costosos. Eran copiados a mano, y representaban un recurso escaso y precioso. Este rollo específico era el mensaje de Dios al rey Joacim. El Rey y sus siervos insultaron deliberadamente a Dios al cortar el rollo y quemarlo, lo cual significó la pérdida de muchas horas de arduo trabajo para Baruc.

Baruc, que puede estar esperando una posición honrosa en la corte, se da cuenta de que ha respaldado al jugador “equivocado” y que ya no tiene futuro como escriba en la corte real de Jerusalén. También ha enojado al hombre más poderoso del reino. Aquí hay un caso claro en el que tomar posición a favor de Dios tuvo su costo.

Junto con Jeremías, Baruc ahora es un hombre marcado. Los agentes reales revisan la ciudad, buscando a estos derrotistas. Seguir a Dios no es un sendero para cobardes o para quienes usan a Dios a fin de lograr una buena carrera. Ser mensajeros de Dios está en oposición a una vida motivada por la ambición personal; la voluntad de Dios se desarrolla en nuestras vidas, cualquiera que sea el costo. A veces, ese costo puede ser muy grande.

¿Cuánto te ha costado seguir al Señor? ¿Cuándo fue la última vez que tuviste pérdidas o que sacrificar algo importante porque te mantuviste firme en un principio bíblico o a un mandamiento de Dios? Medita en las implicaciones de tu respuesta, cualquiera sea ella.

Miércoles 22 de diciembre: ¡AY DE MÍ!

El Señor tiene un mensaje especial para Baruc mismo (Jer. 45). Y no es extraño, considerando las circunstancias. Primero, la referencia al cuarto año de Joacim, en Jeremías 45:1, pone el capítulo 45 después del capítulo 36. Es probable que Jeremías esté en la cárcel, y la perspectiva de un reavivamiento entre los líderes de Judá ya no parece factible. Segundo, el futuro de Baruc, desde una perspectiva terrenal, parece sombrío. Así como afirma Jeremías 45:3, Baruc está teniendo un “día malo”.

Por supuesto, sentirse desanimado, triste o deprimido es algo natural en la vida humana sobre nuestra tierra caída. Hay muchas razones para sentirse así, y uno no debe pensar que está equivocado o que sea pecaminoso sentirse así. Dependiendo de las circunstancias, casi parecería inhumano no tener esos sentimientos. Muchos personajes bíblicos tuvieron sus momentos de desaliento (ver 1 Rey. 19:4; Job 6:2, 3; Sal. 55:4). Nos engañamos si pensamos que escaparemos de ellos.

Lee Isaías 53:1 al 5. ¿Qué clase de sentimientos se describen aquí, y quién es el que los sufre? ¿Qué debería enseñarnos esto?

Lo más importante para nosotros, en momentos de angustia emocional y de tristeza, es recordar que esto no significa que Dios nos abandonó. Significa solamente que, como toda la humanidad caída, sufriremos en esta vida. Si el sufrimiento es por culpa nuestra o no, eso no importa tanto. Lo que importa es que no permitamos que el mal use nuestro sufrimiento y dolor para alejarnos de Dios o amargarnos contra él. Debemos reclamar las promesas de Dios de perdón, de curación, de un futuro mejor y de una nueva vida, en un cielo nuevo y una tierra nueva.

Todos anhelamos que las cosas vayan bien; todos deseamos una existencia mejor, aquí y ahora. Pero, a menudo, dada la naturaleza de nuestro mundo, eso no sucede como nos gustaría que fuera. Por eso, cuán importante es que, en medio de lo que estemos pasando, no olvidemos la gran esperanza de lo que nos aguarda una vez que haya pasado para siempre la horrible experiencia del pecado, el sufrimiento y la muerte.

¿Cuáles son algunas de tus promesas bíblicas favoritas acerca del Cielo Nuevo y la Tierra Nueva? Léelas, ora sobre ellas y pide al Señor que te dé fe para aferrarte a ellas hasta que vivas en esa patria mejor.

Jueves 23 de diciembre: ¿QUÉ HAY EN ESTO PARA MÍ?

Lee Jeremías 45. ¿Qué nos enseña este pasaje acerca de Dios? ¿Qué nos revela acerca de Baruc?

Baruc está triste, dolorido y agotado. Baruc ve que sus sueños y la obra de su vida desaparecen como neblina.

El corazón de Dios también está dolorido. Él ha plantado a Israel y velado sobre él. Como un padre que agoniza por un hijo rebelde, el Señor ha advertido y ha suplicado a su pueblo durante más de mil años. El dolor y la tristeza de Baruc son un pálido reflejo de lo que Dios siente. El corazón de Dios también se emociona con nuestras tristezas. Nunca lloramos solos. Quien conoce el “número de nuestros cabellos” se dirige al entristecido escriba, y le da esperanza y ánimo. En el juicio que pronto caería sobre Israel, le conservaría la vida a Baruc. La expresión del versículo 5 (“a ti te daré tu vida por botín”) también se encuentra en otras partes de Jeremías (Jer. 21:9; 38:2; 39:18). Evoca la figura de un soldado que escapa de una batalla con vida.

Paradójicamente, la salvación solo viene por una “derrota”. En la humillación y la aparente derrota de la Cruz, Jesús ganó la victoria. Solo cuando dejamos de pelear y entregamos nuestras vidas, planes y futuro a Dios, podemos encontrar seguridad.

¿Qué semejanzas puedes notar entre Jeremías 45:1 al 5 y Mateo 6:25 al 34?

En Jeremías 45, Dios le recuerda a Baruc lo que realmente es importante. En Mateo 6, Jesús dice que nuestras vidas importan más que las posesiones. A pesar de sus sueños de grandeza, en la crisis, lo que realmente le importaba a Baruc era la vida. Irónicamente, aunque Baruc perdió un gran futuro en el escenario político de Jerusalén por su lealtad a Jeremías, esta conexión realmente le salvó la vida y le dio un legado más grande de lo que pudo soñar.

Hemos buscado este legado en los personajes que aparecen en el Antiguo Testamento entre sombras, que hemos estudiado este trimestre. La mayoría de las personas que conocimos no tenían lugares destacados en su momento, pero fueron registrados en las Escrituras para aprender de ellos, de sus éxitos y de sus fracasos.

Viernes 24 de diciembre

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR: “Tomando otro rollo, Jeremías lo dio a Baruc, ‘y escribió en él de boca de Jeremías todas las palabras del libro que quemó en el fuego Joacim rey de Judá; y aun fueron añadidas sobre ellas muchas otras palabras semejantes’ (vers. 28, 32). La ira del hombre había procurado suprimir las labores del profeta de Dios; pero, el mismo recurso por medio del cual Joaquim había intentado limitar la influencia del siervo de Jehová, le dio mayor oportunidad de presentar claramente los requerimientos divinos.

“El espíritu de oposición a la reprensión, que condujo a la persecución y el encarcelamiento de Jeremías, existe hoy. Muchos se niegan a escuchar las repetidas amonestaciones, y prefieren escuchar a los falsos maestros que halagan su vanidad y pasan por alto su mal proceder. En el día de aflicción, los tales no tendrán refugio seguro ni ayuda del Cielo. Los siervos escogidos de Dios deben hacer frente, con valor y paciencia, a las pruebas y los sufrimientos que les imponen el oprobio, la negligencia y la calumnia. Deben continuar fielmente la obra que Dios les dio y recordar que, en la antigüedad, los profetas, el Salvador de la humanidad y sus apóstoles sufrieron también insultos y persecución por causa de su Palabra” (PR 322).

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

1. ¿Cómo entiendes la actuación de la inspiración? ¿De qué modo la vida y el ministerio de Elena de White te ayuda a comprender este tema importante?

2. ¿Qué personajes bíblicos vieron distorsionadas sus ambiciones personales porque permanecieron fieles a Dios?

3. En la clase, conversen sobre las cosas a las que han debido renunciar con el fin de mantenerse fieles a Dios. ¿Qué pueden aprender de las historias de unos y de otros? Pregunta si alguien cree que el costo de servir a Dios no valía lo que la persona recibió a cambio.

4. ¿De qué manera respondes cuando eres reprendido por acciones equivocadas? ¿Es más probable que te arrepientas sobre tus rodillas o, diciéndolo figuradamente, eches el reproche al fuego y procures poner en la cárcel al mensajero? ¿Qué te dice tu respuesta acerca de ti mismo y de aquello que necesitas que cambie?

5. ¿Cómo puedes comprender mejor que, si estamos sufriendo (aun como resultado directo de nuestros pecados), esto no significa que Dios nos ha abandonado? ¿Cómo podemos aprender a aferrarnos a nuestra fe mientras pasamos por un tremendo dolor?

domingo, 12 de diciembre de 2010

Lección 12 Para el 18 de diciembre de 2010: Giezi: Erró el blanco

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Génesis. 39:4-6; 2 Reyes 4; 5; 8:1-6; Jeremías 9:23, 24; Juan 13:1-17; 1 Timoteo 6:10.

PARA MEMORIZAR:

“En pos de Jehová vuestro Dios andaréis; a él temeréis, guardaréis sus mandamientos y escucharéis su voz” (Deut. 13:4).

GIEZI ERA UN ESCLAVO. No cualquier esclavo, sino el siervo de Eliseo, uno de los mayores profetas en la historia de Israel. Este había sido llamado por Dios para ministrar al profeta Elías, lo que lo preparó para su propio ministerio profético (1 Rey. 19:16). Por muchos años, Eliseo sirvió a Elías, y escuchó, observó y comprendió lo que significaba ser un profeta. Cuando Elías fue llevado al cielo en un torbellino de fuego (2 Rey. 2:11), llegó el momento de Eliseo. Su ministerio no fue tan fogoso y fascinante como el de Elías, pero él ejerció una influencia de largo alcance.

De este modo, Giezi tuvo la oportunidad de estar estrechamente asociado con alguien tan bendecido por Dios como Eliseo. Es difícil imaginar todo lo que él pudo haber aprendido y visto en los años en que trabajó con el profeta.

No obstante, como veremos, a pesar del potencial y de las muchas oportunidades, Giezi fracasó miserablemente. Su historia sirve como ejemplo de alguien que se desvía, y llega a ser incapaz de distinguir entre lo importante y lo secundario. ¡Cuán crucial es, para nosotros, aprender de este error!

Domingo 12 de diciembre: CALIDAD DE SIERVO

Escribe una breve descripción de un siervo basada en los siguientes versículos: Gén. 24:2-4; 39:4-6; Luc. 14:17; 17:7, 8; Hech. 2:18.

Un siervo debía poner a un lado sus propios deseos, necesidades y comodidad, e involucrarse totalmente en la vida de otro. Debía ayudar a su amo en sus planes, deseos y actividades. Podía llevar mensajes, acompañar a alguien, actuar en lugar de una persona y realizar tareas humildes pero necesarias. En otras ocasiones, manejaba finanzas y las actividades de una casa, pero nunca los actos del siervo eran para lograr sus propios fines, sino los de su amo.

Giezi fue siervo del profeta Eliseo: era un privilegio, pues implicaba más que tareas humildes. Era un tipo de aprendizaje. Eliseo mismo había servido como siervo de Elías (1 Rey. 19:19-21). Aunque la tarea del profeta dependía de un llamado divino, servir al profeta ayudaba, al candidato a profeta, a desarrollar su fe y su confianza en Dios. Además, Eliseo aprendería a ponerse a un lado y a servir a otros. Esto demostraría ser la mejor calificación para un ministerio futuro. No tenemos registro del llamado de Giezi, pero recibió muchas oportunidades.

Esta idea del siervo no se limita solo a los tiempos del Antiguo Testamento. Jesús dijo que la disposición a ser un siervo es un requisito previo para cualquier cargo directivo en la iglesia (Mar. 9:35).

Lee Juan 13:1 al 17. ¿De qué manera este pasaje muestra la vinculación entre el liderazgo y la tarea de siervos?

Los discípulos habían estado con Jesús durante tres años. Habían aprendido de sus enseñanzas, habían compartido su ministerio sanador y, no obstante, todavía no estaban listos para salir como embajadores de Dios. Estuvieron listos para aprender en la teoría y gozaron la asociación con Jesús, pero todavía no estaban preparados para poner el yo a un lado y, humildemente, servirse unos a otros.

¿Cómo conseguimos la humildad y la muerte al yo necesarias para servir a otros? ¿Cómo aprendemos a servir a otros con una actitud de no buscar nada para nosotros mismos?

Lunes 13 de diciembre: APRENDER DE PRIMERA MANO

Un buen maestro enseña por el ejemplo y da muchas oportunidades para que sus alumnos apliquen lo que están aprendiendo. Eliseo era ese tipo de maestro.

Lee 2 Reyes 4:8 al 17. ¿Qué se dice de las tareas de Giezi en el relato? ¿Qué oportunidades le da Eliseo a Giezi?

La historia de la mujer de Sunem es otro milagro que involucró a una mujer. En 2 Reyes 4:1 al 7, Eliseo ayuda a una viuda a pagar sus deudas y a evitar que sus dos hijos sean vendidos como esclavos. Y ahora Eliseo está en camino a Sunem. Dada la situación general de la mujer en esos tiempos, es extraño que el narrador le dé a una mujer casada tal atención. No se da el nombre de su esposo. Todo lo que sabemos es que él fue consultado acerca de la edificación de una habitación para huéspedes y que él es anciano, aun cuando todavía parece estar en condiciones de supervisar la cosecha de sus campos. En la primera parte de la historia, Eliseo involucra activamente a Giezi. Lo envía a llamar a la mujer y lo incluye en su expresión de gratitud. Le pide opinión a Giezi y realiza la sugerencia de él. Giezi fue observador y mostró sensibilidad a las reales necesidades de la mujer. Eliseo le dio a Giezi la oportunidad de iniciar un milagro. Luego de un año, el niño del milagro nació.

Lee 2 Reyes 4:18 al 31. ¿Qué cambio de actitud vemos aquí en Giezi en comparación con lo que vimos en el incidente anterior?

El niño del milagro ahora es un muchacho. Giezi, el siervo de Eliseo, parece haber perdido la sensibilidad. Cuando la mujer llega y pasa junto a él para tomarse de los pies de Eliseo, Giezi trata de quitarla de allí. Él solo ve la “rudeza” de la sunamita, que sobrepasa todo tipo de convención social en su acción (vers. 25-27). Él no ve la profunda angustia de ella como la ve Eliseo. A veces es fácil estar tan centrado y absorto en uno mismo que llegamos a ser insensibles a los sentimientos y las necesidades de otros.

¿Cómo puedes aprender a ser más sensible a los sentimientos y las necesidades de otros? Además, ¿cómo puedes aprender a soportar con gracia la insensibilidad de otros hacia ti?

Martes 14 de diciembre: UNA CUESTIÓN DE FE

Lee 2 Reyes 5:1 al 19, y responde las siguientes preguntas:

1. ¿Por qué el rey de Israel reacciona como lo hizo? ¿Fue su reacción razonable o irrazonable? ¿Qué temía él que estuviera sucediendo?

2. ¿Por qué Naamán reacciona a la orden de Eliseo del modo en que lo hizo? ¿Qué buenas razones tenía? ¿En qué formas su reacción es similar a la del rey de Israel frente a su carta?

3. Lee el versículo 12. ¿Qué clase de lógica está usando el capitán allí? ¿Qué error está cometiendo?

4. ¿De qué modo se refiere Naamán a sí mismo ante Eliseo después de que sucedió el milagro? ¿Qué dice esto acerca de él?

5. ¿Por qué crees que Eliseo rehusó recibir dinero del capitán? ¿Por qué era importante no recibir nada?

6. Lee cuidadosamente los versículos 17 al 19. ¿Qué sucede aquí? ¿Cómo entendemos el pedido de Naamán y la respuesta de Eliseo?

Miércoles 15 de diciembre: LA CAÍDA DE GIEZI

Es difícil comprender, desde nuestra perspectiva hoy, por qué los personajes de la Biblia a veces cometieron errores, en especial frente a tantos eventos milagrosos. La increíble curación de Naamán sucedió delante de Giezi. Él no solo vio el poder de Dios, sino también las acciones de su amo, que rehusó recibir dinero del capitán. Uno pensaría que eso habría sido suficiente para humillarlo delante de Dios y del hombre, pero aparentemente no fue así.

Lee 2 Reyes 5:20 al 27. ¿De qué modo racionalizó Giezi sus acciones, por lo menos al comienzo? ¿Qué elemento de nacionalismo o prejuicio étnico se insinúa en los pensamientos de Giezi?

La Biblia tiene advertencias contra el amor al dinero y el peligro de las posesiones terrenales, y no están dirigidas solo a los ricos. El problema no es la cantidad de posesiones materiales que tengamos, sino nuestra actitud hacia ellas. Continuamente tenemos que batallar contra la avaricia, y cuidar nuestros pensamientos acerca de nuestras posesiones y entregarlos a Dios. Podemos mantenerlos en perspectiva si damos en forma consistente, no solo posesiones materiales, sino también tiempo.

El amor a las cosas materiales nos ciega a nuestra verdadera misión y propósito en la vida, y al fin puede causar nuestra ruina eterna.

Es extraño que Giezi jurara para sus adentros por el Dios viviente, y luego saliera para engañar. ¿Creería él que Dios no lo veía? ¡Qué testimonio es este del poder de nuestros propios corazones corruptos para engañarnos!

Naamán fue muy generoso al darle a Giezi sus regalos, pero probablemente quedó con algunas preguntas, especialmente al regresar los dos siervos e informarle de la extraña conducta de Giezi. Este permitió que su codicia interfiriera con el testimonio que Eliseo quería darle al nuevo converso.

Al fin, el mismo Dios que realizó el milagro reveló a Eliseo la verdad de lo hecho por Giezi y, en ese instante, el ministerio y la vida del siervo quedaron arruinados.

Es muy fácil subestimar el dominio que el amor al dinero tiene sobre nosotros (1 Tim. 6:10). ¿Qué ejemplos de la historia bíblica y de la secular puedes recordar en que el dinero llevó a alguien a la ruina? ¿Cómo podemos protegernos de lo que puede ser una tentación muy peligrosa?

Jueves 16 de diciembre: VIVIR DE LAS SOBRAS

Lo último que oímos de Giezi está en 2 Reyes 8:1 al 6. ¿Qué encontramos que hace el ex siervo de Eliseo?

Muchos años pasaron desde el milagro de la resurrección del hijo de la sunamita. La enfermedad de la piel de Giezi no debió haberlo desfigurado mucho, porque ahora lo encontramos en la corte real. Giezi, el “ex siervo” de Eliseo, está recordando a Eliseo y sus milagros, y tal vez esté reflejando su propia importancia por su conexión con Eliseo.

Nunca habríamos oído de estas historias si no hubiera sido por el momento en que sucedió. El autor bíblico dice que, cuando Giezi estaba hablando acerca del milagro del hijo de la sunamita, apareció la sunamita ante el Rey. Dios, en su providencia, usó la jactancia de Giezi para ayudar a la mujer de Sunem. Para entonces, es probable que ella fuera viuda, ya que no se menciona al esposo y era poco usual que una mujer apareciera ante el rey en lugar de su marido. Tal vez estaba a cargo de su familia hasta que el hijo fuera mayor de edad. Había estado fuera del país durante siete años, por una severa sequía. Tener buenas relaciones y conocer a las personas importantes puede ser ventajoso desde el punto de vista humano, pero Dios ve las cosas en forma diferente.

¿Qué relación es realmente importante y por qué? Ver Jeremías 9:23 y 24.

Y Giezi desaparece de la historia. La parte triste del relato es que Giezi pudo haber estado haciendo la obra de Dios y haber aprendido de Eliseo. Podría haber sido el siguiente gran profeta, o un líder y maestro en la escuela de los profetas. Ahora, todo lo que él hace es hablar de los viejos tiempos, cuando trabajaba con el profeta. Giezi pudo haber hecho historia, pero ahora vive del pasado.

Necesitamos contar y recordar el trato de Dios con nosotros en el pasado. Pero, al mismo tiempo, necesitamos ser cuidadosos acerca de no quedarnos con lo que ocurrido, a expensas de vivir correctamente en el presente. ¿Cómo llegamos a un cabal equilibrio aquí? ¿De qué modo el quedarnos mucho en el pasado influye negativamente sobre nuestro caminar con Dios hoy?

Viernes 17 de diciembre

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR: “Solemnes son las lecciones que enseña lo experimentado por un hombre a quien habían sido concedidos altos y santos privilegios. La conducta de Giezi fue tal que podía resultar en piedra de tropiezo para Naamán, sobre cuyo espíritu había resplandecido una luz admirable, y se hallaba favorablemente dispuesto para servir al Dios viviente. El engaño practicado por Giezi no tenía excusa. Hasta el día de su muerte, permaneció leproso, maldito de Dios y rehuido por sus semejantes.

“ ‘El testigo falso no quedará sin castigo; y el que habla mentiras no escapará’ (Prov. 19:5). Los hombres pueden pensar que ocultarán sus malas acciones a los ojos humanos; pero no pueden engañar a Dios.

‘Todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta’ (Heb. 4:13). Giezi creyó engañar a Eliseo, pero Dios reveló al profeta las palabras que su siervo había dirigido a Naamán, así como cada detalle de la escena transcurrida entre los dos hombres” (PR 188).

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

1. ¿Cuáles son algunas señales de advertencia de que el dinero o la persecución de él están ocupando el lugar de Dios en nuestras vidas? ¿Cómo podemos aprender a usar el dinero y no permitir que el dinero nos use? ¿Qué lugar tienen el diezmo y el dar ofrendas en conexión con todo el tema de la influencia y el poder del dinero sobre nuestras vidas?

2. Como clase, repasen las respuestas que dieron a la pregunta del jueves. ¿Cuáles son las cosas realmente importantes en la vida, y por qué es tan fácil perder de vista lo que de verdad importa?

3. ¿Qué razones podría haber dado Giezi para creer que él podía disimular este engaño? Él sabía que Dios existe; había visto milagros, algunos bastante increíbles. No obstante, a pesar de todo, él trató de engañar a su amo. Tal vez, había hecho algo similar antes, sin que Eliseo se diera cuenta. Tal vez en su propia mente, realmente racionalizó sus acciones. No sabemos. Lo que sabemos, sin embargo, es que no es difícil engañarnos a nosotros mismos. ¿Cuáles son algunas maneras en que podemos aprender a protegernos de caer en el mismo autoengaño?

4. Repasa 2 Reyes 5:17 al 19. ¿Qué lecciones deberíamos obtener del pedido de Naamán a Eliseo acerca de inclinarse en el templo de Rimón, y cuáles no debemos aprender de ello?

5. ¿Cuáles son algunas maneras prácticas en que podemos servir a otros?

lunes, 6 de diciembre de 2010

Lección 11 Para el 11 de diciembre de 2010: La viuda de Sarepta: El salto de fe


Sábado 4 de diciembre

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: 1 Reyes 17; Job 38; 42:5, 6; Lucas 4:24-28; Hebreos 11:1; Apocalipsis 1:17.



PARA MEMORIZAR:
“Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo” (Fil. 1:6).


ELLA CONOCÍA LO QUE ERA LA MUERTE. Vio morir a su esposo y ahora veía, impotente, como todo a su alrededor moría. El pasto se secó, los árboles dejaron caer sus hojas, las vacas eran apenas esqueletos, y las cabras balaban tristemente. Cada día miraba el cielo sin nubes, esperando, contra toda esperanza, nubes y lluvia. Había racionado la harina y el aceite, tratando de estirarlos hasta el fin de la sequía. Ella partía el panecillo diario en forma desigual: su hijo necesitaba todo el alimento que ella podía darle. Se afligía al ver al muchacho tan delgado y sin energía. Pero su sacrificio parecía inútil; temía que ambos morirían de hambre.

Solo le quedaba lo suficiente como para una comida final. La viuda salió de la aldea de Sarepta a fin de buscar leña para su última comida. Y allí, esta mujer entró en la narración bíblica, donde su relato nos enseña lecciones que podemos, miles de años más tarde, aplicarlas a nosotros.

Esta semana veremos el gran conflicto entre Dios y Satanás expuesto en miniatura en la vida de una viuda sin nombre que elige a Dios y es llevada, paso a paso, a una jornada de fe.


Domingo 5 de diciembre: A SAREPTA

Aunque nuestro relato comienza con la orden de ir a Sarepta, dada por Dios al profeta Elías, debemos recordar cómo surgió a esa orden.

El reino de Israel había caído en la idolatría. La adoración a Baal era la religión oficial. Dios había “desafiado” dramáticamente al dios de las tormentas declarando, por medio de su profeta Elías, que no habría más rocío ni lluvia (1 Rey. 17:1).

¿Qué ironía surge de que Dios le diga que no habría lluvia, justamente, al reino que adoraba al dios de las tormentas? ¿Qué enseña esto acerca del poder de Dios en nuestro mundo en contraste con todo otro poder? Ver también Salmo 86:8, Jeremías 10:6, Hebreos 1:1 al 3 y Job 38.

Elías se había escondido en el arroyo de Querit (1 Rey. 17:3), mientras la tierra de Israel se marchitaba bajo la devastadora sequía. El arroyo finalmente se secó, y Dios ordenó al profeta ir a Sarepta (1 Rey. 17:1-9).

Dios envió a Elías a un país extranjero. Sarepta estaba ubicada sobre la costa del Mar Mediterráneo, entre Tiro y Sidón. De este territorio de Fenicia había venido la terrible reina Jezabel. Uno de los importantes dioses nacionales de Fenicia era Baal, y la esposa del rey Acab importó y fomentó la adoración a Baal en Israel. En el mundo antiguo, se pensaba que los dioses pertenecían a una ciudad o a una región específicas.

Sarepta, situada fuera de Israel, parecía estar lejos del área de influencia de Jehová. La gente de esa nación pagana también debía encontrarse lejos del alcance de Dios. Pero, nunca alguien está fuera del alcance de Dios.

Allí, en el mismo centro de la adoración a Baal, Dios hizo conocer su presencia y su poder. Es importante notar que Dios usa la necesidad del profeta para llegar a una mujer en la lejana Sarepta.

No necesitamos cubrir nuestros problemas o pretender que no tenemos necesidades, porque todos sabemos que esto no es cierto. Como cristianos, sufrimos y sentimos dolor, y también necesitamos obtener alivio y ayudar a otros, que pueden profesar otra fe diferente de la nuestra, o ninguna.

¿Qué está mal en la actitud de alguien que dice que mostramos falta de fe cuando buscamos la ayuda de otros? ¿De qué manera, por medio de nuestras necesidades, podemos revelar a otros la bondad y el carácter de Dios?

Lunes 6 de diciembre: UN INSTRUMENTO INUSUAL (1 Rey. 17:7-12)

La viuda, que está juntando leña a fin de hacer su última comida para ella y para su hijo, reconoce de inmediato a Elías como un creyente en Dios. El texto no dice qué fue, pero algo le hizo saber, a ella, que Elías adoraba a Dios.

Lee cuidadosamente el versículo 12. La mujer reconoce que Dios existe pero, en ese momento, ¿qué significa eso para ella? Medita en la frase: “para que lo comamos, y nos dejemos morir”. ¿Qué implica esto? ¿Qué semejanzas puedes observar entre 1 Reyes 17:3 y 4, y 17:8 y 9?

Dios guía al profeta Elías a fin de salvarle la vida. Primero le dice que se esconda junto al arroyo de Querit. Los cuervos lo alimentan. Después, Dios le da otra orden y lo envía a Sarepta, donde ha “dado orden allí a una mujer viuda” (vers. 9) que lo alimente.

Ella parece un instrumento inusual de Dios. Es viuda, no es israelita, no tiene posición social, ni influencia, ni poder. Ella misma está a punto de morir de hambre.

¡Qué lección increíble podemos aprender de esta estrategia divina! Con frecuencia, Dios nos escoge no por ser fuertes, sino más bien a pesar de nuestra debilidad (2 Cor. 12:9).

Ayer vimos que Dios no está limitado por la geografía. Hoy vemos que Dios no está limitado por las limitaciones humanas. Dios es el que da las órdenes. En todo el relato, es claro que Dios está en el control, algo muy importante en el contexto más amplio del ministerio de Elías en la gran batalla entre Jehová y Baal. Nada ni nadie cierra el camino de la voluntad de Dios. Más tarde, en la historia, veremos que ni siquiera la muerte puede interferir con los propósitos de Dios

Las cosas y los acontecimientos pueden herir nuestra vida o ser perjudiciales, pero los propósitos de Dios siempre son buenos (Jer. 29:11), aun cuando no podamos verlo de inmediato. Necesitamos aprender a confiar en Dios en toda situación, buena o mala, porque en algún momento atravesaremos una u otra.

¿De qué manera Dios ha sido capaz de usarte a pesar de tus debilidades? ¿Cuánto más podrías hacer si, por su poder, vencieras esas debilidades?

Martes 7 de diciembre: ENTREGA TOTAL

Lee 1 Reyes 17:13 al 16. ¿Qué le dice Elías a la viuda, y por qué?

Las viudas eran personajes marginales en el mundo bíblico. Si no tenían hijos que se ocuparan de ellas, eran víctimas fáciles; tenían pocos recursos legales, y era peor en tiempo de sequía. Cada familia luchaba por sobrevivir y no había limosnas para las pobres viudas. El profeta le pide a esta mujer que lo alimente. Ella no es una buena candidata para esto. Solo un puñado de harina y un poco de aceite están entre esta pobre mujer y la muerte por hambre.

¿A quién debe ella alimentar primero? ¿Qué pensamientos debieron haber pasado por su mente cuando oyó el pedido? ¿Qué clase de fe se requería de su parte?

En muchas culturas, es más apropiado ofrecer algo a otros antes que tomar para uno mismo. El profeta no solo le pide a una persona que no puede darle casi nada, sino también pide que lo sirvan primero.

Recuerda que el profeta es un representante de Dios ante esta mujer. Al pedirle su última porción de pan, el profeta invita a esta mujer a dar el salto de fe, a entregar a Dios todo lo que tiene.

¿Qué otros ejemplos encuentras, en la Biblia, en los que Dios pide una entrega completa? Por ejemplo, ver Génesis 22.

Cuando damos a Dios todo lo que tenemos, siempre ganamos. La mujer tenía para una sola comida. Al dársela primero al profeta, ella avanzó por fe, confiando en lo que no podía ver ni comprender. Pero ¿acaso no es la fe confiar en un Dios que no podemos ver y en promesas que no comprendemos completamente (Heb. 11:1)? También asombra que no sea una mujer israelita, sino una mujer pagana, rodeada de prácticas religiosas degradantes. Y, no obstante, de algún modo Dios se comunicó con ella (vers. 9), y ella respondió con fe. Hizo lo que se le había ordenado hacer.

¿En qué ocasión confiaste en lo que no podías ver ni entender? ¿Qué lecciones aprendiste acerca de lo que significa vivir por fe?

Miércoles 8 de diciembre: RECORDAR MIS INIQUIDADES (1 Rey. 17:17, 18)

La viuda dio su último panecillo, y Dios realizó un milagro. Ella y su hijo escaparon de la muerte por el hambre y tuvieron una fuente constante de alimentos. Es difícil imaginar el asombro que ella debió sentir al ver que ese milagro increíble sucedía día tras día.

¿Cuál es la respuesta humana al estar en contacto con Dios? Job 42:5, 6; Isa. 6:5; Dan. 10:8; Luc. 5:8; Apoc. 1:17. ¿Por qué crees que esa reacción es tan común?

Por medio del profeta Elías, la viuda entra en contacto con Dios. También para nosotros, al entrar en contacto con un Dios santo, nuestros pecados llegan a ser más visibles. Y, cuando algo terrible nos sucede, podemos sentir que Dios nos está castigando. En 1 Reyes 17:18, la viuda culpa al profeta de Dios por estar allí y, en consecuencia, atraer la atención de Dios sobre ella.

Considera el razonamiento de la viuda (vers. 18). ¿Por qué ella habrá pensado de esa manera?

Tal vez ella vio la clase de vida fiel y santa de Elías, y en su presencia se sintió convencida de cuánto contrastaba con él. O, al ver ese milagro, tal vez sintió la presencia de Dios y su santidad, y vio su pecaminosidad como la causa de esta tragedia.

Esta es una reacción muy común. A menudo nos echamos la culpa a nosotros y nuestros pecados por las tragedias que nos hieren.

¿Qué hice para que mi hijo enfermara? ¿Qué pecado causó esta calamidad en mi vida? Es cierto que muchas veces el dolor y el sufrimiento resultan de las elecciones pecaminosas que hacemos, pero también es cierto que otras veces las tragedias vienen sin razón aparente y no por faltas nuestras.

Recuerda a Job. Dios admitió que era un hombre justo, y observa qué le pasó. Necesitamos ser muy cuidadosos al querer explicar las causas de una calamidad. Lo más importante es cómo respondemos frente a ella. Obsesionarnos con la supuesta causa no ayuda.

Todos afrontamos tragedias inesperadas e inexplicables. Es parte de lo que significa ser seres caídos en un mundo caído. ¿Cómo puedes aprender a confiar en Dios y amarlo, aun en medio del dolor?

Jueves 9 de diciembre: FE PUESTA A PRUEBA

¿Cómo fue probada la fe de la viuda y la de Elías? 1 Rey. 17:17-24.

Nota la lucha que Elías tuvo con la muerte del muchacho. Parece que él no estaba seguro de que Dios lo resucitaría. Su oración parece reflejar alguna de las actitudes de la madre, al echar la culpa a Dios por esa muerte. Aun los profetas pueden luchar con la comprensión de las cosas que suceden (Mat. 11:1-3).

Por un tiempo, tanto la viuda como Elías vivieron viendo un milagro –el suministro continuo de harina y aceite– que debería haber ayudado a mantener firme su fe. Y ahora, con algo tan dramático, su fe es puesta a prueba.

Nosotros también podemos haber tenido una experiencia increíble con Dios, algo que nos haya marcado en forma poderosa, solo para cuestionarlo más tarde cuando surgen eventos que no nos gustan. Por eso, aunque los milagros tienen su lugar en la edificación de la fe, no deberían ser el centro de ella.

¿De qué modo Elías se refiere a Dios? ¿Qué nos indica esto acerca de su relación con él?

Elías tenía una relación muy íntima con Dios; lo llama “Dios mío”. Tener una estrecha relación con Dios no significa que uno tiene todas las respuestas. Elías no entendía por qué Dios había permitido que el niño muriera. Pero, al tener una relación íntima con Dios, podemos experimentar mejor su poder. El milagro no ocurrió por una fórmula mágica o por el intento del profeta de mantener el calor del niño. El texto aclara que fue Dios quien resucitó al muchacho. Elías mismo está emocionado por el resultado. “Mira, tu hijo vive”, probablemente le gritó a la viuda. Además de lo que este incidente hizo por la fe de la mujer, seguramente también ayudó a Elías.

La respuesta de la viuda termina con una declaración de fe. Ella ahora sabe que el Dios de Israel es capaz de mantener la vida, y de darla.

Lee Lucas 4:24 al 26, donde se menciona otra vez a esta viuda. ¿De qué modo las palabras de Cristo nos ayudan a comprender mejor esta historia? ¿Qué lecciones podemos obtener de ella nosotros, como parte de un grupo privilegiado?

Viernes 10 de diciembre

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR

“Les dijo: ‘Sin duda me diréis este refrán: Médico, cúrate a ti mismo: de tantas cosas que hemos oído que se han hecho en Capernaum, haz también aquí en tu tierra. Y dijo: De cierto os digo, que ningún profeta es acepto en su propia tierra. Mas en verdad os digo, que muchas viudas había en Israel en los días de Elías, cuando el cielo fue cerrado por tres años y seis meses, que hubo una gran hambre en toda la tierra; pero a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a Sarepta de Sidón, a una mujer viuda. [...]”

“Por esta relación de sucesos ocurridos en la vida de los profetas, Jesús hizo frente a las dudas de sus oyentes. A los siervos a quienes Dios había escogido para una obra especial no se les permitió trabajar por la gente de corazón duro e incrédula. Pero los que tenían corazón para sentir y fe para creer se vieron especialmente favorecidos por las evidencias de su poder mediante los profetas. En los días de Elías, Israel se había apartado de Dios. Se aferraba a sus pecados y rechazaba las amonestaciones del Espíritu enviadas por medio de los mensajeros del Señor. [...] El Señor pasó por alto las casas de Israel, y halló refugio para su siervo en una tierra pagana, en la casa de una mujer que no pertenecía al pueblo escogido.

Pero ella fue favorecida porque seguía la luz que había recibido, y su corazón estaba abierto para recibir la mayor luz que Dios le enviaba mediante su profeta” (DTG 205).

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:


1. ¿Cuál es la conexión entre el pecado y el sufrimiento? La viuda de Sarepta pensó que su pecado había causado la muerte de su hijo. En el Nuevo Testamento, los discípulos pensaron que ser ciego era el resultado de los pecados propios o de los padres (Juan 9:2, 3). ¿Deberíamos relacionarnos en forma distinta con personas que sufren como resultado de sus pecados a diferencia de quienes parecen sufrir por otra causa? ¿O no deberíamos emitir siquiera esos juicios? Defiende tu respuesta.

2. Un niño nace con un desorden genético raro, y la madre siente que Dios la está castigando por su juventud rebelde. ¿Qué consejo y consuelo puedes darle?

3. ¿Alguien en la clase fue testigo de un milagro que solo pudo venir de Dios? ¿Cuál fue la reacción de la persona? ¿Cuál fue el impacto del milagro en la vida de esa persona? ¿Luchó esa persona otra vez con la duda, a pesar de haber presenciado algo tan asombroso? ¿Qué lecciones podemos aprender de esas experiencias acerca de lo que significa vivir por fe?

lunes, 29 de noviembre de 2010

Lección 10 Para el 4 de diciembre de 2010: El hombre de Dios: La obediencia no es optativa


Sábado 27 de noviembre

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Éxodo 32; 1 Reyes 13:1-34; Daniel 5:13-17; Lucas 16:31; Juan 15:24; 2 Timoteo 4:3.

PARA MEMORIZAR: “Entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo” (2 Ped. 1:20, 21).

ESTA ES UNA DE LAS HISTORIAS más extrañas del Antiguo Testamento: vemos a un rey renegado, un profeta que no debe comer, un altar que se abre como un huevo rajado, un viejo profeta mentiroso y un peligroso león.

La historia transcurre en los primeros años de la monarquía dividida, época de tensión política y religiosa. Bajo el liderazgo de Jeroboam (y con la bendición de Dios, 1 Rey. 11:29-39), las diez tribus de Israel se separaron de Roboam, el hijo de Salomón y heredero del reino davídico. En este tiempo de inestabilidad y cambios, Dios envía a su profeta con un mensaje al rey Jeroboam acerca de la adoración idolátrica en el reino del Norte, que será su ruina.

En este relato de un profeta que no se nombra reside el problema de cuán seriamente considera Dios la obediencia. Aunque haya preguntas sin respuesta, esta historia muestra que cualquier expresión del evangelio sin una obediencia resultante es un evangelio falso.

Domingo 28 de noviembre: LA POLÍTICA DE LA RELIGIÓN

Luego de la muerte de Salomón, el juicio poco sabio de Roboam, su hijo, condujo a la división de la Nación en dos reinos: el rey Jeroboam reinó en Israel, en el norte; y Roboam, en Judá, en el sur (ver 1 Rey. 12).

Poco después de la división, Jeroboam llevó a Israel de la adoración a Dios a la idolatría, actuando por conveniencia política. Creó dos centros de adoración, en Bet-el y en Dan, para facilitar a los israelitas la adoración y que no tuvieran que ir a Jerusalén. Creó los becerros de oro como un recordativo visual de Dios (no una representación), que debían hacer que la adoración fuera más creíble para el israelita común. Este acto político condujo a quebrantar los Diez Mandamientos (Éxo. 20:4, 5).

¿Qué semejanzas hay entre el becerro de oro de Éxodo 32 y los becerros de oro de Jeroboam? Ver 1 Reyes 12:25 al 33.

Es bueno ser innovadores en la adoración y adaptarla a contextos culturales específicos, pero hay que ser muy cuidadosos. Aun una pequeña desviación de un mandato claro de Dios tiene graves consecuencias. En Israel, los becerros de oro llevaron a la Nación hacia el pecado flagrante.

Pero Jeroboam tuvo que hacer también más cambios. Procuró persuadir a algunos levitas locales de que sirvieran como sacerdotes en sus santuarios recién establecidos. Pero ellos vieron los peligros y no quisieron violar los mandatos de Dios; así, Jeroboam se vio obligado a nombrar sacerdotes del pueblo común (1 Rey. 12:31, 32), lo que degradó el sagrado oficio.

Los cambios religiosos-políticos de Jeroboam deberían haber servido como una advertencia a la iglesia cristiana de los primeros siglos del cristianismo; pero les sucedió lo mismo. Los mandamientos divinos se cambiaron debido a influencias políticas o sociales. El domingo en lugar del sábado fue el nuevo día “santo”, para distinguir a la iglesia de los judíos. La veneración de los santos se introdujo para que la adoración a Dios fuera más visual para los creyentes paganos. Estas presiones no existieron solo en el tiempo de Jeroboam o el de los primeros cristianos.

Hoy, como iglesia, afrontamos muchos desafíos similares. ¿Qué clase de presiones culturales está afrontando tu iglesia o tú mismo? ¿Cuán dispuesto estás a comprometerte en cosas “pequeñas”?

Lunes 29 de noviembre: LA ACCIÓN DE DIOS

En medio de las acciones políticas de Jeroboam, Dios interviene y se hace oír por medio de un profeta de Judá, de quien no se da el nombre. Aparece cuando Jeroboam está delante del altar en la ceremonia de dedicación de su santuario. Cualquiera que es “alguien” en el reino de Israel está allí. Dios elige el momento más oportuno para actuar. El resultado es dramático.

Lee 1 Reyes 13:1 al 6. ¿Qué sucedió? ¿Qué lecciones inmediatas recordamos con esta narración?

El profeta, aunque no se da su nombre, es mencionado como un hombre de Dios, título que recibía una persona reconocida como mensajero de Dios. Se usó para Moisés (Deut. 33:1) y para Elías (1 Rey. 17:18). Este título conecta a este profeta con algunos de los grandes profetas del Antiguo Testamento. El hombre de Dios clama contra el altar de Jeroboam y da una profecía, con un nombre específico, Josías (1 Rey. 13:2). Esto es asombroso, porque Josías nacería tres siglos después.

Nos recuerda a Ciro, el persa, mencionado por el profeta Isaías unos doscientos años antes de su nacimiento (ver Isa. 44:28; 45:1). ¿Cuál era el mensaje del hombre de Dios? Primero, el altar que es ilegal, y el profeta predice que un descendiente de David llamado Josías lo destruirá. Esto es lo que Jeroboam más teme: establece centros de adoración para evitar perder su reino en manos de algún descendiente de David.

La segunda parte del mensaje era una demostración del poder de Dios, garantizando el cumplimiento futuro de la profecía. Ante los ojos de todos, el altar se rompe. Tal vez esto les recuerda a los testigos las tablas de los Diez Mandamientos, que Moisés quebró cuando adoraron el primer becerro de oro.

Parece que Jeroboam no aprende nada de la situación. Tiene dos becerros de oro en vez de uno y, en lugar de arrepentirse, Jeroboam señala al hombre de Dios. Señalar con la mano, con una vara o un cetro era siempre una señal de juicio en los tiempos bíblicos: en vez de rendirse a la voluntad de Dios, Jeroboam quiere que arresten al profeta.

En este relato, ¿cómo ves la misericordia de Dios aun hacia alguien tan obstinado como Jeroboam? ¿Cuán a menudo expresas una actitud similar hacia la clara conducción de Dios? ¿Cuáles han sido las consecuencias personales de esa actitud?

Martes 30 de noviembre: EL DADOR DE LOS DONES

Fue un milagro espectacular. La mano de Jeroboam, que “se le secó, y no la pudo enderezar” (1 Rey. 13:4), fue restaurada de inmediato.

Era una evidencia convincente, pero Jeroboam no hizo una confesión pública. Los milagros no pueden cambiar nuestra voluntad. Aun después de la dramática intervención de Dios, es fácil encontrar una explicación “natural” o volver a los viejos hábitos.

¿Qué dijo Jesús acerca de la conexión entre los milagros y la creencia? Lucas 16:31; Juan 10:25 al 28; 15:24. ¿Por qué crees que eso es igualmente cierto hoy?

En lugar de abandonar la adoración falsa y comenzar una reforma, Jeroboam solamente cambió de táctica (ver 1 Rey. 13:7-10). Invitó al hombre de Dios a su casa y le ofreció una recompensa. Esta era una acción política para neutralizar, en el pueblo allí presente, el efecto del mensaje. El Rey le ofreció al profeta un empleo con una recompensa, pero el hombre de Dios nunca estuvo a la venta. Debía su lealtad a Dios y no permitió que el mensaje de Dios fuera modificado por nadie.

Lee 2 Reyes 5:14 al 16, y Daniel 5:13 al 17. ¿De qué manera los profetas respondieron al ofrecimiento de regalos?

Dar un regalo pone al dador en una posición de poder, y el receptor “le debe” algo al dador. El hombre de Dios rehúsa el don del Rey y afirma que no comerá ni beberá en el territorio de Israel. Así, el profeta dice “no” a la mezcla de la verdadera adoración con la idolatría. El pueblo de Dios no debería estar a la venta. El hombre de Dios no tuvo que caminar demasiado, porque el santuario en Bet-el estaba a unos dos kilómetros (1,4 millas) de la frontera con Judá. El siguiente pueblo, ya en Judá, era Mizpa, a unos diez kilómetros (siete millas) de Bet-el. Así, el profeta mostró cuán desagradable es para Dios el sistema idolátrico, al no comer, ni beber y ni siquiera volver por el mismo camino a su casa.

¿Cómo se consideran los regalos o favores en tu cultura? ¿Le debes algo a quien te da un regalo? Ora pidiendo la sabiduría de Dios para que te ayude a liberarte de cualquier situación comprometida en que puedas encontrarte por causa de los regalos que te dieron.

Miércoles 1º de diciembre: MENTIRAS TENTADORAS

La intervención dramática de Dios en la ceremonia inaugural da a la gente común mucho que hablar. Algunos jóvenes van a casa y le cuentan al padre todo lo que vieron. El nombre del padre no se da, pero sabemos que es viejo, y que él mismo es un profeta. Este viejo profeta decide seguir al hombre de Dios y lo encuentra sentado bajo un árbol.

Lee 1 Reyes 13:11 al 19. Compara este pasaje con la primera tentación y mentira de Génesis 3:1 al 5. ¿Qué semejanzas hay y qué podemos aprender de estos incidentes?

El hombre de Dios debió haber entendido que su misión era urgente: dar su mensaje al Rey, que no tomara tiempo para comer o beber y que volviera de inmediato. Sin embargo, aquí está, sentado bajo un árbol en Israel, descansando. Podría haber caminado dos kilómetros y entonces, ya en Judá, haberse sentado bajo un árbol. Al perder su sentido de urgencia, el hombre de Dios se estaba ofreciendo a la tentación.

El viejo profeta engañó al hombre de Dios. No sabemos qué lo motivó para engañarlo, pero la Biblia dice que le mintió (1 Rey. 13:18).

En ese momento, el viejo profeta llegó a ser un agente de Satanás, el padre de la mentira (Juan 8:44). Más perturbador en el relato es que el hombre de Dios se rindió fácilmente. Después de haber sido conducido tan obviamente por Dios y hecho la voluntad de Dios, cae en una trampa y hace lo que Dios le había dicho que no debía hacer.

Es realmente difícil de entender, ¿verdad? Nos gustaría darle una excusa por desobedecer a Dios, ya que fue desviado. Pero Dios nunca excusa la creencia en una mentira cuando la mentira es opuesta a un claro mandato dado por él.

La tentación gira alrededor de la elección de desobedecer la voluntad revelada de Dios. Las tentaciones no cambian tanto como las formas de la tentación. Hebreos 4:15 nos dice que Jesús fue tentado en todo como nosotros. Las mismas tentaciones básicas que afrontamos (aunque estén en disfraces modernos) fueron afrontadas y conquistadas por Jesús. Él nos promete “la salida” para que no nos engañen las mentiras de Satanás (1 Cor. 10:13).

¿Cuán fácilmente permites que la tentación te lleve a un conflicto directo con la voluntad revelada de Dios? ¿Qué elecciones puedes hacer para protegerte de las tentaciones que te atrapan?

Jueves 2 de diciembre: TENTACIONES GEMELAS

El hombre de Dios afrontó dos tentaciones: la primera vino del Rey, y la resistió firmemente; la segunda, a la que sucumbió, vino del viejo profeta. ¿Qué lección importante hay aquí para nosotros mismos? 2 Tim. 4:3; 2 Ped. 2:1; Judas 4-16.

La mayor amenaza a nuestra fe no es la persecución de afuera, sino los falsos maestros que salen de entre nosotros o que pretenden hablar en nombre de Dios.

Es importante tener un mensaje claro de Dios. Necesitamos estudiar la Palabra de Dios por nosotros mismos. Un verdadero profeta o maestro no contradecirá la revelación inspirada, porque Dios no se contradice.

Cualquier enseñanza nueva de Dios se agregará a la verdad establecida y no restará nada de ella; estimulará la obediencia y no la desobediencia.

Además, podemos juzgar a los profetas y a los maestros por los resultados de sus enseñanzas en sus oyentes y en ellos mismos.

Lee 1 Reyes 13:20 al 34. ¿Qué ocurrió enseguida, y qué lecciones hay allí para nosotros?

Es difícil de entender por qué el viejo profeta le mintió al hombre de Dios. Comenzó como Satanás, el engañador, y luego, él es quien le dice el “Así dice Jehová” (vers. 21) al hombre de Dios. Aunque hay cosas difíciles de entender en el relato, hay una que no debería serlo: el hombre de Dios despreció, en forma directa, la clara orden de Dios.

La muerte del hombre de Dios no quedó sin efecto. A diferencia del Rey, que presenció un milagro y siguió con su pecado (ver 1 Rey. 13:33, 34), el viejo profeta creyó que la Palabra de Dios se iba a cumplir.

Les pide a sus hijos que cuando muera pongan sus huesos junto a los huesos del hombre de Dios. La profecía hecha por el hombre de Dios de Judá se cumplió con Josías, tres siglos más tarde (2 Rey. 23:15, 16).

Como se había profetizado, Josías quemó huesos humanos en el altar; sin embargo, no lo hizo con el hombre de Dios, ni con el viejo profeta que fue sepultado junto a él (2 Rey. 23:17, 18).

Considera: “El varón de Dios es, que fue rebelde al mandato de Jehová” (1 Rey. 13:26). ¿Qué mensaje irónico, pero importante, podemos encontrar aquí para nosotros?

Viernes 3 de diciembre

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:

“El Salvador venció para enseñar al hombre cómo puede él también vencer. Con la Palabra de Dios, Cristo rechazó las tentaciones de Satanás. Confiando en las promesas de Dios, recibió poder para obedecer sus mandamientos, y el tentador no obtuvo ventaja alguna. A cada tentación, Cristo contestaba: ‘Escrito está’. A nosotros también nos ha dado Dios su Palabra, para que resistamos al mal. Grandísimas y preciosas son las promesas recibidas, para que seamos ‘hechos participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que está en el mundo por concupiscencia’ (2 Ped. 1:4).”

“Encareced al tentado a que no mire a las circunstancias, a su propia flaqueza, ni a la fuerza de la tentación, sino al poder de la Palabra de Dios, cuya fuerza es toda nuestra. ‘En mi corazón –dice el salmista– he guardado tus dichos, para no pecar contra ti’. ‘Por la palabra de tus labios yo me he guardado de las vías del destructor’ (Sal. 119:11; 17:4)” (MC 136).

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

1. La verdad es progresiva. Al comprender mejor la verdad de Dios, podemos tener que hacer cambios en nuestras vidas, creencias, organización, acercamiento a otros, etc. Mantener lo de siempre no es una opción. Analiza, con tu clase, cómo podemos saber si las acciones que proponemos hacer surgen de la conducción de Dios o de la influencia de la sociedad.

2. Analiza el modelo de Jesús al relacionarse con pecadores frente al deber del hombre de Dios de no relacionarse con el pecado. ¿Cómo nos encontramos con la gente donde ella está? Indica ejemplos prácticos en tu clase, para mostrar cómo te has acercado a la gente y mostrado aceptación sin estimular prácticas pecaminosas.

3. En muchas sociedades, el pago de sobornos, o dar regalos especiales, es parte de casi todo trato comercial, legal o político. ¿Cómo podemos nosotros, como adventistas del séptimo día, individualmente y como iglesia, sobrevivir en tales sociedades? Basados en la lección de esta semana, como clase, escriban algunos criterios para tratar con este problema.

4. Imagínate que alguien en tu iglesia se pone de pie y pretende tener un mensaje de Dios, o que tu primer anciano pretenda tener nueva luz bíblica sobre los eventos finales. ¿Qué harías? ¿Cómo evaluarías esas pretensiones?