domingo, 24 de octubre de 2010

Lección 5 para el 30 de Octubre de 2010: Abigail: no se permitió ser víctima de las circunstancias


Sábado 23 octubre

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: 1 Samuel 25; Isaías 28:23; 53:12; Daniel 9:15-19; Mateo 15:10; Romanos 8:34

PARA MEMORIZAR:
“En el corazón del prudente reposa la sabiduría; pero no es conocida en medio de los necios” (Prov. 14:33).

¿TE HAS SENTIDO ALGUNA VEZ VÍCTIMA de las circunstancias? ¿Has deseado alguna vez poder estar en otra parte? ¿O ser otra persona? Considera, entonces, al personaje de esta semana: Abigail.

Ella era una mujer inteligente y hermosa pero, desagraciadamente, estaba casada con Nabal, un hombre egoísta, de visión muy corta y malvado; un descendiente de Caleb, pero de ningún modo parecido a su estimado antepasado. Nabal pudo haber sido rico, pero su nombre, o sobrenombre, que significa “necio”, refleja con exactitud su carácter. En el tiempo de Abigail y Nabal, los casamientos eran arreglados de antemano, y probablemente Abigail no haya tenido otra opción que aceptar las circunstancias, que parecían estar contra ella en un casamiento como éste.

Las condiciones no eran favorables, pero la vislumbre que se nos da de la vida de Abigail nos anima a no ser víctimas de las circunstancias. Ella no trató de escapar de la realidad; veía su situación en forma realista (1 Sam. 25:25), pero no permitió que las circunstancias la arruinaran. Decidió crecer donde había sido plantada.

Domingo 24 de octubre ALGUIEN ESCUCHARÁ

La mayor parte de las personas no tienen problemas para hablar, y muchos hablamos demasiado. Cuánto mejor sería aprender a ser buenos oyentes. Mucho sucede a nuestro alrededor y es importante que escuchemos.

Lee Isaías 28:23; Mateo 15:10 y Santiago 1:19. ¿Qué nos enseñan estos textos que debemos hacer, y por qué?

David y sus hombres estaban escapando de Saúl. Mientras vivían en el desierto de Parán, se encontraron con los pastores y los rebaños del rico ganadero Nabal. En lugar de tomar para sí algunos animales, David y sus hombres protegieron a los pastores y el ganado. Cuando llegó la esquila, había un espíritu festivo. Éste era el tiempo para agradecer y dar regalos. Sabiendo esto, David envió a diez de sus hombres a pedir provisiones.

Lee 1 Samuel 25:1 al 11. ¿Por qué David se sintió tan insultado con la respuesta de Nabal? ¿Qué oyó David?

Nabal actuó como su nombre lo indica. Despectivamente, llamó a David y a sus hombres “esclavos escapados” y los envió de vuelta con las manos vacías. Nabal pensaba que David era tan insignificante que no valía la pena preguntar lo que estaba haciendo. David había demostrado mucho control propio con el rey Saúl, pero ahora se sintió profundamente herido cuando se le dijo que él era un don nadie. Esto se complicó por el hecho de que él había mostrado bondad, y ahora era recompensado con insultos y humillación. Nabal no sabía con quién estaba tratando. Parece que conocía algunos hechos. Sabía quién era el padre de David, y que David estaba escapando de Saúl, pero Nabal estaba centrado en sí mismo y no estuvo dispuesto a escuchar a sus siervos. Estos habían vivido cerca de David y sabían que era militarmente fuerte. Los siervos reconocieron que su amo era “un hombre tan perverso, que no hay quien pueda hablarle” (1 Sam. 25:17). Y se dirigieron a alguien que los escucharía: Abigail.

¿Cuándo fue la última vez que tuviste o provocaste problemas por no escuchar con atención? ¿Cómo puedes aprender de tus errores?

Lunes 25 de octubre LAS ACCIONES HABLAN MÁS FUERTE QUE LAS PALABRAS

Lee 1 Samuel 25 . ¿Cuál es la esencia de la historia? ¿Qué lecciones puedes obtener inmediatamente de ella? ¿Qué preguntas quedan sin responder?

Al oír el informe del siervo, Abigail inmediatamente comenzó a prepararse. Hizo más que escuchar: actuó. En 1 Samuel 25:18 y 19 se detalla lo que preparó: pasas de uva, higos secos, ovejas listas para guisar, grano tostado, pan y vino. Estas provisiones eran un lujo y más de lo que los diez hombres de David esperaban. La siguiente parte de la historia está llena de movimiento y acción. Hay diferentes escenas, creando cierta tensión, esperando el momento del contacto. David y sus hombres, sin detenerse a escuchar a Dios o a razonar, marchan para vengarse del insulto. David está llevando dos tercios de su fuerza de combate, lo que refleja su enojo. Cuando reaccionamos con ira, es muy difícil dar una respuesta apropiada, y nos excedemos.

Abigail no envía los regalos con sus criados, sino que ensilla su asno y va al encuentro de David. A pesar de estar casada con un hombre arrogante y temerario, ella no se permite el sentirse víctima. Todavía mantiene su autoestima y está lista para arriesgar su vida a fin de proteger su hogar. Sus posibilidades son algo parecidas a las del joven David cuando enfrentó a Goliat: una mujer con asnos cargados de comida y unos pocos siervos yendo a afrontar a cuatrocientos hombres armados y enojados. Nabal, el necio, está en casa gozando un banquete suntuoso y emborrachándose, mientras su valiente mujer va a enfrentar a un ejército enojado.

¿Qué nos enseñan los siguientes versículos? ¿Por qué son importantes nuestras acciones? Mat. 7:21; - Mat. 25:31 -46; - Sam. 2:14-17.

Hablar no cuesta mucho, pero nuestras acciones confirman o contradicen nuestras palabras. Las acciones de Abigail, David y Nabal muestran qué era importante para ellos y qué espíritu motivaba sus acciones.

Si alguien elaborara conclusiones acerca de la clase de persona que eres basado solamente en tus acciones, ¿cuáles serían esas conclusiones, y por qué?

Martes 26 de Octubre TIEMPO DE HABLAR

En un valle o una quebrada entre las montañas, Abigail se encuentra con David. Ella se postra sobre su rostro y lo trata como si ya fuera rey.

Lee cuidadosamente el discurso de Abigail en 1 Samuel 25:23 al 31. Contrasta esto con la respuesta de Nabal (vers. 10, 11). ¿Qué nos indica esto acerca de la diferencia entre ambos?

Abigail se dirigió a David como “señor mío”. Tal vez esto, en sí mismo, fue para David un recordatorio de que él debía comportarse como es digno de un rey ungido por Dios y no como el líder de una banda de merodeadores. Abigail fue capaz de promover la nobleza en David porque no había perdido su propio sentido de estima propia. Por eso, ella podía ver lo mejor en David y estimular una conducta piadosa en él.

¿Qué es lo primero que Abigail le dice a David? ¿A qué te hacen recordar sus palabras? ¿Qué trata ella de hacer? Éxo. 32:32 ; Ester 7:2-4; Isa. 53:12; Dan. 9:15-19; Rom. 8:34.

La intercesión tiene un denominador común: la persona que intercede se identifica con la persona por la cual intercede. Debe estar dispuesta a poner a un lado sus intereses egoístas y pedir lo que sea mejor para la otra persona. Abigail podría haber visto esta amenaza a Nabal como una manera de deshacerse de su esposo y recuperar su libertad; pero ella se identificó con él y suplicó por su vida inmerecida. Tal vez la mejor forma de intercesión sea la oración. Oramos por personas que son incapaces o no están dispuestas a orar por sí mismas. Ponemos nuestros deseos y necesidades a un lado, y hablamos a Dios en favor de esas personas. Nuestras oraciones dan a Dios la “excusa” de penetrar profundamente en el territorio de Satanás. Al orar por otros nos damos cuenta de la inmensa compasión que Dios tiene por nosotros. Podemos aprender cómo bendecir a aquellos que nos maldicen y orar por los que nos calumnian (Luc. 6:28).

¿Intercedió alguien por ti, alguna vez, en una situación que no podías manejar por ti mismo? ¿De qué modo te ayudó a comprender mejor lo que significa tener a Jesús intercediendo por nosotros?

Miércoles 27 de octubre LO QUE ABIGAIL NO HARÁ

La gente a menudo tiene miedo de una persona abusiva. Está lista para cubrir al abusador, y mentir y decir que todo está bien, para apaciguar al abusador.

Lee 1 Samuel 25:25 y 26. ¿Qué dice acerca de Abigail el que haya sido tan abierta acerca de las faltas de su esposo? ¿De qué modo esto hace que su intercesión en favor de él sea más notable? Si alguien estuviera intercediendo por ti ahora mismo, ¿qué podría decir acerca de ti?

Aunque Abigail estaba lista para arriesgar su vida por salvar su hogar, ella también era íntegra, y no mintió acerca de Nabal. Ella sabía que él tenía problemas, y no tuvo miedo de decirlo en público. Alguien que está en una relación de abuso a menudo comienza a sentirse responsable por los actos del abusador, y se siente culpable. Pero este no era el caso de Abigail; ella tenía un sólido sentido de valor personal, basado en su sentido de misión.

Ella se veía como el instrumento de Dios para cambiar la decisión de David, y no se otorgó a sí misma el crédito por interceptar a David y llevarle regalos. Como Abigail sabía quién era, pudo animar a David y recordarle que debía pelear las batallas del Señor, y no perder tiempo y energía en vengarse por insultos personales. La observación de Abigail de que “mal no se ha hallado” en David (1 Sam. 25:28) era tanto una afirmación como una advertencia de que David no había sido descalificado (todavía) para ocupar el cargo de rey. Abigail también le recordó a David que, si su vida estaba unida a Dios, él no tenía necesidad de defenderse o de defender su honor. Dios lo haría por él. En el tiempo de Abigail, el divorcio o la separación no eran opciones para una mujer.

Ella “pertenecía” a su esposo hasta el día de su muerte. Sin embargo, Abigail no veía su vida como inútil o como una prisión permanente. Ella creía que Dios se ocuparía de su esposo cuando fuera el momento. El discurso de Abigail muestra que la sabiduría puede encontrarse en cualquier situación de la vida, si nos hemos entregado a Dios. La sabiduría no es una teoría, sino una forma práctica de vivir y de reaccionar con la gente que nos rodea.

¿Qué significa entregarse completamente a Dios? ¿Cómo se hace? si alguien te dijera: “Yo quiero entregarme al señor, pero no sé cómo hacerlo”, ¿qué le dirías?

Jueves 28 de octubre ADENTRO Y AFUERA

A diferencia de muchos de nosotros, David aceptó las críticas constructivas y notó, en las palabras de Abigail, la actuación de Dios. Vio las consecuencias de sus acciones y estuvo agradecido por que Dios hubiera intervenido para evitarle derramar sangre. En cuanto a Abigail, volvió a su casa y esperó hasta la mañana siguiente para informarle a su esposo de lo sucedido. Nabal quedó aterrorizado, y probablemente haya sufrido un ataque de apoplejía. Diez días más tarde, murió. David no olvidó a Abigail, y envió a algunos de sus hombres con una propuesta de matrimonio de su parte.

Considera las últimas palabras registradas de Abigail (1 Sam. 25:41). ¿Qué nos señalan ellas acerca de Abigail? ¿Qué otros ejemplos bíblicos puedes encontrar con el mismo principio en acción?

Abigail era una mujer influyente. Tenía cinco criadas, pero estaba dispuesta a servir. Más tarde, Jesús dijo: “El Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir” (Mat. 20:28).La vida de Abigail no fue muy tranquila, aun después de su casamiento con David. Como era costumbre en esos días, David tuvo varias esposas, y la vida de familia estaba lejos del ideal de Dios. Abigail era la segunda esposa de David, quien tenía que escapar continuamente de Saúl. En Siclag, junto con las otras familias, ella fue capturada por los amalecitas y luego rescatada. Aquí desaparece de la narración bíblica. Esperaríamos ver a esta sabia y hermosa mujer junto a David, en un papel importante en la vida de éste, pero sólo hay silencio. Sabemos que tuvo un hijo llamado Daniel (1 Crón. 3:1) o Quileab (2 Sam. 3:3), segundo en la línea hacia el trono, pero tanto Abigail como su hijo desaparecieron del cuadro. Algunos piensan que murieron en forma violenta.

Considerando lo agitada que fue la vida de los hijos mayores de David, una muerte temprana tal vez no fue lo peor que les pudo ocurrir. Como seguidores de Jesús, nuestras vidas tampoco son fáciles de llevar. Sin embargo, Dios sabe el fin desde el principio y, por eso, debemos confiar en su bondad.

La sumisión a otros no siempre es fácil, puesto que requiere un sentido de humildad y dependencia. ¿Cómo puedes aprender a someterte a otros cuando es necesario? ¿Cómo podemos aprender del increíble ejemplo de sumisión de Cristo?

Viernes 29 de Octubre

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR: “Estas palabras [de Abigail] solo pudieron brotar de los labios de una persona que participaba de la sabiduría de lo Alto. La piedad de Abigail, como la fragancia de una flor, se expresaba inconscientemente en su semblante, sus palabras y sus acciones. El Espíritu del Hijo de Dios moraba en su alma. Su palabra, sazonada de gracia, y henchida de bondad y de paz, derramaba una influencia celestial. Impulsos mejores se apoderaron de David, y tembló al pensar en lo que pudiera haber resultado de su propósito temerario.

‘Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios’ (Mat. 5:9). ¡Ojalá que hubiera muchas personas como esta mujer de Israel, que suavizaran los sentimientos irritados y sofocaran los impulsos temerarios, y evitaran grandes males por medio de palabras impregnadas de una sabiduría serena y bien dirigida! “Una vida cristiana consagrada derrama siempre luz, consuelo y paz. Se caracteriza por la pureza, el tino, la sencillez y el deseo de servir a los semejantes. Está [...] henchida del Espíritu de Cristo y doquiera que vaya, quien la posee, deja una huella de luz.

“Abigail era sabia para aconsejar y reprender. La ira de David se disipó bajo el poder de su influencia y razonamiento. Quedó convencido de que había tomado un camino malo, y que había perdido el dominio de su propio espíritu. Con corazón humilde, recibió la reprensión, en armonía con sus propias palabras: ‘Que el justo me castigue, será un favor, y que me reprenda será un excelente bálsamo” (Sal. 141:5).

Le dio las gracias y la bendijo por haberlo aconsejado tan rectamente. Son muchos los que, cuando se les reprende, se creen dignos de alabanza si reciben el reproche sin impacientarse; pero ¡cuán pocos aceptan la reprensión con gratitud de corazón, y bendicen a los que tratan de evitarle que sigan un sendero malo!” (PP 724, 725).

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

1. El abuso del cónyuge es un gran problema. Como iglesia, tenemos la responsabilidad de ayudar. Por eso, tenemos un sábado que es el “Día de la Prevención de Abusos”, para educar a nuestros feligreses y crear conciencia sobre este problema. ¿Qué podemos hacer para ayudar a los que sufren esta terrible plaga?

2. “Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios” (Mat. 5:9). Basado en el estudio de esta semana, ¿cuáles son las características de los pacificadores? ¿Cómo podemos procurar la paz sin comprometer los principios?

domingo, 17 de octubre de 2010

Lección 4 para el 23 de Octubre de 2010: Jonatán: nacido para la grandeza


Sábado 16 de octubre

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: 
1 Samuel 14:6-13, 24-26; 18; 19; 31:1-7; 2 Samuel 1:5-12; 2 Reyes 6:8-17.

PARA MEMORIZAR: 
“Dijo, pues, Jonatán a su paje de armas: ven, pasemos a la guarnición de estos incircuncisos; quizá haga algo Jehová por nosotros, pues no es difícil para Jehová salvar con muchos o con pocos” (1 Sam. 14:6).

POR DIVERSAS RAZONES, JONATÁN, como hijo privilegiado, debía haber sido un joven malcriado, egoísta, que creyera que le debían todo a él. Y ¿por qué no? Era el hijo mayor del primer rey de Israel. Era popular y bien amado, buen orador y un líder militar de primera línea. Por las normas del mundo, lo tenía todo. Había nacido para “ser grande”. No obstante, el Cielo usa una vara diferente para lo que es grande, y Jonatán fue uno de los pocos hombres dispuestos a dar la espalda a lo que el mundo considera grande y buscar una clase diferente de grandeza, la de Dios.

De la vida de Jonatán aprendemos a evaluar nuestras vidas con los ojos del Cielo. ¿Cuándo una vida es grande y valiosa? ¿Cuáles cosas son importantes en este mundo y cuáles no lo son?

La historia de Jonatán nos ayuda a contestar estas preguntas. También nos dice que, si queremos, podemos ser grandes a los ojos de Dios, sin tomar en cuenta dónde nacimos, quiénes son nuestros padres, y cuánta riqueza y talentos tenemos.

Domingo 17 octubre El ALTO CARGO DE LA AMISTAD

La amistad es diferente de otras relaciones, que a menudo están legalmente reguladas y controladas. En muchas culturas, los padres escogen a aquellos con quienes han de casarse sus hijos. Por supuesto, ninguno de nosotros puede escoger a sus padres, hermanos y demás familiares.

Sin embargo, sí podemos elegir a nuestros amigos. La amistad cruza todas las fronteras y puede influir sobre otras relaciones. Cantares 5:16 nos muestra el lugar de la amistad en una relación matrimonial. La verdadera amistad es una relación completamente voluntaria, y tal vez por eso es tan sólida. No involucra cumplir la letra de la ley, sino más bien se concentra en darnos nosotros mismos.

En Samuel 18:1 - se describe la amistad entre Jonatán y David. Dice que “el alma de Jonatán quedó ligada con la de David, y lo amó Jonatán como a sí mismo”. ¿Qué características de la amistad están subrayadas en Éxodo 33:11; Job 16:20,21; Proverbios 17:17; 27:9; Eclesiastés 4:10; Juan 15:13 al 15?

La mayoría de nosotros espera que una madre esté preparada para morir a fin de salvar a su hijo; o un hombre, para proteger a su familia. Estas relaciones fuertes son admirables, normales y un reflejo del amor de Dios hacia nosotros. Pero, este es un instinto que compartimos con muchas especies de animales.

La amistad es mucho más que un instinto. La verdadera amistad debe ser alimentada por la comunicación. Los amigos están allí para ayudarnos en todos los desafíos de la vida, y no solo para compartir momentos “de alegría”. Podemos ayudar a nuestros amigos, presentes y futuros, dándoles consejos sabios, ánimo, y orando en favor de ellos. Jonatán muestra estas características en su amistad con David. En 1 Samuel 20, Jonatán muestra que la amistad involucra más que solo palabras; un amigo está listo para dar ayuda práctica, aun con gran riesgo personal. Jonatán, a menudo, intercedió en favor de David ante su padre, el rey Saúl (1 Sam. 19:4). Y dedicó tiempo para encontrar a David, cuando era un fugitivo, para animarlo en el Señor (1 Sam. 23:16).

¿Has traicionado alguna vez a un amigo, o fuiste traicionado por un amigo? ¿Qué lección aprendiste? ¿Qué cambios necesitas hacer para ser un mejor amigo?

Lunes 18 de Octubre UNA GRAN VICTORIA

Israel vive un momento de crisis extrema. Los filisteos se reunieron para pelear contra Israel con carros y soldados tan numerosos como la arena del mar. El ejército israelita es menor y está pobremente armado. Solo Saúl y Jonatán tienen espadas o lanzas de hierro, porque los filisteos controlan con cuidado la industria metalúrgica. De hecho, todos los israelitas tienen que hacer arreglar y afilar sus herramientas con los herreros filisteos (1 Sam. 13:19-22).

¿Puedes imaginarte a la milicia israelita, equipada con palos, hachas y hondas, frente a un gran ejército filisteo con armas último modelo? No es extraño que el ejército de Saúl tuviera un récord de deserciones.

Piensa acerca del verdadero equilibrio de poder en nuestras batallas, si nos hemos rendido al Señor. Lee 2 Reyes 6:8 al 17. ¿Qué esperanza podemos obtener para nosotros de este informe?

Jonatán no se intimida por lo que otros piensan, ni lamenta la falta de fe y de confianza que hay en Israel. En cambio, decide actuar. Jonatán sabe que Dios es mucho mayor que el problema que afronta Israel. Sabe que Dios puede salvar por cualquier medio que él escoja y, así, Jonatán se pone a disposición de Dios. Él elige usar a Jonatán y a su paje de armas, y ambos obtienen una gran victoria.

¿Cuáles son los pasos que dio Jonatán antes de subir hasta el puesto enemigo? 1 Sam. 14:6-13.

Algunas veces, la línea entre la fe y la presunción puede parecer muy delgada. Jonatán no dependía solamente de sus propias impresiones. Consultó con otra persona que temía a Dios y compartió con ella sus planes y sus ideas. Jonatán comprendía que Dios no está limitado, y no trató de manipularlo. Estuvo dispuesto a quedarse o a ir según Dios se lo revelara por medio de la señal propuesta. Finalmente, cuando Jonatán recibió la señal de seguir adelante, no vaciló, y aceptó enseguida el desafío.

¿Cuáles son tus propias batallas personales? ¿Cómo puedes aprender a confiar en Dios? ¿Cómo puedes confiar en Dios aun cuando las cosas no salgan como habías esperado, o según lo habías pedido en oración?

Martes 19 de octubre RELACIÓN ENTRE PADRE E HIJO

Lee 1 Samuel 19:1 al 7. ¿Cómo describirías la relación entre Jonatán y Saúl? ¿Qué clase de conflicto afrontaba Jonatán entre la lealtad a su propio padre y la lealtad a un amigo?

No sabemos exactamente qué tipo de padre fue Saúl cuando Jonatán era niño, pero sabemos que, más tarde, la vida de Saúl no era para tener en alta estima. Saúl era muy egoísta, de genio cambiante, celoso, irracional y, por momentos, neurótico. Jonatán, sin embargo, dio evidencias, en su vida y en la relación con su padre, de una aplicación práctica del mandamiento dado en Éxodo 20:12, que dice que debemos honrar a nuestros padres.

Lee 1 Samuel 14:24 al 46. ¿Cómo habría podido usar Jonatán este incidente, si hubiese querido, como una excusa para dejar de honrar a su padre? ¿No ha habido personas que se volvieron contra sus padres por mucho menos? ¿Qué nos dice esto acerca de la clase de persona que era Jonatán?

Honrar a nuestros padres significa mucho más que darles una tarjeta o un regalo ocasional. Jonatán estuvo junto a su padre en tiempos de crisis; y estuvo junto a él a pesar de lo que le quiso hacer.

También nosotros honramos a nuestros padres cuando estamos junto a ellos en tiempos de crisis, tales como enfermedades o la pérdida del trabajo. Tenemos una obligación bíblica de apoyar emocional y materialmente a nuestros padres (ver 1 Tim. 5:8). Honrar a nuestros padres no es una actividad subjetiva, ni pasiva. Jonatán demuestra que esto, a menudo, involucra dar un consejo respetuoso, pero sólido. Honrar a nuestros padres no significa suspender nuestro propio juicio, ni defender sus errores, seguirlos ciegamente, o pasar por alto el mal. Significa que tenemos obligaciones especiales hacia ellos, sin importar la clase de personas que puedan ser.

Siguiendo el ejemplo de Jonatán, ¿qué cosas prácticas puedes hacer para mejorar tu relación con tus padres, con tus hermanos o con otros miembros de la familia, especialmente si ellos no son creyentes

Miércoles 20 de octubre OCUPAR EL SEGUNDO LUGAR

Existe una tendencia, hoy, a echarles la culpa a los padres por la mayoría de los problemas de la vida; y no podemos negar que algunas personas cargan con un bagaje emocional pesado que recibieron de sus padres.

Sin embrago, parece que esta desdichada tendencia va en aumento. No solo les echamos la culpa a nuestros padres, sino también a nuestros hermanos, a nuestros maestros, o a cualquier cosa, con tal de no asumir la responsabilidad de nuestras propias circunstancias.

Aunque todos estamos sujetos a circunstancias más allá de nuestro control, la vida de Jonatán nos muestra que podemos superarlas, al menos hasta cierto punto. Jonatán podría haber culpado a su padre por sus dificultades. Si Saúl hubiera sido fiel, Jonatán habría tenido el trono. Pero Jonatán eligió no culpar a otros; él no tenía problemas de autoestima. En lugar de amargarse, confió en que Dios sabía qué era lo mejor, y eligió hacer lo que podía con lo que tenía. Probablemente, no fue fácil para Jonatán confiar en Dios cuando supo que el Señor había elegido a David, en lugar de a él mismo, para ser el siguiente rey.

Describe la reacción de Jonatán frente al hecho de que David iba a ser el rey en su lugar. ¿Qué nos indica esto acerca de Jonatán? 1 Sam. 23:17. Contrasta su actitud con la que se exhibe en Isaías 14:13 y 14; 1 Reyes 1:5; Marcos 10:35 al 37. ¿Cuál es la diferencia?

Cuando nuestra identidad está afianzada en Dios, podemos afrontar el rechazo y las críticas sin perder nuestra autoestima. Esta seguridad está ligada a nuestra relación con Dios. Jonatán ya había tenido una experiencia personal con Dios en su victoria sobre los filisteos (1 Sam. 14). En la historia posterior de la familia de David, vemos rebeliones y luchas internas. Absalón y Adonías procuraron usurpar el trono de su padre. No querían que Dios eligiera al nuevo rey. La actitud de Jonatán contrasta con este espíritu egoísta. Él estaba dispuesto a ocupar el segundo lugar y trató de reconciliar a su padre con su amigo David (1 Sam. 19:4). Es un buen ejemplo de un líder-siervo, listo para tomar el segundo o, aun, el tercer lugar.

Toma a Jonatán como ejemplo: ¿qué puedes hacer cuando no consigues el trabajo, el cargo o el respeto que sientes que tienes el derecho de recibir? ¿Cómo puedes controlar los sentimientos de rechazo, envidia u odio?

Jueves 21 de octubre CUANDO LA VIDA ES INJUSTA

Lee 1 Samuel 31:1-7, y 2 Samuel 1:5-12. ¿Qué clase de fin tuvo Jonatán? ¿Cómo podemos entender esto?

Muchos de nosotros creemos que al final el bien siempre gana y que cosechamos lo que sembramos; o vamos algo más allá y creemos que una buena persona debería tener una vida buena y larga, y una persona mala debe esperar una vida breve y agitada. Y, aunque el bien vencerá el mal cuando venga Jesús, la realidad es que las personas buenas no siempre reciben el bien en esta vida y las malas no reciben lo malo. A veces, hasta somos castigados por hacer lo correcto y Dios no siempre interviene para salvar milagrosamente a sus hijos.

¿Quiénes son algunos personajes bíblicos fieles que no recibieron lo que merecían? Gén. 39:10-20; Job 1, 2.

Jonatán era un fiel amigo de confianza de David. Negoció y trató de lograr la paz entre David y Saúl. No era orgulloso y estuvo dispuesto a aceptar a David como rey. Dios lo había usado antes para hacer huir a todo un ejército, y ahora el ejército de Israel enfrentaba nuevamente a los filisteos. ¿Realizaría Dios otra vez un milagro para salvar a Israel? No; y Jonatán cayó ese día en el campo de batalla (1 Sam. 31:2).

Como Juan el Bautista, Jonatán es un ejemplo de los que no reciben ahora lo que merecen. A menudo sufren, pierden cargos de honor por causa de Cristo, o incluso caen en el puesto del deber. Por insignificantes o inútiles que parezcan sus vidas, son, sin embargo, personajes clave en los planes de Dios. Están motivados y sostenidos por el amor y la presencia de Jesús. Nacieron para la grandeza, no como la comprende el mundo, sino una grandeza más allá de nuestras expectativas humanas. Desde nuestra perspectiva, suceden cosas que no tienen sentido y que no son justas. Pero, la promesa es que un día todo se arreglará y tendremos respuestas para lo que ahora parece insondable.

Lee 1 Corintios 4:5; 13:12; Romanos 8:28; y apocalipsis 21:4. ¿Qué esperanza puedes obtener de estos pasajes mientras afrontas situaciones difíciles en las luchas y las pruebas que, por ahora, no tienen finales felices?

Viernes 22 de octubre

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR: “Entre los que por su abnegación han compartido los sufrimientos de Cristo, figuran los nombres de Jonatán y de Juan el Bautista, el uno en el Antiguo Testamento y el otro en el Nuevo. “

Jonatán, que por nacimiento era heredero del trono, sabía que había sido privado de él por decreto divino; sin embargo, fue el más tierno y fiel amigo de David, su rival, y lo protegió a riesgo de su vida; fue fiel a su padre durante los días sombríos de su decadencia, y cayó al fin a su lado. El nombre de Jonatán está atesorado en el cielo, y en la tierra es un testigo de la existencia y el poder del amor abnegado.

“Juan el Bautista, cuando apareció como heraldo del Mesías, conmovió a la Nación. Sus pasos eran seguidos de un lugar a otro por grandes multitudes de personas de toda clase. Pero todo cambió cuando llegó aquel acerca de quien había dado testimonio. Las multitudes siguieron a Jesús, y la obra de Juan pareció llegar a su fin. Sin embargo, no vaciló su fe. ‘Es necesario que él crezca –dijo–, y que yo mengüe’ ” (Ed 151, 152).

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

1. ¿Cómo podemos diferenciar la fe de la presunción? ¿En qué circunstancias le pedimos señales a Dios con el fin de conocer su voluntad para nosotros?

2. Algunas culturas promueven la pasividad como una virtud, mientras que otras la ven como algo negativo. Jonatán estaba dispuesto a ocupar el segundo lugar. ¿Es esto lo mismo que ser pasivo? ¿Debería un cristiano ser pasivo? Si es así, ¿cuándo? Si no, ¿por qué?

3. ¿Cómo puedes explicarle a un amigo no cristiano los beneficios de ser cristiano, si él ve que tú también te enfermas, pierdes tu trabajo o sufres la pérdida de un ser amado?

4. Analiza la vida de Jonatán a la luz de Hebreos 11:32 al 40. ¿Qué puedes obtener de esos textos que tal vez pueda ayudarte en situaciones que, por lo menos desde tu perspectiva actual, tienen resultados deprimentes?

5. ¿De qué modo, por ejemplo, una mujer que ha sido molestada sexualmente por su padre puede honrarlo? ¿Qué diremos de padres abusivos? ¿Cómo hemos de responder al mandamiento de honrarlos?

6. ¿Cuáles son las cosas que el mundo considera “grandes” que Dios no considera de igual modo? ¿Cuáles son las cosas que Dios considera grandes que el mundo no considera así? ¿Cómo podemos saber la diferencia entre estas dos ideas de “grandeza”?

lunes, 11 de octubre de 2010

Lección 3 para el 16 de octubre de 2010


Sábado 9 de octubre

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA:

1 Samuel 1; 2:1-11, 21; Job 2:12, 13; Mateo 6:19, 20; Lucas 12:16-21.

PARA MEMORIZAR: 
“Y Ana oró y dijo: Mi corazón se regocija en Jehová, mi poder se exalta en Jehová; mi boca se ensanchó sobre mis enemigos, por cuanto me alegré en tu salvación. No hay santo como Jehová; porque no hay ninguno fuera de ti, y no hay refugio como el Dios nuestro” (1 Sam. 2:1, 2).

UNA DE LAS GRANDES LUCHAS que muchas personas enfrentan es el sentimiento de baja autoestima. ¿Cuán valiosos somos en este mundo? ¿Qué significa una vida en medio de miles de millones de personas? Leemos acerca de guerras en las que millones murieron. Cada día nacen miles, y miles mueren. Percibimos fuerzas que no podemos controlar, que atropellan nuestras vidas y nuestros sueños, como un camión aplasta un insecto en la ruta. ¿Cómo, en medio de esta gran agitación, podemos encontrarle sentido a nuestra existencia?

La Biblia, por supuesto, nos enseña que tenemos valor porque fuimos creados a la imagen de Dios. Somos importantes para él. ¿Qué interesa lo que otros piensan de ti, si Dios te ama? Su amor es lo que importa. Esta semana, mirando la vida de Ana, una mujer sin pretensiones de grandeza política o religiosa, captaremos una vislumbre de un Dios que nos ama íntima y personalmente. Él nos dice que somos alguien, aunque el mundo diga lo contrario.

Domingo 10 de octubre ¿CUÁNTO VALGO?

Lee 1 Samuel 1:1-16. ¿Por qué Ana estaba afligida por no tener hijos, aunque su esposo la amara

Los sentimientos de Ana no son difíciles de comprender ya que, en su cultura, no tener un hijo varón implicaba inseguridad en la ancianidad. Tanto en el ambiente público como en el familiar, una mujer sin hijos tenía que vivir con una afrenta, pues se la consideraba maldita por Dios. Esto afectaba su valor frente a la sociedad, su estima propia y su relación con Dios. Ana debió haberse preguntado, a menudo, por qué le sucedía eso.

Para comprender la desesperanza que la esterilidad provocaba en una mujer en el mundo antiguo, considera las declaraciones de Sara (Gén. 16:1, 2) y de Raquel (Gén. 30:1). ¿De qué manera estos ejemplos muestran cuán fuertes eran los sentimientos en ese tiempo?

Las acciones de Sara son razonables en el contexto de las costumbres sociales de la época. También nos dan una vislumbre de la desesperación que debió haber sentido. ¿Qué mujer animaría a su esposo a tener relaciones con otra mujer a fin de tener hijos? Y el clamor de Raquel a Jacob tiene un cierto eco en las emociones de Ana.

Para Ana, los celos y el sentido de “no ser nadie” crearon una mezcla de emociones que estallaron al descargar su corazón ante el Señor. Lo que empeoraba las cosas era que el tiempo estaba en contra de ella, y le parecía que así estaba Dios.

En la época de Ana, el lugar de una mujer estaba ligado a los hijos y su crianza. No había otras posibilidades, dado que una mujer no podía cambiar de carrera y encontrar satisfacción en otra ocupación. En el Antiguo Testamento, hay ejemplos de mujeres que fueron jueces y líderes proféticos, pero son casos limitados y surgieron por un llamado directo de Dios. Solo a través de los hijos Ana tendría valor y podría dejar una herencia.

Un hombre perdió a su hijo por causa de la leucemia. le dijo al pastor que él creía que su hijo había muerto porque, como él no había guardado fielmente el sábado, Dios lo había castigado. ¿Qué tiene de malo ese pensamiento? ¿Cómo podemos evitar la trampa del mismo razonamiento?

Lunes 11 de octubre CON AMIGOS COMO ESTOS...

Vivir bajo una supuesta maldición de Dios y sentir que su vida no tenía valor real era muy duro para Ana. ¿Qué problema adicional tenía ella? 1 Samuel 1:6 ,7.

Algunos que están cerca de nosotros saben cómo herirnos más. Con las reiteradas provocaciones de Penina, la vida de Ana había llegado a ser amarga. Año tras año, la misma historia. Nota que la palabra hebrea para la acción de Penina (“irritaba” [RVR60], “atormentaba” [NVI], “mortificaba” [BJ]) se usa, en el Antiguo Testamento, en relación con pecados graves, que provocan una reacción divina directa (ver Deut. 9:18; 31:29). Las observaciones de Penina parecen haber sido una estrategia premeditada para provocar a Ana, ya que ella era su rival en el afecto de Elcana (1 Sam. 1:5). Aunque las burlas de Penina tenían la intención de herir, tal vez las peores heridas provenían de aquellos que no tenían la intención de dañar. ¿Quién, en medio de un gran dolor, no se ha sentido peor por algo equivocado que, con buena intención, alguien dijo?

Repasa los primeros seis capítulos de Job. Los amigos de Job estaban entristecidos por lo que él experimentaba (ver Job 2:12, 13). Pero ¿cómo empeoraron su problema? ¿Por qué no se debería reaccionar así ante el dolor ajeno?

La pérdida de posesiones o de personas cercanas causa un dolor profundo. La enfermedad u otras circunstancias pueden producirnos desesperación. Vivir con anhelos no cumplidos le quita a nuestra vida todo sentido de esperanza. Las cosas van de mal en peor cuando enfrentamos no solo circunstancias malas, sino también a personas que hacen insoportable nuestra vida. Esta combinación de sueños no cumplidos y provocación constante desencadenó el llanto de Ana ante el Señor. A veces, necesitamos gritar nuestro dolor y nuestras frustraciones ante Dios. Cuando llegamos al fondo mismo, necesitamos buscar respuestas fuera de nosotros.

¿De qué forma puedes animar a alguien que está pasando por pruebas ahora mismo? ¿Qué te gustaría que la gente hiciera por ti, si tú pasaras por una situación terrible? ¿Por qué es bueno hacerlo en favor de otras personas?

Martes 12 de octubre DERRAMAR TU CORAZÓN

La naturaleza humana puede tolerar un poco, pero a veces tiene que actuar. Esta acción puede parecer irracional y hasta peligrosa.

Lee 1 Samuel 1:9 al 16 y describe los pasos que dio Ana en su dolor.

Esta oración no fue una petición general del tipo “ayúdame, por favor”. El autor bíblico dice que Ana había “derramado [su] alma delante de Jehová” (1 Sam. 1:15). El término derramar está asociado con volcar líquidos, como sangre y agua en los sacrificios (relacionar con Lev. 4:3, 12, 18, 25, etc.). También puede referirse a las acciones de Dios. Él derrama juicios o bendiciones (Sal. 69:24; Sal. 79:6 ; Isa. 42:25; Mal. 3:10; etc.). Tiene connotaciones de abundancia. En el Antiguo Testamento, el término se usa en relación con la oración (Sal. 42:4, 5; 9; 62:8, 9; , Lam. 2:19), tal vez la clase más íntima de oración, donde se es honesto con Dios al expresar nuestros dolores y temores profundos. Ana estaba absorta en su oración y no era consciente de lo que la rodeaba o de lo que pensaran de ella. Se estaba aferrando a Dios como Jacob a su contrincante nocturno (Gén. 32:26, 27).

Describe los resultados inmediatos de la oración de Ana. 1 Samuel 1:17,18 .

Aunque Dios no siempre responde nuestras oraciones inmediatamente, cuando derramamos nuestro corazón delante de él podemos estar seguros de que nos oye y nos responderá (Sal. 37:4) a su tiempo y a su manera. Esto nos da esperanza y confianza mientras vemos cómo Dios nos guía en nuestro futuro.

En 1 Samuel 1:11, Ana hizo una promesa grande. Si Dios escuchaba y respondía su oración, y le daba un hijo, ella lo devolvería a Dios. En el Antiguo Testamento, encontramos muchas personas que hacen votos al Señor. Los votos a menudo se ven en el contexto de la adoración y la oración.

El voto de Ana era enorme. Ella renunciaría al hijo esperado. ¿Qué sucedería con su posición de esposa de Elcana? ¿Cuál sería su situación luego en la familia?

¿Cuán a menudo derramas tu alma a Dios en oración? ¿Por qué es tan importante para tu caminar espiritual? ¿Qué te impide hacer esto cuando lo necesitas? ¿Por qué no hacerlo ahora? 


Miércoles 13 de octubre CANTANDO SUS ALABANZAS

¿Cantas tú cuando estás alegre? La Biblia registra casos de personas que cantaron en momentos clave de sus vidas. María y las mujeres de Israel cantaron a orillas del Mar Rojo luego de haber sido salvadas por Dios (Éxo. 15:20, 21). En lenguaje poético, Débora y Barac exaltan el poder de Dios sobre los ejércitos humanos (Juec. 5:1-31). Cuando María visita a Elisabet, prorrumpe en un canto de alabanza a Dios y a su increíble plan de salvación (Luc. 1:46-55). Todos estos cantos tienen un elemento común, aunque aparecen en circunstancias diferentes: todos describen lo que sucede cuando Dios interviene en la historia humana y responde las súplicas de sus hijos.

Lee 1 Samuel 2:1 al 11 . ¿Cuál es el tema principal del canto de Ana?

Ana no tiene dudas que Dios es capaz de controlar las circunstancias de la historia, así como su propia experiencia personal. Ve su vida desde una perspectiva completamente nueva. Las cosas por las cuales algunos luchan son, en realidad, muy frágiles y pueden desaparecer mañana. En su canto, Ana establece contrastes: el arco del guerrero poderoso se quiebra, pero los débiles “recobran sus fuerzas” ( 1 Samuel 2:4 NVI). Las cosas a las que asignamos valor a menudo no son tan permanentes como parecen. Ana había encontrado que la verdadera seguridad se encuentra en conocer a Dios, que no cambia. Él nos dice que cada uno es especial y nos asigna valor.

Algunos luchan con el versículo 6 en el canto de Ana. ¿Cómo lo entendemos? ¿Es Dios arbitrario en su bondad o en sus castigos? Para comprenderlo, recordemos la premisa básica del Antiguo Testamento acerca de la vida, que es muy diferente del concepto moderno: Dios es el Creador de la vida y, como Creador, tiene el derecho de hacer lo que desea con su creación. Es decir, nada sobre este planeta está fuera de su control. Aun las cosas negativas están sujetas al control de Dios. A menudo los autores bíblicos parecen sugerir la participación activa de Dios en el designio de cosas malas que le suceden a la humanidad. En otras palabras, pareciera que lo que Dios permite lo “hace”.

¿Acerca de qué puedes cantar? Prepara una lista de cosas por las que quieres alabar a Dios. Cuanto más alabes a Dios, tanto más agradecido estarás por lo que él ha hecho por ti.

Jueves 14 de octubre El PLAN DE INVERSIÓN DE DIOS

Aun cuando Ana sale del Tabernáculo cantando, deja atrás al pequeño Samuel. Ya no tiene la deshonra de la esterilidad, pero vuelve a una casa vacía. Con su hijo dedicado a Dios y trabajando para él, ¿quién la cuidará cuando sea ancianita? Ella ha dado, con fe sencilla, su más preciada posesión a Dios. Ana nos recuerda a Abraham, quien estuvo listo para ofrecer su hijo a Dios. También el cumplimiento de la promesa de Dios a Abraham y Sara incluyó un largo período de esterilidad. Pero Dios probó la fe de Abraham cuando el muchacho era mayor, mientras que Ana decidió entregar a su hijo, si lo llegaba a tener, aun antes de que naciera. Después de que el niño fue destetado, lo llevó a Silo. Puedes imaginarte los sentimientos de Ana cuando se despidió de él, considerando el hecho de que las cosas no andaban bien en el hogar de Elí, y ¿quién actuaría como mentor y guía para el pequeño Samuel?

¿De qué modo honró Dios la expresión de fe y amor de Ana? 1 Samuel 2:21.

Ana podría haber rehusado entregar su hijo al Señor y aferrarse a él como su única seguridad. Pero, al darlo a Dios, ella no solo recibió cinco hijos más, sino también su entrega tuvo una profunda influencia sobre Samuel. Con el tiempo, él fue el vocero especial de Dios, y uno de los más grandes educadores y dirigentes de Israel.

¿Qué peligros afrontamos cuando acumulamos o acaparamos? Mat. 6:19, 20; Luc. 12:16-21.

Dios toma cualquier cosa que le demos, la multiplica y le da dimensiones nuevas que nunca hubiéramos imaginado. Ana aprendió que los mayores tesoros están seguros cuando se los damos a Dios. Lo que acaparamos para nosotros mismos puede desaparecer en un instante. Ana sabía quién era ella para Dios. Este sentido de su propio valor le dio libertad para dar.

Recordemos que todo lo que somos y poseemos es por la gracia y la bondad de Dios. ¿De qué manera esto debería ayudarnos a devolverle a Dios, en lugar de acumular para nosotros mismos? ¿Qué nos dice, el querer acaparar, acerca de nuestro carácter y nuestra falta de confianza en Dios?

Viernes 15 de octubre

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR: “Padres, dad vuestros hijos al Señor, y recordadles siempre que le pertenecen, que son los corderos del rebaño de Cristo, sobre los cuales vela el verdadero Pastor. Ana dedicó a Samuel al Señor; y se dice de él: ‘Y Samuel creció, y Jehová estaba con él, y no dejó caer a tierra ninguna de sus palabras’ (1 Sam. 3:19). En el caso de este profeta y juez de Israel, se presentan las posibilidades colocadas delante del niño cuyos padres cooperan con Dios, haciendo la obra que les ha señalado” (CM 135).

“¡Cuán grande fue la recompensa de Ana! ¡Y cuánto alienta a ser fiel el ejemplo de ella! A toda madre se le confían oportunidades de valor inestimable e intereses infinitamente valiosos. El humilde conjunto de deberes que las mujeres han llegado a considerar como una tarea tediosa debiera ser mirado como una obra noble y grandiosa. La madre tiene el privilegio de beneficiar al mundo por su influencia, y al hacerlo impartirá gozo a su propio corazón. A través de luces y sombras, puede trazar sendas rectas para los pies de sus hijos, que los llevarán a las gloriosas alturas celestiales. Pero sólo cuando ella procura seguir en su propia vida el camino de las enseñanzas de Cristo, puede la madre tener la esperanza de formar el carácter de sus niños de acuerdo con el modelo divino. El mundo rebosa de influencias corruptoras. Las modas y las costumbres ejercen sobre los jóvenes una influencia poderosa. Si la madre no cumple su deber de instruir, guiar y refrenar a sus hijos, estos aceptarán naturalmente lo malo y se apartarán de lo bueno. Acudan todas las madres a menudo a su Salvador con la oración: ‘¿Qué orden se tendrá con el niño, y qué ha de hacer?’ Cumpla ella las instrucciones que Dios dio en su Palabra, y le dará sabiduría a medida que la necesite” (PP 618).

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

1. ¿Quién, en tu iglesia, está experimentando circunstancias difíciles en el hogar o en su vida personal? ¿Cómo pueden ustedes, en forma colectiva o individual, ayudar a estas personas? ¿Cuánto estás dispuesto a sacrificar de ti mismo con el fin de ayudar?

2. ¿Cuáles son algunas de las afrentas culturales en tu sociedad? Es decir, ¿qué cosas son consideradas como terribles en tu cultura? Pregúntate: ¿Son cosas que Dios ve mal? ¿Estamos nosotros en peligro de marcar como malas, por causa de la cultura, cosas que Dios no considera así? ¿Cómo podemos saber la diferencia entre lo que es cultural y lo que es bíblico?

domingo, 3 de octubre de 2010

Lección 2 Para el 9 de octubre de 2010. Caleb: Vivir esperando


Sábado 2 octubre

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: : Números 13; - 14; - Josué 14 ; - Jueces 1 : 12 :15.

PARA MEMORIZAR:
“Mi alma espera a Jehová más que los centinelas a la mañana, más que los vigilantes a la mañana. Espere Israel a Jehová, porque en Jehová hay misericordia, y abundante redención con él” (sal. 130:6, 7).

CALEB VIVIÓ TIEMPOS BUENOS Y MALOS. Sabía cómo era la esclavitud. Estuvo allí cuando el Señor guió a su pueblo con mano poderosa para salir de Egipto. Vio el mar abrirse ante Israel y tragarse al ejército egipcio. Estuvo con el pueblo en el monte Sinaí y vio descender a Moisés de la montaña con la Ley de Dios. Fue uno de los primeros en ver la tierra de Canaán. Y, sin tener falta alguna, peregrinó en el desierto con los israelitas. Vio morir allí a toda su generación. Al final, ya anciano, entró en la tierra de Canaán. Y, aun entonces, mostró valor y fe en Dios.

Caleb es un líder que aparece más detrás del escenario que frente a la audiencia. Esta semana aprenderemos de su estilo de liderazgo amable. Conoceremos a un gran líder dispuesto a correr riesgos y a conducir por el ejemplo; a alguien generoso y que estimuló el liderazgo en los jóvenes. Pero, más que los rasgos personales positivos de Caleb, estudiaremos una historia relevante para nosotros, que vivimos al final de la historia de la tierra mientras esperamos cruzar a la Canaán celestial.

Domingo 3 de octubre “LOS HECHOS”

Unos quince meses antes, Israel había abandonado Egipto. Ahora las tiendas cubren el desierto de Parán, cerca de la frontera con Canaán. Todos están entusiasmados por saber acerca de la tierra que pronto será su hogar. Bajo la dirección de Dios, eligen doce exploradores. Caleb representa a Judá y es uno de los doce que parten en una misión de reconocimiento de la realidad de Canaán. Los espías pasan cuarenta días explorando la tierra y, finalmente, vuelven y se preparan para dar su informe.

Lee Números 13:26 al 14:2. ¿Qué lección podemos aprender de este informe acerca de vivir por fe y no por vista?

Los espías llevan algo que se puede ver, oler y probar. Aunque los doce estuvieron expuestos a los mismos hechos, llegan a conclusiones diferentes. Diez de ellos ven la tierra fértil y las grandes ciudades, pero se sienten sentenciados, pues no creen que estos ex esclavos puedan tomar la tierra. Parecen olvidarse que no estarían parados en la frontera de la Tierra Prometida si no fuera por los milagros de las plagas en Egipto, el cruce del Mar Rojo, el agua de la roca y el maná diario que reciben desde hace más de un año. Dios hizo todo esto para ellos, y ahora, por alguna razón, dejan de confiar en Dios y en sus promesas, siguiendo lo que ven en lugar de lo que Dios ha prometido. ¡Cuán fácil es que nosotros hagamos lo mismo!

Lo que vemos, y cómo interpretamos lo que vemos, puede tener consecuencias personales directas. Nuestra interpretación de los “hechos” forma los ladrillos de nuestras decisiones diarias, y estos “hechos” muy a menudo interactúan con nuestras emociones. La idea de que podemos creer cualquier cosa que queramos sin que esas creencias afecten lo que somos y lo que hacemos es un mito.

Enfrentar los “hechos” sin la Palabra de Dios nos apartará de él y nos llevará hacia la falta de fidelidad. Afrontar los hechos con Dios nos ayudará a confiar en él y a fortalecer nuestra fe.

¿Por qué es tan fácil vivir por vista y no por fe? ¿Cuándo tuviste que afrontar algo similar a lo que hemos leído hoy? ¿Cuál fue tu reacción, y qué aprendiste de ella y de todo lo que siguió después, acerca de confiar en Dios y en sus promesas, a pesar de los “hechos”?

Lunes 4 de octubre MANTENERSE FIRME CUANDO IMPORTA

No siempre es fácil mantenerse firme, porque la presión del grupo es una fuerza enorme. El poder de miles de personas que vitorean al equipo favorito en un estadio intimida al adversario. Ninguno sería tan necio como para gritar en favor del adversario estando solo en medio de la multitud. Por eso, a los que apoyan a equipos opuestos a menudo se los ubica separados en las tribunas, como en el fútbol. Cuando chocan, la razón se hace a un lado y surge la violencia. Para los israelitas, esto no es un juego. Su futuro parece estar amenazado, y todos lloran. Debe ser muy conmovedor ver a miles de personas llorar juntas... Y Caleb, que parecía estar en las sombras, da un paso al frente.

Lee Números 13:30. ¿Qué podemos aprender de lo que dijo Caleb acerca de confiar en las promesas de Dios?

Una misma información puede ser transmitida de muchas maneras. Cómo decimos algo es tan importante como lo que decimos. Caleb mostró su carácter al no discutir con los diez espías que no tenían fe y al no reconvenir a la gente por su falta de fe. En cambio, habló en forma valerosa, y apeló a la confianza y a la acción. Sin embargo, el pueblo no quería escuchar eso y tomó la decisión de apedrear a Moisés, a Josué y a Caleb.

Lee Números 14:1 al 10 y 20 al 24. ¿Cuál fue el resultado de rechazar la Palabra de Dios, y llegar a una interpretación defectuosa de los “hechos”?

Caleb debió haber quedado muy desilusionado. Había visto la buena tierra. Era fiel y estaba listo para entrar, pero ahora debía peregrinar por el desierto durante cuarenta años por causa de las faltas de los demás. Y Caleb tenía un sólido sentido de comunidad y quería ser parte de un todo. Lideró con el ejemplo y estimuló a otros. Caleb no se separó y comenzó un nuevo movimiento. El acto de irse cuando hay problemas o la falta de fe pueden ser fenómenos actuales, pero no son bíblicos. Caleb fue un hombre que se quedó, aun durante los años de castigo, y sin el espíritu de “te lo dije”.

¿De qué maneras has sufrido por las malas elecciones de otros? ¿Cómo te manejaste en esas situaciones?

Martes 5 de octubre RECLAMAR LAS PROMESAS DE DIOS

Pasaron cuarenta años. Los israelitas cruzan el Jordán y entran en la Tierra Prometida. Como personas hambrientas que ven una mesa cargada con buena comida, miran hacia Canaán. Las conversaciones se centran en cuáles son las mejores secciones de la tierra y quién las conseguirá. Mucho antes de entrar en la Tierra Prometida, Moisés quiso evitar peleas internas y dejó instrucciones para la división de la tierra, que se mencionan en Josué 14.

Lee Josué 14 . ¿Qué pedido hizo Caleb, y por qué crees que lo hizo? ¿Qué te indica acerca de él y de su fe?

En medio de la repartición de la tierra, Caleb pide un sector específico. No es para una tribu, sino para él personalmente. A primera vista, este encuentro entre Josué y Caleb, los dos hombres más ancianos en Israel, parece fuera de lo normal. Aun cuando Caleb insiste en que él es fuerte y está listo para la guerra, reclama, por sobre todo, el cumplimiento de una promesa que Dios le hizo.

Caleb no tiene miedo de reclamar las promesas de Dios. Su pedido no es motivado por una ambición egoísta. El principio de “conseguir para dar” está bien arraigado en el anciano. Caleb no pide las tierras más lindas o más fértiles, sino un área habitada por los hijos de Anac, los gigantes, un sector todavía no conquistado. Estos gigantes asustaron a los israelitas cuarenta años atrás (Núm. 13:33).

Tal vez Caleb deseaba que la generación actual no cometiera los errores de sus antepasados. Él demostró su fe en Dios al pedir el territorio que más lo desafiaba, en lugar de elegir el más fácil.

Otra vez, Caleb lideró con el ejemplo, y fue una lección objetiva y viviente. En realidad, él estaba diciendo: “Si Dios puede usar a uno de los hombres más ancianos para echar a los gigantes, entonces el resto de ustedes no debe tener temor. Dios puede darles la victoria, y lo hará”. En Josué 15:13 y 14 se registra la victoria de Caleb sobre los descendientes de Anac. Lo que había aterrorizado a toda la Nación fue conquistado por un anciano que confiaba en el poder de Dios.

Lee Josué 14:14 . ¿Qué significa servir al señor “cumplidamente”? ¿Qué clase de cosas en nuestras vidas, si no son aplastadas continuamente, harán que a Dios le sea difícil cumplir sus promesas en nosotros?

Miércoles 6 de octubre TRANSFIRIENDO LA HERENCIA

En algunas culturas, los ancianos son muy respetados y están bien integrados en la sociedad; son buscados por sus consejos y su sabiduría. En otras culturas, se los ve como personas no productivas y se los ignora. Este concepto parece crecer en todo el mundo. Caleb es un ejemplo maravilloso del uso positivo de la ancianidad. Caleb evitó los extremos asociados con los años de la jubilación. No se sintió intimidado por la edad, ni renunció a la vida y se aisló. No usó su edad como una excusa para no estar involucrado en su comunidad. No se aferró a su posición ni consideró a las personas más jóvenes como amenazas personales

¿Qué dice Salmo 92:12 al 15 acerca de la ancianidad?

Se ha dicho que Dios no tiene nietos. Caleb sabía que cada generación debe tener su propia experiencia con Dios. Los israelitas no podían subsistir con los milagros de Egipto, ni con la experiencia de sus padres en el desierto. Caleb deseaba que la generación más joven diera sus primeros pasos de fe.

¿Qué experiencia facilita Caleb en Jueces 1:12 y 13? ¿Cómo lo hace?

Las tribus de Judá y de Simeón estaban tomando su tierra, y trabajaban juntas por fe, a fin de lograr las promesas de Dios. Pero tomar Quiriat-sefer (vers. 12) era un gran desafío. La arqueología muestra el sistema de fortificaciones de las ciudades de ese período en Palestina. No mirando los muros, Caleb vio una oportunidad de crecimiento: reclamar las promesas de Dios y tener la victoria. Aunque nos suene extraño, Caleb ofreció un incentivo maravilloso: el que conquistara la ciudad sería su yerno. Otoniel, sobrino de Caleb (Juec. 1:13), aceptó el desafío, y Dios le dio la victoria. Con el apoyo de Caleb, nació un nuevo héroe, y eso dio ricos dividendos en años posteriores: Dios usó a ese joven como el primer juez y libertador de Israel (Juec. 3:7-11).

Al avanzar en tu madurez, ¿de qué forma cambiaron tus actitudes? ¿Qué aprendiste al tener más años de experiencia? ¿Cómo pudiste evitar que los años te hundieran en actitudes y hábitos equivocados?

Jueves 7 de octubre DAR LIBREMENTE

Lee Jueces 1:14 y 15? ¿Qué más nos indica esto acerca del carácter de Caleb?

La herencia era primordial para los israelitas. Poseer tierras para dejárselas a los herederos era una manera de asegurar que el legado no desaparecería. Esto era tan importante que se dieron leyes detalladas para proveer un heredero si un hombre moría sin haber tenido hijos, de modo que alguien tomara el nombre del fallecido y continuara con su legado (ver las leyes del levirato en Deut. 25:5-10).

Teniendo en cuenta su edad, Caleb habrá estado pensando en su propia herencia. Los registros genealógicos posteriores muestran que Caleb tuvo hijos. Él habrá deseado dejarles tanto como fuera posible. Acsa era su hija, pero cualquier tierra que se le diera saldría de la familia de Caleb y sería parte de la propiedad de su esposo. No sabemos qué motivó el pedido de tierras hecho por Acsa, pero si Caleb hubiese rehusado su pedido habría sido aceptable y habría estado en armonía con las normas sociales de proteger la propia herencia.

Lo sorprendente es que Caleb no solo les dio tierras, sino también las fuentes de aguas, las de arriba y las de abajo. La generosidad es una calle de doble tránsito. Proverbios 11:25 afirma que “el alma generosa será prosperada; y el que saciare, él también será saciado”. Cuando no damos generosamente, tal vez es porque todavía no hemos recibido.

¿Qué implicaciones tiene este relato para nuestra vida espiritual, por ejemplo, en el área del perdón? Lee Mateo 6:15 - y 18:21 al 35.

Podemos dar solamente lo que tenemos. Si no somos capaces de perdonar, entonces ésta es una señal segura de que no hemos reclamado el perdón de Dios para nosotros mismos. Caleb había recibido bendiciones de Dios y estaba contento de compartirlas. Él mostró una generosidad que iba mucho más allá de las normas sociales de su época.

¿Cuán generoso eres tú con lo que tienes? ¿Encuentras que, cuanto más tienes, más dispuesto estás para compartirlo con otros, o tiendes a acumularlo? ¿Cómo puedes aprender a estar más dispuesto a dar de ti mismo para el bien de los demás?

Viernes 8 de octubre

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:
“La fe de Caleb era, en esa época, la misma que tenía cuando su testimonio contradijo el informe desfavorable de los espías. Él había creído en la promesa de Dios, de que pondría a su pueblo en posesión de la tierra de Canaán, y en esto había seguido fielmente al Señor. Había sobrellevado, con su pueblo, la larga peregrinación por el desierto, y compartido las desilusiones y las cargas de los culpables; no obstante, no se quejó de esto, sino que ensalzó la misericordia de Dios, que lo había guardado en el desierto cuando sus hermanos eran eliminados. En medio de las penurias, los peligros y las plagas de las peregrinaciones en el desierto, durante los años de guerra desde que entraron en Canaán, el Señor lo había guardado, y ahora que tenía más de ochenta años su vigor no había disminuido. No pidió una tierra ya conquistada, sino el sitio que, por sobre todos los demás, los espías habían considerado imposible de subyugar. Con la ayuda de Dios, quería arrebatar aquella fortaleza de manos de los mismos gigantes cuyo poder había hecho tambalear la fe de Israel. Al hacer su petición, no fue movido Caleb por el deseo de conseguir honores o engrandecimiento. El valiente y viejo guerrero deseaba dar al pueblo un ejemplo que honrara a Dios, y alentar a las tribus para que subyugaran completamente la tierra que sus padres habían considerado inconquistable” (PP 547, 548).

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

  1. Como cristianos, somos bombardeados con “hechos” que son interpretados de formas que contradicen nuestra fe. La palabra clave, aquí, es “interpretados”. ¿Cómo podemos confrontar estos desafíos sin parecer necios y mantener, al mismo tiempo, nuestra integridad?
  2. Observa que no siempre interpretamos los “hechos” de forma correcta. Por ejemplo, la materia la vemos como algo sólido pero, en realidad, es casi todo espacio vacío. Vemos la tierra como firme, inmóvil, aunque se está moviendo velozmente por el espacio. Podemos estar en un cuarto vacío y cerrado, y no escuchar nada, pero allí adentro el aire está lleno de ondas de radio que llevan sonidos que no podemos escuchar. ¿Qué lecciones obtenemos de lo que significa vivir por fe y no por vista.
  3. De la vida de Caleb, ¿qué lecciones extraemos para alimentar a creyentes nuevos, a jóvenes y a niños, a fin de que ocupen cargos de liderazgo y responsabilidad en la iglesia?
  4. Caleb se quedó junto a su pueblo, aun en medio de sus pecados y errores. ¿Qué lecciones nos enseña esto hoy?