domingo, 30 de mayo de 2010

Lección 10 Para el 5 de junio de 2010: Integridad: totalidad y santidad


Sábado 29 de mayo

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA:
Génesis 39:6-12; 1 Samuel 24:1-10; Daniel 6:1-10; Mateo 4:1-11; Romanos 1:26, 27; Efesios 3:14-21.

PARA MEMORIZAR:
“Presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad, palabra sana e irreprochable, de modo que el adversario se avergu
̈ence y no tenga nada malo que decir de vosotros” (Tito 2:7, 8).

UNOS NIÑOS BULLICIOSOS DISTRAÍAN al predicador y, para peor, eran sus propios hijos. Finalmente, detuvo su prédica y dijo a los niños que serían castigados cuando terminara el culto. El silencio cayó sobre todos los presentes. El culto terminó, y el almuerzo del sábado fue delicioso.

Esa noche fue placentera en el hogar. La hijita, sintiéndose libre, vino a su padre predicador:

–¿Papi?– le dijo.

–Sí, querida– le respondió.

Ella continuó:

–Hoy tú prometiste que me castigarías y no lo hiciste. Dijiste una mentira.

No hay dudas, es mucho más fácil hablar de integridad que demostrarla. Aun el “mejor” de nosotros falla a menos que sea muy cuidadoso. Realmente, “en las cosas más pequeñas” es fácil errar.

Esta semana consideraremos este tema y cómo impacta en nuestras vidas en diversos niveles.

UN VISTAZO A LA SEMANA: La integridad moral impacta en nuestra salud espiritual, mental y física.

Domingo 30 de mayo: JESÚS EN EL DESIERTO

Transigir es muy fácil, ¿verdad? Especialmente cuando uno es mayor, las cosas no parecen blancas o negras, como una vez nos pareció. Cedemos un poco aquí, otro poco allá, y nos afirmamos en una nueva posición. Entonces, con el tiempo, cedemos un poco aquí, otro poco allá, y nos afirmamos en la posición más nueva. Luego, con el tiempo, desde esta última posición, cedemos un poco aquí, un poco allá, y luego nos afirmamos. Antes de mucho, nos encontramos en un lugar en el que una vez ni hubiéramos soñado que estaríamos. Así, transigimos.

Y, aunque a veces necesitamos aflojar un poco y estar dispuestos a ceder aquí y allá, a menudo lo hacemos en las cosas en las que no deberíamos ceder nada.

Lee Mateo 4:1 al 11. Cuando Satanás tentó a Jesús en el desierto, ¿cuáles fueron las tres avenidas de tentación con las que se acercó a Jesús? ¿Cómo venció Jesús esas tentaciones, y qué nos enseña este informe?

Satanás encontró que Jesús era como una pared impenetrable. No importa cómo lo intentó, fracasó en conseguir que Jesús transigiera en algo. Jesús era inexpugnable, como lo fue la Gran Muralla China durante siglos. Solo que él fue mejor. Porque la Gran Muralla una vez fue penetrada. ¿Qué sucedió? ¡Alguien sobornó al portero! Todo ese trabajo, todas esas piedras llegaron a ser casi inútiles cuando un solo guardia dejó de cumplir con su misión.

Sí, transigir es fácil. Demasiado fácil. Satanás trabajará por medio de nuestro apetito, nuestra presunción y nuestro orgullo, y nuestro deseo de cosas mundanas; por cualquier avenida, a fin de hacernos pecar, de que violemos nuestra integridad y nos apartemos de Jesús. No solo necesitamos conocer sus ardides, sino también saber cómo reclamar las promesas de Dios y no ser seducidos a hacer lo que sabemos que está mal. Solo por medio de una confianza firme y constante en el poder de Dios, y una disposición a morir al yo, podemos vencer.

¿En qué áreas de tu vida has transigido y dejado de hacer lo que es correcto? ¿Cómo te sentiste la primera vez que lo hiciste? ¿Te molesta menos ahora que la primera vez? ¿O ya no te molesta más?

Lunes 31 de mayo: MANTENER LA INTEGRIDAD

Hay muchas tentaciones que a menudo llevan a transigir en lo moral. ¿Cuán fácil es para una persona empleada, que viaja, informar más gastos que los reales? ¿Cuán fácil es para un hombre dar unas cortas miradas a la pornografía en Internet? ¿Cuán fácil es para los niños decir una mentira a sus padres? ¿Cuán fácil es hacer trampa con los impuestos? ¿Cuán fácil es comer o beber demasiado? ¿Cuán fácil es hacer trampa en la escuela? ¿Cuán fácil es...? Y la lista sigue, y sigue y sigue.

Lee los pasajes indicados abajo. ¿De qué modo podrían estos hombres haber violado muy fácilmente su integridad? ¿Qué podemos aprender de estas historias? Al leer cada informe, piensa en el trasfondo de esas tentaciones, piensa en todas las presiones que sufrieron estos hombres para transigir, piensa en cuán fácilmente podrían haber racionalizado su elección.


Gén. 39:6-12
1 Sam. 24:1-10
Dan. 6:1-10


Si somos honestos con nosotros mismos, muchos admitiremos que engañamos, que no somos transparentes en muchos de nuestros tratos. Algunas veces no decimos una mentira, pero no transmitimos exactamente la verdad. Podemos creer que ser francos no ayuda en alguna situación. Tal conducta puede encontrarse en muchas áreas de la vida. ¿Cuáles son algunas maneras en las que elegiste la conveniencia en vez de la honestidad? ¿Por qué es tan fácil hacerlo?

Piensa acerca de un personaje no bíblico, de la historia, o de las noticias, o de tus conocidos personales, a quien consideras una persona íntegra. ¿Cuáles son los rasgos que esa persona tiene que tú desearías tener? ¿Cómo puedes imitar esos rasgos en tu propia vida?

Martes 1º de junio: LA INTEGRIDAD EN NUESTRA VIDA ESPIRITUAL

Un joven compró de segunda mano una lancha de placer con un buen motor y el remolque para llevarla. La unidad parecía en buen estado, y no fue demasiado costosa. Ansioso de probar su nueva adquisición, invitó a unos amigos a dar una vuelta en la lancha. Navegaba bien, y el grupo se dirigió a una islita a poca distancia de la costa.

Bajaron, exploraron la isla y se embarcaron para volver a casa. A poco de salir, un sonido los alertó y vieron que estaba entrando agua. Poco después, la lancha se dio vuelta, y los tres amigos se encontraron en el agua helada. Alguien los rescató e impidió otras repercusiones. ¿Qué había ocurrido? Una sola madera en mal estado en el fondo del casco que, con la acción de las olas en la orilla, se había partido, y eso fue suficiente para volcar la lancha.

¡Cuán parecido es esto a lo que pasa en nuestras vidas! Podemos ser fieles, firmes y estables y, no obstante, si no entregamos un área de la vida al Señor, una sola área pecaminosa a la que nos aferramos, podemos tener dificultades morales, espirituales y aun físicas.

Lee Efesios 3:14 al 21. ¿Qué enseña Pablo aquí? ¿De qué modo esto tiene influencia sobre nuestra integridad personal? ¿Cómo experimentamos estas promesas en nuestras vidas?

Se nos promete mucho en estos textos. El Espíritu Santo puede fortalecernos y puede cambiarnos, no como una cirugía estética, sino como una cirugía del corazón, que actúa dentro de nosotros. Y ese cambio se realiza por la fe, al conocer el amor de Dios por nosotros. Dios procura una transformación completa en nuestras vidas, que seamos “llenos de toda la plenitud de Dios”. Nota que, a diferencia de la autoayuda y las filosofías de la Nueva Era, Pablo no dice que aprovechemos algún poder innato que hay dentro de nosotros. No, es el poder de Dios, quien puede hacer más de lo que pedimos o pensamos.

La pregunta es: ¿Le estamos permitiendo actuar o permitimos que nos gobierne nuestra naturaleza carnal?

¿Qué significa “llenos de toda la plenitud de Dios”? Prepárate para dar tu respuesta en la clase.

Miércoles 2 de junio: INTEGRIDAD SEXUAL

Lee Romanos 1:26 y 27; 1 Corintios 6:15 al 18; 1 Tesalonicenses 4:3; y Judas 7. ¿Cuál es el mensaje básico para nosotros hoy?

La joven María fue a la universidad. Salía por primera vez de su casa por un período largo. Aunque sabía lo que la Biblia y su iglesia decían acerca de la inmoralidad sexual, se encontró en situaciones en las que la presión fue muy fuerte. Sabía que eso era malo, y que Dios tenía algo mejor para ella. Al principio se mantuvo firme y resistió. Luego, lentamente, comenzó a transigir. Al comienzo, la culpabilidad era terrible; pero con el tiempo dejó de molestarla, hasta que encontró que tenía una enfermedad de transmisión sexual. Solo entonces comenzó a meditar en la realidad de sus errores.

La inmoralidad sexual es pecado, y el pecado daña nuestra relación con Dios y con los demás. Pero hoy puede ser un riesgo físico muy real. Hay numerosas enfermedades de transmisión sexual, desde el herpes hasta el VIH/Sida, que son físicamente devastadoras. La manera más segura de protegerse de estas dolencias es seguir los principios bíblicos acerca de la moralidad sexual. El placer sexual está creado para el hombre y para la mujer solamente dentro del ámbito del matrimonio. Cualquier otra cosa está fuera del plan de Dios y está mal; aún peor, puede conducir a consecuencias físicas muy serias.

Y no solo afecta lo físico. La carga emocional puede ser terrible, en especial para las damas, sobre las cuales cae el estigma de la inmoralidad sexual más pesadamente, aunque esto sea injusto. Aun algunas organizaciones seculares afirman que la abstinencia sexual fuera del matrimonio es la mejor elección que una persona puede hacer.

Otra preocupación, hoy, es el tema de la pornografía, que con Internet es más frecuente ahora que antes. Millones de vidas han sido arruinadas por esta terrible plaga. Hay ayuda para los que caen en ella, pero para muchos la vergu
̈enza es grande y no piden la ayuda que necesitan.

¿Cuáles son tus tentaciones, luchas, frustraciones y temores en esta área específica de la vida humana? Cualquiera que sea tu situación, ¿cómo puedes aprovechar las promesas de Dios para que te ayuden a vencer?

Jueves 3 de junio: PRACTIQUEMOS LO QUE CREEMOS

En Romanos 12:1 y 2, Pablo suplica a los creyentes que se presenten en forma total al Señor para el servicio. Se requiere integridad en cada parte del todo: cuerpo, mente y espíritu.

Algunos comprenden la importancia de mentes puras, pero se descuidan en lo físico. Ya vimos que nuestros cuerpos son dones de Dios, y por eso Dios nos ordena que los cuidemos.

La integridad requiere que nuestros actos reflejen nuestras creencias. La ciencia médica enseña que el ejercicio es importante para el cuerpo; y mostramos falta de integridad si descuidamos darle al cuerpo el ejercicio necesario. El agua pura y cantidades moderadas de luz solar son muy beneficiosas. Si conocemos estas cosas, debemos hacerlas.

Hoy que la obesidad azota a muchas naciones, pocos negarían el daño de la glotonería. Debemos hacer buenas elecciones de cuánta comida comemos y qué comemos, especialmente si tenemos problemas con el peso. Casi todos reconocen el tabaco como un asesino muy agresivo. El uso del alcohol, la marihuana, la cocaína y otras drogas han arruinado las vidas productivas de millones. La señora de White ya no es la única que aboga en favor de las frutas y las verduras, de los granos enteros y las nueces. Aun los gobiernos recomiendan reducir el consumo de muchos alimentos basados en carne con alto contenido graso. ¡Cuánto mejor es seguir una dieta vegetariana!

“La verdadera religión y las leyes de la salud se relacionan estrechamente. Es imposible trabajar para la salvación de los hombres y las mujeres sin presentarles la necesidad de romper con las complacencias pecaminosas que destruyen la salud, degradan el alma e impiden que la verdad divina impresione la mente. A hombres y mujeres debe enseñárseles a considerar cuidadosamente todo hábito y toda práctica, y a descartar inmediatamente todas las cosas que crean una condición malsana en el cuerpo y así ensombrecen la mente. Dios desea que sus portaluces sostengan siempre un alto ideal. Por el precepto y el ejemplo, deben tener su norma perfecta muy superior a la falsa norma de Satanás que, si se la sigue, producirá miseria, degradación, enfermedad y muerte tanto para el cuerpo como para el alma” (CSS 479, 480).

Repasa todos tus hábitos personales de salud. ¿Estás viviendo a la altura de la luz que conoces? Si no, ¿qué te impide hacer los cambios que solo te pueden hacer bien?

Viernes 4 de junio

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:
“La mayor necesidad del mundo es la de hombres que no se vendan ni se compren; hombres que sean sinceros y honrados en lo más íntimo de sus almas; hombres que no teman dar al pecado el nombre que le corresponde; hombres cuya conciencia sea tan leal al deber como la brújula al polo; hombres que se mantengan de parte de la justicia aunque se desplomen los cielos” (Ed 57).

“Hay una obra que debemos hacer: una obra dura, ferviente. Todos nuestros hábitos, nuestros gustos e inclinaciones deben ser educados de acuerdo con las leyes de la vida y la salud. Por este medio debemos obtener las mejores condiciones físicas, y tener claridad mental para discernir entre el bien y el mal” (CRA 31).

“Nuestro peligro no radica en la escasez, sino en la abundancia. Estamos siempre tentados a los excesos. Los que quieran preservar sus facultades intactas para el servicio de Dios deben observar una estricta temperancia en el uso de los productos de la generosidad divina, así como abstenerse completamente de toda complacencia perjudicial y degradante” (CRA 32).

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
1. Considera esta última cita de la señora de White. ¿Qué quiere decir ella cuando escribe que nuestro peligro está en los excesos?

2. La luz solar es importante para la buena salud. Sin embargo, aquí necesitamos equilibrio: unos pocos minutos de luz solar cada día pueden ser una gran bendición; por otro lado, la sobreexposición puede conducir a problemas de salud. ¿Cómo encontramos el equilibrio aquí, como en todo lo demás?

3. ¿Qué puede hacer tu iglesia local para ayudar a los que tienen el problema del VIH/Sida en tu comunidad local? Aunque en algunas partes del mundo el problema es mayor que en otras, todos podemos hacer aunque sea una pequeña parte.

4. ¿Qué puedes hacer para estimular a los jóvenes a abstenerse de la actividad sexual fuera del matrimonio? ¿Por qué esto es tan importante? ¿Cómo puede la iglesia ayudar, no solo en cuanto a la sexualidad, sino también acerca de otras cosas con las cuales luchan los jóvenes? ¿Cómo puedes ayudar a los jóvenes (o a los mayores) a hacer las decisiones correctas acerca de las drogas, el alcohol y el tabaco? Una cosa es dar advertencias severas; otra es realmente hacer cosas que los ayuden a evitar tomar decisiones equivocadas o darles ayuda cuando cometen errores.

lunes, 24 de mayo de 2010

Lección 9 Para el 29 de mayo de 2010: Temperancia


Sábado 22 de mayo

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA:
Génesis 9:20-27; Proverbios 20:1; 23:31-35; 1 Corintios 6:19; 10:31; 2 Pedro 1:5-9.

PARA MEMORIZAR:
“No durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios” (1 Tes. 5:6).

HABÍA SIDO UN JUEZ RESPETADO, pero ahora vivía en la pobreza, víctima del abuso de alcohol. Esta adicción le robó no solo su dignidad sino también a su familia y sus ingresos. Ahora era un vagabundo.

¡Qué trágico fin para lo que había sido una vida próspera y útil!

En 2007, se difundió la trágica noticia de la muerte de una joven por beber ¡demasiada agua!
¿Agua? Sí. En un concurso de radio, ella bebió agua en exceso, y murió más tarde ese día. La autopsia reveló, como única causa, la intoxicación por agua. El agua, aunque es esencial para la vida, puede matar cuando se la toma en exceso.

Esta semana estudiaremos la temperancia en un mundo que considera los excesos como un éxito. Las ilustraciones citadas muestran que las cosas no saludables deben ser evitadas; y las prácticas saludables, usarse con moderación. La moderación es el elemento clave que a menudo falta.

Veamos qué es la verdadera temperancia y por qué el Señor quiere que seamos temperantes.

UN VISTAZO A LA SEMANA:
Como seres humanos, hemos sido comprados con la sangre de Jesús. Por ello, tenemos la responsabilidad moral de cuidar de nuestros cuerpos, y la temperancia es un factor clave para cumplir esa responsabilidad.

Domingo 23 de mayo: EL PRIMER EBRIO DE LA BIBLIA

¿Cuál te gustaría que fuera tu legado? Más específicamente, ¿por qué cosa quisieras que te recordaran después de tu muerte? ¿Porque eras rico, popular o políticamente poderoso? ¿Cuáles son las cosas realmente importantes?

En toda la Biblia encontramos personajes que dejaron legados. Algunos muy buenos, algunos muy malos, y algunos con mezcla de bien y de mal.

Consideremos a Noé: probablemente es recordado mejor como el primer evangelista, aunque no tuvo mucho éxito. Predicó durante 120 años, y solamente pudo conseguir como conversos a su familia inmediata.

El concepto que tenía Dios de Noé fue muy positivo. En medio del mal y la iniquidad del mundo antediluviano, “Noé halló gracia ante los ojos de Jehová” (Gén. 6:8).

¿De qué modo encontró Noé el favor de Dios? ¿Por qué? Gén. 6:9, 22.

A pesar de la fidelidad y la obediencia de Noé, y de que hizo todo lo que Dios le pidió, hay otro incidente que también fue registrado para nosotros. Lee Génesis 9:20 al 27. ¿Qué lecciones podemos encontrar en esta sórdida historia?

Noé alcanzó notoriedad por ser el primer ebrio nombrado en la Biblia. Cuán triste es que un hombre que hizo tanto bien para el Señor, que llevó tanta responsabilidad, y que fue tan altamente considerado, cayera como él cayó.

La mente es el canal para gran parte de la comunicación, y debe mantenerse libre de toxinas que puedan nublar el razonamiento y el juicio. La experiencia de Noé es una advertencia y un ejemplo, ya que aun los “mejores” entre nosotros, aun los más fuertes y fieles, no son inmunes a la tentación y hasta al pecado directo. Beber habría sido suficientemente malo, pero Noé se emborrachó. Si Noé pudo caer de ese modo, debemos cuidarnos para que no nos ocurra lo mismo.

¿Conoces a algún respetado líder de la iglesia que haya caído de una manera u otra? Siempre duele cuando alguien a quien admiramos tropieza, cae y nos chasquea. ¿Cómo podemos aprender a extender las promesas de gracia aun a aquellos que realmente no la merecen?

Lunes 24 de mayo: EL ALCOHOL HOY

En la primera década del siglo XXI, el alcohol ha estado implicado en casi 1.800.000 muertes por año; es decir, un 3,2 por ciento del total de muertes en el mundo entero. La cantidad de alcohol consumido está creciendo firmemente. El beber mucho (de cuatro a cinco bebidas sucesivas en los hombres, y de tres a cuatro tragos en las mujeres) está creciendo en forma alarmante entre los adolescentes y los adultos jóvenes, y parece no disminuir. El alcohol produce borrachera, intoxicación, dependencia (adicción) y otros efectos químicos sobre el cuerpo.

¿Qué instrucción hay en la Biblia que habla en contra del alcohol? Juec. 13:2-8; Prov. 20:1; 23:31-35; Isa. 5:11; Efe. 5:18.

Es interesante el hecho de que mucho antes de que la ciencia hablara sobre los efectos negativos del alcohol sobre el feto (síndrome de alcoholismo fetal), la madre de Sansón fue advertida de no beber alcohol durante su embarazo. Salomón también amonesta contra los efectos del vino y la cerveza. Él describe cómo el alcohol cambia la conducta, y esto conduce a lamentaciones. Isaías, en forma gráfica, describe cómo se conducen inapropiadamente los sacerdotes cuando están intoxicados, advertencias ya dadas por otros escritores bíblicos. Pablo también tiene advertencias con respecto al alcohol.

Las descripciones bíblicas del consumo del alcohol revelan conductas indeseables y advierten contra ellas.

“Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar” (1 Ped. 5:8). El uso del alcohol es una de las mayores trampas del diablo. A lo largo de los siglos, millones de vidas han sido arruinadas por el uso de esta droga peligrosa, que es un veneno tanto para el cuerpo como para la mente. Cuánto mejor para nosotros y nuestros amados sería evitar completamente esta peligrosa trampa, sin ceder nunca.

Todos conocemos personas cuyas vidas han sido dañadas por el alcohol, ya sea por haberlo usado o porque lo usaron otros. ¿Por qué correr el riesgo uno mismo? ¿Qué pasos puedes dar para ayudarte a no comenzar este peligroso sendero, que promete únicamente tristeza y dolor?

Martes 25 de mayo: “PERO ¿ACASO EL ALCOHOL NO ES BUENO PARA EL CORAZÓN?”

Desde 1970, se debate acerca de los beneficios del vino y el alcohol sobre la salud del corazón. La prensa científica y la popular publicaron estudios hechos en Francia sobre el tema. En años recientes, nuevos datos de esa población y estudios adicionales arrojan dudas sobre esta teoría, fomentada por los intereses creados de la industria licorera. Algunos feligreses preguntan si su salud estará sufriendo por no beber alcohol en forma regular.

No hay beneficios reales del alcohol para los jóvenes, ni tampoco para la salud cardiovascular en la población de edad mediana, según lo indican publicaciones científicas recientes.

En los estudios que mostraban beneficios aparentes, algunas personas que habían sido bebedoras de alcohol y fueron incluidas en los grupos de control (no bebedores) habían dejado de beber por problemas de salud relacionados con el alcohol. Estos grupos de control tenían una salud peor que los bebedores. Nuevos análisis de los datos no mostraron ningún beneficio en la salud de los bebedores moderados, comparados con los no bebedores. Los estudios mostraron que los bebedores moderados, que parecían mejorar su salud, diferían de otros modos del grupo de control, porque tenían mejores dietas, hacían ejercicio, tenían mejor situación económica y mejor acceso al cuidado de la salud. Este conjunto de factores está asociado con mejor salud y longevidad. Los beneficios no se debían al consumo moderado sino a otras prácticas del estilo de vida.

Qué bendición es tener un mensaje de salud que nos advirtió de los estragos producidos por estos venenos aun antes de que los epidemiólogos lo hicieran. Es engañoso buscar un beneficio de salud inexistente a cambio de graves daños que produce el alcohol, como impedimento de las habilidades motoras y el juicio, traumas, violencia, accidentes, violencia doméstica, cirrosis, cáncer, adicciones y aun demencia.

Aun un poco de alcohol afecta las funciones neurológicas y puede producir dependencia del alcohol. Lo peor es que el alcohol perjudica nuestra capacidad de tomar buenas decisiones y de responder al Espíritu Santo.

Lee 1 Corintios 10:31. ¿Cómo puede aplicarse esto al tema en estudio? ¿Cómo puedes aplicar este principio a tu vida? ¿Qué cambios necesitas hacer a fin de cumplir mejor lo que la Biblia dice?

Miércoles 26 de mayo: TEMPERANCIA EN TODAS LAS COSAS

“Temperancia”, a veces, parece ser una palabra anticuada, y la igualamos con movimientos u organizaciones que promueven la abstinencia de alcohol y de tabaco. Casi se evita mencionar la palabra en nuestra época sofisticada.

Algunos piensan que es más fácil no hablar acerca de la temperancia. Pero, mientras dejamos de instruir a los miembros respecto de la temperancia, algunos en nuestra iglesia están siendo vencidos por cosas que antes eran solo problemas “del mundo”.

Lee 2 Pedro 1:5 al 9. ¿Cómo deben aplicarse estas palabras a todas las áreas de nuestras vidas, y específicamente a los hábitos de salud? ¿Cómo podemos hacerlas una realidad para nosotros mismos?

La temperancia es mucho más que no fumar cigarrillos, no usar drogas ilegales, no beber alcohol, ni siquiera café, té o bebidas gaseosas. Es que aun las cosas buenas, cuando se toman en exceso, pueden causar problemas.

¿Cuáles son tus hábitos de trabajo? ¿Trabajas horas razonables? ¿Hay tiempo para Dios, la familia, la recreación, hacer ejercicio físico y el servicio a otros?

¿Cuánto tiempo pasas durmiendo, o trabajas todo el tiempo? Por otro lado, ¿duermes demasiado? Demasiado sueño o muy poco sueño pueden tener efectos negativos sobre la salud.

¿Qué pasa con tu dieta? Tal vez no comes cerdo o ni siquiera carnes limpias, pero ¿comes tanto que apenas puedes levantarte cuando terminas?

Sabemos que la luz solar es buena para nosotros, pero demasiado sol puede ser un agente causante de cáncer. El ejercicio también es importante. Muchos no hacen suficiente ejercicio, mientras que demasiado puede hacer daño al cuerpo. Aun la sexualidad, aunque es un don de Dios, puede ser llevada al exceso, con efectos secundarios negativos.

Elena de White captó la esencia de la verdadera temperancia con esta afirmación: “La verdadera temperancia nos enseña a abstenernos por completo de todo lo perjudicial y a usar cuerdamente lo que es saludable” (PP 605).

Considera todas las áreas de tu vida. ¿Cuán temperante eres? ¿En qué áreas necesitas cambiar? ¿Estás sufriendo efectos negativos por prácticas equivocadas? ¿Por qué no buscar ayuda para hacer los cambios necesarios?

Jueves 27 de mayo: COMPRADOS POR PRECIO

La filosofía de muchos es que el cuerpo nos pertenece y, por lo tanto, podemos hacer con él lo que queramos. Algunos justifican este enfoque aún más con el argumento de que eso no daña a nadie sino a sí mismos. Pero esta clase de razonamiento es equivocada.

¿En qué formas la intemperancia de otros te ha dañado a ti o a algún conocido? O ¿cómo podrían tus actos de intemperancia herir a otros?

La Biblia habla del cuerpo como una morada. Esta no es solo para nuestro propio beneficio, nuestros pensamientos, planes y actos, sino que nuestros cuerpos son templos de Dios. ¡Qué privilegio y responsabilidad! A veces cuidamos más las casas en que vivimos que nuestros propios cuerpos.

¿Por qué debemos cuidar nuestros cuerpos? ¿Qué indican los siguientes textos en respuesta a esta importante pregunta? ¿Por qué estos textos tienen sentido únicamente si Dios nos creó, a diferencia de ser el resultado casual de fuerzas cósmicas sin propósito? Juan 2:19-21; 1 Cor. 6:19, 20.

Jesús se refirió a su cuerpo como a un templo. Pablo enfatizó este tema y lo amplió más al indicar: “No sois vuestros [...]. Habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo” (1 Cor. 6:19, 20).

¡Qué precio se pagó por nuestra redención! Solo cuando contemplamos la Cruz, y lo que ocurrió allí, podemos comenzar a comprender nuestro valor ante Dios. Esto solo debe ayudarnos a comprender la gran responsabilidad que tenemos de cuidarnos, no solo en cuanto a lo espiritual sino también desde el punto de vista físico.

Dios permitió que la sangre de Jesús fuera derramada para redimirnos. No nos pertenecemos; hemos sido redimidos, y pertenecemos a Dios y le debemos todo lo que somos, incluyendo una mayordomía fiel en el uso de nuestros cuerpos.

Medita algo más acerca de la Cruz y de lo que Jesús hizo por nosotros. ¿Por qué debería eso motivarnos en todo lo que hacemos? Si realmente crees que Cristo murió por tus pecados para que puedas tener la vida eterna, ¿no debería eso ocupar el centro de tu vida? ¿De qué modo esta maravillosa verdad te motiva a cuidar mejor el templo de tu cuerpo?

Viernes 28 de mayo

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:
Lee “La obra en pro de los intemperantes”, en El ministerio de curación, páginas 127 a 137.

A pesar del creciente problema de la obesidad en muchas partes del mundo, la glotonería es estimulada y aceptada. La diabetes del Tipo 2 está llegando a ser un problema por causa de la dieta, la obesidad y la falta de ejercicio; y afecta incluso a adolescentes. La adicción a actividades de Internet y pornografía ha favorecido innumerables casos de violencia y abuso sexual. El tabaco sigue siendo la mayor causa de muertes evitables en todo el mundo: cinco millones de personas por año. Hay advertencias en las cajetillas de cigarrillos, pero muchos no les hacen caso. La información no es preventiva si no actuamos basados en ella.

Dios ha dado, por medio de diversas fuentes, orientación consistente en cuanto a cómo estar sanos, felices y santos. Benditos seremos si seguimos el consejo siguiente:

“Creed en Jehová vuestro Dios, y estaréis seguros; creed a sus profetas, y seréis prosperados” (2 Crón. 20:20).

“Hay pocos que comprenden como debieran todo lo que sus hábitos de vida tienen que ver con su salud, su carácter, su utilidad en este mundo y su destino eterno. El apetito siempre debiera estar subordinado a las facultades morales e intelectuales. El cuerpo debiera ser siervo de la mente, y no la mente del cuerpo” (CN 374).

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
1. Considera la cita que figura arriba, que se refiere al apetito, el cuerpo y la mente. ¿Qué significa esto en términos prácticos?

2. ¿De qué modo la sociedad en la que vives impulsa actitudes relacionadas con la temperancia? ¿Estimula la temperancia o promueve actitudes que muestran la temperancia como algo anticuado? ¿Por qué es importante darse cuenta de estas influencias y, si es necesario, cómo puedes aprender a ayudar a otros, especialmente a los jóvenes, a persuadirse de esto?

3. Si es posible, pide que un experto en salud hable a la clase acerca del equilibrio correcto en aspectos tales como la dieta, el ejercicio físico, el sueño y la luz solar.

4. Algunas personas creen que si un poco es bueno, mucho es mejor. Por ejemplo, un poco de sal es buena para el cuerpo, entonces mucha sal debe ser aún mejor. ¿Qué está mal en esta manera de pensar?

domingo, 16 de mayo de 2010

Lección 8 Para el 22 de mayo de 2010: La atmósfera de alabanza


Sábado 15 de mayo

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA:
Génesis 1:1, 2, 9-12, 20-26; Salmo 104:29; Daniel 5:23; Lucas 15:7; Apocalipsis 21:4.

PARA MEMORIZAR:
“Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente” (Gén. 2:7).

HACE UNOS POCOS AÑOS, una familia de cinco personas fue a una cabaña en las montañas para una breve vacación de invierno. Una tarde cerraron bien todas las ventanas, para impedir que entrara el frío, y encendieron la chimenea, para mantener la cabaña con una temperatura agradable durante la noche. ¿Qué problema tuvieron? ¡Toda la familia murió, porque el fuego usó todo el oxígeno que había en el aire de la cabaña!

Sabemos que podemos vivir unas pocas semanas sin alimento, unos pocos días sin agua, pero solo unos pocos minutos sin aire.

El aire limpio y puro es vital para nuestra existencia. El aire impuro y contaminado causa muchas enfermedades agudas y crónicas. Cada año, millones de personas, especialmente niños, sufren por respirar aire contaminado.

Como el oxígeno va a cada órgano, no sorprende que necesitemos aire fresco y limpio. La buena noticia es que el aire fresco no solo es gratis, sino también la mayoría de la gente tiene acceso a él.

UN VISTAZO A LA SEMANA:
El aire fresco y puro es un componente vital para la salud. Y debemos hacer todo lo que podamos para respirar aire limpio.

Domingo 16 de mayo: LA CREACIÓN

Lee Génesis 1:1 y 2. Por medio de estos textos, ¿cómo describirías la Tierra primitiva?

La Tierra, en ese momento, estaba vacía, había oscuridad, estaba sin forma. Por difícil que sea para nosotros comprender exactamente qué había o qué sucedía, es claro que en ese momento no había vida creada sobre la Tierra. Pero, en ese caos primigenio, se manifestó la presencia de Dios. Esto se revela en las palabras: “Y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas”. Por ahora, solo podemos especular sobre lo que esto significa.

De acuerdo con los textos, en los siguientes pocos días Dios comenzó el proceso de preparar la Tierra para la vida. Génesis 1:3 al 10 nos muestra parte de este proceso. Nota la repetición de separación y división. Dios separó la luz de la oscuridad, separó las aguas del firmamento, separó la tierra de las aguas. En todo este proceso, hay grandes divisiones en estos primeros elementos. Después de terminar estas divisiones, Dios produjo la primera vida sobre la Tierra.

Lee Génesis 1:9 al 12, y 20 al 26. ¿Qué creó Dios enseguida? ¿Qué condiciones eran necesarias a fin de que esta parte de la Creación pudiera sobrevivir?

Dios tenía un plan maestro para su Creación. Incluía muchos tipos de seres vivientes que exigirían constante apoyo para sobrevivir. A medida que se desarrolla la historia de la Creación, es claro que Dios planificó que muchos vivieran sobre tierra seca. También es claro que sabía que estas criaturas necesitarían oxígeno para sostener su vida. Vemos que esta parte se realizó el segundo día de la Creación, con la separación de las aguas y la creación de la atmósfera. El espacio entre las aguas de arriba y las aguas de abajo se preparó para recibir el resto de la creación que había de seguir.

El informe de la Creación enseña que fue un evento ordenado, planificado y bien ejecutado. No deja lugar para el azar de ninguna clase. ¿Qué nos indica acerca del carácter y el poder de Dios? ¿De qué modo el darnos cuenta de esto nos ayuda en las luchas que estamos atravesando ahora?

Lunes 17 de mayo: LA NECESIDAD DE AIRE

Los animales que poblaron la tierra compartían la necesidad de oxígeno para sostener la vida. El aire es una combinación de gases: el oxígeno constituye alrededor del 21 por ciento del total (el peso de la atmósfera entera es de unos ¡cinco mil billones de toneladas!). Otros gases componentes incluyen el nitrógeno, el argón, el helio, el hidrógeno y pequeñas porciones de otros gases. La cantidad de oxígeno en el aire es la ideal para la respiración de las criaturas que Dios hizo. Es otro testimonio del cuidado y la precisión que usó Dios al crearnos.

¿En qué forma singular usó Dios el aire en la creación de Adán? Gén. 2:7. ¿En qué difiere este informe de cómo Dios hizo a las otras criaturas? ¿Qué nos dice esto acerca de nuestra singularidad a los ojos de Dios?

El aire fue importante en la creación de todos los animales, ya que todos lo necesitan para existir. No obstante, la creación de la humanidad fue diferente. Dios “sopló” en Adán el “aliento” de vida. El aire que da vida fue un componente de este milagroso acto de creación, pues inmediatamente después de que Dios soplara este aliento en él, Adán llegó a ser un ser viviente.

Cuando Adán fue formado, con todos sus órganos, su carne, los componentes físicos necesarios para la vida, todavía no tenía vida; era una especie de “cadáver”. Hacía falta una cosa más, y eso era la vida misma, que solo Dios podía dar. Dios hizo precisamente eso, y nosotros participamos cada día de este don de la vida. El don de la vida ha sido compartido por toda la raza humana desde entonces. ¡Cada respiración debería recordarnos ese aliento original que Dios sopló en Adán!

Inspira profundamente. A menos que tengas problemas respiratorios, parece ser tan sencillo, tan natural y, no obstante, es realmente un milagro de Dios, es un legado que nos llega desde el Edén. ¿Cuán agradecido estás tú por el don de la vida? ¿Por qué esperar hasta que tu vida esté amenazada antes de dejar de ver que es una maravilla?

Martes 18 de mayo: EL AIRE POR SOBRE NUESTRAS CABEZAS

“Ni es honrado por manos de hombres, como si necesitase de algo; pues él es quien da a todos vida y aliento y todas las cosas” (Hech. 17:25).

Lee los siguientes pasajes: Daniel 5:23; Salmo 104:29; 146:4. ¿Qué nos enseñan acerca del vínculo entre la vida y el aliento?

El aire tiene muchas cualidades protectoras. En la dimensión global, el aire y el vapor de agua suspendido en él protegen la Tierra y a sus habitantes de la radiación solar y del frío vacío del espacio exterior. El aire recicla el agua y muchos productos químicos para moderar el clima. Dentro de esta envoltura atmosférica, la vida se encuentra en gran variedad de altitudes y temperaturas. Algunas formas de vida requieren un alto nivel de luz y calor. Otras requieren solo un poco de luz y muy poco calor para sobrevivir. Algunos animales demandan grandes cantidades de oxígeno, y otros necesitan solo una pequeña cantidad.

En un nivel más personal, el aire fresco de alta calidad es el más apropiado para transferir el oxígeno a la sangre por medio de los pulmones y eliminar el dióxido de carbono que produce el cuerpo. Este aire de alta calidad está más disponible en medioambientes naturales, donde hay árboles, plantas y aguas corrientes. Las plantas absorben el dióxido de carbono y entregan oxígeno al aire.

Recordamos que Dios puso a Adán y a Eva en un jardín, rodeado de plantas de todo tipo y regado por un río que fluía a través del jardín, y que llegó a ser la cabecera de grandes ríos de la tierra antediluviana. El mensaje para nosotros es, entonces, que a fin de obtener salud óptima, el aire fresco es vital. Deberíamos procurar hacer todo lo que podamos a fin de respirar el aire más limpio y fresco posible.

Una persona lleva en sí unos dos litros de oxígeno en la sangre, los pulmones y los tejidos del cuerpo en cualquier momento dado. Cada célula de nuestro cuerpo demanda aire a fin de operar; cuando ese suministro desaparece, la vida no puede existir. De hecho, las células del cerebro privadas de oxígeno por más de cuatro minutos comienzan a morir, y también la persona.

¿Cuán a menudo aprovechas el aire fresco? ¿Qué cambios puedes hacer para tener más acceso a él? A veces, no requeriría más que abrir una ventana.

Miércoles 19 de mayo: AIRE MAL O, AIRE BUENO

Uno de los grandes problemas que afrontan muchos, especialmente en las ciudades, es que el aire suele estar sucio y contaminado, por ejemplo, con el humo del tabaco, y el que recircula en edificios de oficinas. Respirar aire impuro puede llevar a tener muchos problemas de salud, incluyendo migraña, náuseas, vómitos, y dolencias respiratorias y de los ojos. En algunos lugares, millones de personas, especialmente niños, sufren enfermedades que ponen en peligro sus vidas por respirar aire malo, a menudo en cocinas mal ventiladas.

En contraste, el aire puro se encuentra en abundancia en medioambientes naturales, en las cercanías de árboles, plantas, cerca de aguas corrientes como océanos, lagos y ríos, y después de una lluvia. Se estima que las algas del océano proveen casi el noventa por ciento del oxígeno de la atmósfera. Las plantas vivas en el hogar pueden ayudar a purificar el aire y a eliminar el dióxido de carbono.

Es muy importante que trates de respirar aire limpio. Haz ejercicios al aire libre, si es posible, por la mañana. Además, los que trabajan en ambientes cerrados, pueden descansar saliendo al exterior para respirar aire fresco. Después de unos pocos momentos, la persona a menudo se sentirá refrescada y revigorizada. Es mejor dormir con la ventana abierta, aunque sea un poco, a fin de poder gozar los beneficios del aire fresco.

“Para tener buena sangre, debemos respirar bien. Las inspiraciones hondas y completas de aire puro, que llenan los pulmones de oxígeno, purifican la sangre, le dan brillante coloración y la impulsan, como corriente de vida, por todas partes del cuerpo. La buena respiración calma los nervios, estimula el apetito, hace más perfecta la digestión, y produce sueño sano y reparador.

“Hay que conceder a los pulmones la mayor libertad posible. [...] La respiración superficial se vuelve pronto un hábito, y los pulmones pierden la facultad de dilatarse”
(MC 206, 207).

Algunas personas tienen un estilo de vida y una ubicación en la que casi todo lo que respiran es aire puro y limpio; otras, debido a la zona en la que viven y trabajan, pueden encontrar que codician el aire puro tanto como una persona sedienta anhela el agua.

Cualquiera que sea tu situación, es muy importante para tu salud que aproveches el aire puro.

Lee Génesis 1:26. ¿Qué implica este versículo acerca de la responsabilidad que recibimos con respecto al mundo creado?

Jueves 20 de mayo: LA ATMÓSFERA DEL CIELO

Lo que estudiamos esta semana enfatizó las propiedades físicas de la atmósfera que Dios creó para su familia sobre la Tierra.

Usamos la palabra atmósfera para describir el medioambiente físico del aire, pero también las actitudes, los sentimientos, las emociones, y el apoyo de los que nos rodean y crean una atmósfera que puede ser positiva o negativa.

“Cada alma está rodeada de una atmósfera propia, de una atmósfera que puede estar cargada del poder vivificante de la fe, el valor y la esperanza, y endulzada por la fragancia del amor. O puede ser pesada y fría por la bruma del descontento y el egoísmo, o estar envenenada por la contaminación fatal de un pecado acariciado. Toda persona con la cual nos relacionamos queda, consciente o inconscientemente, afectada por la atmósfera que nos rodea” (PVGM 274).

Podemos prosperar o morir, dependiendo de cómo es esa atmósfera. Consideremos ahora la atmósfera del cielo –una atmósfera espiritual de alabanza y gozo– y estudiemos los efectos que puede tener sobre nuestras vidas aquí y ahora.

¿Qué puedes aprender acerca de la atmósfera del cielo de los textos que siguen? Job 38:6, 7; Sal. 103:20-22; 148:2; Luc. 15:7; Apoc. 21:4.

La atmósfera del cielo es de gozo y de alabanza a Dios. Varios textos mencionan que la hueste angélica alaba a Dios. Es una experiencia rica ver con los ojos de la mente estos seres poderosos alrededor del Trono de Dios, alabándolo por su amor, su misericordia y su gracia. El cielo es un lugar donde reinan el gozo, la alabanza y la felicidad.

La buena noticia es que, al aceptar la presencia permanente de Cristo y del Padre en nuestras vidas (Juan 14:23), podemos comenzar a experimentar estas cosas ahora. Se nos llama a la acción, a respirar el aire puro del cielo ahora y a estar rodeados por la atmósfera del hogar celestial, mientras completamos nuestra peregrinación sobre esta tierra.

¿Qué clase de atmósfera te rodea? Es decir, tus palabras, tu conducta, tus actitudes, ¿reflejan más las llanuras de la tierra o las promesas del Cielo? ¿Qué te dice tu respuesta acerca de ti mismo y de las cosas que necesitas cambiar?

Viernes 21 de mayo

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:
Lee “Las críticas y la Regla de Oro”, en El discurso maestro de Jesucristo, páginas 105 a 127; “El secreto del crecimiento”, en El camino a Cristo, páginas 66 a 75; “Una vida más amplia”, en El ministerio de curación, páginas 109 a 112.

“Dios llama a sus hijos a despertar y a salir de la atmósfera frígida en la que han estado viviendo, a sacudir las impresiones y las ideas que helaron los impulsos del amor y los mantuvieron en inactividad egoísta. Los invita a subir de su nivel bajo y terrenal, y respirar en la clara y asoleada atmósfera del cielo” (JT 2:250).

“Aquellos con quienes mora Cristo serán rodeados de una atmósfera divina. Sus blancas vestiduras de pureza difundirán la fragancia del jardín del Señor” (DMJ 114).

“Aunque estamos rodeados de una atmósfera contaminada y corrupta, no necesitamos respirar sus miasmas; antes bien, podemos vivir en la atmósfera limpia del cielo. Podemos cerrar la entrada a toda imaginación impura y a todo pensamiento profano, elevando el alma a Dios mediante la oración sincera. Aquellos cuyo corazón esté abierto para recibir el apoyo y la bendición de Dios andarán en una atmósfera más santa que la del mundo y tendrán constante comunión con el Cielo” (CC 99).

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
1. ¿Cuál es la calidad general del aire en el lugar donde vives? Si habitas en el campo, es probablemente muy bueno, y puedes respirar mucho de él. Si vives en la ciudad, ¿qué desafíos afrontas?

2. El tema de la contaminación del aire es serio. ¿Qué puedes hacer como persona, aun en escala muy pequeña, que podría ayudar con este problema? ¿Cuáles son nuestras obligaciones, como iglesia, en cuanto a tratar de ayudar a aliviar este problema?

3. “En comunión con Dios, con Cristo y con los santos ángeles, están rodeados por una atmósfera celestial, una atmósfera que da salud al cuerpo, vigor al intelecto y gozo al alma” (OE 530). ¿Cómo puede tu clase ayudarse mutuamente para lograr esta meta?

4. ¿Conoces a personas que han estado sufriendo alguna clase de problema de salud debido a la pobre calidad del aire? Si es así, ¿cómo podrías ayudarlas? ¿Por qué no ayudarlas a pasar un tiempo en un lugar donde el aire es puro y fresco?

5. Pide a un profesional de la salud que vaya a la clase para explicar con más detalle los beneficios del aire puro.

lunes, 10 de mayo de 2010

Lección 7 Para el 15 de mayo de 2010: Descanso y restauración


Sábado 8 de mayo

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA:
Génesis 2:15: Éxodo 20:8-11; 23:12; Mateo 11:28-30; Marcos 2:27; 6:30-32.

PARA MEMORIZAR:
“Él les dijo: Venid vosotros aparte a un lugar desierto, y descansad un poco. Porque eran muchos los que iban y venían, de manera que ni aun tenían tiempo para comer” (Mar. 6:31).

UN ESTUDIANTE SE ENCONTRÓ al borde del agotamiento. Se levantaba a las cuatro de la mañana y trabajaba hasta la medianoche, tratando, sin éxito, de mantenerse al día con su demandante plan de estudios. Se atrasaba cada vez más.

“Desesperado, pidió ayuda a su profesor. El profesor le recomendó a Tom dormir por lo menos siete horas cada noche, no importa qué sucediera, y treinta minutos de ejercicio vigoroso cada día. Tom lo miró incrédulo [...] pero al fin aceptó probar ese programa. Después de todo, él estaba tan mal que no tenía nada que perder. Para su asombro, sus notas comenzaron a mejorar en solo dos semanas. Terminó el año en el tercio superior de su clase. A su debido tiempo, completó con éxito su preparación como médico”.–“I’m So Tired”, Hardinge Lifestyle Series, pp. 3-5.

Muchos somos como Tom. Todos necesitamos un descanso diario, así como uno semanal, a fin de alcanzar una salud óptima en lo físico, mental, espiritual y social.

UN VISTAZO A LA SEMANA: Necesitamos suficiente descanso físico, mental y emocional, en forma regular, a fin de funcionar del mejor modo.

Domingo 9 de mayo: NO HAY TIEMPO

Muchos vivimos muy tensos y acelerados, con muchas cosas para hacer y poco tiempo para hacerlas. Teresa de Calcuta declaró: “Pienso que hoy el mundo está al revés, y está sufriendo tanto porque hay muy poco amor en el hogar. No tenemos tiempo para nuestros hijos, ni el uno para el otro. No hay tiempo para gozar de la compañía mutua”.

En algunas culturas, el impulso de ganar dinero y tener “éxito” domina hasta sacrificar el matrimonio, las familias, y aun la salud. Trabajar duro, hacer lo mejor posible y proveer para la familia es bueno; la Biblia no favorece a los perezosos (Prov. 6:9; 13:4; 2 Tes. 3:10). Pero podemos llevar demasiado lejos una cosa buena y, como resultado, sufrimos nosotros y los que amamos. Muy a menudo un padre trabaja todo el tiempo “por su familia” y, al fin, la familia sufre por la ausencia continua y excesiva del padre.

Lee Génesis 2:15. ¿Cuál era la intención de Dios para la humanidad con respecto al trabajo, aun antes del pecado?

Desde el principio, aun antes de la Caída, Dios quería que los seres humanos trabajaran y también descansaran del trabajo. Especialmente ahora, miles de años alejados del árbol de la vida, debemos recordar que nuestros cuerpos tienen limitaciones y que descansar es muy importante.

Lee Marcos 6:30 al 32, 45 y 46. ¿Qué nos enseñan estos textos acerca de la necesidad de descanso, independientemente de lo que estemos haciendo o la importancia de ello?

Jesús y sus discípulos se tomaron tiempo para descansar. Él sabía que su cuerpo necesitaba tiempo para refrescarse. También nosotros necesitamos descanso diario. Robar el sueño produce, a la larga, una pérdida física y emocional. No importa cuán jóvenes, sanos y fuertes seamos, nuestros cuerpos necesitan descanso y, tarde o temprano, un estilo de vida intemperante nos hará daño.

¿Qué cosas te motivan? ¿Qué cosas te hacen trabajar con mayor intensidad? Cualesquiera que sean, por nobles y buenas que puedan ser, necesitas preguntarte si vale la pena arruinar por ellas tu salud.

Lunes 10 de mayo: LA NECESIDAD DE DESCANSO

Sabemos que necesitamos descansar. Necesitamos alimento, agua y descanso. Muy a menudo, nuestros cuerpos nos dan señales de que es tiempo de descansar, y estas señales son fuertes y claras. Si escucháramos lo que el cuerpo nos dice, obtendríamos suficiente descanso. Pero, muy a menudo, por la agitación de la vida, por ganar dinero, por correr de aquí para allá, no escuchamos a nuestra propia carne. ¿Cuántas personas –golpeadas por la enfermedad– finalmente han sido forzadas a descansar, cuando habrían estado bien si hubiesen escuchado lo que sus propios cuerpos les decían?

Tarde o temprano, descansaremos. La pregunta es: ¿Por qué no hacerlo ahora lo mejor posible? ¿Qué señales te envía tu cuerpo, diciéndote que es tiempo de aflojar y descansar? ¿Cuán bien lo escuchas?

Cada ser vivo necesita descansar y restaurar lo que ha usado. Considera la palabra restauración, que significa, “el acto de regresar a un estado o condición original”. También significa una “medicina que revigoriza”.

“El sueño, el dulce restaurador de la naturaleza, revigorizará el cuerpo cansado y lo preparará para los deberes del día siguiente” (CN 320).

Necesitamos darnos cuenta de nuestras limitaciones. No podemos hacer nuestro trabajo con nuestras propias fuerzas. Dios promete gracia para nuestro trabajo. En el descanso regular, permitimos que Dios restaure nuestros cuerpos y nos despierte refrescados.

Lee Éxodo 23:12. ¿Qué razón se da para el descanso?

El verbo traducido como que “tome refrigerio” aparece como verbo unas pocas veces en el Antiguo Testamento; no obstante, está basado en un sustantivo muy común, a menudo traducido “ser viviente”, o “alma”, o “lo que respira”. En otras palabras, es como si la palabra alma fuera convertida en un verbo y, por el descanso, recibimos más vida, más aliento, más “alma”, por decirlo así. El descanso es básico y fundamental para los seres humanos, y al negarnos ese descanso necesario, negamos nuestra humanidad básica.

Martes 11 de mayo: EL DESCANSO EN LA PRESENCIA DE DIOS

¿Qué invitación nos hace Jesús? Mat. 11:28-30. ¿Cómo entiendes lo que Jesús nos dice? Pero, más importante, ¿cómo experimentas esta promesa en tu vida?

El descanso que Jesús ofrece es más que el reposo físico. Es descanso para el alma. Necesitamos el descanso completo que Cristo ofrece. Un sueño profundo será suficiente para el descanso físico. Una vacación puede darnos descanso emocional. Pero ¿dónde podemos encontrar el descanso espiritual, el alivio de los problemas más profundos del corazón?

Jesús está listo para darnos reposo espiritual. ¿Qué incluye ese reposo?

Incluye libertad del dolor y la culpabilidad que acompañan la lucha por ser aceptados mediante buenas obras. Podemos descansar en la promesa de aceptación de Dios por las obras perfectas de Jesús, no por nuestras obras imperfectas. Por su gracia y el poder transformador del Espíritu, los cristianos encontramos descanso en Jesús. El justo vivirá por fe (Hab. 2:4; Rom. 1:17; Gál. 3:11).

Los esfuerzos humanos no alcanzan la elevada norma que Dios requiere. Es muy consolador saber que Jesús pagó la penalidad por el pecado y que su justicia nos cubre –una justicia que existe fuera de nosotros, pero nos es acreditada por la fe– y nos da la seguridad de la vida eterna. Su vida perfecta y su sacrificio son nuestra única esperanza. En él podemos hallar descanso.

Jesús habla no solo a quienes están cargados de pecado sino también a aquellos que vacilan bajo las cargas de la vida, cualesquiera que sean ellas. Dios conoce nuestras luchas y cargas, y nos ofrece que las dejemos a sus pies, confiando en su amor, misericordia y cuidado, sin tomar en cuenta nuestra situación. ¡Qué descanso para nuestras almas cansadas cuando aprendemos a confiar en él!

Todos necesitamos un tiempo y un lugar donde podamos dirigir nuestras mentes hacia Dios. La oración, la lectura de la Biblia y la meditación centrada en Cristo traen consigo un sentido de paz y restauración.

En ese lugar de adoración personal, escucharemos la suave voz de ánimo y esperanza. Ese apartarnos de las tensiones y los estreses de la vida permite que el Espíritu Santo restaure nuestra alma.

¿Cómo puedes valerte de esa maravillosa promesa que Jesús te ofrece?

Miércoles 12 de mayo: EL DESCANSO DIARIO

Lee Génesis 1. Durante la Creación, las tardes y las mañanas definían cada día. Dios creó un ritmo natural para el ciclo de trabajo y descanso, para rejuvenecer y restaurar el cuerpo en forma regular.

El cuerpo humano requiere descanso diario. Los estudios acerca de la privación del sueño muestran efectos negativos. Estos incluyen un mayor riesgo de diabetes, obesidad, logros escolares pobres, accidentes de tránsito, lesiones, conductas psicóticas y muertes. El día de trabajo de los pilotos de aerolíneas y de los controladores de tráfico aéreo está estrictamente reglamentado, y se establece cuánto tiempo tienen para el trabajo y cuánto para el descanso. Antes de que se descubriera la luz eléctrica, la gente naturalmente dormía durante las horas de oscuridad y trabajaba durante el día. En el mundo actual, tenemos que cuidarnos contra la tentación de trabajar más de lo saludable.

El descubrimiento científico del ritmo circadiano, según el cual el cuerpo trabaja en un ciclo de 24 horas, con liberación específica de hormonas a ciertas horas del día, apoya la declaración hecha por la señora de White: “El sueño vale mucho más antes de la medianoche que después de ella. Dos horas de buen sueño antes de las doce de la noche valen más que cuatro horas después de la medianoche” (MR 7:224).

En laboratorios de sueño se han estudiado diferentes clases de sueño. Los adultos requieren de seis a nueve horas. Las demandas de sueño estarán satisfechas cuando la somnolencia está ausente durante el día, y hay un sentido de bienestar y agudeza mental.

Las personas que están despiertas entre 17 y 19 horas trabajarán en un nivel comparable con los ebrios.

¿Cuáles te parece que son algunos factores que afectan el tener un buen sueño?

Algunas sugerencias para ayudarte a tener mejor sueño son:
* Ejercicio físico diario.
* Mantener el dormitorio a una temperatura cómoda.
* No comer durante dos o tres horas antes de dormir.
* Evitar tensiones y excitación antes de dormir.
* Evitar el alcohol, las píldoras para dormir o la cafeína.

¿Cuán bien duermes? ¿Qué ocupaciones podrían estorbar tu sueño? ¿Qué cambios necesitas hacer para aprovechar esta parte importante de la salud?

Jueves 13 de mayo: EL DESCANSO SEMANAL

Lee Génesis 2:1 al 3 y Éxodo 20:8 al 11. ¿Qué nos dicen estos versículos acerca de cuán fundamental es la idea del descanso?

Dios descansó el séptimo día, después de completar la obra de la Creación. El verbo hebreo para “descansó” proviene de la misma palabra que designa el “sábado” (shabbâth). Esto muestra cuán integrado está en la tela de la creación misma el shabbâth del séptimo día y el descanso que ofrece realmente. Sin embargo, aunque para nosotros sea difícil de captarlo totalmente, el texto aclara que Dios mismo descansó durante el día sábado.

Jesús dijo: “El sábado fue hecho por causa del hombre, y no el hombre por causa del sábado” (Mar. 2:27). ¿Cuál es el contexto de esta afirmación, y qué significa?

Aunque es muy fácil enredarse con reglas y reglamentos, nunca debemos olvidar que el sábado es un día para nuestro beneficio. Es para reflexionar y gozar de todos los maravillosos dones que Dios nos dio. Es una ocasión para contemplar la bondad de Dios. El sábado es una señal perpetua de nuestro reconocimiento por su amor. Las buenas noticias del sábado son que, por medio de su observancia, no solo hablamos acerca de “descansar en Cristo”, sino también –de una manera muy real y tangible– expresamos, con ese reposo, que confiamos en las obras de Cristo en nuestro favor para nuestra salvación, y no en las nuestras.

Además de todos los beneficios espirituales, el sábado nos proporciona un tiempo para dejar a un lado los trabajos, las luchas, el estrés y las fatigas de la semana. El sábado es la manera de Dios para permitirnos, sin sentir culpabilidad, el relajarnos verdaderamente, descansar, serenarnos y dejar de preocuparnos. El sábado provee una manera para que nuestros cuerpos y nuestras almas obtengan el descanso que tan a menudo necesitan.

¿Cuál es tu experiencia con el sábado? ¿Es realmente una delicia, una bendición, un descanso? O, como en el tiempo de Cristo, ¿ha llegado a ser sencillamente otra carga? ¿Cómo puedes obtener todos los beneficios posibles de este día de descanso divinamente provisto?

Viernes 14 de mayo

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:
Lee “Temperancia en el trabajo”, en Consejos sobre la salud, páginas 98, 99.

“Los que hacen grandes esfuerzos para alcanzar cierta cantidad de trabajo en un tiempo dado y continúan trabajando cuando su buen juicio les dice que debieran descansar, nunca son ganadores. Viven de un capital prestado. Están gastando la fuerza vital que necesitarán en un tiempo futuro. Y, cuando se demande la energía que ellos han disipado tan descuidadamente, desfallecerán por falta de ella. Ha desaparecido el vigor físico, las facultades mentales desfallecen. Comprenden que se hallan frente a una pérdida, pero no saben cuál es. Ha llegado su tiempo de necesidad, pero sus recursos físicos están exhaustos. Todo el que viole las leyes de la salud alguna vez debe sufrir en mayor o en menor grado. Dios nos ha dado fuerza orgánica que se necesitará en diferentes períodos de la vida. Si disipamos esa fuerza descuidadamente, mediante una sobrecarga continua, alguna vez seremos perdedores” (CN 373, 374).

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
1. ¿Qué sucede en tu sociedad y en tu cultura local? ¿Te empuja a ti y a la gente a trabajar, trabajar y trabajar? ¿O son más relajadas? ¿Cómo puedes aprender a encontrar el equilibrio correcto con respecto al descanso?

2. Algunas personas pueden tener dificultad para dormir por causa de una conciencia culpable. Si esa persona eres tú, ¿qué hizo Jesús en la cruz que podría ayudarte en esto? Al mismo tiempo, ¿qué tendrías que hacer para arreglar las cosas y tener tu conciencia en paz?

3. Lleva a la clase el informe de alguna investigación seria acerca de la necesidad y el beneficio del descanso, y analicen cómo pueden beneficiarse con ese conocimiento.

4. ¿De qué modo el descanso sabático ha sido una bendición para ti? Comparte algunas de esas bendiciones con otros en la clase. Concéntrate no solo en los beneficios espirituales sino también en los físicos.

5. Medita algo más en el hecho asombroso de que Dios mismo descansó durante el séptimo día de la Creación. ¿Qué mensaje tiene esto para ti? ¿Cómo debes entenderlo? ¿Cómo te ayuda a comprender mejor cuán importante es realmente el descanso del sábado?

sábado, 1 de mayo de 2010

Lección 6 Para el 8 de mayo de 2010: Fe y curación


Sábado 1º de mayo

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA:
Génesis 3:8-10; Salmo 118:6; Proverbios 17:22; Mateo 6:27-34; Hebreos 13:6; 1 Juan 4:18.

PARA MEMORIZAR:
“Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado” (Isa. 26:3).

CONVENCIDO DE QUE ERA VÍCTIMA de un hechizo, un paciente fue al médico con síntomas no relacionados con ninguna enfermedad o ningún síndrome conocidos. El médico puso delante del paciente dos tubos de vidrio, uno lleno con agua oxigenada y el otro con agua pura, aunque ambos parecían exactamente idénticos. Sacó sangre del paciente, y la mezcló con el agua oxigenada. La mezcla, de inmediato, comenzó a burbujear y a chisporrotear, por lo cual el paciente creyó que era la obra del hechizo.

El médico luego le dio al paciente una sencilla inyección salina, diciéndole que eso quebraría el hechizo. Después de un tiempo breve, le sacó sangre y la mezcló con el agua corriente en el otro tubo. No hubo burbujeo ni chisporroteo, “prueba” de que el hechizo se había quebrado. El paciente salió sintiéndose curado, y trajo a todos sus amigos al médico, para ser “curados” también.

Este estudio muestra, de hecho, cuán poderosa es la influencia de nuestra mente sobre nuestro cuerpo, que será parte de lo que estudiaremos esta semana.

UN VISTAZO A LA SEMANA: La fe y la confianza en la bondad del Señor pueden tener efectos muy positivos sobre la salud.

Domingo 2 de mayo: EL FACTOR TEMOR

Durante un tiempo, los que miraban la televisión en los Estados Unidos vieron un programa llamado “El factor Temor”, en el que los participantes eran puestos en diferentes situaciones de temor: desde estar en un pozo lleno de escorpiones o de ratas, hasta caminar dentro de un edificio incendiado, todo para ver cómo afrontaban el temor.

Pero, no hace falta fabricar temor. La vida misma está llena de situaciones que nos hacen sentir miedo. Un filósofo británico del siglo XVII, Thomas Hobbes, afirmaba que el temor era el factor principal y motivador de la vida humana, y que los seres humanos creamos gobiernos con el propósito de protegernos de aquellos que nos harían daño. No importa quiénes seamos, dónde vivamos, cuán seguros nos sintamos, todos afrontamos cosas que nos hacen sentir temor.

El temor, sin embargo, no siempre es malo.

¿Cuáles son algunas formas en las que el temor puede ayudar a protegernos? En realidad, ¿a qué cosas realmente deberíamos temer?

El temor es una emoción natural, que nos ayuda a enfrentar el peligro y a sobrevivir. Este sentimiento (o instinto) es necesario en un mundo sujeto a accidentes, crímenes, enfermedad, terrorismo y guerra.

¿Qué podemos aprender acerca del temor en la primera mención de él en la Biblia? Gén. 3:8-10.

Por cierto, en este mundo hay muchos factores que nos hacen temer. Pero, a menudo tememos cosas que nunca ocurren. El temor es una emoción que produce mucho estrés, que puede perjudicar seriamente nuestros cuerpos. Es decir, el temor no se limita solo a lo que hace a nuestras mentes; también puede tener efectos muy dañinos sobre la salud física. La pregunta, entonces, debería ser: ¿Cómo hemos de hacer frente al temor?

¿Cuáles son tus temores? ¿Cómo han afectado tu vida? ¿Cómo puedes aprovechar mejor las promesas de Dios al tratar con cosas que te hacen tener miedo?

Lunes 3 de mayo: UN HOMBRE LE DIJO AL UNIVERSO

Un hombre le dijo al universo:
–Señor, yo existo.
–Sin embargo –le contestó el universo–, ese hecho no me genera un sentido de obligación”.–Stephen Crane.

Lee el poema de arriba. ¿Qué mensaje transmite? ¿Cómo deberíamos nosotros, como cristianos adventistas, diferir, en cuanto al concepto de nuestro lugar en el universo, con la idea presentada por ese poema? ¿Cuál es la razón principal para esa diferencia?

Piensa por un momento: imagina que no hubiera Dios, ni Creador, ni Poder divino que nos haya creado. Imagina que somos lo que mucha gente dice que somos: simios altamente avanzados, nada más; simplemente, seres que surgieron en un universo sin Dios, un universo que no se interesa en absoluto en nosotros. Imagina que estuviéramos a merced de fuerzas ciegas que no tienen interés ni preocupación por nosotros ni por nuestro bienestar. ¿Qué clase de mundo sería ese?

Pero, eso no es lo que creemos como cristianos. Creemos que Dios nos creó, nos sostiene y nos cuida. Por eso, más que todas las demás personas, nosotros tenemos razones para poder hacer frente a los temores y las pruebas que afligen a toda la humanidad.

Lee cuidadosamente los siguientes textos. ¿Qué esperanza y consuelo, aun en medio de tiempos llenos de temor, puedes obtener de ellos? Sal. 118:6; Prov. 3:5, 6; Luc. 12:6, 7; Rom. 8:38, 39; Heb. 13:6; 2 Tim. 1:7; 1 Juan 4:6.

No hay dudas: aun como cristianos que creemos en Dios, afrontamos un mundo aterrador, un mundo en el que cualquier cosa puede ocurrir. Con nuestro conocimiento de Dios, sin embargo, tenemos un contexto que nos ayuda a comprender mejor el mundo como un todo y nuestro lugar en él.

Y así, idealmente, podemos tener esperanza y consuelo aun en medio de los tiempos más difíciles. Esto no significa que no afrontaremos cosas malas, o cosas que pueden causarnos temor. En cambio, significa que tenemos un fundamento firme sobre el cual afrontar y tratar esos temores.

Martes 4 de mayo: EL PODER DE LA FE

“El corazón alegre constituye buen remedio; mas el espíritu triste seca los huesos” (Prov. 17:22). ¿Qué nos indica este texto acerca del vínculo entre la mente y el cuerpo?

Un niñito yacía moribundo en el hospital cuando su maestro lo visitó y le dio tareas escolares para hacer. “Aquí, Miguel”, le dijo, “hay lecciones sobre verbos y adverbios. Haz lo mejor que puedas”. En realidad, el maestro sentía la inutilidad de todo eso ya que el niño parecía estar muy letárgico, resignado a la muerte. No obstante, muy pronto el niño tuvo un vuelco notable. Todo cambió, y ahora parecía en camino a la recuperación. Cuando le preguntaron por qué los deberes escolares parecían haberlo cambiado tanto, él contestó: “El maestro no iba a darle a un moribundo un trabajo con adverbios y verbos, ¿verdad?”

El vínculo entre la mente, las actitudes y el cuerpo es muy potente. Aunque la ciencia no entienda completamente cómo funciona, se sabe que el vínculo está allí, y que puede producir una gran diferencia en nuestra salud general.

Y aquí la fe en Dios, la confianza en su amor y en su bondad, puede marcar una enorme diferencia. ¡Cuánto más fácil es tener menos estrés cuando conoces la realidad del amor de Dios y de su cuidado por ti! Los estudios en todo el mundo han mostrado que la fe religiosa trae consigo claros beneficios para la salud; que los que creen en Dios viven más tiempo, sufren menos depresión y tratan mejor los eventos traumáticos. Y, aunque no podemos olvidar el poder milagroso de Dios para darnos curación, eso no es necesariamente lo que siempre ocurre. En cambio, la paz, la seguridad, la esperanza que la fe da al creyente pueden producir actitudes mentales que impactarán para bien de la salud. Un corazón alegre puede ser, realmente, como una medicina, y aún mejor, porque muy a menudo los medicamentos pueden producir efectos secundarios perjudiciales.

Lee Mateo 6:27 al 34. ¿Qué nos está enseñando Jesús? ¿Cómo podemos aplicar estas palabras a cualquier factor que nos esté causando temor y preocupación? ¿Hay alguno de esos temores que sea demasiado grande para que el Señor lo maneje? ¿Hay alguien que esté más allá del alcance amante de Dios? ¿Cómo puedes aprender a entregar estos temores al Señor y tener la paz que él promete?

Miércoles 5 de mayo: AGOTAMIENTO POR ESTRÉS

Lee Romanos 15:13. ¿Cómo puedes aprender a reclamar estas promesas? ¿Qué actitudes o acciones te están impidiendo que lo hagas?

El estrés es uno de los desafíos más grandes a la salud que afrontamos, no solo en los grandes traumas de la vida, sino también en la vida diaria, por las presiones que tenemos.

Los médicos informan que hasta el noventa por ciento de los pacientes vienen con quejas relacionadas con el estrés. La ciencia enseña que, cuando estamos estresados, liberamos ciertas hormonas que pueden afectar a varios órganos y, con el tiempo, esos órganos pueden debilitarse, haciéndose más susceptibles a la enfermedad. El estrés puede liberar adrenalina, que acelera el corazón, y hasta produce palpitaciones. Algunas hormonas del estrés hacen que los vasos sanguíneos se constriñan, provocando hipertensión. El estrés puede inducir respiraciones rápidas y superficiales, y hasta hiperventilación. Puede alejar la sangre del estómago, provocando problemas digestivos. Puede causar un aumento de la glucosa en la sangre, que puede conducir a la diabetes. También tiene un impacto negativo sobre el sueño, que a su vez puede tener un efecto negativo sobre nuestra salud general. Se ha mostrado que el estrés también afecta en forma negativa nuestro sistema inmune, la primera línea de defensa de nuestro cuerpo contra la enfermedad.

La lista podría seguir y el punto debería ser claro: necesitamos aprender a manejar el estrés y la tensión. Aquí es donde la fe en Dios puede tener un lugar muy importante, porque saber y experimentar por uno mismo la realidad del amor de Dios puede ser un gran calmante, que reduce el estrés y las consecuencias negativas sobre la salud, que a menudo lo siguen.

Ser religioso no es toda la respuesta. Lo más importante es tener una relación personal con Jesús, conociendo por nosotros mismos su amor y su cuidado. Esto se logra por la lectura diaria de su Palabra, mediante la oración (hablar con el Señor como si fuera un amigo), y por la contemplación de su carácter como lo revelan la naturaleza y la Escritura. ¿Cuánto tiempo pasas tratando de conocer al Señor por ti mismo? ¿Podrías necesitar, tal vez, pasar más tiempo con tu Señor y Hacedor?

Jueves 6 de mayo: LA FE Y LAS CURACIONES MILAGROSAS

Gran parte del ministerio de Jesús involucró curaciones milagrosas: los enfermos, los ciegos, los moribundos, aun los muertos, fueron todos sanados gracias a su poder sobrenatural. En muchos casos, la fe fue un prerrequisito para la curación misma (Mat. 9:2, 22, 28, 29; 15:28).

Pero, en algunos casos, la incredulidad impidió la curación, como en Nazaret (Mat. 13:58; Mar. 6:5, 6). En un caso, cuando los discípulos no fueron capaces de realizar una curación, Jesús dijo que la causa había sido su incredulidad (Mat. 17:14-20).

El hecho de que la fe sea un componente muy importante en estas curaciones milagrosas ha hecho que algunos crean que si falla un intento de sanar por medio de la oración es por una falta de fe de la persona enferma. No obstante, esto es una comprensión muy superficial y falsa de la fe y la curación.

Lee los siguientes textos en los que Jesús sanó milagrosamente a diferentes personas. ¿Qué nos indican los textos acerca de la fe de aquellos que fueron sanados? ¿Qué lecciones podemos obtener de estos ejemplos? Mat. 12:9-13; Luc. 13:11-13; 14:2-4; 22:47-52.

En ninguno de estos textos se menciona la fe de los que fueron sanados. Esto no es para disminuir el lugar de la fe en la curación milagrosa, sino solo para mostrar que la fe expresada no siempre es un componente vital.

El hecho es que no comprendemos por qué en algunos casos vemos una intervención sobrenatural del Señor para la curación. En otros casos, la curación viene por procesos naturales, en los que podemos creer que la mano de Dios está obrando en favor del enfermo por ese medio. Y siempre existen aquellos casos en los que, por razones que no entendemos, la curación no se produce aunque hemos orado pidiendo que sucediera. Sin embargo, las buenas noticias son que, aun en estos últimos casos, todavía podemos confiar en el amor, la misericordia y la bondad de Dios.

¿Cómo podemos aprender a confiar en el Señor y en su amor por nosotros, aun cuando las oraciones que ruegan por salud y curación no resulten como deseamos?

Viernes 7 de mayo

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:
“En la ciencia verdadera no puede haber nada que sea contrario a la Palabra de Dios, porque ambas tienen el mismo Autor. Un entendimiento correcto de ambas siempre confirmará que están en armonía la una con la otra” (Testimonios para la iglesia, t. 8, p. 269. Ver también El ministerio de curación, p. 367). Al comprender esto, deberíamos buscar la ayuda de Dios mediante la verdadera ciencia, que es una revelación de sus leyes naturales. Si tienes acceso al Handbook of Seventh-day Adventist Theology, lee las páginas 751 a 783.

“La simpatía que existe entre el espíritu y el cuerpo es muy grande. Cuando uno está afectado, el otro responde. La condición de la mente tiene mucho que ver con la salud del organismo. Si el espíritu está libre y feliz, con la conciencia de que hace lo recto y con la satisfacción de proporcionar felicidad a los demás, nacerá una alegría que reaccionará sobre todo el organismo, induciendo a la sangre a circular más libremente y a tonificar todo el cuerpo. La bendición de Dios es sanadora; y los que benefician abundantemente a los demás sentirán en su corazón y en su vida esa bendición prodigiosa” (JT 1:179; CMC 359, 360).

“Todos deseamos respuestas inmediatas y directas a nuestras oraciones, y estamos dispuestos a desalentarnos cuando la contestación tarda, o cuando llega en una forma que no esperábamos. Pero Dios es demasiado sabio y bueno para contestar siempre a nuestras oraciones en el plazo exacto y en la forma precisa que deseamos. [...] Los sucesos que prueban nuestra fe son para nuestro bien, pues denotan si nuestra fe es verdadera y sincera, y si descansa en la Palabra de Dios sola, o si, dependiente de las circunstancias, es incierta y variable. La fe se fortalece con el ejercicio” (MC 176).

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
1. ¿Cuál es el lugar de la ciencia médica en la curación de un cristiano? El buscar salud y curación en la ciencia médica, ¿significa que no tenemos fe en Dios? Compara tu respuesta con la de los demás en la clase.

2. ¿Cuál ha sido tu experiencia personal con respecto al vínculo entre tus actitudes y emociones, y tu salud física? ¿Qué aprendiste de tu propia experiencia que podrías compartir con otros, para ayudarlos a usar mejor el poder de la mente para beneficiar al cuerpo?

3. ¿Conoces a alguien en tu iglesia que está enfermo y necesita curación? ¿Cómo pueden tú o tu clase ayudar a esa persona en el proceso de curación?