lunes, 31 de enero de 2011

Lección 6 para el 5 de Febrero de 2011: Los buenos pensamientos



Sábado 29 de enero
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Marcos 7:21-23; Lucas 6:45; Hechos 14:2; 15:24; Gálatas 3:1; Salmo 19:14; Colosenses 3:1-17
PARA MEMORIZAR: 
“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre, si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad” (Filipenses 4:8).
UNA DE LAS FORMAS MÁS USADAS de intervención en la salud mental hoy es la terapia cognitiva-conductual (TCC). Se basa en suponer que la mayoría de los problemas psicológicos mejoran al identificar y cambiar percepciones, pensamientos y conductas disfuncionales. Las personas con depresión tienden a interpretar los hechos en forma negativa; los que padecen ansiedad miran el futuro con temor; y los que tienen una estima muy baja maximizan los éxitos de otros y minimizan los propios. Así, la TCC ayuda a las personas a identificar y cambiar sus hábitos de pensamiento malsanos, y promover una conducta deseable y eliminar las no deseadas.
La Biblia enseña que hay una conexión entre los pensamientos y las acciones (Lucas 6:45). Los buenos pensamientos son saludables y proveen integridad: “¿No yerran los que piensan el mal? Misericordia y verdad alcanzarán los que piensan el bien” (Proverbios 14:22).
Esta semana consideraremos cómo controlar nuestra actividad mental al permitir que Cristo cuide nuestra mente.
Domingo 30 de enero LOS PENSAMIENTOS: RAÍCES DE LA CONDUCTA
Lee Marcos 7:21 al 23 y Lucas 6:45. ¿Qué nos enseñan estos textos acerca de la importancia de controlar no solo nuestras acciones, nuestros hechos, nuestras palabras, sino también nuestros pensamientos?
Las personas con desórdenes del control de los impulsos dejan de resistir el impulso de robar, de atacar a alguien o de participar en juegos de azar. Los especialistas en salud mental saben que estos impulsos están precedidos por ciertos pensamientos (o cadenas de pensamientos) que conducen a la conducta no deseable. Por ello, se adiestra a los pacientes para que identifiquen esos disparadores de pensamientos, los anulen de inmediato y ocupen su mente con otra cosa. De este modo, obtienen el control de sus pensamientos y evitan las acciones generadas por estos pensamientos equivocados.
Los actos pecaminosos a menudo están precedidos por pensamientos específicos. (¿No se trata de esto la tentación?) Cada cristiano debe aprender a identificar, con la ayuda de Dios, los primeros pasos en este proceso, porque detenerse en malos pensamientos conduce casi siempre al pecado.
¿Qué propone Pablo para tratar una conducta inmoral? Romanos 8:5-8.
Pablo muestra que la mente y la conducta están íntimamente vinculadas. La mente llena del Espíritu hará buenas obras, y la mente dominada por el pecado producirá actos pecaminosos. No es suficiente cambiar la conducta por conveniencia o para presentar una cara justa ante el mundo. El corazón (la mente) necesita ser transformado; de otro modo, los frutos, oportunamente, mostrarán la verdadera naturaleza del corazón.
“Necesitamos un constante sentido del poder ennoblecedor de los pensamientos puros. Pongamos nuestros pensamientos en cosas santas, que sean puras y verdaderas; pues la única seguridad, para cualquier alma, es el pensamiento correcto” (Signs of the Times, 23 de agosto de 1905).
Si tuvieras que expresar a otros los pensamientos que has tenido ayer, ¿qué dirías? ¿Cuán avergonzado estarías? ¿Qué indica tu respuesta acerca de los cambios que necesitas hacer?
Lunes 31 de enero LOS PENSAMIENTOS COMO FUENTE DE ANGUSTIA
¿Cuáles son las cosas que realmente te asustan? ¿En qué forma puedes aprender a confiar en Dios, a pesar de ese temor? Después de todo, ¿no es el poder de Dios mayor que cualquier amenaza que afrontes?
Los pensamientos pueden generar muchos sufrimientos. El psicólogo Philip Zimbardo, en su libro Psychology and Life [Psicología y vida], informa el caso de una mujer joven llevada a un hospital porque estaba aterrorizada con la idea de la muerte. Aparentemente, su cuerpo no tenía nada malo, pero ella quedó internada para su observación. Horas más tarde, murió. Investigaciones posteriores mostraron que, años antes, un médium había predicho su muerte cuando cumpliera 23 años. Esta mujer murió, víctima de su propio pánico, el día anterior a cumplir 23 años. No hay duda, las personas pueden sufrir seriamente por causa de sus pensamientos negativos; por ello, hay necesidad de pensar en forma saludable (ver la sección de mañana).
Además, igualmente importante es recordar que también podemos afectar adversamente el pensamiento de otros, si les expresamos nuestro negativismo. Las palabras son herramientas poderosas, ya sea para el bien o para el mal. Nuestras palabras edifican o destruyen. Hay vida y muerte en las palabras que proferimos. Cuán cuidadosos debemos ser con los pensamientos y los sentimientos que salen de nuestras bocas.
Lee Hechos 14:2; 15:24; y Gálatas 3:1. ¿Qué se nos dice acerca del poder de impactar a las personas en forma negativa?
“Si no os sentís de buen ánimo y alegres, no habléis de ello. No arrojéis sombra sobre la vida de los demás. Una religión fría y desolada no atrae nunca almas a Cristo. Las aparta de él para empujarlas a las redes que Satanás tendió ante los pies de los descarriados” (El ministerio de curación, p. 388).
Piensa en ocasiones en las que las “simples” palabras de alguien echaron abajo tu ánimo. ¿Cómo puedes estar seguro de que nunca harás eso a nadie?
Martes 1 de febrero PENSAMIENTOS SALUDABLES
“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad” (Filipenses 4:8). ¿Qué está enseñando Pablo aquí? ¿Cuál es la clave para hacer lo que él dice? Ver 2 Pedro 3:1 y 2.
Recordar, repetir, pensar y meditar en la Biblia es una gran bendición espiritual, y una manera de cultivar lo que Pedro llamó “limpio entendimiento” (“mente íntegra”, NVI). Muchos obtuvieron valiosas bendiciones al memorizar textos bíblicos. Al afrontar preocupación, dudas, temor, frustración o tentación, repetir esos pensamientos otorga alivio y paz con el poder del Espíritu Santo.
Tanta competición (televisión, computadoras electrónicas, etc.) tienta a los creyentes de hoy a poner la Biblia a un lado. Pero, hay que tomar una firme decisión de leer la Palabra y reflexionar en ella cada día. La Palabra de Dios es la única protección que tenemos contra el ataque de las distracciones no espirituales del mundo.
Repasa el texto citado arriba. Haz una lista de las cosas que son verdaderas, puras, amables, etc. ¿Qué incluye tu lista? ¿Qué tienen esas cosas en común? Comparte tu lista con los demás el sábado.
La oración es otra manera de evitar dificultades para la mente. Mientras hablamos con Dios, hay poca probabilidad de que pensamientos egoístas, lujuriosos u otros llenen nuestra mente. Tener hábitos de oración es una protección segura contra pensamientos pecaminosos y, en consecuencia, acciones pecaminosas. 
La Biblia es clara: a Dios le interesan nuestros pensamientos, porque impactan en nuestras palabras, actos y bienestar general.
Dios quiere que tengamos pensamientos buenos, porque ellos son “pensamientos saludables”, y nos hacen bien, tanto física como mentalmente. Las buenas nuevas son que, por la meditación en la Biblia, por la oración y por las elecciones inspiradas por el Espíritu, podremos mantener nuestras mentes y nuestros corazones en cosas que nos elevarán a nosotros y a otros también.
Miércoles 2 de enero LOS PENSAMIENTOS DE NUESTROS CORAZONES 
Lee 1 Reyes 8:39; Salmo 19:14; 1 Crónicas 28:9; y 1 Samuel 16:7. ¿Qué punto vital presentan estos textos? ¿Cómo debería impactarnos esta verdad, y cómo deberíamos pensar? Esta verdad ¿te pone nervioso y temeroso o te da esperanza? Analiza las razones para tu respuesta.
“Porque sólo tú conoces el corazón de todos los hijos de los hombres” (1 Reyes 8:39). La palabra corazón a menudo se usa en la Biblia como el asiento del pensamiento y de las emociones (Mateo 9:4). Solo Dios tiene acceso a la intimidad de nuestra actividad mental, ya sean nuestras intenciones o nuestros anhelos secretos. Nada, ni un pensamiento pasajero, puede ser escondido del Creador.
El conocimiento que tiene Dios de nuestra alma es una ventaja. Cuando la gente está demasiado desanimada para pronunciar una palabra sensata en oración, Dios conoce su necesidad. Los hombres solo pueden mirar la apariencia externa y la conducta, y tratan de imaginar lo que esa persona está pensando; pero Dios conoce los pensamientos que nadie puede saber.
Satanás y sus ángeles únicamente pueden observar, escuchar y calcular lo que sucede en el interior: “Satanás no puede leer nuestros pensamientos, pero puede ver nuestras acciones, escuchar nuestras palabras y, por su largo conocimiento de la familia humana, puede formular sus tentaciones para aprovecharse de nuestros puntos débiles de carácter” (Review & Herald, 19 de mayo de 1891).
Al hacer tus decisiones diarias (personales o relacionadas con el trabajo) o al pensar en otras personas, envía una oración silenciosa a Dios. Goza con un diálogo íntimo entre tú y él que es solo para ti. Nadie más en el universo tiene acceso a esta comunicación. Permitir que Cristo entre en tu pensamiento será una salvaguarda contra la tentación y te traerá bendiciones espirituales. Este proceso te ayudará a caminar más cerca de Dios.
¿Cómo te ayuda la sección de hoy a comprender mejor la amonestación de no juzgar a otros? ¿Cuántas veces tus motivos fueron juzgados equivocadamente por quienes no conocían tu corazón? ¿Por qué es importante que no juzguemos a otros?
Jueves 3 de febrero LA PAZ DE CRISTO EN EL CORAZÓN
Lee Colosenses 3:1 al 17. ¿Qué acciones podemos realizar para vivir la clase de vida en Cristo que se nos promete?
Este pasaje nos lleva a la raíz de las conductas moral e inmoral, el corazón y la mente. También apunta al Único que puede obrar el bien en nosotros al gobernar nuestros pensamientos, Jesucristo: “Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones” (Colosenses 3:15). Nota expresiones tales como “buscad”, “poned la mira”, “vestíos de amor”, “la paz de Dios”, “la palabra de Cristo”. Ellas indican que evitar el pecado y adquirir la virtud es un asunto de elecciones y preparación, no de improvisación. El pecado puede ser vencido únicamente poniendo el corazón y la mente en las cosas de arriba. Cristo es la fuente de la virtud y de la bondad, y es el único capaz de darnos verdadera paz.
Dado que nuestra mente es el núcleo de nuestra existencia, necesita ser cuidada por Jesús. Es central para el desarrollo del carácter, y esto no puede quedar a merced de las circunstancias. Las tendencias pecaminosas y el ambiente corrupto actúan contra la pureza del pensamiento. Pero el Señor ayuda y protege a todos los que lo quieren. “Si nuestros pensamientos permanecen en Dios, serán guiados por el amor y el poder divinos” (Mente, carácter y personalidad, tomo 2, p. 696). 
Cuando una persona es tentada, puede encontrar difícil disipar ciertos pensamientos adversos. En esos momentos, conviene distraerse cambiando de lugar, de actividad, o buscando buena compañía. Este cambio facilitará la oración y la seguridad.
El pensamiento es un proceso humano muy misterioso. Realmente no sabemos del todo cómo actúa. Sin embargo, en la mayoría de los casos, en lo recóndito de nuestra conciencia, tomamos la decisión con respecto a lo que pensaremos. Un pensamiento puede ser cambiado en un instante. Solo tenemos que elegir cambiarlo. (Debemos tener en cuenta que una enfermedad mental puede afectar la capacidad de una persona para cambiar sus pensamientos con facilidad, y un tratamiento profesional puede ser muy beneficioso.) ¿Qué sucede con tus pensamientos? La siguiente vez que te vengan pensamientos equivocados, ¿qué harás?
Viernes 4 de febrero
PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:
“Más precioso que el oro de Ofir es el poder del pensamiento correcto. Necesitamos dar un alto valor al con-trol correcto de nuestros pensamientos. [...] Cada pensamiento impuro contamina el alma, deteriora la sensibilidad moral y tiende a borrar las impresiones del Espíritu Santo. Debilita la visión espiritual, de modo que no puede mirar a Dios. El Señor puede perdonar al pecador arrepentido, y lo hace; pero, aunque perdonado, el alma está dañada. Toda impureza del habla y del pensamiento debe ser evitada por aquel que quiere tener un claro discernimiento de la verdad espiritual [...]. Hemos de usar cada medio que Dios ha puesto a nuestro alcance para el gobierno y el cultivo de nuestros pensamientos. Hemos de llevar nuestras mentes a estar en armonía con la mente de Cristo. Su verdad santificará nuestro cuerpo, alma y espíritu, y estaremos capacitados para elevarnos por sobre la tentación” (Signs of the Times, 23 de agosto de 1905).

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
1. En la clase, repasa la lista que prepararon en la sección del martes y compara la tuya con las de los demás. ¿Qué pueden aprender de la selección los unos de los otros?

2. ¿Qué significa “llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo”? (2 Corintios 10:5). ¿Cómo aprendemos a hacer esto?

3. ¿De qué modo Internet, los programas de televisión, la lectura recreativa, la publicidad, etc., actúan en tu mente? ¿Cuánto de tu pensamiento y de tu actuación puede ser afectado por estas fuentes? ¿Por qué nos engañamos si creemos que lo que leemos o lo que miramos no afecta nuestro pensamiento?

4. ¿En qué formas nuestras acciones, aun subconscientemente, revelan los pensamientos de nuestra mente? ¿De qué modo el lenguaje corporal muestra lo que ocurre adentro?

5. ¿Qué consejo le darías a alguien que está luchando con una conducta impulsiva? ¿Qué promesas de la Biblia puedes presentarle? ¿Por qué también es importante recordarle las promesas de perdón y aceptación por medio de Jesús? ¿Cómo puedes ayudarlo a evitar que renuncie, desesperanzado al creer que, porque no ha logrado la victoria que quería, su relación con Dios de algún modo es deficiente? ¿Cómo puedes ayudarlo a aprender que nunca debe renunciar a las promesas de perdón, no importa cuán indigno se sienta?
6. ¿Cuán cuidadoso eres con tus palabras, ya que ellas reflejan tus pensamientos? ¿Cómo puedes estar seguro de que tus palabras siempre actúan para el bien, y no para el mal? 

lunes, 24 de enero de 2011

Lección 5 para el 29 de Enero de 2011: La culpa



Sábado 22 de enero
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Génesis 3:8-13; 1 Juan 1:9; Salmo 32; 1 Timoteo 4:1, 2; Mateo 26:75; Romanos 8:1.
PARA MEMORIZAR: 
“JAH, si mirares a los pecados, ¿quién, oh Señor, podrá mantenerse? Pero en Él hay perdón, para que seas reverenciado” (Salmo 130:3, 4)
EL SENTIMIENTO DE CULPA es una de las experiencias emocionales más dolorosas. Puede causar vergüenza, temor, tristeza, enojo, angustia, e incluso enfermedades físicas. Aunque son desagradables, Dios puede usar estos sentimientos para conducir a los pecadores al arrepentimiento y al pie de la cruz, donde pueden encontrar el perdón anhelado. Pero, a veces, este mecanismo hace que la gente se sienta culpable de algo por lo que no es responsable, como en el caso del sobreviviente de un accidente o el de los hijos de un divorcio.
Pero, cuando el sentido de culpa es justificado, cumple el papel de una buena conciencia. Dependiendo de las elecciones personales, la culpa puede ser altamente destructiva, como en el caso de Judas, o altamente positiva, como en el caso de Pedro.
Esta semana estudiaremos cuatro informes bíblicos que tienen que ver con la culpa, para comprender mejor este fenómeno y ver qué podemos aprender. Veremos que, si se canaliza apropiadamente, Dios puede usarla para nuestro beneficio. Mucho dependerá de nuestra actitud hacia la culpa que sentimos y de lo que elegimos hacer con ella.
Domingo 23 de enero VERGÜENZA
Lee Génesis 3:8 al 13. ¿Cómo manifestaron Adán y Eva la culpa que experimentaron? ¿Qué estuvo mal en la reacción de Adán?
La culpa fue la primera emoción adversa que sintió el hombre. Después de que Adán y Eva hubieron pecado, su conducta cambió. Se “escondieron de la presencia de Jehová entre los árboles del huerto” (versículo 8). Esta reacción indicaba miedo a su Padre y Amigo y, al mismo tiempo, vergüenza de enfrentarlo. Hasta su caída, sentían gozo en la presencia de Dios, pero ahora se escondieron. Además, sintieron tristeza, especialmente al darse cuenta de las terribles consecuencias de haber desobedecido a Dios.
Nota las palabras de Adán y de Eva: “La mujer que me diste”; “La serpiente me engañó”. La culpa puede producir una reacción automática: echar la culpa sobre otro, o justificar la conducta propia con argumentos. Se ha llamado “proyección” y “racionalización” a estas reacciones, y se alega que la gente proyecta su culpa sobre otros o sobre las circunstancias para aliviar la carga de la culpa. Esta “proyección” es un mecanismo de defensa. Pero echar la culpa sobre otros no es bueno para las relaciones interpersonales y es una barrera al perdón de Dios. La solución consiste en aceptar la responsabilidad plena por los actos propios y buscar al Único que provee la libertad de la culpa: “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús” (Romanos 8:1).
Algunas personas sufren de culpa por razones equivocadas. Parientes de quien cometió suicidio, sobrevivientes de un accidente y niños de una pareja que se divorció son ejemplos típicos, muy a menudo, de culpa sin fundamento. Esta gente necesita recibir la seguridad de que ellos no son responsables de la conducta de otros o por eventos imprevisibles. Y, si en ciertos casos tienen algo de culpa, deben tomar la responsabilidad de sus acciones, procurar el perdón de las personas a las que hirieron y aferrarse a promesas bíblicas tales como: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones” (Salmo 103:12).
¿Cómo reaccionas ante la culpa? ¿Eres rápido en echar la culpa sobre otros por tus actos equivocados? ¿Cómo puedes aprender a enfrentar las cosas que hiciste mal y, por la gracia de Dios, seguir adelante?
Lunes 24 de enero LA ANGUSTIA DE LOS HERMANOS DE JOSÉ
¿Qué recuerdos y remordimiento tenían los hermanos de José? Génesis 42:21. ¿Qué nos indica esto acerca de ellos?
La culpa está asociada con el pasado, una imagen o un evento, que se repite en la mente, o una escena que invade la mente, los sueños o las pesadillas. La imagen del adolescente José rogando por su vida debió de haber vuelto a la mente de ellos vez tras vez.
¿De qué otro modo afectó la culpa a los hermanos de José? Génesis 45:3.
La persona que siente culpa piensa en esta repetidamente, lamenta lo que hizo, muestra temor por las consecuencias y se echa la culpa a sí misma. Esa reflexión produce angustia, frustración e ira contra sí misma por haberlo hecho. Pero, no importa cuánto se recuerden esos pensamientos, el pasado no cambia. Se necesitan el arrepentimiento y el perdón. Emerge, aquí, el noble carácter de José: les ofrece perdón y los anima a dejar de estar enojados. Les asegura que lo ocurrido tenía que ver con el propósito de Dios de salvar muchas vidas. Dios usó la mala acción de ellos para el bien; sin embargo, esto no cambia el hecho de que eran culpables de una acción horrible.
¿Cómo nos ayudan estos versículos a tratar con la culpa? Santiago 5:16; 1 Juan 1:9.
Todos los pecados producen dolor al pecador y a Dios, y algunos involucran a otras personas. Juan nos dice que Dios quiere perdonarnos y purificarnos de la injusticia. Además, Santiago nos dice que confesemos los pecados unos a otros; en especial a quienes hemos dañado.
La única manera de liberarse de la culpa es una confesión humilde. “Tus pecados pueden aparecer como montañas ante ti; pero, si humillas tu corazón y los confiesas, confiando en los méritos de un Salvador crucificado y resucitado, te perdonará y te limpiará de toda maldad” (Los hechos de los apóstoles, pp. 467, 468). ¿Qué necesitas confesar a fin de experimentar las promesas dadas aquí?
Martes 25 de enero FUERZA DEBILITADA
Lee el Salmo 32. ¿Qué nos enseña acerca de la culpa y de la confesión? ¿Qué quiere decir David con “mientras callé”? ¿Qué sucede cuando uno permanece silencioso? ¿Cuál fue la solución de David para su culpa?
Una confesión honesta es buena para el alma y también para el cuerpo. David indica que su culpa le causaba dolor físico: huesos envejecidos (versículo 3) y fuerzas debilitadas (vers. 4, NVI). Los profesionales de la salud, hoy, reconocen el vínculo que existe entre el estrés psicológico y los males físicos. Ellos usaron, por décadas, la expresión “enfermedad psicosomática”, que se refiere a síntomas físicos causados por procesos psicológicos. Hoy, el campo de la psiconeuroinmunología identifica el papel clave que desempeña la mente en protegernos de las enfermedades o en exponernos a ellas.
La culpa deteriora de inmediato la conducta y, a la larga, destruye la salud física. Pero, los que conocen al Señor no necesitan estar en situaciones de riesgo. David revela el antídoto para la culpa: “Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. [...] Y tú perdonaste la maldad de mi pecado” (versículo 5).
De este modo, la vergüenza, el remordimiento y la tristeza causados por la culpa desaparecen con el perdón de Dios, y el gozo y la alegría los reemplazan.
Lee 1 Timoteo 4:1 y 2. ¿Qué quiere decir Pablo con “conciencia cauterizada”?
Pablo advirtió a Timoteo que vendrían maestros con doctrinas extrañas, cuyas conciencias estarían “cauterizadas” (“marcadas a fuego”, BJ) (versículo 2). Como el fuego quema las terminaciones nerviosas e insensibiliza ciertas partes del cuerpo, una conciencia puede estar cauterizada por: a) violaciones de lo correcto sin dejar ningún sentido del mal, b) fuertes influencias ambientales que hacen considerar algo malo con indiferencia, o como si fuera bueno.
¿Qué conductas que una vez te molestaron ya no te molestan más? Si es así, ¿podría ser que esté actuando una conciencia cauterizada? Da un paso atrás, y considera las conductas que no molestan más a tu conciencia pero que tal vez deberían hacerlo.
Miércoles 26 de enero LLANTO AMARGO
Una de las mayores manifestaciones de culpa aparece en Mateo 26:75. ¿Por qué el sentido de culpa de Pedro fue tan grande? ¿Tuviste alguna vez una experiencia similar? Si es así, ¿qué aprendiste de ella, para no repetir el error?
En dos ocasiones, Pedro declaró su intención de mantenerse firme y nunca negar al Maestro. La segunda afirmación sucedió esa misma noche, después de que el Señor había predicho que Pedro lo negaría tres veces. Más tarde, dos mujeres identificaron a Pedro como uno de los discípulos de Jesús, y él negó al Señor cada vez. Luego, unos siervos lo identificaron, y él exclamó: “No lo soy” (Juan 18:25). Nota que los acusadores (mujeres, siervos) eran considerados de bajo nivel social en ese entonces. Esto debió de haber añadido más vergüenza y culpa a Pedro.
El punto importante es que el llanto de Pedro lo condujo al arrepentimiento, a un cambio de corazón y a una verdadera conversión, aunque el proceso fue doloroso. A veces necesitamos vernos como en realidad somos, lo que hay en el corazón, de qué traición somos capaces, y entonces caeremos, quebrantados, como Pedro, ante el Señor.
“Con cegadoras lágrimas, él [Pedro] se encamina a la soledad del Jardín de Getsemaní y allí se postra donde vio la forma postrada de su Salvador cuando sudor con sangre brotó de sus poros en su gran agonía. Pedro recuerda, con remordimiento, que él estaba dormido cuando Jesús oraba durante esas terribles horas. Su orgulloso corazón se quebranta, y lágrimas penitenciales humedecen el suelo tan recientemente manchado con el sudor y la sangre del querido Hijo de Dios. Salió de ese Jardín como un hombre convertido. Estaba listo para apiadarse de los tentados. Fue humillado, y podía simpatizar con los débiles y errantes” (Testimonios for the Church, tomo 3, p. 416).
El libro de Hechos proporciona un testimonio claro de la transformación de Pedro. Su predicación, su liderazgo y sus hechos milagrosos fueron extraordinarios, y condujeron a la salvación de muchos. Su obra también llevó a la fundación de la iglesia como cuerpo de Cristo. Su muerte, predicha por Jesús en Juan 21:18, fue recibida como un honor, porque murió de la misma manera que su Maestro.
¿De qué forma tus caídas y tus fracasos te han hecho más sensible a las caídas y los fracasos de otros?
Jueves 27 de enero PERDÓN COMPLETO
“Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu” (Romanos 8:1). ¿Qué promesa presenta este texto, y cómo podemos apropiarnos de ella?
El perdón de Dios es tan grande, tan profundo y tan ancho que es imposible comprenderlo completamente. El perdón humano no puede compararse con el de Dios, que es perfecto. Nosotros estamos tan llenos de fallas y, no obstante, gracias a la provisión que Dios presenta en Jesús, todos podemos tener un perdón pleno cuando reclamamos sus promesas con plena fe y entrega al Señor.
Lee los textos indicados más abajo. ¿Cómo te ayudan a comprender el perdón de Dios?
Salmo 103:12
Isaías 1:18
Miqueas 7:19
La Biblia usa alegorías para ayudarnos a comprender el significado de conceptos difíciles. Por ejemplo, la nieve y la lana son buenos ejemplos de blancura; las profundidades del océano son los lugares más profundos que existen desde la superficie; y nada está geográficamente más apartado que el este del oeste. No obstante, estas son alegorías limitadas del perdón de Dios.
En la Abadía de Elstow, una ventana con vidrios de colores presenta una imagen inspirada en El Progreso del peregrino, de Bunyan. Cristiano, el personaje central, está arrodillado al pie de la cruz. Su pesada carga de culpa está cayendo de sus hombros, lo que trae gran alivio a su alma. Cristiano dice: “No la vi más”. La carga había desaparecido. Su dolor, su ansiedad y su vergüenza desaparecieron para siempre. Por causa de nuestra imperfección, egoísmo y relaciones defectuosas, es muy difícil para nosotros comprender el perdón perfecto y total de Dios. Sencillamente, podemos aceptarlo por fe y orar: “Señor, humildemente te confieso mis pecados, y acepto tu perdón y tu limpieza. Amén”.
¿Cómo podemos estar seguros de que nuestros pecados están perdonados si no lo sentimos? ¿Qué razones tenemos para creer que fueron perdonados, a pesar de nuestros sentimientos?
Viernes 28 de enero
PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:
“Cuando el pecado lucha por dominar el corazón humano, cuando la culpa parece oprimir el alma y abrumar la conciencia, cuando la incredulidad nubla la mente, ¿quién permite que entren rayos de luz? ¿La gracia de quién es suficiente para dominar el pecado, y otorga el perdón precioso de todos nuestros pecados, expulsando la oscuridad, y dándonos esperanza y gozo en Dios? Jesús, el Salvador que perdona los pecados. Él es todavía nuestro Abogado en las cortes celestiales; y aquellos cuyas vidas están escondidas con Cristo en Dios deben levantarse y brillar, porque la gloria del Señor se ha levantado sobre ellos” (Bible Training School, mayo de 1915).
“Si has dado motivo de ofensa a tu amigo o a tu vecino, debes reconocer tu falta, y es su deber perdonarte libremente. Debes entonces buscar el perdón de Dios, porque el hermano a quien has ofendido pertenece a Dios, y al perjudicarlo has pecado contra su Creador y Redentor” (La fe por la cual vivo, p. 130).
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
La esposa del ex líder comunista Mao Tse-Tung vivía en constante temor y culpa, por causa de las muchas cosas malas que ella había hecho. Era tan paranoica, tan llena de culpa, que cualquier ruido repentino e inesperado la hacía transpirar frío, o la enfurecía. Su situación llegó a ser tan mala que ella exigió que sus ayudantes mantuvieran lejos de su casa a las aves, de modo que no pudiera oír sus cantos. Aunque este es un caso extremo, ¿qué nos indica acerca del poder de la culpa para arruinar nuestra vida?

1. ¿Qué consejo le darías a alguien que está luchando con la culpa por sus pecados pasados, que pretende haber aceptado a Cristo, pero que todavía no puede librarse del sentimiento de culpa? ¿Cómo puedes ayudarlo?

2. En la sección del jueves, la Biblia nos presentó varias imágenes para describir el perdón de Dios. Pide a los miembros de la clase que presenten metáforas propias de ellos para describir la profundidad del perdón que se encuentra en Jesús para quienes lo aceptan.

3. En un mundo en el que Dios no existiera, ¿podría existir la culpa? Analiza tu respuesta.

Como vimos esta semana, Dios puede usar la culpa para llevarnos a la fe y al arrepentimiento. ¿Hay otros “beneficios” de la culpa? Si es así, ¿cuáles podrían ser?

lunes, 17 de enero de 2011

Lección 4 para el 22 de Enero de 2011: Las relaciones



Sábado 15 de enero    
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA:
1 Samuel 25; Efesios 4:1-3; 1 Pedro 3:9-12; Lucas 17:3, 4; 23:34; Santiago 5:16.
PARA MEMORIZAR: 
“Así que, todas las cosas que queréis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas” (Mateo 7:12)
 
UN EXPERIMENTADO EVANGELISTA organizaba seminarios acerca del estrés como introducción a las reuniones evangelizadoras en las ciudades. En su encuesta, le pedía a la audiencia que enumerara cuatro o cinco factores que les causaban más estrés. Surgían varias categorías generales (salud, dinero, trabajo, relaciones, etc.). Antes de completarla, uno de los ayudantes vio que el orador ya había preparado antes unas transparencias para analizar las “relaciones” como la fuente número uno. Cuando le preguntaron, el pastor explicó que, por su experiencia, sabía que las malas relaciones siempre eran la causa primaria de estrés. 
Sean problemas con el cónyuge, los niños, los jefes, los asociados en el trabajo, los vecinos, los amigos o los enemigos, la gente tiende a ser el principal generador de estrés. En contraste, cuando las relaciones son positivas, son una poderosa fuente de satisfacción. Esto parece ser igual en cualquier cultura. La gente nos hace felices o nos hace miserables.
Esta semana nos ocuparemos de las relaciones y de lo que la Biblia nos enseña acerca de ellas.
Domingo 16 de enero COMPLETAMENTE HUMILDE Y MANSO
Lee Efesios 4:1 al 3. ¿Por qué Pablo relaciona la humildad, la mansedumbre y la paciencia con las buenas relaciones y la unidad? Recuerda casos de tu experiencia en los que estas actitudes produjeron un impacto positivo sobre las relaciones.
Lee 1 Samuel 25. ¿Qué podemos aprender de las acciones de Abigail y de David en situaciones tensas y difíciles?
La historia de David, Nabal y Abigail provee un ejemplo excelente de interacción social. David envió soldados a Nabal con un pedido razonable: “Hemos protegido a tus hombres y tu propiedad; danos lo que puedas encontrar” (1 Samuel 25:7, 8, paráfrasis del autor). Pero Nabal no conocía bondad ni diplomacia, sino que era un hombre rudo y perverso. Otras traducciones usan términos como áspero, grosero, descortés, intratable y tosco. Y él demostró estos rasgos ante los guerreros de David.
En contraste, nota la actitud de David. Aunque él tenía poder militar, su mensaje mostraba humildad, deseando que Nabal tuviera larga vida y buena salud, y presentándose como “tu hijo David” (versículo 8).
En cuanto a Abigail, se sugiere que era inteligente y hermosa. Nota su conducta: proveyó abundantes alimentos escogidos, corrió para apaciguar a David, se inclinó ante él como “tu sierva”, lo llamó “Señor mío” y le pidió perdón. Le recordó a David que era hombre de Dios, y que evitara el derramamiento innecesario de sangre.
Esta acción de Abigail, llena de tacto y humildad, cambió las intenciones de David. Alabó a Dios por enviarla a ella y la alabó por su buen juicio. Esta mediación efectiva salvó la vida de muchos hombres inocentes. David no necesitó derramar sangre, porque Nabal murió, probablemente de un problema cardíaco, víctima de su propio temor.
Es fácil ser bondadoso con quienes nos gustan. Pero ¿qué sucede con los que no nos gustan? Piensa en aquellos que encuentras desagradables. ¿Cómo reaccionarían si mostraras una actitud mansa y humilde hacia ellos? Por la gracia de Dios, haz la prueba (recordando que no siempre eres un alma agradable y amable).
Lunes 17 de enero COMPENSANDO EL MAL CON BENDICIONES
¿Cuál es el verdadero propósito de 1 Pedro 3:8 al 12? ¿Cómo puedes aplicar estos principios en tu propia vida?
Jesús superó el enfoque de “ojo por ojo” por el de volver la otra mejilla (Mateo 5:38, 39). Este era un concepto revolucionario, y todavía lo es hoy en muchas culturas y tradiciones. Incluso los cristianos contemporáneos raramente devuelven bien por mal. Pero Jesús sigue diciendo: “Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón” (Mateo 11:29).
Una pareja con niños pequeños tenía un problema serio con sus vecinos. En varias ocasiones, y en tonos desagradables, estos vecinos les dijeron a los jóvenes padres cuán molesto era oír a los niños jugar en el patio. Se quejaban porque les molestaba esto y aquello. La joven pareja no apreciaba que le hablaran en tono severo y poco amable. Después de todo, ellos no estaban haciendo nada en contra de las reglas de la buena vecindad. Un día, cuando la familia cosechó manzanas de los árboles del terreno de atrás, la madre decidió darles a los vecinos dos pasteles de manzana recién horneados. Los vecinos aceptaron los pasteles alegremente. Ese sencillo acto produjo una diferencia en sus relaciones, probablemente porque nunca hubieran esperado algo así de la gente a la que habían estado molestando constantemente.
¿De qué modo David devolvió los ataques constantes de Saúl? 1 Samuel 24:4-6. ¿Qué nos indica esto acerca del carácter de David? ¿Cómo podríamos aplicar esta actitud en nuestra propia experiencia, si estamos teniendo problemas con alguien que también podría ser un “ungido del Señor”?
En 1 Samuel se registran cuatro ocasiones en las que David expresó que, para él, era inmoral levantar su mano contra “el ungido de Dios”. Aun cuando tuvo oportunidades de vengarse, repetidamente trató de acercarse y perdonar al Rey. David eligió una manera humilde y piadosa de tratar con alguien que no era bondadoso hacia él.
¿No deberíamos todos, en cada situación en que nos encontremos, procurar hacer lo mismo?
Martes 18 de enero EL PERDÓN
Es posible aparentar una vida religiosa rica y significativa y, a la vez, tener problemas serios de relaciones. Es un hecho de la vida que, a menudo, chocamos y nos causamos dolor unos a otros y, a veces, especialmente en la iglesia. Por eso, cuán importante es aprender a perdonar.
Lee Efesios 4:32. ¿Has estado aplicando esta verdad bíblica en tu vida? ¿A quiénes necesitas perdonar, y por qué es importante, para tu propio bien, que los perdones?
En años recientes, la profesión de aconsejamiento mira más positivamente la importancia de los principios espirituales para la salud mental. Durante décadas, la religión y la espiritualidad eran consideradas, por muchos psicólogos y consejeros, como una fuente implícita de culpa y temor. Ya no es así. Se reconoce que “terapias” como la oración, llevar un registro espiritual diario, la memorización de versículos bíblicos clave y la práctica del perdón ayudan a las personas a sobreponerse a perturbaciones emocionales. El perdón está entre las estrategias más calmantes, aun si la capacidad de perdonar y ser perdonado solo viene de Dios, por medio de un corazón transformado por él (Ezequiel 36:26).
Lee Mateo 5:23 al 25; Lucas 17:3 y 4; y 23:34. ¿Qué se nos enseña también aquí acerca del perdón?
Algunas veces parece que el perdón es casi imposible de conceder. Pero ningún ser humano llegará alguna vez a soportar lo que Jesús cargó en términos de dolor y humillación: él, el Rey y Creador, fue degradado y crucificado injustamente por sus criaturas. No obstante, Jesús se interesó por cada una lo suficiente como para implorar al Padre que las perdonara.
Hay personas que hacen mal a otros sin comprender el dolor que están causando. Otras veces, la gente ofende porque está insegura o porque tiene problemas personales y busca alivio lastimando a otros. Percibir los problemas de otros ¿cómo nos ayuda a ofrecer el perdón? ¿Cómo podemos aprender a perdonar a quienes tratan de herirnos intencionalmente?
Miércoles 19 de enero CONFESARSE MUTUAMENTE LOS PECADOS
¿Cómo interpretas la recomendación de Santiago de confesarse los pecados el uno al otro? Santiago 5:16. Medita en esto y ve cómo puedes aplicar su enseñanza en tu vida.
Los pecados contra mi prójimo requieren mi confesión a él/ella, con el fin de asegurar el perdón y restaurar la relación. También me responsabilizo por lo que hice, y espero la aceptación y el perdón. Por la gracia de Dios, un alma noble otorgará el perdón, sin importar el tamaño de la ofensa.
Además, el texto de Santiago ofrece grandes posibilidades de curación. Contar tus pecados, errores y transgresiones a alguien en quien confías, a un amigo cristiano piadoso, producirá sanidad emocional y aliviará la carga de pecado. Además, la confesión mutua profundiza las relaciones interpersonales. De hecho, la profesión de aconsejamiento está basada en el principio de que hablar es bueno para el alma. Aunque hay desórdenes mentales que necesitan tratamiento profesional, muchos sentimientos de angustia pueden ser aliviados si se hablan en los ámbitos de la iglesia y de la comunidad. Ciertos problemas son creados por el deterioro de las relaciones interpersonales: malentendidos, calumnias, celos, etc. Seguir el consejo de Santiago no solo aliviará la carga psicológica, sino también traerá fortaleza renovada para cambiar las conductas destructivas.
Sin embargo, vaya una palabra de precaución. Aunque revelarle a un amigo íntimo pecados cometidos puede traer mucho alivio, quedamos en una posición vulnerable. Existe el riesgo de que nuestro amigo revele la confidencia a otros, y esto es destructivo para las personas involucradas.
Más importante es que siempre confesemos nuestras transgresiones a Dios con plena confianza y con la seguridad del perdón. Lee 1 Pedro 5:7. Las relaciones defectuosas pueden traer temor y ansiedad, pero la ayuda más segura viene de Dios, que está dispuesto a llevar sobre sí todas nuestras preocupaciones, dejándonos con un genuino sentido de alivio por haber entregado nuestras cargas en sus manos.
Jueves 20 de enero EDIFICÁNDONOS MUTUAMENTE
Lee los siguientes textos, y pregúntate: ¿Por qué esto es tan importante, no solo para mí mismo, sino también para otros? Efesios 4:29; 1 Tesalonicenses
5:11; Romanos 14:19.
Pablo insta a la iglesia primitiva a evitar que las relaciones personales se deterioren en el “cuerpo de Cristo”. Se producen muchas dificultades cuando unos a otros se rebajan; esto hiere a toda la comunidad. Las personas que chismean y murmuran tienen problemas ellas mismas: sentimientos de inferioridad, un ansia de ser notadas, un deseo de controlar o de tener poder, y otras inseguridades. Estas personas necesitan ayuda para tratar con sus conflictos internos.
Sentirse bien con uno mismo ayuda a no estar involucrado en chismes ni calumnias. Como hijos de Dios, tenemos el privilegio de haber recibido la salvación (Salmo 17:8; 1 Pedro 2:9). Comprendiendo esto, el énfasis estará en edificar a otros. Podemos apoyar, a quienes tienen problemas personales, con palabras de ánimo y aprobación; enfatizar lo positivo de las cosas, de la humildad y de una actitud gozosa.
Otra manera de ayudar es servir como mediadores en las relaciones. Jesús llamó a los pacificadores “bienaventurados” e “hijos de Dios” (Mateo 5:9), y Santiago dice que los pacificadores cosecharán “justicia” (Santiago 3:18).
Lee Mateo 7:12. ¿Por qué esto es clave en todas las relaciones?
Este principio es muy valioso para las relaciones sociales. Al estar basado en el amor, es positivo, universal y está por encima de las leyes humanas. La Regla de Oro también produce beneficios prácticos para todos los involucrados.
Un agricultor chino estaba en su campo de arroz en las terrazas montañosas que miraban hacia el mar. Un día, vio el comienzo de un tsunami: el mar se retiró, dejando expuesta una gran parte de la bahía. Él sabía que el agua regresaría con fuerza, destruyendo todo en el valle. Pensó en sus amigos que se encontraban en el valle, y prendió fuego su arrozal. Sus amigos, de inmediato, corrieron montaña arriba para apagar el incendio, se salvaron del tsunami; el deseo de ayudar a otros los salvó. La lección es clara.
Viernes 21 de enero
PARA ESTUDIAR Y MEDITAR: Lee Efesios 4:25 al 32 y subraya las palabras que tocan tu corazón más directamente. Reflexiona sobre todas las cosas que puedes hacer, con la ayuda de Dios, para mejorar tu relación con otras personas.
Las siguientes son porciones de una carta que Elena de White escribió en 1908 a un evangelista: “Tengo este mensaje del Señor para usted: Sea bondadoso en sus palabras, amable en sus acciones. Vigílese con cuidado, porque está inclinado a ser severo y autoritario, y a hablar con dureza [...]. Las expresiones duras entristecen al Señor; las palabras imprudentes hacen daño. Se me ha encargado que le diga: Sea amable al hablar; cuide sus palabras; no deje entrar la dureza en sus expresiones ni en sus ademanes. [...]
“Cuando su experiencia diaria sea la de uno que mira a Jesús y aprende de él, usted revelará un carácter sano y armonioso. Suavice sus manifestaciones, y no pronuncie palabras de condenación. Aprenda del gran Maestro. Las palabras de bondad y simpatía serán benéficas como una medicina. Y sanarán a las almas desesperadas. El conocimiento de la Palabra de Dios puesto en práctica en la vida tendrá un poder sanador y suavizador. La dureza de palabras no reportará nunca bendición ni a usted ni a ninguna otra alma” (Obreros evangélicos, pp. 172, 173).
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
1. ¿Cuánto te gusta chismear? Y aun si no lo haces tú mismo, ¿cuán ansioso y abierto estás a escuchar chismes de otros? ¿Por qué, en un sentido, eso es tan malo como que difundas chismes tú mismo? ¿Cómo puedes dejar de formar parte de lo que causa mucho dolor a otros?

2. El perdón puede ser muy difícil, especialmente cuando hemos sido heridos gravemente. ¿Cómo aprendes a perdonar a quienes no te piden perdón, que no se interesan en que los perdones y que podrían incluso burlarse de ello? ¿Cuál es tu responsabilidad en estos casos?

3. El abuso verbal y físico dentro de las familias es una realidad que produce mucho dolor a las personas y a los grupos. ¿Cuál debería ser la actitud cristiana para ayudar a prevenir este problema? ¿Cuál debería ser la recomendación cuando el perdón no produce ningún cambio en la conducta abusiva?

4. Piensa en tu vida ahora mismo. ¿Qué pasos puedes dar para mejorar tus relaciones? ¿Por qué la humildad, la confianza en Dios y un deseo de hacer lo correcto son tan importantes en ese proceso?

domingo, 9 de enero de 2011

Lección 3 para el 15 de Enero del 2011: El estrés


Sábado 8 de enero
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: : 1 Reyes 17:2-4, 15, 16; 19:1, 2; Marcos 6:31-34; Gálatas 6:2; Juan 15:13.
PARA MEMORIZAR: 
“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (Mat. 11:28)..
EL ESTRÉS AFECTA A TODOS. Las demandas del trabajo, las crisis de familia, la culpa, la incertidumbre acerca del futuro, la insatisfacción con el pasado: todo esto es difícil. Junto con los eventos generales de la vida, puede poner suficiente presión sobre la gente, que afectará su salud física y mental. Los investigadores Thomas H. Holmes y Richard H. Rahe desarrollaron la “escala de reajuste social”, que enumera eventos de la vida con los valores correspondientes de estrés para cada uno: la muerte del cónyuge, 100; enfermedades personales, 53; cambio de residencia, 20; etc.
Una persona que acumula 200 o más puntos en un tiempo dado tiene un 50% de probabilidad de enfermarse; si alguien acumula 300 puntos o más llegará a un momento de crisis. Se necesitan cantidades moderadas de estrés para aumentar las realizaciones; pero, más allá de cierto punto, el estrés llega a ser un peligro para la salud. Jesús mostró, por precepto y por ejemplo, que buscar a Dios en un momento y en un lugar tranquilos es el mejor remedio para el estrés de la vida (Mar. 6:31).
Si se lo permitimos, Dios nos ayudará a tratar con las presiones que son parte inevitable de la vida aquí. 
Domingo 9 de enero EVENTOS DE LA VIDA QUE ENTUSIASMAN
¿De qué modo proveyó Dios a la supervivencia de Elías durante la larga sequía en Israel? 1 Rey. 17:2-6, 15, 16.
En medio de un hambre prolongada, Dios se ocupó personalmente de Elías. Los cuervos iban dos veces por día para alimentarlo. ¡Qué milagro! Luego vio el pan cocinado a partir de un poco de aceite y harina: comida suficiente para alimentar a tres personas durante dos años. ¿Qué más evidencia del cuidado de Dios necesitaría alguien? Elena de White aplicó lecciones de este relato al pueblo de Dios en los últimos días: “Vi que nuestro pan y nuestras aguas nos estarían asegurados en aquel tiempo, y no sufriremos escasez ni hambre; porque Dios puede preparar mesa para nosotros en el desierto. Si fuera necesario, mandaría cuervos para que nos alimentasen, como alimentó a Elías” (PE 56).
¿Qué otras cosas le sucedieron a Elías, y qué lecciones podemos obtener de ellas para nosotros? 1 Rey. 17:17-22; 18:23-39, 45.
Dios usó a Elías para resucitar al hijo de la viuda. ¡Qué prueba de fe, y qué vindicación del poder de Dios sobre la vida y la muerte! Luego, la prueba en el monte Carmelo fue una demostración irrefutable del poder de Dios. Finalmente, una fuerte lluvia después de tres años de sequía fue otra manifestación de cómo Dios está involucrado en los asuntos humanos. Elías vio muchas intervenciones directas de Dios. Es difícil imaginarse cómo alguien, después de todo eso, no confiaría plenamente en Dios; no obstante, no mucho después, Elías fue arrastrado por los síntomas del estrés y el desánimo, como veremos.
Aquí hay una lección importante. No importan los milagros en nuestra vida, siempre afrontaremos obstáculos. Nadie, ni un profeta como Elías, es inmune a las dificultades que trae la vida.
El éxito y las realizaciones ¿te están provocando estrés? Una larga serie de eventos estimulantes (incluso los positivos) puede añadir mucho peso a tu carga. Al mismo tiempo, ¿por qué debemos tener cuidado de no estar demasiado satisfechos aun en los tiempos buenos?
Lunes 10 de enero EVENTOS AMARGOS DE LA VIDA
Lee 1 Reyes 18:40. No sabemos si Elías tomó parte o no en la matanza de centenares de personas; él estaba a cargo de la operación, y eso tuvo que haber sido una experiencia emocional devastadora. Dios permitió este acto como la forma de erradicar la idolatría, que incluía el sacrificio de niños (Jer. 19:5). Esto seguramente debió haber tenido un costo emocional para el profeta.
Además del estrés de esa situación, ¿qué más afrontó Elías? 1 Rey. 19:1, 2.

Desde el comienzo del reinado de Acab, la malvada reina Jezabel obligó a su esposo a adorar a Baal (1 Rey. 16:31). Como resultado, todo Israel incurrió en prácticas idolátricas. Jezabel fue el instrumento para restaurar la adoración de Astarté, una de las formas más viles y degradantes de la idolatría de los cananeos. Ahora, con la muerte de todos los profetas, Jezabel estaba impaciente y enfurecida.
¿Cómo reaccionó Elías cuando recibió el mensaje que le envió Jezabel? 1 Rey. 19:3, 4.
¿Cómo pudo Elías, después de haber presenciado tantos milagros maravillosos, caer en esta desesperación? ¿Cómo llegó al punto de pedirle a Dios que le quitara la vida? Después de todo, considera los milagros que él había visto y en los que había estado involucrado.
“Así se había aprovechado Satanás de la debilidad de la humanidad. Y aún hoy sigue obrando de la misma manera. Siempre que una persona esté rodeada de nubes, se halle perpleja por las circunstancias, o afligida por la pobreza y la angustia, Satanás estará listo para tentarla y molestarla. Ataca los puntos débiles de nuestro carácter. Trata de destruir nuestra confianza en Dios porque él permite que exista tal estado de cosas” (DTG 95, 96).
¿Cuán a menudo has olvidado la forma increíble en que Dios actuó en tu favor en lo pasado? ¿Por qué es tan importante, durante tiempos de desesperanza y estrés, aferrarte a los recuerdos de cómo Dios obró en tu vida anteriormente? ¿Por qué olvidamos tan fácilmente lo que Dios ha hecho por nosotros? ¿Cómo pueden la alabanza y la adoración ayudarnos a superar los tiempos difíciles?
Martes 11 de enero LA TERAPIA DIVINA
Lee 1 Reyes 19:5 al 9. ¿Cuáles fueron los remedios dados a Elías en este período estresante de su vida? ¿Qué hay en esto para nosotros? ¿Cómo impactan en la mente nuestras acciones físicas, para bien o para mal?
Dormir. Comer. Una y otra vez. Y luego intensos ejercicios físicos: cuarenta días y cuarenta noches; desde el monte Carmelo hasta el monte Horeb. ¡Cuán interesante es que el sueño, el ejercicio y una dieta saludable a menudo se prescriben para combatir el estrés psicológico!
Un tratamiento común para los desórdenes de la disposición, o humor, se llama plan de actividades. Consiste en desarrollar un horario rígido con actividades placenteras y propósitos determinados, forzando a una persona deprimida a organizarse, a llevar adelante diferentes eventos. Este régimen ayuda a la persona a llenar su tiempo en forma positiva y a evitar la compasión propia. A menudo se incluye el ejercicio físico entre las actividades, porque produce endorfinas, sustancias químicas naturales similares a la morfina, que alivian la depresión, por lo menos temporariamente.
Elías fue conducido por Dios a dar los pasos que restaurarían su salud mental normal. Al igual que Elías, necesitamos estar abiertos a la conducción divina. Tan pronto como Elías se sentó bajo el enebro, oró. Le pidió a Dios que le quitara la vida (una oración equivocada), pero fue una oración en la que deseaba que Dios se hiciera cargo de su vida. Con el tiempo, Elías se sobrepuso a su desánimo, y Dios todavía pudo usarlo (ver 1 Rey. 19:15, 16; 2 Rey. 2:7-11). Antes de que Elías fuera llevado al cielo en un torbellino, pudo ungir a su sucesor, presenció la división de las aguas del río Jordán y, con Eliseo, pudo cruzar el río en seco. Finalmente, Elías fue llevado al cielo, sin morir. Un “fin” curioso para un hombre que, no mucho antes, le estaba pidiendo a Dios que le quitara la vida.
¿Qué perdemos si oramos únicamente en los momentos de desánimo y desesperanza? Contrasta los beneficios de una vida de oración constante con las oraciones elevadas solo en situaciones de emergencia. ¿Cómo puedes aprender a vivir más regularmente en una actitud de oración constante?
Miércoles 12 de enero EL MÉTODO DE JESÚS PARA CONTROLAR EL ESTRÉS
Con la generalización de los teléfonos celulares a mediados de los años noventa, un pastor adventista veterano dijo: “¡Nunca tendré uno! Cuando visito las iglesias y escucho los problemas de la gente, me canso y me estreso. Cuando regreso a mi automóvil, encuentro refugio. Si tuviera un teléfono celular, no encontraría descanso ni siquiera en mi automóvil”. Cada seguidor de Cristo necesita un lugar tranquilo para orar y escuchar a Dios por medio de su Palabra escrita.
Lee Marcos 6:31. ¿Qué lecciones podemos obtener de esto? ¿Cuán a menudo lo haces, o siempre tienes una excusa?
Elena de White escribió: “[Jesús] hallaba sus horas de felicidad cuando estaba a solas con la naturaleza y con Dios. Siempre que podía, se apartaba del escenario de su trabajo, para ir a los campos a meditar en los verdes valles, para estar en comunión con Dios en la ladera de la montaña, o entre los árboles del bosque. La madrugada lo encontraba con frecuencia en algún lugar aislado, meditando, escudriñando las Escrituras u orando. De estas horas de quietud, volvía a su casa para reanudar sus deberes y para dar un ejemplo de trabajo paciente” (DTG 69).
¿Qué otro santuario tenía Jesús? Mat. 21:17; Mar. 11:11.
La gente puede ser fuente de congoja o de paz. Jesús encontraba paz con amigos que le daban consuelo y afecto. Así era la casa de Lázaro, Marta y María. “Su corazón estaba ligado con fuertes vínculos de afecto con la familia de Betania. [...] Con frecuencia, cuando estaba cansado y sediento de compañía humana, le era grato refugiarse en ese hogar apacible. [...] Nuestro Salvador apreciaba un hogar tranquilo y oyentes que manifestasen interés. Sentía anhelos de ternura, cortesía y afecto humanos” (DTG 482).
 ¿Cómo puedes aplicar el método de Jesús para manejar el estrés en tu vida? ¿Qué le dirías a alguien que necesita viajar durante horas para encontrar la naturaleza? ¿O a alguien que vive con muchas personas bajo el mismo techo? ¿A quién irías si te encontraras desorientado y con necesidad de apoyo emocional?
Jueves 13 de enero LLEVAR ALIVIO A OTROS
¿Qué características específicas de la conducta de Jesús usó Pedro para describir a su Maestro? Hech. 10:38.
El estilo de Jesús era, fundamentalmente, abnegado. Usaba todas sus energías para servir a otros, para llevarles alivio por medio de palabras bondadosas y su poder sanador. Jesús nunca usó sus poderes divinos para su propio beneficio. Esto tuvo que haber impresionado profundamente a Pedro, porque su descripción del Salvador fue la de alguien que “anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo” (vers. 38).
En la mayoría de los casos, la presión producida por el trabajo, las relaciones, el dinero, etc., se centra en uno mismo. Concentrarse en otros es una buena manera de quitar presión personal. La gente que se ocupa de trabajo voluntario, proyectos comunitarios, etc., informa mayor sentimiento de bienestar y satisfacción que la gente que no se ocupa en ello.
Lee Gálatas 6:2, Filipenses 2:4 y Juan 15:13. ¿Qué mensaje hay en estos pasajes para nosotros?
John D. Rockefeller (1839-1937) proveyó un ejemplo de cómo sobrevivir al estrés al cambiar el foco de uno mismo hacia otros. Por 1879, su compañía, la petrolera Standard Oil, manejaba casi el 90% del petróleo refinado en los Estados Unidos. A los 50 años de edad, era el hombre más rico. Pero en 1891 tuvo un quebranto nervioso y estuvo a punto de morir. Sin embargo, se recuperó de su enfermedad en unos pocos meses. ¿Cómo?
Aparte de una alimentación sencilla, descanso y ejercicio, decidió dar su fortuna y pasó los siguientes 40 años de su vida como un filántropo. A comienzos del siglo XX, su fortuna personal llegaba a casi 900 millones de dólares. Al tiempo de su muerte, su fortuna era de unos 26 millones. Sus donaciones hicieron mucho bien en el mundo. Y, en cuanto a él mismo, extendió su vida por casi otros 50 años y vivió satisfecho hasta los 97 años.
¿Cuál ha sido tu experiencia con las bendiciones que provienen de servir a otros? ¿Por qué no hacer un mayor esfuerzo para el bien de otros y con mucha oración?
Viernes 14 de enero
PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:
“Completamente agotado, [Elías] se sentó a descansar bajo un enebro. Sentado allí, rogó que se lo dejase morir. [...] Fugitivo, alejado de las moradas de los hombres, con el ánimo abrumado por una amarga desilusión, deseaba no volver a ver rostro humano alguno. [...] A todos nos tocan a veces momentos de intensa desilusión y profundo desaliento, días en que nos embarga la tristeza y es difícil creer que Dios sigue siendo el bondadoso benefactor de sus hijos terrenales; días en que las dificultades acosan el alma, en que la muerte parece preferible a la vida. Entonces es cuando muchos pierden su confianza en Dios, y caen en la esclavitud de la duda y la servidumbre de la incredulidad.
Si en tales momentos pudiésemos discernir con percepción espiritual el significado de las providencias de Dios, veríamos ángeles que procuran salvarnos de nosotros mismos y luchan para asentar nuestros pies en un fundamento más firme que las colinas eternas; y nuestro ser se compenetraría de una nueva fe y una nueva vida” (PR 119).
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
1. ¿Has tenido alguna vez momentos en los que claramente veías la mano de Dios obrando en tu vida y tu fe era firme, para de inmediato caer y encontrarte lleno de dudas acerca de Dios y de su conducción en tu vida? ¿Qué aprendiste, de esa clase de experiencia, que podría ayudar a otros que tal vez afrontan lo mismo?

2. ¿Qué hay en ayudar a otros que nos hace sentir mejor? ¿Por qué sucede así tantas veces? Al mismo tiempo, ¿por qué es tan difícil darnos a otros? ¿Cómo podemos aprender a estar más dispuestos a morir al yo con el fin de servir mejor a las necesidades de quienes nos rodean?

3. Evalúa seriamente tus hábitos de salud. ¿Qué estás comiendo y bebiendo? ¿Qué clase de programa de ejercicios practicas? ¿Cuánto tiempo libre tienes? ¿Qué cambios podrías hacer que te ayudarían a sentirte mejor en lo emocional como también en lo físico? Aunque en algunos casos la gente tiene necesidades psicológicas muy serias que deben ser atendidas profesionalmente, muchas veces un cambio en el estilo de vida puede marcar una gran diferencia en la manera en que nos sentimos.

4. ¿Cuánto tiempo libre tienes? ¿Qué haces con ese tiempo? ¿Cómo podrías usar ese tiempo para mejorar tu relación con Dios?

lunes, 3 de enero de 2011

Lección 2 Para el 8 de enero de 2011 La provisión divina para la ansiedad



Sábado 1º de enero
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Génesis 3:6-10; 15:1-3; Juan 14:1, 2; Mateo 6:25-34; 18:3; Filipenses 4:11, 12.
PARA MEMORIZAR:
“Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros” (1 Pedro 5:7).
LAS ESCRITURAS CONTIENEN PALABRAS tales como temor, ansiedad, angustia, irritación, espanto, y estar aterrorizado. Muchas referencias tienen que ver con las cosas por las que la gente está ansiosa o temerosa; otras, con las promesas de seguridad a quienes están temerosos o ansiosos. El mensaje “No temáis” aparece a lo largo de las Escrituras con firmeza y persistencia.
Y ¿por qué no? Después de todo, el temor y la ansiedad han formado parte de la existencia humana desde que el pecado entró en esta tierra. La ansiedad, o el temor acerca de lo que puede pasar, es una de las emociones más peligrosas para la salud mental y física. Una leyenda medieval cuenta de un viajero que, una noche, se encontró con Temor y Plaga en camino a Londres, donde ellos esperaban matar a diez mil personas. El viajero le preguntó a Plaga si él haría toda esa matanza. “Oh, no -respondió Plaga-. Yo mataré únicamente a unos pocos centenares. Mi amigo Temor matará al resto”.
Esta semana veremos cómo, gracias al poder divino, podemos tener alivio del temor y la ansiedad. La confianza en Dios y el contentamiento son factores clave para mirar el futuro con confianza.
Domingo 2 de enero LA PRIMERA EXPERIENCIA TEMIBLE
Lee Génesis 3:6 al 10. Es difícil identificarse con el primer encuentro de Adán y Eva con el temor, porque ninguno de nosotros puede recordar la primera vez que experimentó esta emoción. Los psicólogos del desarrollo han confirmado que los infantes, a una edad temprana, afrontan temores específicos, mayormente de tener hambre o de escuchar ruidos fuertes. Al crecer, los niños y los adolescentes pasan por una variedad de temores, tales como: el temor a los animales, a la oscuridad, a estar solos; temor a situaciones escolares, a la separación de los padres; el temor a no crecer, o a ser rechazado por sus pares. Los adultos también están sujetos a temores comunes asociados con circunstancias específicas de la vida: temor a no encontrar un cónyuge apropiado para la vida, a no encontrar el trabajo apropiado, a los ataques terroristas, a contraer una enfermedad crónica o fatal, o a ser asaltado, a morir, etc.
Elena de White declara que, después de que Adán comiera del fruto prohibido, “la idea de su pecado lo llenó de temor” y la temperatura del aire suave pareció enfriar los cuerpos de la pareja culpable. Quedaron con el “remordimiento del pecado, el temor al futuro y la desnudez del alma” (Patriarcas y profetas, p. 40).
Considera las siguientes promesas contra el temor y la ansiedad. Identifica el componente distintivo de cada una de ellas.
Salmo 23:4 / Proverbios 1:33 / Hageo 2: 5 / 1 Pedro 3:14 / 1 Juan 4:18, 19
El  temor  y  la  ansiedad  son  comunes,  frecuentes,  destructivos  y dolorosos. Los síntomas comunes de la ansiedad incluyen aprehensión, preocupación, insomnio, desasosiego, tensión, dolores de cabeza, fatiga, mareos,  palpitaciones,  falta  de  aliento,  transpiración,  dificultad  para concentrarse y un excesivo estado de alerta. La ansiedad también genera ataques de pánico. Dios desea liberarnos de estas experiencias indeseables, y nos invita a confiar en él.
¿Qué cosas te atemorizan mucho y por qué? ¿Cuán racional es tu temor? ¿Qué pasos prácticos puedes dar, ya sea para eliminar lo que te atemoriza o para aliviar el temor mismo?
Lunes 3 de enero NO TEMÁIS
Lee Génesis 15:1 al 3. ¿Cuál era la fuente del temor de Abram? ¿Qué razones válidas tenía para temer?
Dios llamó a Abram y le prometió hacer de él una gran nación. Al ver que los años pasaban y él no tenía heredero, Abram pensó en este problema, que llegó a ser su preocupación favorita. Los versículos 2 y 3 revelan el núcleo del temor de Abram: “¿Quién heredará mis posesiones? Un criado será mi heredero”. Esa actitud parece una reacción generalizada, inherente a la naturaleza humana, que es la de perpetuar algo de nosotros, algo para continuar nuestra influencia aun después de nuestra muerte.
La respuesta de Dios a la preocupación de Abram fue: “No temas, Abram;  yo  soy  tu  escudo,  y  tu  galardón  será  sobremanera  grande” (Génesis 15:1). El futuro de nuestra vida, y aun nuestro futuro después de nuestra muerte, está en las manos de nuestro Padre celestial. Él sabe que la libertad de la ansiedad es una de nuestras mayores necesidades, y quiere que estemos satisfechos hoy y confiados acerca del mañana.
Busca los siguientes textos. ¿Cuáles fueron las circunstancias en las que se presenta el mensaje tranquilizador “No temas” ?
Deuteronomio 31:8 / 2 Crónicas 20 :17 / Lucas 21: 9 / Juan 14:27
La  ansiedad  se  manifiesta  mediante  la  congoja  acerca  de  las incertidumbres. Estas incertidumbres pueden estar cercanas o lejanas en el futuro, y pueden ni siquiera suceder; entretanto, existen solo en la mente. No obstante, los síntomas de la ansiedad son muy reales, tanto emocional como físicamente, y pueden ser dolorosos. No es extraño que Dios desee liberarnos de la ansiedad.
¿De qué modo puedes usar mejor la seguridad de Dios -“No temas”- en cualquier situación en la que te encuentres? ¿Cómo puedes recordar que, no importa lo que enfrentes, Dios es más fuerte y más grande que ese desafío, y que él te ama con un amor mayor que los temores que tienes?
Martes 4 de enero LA CONFIANZA CONTRA LA ANSIEDAD
Reflexiona sobre Juan 14:1 y 2. ¿Qué había sucedido antes de esta declaración de Jesús? ¿Hacia dónde dirigió el Señor sus pensamientos?
Estas palabras estimulan la confianza en el Padre y en Jesús, lo que evita angustias por el futuro. Jesús prepara un reino para sus discípulos. Por eso, no importa lo que te suceda, o cuán malas estén las cosas, te espera algo mejor. Confíen en mí y en mis promesas, dijo Jesús a ellos y a nosotros.
En consultoría, se enseña qué hacer ante la ansiedad, a relajarse, y técnicas de respiración que se pueden usar ante las crisis. Aunque esto tiene cierto éxito, confiar en uno mismo para reducir la ansiedad es aceptable, pero incompleto. La confianza propia es un paso muy pequeño. Necesitamos aprender a confiar en Dios.
¿Cómo compara el salmista la confianza en Dios y en los seres humanos? Salmo 118:8, 9.
Los seres humanos son inestables y caprichosos, pero Dios y sus promesas nunca cambian. Aunque dos reyes prometieron al reformador Juan Hus un viaje seguro, quebraron sus promesas, y Hus fue martirizado. El rey Carlos I envió a Thomas Wentworth, un estadista británico, un salvoconducto que decía: “Bajo la palabra de un rey no sufrirán tu vida, ni tu honor, ni tu fortuna”. Poco después, el mismo rey firmó la sentencia de muerte de Wentworth.
¿Qué nos dice Jesús en Mateo 18:3?
La primera tarea de un niño es desarrollar confianza en su madre o en quien lo cuide. Con esto, se sentirá bien con el mundo y con el futuro que lo aguarda: es el comienzo de la confianza. Jesús pide que nos identifiquemos con Él del mismo modo, y su tierno cuidado nos tranquilizará. Eso requiere una elección consciente.
Recuerda ocasiones en las que Dios respondió tus oraciones. ¿Cómo te ayuda eso, hoy, a aumentar tu confianza en Dios en situaciones difíciles, o si estás ansioso o preocupado?
Miércoles 5 de enero DE AVES Y LIRIOS
Aparte del consejo de Jesús de evitar la preocupación, ¿qué lecciones podemos obtener de este segmento del Sermón del Monte? Mateo 6 :25-3
Aquí Jesús enseña varios principios que, si se siguieran fielmente, protegerían al creyente de mucha angustia.
Mantén las cosas en perspectiva (vers. 25). Una agenda colmada puede hacernos perder de vista las cosas verdaderamente importantes. Las rutinas diarias pueden distraernos de lo que es fundamental. Dios nos dio vida. Creó nuestros cuerpos. Si tiene el poder de hacer eso, ¿no proveerá también alimento para mantener su creación? ¿No nos proveerá el vestido para cubrir nuestro cuerpo?
Recibe inspiración de las cosas sencillas de la naturaleza (vers. 26, 28-30). Los gorriones y los lirios están entre las cosas más comunes de la naturaleza. Jesús los eligió como un contraste con la complejidad de los seres humanos. Es obvio que el gorrión no se preocupa por el mañana y que los lirios no trabajan para obtener la última moda y, no obstante, están bien cuidados. “¿No hará [Dios] mucho más a vosotros?” (vers. 30).
Angustiarse es inútil y no tiene sentido (vers. 27). Examinar los problemas a fin de encontrar posibles soluciones puede ser productivo, pero afanarse no resuelve el problema, sino que magnifica el lado negativo de las cosas.
Pongan en orden sus prioridades (vers. 33). Los cristianos pueden ser arrastrados por el remolino del materialismo o por otras cosas que los distraen de lo que realmente importa en la vida; por eso, Jesús nos recuerda: “Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”.
Winston Churchill declaró: “Recuerdo la historia del anciano que dijo, en su lecho de muerte, haber tenido en su vida muchos problemas que, en la mayoría de las veces, nunca sucedieron”.
Considera lo que te preocupa, y luego arrodíllate y ora, pidiendo a Dios que se haga cargo de todas tus preocupaciones. ¿Cuáles son aquellas acerca de las cuales puedes hacer algo para arreglarlas? ¿Cuáles son las cosas que están más allá de tu control? Esfuérzate para arreglar lo que puedas, y luego pide a Dios que te ayude a confiar en él para el resto.
Jueves 6 de enero UN DÍA A LA VEZ
Lee Mateo 6:34. ¿Qué nos está enseñando Jesús aquí? ¿Cómo podemos aprender a hacer lo que él dice? ¿Por qué es tan importante?
Poner en práctica el mensaje de Mateo 6:34 traería mucha paz a la gente de hoy. Jesús no nos está pidiendo que ignoremos la planificación o que seamos descuidados. Sencillamente, nos está diciendo que no nos preocupemos por lo que puede suceder, que no usemos pensamientos del tipo “¿Qué pasaría si…?”: “¿Qué pasaría si me enfermo?” “¿Qué pasaría si pierdo mi trabajo?” “¿Qué pasaría si tuviera un accidente?” “¿Qué pasaría si muriera mi niño?” “¿Qué pasaría si alguien me atacara?”
La siguiente lista muestra las diversas preocupaciones que constituyen la ansiedad de la persona promedio. Las personas ansiosas se concentran en:
* Un 50 % de eventos que nunca ocurrirán.
* Un 25% de sucesos del pasado, que no se pueden cambiar.
* Un 10 % de críticas no confirmadas de otras personas.
* Un 10 % acerca de la salud (mucho de ello son solo temores).
* Un 5% de problemas reales que tendrán que afrontar.
¿Cómo  puedes  obtener  inspiración  de  la  experiencia  de  contentamiento de Pablo? Filipenses 4:11, 12.
Una de las claves para vivir un día a la vez es el contentamiento, un antídoto efectivo contra la preocupación excesiva. El contentamiento no es una actitud heredada, sino una característica adquirida. Pablo dijo: “He aprendido a estar satisfecho en cualquier situación en que me encuentre”  (versículo 12,  NVI).  En  estos  momentos,  en  los  que  enfrentamos muchos problemas, hay necesidad de desarrollar un sentido de contentamiento, de satisfacción por lo que tenemos actualmente, y no preocuparnos acerca de lo que podría suceder mañana.
Jesús dijo: “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo” (Juan 14:27). En términos prácticos, ¿cómo te beneficias con la seguridad de paz mental que ofrece Jesús? Comparte tu respuesta en la clase el sábado. ¿Qué pueden aprender los unos de los otros?
Viernes 7 de enero
PARA ESTUDIAR Y MEDITAR: “No es el trabajo lo que mata, sino la preocupación. La única manera de evitar la preocupación consiste en llevarle todas nuestras tribulaciones a Cristo. No contemplemos el lado oscuro de las cosas. Cultivemos la alegría de espíritu” (Mente, carácter y personalidad, tomo 2, p. 483).
“Si educamos nuestras almas para que tengan más fe, más amor, mayor paciencia, una confianza más perfecta en nuestro Padre celestial, tendremos más paz y felicidad a medida que enfrentemos los conflictos de esta vida. El Señor no se agrada de que nos irritemos y preocupemos, lejos de los brazos de Jesús. Él es la única fuente de toda gracia, el cumplimiento de cada promesa, la realización de toda bendición. [...] Si no fuera por Jesús, nuestro peregrinaje realmente sería solitario. Él nos dice: “No os dejaré huérfanos” (Juan 14:18). Apreciemos estas palabras, creamos en sus promesas, repitámoslas cada día, meditemos en ellas durante la noche, y seamos felices” (Mente, carácter y personalidad, tomo 2, p. 485).
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
  1. Como clase, repasen las respuestas que dieron a la pregunta final de la sección del jueves.
  2. Algunos, sin una razón inmediata y real para estar preocupados, temen sufrir y morir; otros realmente experimentan una enfermedad debilitadora o terminal que probablemente los hará morir. Otros tal vez enfrenten realmente una situación que amenaza su vida. ¿Cómo podemos consolar a las personas que están en las circunstancias señaladas?
  3. Jacob tuvo “gran temor, y se angustió” (Génesis 32:7) al prepararse para encontrarse con Esaú. Los hermanos de José estaban  “turbados” (Génesis 45:3) cuando José reveló su verdadera identidad. Analicen maneras aceptables para afrontar los temores que se producen por nuestros actos malos. ¿Hay alguna diferencia al tratar los temores que nos hemos acarreado por nuestras acciones equivocadas? Si es así, ¿cuál es la diferencia?
  4. Job afirmó: “Porque el temor que me espantaba me ha venido, y me ha acontecido lo que yo temía” (Job. 3:25). ¿Pueden nuestros temo-res llegar a ser reales por efecto de una “profecía de auto cumplimiento”? En otras palabras, ¿puede una preocupación constante acerca de algo que podría suceder producir lo que se teme? Analicen la situación.
  5. Piensen en todas las cosas por las que se han preocupado y que nunca sucedieron. ¿Qué lecciones puedes obtener de estas experiencias que, idealmente, te deberían ayudar ahora a preocuparte menos acerca del futuro?