Sábado 13 de marzo
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA:
2 Crónicas 25:2; Salmo 51:17; Jeremías 29:13; Juan 7:16, 17; 14:6; 17:3; Hebreos 5:14.
PARA MEMORIZAR:
“Y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón” (Jer. 29:13).
LA PALABRA GRIEGA para “verdad” es alétheia, y tiene dos significados. Uno es la verdad objetiva (hechos reales, veraces, o principios), y el otro es la verdad vivida (la verdad como una excelencia personal: una mente sincera que está libre de afectación, pretensiones, disimulo, falsedad o engaño). La verdad, entonces, es lo que sabemos, los “hechos objetivos”. Pero también está el elemento vivencial de la verdad, que conlleva la manera en que respondemos individualmente a lo que aprendemos. Cuando ambos son reales en nuestras vidas, manifestamos la verdad como un fruto del Espíritu.
Por eso, ambos elementos son vitales para el andar cristiano. Necesitamos saber la verdad objetiva básica como se encuentra en Jesús, y luego necesitamos la experiencia personal interior de que nuestras vidas cambien por medio de esa verdad.
Considera a Judas. Él estuvo con Jesús por tres años y medio, aproximadamente. A Judas se le revelaron toda clase de verdades. Vio cosas acerca de las cuales el resto de nosotros solo podemos leer. Y, no obstante, qué final triste tuvo.
Prestemos todos mucha atención a esto.
Domingo 14 de marzo: “YO SOY... LA VERDAD”
“Jesús le dijo: Yo el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí” (Juan 14:6). Escribe un párrafo breve explicando lo que crees que significa este texto.
En cierto sentido, este texto desafía radicalmente al relativismo (la idea de que la verdad es solo subjetiva y personal) tan corriente en gran parte del mundo actual. Las palabras de Jesús no dejan lugar a la ambigüedad: no existe eso de que “Cada uno encuentra su propio sendero a Dios”, etc. Con las palabras registradas en este versículo, Jesús estableció la realidad de la verdad objetiva. Aquí está la verdad. Punto. Pocos versículos de toda la Biblia son más contrarios al sentimiento del relativismo que este.
Al mismo tiempo, hay también otro elemento. La Verdad es una Persona. Uno viene a la verdad por medio de una relación con una Persona. Esto es una idea radicalmente diferente de la noción de que la verdad es solo un grupo de hechos. Jesús, un ser humano, es la Verdad; por lo tanto, si quieres conocer la verdad, tienes que conocer a Jesús.
¿De qué modo lo que está escrito arriba nos ayuda a comprender las palabras de Cristo en Juan 17:3?
Sin embargo, tenemos que ser cuidadosos con esta idea de que todo lo que nuestra religión implica es tener una relación con Dios. Cada uno vive en una relación con Dios, de una manera u otra. Las personas que niegan su existencia viven en relación con Dios. Pilato tenía una relación con Jesús; también la tenía Caifás. Aun el diablo tiene una relación con Jesús: lo odia. El evangelio no es un llamado a tener una relación con Jesús, sino a comprometerse con él. Nicodemo, por ejemplo, tuvo una relación con Jesús; una relación en la que, al final, entregó su vida y todo lo que tenía a Cristo. ¡Esa es la clase de relación que todos necesitamos!
Sin duda, tú tienes una relación con Jesús. Las preguntas que necesitas formularte son: ¿Qué clase de relación tengo? ¿Cómo puedo mejorarla?
Lunes 15 de marzo: EL ESPÍRITU Y LA VERDAD
“Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad” (Juan 16:13).
En vista de lo que aprendimos ayer, es obvio que la obra del Espíritu Santo es señalarnos a Cristo y ayudarnos a permanecer en él. “Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí” (Juan 15:26).
Considera esta declaración iluminadora: “La predicación de la Palabra sería inútil sin la continua presencia y ayuda del Espíritu Santo. Este es el único maestro eficaz de la verdad divina. Únicamente cuando la verdad vaya al corazón acompañada por el Espíritu, vivificará la conciencia o transformará la vida. Uno podría presentar la letra de la Palabra de Dios, estar familiarizado con todos sus mandamientos y promesas; pero a menos que el Espíritu Santo grave la verdad, ningún alma caerá sobre la Roca y será quebrantada” (DTG 625, 626).
¿Qué énfasis hace aquí Elena de White sobre la obra del Espíritu Santo?
Lo que vemos en la obra del Espíritu Santo es a la vez el aspecto objetivo como el vivencial de la Verdad. El Espíritu viene, testifica de Jesús y convence “al mundo de pecado, de justicia y de juicio” (Juan 16:8). Estos son hechos reales acerca del mundo, acerca de Dios, y acerca de la realidad.
Al mismo tiempo, la obra del Espíritu Santo no termina sencillamente con enseñarnos estas verdades. Nuestras vidas necesitan ser cambiadas por nuestra comprensión de aquellas. Estas verdades objetivas y eternas no nos harán ningún bien a menos que nuestras vidas sean transformadas por ellas, y parte de ese proceso (tal vez, incluso la parte más importante) es que, como Elena de White escribió, seamos quebrantados por la Roca (ver Sal. 51:17).
¿Cómo fuiste quebrantado (si lo has sido alguna vez)? ¿Qué sucedió? ¿Qué cambios hubo? ¿Qué aprendiste acerca de la vida, acerca del sufrimiento, acerca de Dios mediante esa experiencia? ¿Qué otras lecciones todavía podrías necesitar aprender?
Martes 16 de marzo: “CON TODO VUESTRO CORAZÓN”
“Y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón” (Jer. 29:13).
“Con todo vuestro corazón” significa “sinceramente”, verdadero en palabra y acción. La palabra sincero viene de dos palabras latinas: sine (sin) y cera (cera). Al parecer, en el pasado, los escultores deshonestos arreglaban secretamente las fallas y grietas de sus obras tapándolas con cera que, por supuesto, no permanece siempre. De ahí que sinceridad significa ser real y genuino, no artificial; hablar o actuar de corazón.
Lee 2 Crónicas 25:2. ¿Qué dice ese texto? ¿Qué se destaca acerca de lo que está dentro de nosotros?
La palabra hebrea traducida como “perfecto” proviene de la raíz slm (de la cual se deriva shalom). Básicamente, significa “lleno”, “completo”, o “en paz”. Aquí tenemos un rey que hizo lo que era correcto, pero no con un corazón recto. No era sincero en sus acciones. Una persona puede estar haciendo lo correcto por razones equivocadas. Aunque podamos engañar a otros por un tiempo, y a nosotros todo el tiempo, no podemos engañar a Dios en ningún momento. Es interesante que cuando David oró por su hijo, lo primero que quería era que él tuviera “un corazón perfecto” (1 Crón. 29:19).
La sinceridad es importante porque el que no es sincero, aquel cuyo corazón no está comprometido con lo que es verdadero y correcto, tiene un corazón dividido. Seguramente algo tironea a tal persona, y mientras no lo suelte, mientras la persona todavía dé un lugar a otras lealtades, su corazón no puede ser slm, completo o perfecto ante Dios. La clave es una entrega completa al Señor, un abandono completo del yo. No es fácil; pero para que eso ocurra, necesitas ser quebrantado en la Roca, como vimos ayer.
¿Cuán sincero eres en tu fe? No estamos hablando de dudas ocasionales, o de tener preguntas sin respuesta (todos a veces tienen dudas, y todos tenemos preguntas profundas no respondidas), ni nos referimos a la lucha contra el pecado. Estamos hablando acerca de tu corazón. ¿Está plenamente comprometido con Dios, “completo” delante de él, o está dividido entre Dios y algo del mundo? Si es así, ¿qué elecciones debes hacer?
Miércoles 17 de marzo: UNA CONCIENCIA CAUTERIZADA
La semana pasada vimos cómo Jesús tuvo palabras duras para la “justicia” falsificada de los escribas y los fariseos (ver Mat. 23:27), llamándolos “hipócritas”. La palabra hipócrita en el idioma original (hupokrités) significa “actor”. Jesús estaba haciéndoles saber que él podía discernir sus sentimientos interiores y sus pecados secretos. Era como si les estuviera diciendo: “Ustedes actúan de una manera, pero por dentro son de otra, como si estuvieran actuando en un drama. ¿No pueden ser reales?” Otra vez Jesús les dijo: “Bien profetizó de vosotros Isaías, como está escrito: ‘Este pueblo de labios me honra, mas su corazón está lejos de mí’” (Mar. 7:6). El significado es obvio.
Lee 1 Timoteo 4:2 y Tito 1:15. ¿De qué punto importante está hablando Pablo? Nuestra conciencia es el lugar donde el Espíritu Santo se pone en contacto con nosotros. ¿Qué puede sucedernos si constantemente estamos haciendo el mal?
No hay dudas, cuanto más tiempo continuemos en el mal, y cuanto más hagamos lo que sabemos que está mal, tanto más contaminadas estarán nuestras conciencias y más lejos de la verdad estaremos. Puedes tener un conocimiento intelectual más que suficiente para ser salvo. Lamentablemente, el fuego final tendrá demasiadas personas que habrán sabido más que suficientes verdades objetivas para salvarse. Pero, como estamos diciendo, la verdad objetiva sola no es un fruto del Espíritu. La verdad vivida en nuestra vida: ese es el fruto que necesitamos llevar.
Lee Hebreos 5:14; y Juan 7:16 y 17. ¿De qué modo nos ayudan estos textos a comprender mejor la idea de la verdad como un fruto del Espíritu?
¿Cuál es tu propia experiencia con una “conciencia cauterizada”? ¿Cuánto tiempo llevó hasta que la acción que, al principio, había endurecido tu conciencia apenas la conmoviera? ¿Por qué sucedió eso, y por qué es tan peligroso espiritualmente?
Jueves 18 de marzo: ANDAR EN LA VERDAD
“Mucho me regocijé porque he hallado a algunos de tus hijos andando en la verdad, conforme al mandamiento que recibimos del Padre” (2 Juan 4). “Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos y no practicamos la verdad” (1 Juan 1:6). ¿Qué punto importante se presenta en ambos pasajes con respecto a lo que significa tener una relación salvífica con Jesús?
La verdad, como un fruto del Espíritu, no es solamente lo que sabemos: es lo que hacemos. Vivir en la luz de Dios significa más que solo conocimiento. Considera cómo Juan explica lo que es andar en la oscuridad: “El que dice que está en la luz, y aborrece a su hermano, está todavía en tinieblas. El que ama a su hermano, permanece en la luz, y en él no hay tropiezo. Pero el que aborrece a su hermano está en tinieblas, y anda en tinieblas, y no sabe a dónde va, porque las tinieblas le han cegado los ojos” (1 Juan 2:9-11).
Así que, andar en la luz, andar en la verdad, es más que solamente guardar los Diez Mandamientos, por lo menos de acuerdo con la letra de la ley. Al final, cuando todo esté dicho y hecho, ¿no se manifiesta el vivir en la verdad, básicamente, por la manera en que actuamos con las personas y cómo las tratamos? Si somos ásperos, rudos, rencorosos, vengativos, odiosos, antipáticos; si tratamos a las personas como un medio más bien que como un fin; si pisoteamos a los demás intentando subir nosotros mismos; entonces estamos andando en las tinieblas, no importa cuán estrictamente guardemos el sábado; no importa cuán fielmente sigamos el mensaje de salud, devolvamos el diezmo y vayamos a la iglesia; y no importa cuánta fe profesemos en Jesús. En un sentido; a menudo es mucho más fácil aprender la doctrina y la teología correctas que ser bondadoso, generoso y abnegado, ¿verdad?
Piensa acerca de tu interacción con las personas en las últimas 24 horas. ¿Cómo las has tratado? ¿Qué clase de palabras usaste? ¿Cuán cómodo estarías si tus actitudes y acciones hacia ellas fueran hechas públicas? (Un día lo serán; ver Mat. 10:26.) ¿Qué te dice tu respuesta acerca de los cambios que necesitas hacer en tu vida?
Viernes 19 de marzo
PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:
“No es la cantidad de tiempo que trabajamos, sino nuestra pronta disposición y nuestra fidelidad en el trabajo, lo que lo hace aceptable a Dios. En todo nuestro servicio se requiere una entrega completa del yo. El deber más humilde, hecho con sinceridad y olvido de sí mismo, es más agradable a Dios que el mayor trabajo cuando está echado a perder por el engrandecimiento propio. Él mira para ver cuánto del Espíritu de Cristo abrigamos y cuánto de la semejanza de Cristo revela nuestra obra. Él considera mayores el amor y la fidelidad con que trabajamos que la cantidad que efectuamos” (PVGM 332).
“El servicio prestado con sinceridad de corazón tiene gran recompensa. ‘Tu Padre que ve en lo secreto, te recompensará en público’. Por la vida que vivimos mediante la gracia de Cristo se forma el carácter. La belleza original empieza a ser restaurada en el alma. Los atributos del carácter de Cristo son impartidos, y la imagen del Ser divino empieza a resplandecer. Los rostros de los hombres y mujeres que andan y trabajan con Dios expresan la paz del cielo. Están rodeados por la atmósfera celestial. Para esas almas, el reino de Dios empezó ya. Tienen el gozo de Cristo, el gozo de beneficiar a la humanidad. Tienen la honra de ser aceptados para servir al Maestro; se les ha confiado el cargo de hacer su obra en su nombre” (HAd 485).
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
1. ¿Puede haber algún sentido en el que la verdad pudiera ser relativa; es decir, que pueda no aplicarse en todo tiempo y en cada situación? Si no, ¿por qué? ¿Podría haber ciertas verdades, tal vez, que pudieron ser relativas, mientras que otras no lo sean?
2. Medita más en esta idea de qué significa ser sincero en tu fe. Por vital que sea la sinceridad, ¿por qué no es suficiente? Después de todo, las personas que se atan encima una bomba y se hacen añicos cuando estalla la bomba, parecería que son sinceras. ¿Qué más es necesario?
3. ¿Por qué pasar tiempo con la Palabra es tan importante si la verdad es más que conocimiento intelectual? ¿Cuáles son algunas maneras en las que podemos aprender a estudiar la Biblia de modo que la verdad que hay en ella pueda impactar y cambiar nuestras vidas en forma positiva?
4. ¿Cómo puedes ayudar a alguien cuya conciencia ha sido tan endurecida por el pecado que ya no siente necesidad de ayuda?
Estimados hermanos y amigos, esta semana me viene como se suele decir "como anillo al dedo" por ahora no puedo explicar todo lo que quiero, espero que me perdonéis por esto, ya sabéis que suelo ser claro con mis criterios y asumir cuando me argumentan correctamente mis errores. Pero esta semana comenzamos con una afirmación inapelable "la verdad es Cristo" solo los muertos no actuan por lo tanto no yerran, pero todos los vivos podemos errar no solo una vez, sino cientos de veces, y admitimos que lo hacemos con buenas intensiones, la cuestión está cuando nos muestran que lo que hemos hecho ha sido un grave error, existe dos posibilidades, el aceptar que me he equivocado y pedir perdón por el daño que he realizado o el de justificar mi acción cayendo en una espiral de justificaciones y argumentaciones que lo único que hace es alejarme de la verdad.
ResponderEliminarPerdonad por no decir más de lo que siento en mi corazón, pero quiero dar gracias a Dios por la oportunidad de haber experimentado durante este trimestre muchos cambios no solo en mi vida, sino también a los que están a mi alrededor.
Que Dios tenga misericordia de nosotros y nos bendiga.
Eso sí que es bonito Roberto¡¡ Me alegro de esos cambios que has vivido, supongo que para bien.
ResponderEliminarSí que nos cuesta admitir nuestros errores, los niños lo hacen y no pueden engañarnos a los adultos, aunque lo intenten. A veces nos parecemos a ellos, somos "niños-adultos" que decimos: "yo no he sido", "ha sido él o ella".
Aceptar un error es signo de madurez, de virar el timón, de corregir, de admitir, de pedir disculpas. Así es nuestra naturaleza. Tenemos un "alien" vivo dentro de nosotros que a veces dejamos escapar, con consecuencias "sangrientas".
Por eso "conoceréis la verdad y la verdad os hará libres", fue el santo y seña de los primeros meses-años después de mi conversión.
"Conoceréis a Jesús y Jesús os hará libres".
El engaño no iba a durar para siempre, porque hay alguien que se interesa en nosotros, que nos da valor, un valor alto, un gran valor.
Me gusta como acaba el programa evangélico de los domingos por la 2 de TVE a las 8.45, Buenas noticias TV:
"Y recuerda... tú... vales mucho para Dios".
Jesús es verdad objetiva y verdad vivida, ¡es bonito esto ¿no? Así disertaba la lección hoy. "Yo soy... la verdad" Fuerte¡¡ ¿eh? ¡A ver quién se atreve a hablar así!
Rodeados de mentirosos por todas partes, en la política, en la justicia, en los medios de comunicación, en el cine (la película tan galardonada "En tierra hostil", es una gran mentira sobre Irak para adormecer las mentes norteamericanas sobre todo), en la educación (aquí tristemente también hay mentiras), en los presupuestos de las grandes obras públicas, en los deportes, hasta en la religión hay mentiras, a punta pala, diría yo.
O sea, que la mentira parece "permearlo" todo, y valga la expresión.
Adhiérete a la Verdad, yo lo he hecho y me siento libre.
"Libreeee, como el sol cuando amanece yo soy libreeee.., como el ave que escapó de su prisión... y puede al fin volar..." Eso decía Nino Bravo, ¡qué bonito!
Abrazos.
Lo siento, pero no estoy de acuerdo con la premisa inicial que el autor comparte con nosotros en la introducción de esta lección. Verdad es lo que es cierto. Puesto en paráfrasis, lo que no es falso. Tendremos oportunidad de definir las distintas variables de la verdad (verdades a medias, diferencias entre verdad y veracidad, la Verdad que nos hace libres...). Pero, por ahora, muestro mi desacuerdo en que lo que ocurre dentro de mí, cuando me expongo a la verdad, sea una manifestación de ella. Puedo llamarlo honradez, o incluso coherencia. Pero no verdad. Mi asunción de esa verdad, la interpretación que hago de ella, la forma en que la percibo, acaba por transformarla y hacerla particular e intransferible. Cuando la hago mía, la convierto en MI verdad, por lo que no tengo derecho a pretender imponerla a los demás, o a hacer pensar a los demás que están equivocados porque no la ven igual que yo.
ResponderEliminarEsta forma de percibir la verdad es que la hace tan difícil la tolerancia en nuestras iglesias. Cuando cada cual se siente en posesión de la verdad, es difícil que se exponga a la verdad de los demás. Si yo estoy en lo cierto, quien no ve las cosas como yo está equivocado. No nos damos cuenta, entonces, de que la verdad tiene tantas caras como ojos que la miran, y que el tesoro de una comunidad de creyentes es que todos confronten sus miradas para percibir una parte de la verdad mayor que la propia. Si se suma, en vez de excluir, se está más cerca de una verdad mayor.
Esto es arriesgado, cuando hay instituciones que entienden "la verdad" como una forma de supervivencia. Si hay muchas verdades, se dicen, ¿para qué estamos aquí? No, no hay muchas formas de percibir la verdad, proclaman. Sólo una, y nosotros la custodiamos, se afanan. Las demás formas son falsas o, cuando menos, menores, se engañan...
Muchos ojos, muchas miradas, muchas formas de ver la verdad, traen al tablero de juego mucha más verdad. Pero, para eso, hay que ser capaces de cuestionarse, de ser permeables a la verdad del otro, y a exponerse a su visión de las cosas. A mi entender, no hablo de relativismo, sino de humildad, que es la condición irrenunciable para conocer más verdad...
Excelente aportacion, como siempre JR
ResponderEliminarVeamos la raiz del vocablo en hebreo y en griego:
אֱמֶת 1) Estabilidad (2 Rey. 20:19). 2) Firmeza, continuidad (Isa. 16:5). 3) Firmeza de carácter, integridad: anshéi eḿt = hombres de verdad = hombres íntegros (Exo. 18:21). 4) Fidelidad (Isa. 38:18; 1 Rey. 2:4). 5) Verdad (Gén. 24:49; 2 Crón. 15:3; 1 Rey. 10:6). —
ἀλήθεια (alētheia), ας (as), ἡ (hē): s.fem.; ≡ DBLHebr 622; Strong 225; TDNT 1.232—LN 70.3–70.4 verdad, es decir, aquello que concuerda con lo que realmente sucede, hechos que se corresponden con la realidad, ya sea histórica (en el continuo de tiempo o espacio) (Lc 4:25; Hch 4:27), o una realidad eterna no limitada por los hechos históricos
Os he aportado la etimologia hebrea y griega de la que parte nuestro concepto de "verdad", pero es un concepto que hemos trasgiversado, como casi todos, pecado,Dios,justicia,Verdad etc...
El conocimiento de la verdad es progresivo, por lo que nadie esta en posesion de la verdad absoluta, para empezar a debatir
promete la semana...
En mi opinión, JR, lo que tu describes es gente orgullosa de su verdad, pero no necesariamente, gente que tiene el fruto del Espíritu Santo, aunqus pueden pretenderlo.
ResponderEliminarTienes razón, Rubén, tienes razón. Pero... ¿estarás de acuerdo conmigo, si digo que la forma de pensar que he retratado en mi comentario se ha extendido como al pólvora en nuestro medio?
ResponderEliminarFíjate este párrafo que sustraigo de la lección:
"“Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí” (Juan 14:6).
En cierto sentido, este texto desafía radicalmente al relativismo (la idea de que la verdad es solo subjetiva y personal) tan corriente en gran parte del mundo actual. Las palabras de Jesús no dejan lugar a la ambigüedad: no existe eso de que “Cada uno encuentra su propio sendero a Dios”, etc. Con las palabras registradas en este versículo, Jesús estableció la realidad de la verdad objetiva. Aquí está la verdad. Punto. Pocos versículos de toda la Biblia son más contrarios al sentimiento del relativismo que éste.... (Primer párrafo de la sección del domingo)
¿Ves lo que te digo? "Aquí esta la verdad. Punto". Si esto es así, ¿qué pasará con tantos judíos, musulmanes, budistas, hindúes, animistas... sinceros, que creen de corazón en lo que aprendieron de sus padres, y que no tienen a Jesús ni como modelo ni como camino?
Esta es la utilización torcida del asunto de la verdad y de su monopolio, a la que yo hacía referencia. Yo soy cristiano, a mucha honra. Lo mejor que pudo pasarme en mi vida fue encontrarme con mi Maestro. Pero se me hace difícil aceptar que el único camino a Dios sea Jesús de Nazaret. A mi entender es el mejor, porque Jesús es la recta para dos puntos: el camino más corto. Pero, a mi entender también, quienes arrastran sus esperanzas por los caminos de la vida, poniendo su fe en alguien superior a quien quieren, como queremos nosotros, se encontrarán con nosotros en la fila de pasaportes del Reino de los Cielos. Y repito: no creo que esto sea relativismo, por más que le pese al autor de la lección. A mi entender, es simple humildad que, como el valor en la mili, se nos debería dar por supuesta...
Así que el escritor del librito ¿hace una utilización torcida de la verdad y de su monopolio? Hummmmm ¡Te vamos a poner en cuanrentena! Jejejeje, ¡al rincón de pensar!
ResponderEliminarJajajaja, es broma...
Sí, quizá, afirmaciones como estas que hace el librito, no hacen sino alimentar nuestro "monopolio de la verdad" (con minúscula, la nuestra denominacional). Corremos el riesgo, así, de volvernos exclusivistas e intransigentes con otras verdades. Muy bonito eso de "encontrarnos con otros creyentes en la fila de pasaportes al Reino de los Cielos". Esto te da una mínima posibilidad de amarlos de antemano, de aceptarlos y abrazarlos "sinceramente" (como dice la lección hoy).
Con la otra interpretación de la "Verdad en exclusiva", aun siendo cierta para nosotros, nos puede llevar a pronunciar la oración del fariseo: "Señor, te doy gracias de que no soy como los otros..." y levantemos muros de separación entre ambos mundos o ambas visiones.
¡Cuánta ansia por conocer la verdad! ¡Cuánta búsqueda sincera de la verdad! ¡Cuántas luchas por esclarecer la verdad! ¡Cuántas muertes por reivindicarla! ¡Por adherirse a ella! Pareciera que esta faceta está inscrustada en lo profundo de nuestro ser, siempre que no esté "ahogada" o bajo un alud de falta de necesidades básicas (familia, alimento, educación, etc.).
Muchos americanos y europeos vinieron a España a defender la verdad de la República. Se unieron con otros a los que no conocían de nada, hicieron causa común, enarbolaron la misma bandera, lucharon y murieron por ella. ¿Qué tenían en común? Amor por la verdad, por la libertad entendida a su manera. Es un ejemplo tosco, pero ejemplo al fin y al cabo.
Y nosotros todavía estamos con miedo a "contactar" con otros cristianos porque tememos que nos "lleven al huerto". Me da risa de sólo pensarlo.
"...hay que ser capaces de cuestionarse, de ser permeables a la verdad del otro, y a exponerse a su visión de las cosas."
Esta es una frase tuya Juan Ramón, con ella termino mi comentario. Que ya no es mío, sino vuestro, nuestro.
Abrazos.
Gracias amigo por tu comentario...
ResponderEliminarME ENCANTA poder comprender el ejercicio de la tolerancia ante la disyuntiva de comprender y entender "la verdad" del otro.
NO ES FACIL A VECES Y RESULTA incluso molesto, pude comprobarlo con D.Roberto hace unas semanas, pero me he dado cuenta, que es mucho mas interesante la reflexion desde la tolerancia y la aceptacion de lo que pueda pensar otra persona, equivocada o no, el amor debe primar por encima del conocimiento de la verdad que aplasta, que busca tener razon, la verdad es hermosa desde la tolerancia, desde la comprension y desde la esperanza en el cambio y la conversion de las personas....
Cuando alguien llega a la conclusión a la que has llegado tú, Diego, se produce un cambio muy importante del ser. Los grandes gurús hiduistas de la iluminación dicen que cuando esto ocurre, el alumno se convierte en maestro. La tolerancia y la aceptación del otro, sea de la religión que sea, o abrace la verdad que abrace, es vital para que el Espíritu de la Creatividad puede actuar, a su antojo, en el corazón de todos. Así que te saludo, maestro Diego.
ResponderEliminarHay un cuento rabínico que ilustra, de forma reveladora, nuestros absurdos empeños por defender o monopolizar "la verdad":
Cuentan que una pareja que esperaba su primer hijo discutían todos los días por el nombre que le iban a poner. Él quería que fuera el de su abuelo materno. Ella pretendía que el niño llevase el nombre de su abuelo paterno. Enfrascados en innumerables debates sobre la conveniencia de honrar el nombre de un abuelo o del otro, se dieron cuenta de que no serían capaces de ponerse de acuerdo. Así que decidieron ir a consultar al rabino.
-¿Cómo se llamaba tu abuelo paterno, querida?
-Eleazar, respondió ella.
-¿Y tu abuelo materno, cómo se llamaba? le preguntó a él.
-Eleazar, contestó él.
Y el rabino, sorprendido por aquella discusión sin sentido, exclamó: Y entonces, ¿¡QUÉ PROBLEMA HAY!?
Pues eso...
La verdad, la verdad, la verdad, ¿qué es la verdad? ¿es mantener firme una convicción?¿es usar la autoridad que tienes para decir al otro: "tú tienes que aceptar esto sin opinar"?¿son las buenas itensiones la que sustentan la verdad?¿Es la denominación; sea cual sea, la que secuestra la verdad?¿son los líderes de la iglesia los que en sus prácticas dictan, orientan la verdad?
ResponderEliminarJeremías 17:5 "Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová."
¿Confiamos en la verdad del hombre? tanto defendemos nuestra verdad, como individuos, como organización, como responsables y no nos damos cuenta que en Juan 14:6 la verdad es Cristo.
Nos rasgamos las vestiduras ( simbólicamente ya que los trajes son caros jeje ) cuando alguien que no tiene la misma autoridad que uno nos diga que mentimos, que falseamos la verdad, y lo primero que hacemos es justificarnos e incluso argumentando que como tengo autoridad el otro tiene que callar.
Curioso es lo que dicen los detractores de Jesús en cuestión a su figura, en Mateo 22:!6 "...Maestro, sabemos que eres amante de la verdad, y que enseñas con verdad el camino de Dios, y que no te cuidas de nadie, porque no miras la apariencia de los hombres." Jesús núnca utilizo su autoridad para ejercer la verdad, pero tampoco utilizó la autoridad para reivindicar su posición.
Que fácil y compleja es la verdad, y doy gracias a Dios por la oportunidad de discutir (acaloradamente como con Diego jeje ) y también reflexionar con todos los mensajes ( incluído los de Diego rejejeje ).
Sinceramente tenemos que buscar a Cristo, a la VERDAD y vivir conforme Él nos enseña, conforme Él nos anima pero núnca conforme a lo que los hombres nos enseña.
Siempre en mis estudios bíblicos les digo a las personas que: "no quiero que se hagan adventistas, (incluso no doy los estudios de la fe de Jesús que son los más recurrentes ) sino se encuentren con Cristo y que allí en la iglesia donde esté vivas la verdad de Cristo." curiosamente cuando llevamos un mes o dos estudiando la Biblia, son ellos los que me dicen: "roberto, no puedo vivir lo que dice la Biblia en la iglesia donde estoy" esto lo he vivido muchas veces. Aquí en Algeciras, hay una señora evangélica que las creencias adventistas las está prácticando en su iglesia, le cuesta mucho, pero siempre me dice: "pastor es que son 20 años de ser evangélica, son mis hermanos, quiero enseñarles las verdades que he descubierto con la Biblia, quiero que acepten el adventismo" y mi reacción es que siga que ore y que hable allí donde se encuentre.
Amigos, soy pastor adventista, pero la verdad no es la denominación, confundimos este concepto porque decimos tener la verdad, lo que debieramos predicar al mundo es que la verdad es Cristo y que allí donde se encuentren prediquen la verdad. Es así como muchos aceptarán a Cristo y muchos en el día final subirán a las nubes de los cielos, no solo los de la denominación adventista, que de ellos ( y me incluyo ) muchos podemos quedarnos en el suelo viendo subir al cielo a nuestros hermanos, todo por polarizar la verdad e institucionalizarla.
Perdón por esta larga parrafada que surge más de mi sentimiento que de mi razonamiento personal.
Que Dios tenga misericordia de nosotros y nos bendiga.
Hola a todos,
ResponderEliminarMe encantan vestros comentarios. A mi entender muestran una mirada de la Verdad mucho más atractiva que la de la lección. Jesús es la Verdad, totalmente cierto, pero Jesús se destacó por atraer hacia él a todo tipo de personas, sin excepción y aceptarlas sin condiciones. ¡Ese ejemplo debería dirigir nuestra forma de actuar!
La lección del miércoles me ha dado escalofríos, me ha recordado a cuando tenía 11 años y recibía estudios bíblicos y estuve un montón de tiempo sufriendo porque no sabía si había pecado contra el espíritu santo y me había perdido para siempre. Claro que podemos acabar con nuestra conciencia a base de ignorarla pero si estamos aquí, buscando acercarnos a Jesús por medio de su Palabra es porque nos importa y queremos estar a su lado. Eso es lo que cuenta, adherirse a la Verdad (a Jesús) y volver a él todas las veces que nos separemos a causa de nuestra torpeza. Creo que ya está bien de amenazar con el "fuego eterno" (luego nos dedicamos a criticar a otros cristianos por eso mismo).
Me encanta estudiar con vosotros, gracias por este sitio, es una gran bendición. Abrazos.
Noemí
Una vez mas nuestro Padre nos quita un agobio y carga de encima. Jesús es La Verdad y nosotros no tenemos la carga de explicarle a nadie la verdad ó defenderla a ultranza. El se la explicará a cada persona, pues El solamente es La Verdad, con lo cual nuestra experiencia será conocerle como es nuestro privilegio hacerlo y compartirlo con los demás, ¿defender La Verdad? Que la defienda Jesús mismo, que seguro no deja ningún lugar a dudas.
ResponderEliminarsaludos a todos,
Hola a todos...
ResponderEliminarSon muy hermosos y acertados vuestros comentarios pero dejadme "fastidiar" un poquito...
El analisis de Jesus como verdad es muy correcto en occidente y en gran parte del mundo pero ¿que pasa con oriente, el islam, el judaismo y el budismo? por no hablar de zorotraismos o induismo etc...
Ellos no creen en Jesus como unica verdad sin embargo son tan bendecidos con la salvacion como nosotros...
Dios es la verdad, el camino y la vida. Nos importa mas a nosotros declarar y defender esta teoria que al mismo Jesus, al que solo le importa el corazon y la fe de la persona, sea de la religion que sea...
¿Por que estamos tan preocupados por declarar a Jesus como UNICA verdad, cuando El no lo hace?
Siempre que estemos un peldaño mas a la hora de tener claras mas cosas y vivir mas cerca "de la verdad" siempre deberia ser para servir a los demas y ayudarles..
Jesus nunca impuso nada, y nunca limito la libertad de eleccion ni por su linaje ni por sus creencias...
"El justo por la fe vivira"....
Diego, perdoname, pero cuando dices "Dios es la verdad, el camino y la vida" estás hablando de la Divinidad ( me parece creer entender ).
ResponderEliminarTambién cuando expresas todas esas religiones y filosofías están bendecidas con la salvación, creo entender que expresas la idea de que pueden ser salvas, algo en lo que estoy deacuerdo como todo los que acepten que Dios ama al mundo.
Pero recuerda que "... de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna."
Si te fijas la vida eterna la tienen todos aquellos que crean en Jesús. Digo esto porque si realmente todos proceden a la salvación por Dios, el ministerio de Cristo no tiene valor y por lo tanto su sufrimiento, no solo en la cruz sino durante todo su ministerio tiene más de valor simbólico que de valor práctico.
Yo no creo en la salvación universal por la simple razón de que Dios no va a obligar a nadie a vivir la eternidad en unas condiciones en contra de su voluntad; Dios no puede obligar a Hitler a vivir rodeado de judíos (y amándolos) toda la eternidad, eso sería un infierno.
ResponderEliminarPero sí que creo en que la salvación es ofrecida a todos, conozcan o no la revelación de Jesús y así creo entender a Pablo en Romanos 2: 12-16.
Yo creo que la revelación más completa de la Verdad está en Jesús, pero no creo en un Dios tan pequeño, tan limitado, que sólo se revelara, históricamente, en Israel. No sé cuales son los límites de su revelación en otras culturas, pero quiero ver vestigios de verdad en todas ellas.
Esther
Veamos, mis queridos amigos:
ResponderEliminarEsther, me he explicado incorrectamente, no hablo de la salvación universal sino de la posibilidad de salvación de todos, que es diferente.
El plan soberano de Dios y su encarnación debía producirse en algún momento y en algún lugar concreto, y ese destino ha sido Judea, y Jesús de Nazaret el autor y consumador de nuestra fe.
Querido Roberto, no creo que el ministerio de Cristo no tenga valor por incluir a aquellos que creen de otra forma lo mismo. Precisamente es lo que más valor le da y lo más hermoso.
A diferencia de nosotros que publicaríamos a toda voz que somos los protagonistas de la salvación (si lo fuéramos) Dios hace algo que es maravilloso, salva al que no cree en lo mismo que tú, al que no cree en Jesús como Dios, y lo salva siempre si uno lo desea (Ester) no hablo de la salvación universal..
Me parece maravilloso que nuestro Dios nos haya dado una luz en occidente que se acerque más a "la verdad" pero que en definitiva no es importante realmente... ¿Nos molesta la salvación de otros? ¿Nos molesta que se salven con otras creencias?..
Si estás convencido que tienes (algo imposible) la verdad, o que vives la verdad, sea entonces para comprender, para ayudar, para amar...
Podría haber vida eterna en muchos que no creen en Jesús, pero que el proceso es similar...
No somos exclusivistas del amor de Dios y menos de su salvación..
Juan Ramón habla del espíritu de la Creatividad, lo cual es sumamente interesante...
Gracias Roberto por el tono de tu comentario...
Un abrazo