CÓMO TRATAR CON LAS
PELEAS
Sábado 7 de febrero
Sábado 7 de febrero
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Proverbios 17; 1 Corintios
13:5-7; Juan 8:1-11; Proverbios 18; Proverbios 19; Deuteronomio 24:10-22.
PARA MEMORIZAR: “Mejor es un bocado seco, y en paz, que casa de contiendas llena de provisiones” (Prov. 17:1).
Proverbios denuncia otra vez el engaño de las apariencias. Puede ser que parezcamos tener todo lo que el mundo ofrece −riqueza, poder, placeres, fama−, no obstante, detrás de la fachada florecen la tensión y la miseria. Aun es posible que la causa de esta tensión y miseria sean, precisamente, la riqueza y los placeres que la gente persigue con tanto afán. Como lo destaca un proverbio egipcio: “Mejor es el pan con un corazón contento, que la riqueza con fastidio” (Miriam Lichtheim, “Instructions”, Ancient Egyptian Literature, II:156).
Proverbios denuncia otra vez el engaño de las apariencias. Puede ser que parezcamos tener todo lo que el mundo ofrece −riqueza, poder, placeres, fama−, no obstante, detrás de la fachada florecen la tensión y la miseria. Aun es posible que la causa de esta tensión y miseria sean, precisamente, la riqueza y los placeres que la gente persigue con tanto afán. Como lo destaca un proverbio egipcio: “Mejor es el pan con un corazón contento, que la riqueza con fastidio” (Miriam Lichtheim, “Instructions”, Ancient Egyptian Literature, II:156).
De acuerdo con el libro de Proverbios, el primer paso para resolver este problema es reconocer cuáles son nuestras prioridades: las relaciones pacíficas
son más importantes que la riqueza (Prov. 17:1). Lo que importa no es tanto lo
que tenemos, sino quiénes somos dentro de nosotros mismos. El consejo que
sigue ayudará a restaurar esta prioridad y a conducirnos a tener paz interior
(hebreo, shalom), que aumentará nuestra felicidad.
Domingo 8 de febrero
EL PECADO Y LOS AMIGOS
Lee Proverbios 17:9 y 19:11. ¿Qué punto vital se presenta en estos
textos? ¿De qué forma debemos tratar con otros que caen?
Cuando alguien comete un error, es muy tentador difundir la historia, contarla a otros. ¿Oíste acerca de lo que hizo Fulano de Tal? Aunque actuemos
como si estuviéramos consternados por la acción, seguimos con el deseo de
contar a otros lo que sucedió. Esto significa que estamos chismeando, y es precisamente en contra de eso que se nos advierte, porque esta conducta generará contiendas, aun entre amigos cercanos. Después de todo, si un amigo tuyo
tiene una caída, ¿qué clase de amigo eres, si vas por allí contándoselo a otros?
En cambio, se nos advierte que debemos “cubrir” la falta. Sin embargo, esto
no implica que debamos esconder el pecado, actuar como si nunca hubiera
ocurrido, como si la persona nunca hubiese hecho nada malo. El pecado que
está encubierto todavía está presente, pero escondido. En realidad, en esta
expresión, la palabra hebrea para “cubrir” tiene la connotación específica de
“perdonar” (Sal. 85:2; Neh. 4:5). El amor, y no el chisme, debe ser nuestra res-
puesta a la equivocación de una persona.
Lee Proverbios 17:17 y 1 Corintios 13:5 al 7. ¿De qué modo el amor
ayuda a afrontar la equivocación de un amigo?
Uno no ama a su cónyuge o a un amigo porque sean perfectos: los amamos
a pesar de sus errores y fallas. Solo mediante el amor aprendemos a no juzgar a
otros porque, a causa de nuestras propias faltas y errores, podemos ser tan culpa-
bles como ellos. En cambio, podemos lamentarnos con ellos por lo que hicieron
y procurar, de cualquier manera en que podamos hacerlo, ayudarlos a superar la
situación. Después de todo, ¿para qué están los amigos, si no para esto?
Piensa en una ocasión en que te equivocaste mucho y te perdonaron, te ayudaron
y te consolaron. ¿Qué te dice esto acerca de cómo debes comportarte con otros?
Lunes 9 de febrero
¡SÉ JUSTO!
El amor verdadero no es ciego. El que “cubramos” con amor el error de alguien no significa que no veamos el pecado ni que no lo reconozcamos como
tal. El amor y la justicia van juntos. La palabra hebrea para “justicia”, tsedeq,
también significa “amor”, “caridad”. No podemos tener compasión verdadera si
no somos justos, y no podemos ser justos si no tenemos compasión y amor. Los
dos conceptos deben estar unidos.
Por ejemplo, el ejercicio de la caridad hacia los pobres no debe ser hecho
a expensas de la justicia; por eso, está la recomendación de no favorecer al
pobre en el tribunal (Éxo. 23:3). Si el amor nos obliga a ayudar a los pobres,
sería injusto favorecerlos cuando están equivocados sencillamente por ser pobres. La justicia y la verdad deben, por lo tanto, ir juntas con el amor y la compasión. Este sabio equilibrio caracteriza la Torá y la Ley de Dios, y se enseña y
promueve en el libro de Proverbios.
Lee Proverbios 17:10 y 19:25. ¿Qué dicen estos textos acerca de la
necesidad de la reprensión y la confrontación?
El hecho de que Proverbios 17:10 siga inmediatamente al llamado de cubrir
los errores mediante el amor (Prov. 17:9) no es por casualidad. Esta mención de
“reprensión” en relación con el “amor” pone al amor en la perspectiva correcta.
El texto implica una reprensión severa.
Lee Juan 8:1 al 11. ¿De qué modo trató Jesús con el pecado?
“En su acto de perdonar a esta mujer y estimularla a vivir una vida mejor, el
carácter de Jesús resplandece con la belleza de la justicia perfecta. Aunque no
toleró el pecado ni redujo el sentido de la culpabilidad, no trató de condenar
sino de salvar. El mundo tenía, para esta mujer pecadora, solamente desprecio
y escarnio; pero Jesús le dirigió palabras de consuelo y esperanza. El Ser sin
pecado se compadece de las debilidades de la pecadora, y le tiende una mano
ayudadora. Mientras los fariseos hipócritas la denuncian, Jesús le ordena: ‘Vete,
y no peques más’ ” (DTG 427).
Martes 10 de febrero
OTRA VEZ LAS PALABRAS
Lee Proverbios 18. Aunque aquí se presentan diversos temas, con
céntrate en lo que dice acerca de nuestras palabras. ¿Qué conceptos
importantes se presentan aquí con respecto a lo que decimos o a lo que
no decimos?
Otra vez se nos confronta con el poder de las palabras; en este caso, vemos
cómo los necios usan sus bocas para su propia destrucción. El versículo 13 es
especialmente iluminador. Cuán fácil es hablar antes de escuchar con cuidado
y discernir lo que se nos dijo. Cuántas veces podríamos habernos ahorrado, a
nosotros y a otros, un dolor innecesario si solo hubiéramos aprendido a pensar
con cuidado lo que acabamos de escuchar antes de responder a ello. Además,
también es cierto que hay momentos en que el silencio es la mejor respuesta.
Lee Proverbios 18:4. ¿Por qué las palabras de los sabios son como
aguas profundas?
La imagen de “aguas profundas” se usa en el libro de Proverbios para representar la sabiduría (Prov. 20:5). Transmite la idea de tranquilidad y, también, de
profundidad y riqueza. Los sabios no son superficiales. Obtienen sus palabras
de lo profundo de su reflexión y de experiencias personales. ¿Quién no se ha
maravillado, a veces, por los pensamientos profundos de quienes tienen sabiduría y conocimiento?
Lee Proverbios 18:21. ¿Qué significa esto?
Proverbios nos dice de nuevo lo que deberíamos saber: nuestras palabras
son poderosas, y pueden constituirse en una fuerza para el bien o para el mal,
para la vida o para la muerte. Por eso debemos ser cuidadosos al usar esta
potente herramienta.
Piensa en una ocasión en la que las palabras de alguien te hirieron muchísimo.
¿Qué te enseñó eso acerca de cuán poderosas son las palabras? ¿Qué te enseña
acerca de cuán cuidadoso debes ser con lo que dices?
Miércoles 11 de febrero
LOS DOS LADOS DE UNA HISTORIA
Lee Proverbios 18:2 (si es posible, en la Nueva Versión Internacional).
¿Por qué los necios necesitan tiempo para formar sus opiniones?
Los necios están tan seguros de sí mismos y tan ansiosos de expresar sus
propias opiniones (es decir, descubrir su corazón) que no se interesan en
aprender de otros. Sus mentes cerradas se conjugan con sus bocas abiertas.
Esta es una combinación mortal. Cuán cuidadosos debemos ser, para que no
nos encontremos haciendo lo mismo, especialmente en un tema en el que estamos convencidos de estar en lo cierto.
Después de todo, ¿no nos hemos sentido muy seguros sobre un tema en
algún momento, solo para encontrar más tarde que estábamos equivocados?
Esto no significa que no debamos tener convicciones o estar seguros de nuestros conceptos; solo significa que necesitamos algo de humildad, pues ninguno
de nosotros tiene todas las respuestas, y aun cuando nuestras respuestas sean
correctas, la verdad a menudo es más profunda y tiene más matices de los que
podemos apreciar o comprender.
Lee Proverbios 18:17. ¿Qué punto importante se presenta aquí?
Solo Dios no necesita una segunda opinión, precisamente porque su naturaleza ya la tiene pues sus ojos están en todas partes (Prov. 15:3). Dios tiene
la capacidad de ver todos los lados de un asunto. Nosotros, por el contrario,
solemos tener una visión muy limitada de las cosas; idea que tiende a volverse
aún más estrecha cuando nos decidimos por una posición, especialmente en
asuntos que nosotros pensamos que son importantes.
Sin embargo, como ya debemos saber, siempre hay dos o más lados en una
historia, y cuanta más información tengamos más correcta será nuestra visión
acerca del tema.
Piensa en una ocasión en que estabas absolutamente convencido de algo, tal vez
una idea que tuviste toda la vida, solo para descubrir más tarde que habías estado equivocado todo ese tiempo. ¿Qué debe decirte esto acerca de tu necesidad
de estar abierto a la posibilidad de que puedas estar equivocado acerca de las
cosas que ahora te entusiasman más?
Jueves 12 de febrero
SÉ VERAZ
Un rey necesitó designar un nuevo ministro para el cargo más alto de su
reino. Para ello, organizó un concurso especial acerca de la mentira: quién
podría pronunciar la mentira más grande. Todos sus ministros se inscribieron,
y cada uno fue y dijo su mentira más grande. Pero el rey no estuvo satisfecho;
sus mentiras parecían pobres. El rey, entonces, preguntó a su consejero más
confiable:
–¿Por qué no te presentaste al concurso?
–Majestad, lamento haberlo defraudado, pero no puedo inscribirme en ese
concurso –contestó el consejero.
−¿Por qué no? –preguntó el rey.
−Porque nunca miento –respondió el consejero.
El rey decidió designarlo a él para el cargo.
Como pecadores, mentir es para nosotros más fácil de lo que pensamos; por ello, cuán cuidadosos debemos ser con nuestras palabras.
El rey decidió designarlo a él para el cargo.
Como pecadores, mentir es para nosotros más fácil de lo que pensamos; por ello, cuán cuidadosos debemos ser con nuestras palabras.
Lee Proverbios 19. Aunque aquí aparecen muchos temas, ¿qué dice
acerca del mentir?
El libro de Proverbios sostiene una elevada norma ética. Es mejor continuar siendo pobre o aun perder una promoción si, para obtenerla, tenemos que
mentir o sacrificar nuestra integridad (Prov. 19:1), si tenemos que hacer trampas
o el precio es la falta de fidelidad (Prov. 19:22).
Lee Proverbios 19:9. ¿Cuál es la responsabilidad de un testigo?
Mentir, en sí mismo, ya es bastante malo; pero hacerlo en un tribunal y bajo
juramento es aún peor. En muchos países, el perjurio es un crimen, y muy serio.
El testigo, por lo tanto, debe dar un testimonio veraz. No es accidental que este
versículo siga a la mención de los “amigos de quienes reparten regalos” (Prov.
19:6, NVI), y del pobre que es odiado por sus amigos y aun por sus hermanos
(Prov. 19:7). El punto es: los testigos no deben ser influenciados por sobornos o
por la condición social de aquel de quien testifican.
Lee Deuteronomio 24:10 al 22. ¿Qué principio importante se ve aquí, y cómo
debemos aplicar esto a nosotros mismos y en nuestro trato con los necesitados?
Viernes 13 de febrero
PARA ESTUDIAR Y MEDITAR: “El espíritu de la chismografía es uno
de los agentes esenciales que tiene Satanás para sembrar discordia y disensión, para separar amigos y minar la fe de muchos en la veracidad de nuestra
posición. Hay hermanos y hermanas que propenden demasiado a hablar de las
faltas y de los errores que creen ver en los demás, y especialmente en aquellos
que han dado sin vacilar los mensajes de reprensión y amonestación que Dios
les confiara” (JT 1:492; TI 4:193).
“Los hijos de estos quejosos escuchan con oídos abiertos y reciben el veneno del desafecto. Los padres están así cerrando ciegamente las avenidas por
medio de las cuales se podrían alcanzar los corazones de los hijos. Cuántas
familias sazonan sus comidas diarias con dudas y preguntas. Disecan el carácter de sus amigos, y lo sirven como un delicado postre. Circula por la mesa
un precioso trozo de calumnia, para que lo comenten no solamente los adultos,
sino también los niños. Esto deshonra a Dios. Jesús dijo: ‘En cuanto lo hicisteis a
uno de estos mis hermanos pequeñitos, a mí lo hicisteis’” (TI 4:193, 194).
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
1. Siempre resulta difícil callar cuando los que amas se equivocan. Y es tan
fácil tratar de disimularlo. ¿De qué modo alcanzamos un equilibrio correcto en
situaciones como estas? Ciertamente, necesitamos mostrar gracia, así como recibimos gracia por nuestros errores. Pero ¿significa esto que siempre, o alguna
vez, la persona pueda seguir pecando con impunidad y no afrontar las consecuencias? ¿Cuál es el camino correcto en situaciones como estas?
2. Tal como dice la lección de esta semana, la mayor parte de las cosas de
la vida son muy complicadas y tienen muchas facetas. Por eso, aun aquellas
cosas en las que estamos en lo correcto pueden ser más complejas de lo que
entendemos. ¿Cómo podemos aprender a tener la mente abierta y, al mismo
tiempo, no ser necios acerca de ello?
3. ¿Cuáles son algunas maneras en que podemos mentir sin usar ninguna
palabra?
Me gusta mucho esta idea de la sección del miércoles:
ResponderEliminar"Después de todo, ¿no nos hemos sentido muy seguros sobre un tema en algún momento, solo para encontrar más tarde que estábamos equivocados? Esto no significa que no debamos tener convicciones o estar seguros de nuestros conceptos; solo significa que necesitamos algo de humildad, pues ninguno de nosotros tiene todas las respuestas, y aun cuando nuestras respuestas sean correctas, la verdad a menudo es más profunda y tiene más matices de los que podemos apreciar o comprender".
Aviso a navegantes: La verdad es difícil de aprender, y también de aprehender...
Defender las convicciones es loable, ya que indica que forman parte de uno mismo, que nos resuelven nuestras preguntas. De esta forma, en el momento en que no nos sirvan sentiremos la necesidad de cambiarlas, porque al hacerlas nuestras las hacemos flexibles.
ResponderEliminarEl problema es tener una convicción y no saber defenderla porque nunca ha sido nuestra, nunca ha sido interiorizada. Este tipo de pensamiento no es flexible, es dogmático. Y en este punto es dónde toma protagonismo la humildad, necesaria para reconocer que debemos hacer nuestras las convicciones para así poder vivirlas.