viernes, 18 de junio de 2010

VIGENCIA DE LEVÍTICO 11 EN UNA ECONOMÍA DE LA GRACIA

Introducción

Levítico 11 ha sido motivo de interés no solamente para los adventistas, sino también para todo exégeta veterotestamentario interesado en las leyes y regulaciones judías. Aun los estudiosos de la fauna del Medio Oriente han encontrado este capítulo de cierta utilidad. Para el hombre moderno, Levítico parece ser un pasaje que pertenece al mundo de la superstición y del tabú, al mundo primitivo de la ignorancia humana.

Es conveniente analizar el contenido del capítulo 11 para descubrir su significado, y el lugar que ocupa en el pensamiento del AT: ¿Qué origen tiene la distinción entre animales puros e impuros, y cuál es el propósito de dicha distinción?


Observaciones generales

Si damos un vistazo general a Levítico 11 notaremos inmediatamente varias observaciones:

1. El capítulo está formado por seis secciones principales. Cada sección se inicia usando las palabras “estos”, “esta” (vers. 2, 9, 13, 24, 29, 46).

2. Los animales están agrupados de acuerdo al área en que habitan. Así, se mencionan primero las criaturas que habitan sobre la tierra (2-8), luego las que habitan en el agua (9-12) y, finalmente, las criaturas del aire, las que vuelan (13-23).

3. La distinción entre animales puros e impuros se define de forma sencilla: los animales terrestres limpios tienen pezuña partida y rumian; los peces limpios tienen aletas y escamas; y las aves limpias se caracterizan por no ser animales de rapiña. En el caso de los insectos, aquellos que tienen patas para saltar se pueden comer (20-22).

4. El capítulo establece que la capacidad contaminante de los animales impuros no se limita únicamente al acto de comer su carne. La persona puede contaminarse al tocar sus cuerpos muertos (24). Un animal limpio que muere también se convierte, si se toca, en instrumento de impureza, contaminando al individuo (39), indicando que la muerte, independientemente del tipo de animal, es fuente de impureza.

5. La identificación de algunos animales mencionados en este capítulo es imposible por el momento. Algunas versiones bíblicas han preferido transliterar ciertos términos hebreos, en lugar de adivinar sus significados. Así, por ejemplo, hargol y hagab, que probablemente designan etapas en el desarrollo de la langosta, o a grupos distintos de langostas. Es de imaginar que para los hebreos de aquella época la identificación no era un problema.

Estas breves observaciones indican que Levítico 11 tiene un carácter didáctico. La forma sencilla y estructurada del capítulo tenía el propósito de facilitar al israelita el aprendizaje de su contenido. En este proceso fue muy útil acompañar el principio de distinción con ejemplos específicos que ilustraban el principio expuesto. Por eso, las clasificaciones de animales en grupos de puros e impuros no tienen un carácter científico. Los criterios para identificar a los animales son de tipo pragmático, determinados básicamente por lo que cualquier persona podía observar en la fauna. Por ejemplo, el animal terrestre ha de rumiar y tener la pezuña partida.


Teorías sobre el origen y significado de la ley de Levítico 11

Aunque Levítico 11 se distingue por su sencillez, no les resultó fácil a los eruditos descubrir su origen y el significado de la distinción entre animales puros e impuros. En un esfuerzo por comprender mejor esas leyes surgieron varias teorías. Éstas son algunas de ellas:


1. LA INTERPRETACIÓN ÉTICA

Ésta es, probablemente, la más antigua. Entre los primeros exponentes de esta posición se encuentra el historiador judíos Aristeas, del siglo I AC. En un documento conocido como “La Carta de Aristeas”, el autor establece que la ley de los animales puros e impuros tiene el propósito de enseñarle al israelita los principios de moral y de justicia. Así, por ejemplo, se prohíbe comer animales de presa, para que éste no convierta a otros hombres en sus presas. Esa misma idea es desarrollada por Filón de Alejandría (20 AC-40 DC), al decir que los judíos no comen animales con malos instintos para no desarrollar esos mismos instintos. El propósito de la ley es, por lo tanto, refinar al ser humano en su conducta, instruyéndolo en el autocontrol, que es el primer paso en la búsqueda de santidad. Esta interpretación no se interesa en definir el origen de la ley. Su interés se centra en definir su función.

Jacob Milgrom, erudito judío, dio hace algunos años un nuevo enfoque a la interpretación ética. Según él, el propósito de las leyes de salud de promover la santidad debe ser entendido en términos éticos, pues imitar la santidad de Dios es practicar la ética asociada con su naturaleza. Ese llamado a la santidad se enfatiza en forma especial en las leyes alimentarias. Esto indicaría que a través de esas leyes se logra una elevada ética de la vida. El principio ética fundamental que la ley trata de inculcar es el de la inviolabilidad de la vida. Así, el propósito de esta ley era enseñar reverencia hacia la vida, mediante el acceso restringido a la carne animal como alimento, y absteniéndose de su sangre (vida).

En cierta forma, los límites impuestos por la ley para el consumo de carne animal podrían interpretarse como expresando, en cierta medida, respeto por la vida. El problema derivado de esta interpretación se puede resumir en dos preguntas: ¿por qué debe respetarse una forma de vida y otra no? y ¿por qué respetar más la vida de los animales que no respetan la de otros? Si la intención de la ley era enseñar al israelita a respetar la vida, resulta un tanto incongruente tratar de hacerlo autorizando que se maten animales, aunque sea de forma limitada.

Aún cuando pueda existir en las leyes de animales puros e impuros un interés ético, no parece ser ese interés el que determina el propósito fundamental de la distinción, pues permite acabar, para comer, con la vida de ciertos animales.


2. LA INTERPRETACIÓN SIMBÓLICA

De acuerdo con ella, cada animal simboliza una virtud. El cerdo es considerado símbolo de la suciedad del pecado. La oveja, por otro lado, es limpia porque recuerda al israelita que Dios es su pastor. Pero el problema es que para esta interpretación no existen controles hermenéuticos. Este enfoque es más bien de carácter homilético, pero nunca exegético.


3. LA INTERPRETACIÓN DE MOVIMIENTO Y SANTIDAD

La antropóloga Mary Douglas propuso, en la década de los setenta del siglo pasado, una teoría novedosa para explicar la distinción entre animales puros e impuros, que ha sido aceptada por no pocos exégetas del AT (entre ellos Wenham y Porter). En esta interpretación, Douglas no solamente intenta explicar la función de esta ley, sino también su origen. Según ella, la única razón que da Levítico 11 para esta distinción es la santidad. Esa santidad significa no solamente “separar algo” para su uso especial, sino “estar sin mezcla”, ser puro. Esa pureza se refleja en la perfección física que se requiere para todo lo que se lleva al templo, pero también se extiende al mundo social y, por consiguiente, a los animales. De ahí que lo híbrido sea negativo y, por lo tanto, impuro. ¿Cómo descubrir, entonces, el grado de mezcla o de pureza en los animales? Douglas sostiene que, para los hebreos, el mundo animal está dividido en tres esferas. Hay animales que vuelan, y para ello tienen dos alas para volar y dos patas para caminar. Hay animales que caminan sobre la tierra, y para ello tienen la pezuña partida. Finalmente están los animales que nadan, y para ello tienen aletas y escamas. Estos animales son puros, porque se conforman a la forma de movimiento de su especie. Cualquier criatura que se desvía de las características de movimiento de su especie es inmundo, y carece de santidad.

Pero esta teoría comporta algunos problemas. Sólo mencionaré uno de ellos: no explica por qué la oveja, el buey y la cabra, que tienen pezuñas partidas son animales limpios, mientras que el cerdo, que también tiene patas con pezuña partida, es impuro. El cerdo no se ha desviado de las características de movimiento de su grupo, y de acuerdo con esta teoría no debería ser impuro. Parece ser ésta una grave inconsistencia.


4. LA INTERPRETACIÓN CARNÍVORA

Para esta teoría, los impuros son animales carnívoros. Ellos comen carne con sangre. En muchos casos esto es cierto, sobre todo cuando hablamos de las aves. Sin embargo, con ella no se pueden explicar todas las distinciones. Por ejemplo, hay animales impuros que no son carnívoros. ¿Por qué deben considerarse comestibles las langostas, pero no los otros insectos que no se alimentan de carne? Además, no todos los peces que tienen aletas y escamas comen vegetales o plancton. Éstas son algunas cuestiones que esta teoría no puede explicar.


5. LA INTERPRETACIÓN IDOLÁTRICA

De acuerdo con esta teoría, los animales impuros de Israel eran los usados para sus sacrificios por los pueblos paganos de su entorno. A veces, eran también usados en relación con procesos de magia.

Efectivamente, sabemos que la mayoría de los animales declarados como impuros por Levítico 11 eran usados para sus cultos y sacrificios por los paganos del entorno de Israel. Pero no podemos olvidar que muchos de los animales declarados puros por esta ley también eran usados como sacrificios a las deidades paganas. Tampoco sirve la explicación de que no tiene que ver con los sacrificios paganos, sino con la divinización pagana de algunos animales, pues hay animales declarados puros por Levítico 11 y que representan deidades en las religiones paganas.


6. LA INTERPRETACIÓN DEMONÍACA

Se ha sugerido que los animales impuros fueron considerados como tales por los israelitas porque entre los paganos esos animales estaban asociados son el mundo de los demonios, de las deidades de los mundos infernales, es decir, con el mundo de la muerte y del caos. El representante más destacado de esta teoría es Walter Kornefeld.

Todo parece indicar que, efectivamente, todos los animales impuros están relacionados directa o indirectamente con esas ideas. Algunos de ellos no están vinculados con los demonios de forma clara, como el camello, pero están asociados con aspectos demoníacos, como el desierto y las ruinas. De acuerdo con esta teoría, los animales impuros fueron rechazados como alimento por su asociación con las fuerzas de la muerte.

Esta interpretación, no obstante, tiende a pasar por alto el hecho de que algunos animales impuros son asociados, entre los paganos, con fuerzas benéficas. El león, por ejemplo, era un símbolo del poder de la fuerza divina sobre el mal. En Egipto, los faraones eran representados muchas veces como leones. Por otro lado, aun ciertos animales puros, como el toro, se usaban para ilustrar el poder atribuido a los demonios. Estos son argumentos que esta teoría no es capaz de rebatir. Sin embargo, ha de reconocerse que, en términos generales, los animales impuros parecen estar asociados a símbolos de muerte y de fuerzas demoníacas (reveladora es la imagen de Jesús expulsando a los demonios del Gadareno, y éstos entrando en una piara de cerdos…).


7. LA INTERPRETACIÓN HIGIÉNICA O DE LA SALUD

Esta teoría considera la ley de los animales puros e impuros como una ley de salud. Su intención era definir o identificar cuáles eran los animales que se podían comer sin que la salud del individuo se viera afectada. Aquellos animales con problemas higiénicos y que podían contagiar al ser humano sus enfermedades eran considerados impuros. Esta interpretación se remonta al escritor judío Moses Ben Maimón (1135-1204 DC), más conocido como Maimónides. Hay también un buen número de exégetas modernos que se adhieren a ella (entre ellos, Albright, Clements, o Knigth)

Esta interpretación ha sido severamente criticada por algunos especialistas (sobre todo por Gordon Wenham). Y es que, efectivamente, hay animales puros cuya carne es extremadamente grasa (como el cordero, por ejemplo) y pueden contribuir a enfermar al organismo. Esto no ocurre si la ingesta es moderada, pero lo mismo se puede decir con carnes como la del cerdo ibérico, por ejemplo. Además, los recientes casos de contagio de la encefalopatía espongiforme (comúnmente llamada la enfermedad de las vacas locas), o los habituales contagios de la gripe aviar por parte de aves migratorias a aves de granja, y de éstas a seres humanos, desmienten esta postura. Por último, esta teoría supondría que Dios creó a los animales con unas características morfológicas determinadas para que los seres humanos supieran qué debían comer y qué no, por lo que en el propio acto de la creación Dios habría tenido en cuenta una economía del pecado. No puede haber muerte en un mundo libre de pecado, por lo que pensar que Dios creó a los animales de forma que el hombre pudiese distinguir los que era sano matar para comer y los que no significaría que Dios creó pensando ya en el pecado de los seres humanos, y la consiguiente aparición de la muerte. Este extremo me parece, como mínimo, indefendible, si hacemos caso al texto genésico que dice que Dios creó todo por bondad y todo era bueno en gran manera.


8. LA INTERPRETACIÓN DEL SACRIFICIO

Según esta teoría, a la que personalmente me adhiero, el origen de la distinción entre animales puros e impuros está en la economía de sacrificios de Israel. Esta teoría no responde a una supuesta funcionalidad de las carnes puras (más sanas o menos sanas), pues eso nos llevaría a un cierto determinismo de la economía del pecado en el propio acto creador de Dios.

El libro de Levítico deja claro que sólo lo puro (definido como tal por la única discrecionalidad de Dios) puede ser destinado al sacrificio. Esta relación entre la santidad de Dios, el animal puro y el sacrificio de dicho animal apunta hacia el origen de la distinción entre animales puros e impuros. Y nos aleja de la funcionalidad en términos de salud, que nos sumerge en el callejón sin salida del determinismo de la economía del pecado en el acto creador de Dios, ya que Dios lo crea todo por bondad, y bueno en gran manera, y una vez que el ser humano entra en la economía del pecado Dios decide qué servirá para sacrificios y qué no, tomando como base la fácil distinción morfológica.

Es interesante analizar, en este sentido, el primer pasaje bíblico en el que se menciona la distinción que nos ocupa. Se trata de Génesis 7: 2 y 3. Antes de que viniera el diluvio, Dios pide a Noé: “De todo animal (behemah) limpio toma siete parejas; pero de los animales que no son limpios, una pareja, para conservar viva la especie sobre la faz de la tierra”. Consideremos algunas observaciones:

1. Lo primero que debemos notar es que los criterios de distinción entre animales puros e impuros no se le explican a Noé. Esto parece indicar que Noé estaba ya acostumbrado a dicha distinción.

2. Además, solamente se mencionan dos tipos de animales. Uno es llamado behemah. Con este término se designa a los animales cuadrúpedos en general, o incluso a los cuadrúpedos domésticos. El segundo tipo de animal es llamado ‘of. Con este término se designa a los pájaros. Y aquí surge la primera pista.

3. Evidentemente, en el arca entraron muchos animales que no eran ni cuadrúpedos ni pájaros. De acuerdo con Génesis 6: 19-20, entró todo tipo de animales, aves, y reptiles. Sin embargo, al hacerse referencia al concepto de animal limpio y no limpio, sólo se mencionan dos tipos de animales: cuadrúpedos y aves.

4. Está bastante claro que la distinción de Génesis 7: 2 y 3 no está determinada por la preocupación de lo que se puede o no se puede comer. De hecho, la narración de la experiencia de Noé con relación a los animales que entrarían en el arca presupone que los animales no formaban parte de la dieta: Noé recibe el permiso de comer carne animal únicamente después del diluvio (Gn. 9: 2 y 3). Al crear a los seres humanos, Dios previó para su alimentación frutos y semillas (Gn. 1: 29), que parecen tener en común el principio de preservación de la vida a la hora de comer. Además, Génesis 6: 21 sugiere que Noé era vegetariano.

La lectura de estos pasajes levanta, por tanto, dos importantes preguntas:

1. ¿Por qué se limita la distinción entre animales puros e impuros únicamente a dos tipos de animales?

2. Si la distinción no parece estar determinada por razones de alimentación, ¿cuál es su propósito?

Ambas preguntas son contestadas en Génesis 8: 20: “Y edificó Noé un altar a Dios, y tomó de todo animal (behamah) limpio y de toda ave (‘of) limpia, y ofreció sacrificio en el altar”. La distinción entre animal puro e impuro tiene el propósito de identificar a los animales que pueden ser ofrecidos como sacrificio, y no el de determinar cuáles se pueden comer y cuáles no. Y la distinción se limita a dos tipos (cuadrúpedos y aves) porque eran los que se usaban para sacrificios. A Dios nunca se le sacrificaban insectos o peces. Tampoco reptiles. Solamente se le ofrecían cuadrúpedos y aves. Así que la distinción tiene que ver, en su origen, con qué animales se debía llevar al altar del sacrificio, y no con los que eran aptos para el consumo.

El libro de Levítico hereda, en un principio, este propósito de la distinción: qué animales son aptos para el sacrificio, y cuáles no. Es más, incluso no todos los animales puros sirven para el sacrificio. Éstos, además, deben ser perfectos (tamim). Son numerosos los pasajes que se dedican a determinar qué animales puros no son perfectos y, por lo tanto, no son aptos para el sacrificio: Animales ciegos, perniquebrados, mutilados, verrugosos, sarnosos o rosoños (22:22). Tampoco los deformes (22:23), ni con testículos heridos (22:24). Esto demuestra la preocupación de Levítico por la idoneidad del animal que va a ser sacrificado.

Es lógico pensar que, en una economía del sacrificio y el holocausto, Dios aproveche la distinción entre animales puros e impuros para dictar las normas alimentarias. Es como decir: “Lo que es apto para mí, tu Dios (animales puros), lo es también para ti para comer. La santidad sacrificial será tu forma de distinguir las carnes. Los animales que te sirvan para comer te recordarán los animales que sirven para sacrificar”. Israel adoptará para comer las carnes que Dios acepta como sacrificio.


Conclusiones

En una economía de la gracia, que se aleja años luz de la economía del sacrificio, esta distinción comienza a ser precaria. Si ya no hacen falta los sacrificios, porque Jesús viene a mostrarnos cuál es el verdadero carácter de Dios, y lo que a Dios realmente le agrada (no sacrificios de animales, sino la vida vivida a favor de los demás hasta sus últimas consecuencias), tiene mucho menos sentido la distinción entre animales que se pueden comer y animales que no, pues conecta íntimamente con la de los animales que sirven para el sacrificio ritual.

No se niega la utilidad de Levítico 11 como base alimentaria en lo que respecta al consumo de carne. Es generalmente aceptado que las carnes de animales puros suelen ser más saludables, en la mayoría de los casos, que las de los impuros. Pero no en todos, por lo que si la regla de la salud no funciona como criterio de forma coherente en todos los casos, siendo un prescripción dictada por un Dios que debería conocernos a la perfección, pues es nuestro creador, es que no debe ser ésa la razón de dicha norma.

Por otra parte, el hecho de que dicha diferenciación, no aplicada al sacrificio ritual sino como base alimentaria, aparezca en un libro del que rescatamos tan apenas este capítulo, no dice mucho de nuestro criterio de selección. Hay decenas de normas higiénicas en Levítico que no hemos rescatado para nuestros días, pues los cristianos entendemos que pertenecen al orden ceremonial, y que no tienen vigencia para nosotros. Si el origen pre-levítico de esta norma se encuentra en la distinción de animales para el sacrificio ritual, y el resto de Levítico lo calificamos de ley ceremonial, ¿qué sentido tiene conceder casi rango de ley moral a la distinción alimentaria entre animales puros e impuros?

Por ello, es fácil colegir que no debería ser signo de discipulado, en una iglesia cristiana, la aplicación en la vida personal de las normas alimentarias de Levítico 11, aunque se puedan recomendar como base de una forma de nutrición que opte por el omnivorismo. Sin embargo, está mucho más pegada al principio bíblico de la preservación de la vida la recomendación de una forma de alimentación basada en vegetales, huevos y leche. Y, de todas formas, ni mucho menos debería ser, tampoco esta forma de alimentarse, signo de discipulado cristiano. Mejor seguir el consejo del apóstol Pablo: "Pues si coméis, o si bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios" (1ª Cor 10:31).

46 comentarios:

  1. Juan Ramón, ¿tú eres realmente consciente del alcance que tiene lo que acabas de decir? ¡Te has cargado de un plumazo más de un siglo de doctrina alimenticia adventista! De todos modos, me parece que más de uno, y más de dos, ya lo habíamos hecho a nivel personal. Tú has dado forma a algo que ya se palpaba en el ambiente.

    ¡Ole mi nene!

    ResponderEliminar
  2. Gracias por tus palabras, querido Niel. Las leo, y no sé si echarme a reír o a llorar. Os aseguro que sólo pretendo dar instrumentos para la reflexión individual. Todo lo mío hay que ponerlo en cuarentena, ya lo sabes. Espero que no haya nadie que se sienta dañado por la orientación que le he dado a mi propuesta.

    He de decir que esta reflexión empezó a fraguarse hace veinte años, a raíz de la lectura de un artículo aparecido en la Revista Adventista Española de abril de 1989, firmado por Ángel Manuel Rodríguez, a la sazón profesor de religión en el South-Western Adventist College, en Texas. La orientación que él ofrecía es radicalmente distinta a la mía, pero el análisis crítico de las distintas teorías se lo debo a él.

    Un abrazo. Feliz sábado a tod@s.

    ResponderEliminar
  3. Juan Ra, no deja de sorprendernos, ¿Para cuándo más como él?...

    ResponderEliminar
  4. Escribo desde los limbos del vértigo que me tiene atenazado en casa desde el sábado pasado y que ha impedido esta mañana soleada de sábado barcelonés que participara en una Escuela Sabática que se presagiaba de gran interés. Lo admito, este es un tema que me puede y, de haber sido capaz de salir de casa sin parecer beodo, habría ido a la iglesia con ánimos combativos.

    Hijo mío, ríe. Por lo que más quieras, ríe… No me llores por mantener la independencia de criterio.

    Por supuesto que pongo en tela de juicio todo cuanto escribes. Eres falible, como cualquier hijo de vecino. Con todo, cuando tus ideas coinciden con las mías, no puedo menos que congraciarme y aplaudir de la manera más estentórea.

    ¡Yo que me creía bicho raro, y resulta que no soy un espécimen único de una raza en vías de extinción! ¡Hay otros como yo! ¡Albricias!

    Te agradezco que pusieras en bellas palabras una idea que a mí también empezó a rondarme por la cabeza hace ya más de veinticinco años. Se ve que toda mi vida he sido algo díscolo y me ha gustado poner en tela de juicio todo aquello que se me decía que tenía que aceptar porque era así y los de arriba lo habían estudiado por mí… Aún recuerdo cómo dejé sin respuesta a todo un presidente de la Unión cuando, jovenzuelo de mí, le planteé una incongruencia con respecto a la política seguida en la administración del matrimonio a parejas no adventistas. Consecuencia: al cabo de pocos años se corrigió el desaguisado y, aunque sigo sin compartir la ideología adventista en el asunto matrimonial, al menos ahora lo que se hace es coherente con lo que se proclama. Pero ese es tema para otros foros.

    Repito, bienvenida tu independencia de criterio en un mundo en el que el rodillo del pensamiento único arrasa con todo cuanto encuentra a su paso. De vez en cuando, se agradece una bocanada de aire fresco como las que sueles propinarnos. No desfallezcas; los cambios más efectivos y profundos se consiguen desde el tesón y el trabajo laborioso y no desde el enfrentamiento directo y la bronca.

    Saludos y feliz sábado. Por mi parte, yo intentaré imaginarme que mi casa se ha convertido en un magnífico y lujoso yate que navega por las cálidas aguas de mares paradisíacos.

    ResponderEliminar
  5. Me ha parecido muy interesante tu artículo y tengo que sumarme a Niel y a todos los que hace ya tiempo, creímos entender que cumplir Levítico 11 no nos hacía mejores ni peores cristianos.
    Yo no entendía por qué Levitico 11 estaba vigente y Levítico 12 no, por ejemplo.
    Y también me resultó significativo que, tras el diluvio, Dios le dice a Noé que de todo lo que se mueve y vive pueden comer, excepto la SANGRE. Igualmente en Hechos 15, cuando se decide que hacer con los conversos al cristianismo que no eran judíos, se pide que no se les imponga más carga que abstenerse de los ídolos, fornicación, y de la SANGRE.
    Yo creo que con esto está bastante claro.

    Eva

    ResponderEliminar
  6. Juan Ramón, me caes como una patada, pero he de darte la enhorabuena. ¡Me has sorprendido! No sólo me ha resultado muy interesante y ameno, sino que se percibe el tremendo esfuerzo que has realizado para conseguir que tu gente tenga un poco más de libertad.

    Espero sinceramente que tu trabajo en este asunto dé sus frutos y ayudes a provocar un cambio de rumbo.

    ¡Un saludo!


    P.D. Que nadie se confunda, ¡esto no es una disculpa!

    ResponderEliminar
  7. Queridísimo y amadísimo Anónimo, si tan mal te cae el bueno de Juan Ramón, ¿qué diantres haces dejándote caer por aquí? ¿A santo de qué te esfuerzas tanto en fustigarlo? No puedo evitar que me venga a la cabeza eso de que del amor al odio va tan solo un paso. ¿No será que lo tuyo es un amor despechado vete tú a saber por qué motivo?

    Créeme, no te castigues más y mira hacia delante. Olvídate de él, deja de revolcarte en el lodazal en que estás instalado. Serás mucho más feliz, te lo aseguro.

    Por otra parte, ¿quién te dice a ti que yo no tengo libertad? ¿Quién te asegura que yo no decidí libremente renunciar a lo que tú llamas libertad y yo considero la peor de las situaciones posibles? Gracias por querer salvarme, pero deja que me equivoque yo solito. ¿O no es eso lo que tú quieres para ti?

    Recuerda que el ejercicio responsable de la libertad también conlleva la renuncia y que no estar dispuesto a ello lleva al libertinaje o al imperio de la ley del más fuerte. Para vivir en sociedad es imprescindible que todos renunciemos a una parcela de lo que pudíeramos considerar nuestros derechos. ¿O es que te consideras falto de libertad por estar sujeto a las leyes del Estado? Porque estas están cargaditas de preceptos que, so pena de sanciones económicas o prisión, obligan a todos sin excepción; mientras que los mandamientos religiosos sólo obligan a aquellos que quieren aceptarlos.

    Así pues, ¿qué coarta más mi libertad: una ley que me obliga quieras que no o un mandamiento que puedo decidir no aceptar? No hace falta que me respondas a la pregunta. La formulé tan solo para provocar en ti una reflexión crítica. Que lo consiga ya es harina de otro costal. Mucho me temo que el odio visceral y la animadversión irracional nublan tu capacidad de reflexión serena.

    Y eso lo digo desde el más profundo pesar. ¡Qué lástima que una mente tan brillante como la tuya se vea ofuscada por la irracionalidad! ¡Ojalá pudieras usar todo tu potencial en beneficio de todos en lugar de dilapidarlo en fútiles diatribas! Seguro que el mundo sería un poquito mejor.

    ResponderEliminar
  8. Snif, snif... ¡yo sólo quería felicitar a Juan Ramón!

    Niel, ya siento que tengo mucha libertad, pero todavía estaría mejor si pudiese fumar, comprar o plantar marihuana sin sentirme amenazado. Yo supongo que tú y los que piensan como tú y como Eva sobre la alimentación estarían más a gusto en un ambiente en el que no se "satanice" a quien pase de practicar el Levítico 11. A eso me refería con lo de ganar un poco más de libertad. Hazme el favor de pasarte por Wikipedia y estudiarte los tipos de falacias, para que aprendas a no basarte en premisas falsas cuando vayas a construir tus argumentos."Tener un poco más de libertad" no equivale a "no tener libertad".

    Eso de que has renunciado a lo que yo llamo libertad y tú consideras la peor de las situaciones posibles, es una fantasía. Un delirio de tu mente. Gracias a Dios, las leyes que aparecen en los textos de cualquier libro sagrado están subordinadas a las leyes del Estado. Sinceramente, prefiero que haya una legislación que dé cobijo al quinto mandamiento, por ejemplo. Prueba a usar la libertad de decisión de la que hablas para saltártelo, a ver qué pasa.

    Me encanta la democracia y el mundo secular. En E.E.U.U. hay muchos poderosos con una mentalidad parecida a la tuya que pretenden convertir el país en una teocracia. Resultado: han pasado de ser la primera potencia mundial en investigación y desarrollo, a ser el hazmerreír del mundo civilizado por pretender introducir el Diseño Inteligente en la enseñanza pública.

    Para terminar, decirte que es muy irónico que hables de mi irracionalidad, o de la "animadversión que nubla mi capacidad de reflexión serena". Cuando alguien me pregunta, me esmero y me tomo mi tiempo para argumentar lo mejor posible mi respuesta, pero cuando soy yo el que formula las preguntas incómodas, os ponéis como muñecas lloronas y al final los temas difíciles se quedan en modo stand by. Es lo que hay...


    ¡Un saludo!

    ResponderEliminar
  9. Yo ya dije lo que tenía que decir. Sólo te recuerdo una cosa: Jesús de Nazaret advirtió muy seriamente sobre los peligros de mezclar la religión con la política. Y, por cierto, si me conocieras en persona, sabrías que soy de mentalidad abierta y respetuosa. En cuanto a que quieres que tengamos «un poco más de libertad», ¿por qué no lo dices así en lugar de recurrir al término absoluto?

    Por lo que se refiere a la secularidad del Estado, pocos encontrarás tú que como un adventista te la defienda con uñas y dientes. Somos los primeros interesados en que el Estado sea secular y completamente aconfesional y hacia ese fin van encaminados todos nuestros movimientos con la Administración.

    Y acabo. Repito con todas mis fuerzas: Deja que me equivoque yo solito. No es nada bueno que alguien se erija en paladín de las libertades. Mira lo que sucedió en Iraq por culpa de querer exportar la democracia por la fuerza.

    Dicho esto, anuncio que, si tu tono no cambia, desde este mismo momento haré como si no hubieses escrito. Sugiero al resto de participantes que hagan lo mismo.

    ResponderEliminar
  10. Gracias Juan Ramón por tu entrada especial. Por tratar este tema "con otros ojos".
    Nunca había leído algo sobre este asunto tan bien planteado.
    El miedo denominacional puede paralizarnos "por lo que pudiera pasar después". Pero es muy interesante esa "interpretación del sacrificio".
    Más que interesante es muy acertada.

    Admito que he pensado en ocasiones que Dios podría haber previsto al crear nuestro mundo la posible caída en desgracia de él. Y así crear animales o vegetales que nos servirían de sustento o nos aliviarían enfermedades y en ocasiones nos librarían de la muerte. Pero no he tenido donde sustentar ese postulado.
    El lo hizo todo "bueno en gran manera" como dices.

    No añado nada más, gracias por enseñarnos lo que aprendes.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  11. ¡Buenos días!

    Cuando leí el comentario de Niel y sus conclusiones sobre Levítico 11 quedé un poco perplejo y meditabundo.
    Mi pensamiento es un poco militar y ya sabéis, todo lo que viene de arriba yo digo "a la orden". Respeto máximo a la autoridad, primero a Dios y luego a los "mandamases", desde un herman@ hasta el pastor más encumbrado.

    Luego leí este artículo de un pastor que trabaja para el Biblical Reseach Institute.
    Es cortito, os pego el enlace para que lo leáis:

    http://ojoadventista-adventismo.blogspot.com/2009/03/aun-son-validas-las-leyes-de-animales.html

    Con todo su currículum, acaba diciendo que levítico 11 es una ley alimentaria.

    También me quedé perplejo y meditabundo.
    Y ya ayer a última hora leí la interpretación de Juan Ramón. Niel llegaba a la misma conclusión, aunque por otro camino; admitiendo al leer tu post que "tus ideas coinciden con las mías". Me gusta eso que dices Niel: "desde los limbos del vértigo", jajajajaja.

    Sí que es vertiginoso cuestionar lo establecido, pero es un ejercicio estupendo para "volar un poco más alto" y tener otra visión, y nunca mejor dicho.

    Que disfrutéis del artículo en cuestión y ya diréis algo.

    Abrazos.

    ResponderEliminar
  12. Genial Antonio, una delicia.
    Fantástico Neil, un comentario sensacional, si en vez de ser tú quien lo firma fuera otro.... (ya me entiendes...)

    Me encanta saber que en mi Iglesia, también hay gente que piensa con sentido común y me alegra enormemente los postulados de Neil, pero tengo una pequeña cuestión...

    1.- Juan el bautista comía langostas, ¿Levítico?
    2.- Es muy improbable que el vino fuera mosto, ¿qué mosto se emplea en las bodas de canaan cuando se menciona el mejor vino frente al peor?

    Un abrazo a todos...

    ResponderEliminar
  13. Es una pena que la interpretación alimentaria de las leyes de Levítico 11, asumida por Ángel Manuel Rodríguez en el artículo que propone Antonio, no sea capaz de explicar los problemas de salud que pueden producir las carnes denominadas limpias para Israel.

    Hoy en día, la ciencia da la razón a los que dicen que es mucho más saludable una chuleta de cerdo ibérico que unas costillas de cordero.

    Si no introducimos en la ecuación la variable de santidad ritual y sacrificio, creo que la cosa no funciona.

    ResponderEliminar
  14. Que nadie me malinterprete; cuando hablo de vértigo, lo hago en sentido literal. Hace dos sábados que sufrí una crisis que me tumbó patidifuso en la cama, de la cual me estoy recuperando más que lentamente, a la velocidad de un caracol.

    He leído el artículo propuesto por Antonio. Desde el principio he observado que Rodríguez no ha conseguido despojarse de sus apriorismos y aborda la investigación con el fin de demostrar sus premisas. No dudo de su sinceridad, pero esto solo ya lo descalifica a la hora de considerarlo un artículo valiente e imparcial, que no sincero. Sus conclusiones están sesgadas por sus apriorismos.

    Como Juan Ramón, pienso que, a menos que se introduzca otra variable, la impureza ritual, tanto Levítico 11 como Deuteronomio 14 carecen de sentido. O si no, ¿a santo de qué tendría que haber establecido Dios una distinción entre animales puros e impuros en el momento de la creación? ¿No eran todos buenos en “gran manera”? Avalando esta postura, ¿no se admite de manera implícita que Dios introdujo un rasgo de imperfección —la impureza— en su acto creador, cosa harto contradictoria con la idea de perfección que de él y sus actos tenemos?

    Y dicho todo lo anterior, ¿dónde encajan las afirmaciones de Pablo en Romanos 14: 13-23? ¿Y qué decir de 1 Corintios 10: 23-33? Repito, para mí, Levítico 11 sucumbió junto con toda la ley mosaica.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Porque no he venido para abolir,hermano alguien por ahí lo dijo!!!!

      Eliminar
  15. Me vais a permitir que discrepe un poquito sobre lo expuesto aquí. Puede que yo no tenga argumentos teológicos, pero voy a intentar aportar mi visión.
    Es cierto que si vamos a las escrituras la forma natural de alimentación humana implica no matar y punto. Pero yo entiendo Levítico 11 como "pero ya que vas a matar (que es malo sea el bicho que sea) piénsatelo un poco y haz una separación de animales para el consumo humano". Vamos, como un "mal menor".
    ¿El porqué unos animales y no otros? Me gustan todas las ideas aquí expuestas, y me ha gustado la de Ramón.
    ¿Debemos seguir esa ley alimentaria en el siglo XXI? Creo que todos tenemos superado lo de puro e inmundo como una forma de lenguaje pedagógica: higiénico, saludable, santo... Con el Nuevo Testamento creo que tenemos claro que ni lo puro ni lo impuro nos salva. El comer o no comer no nos salva.
    ¿Qué postura debe (o no) tomar la institución de la iglesia? Pues si nos ponemos drásticos deberíamos ser todos vegetarianos y dejarnos de monsergas. Pero como no lo somos ¿dejamos vía libre a todas las carnes?
    Yo creo que podríamos aprender un poco del pasado. Cuando Elena White dijo que fumar era malo, la ciencia de ese momento dijo que era una barbaridad, os recuerdo que el tabaco se usó de forma medicinal pero luego se demostró que lo que parecía bueno empeoraba la situación.
    En levítico también dice que hay que cavar un hoyo cuando haces tus necesidades y cubrirlas luego. Y nadie lo pone en duda.
    Yo no sé si estaré equivocada, pero yo prefiero seguir sin consumir determinadas carnes.
    Y yo no me veo cerrada de mente por eso. Cuando como fuera de casa suelo apartar el marisco de la paella, o el bacon del bocadillo. Ya sé que me como toda la sustancia y es igual de malo. O la vez que comí anaconda pensando que era pescado, por cierto muy sabrosa. Si sé lo que como no lo volveré a hacer. Pero por hacerlo no me siento ni pecadora ni impura. Porque habría que separar los conceptos de salvación y de consejos para una vida mejor. ¿Que el cerdo ibérico es más sano que el cordero? Pues no lo sé, a lo mejor. Las razones científicas podrán o no cambiar en el futuro. Pero no hay nada de malo en comer un tipo de carne menos.
    Esther

    ResponderEliminar
  16. En ningún momento he defendido el consumo libérrimo de carnes y animales; ni tampoco he querido demostrar que quienes siguen Levítico 11 están equivocados. Lo que, junto con Juan Ramón (supongo), sí quiero probar es que el asunto de la dieta no tiene que ver tanto con Levítico 11 como con un principio que a la hora de defender el no consumo de tabaco nos va de perlas: Somos templo del Espíritu Santo (1 Cor. 6: 19). A partir de ahí, que cada uno actúe en consecuencia en todos cuantos asuntos incumban a la salud, tanto física como mental.

    Levítico 11 tuvo un papel importante en un periodo determinado en el que los sacrificios prefiguraban al Redentor que tenía que venir. Que ese papel fuera didáctico o no, es preciso profundizarlo. Una vez Cristo murió en la cruz, todo cuanto estuviera relacionado con el sistema sacrificial dejó de tener sentido y pasó a mejor gloria. Desde ese momento ya no es preciso confiar en que el Cordero prefigurado en los sacrificios obre la redención, sino que esa redención ya es efectiva y todo cuanto se precisa es su aprehensión.

    Hacer de Levítico 11, como muchos quieren, una regla monolítica y perdurable en el tiempo es caer en una nueva idolatría, la fagolatría (menudo palabro me acabo de inventar), en la que los alimentos pasan a ocupar el lugar que, en toda justicia, le corresponde a Dios. Y en esas lides, los adventistas tenemos una larga y sobrada experiencia: sabatolatría, ungidolatría, eclesiolatría, reforma-pro-saludlatría… y tantas otras -latrías que ahora mismo no se me ocurren, pero que más de uno será capaz de poner en la lista. (Perdónenme los miembros de la Real Academia Española de la Lengua por la retahíla de atentados a traición que acabo de perpetrar a la que «limpia, fija y da esplendor»).

    Sólo hay Uno que es sagrado y digno de ser adorado. Lo demás, aun pudiendo ser santo, no es sagrado. Que no se nos olvide.

    ResponderEliminar
  17. ¡Ay, sí, tus dudas! Vamos a ello:

    1.- Juan Bautista y las langostas: Tras una ardua pesquisa, porque no sé griego neotestamentario, ayudado por la informática aplicada a los estudios de la Biblia, estoy en plenas condiciones de asegurar con total y absoluta rotundidad que sí, Juan Bautista comía langostas (véase: saltamontes). Mateo 3: 4 enumera los alimentos que ingería: ακριδες και μελι αγριον [akrides kai meli agrion]. Es decir, y siempre según los diccionarios, langostas (o saltamontes, vete tú a saber) y miel del campo o silvestre, que, para el caso, es lo mismo; ambos, perfectamente ajustados a lo prescrito por el tan llevado y traído Levítico 11.

    2.- ¿Era vino? ¿Era mosto?: ¡Ay, amigo! Por más que yo lo tenga claro, más de uno (y más de dos) te saldrá con que se trataba de un brebaje preparado a partir de una especie de arrope conseguido por ebullición del vino y recompuesto con agua (bebida a mi paladar infame donde las haya). Se non è vero, è ben torvato. Sinceramente, me cuesta aceptar tal explicación. Admito que cuando se abordó el tema del alcohol en la Escuela Sabática de hace dos semanas no pude evitar una más que patente expresión de escepticismo ante el comentario sacado a colación por el "reverendo"; cosa que provocó su rápida réplica a mi inexpresada aunque inminente cuestión. A más de uno le vendrá bien la idea para autoconvencerse de que Jesús, al menos durante su ministerio público, jamás probó un gramo de alcohol. Todo tiene que ver con la animadversión que se palpa en los ambientes anglosajones contra todo lo que eche tufo a alcohol. Y es normal, porque esos energúmenos, cuando se ponen a beber, lo hacen como cosacos y agarran unas curdas de quítame ahí esas pajas. Bástate sólo con acercarte por Barcelona un fin de semana para ver el grado de etilismo de las muchas y variadas despedidas de soltero/a que en ella pergeñan las hordas de la pérfida Albión, ávidas como pocas del etílico néctar. Sin embargo, Pablo, que vivió en un entorno grecolatino, en el que el vino estaba a la orden del día y era (aún hoy día lo es) considerado un alimento, jamás prohibió tajantemente el consumo de vino fermentado; si bien recomienda, varias veces y de manera muy encarecida, que su ingesta sea moderada.

    Espero haber resuelto tus dudas. Si no lo he conseguido, me daré por satisfecho si he logrado dibujar una sonrisa en tu cara. Saludos muy cordiales.

    ResponderEliminar
  18. Por cierto, pillín, lo del vino lo preguntas porque eres riojano, ¿verdad?

    ResponderEliminar
  19. Hola ktl? felicidades JuanR. Intentare dar mi opinion desde una perspectiva hebrea(ivrim).NuestoElohimYHWH creo seres libres,cuando decidimos seguir (Ha derej )su camino .(no quiere nadie obligados)quiere que alcancemos la necesidad de vivir Torah(instruccion).Todo Torah esta vigente Ha Mashiaj NO abolio vino a darle verdadero cumplimiento anulado por la carga de la tradiccion.Sobre Shaul el emisario hay que leer muy bien recuerden Kefa(Pedro)quien ya nos advirtio sobre sus esvritos No olvidemos Shaul era judio de la tribu de benjamin talmid(alumno) de Gamaliel.Respecto de hechos 15, la discusion que mantiene es por el orden establecido por los judios de primero circuncision y despues instruccion . Shaul decia lo contrario y sin yugos con amor.Shaul dijo sed imitadores mios como yo lo soy de Ha Mashiaj.Andar como EL anduvo ... Conocer al maestro(Rav) es conocer su vida sus enseñanzas vivir como vivio .El demostro en su vida que se puede seguir y como el camino del ETERNO.Hay que conocerlo en la escritura toda habla de EL,con lentes hebreos nos aclararan muchas dudas.Bendiciones.En Pesaj se toman cuatro cpoas de vino(0´80cl) .JuanR. lo que Mashiaj dijo en el madero fue el salmo 22 miralo.Saludos

    ResponderEliminar
  20. Ah¡ Se me olvido comentar en hebreo el termino ¨´creer´´ no existe.EL termino traducido como ¨´fe´´ Emunah (fidelidad firmeza confianza).Respecto de la frase´´y vio que era bueno´´ cuando crea al hombre no lo dice.Shalom ajim.

    ResponderEliminar
  21. gracias Niel, has arrancado una no, varias sonrisas....

    Un abrazo amigo..

    ResponderEliminar
  22. Dando un vistazo a los comentarios, me sorprende aún más el ser humano, seguimos buscando justificaciones para no obedecer a Dios, bajo la idéa del liberalismo y como enseña del mal entendido amor, colamos por el ojo de una abuja a un camello, sin darnos cuenta que esto es más fácil que uno entre en el reino de los cielos.

    La única cosa cierta es la libertad de aceptar lo que Dios nos dá como señal de obediencia ( una de ellas es el regimen alimenticio ) como otras muchas y la de no aceptarlo.

    La cuestión es que cuando no quiero aceptar algo que dice las escrituras y Dios establece claramente, buscamos justificaciones, a veces entretorcidas para difuminar lo que es la inspiración bíblica.

    Siento mucho decir que aquellos que no hacen la voluntad de Dios, en su estilo de vida, no se salvarán, pero no porque dejen de comer o coman ciertos animales, sino porque no obedecen a Dios.

    El amor es obediencia, esto mismo lo podemos ver en Jesús, que nada hizo independientemente sin consultar al Padre, porque su voluntad era hacer la voluntad del Padre y como el apóstol Pablo dice, fue obediente hasta la muerte.

    Pero bueno el supuesto amor que decimos que Jesús desprendió y que debemos atesorar no es el que estamos viviendo, el amor de Cristo está reflejado en la obediencia de Cristo a su Padre.

    Creo que todo lo demás es justificar lo injustificable, por mucho que queramos. Si Dios establece un estilo de alimentación es simplemente porque busca la obediencia del hombre. Cualquier argumento fuera de este es insostenible a la luz de las Escrituras, y el "escritó está" fue lo que Jesús tuvo para defenderse de los ataques de Satanás, no he visto ningún "escrito está" en los argumentos y opiniones expresadas, por lo tanto ellas mísmas se deslegitima a la luz de las Escrituras.

    ResponderEliminar
  23. Si tuviéramos que obedecer a todo lo que está escrito aún seguiríamos lapidando a los adúlteros. Y un montón de barbaridades más.
    Pero también comeríamos cordero, y alguna copilla de vino, que no sienta mal de vez en cuando. Jesús lo hizo unas cuantas veces ¿ya lo haces tú también amigo/a?

    Ya te responderán otros mucho mejor y más profundamente que yo.

    Saludos

    Eva

    ResponderEliminar
  24. Permíteme rectificarte, anónimo. Si Dios establece un estilo de alimentación es simplemente porque busca EL BIEN del hombre.
    Dios no busca la obediencia por la obediencia como los sistema paganos de la antigüedad (o los actuales). Cuando pide obediencia en algo da una razón que a la gente del siglo XV a. C. le parecía razonable. En el caso de la alimentación, para no contaminarse. Que cada uno entienda lo de contaminarse como tenga a bien.
    El problema es que las razones de entonces no nos sirven a la gente del siglo XXI e intentamos saber porqué Dios pide o nos aconseja un determinado estilo de vida o de alimentación. Porque lo que era razonable hace 35 siglos no lo es ahora, véase las leyes penales de Levítico y Deuteronomio, como dice Eva. Si Levítico hubiera sido escrito en el año 2000 d.C. seguro que se expresaba de otro modo.
    Me ha gustado la respuesta de Niel: el principio es que somos templo del Espíritu Santo. Y esa es una buena razón para cuidar lo que como, bebo o esnifo.
    Cuando Dios pide obediencia en algo está pidiendo que confiemos en él, y actuemos en consecuencia.
    Esther

    ResponderEliminar
  25. Eva y Esther corazones míos, Según dice las escrituras, estas fueron escritas para siempre, por lo tanto la hegemonía de la Biblia está vigente hoy. En ningún sitio habla que Jesús comiera cordero e incluso bebiera un poco de vino, Eva das por hecho que la pascua se servía cordero y por lo tanto Jesús como la celebró, tuvo que comer cordero, permiteme decirte que por el simple hecho de comer carne en esas fechas no implican que todos comieran, recuerda el significado del cordero pascual, curiosamente representaba a Cristo, por lo tanto parecería ilógico que Cristo comiera su simbolismo. Curiosamente si el cordero tuviera para Jesús la importancia de la sustitución, núnca diría que el vino y el pan representaban el cuerpo y la sangre, curiosamente lo que representaba en la pasucal a Cristo era el cordero, por lo tanto aquí puedes ver que el significado del cordero pascual pierde todo su sentido en presencia del verdadero cordero.

    Que bebiera vino Jesús, uyyyy en qué pasaje habla que Jesús bebiera vino. Recuerda que en la pascua todo era sin fermento, por lo tanto el vino de la pascua no era fermentado.

    Sobre las leyes del levitico, como dices Eva, la argumentación sobre la lapidación sobre los adulteros, ya Jesús dijo que el que esté libre de pecado tire la primera piedra, por lo tanto el escrito está limita la lapidación a la justicia y no a la venganza, tal y como se procedía muchas veces. ¿Quién es justo para lapidar a otra persona? incluso Jesús no lapidó cuando él si podía hacerlo. Esto no tiene nada que ver con la ley de la alimentación. Cuando tu hablas que es para el BIEN DEL HOMBRE, estoy totalmente deacuerdo, recuerda que el BIEN DEL HOMBRE ( genéricamente hablando ) está en vivir en armonía con Dios y por lo tanto obedecerle.

    Si Dios no busca la obediencia, entra Dios en un conflicto con el árbol del bien y del mal, curiosamente lo que haría que el pecado no entrara en el mundo era el obedecer a la prohibición de no comer de ese árbol, por lo que la obediencia tiene algo que ver con la salvación.

    Reitero, Si Cristo obedeció a su Padre hasta la muerte y si Cristo dice que ejemplo nos ha dado para que como Él vivió, nosotros también vivamos, la obediencia es una parte de ese vivir de Cristo, por lo que también nosotros debemos obedecer a Dios.

    Saludos

    ResponderEliminar
  26. Apreciado Anónimo, tú ves de esa manera la relación con Dios. Pero, con todo, no es así como muchos de los que por aquí nos dejamos caer la entendemos; y nuestras razones tenemos, como tú las tuyas.

    Con todo, nadie habla de libertinaje. Fíjate muy bien que todos incidimos en que es preciso un uso responsable de la libertad con la que Dios nos adorna. Es más, yo mismo sostengo que no hay nada malo en seguir Levítico 11, pero que tiene que ser de manera voluntaria y que ello no debe constituir una de las medidas para determinar si alguien es un buen cristiano.

    Fíjate que lo que yo propongo va mucho más allá de lo que pueda establecer dicho texto. Tenemos que pensar que somos templo del Espíritu Santo. Y teniendo eso en cuenta, ¡menuda responsabilidad nos cae encima! A partir de ahí, a cada cual resolver la cuestión según su entendimiento; ni yo puedo decidir por ti qué debes comer o beber y, por supuesto, tu tampoco debes hacerlo por mi. Sólo Dios puede juzgar nuestros respectivos motivos, porque él ve lo que nosotros no vemos: el interior de nuestros corazones.

    Por otra parte, anteponer la obediencia a la fe, como parece desprenderse de tus comentarios, es totalmente contrario a lo que se nos enseña en Romanos 8. No estamos en la economía de la Ley, sino de la gracia, y sólo la fe nos salva. Lo que tú llamas obediencia, no es un medio ni un fin, sino consecuencia de la plena confianza en Dios que surge de la fe y el profundo deseo de adoptar sus propuestas para empezar a gustar aquí las bendiciones de la tierra nueva.

    Pero ello no puede ser, en ningún caso, patrón para determinar si alguien es o no un buen cristiano. Porque aunque un acto sea bueno, sus motivos pueden no serlo y, por tanto, ser inaceptable para Dios, cuando no abominable.

    Por ello debo decirte que si tú opinas que ese es el camino que tú debes seguir, adelante con los faroles. Pero, eso sí, no pretendas que yo, que veo las cosas de distinto modo que tú, haga como tú; porque, según dice Pablo en Romanos 14, estaría pecando.

    ResponderEliminar
  27. Buenos Días a todos,

    Por lo visto y según anónimo, que se atreve a decir quién se salvará y quién no gracias a levítico 11, debería haber un levítico 11 bis, con hombres puros y hombres impuros, y la norma para ser puro debería ser "no comer cerdo ni derivados....".
    Creo que la norma por la que seremos salvados es por la "Gracia, por medio de la Fe.. y esto no es de vosotros sino que es don de Dios".

    Más allá de los debates estériles con adventistas "puros" y adventistas "inmundos" está la norma de la obediencia por Fe. Te recuerdo amigo, que todo lo que no proviene de Fe es Pecado..... cuidado, que esa norma es interna y es más difícil de medir que las normas externas. Creo que los que pensais como tú, estáis obsesionados con que la gente busca excusas para no obedecer.... que manía, leches. Aquí todo el mundo quiere obedecer la voluntad de Dios, pero no hay justo ni aún uno, no hay quién busque a Dios. En nuestra imposibilidad de obedecer, Dios tiene que "tragar" con que matemos animales y después del diluvio tiene que convivir con la muerte de algunos animales..... manda narices. "si pues comeis ó bebeis hacedlo todo para la Gloria de Dios".

    Amen

    ResponderEliminar
  28. Muy bueno Niel y Rubén. En resumen yo creo que cada uno deber vivir de acuerdo a su entendimiento de cuál es la voluntad de Dios y dejarnos de juzgar por lo que comemos, o bebemos.
    Anónimo, Jesús fue invitado muchas a veces a comer y por descontado que debió comer carne y beber algo de vino, si no hubiera sido así los evangelistas lo habrían dicho bien claro "pero Jesús se abstenía de comer carne y beber vino". Que no se bebe vino en la Pascua es un sueño adventista, Shara 77 nos lo dijo bien clarito, 4 copas de vino.
    Es más el primer milagro de Jesús fue convertir el agua en vino en una boda ¿cómo, si el vino contiene alcohol?. Después de su resurreción Jesús comió pescado con sus amigos...así que otro mito adventista, el supuesto vegetarianismo de Jesús, insostenible lo mires desde dónde lo mires también se derrumba.
    Jesús no vino a enseñarnos lo que debíamos comer o no, no recuerdo ni un solo pasaje en que nos hable de alimentos puros e impuros, su mayor mandato fue el AMOR, "amad a vuestros enemigos" "amaos unos a otros" y no "guardad las leyes levíticas sin las cuales no entraréis en el reino de Dios" y la medida final será si hemos tenido amor hacia nuestros semejantes o nos han sido indiferentes.
    Y no hay más. ¿Qué Levítico 11 es malo? ¡No!, pero, al igual que tantas leyes de su tiempo, debe entenderse en el contexto de este siglo, no de hace 3000 años.

    Eva

    ResponderEliminar
  29. Que razonamiento más profundo Eva, y también como en aquella época se enamoraban los hombres y las mujeres, entendemos que Jesús se enamoró de una mujer ( o hombre.... ya que hoy eso da igual ) para tener en los momentos de soledad compañía, ya que como los discípulos no dicen "Jesús no tuvo novia" entendemos que tuvo.

    Ruben, no juzgues para que no seas juzgado, donde digo yo que los que aceptan levítico 11 se salvarán y los que no no se salvarán, eso es levantar falso testimonio, lo que digo y siempre diré es que Levítico 11 como cualquier otra ley, incluso los 10 mandamientos están basados en una obediencia a Dios, simplemente, lo mismo que ocurría en el Edén, Adán y Eva desobedecieron a lo dicho por Dios y por lo tanto pecaron, recuerda también que en la vida eterna, debemos obedecer a Dios, sino porqué estarán en las manos, pies y costado de Cristo las marcas de la cruz?, por simple fetichismo de Jesús?, si lo que quieres es seguir comiendo cerdo, langostas ( marinas ), pulpo y otros animales que a los ojos te apetecen, está bien pero no lo justifiques conque eran leyes antiguas, también lo son los diez mandamientos y no veo a nadie que discuta que el sábado no hay que adorar a Dios ( aunque también vendrá esta discusión... ya que ese día me apetece estar en casa y no estar con los hermanos de iglesia ).

    Perdona Eva cuando hablas del AMOR, recuerda que junto a ese mandato dice "como yo os he amado", recuerda que Cristo no nos amó cuando vino a este mundo, Cristo nos amó desde la creación de este mundo ( claro está si crees que Cristo fue parte activa en la creación del hombre ) como también fue parte activa en las ordenanzas y leyes como también fue parte activa en la restauración. No delimites el poder de Cristo a un periodo en la tierra, él nos amó desde el principio y recuerda que el mismo Jesús nos dice que "ejemplo os he dado para que como yo he hecho vosotros también hagáis" y no delimites el ejemplo de Cristo en el amor al prójimo bajo la justificación, con la mujer adultera, Jesús le dice que ni Él lea condena, que se vaya..... QUE AMOR MÁS GRANDE, VERDAD¡¡ pero recuerda también que le dijo que NO PEQUES MÁS, es decir que viviera en obediencia a Dios.

    Pero bueno como Rubén tiene una base teológica profunda pues nada recuerda que existe un levítico 11 para hombres y mujeres. Es el que aparece en 1 Corintios 6:19 donde están los que reconocen que su cuerpo es el lugar del Espíritu Santo y por lo tanto pueden sentir la transformación a imagén y semejanza de Dios y los que rechazan ser templos del Espíritu Santo, por lo que están rechazando a Dios y por lo tanto separados de la gracia redentora. La cuestión es decidir.

    ResponderEliminar
  30. Tú lo has dicho Anónimo, profundo, profundo...jajaja, es que yo soy así y el que viene ahora todavía más.
    Vamos a ver, pretender que Jesús no vivió como un judío de su tiempo, para defender una idea, me parece patético... lo siento, pero es así. ¿Tú te imaginas a Jesús diciendo en casa de Simón "No, por favor, carne no, a mi solo la ensaladita..."? No tiene sentido ni fundamento bíblico ni ná, no hay por dónde agarrarlo, pero si tú quieres creerlo así tienes todo mi respeto y eres libre de hacerlo y expresarlo.
    Jesús fue plenamente humano y fue tentado en todo, como nosotros, pero sin pecado, así que aunque no tuvo novia (que sepamos), debió sentir en algún momento la "tentación", muy natural por otra parte, de tenerla. Pero no la tuvo, supongo que porque tenía una misión que cumplir.
    En cuanto lo que le dices a Rubén de querer "seguir comiendo cerdo... y otros alimentos que a los ojos te apetece" lo encuentro un poco desagradable. Por mi parte te puedo decir que, aunque no creo en la vigencia de Levítico hoy, no como carne de cerdo porque no me gusta (excepto un buen jabugo, con perdón...), y el marisco en general tampoco me vuelve loca...
    ¿No será que, los que tanto acusáis a los demás de comer alimentos impuros, en el fondo estáis deseando comeros una buena mariscada? Y NO PODÉIS PORQUE TENÉIS MIEDO DE PECAR.
    Pienso que es triste obedecer a Dios por miedo y no creo que a Él le guste nada.
    No te preocupes, yo seré muy feliz en la tierra nueva comiendo ensaladitas, frutas y todo lo bueno que Jesús nos ha preparado, pero mientras esté en este mundo hago lo que puedo.

    Y no te enfades, no digo que tú personalmente quieras comerte la mariscada, pero conozco a muchos que se les van los ojitos...

    Chau

    Eva

    ResponderEliminar
  31. ----


    "La Biblia es un manual de instrucciones para una vida en paz con Dios, con uno mismo y con nuestros congéneres humanos."


    ----

    ResponderEliminar
  32. Eva, bajo tu razonamiento, hagamos un supuesto, pensemos que tu eres vegetariana y traslademonos al año 3010, alguien oye hablar de una tal Eva que vivió en el 2010, pero que no saben nada de tu estilo de vida, según tú, pueden argumentar sin ningún problema que tu comías carne, porque la sociedad de la época lo hacía. Este mismo supuesto puede ser trasladable a Jesús, en cuestión de la carne, porque en cuestión al pescado si que existe una referencia, pero al cordero pascual, no existe nada, son hipótesis, y bajo esas hipótesis entran todo argumento, pero recuerda que no es comer o no carne, sino el significado que tenía el animal en la pascua, no era otro que representaba a Cristo, y todos los israelítas lo comían porque no podían despreciar el cordero que les quitaba el pecado como símbolo de lo que Cristo iba a hacer. Ahora bien, ¿cómo Cristo iba a comer ese cordero que representaba su sacrificio, es que Cristo necesitaba comer el cordero porque también necesitaba ser rescatado? obviamente, no.

    Podrás argumentar lo que quieras pero el cordero pascual no fue probado por Cristo. Recuerda que para los israelítas el comer el cordero pascual tenía un significado y por lo tanto no era comer por comer, eso lo hacen hoy y los que quieren seguir comiendo, buscan justificaciones sociales y en Cristo eso no existe.

    ResponderEliminar
  33. Apreciado Anónimo, ¿no estarás confundiendo dos términos casi homónimos, muy próximos en su forma pero muy distantes en su significado? Me refiero a ‘nazareno’ y ‘nazareo’.

    Un nazareno es alguien que ha nacido o procede de la población galilea de Nazaret. Un nazareo es alguien que sigue las normas del nazareato (Núm. 6: 1-21), un voto voluntario y temporal de consagración que, de manera específica, prohibía el consumo de bebidas alcohólicas y cualquier producto derivado de la vid, el corte del cabello y el contacto con cadáveres, incluso de sus más allegados.

    Aun así, en el versículo 21, se declara que «esta es la ley del nazareo que haga un voto de ofrenda a Jehová por su nazareato, además de lo que sus recursos le permitan. Según el voto que haga, así lo cumplirá, conforme a la ley de su nazareato». Es decir, se deja la puerta abierta al voto de abstinencia de proteínas animales, si tal es la promesa del nazareo.

    En toda la Biblia sólo se conocen tres casos de nazareato vitalicio y desde el vientre materno: Samuel, Sansón (que acabó por quebrantarlo y así le fue) y Juan Bautista. En todos ellos, no fueron los interesados quienes decidieron tal cosa, sino sus progenitores —Samuel— o una orden del propio Dios —Sansón y Juan Bautista—. Por otra parte, en ningún versículo de los evangelios se nos menciona que Jesús, o sus padres en su lugar, hubiera profesado el voto de nazareato.

    Así las cosas, Jesús era nazareno, que no nazareo. Pero en algunos entornos, por vete tú a saber qué causas (quizá por descuido en el manejo de las palabras), en lugar de hablar de Jesús nazareno se habla de Jesús nazareo. Y ya tenemos servida la confusión. De unas cosas se pasa a otras… y al final Jesús era abstemio, no comía carne de ningún tipo y andaba por ahí con las melenas y las barbas al viento.

    ResponderEliminar
  34. En tu argumentación tienes un vacío al que no le das solución. Si el nazareo era alguien que realizaba un voto voluntario y temporal de consagración, como bien expresas. Recuerda que en Jesús se cumplen las dos condiciones, Jesús primero nació en la ciudad de Belén y no en Nazareth, por lo que el no es galileo, sino judío, si vamos al gentilicio, Jesús sería belereño y no nazareno. Se le atribuye el nombre de Nazareno por una profecía establecida por los profetas ( aunque esta profecía no aparece en el Antiguo Testamento ) tal y como dice Mateo 2:23.

    La Biblia habla de ciertas características del nazareo que tu expresas, pero ahora hazte las siguentes preguntas:

    ¿Cristo tenía una misión que cumplir en la tierra?
    ¿La misión de Cristo estaba relacionada con una temporalidad en la tierra?

    ¿Aceptó Cristo voluntariamente a esa misión?

    Si te das cuenta Cristo en cierto sentido realizó la misión de un nazareo, ya que cumple con todos los requisitos.

    La cuestión aquí es que no solo hacen bajar a Cristo del cielo en una forma física, sino también que le bajan en su divinidad en cuestión a la comida ( no hablo aquí que Cristo sea vegetariano ) sino que Cristo no comió el cordero pascual por una simple coherencia con el simbolismo del mismo. Cristo es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo y por los argumentos visto, parece como que Cristo comía el cordero como algo común cuando en las enseñanzas de Dios el cordero tenía otro significado.

    En cuestion a la vigencia de Levítico 11 yo estoy totalmente de acuerdo que no tiene vigencia, que lo que tiene vigencia es la alimentación del Edén, más aquellos vegetales que Dios después del pecado autorizó a comer para tener un equilibrio alimentario.

    Dos razones para pensar en ellos es que por un lado somos fisiológicamente herbivoros y porque en toda la dieta vegetariana tenemos todos los nutrientes necesarios para vivir sanamente.

    ResponderEliminar
  35. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  36. Un único comentario: ¿Cómo lo conocían en su tiempo? Lo llamaban Jesús de Nazaret; hasta el punto que más de uno se había preguntado si de Nazaret podía salir algo bueno. ¿Con qué sobrenombre lo conocieron los romanos que lo crucificaron? Pilato ordenó que sobre su cabeza colgaran un letrero con la siguiente inscripción en latín, griego y hebreo: «Jesús Nazareno, Rey de los Judíos». Y, finalmente, ¿Como nos referimos a él hoy día, dos mil años después de aquellos acontecimientos? Aunque sabemos que nació en Belén de Judá, le colgamos el sambenito galileo: Jesús de Nazaret, o incluso lo acortamos y lo llamamos “el Nazareno”. A partir de aquí, que cada cual saque sus conclusiones.

    Por cierto, doy la cuestión por cerrada. Esto ya no tiene nada que ver con el tema de la alimentación y Levítico 11. Además, cuando el interlocutor está obcecado y es totalmente reacio a revisar sus posturas, dialogar e intercambiar ideas es harto imposible. Tú te has enrocado en tus predios y no hay quien de ellos te mueva; te defiendes con uñas y dientes y te has recubierto con una coraza de odio contra los que no pensamos como tú imposible de traspasar, ni aun con las más amables de las palabras.

    Seguir así sería un despilfarro de tiempo y energías. No vale la pena darle más vueltas. Intentar que reflexiones se ha probado un diálogo de besugos, una discusión estéril.

    Ya te dije una vez, y te lo repito ahora, que, si tú ves las cosas así, sigas por ese camino. Pero no pretendas que yo, que llevo más de treinta años reflexionando sobre el tema, acepte tus postulados por el solo hecho de que lo dices tú, un perfecto desconocido para mí, de quien no sé ni cuántos años lleva en la iglesia.

    Una sola cosa me permito aconsejarte: que no te conformes con lo que ahora ya llevas descubierto y que ansíes más conocimiento. Yo también pasé por esa fase. Hubo un tiempo en que también pensaba de manera similar. El tiempo y la reflexión confiada en Dios me han llevado donde ahora estoy. Quizá mañana vea las cosas de otro modo. Si es así, no actuar según mis convicciones sería traicionar a Dios y faltar a sus promesas.

    Un saludo fraternal.

    ResponderEliminar
  37. hola a tod@s.Yashoua (jesus) hace 2000 años fue el cordero de pesaj(pasar por alto)sacrificado en el madero a la misma hora que el cordero era sacrificado.Horas antes de ser apresado fue con sus talmidim a celebrar(moed kadosh)tiempo separado por el ETERNO a perpetuidad donde vivais (escritura)Primero partio el pan(sin levadura)Pesaj esta dentro de la moed kadosh de panes acimos(dura 7 dias),dijo la bendicion y comieron,luegola copa(4) .Alli comio cordero con hierbas amargas (untadas en agua con sal)(el que moja conmigo ese es).No instituyo ninguna pascua cristiana(santa cena)Referente al voto nazareno ,unos desde antes de nacer(ordenado por el Eterno),otros voluntarios por un tiempo limitado etc.Yashoua tomo voto,Shaul tomo voto,Yakov(Santiago)y...(escritura).Desde la destruccion del templo no se puede realizar (proceso de purificacion-santificacion)pero las razones(para tomar voto) podian ser infinitas.No podemos olvidar que Shamsom hizo Teshuvah (retorno al Eterno).En ivrim la misma palabra se usa para las dos acepciones.hoy en dia Israelitas nazarenos,Mesianicos y otros(comunida hebrea adventista Ben Tzionetc) realizanPesaj (igual quelas otras moed kadosh),SIN CORDERO.Esperando celebrarlas bodas del cordero con EL.

    ResponderEliminar
  38. Aquí tenemos un claro ejemplo de la confusión entre ‘nazareno’ y ‘nazareo’: «Referente al voto nazareno». Conceptualmente, es imposible un voto tal. Nazareno es todo aquel que procede de Nazaret de Galilea; mientras que nazareo es quien ha formulado un voto de nazareato, véase de consagración.

    Que Jesús fuera nazareno no implica que fuera nazareo. Es preciso que seamos muy cuidadosos en el uso que damos a las palabras, sobretodo en estos temas. Aunque dos palabras se parezcan hasta el punto de ser casi idénticas, no por ello sus significados tienen que ser igualmente similares. En este caso, la confusión se extiende, se arraiga, de unas cosas se pasa a otras y el error se propaga.

    Un saludo,

    ResponderEliminar
  39. Uyyy Niel, ya veo que tu único argumento al final es la descalificación, tu dices que yo me he enrocado en mis ideas y quiero decirte como antes dije que no juzgues para que no seas juzgado. ¿No te puedes preguntar si eres tú el que estás en el inmovilismo de tus ideas y no las revisas por no reconocer tu error? Es fácil achacar al otro su inmovilismo, este argumento es muy poco solido, espero que con ayuda de Dios sepas cambiar como también espero con la ayuda de Dios cambiar, pero núnca bajo la descalificación.

    ResponderEliminar
  40. El que se pica, ajos come… En esta última intervención me has dicho que estoy y persisto en el error. ¿Quién descalifica a quién? Jamás te dije que estás equivocado ni que tus ideas son erróneas. Sólo digo, y lo mantengo, que no estás dispuesto a dialogar y a revisar tus puntos de vista porque estás tan seguro de tener la verdad que eso te ofusca. Tú, en cambio, nos lanzas a la cara tus verdades como si fueran proyectiles.

    ¿Dónde está tu amor por el prójimo cuando nos lanzas filípicas tremebundas a los que no pensamos como tú? ¿Quién acusa, juzga y condena a quién por acariciar el pecado, abrogándose una prerrogativa que sólo a Dios corresponde? ¿No concuerda todo eso con lo que dije que te sucede?

    ¿Acaso te dijo alguien de los que por aquí pasamos que te condenas por pensar como piensas? Tú sí lo has hecho con nosotros. Retomando tus palabras, no juzgues para que no seas juzgado. Piensa que se te juzgará con la misma vara de medir que tú juzgues a los demás.

    Por cierto, en psicología se establece una figura de autodefensa: la proyección. El que sabe que está actuando de manera incorrecta proyecta en los demás sus defectos, los acusa de hacer lo que él hace. Si te lo lees con atención, mi escrito no descalifica, sólo interpreta los signos que tú envías.

    No me habría costado nada decirte que estás equivocado, que lo que tú afirmas es una patochada; pero no lo hice. Te dije que, si así creías que debían ser las cosas para ti, que siguieras por ese camino, pero que no me forzaras a hacer lo que no creo. ¿Dónde está la descalificación?

    Dicho todo lo anterior, me ratifico en mis conclusiones. Estás obcecado y no pareces nada dispuesto a cuestionar unas bases que tú consideras inamovibles, perpetuas y universales, olvidando que todos y cada uno de nosotros tenemos una visión distinta del mismo asunto. Lo tuyo se llama imposición; lo nuestro, respeto.

    ¿Cómo pretendes que se te tome en serio si, a la primera de cambio que alguien te dice algo que no es de tu agrado, en lugar de detenerte a reflexionar si lleva razón o no, vas condenando a troche y moche? Muéstrate más respetuoso con la diferencia y todo te irá mejor en la vida. Una actitud dialogante abre más puertas que la condena más tremebunda. Créeme, cambia de estrategia. Saldrás ganando tú, porque siempre se puede aprender algo de los demás, por ignorantes que sean.

    Por cierto, doy esta polémica por cerrada. No tiene nada que ver con este tema.

    ResponderEliminar
  41. Uyyyy Niel parece que te molesta el que te digan la verdad.. jeje es normal, pero vayamos por parte.

    1º El que des la polémica ( que al parecer sientes ) por cerrada, simplifica tus argumentos de continuar dialogando.

    2º Eres tu el que no quieres seguir argumentando, por lo tanto el ofuzcado eres tu y no yo, que puedo seguir argumentando todo lo que quieras.

    3º Nunca te he jusgado, desde ¿cuando una pregunta tiene señales de juicio?, será que tu te sientes juzgado, recuerda que cuando uno se siente juzgado es porque algo ha hecho, si uno no se siente juzgado es porque tiene la conciencia tranquila. Lo que te dije es que pensaras si eras tú el que estabas ofuscado, nada más lejos de la realidad juzgar por hacer esa pregunta.

    4º Quien impone a quién cuando tu supuestamente sanjas la cuestión cuando te interesa. Lo mío es razonamiento bíblico y defensa con la Biblia y el Espíritu de Profecía, estoy totalmente de acuerdo contigo que si uno no cree en ellos no hay más y también recuerda que la misma Biblia dice que ni una gota ni una tilde será cambiada y que ella permanecerá para siempre.

    5º Si bajo los argumentos de deslegitimar levitico 11 buscas el justificarlo pues me parece bien ese es tu punto de vista aunque nunca lo compartiré porque en las Escrituras no habla de eliminar el valor de levítico 11.

    6º Me parece correcta tu postura de la psicología, pero vuelvo a decirte que pienses ( y no te estoy juzgando ) ¿puede ser esa situación la que estés viviendo tu?, en psicología también existe el autoanálisis, materia estupenda para autovalorarse uno mismo y darse cuenta si está metiendo la pata en algo ( esto te lo aconsejo para que veas que es útil ).

    7º Núnca me pondré en el lugar de Dios pero sí que expreso con firmeza lo que creo es correcto y por ahora no has demostrado, con la Biblia y el Espíritu de Profecía comienza hablar. Recuerda lo dicho por el Apóstol Pedro: "sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros;" 1ª Pedro 3:15 y en ningún sitio verás palabras ireverentes, ni palabras disonantes como para que digas que yo quiero ocupar la prerrogativa de Dios. Solo digo y diré y nadie podrá decir lo contrario, La Biblia como instrumento de investigación y el Espíritu de Profecía como instrumento de orientación de Dios para el pueblo remanente son nuestras armas para fortalecer nuestra creencia, ir más allá es ir a Donde Dios no nos ha indicado.

    8º Creo que el que no has reflexionado eres tu, también te digo que mi intensión no es que me tomen enserio o no, ese cuestionamiento es de cada uno, pero si es cierto que lo que hago y haré mientras tenga la posibilidad de hacer es de decir, LA BIBLIA y ESPIRITU DE PROFECÍA para vivir en armonía con Dios.

    Por cierto, doy esta polémica no por cerrada, sino por reflexión, y tiene mucho que ver con el tema, porque al final no será la alimentación, será el SÁBADO, será la DIVINIDAD y obviamente como bien dices, todos somos libres de opinar, siempre con respeto, pero LIBRES.

    saludos

    ResponderEliminar
  42. "Tú te has enrocado en tus predios y no hay quien de ellos te mueva; te defiendes con uñas y dientes y te has recubierto con una coraza de odio contra los que no pensamos como tú imposible de traspasar, ni aun con las más amables de las palabras." palabras de Niel.

    Para que veas que realmente te has equivocado... ¿Quién eres tu para juzgar que yo tengo odio contra los que argumentan lo contrario?

    1º Recuerda que no me conoces, como yo no te conozco, por eso verás en mi un cuestionamiento.

    2º Cómo voy a odiar a un hijo de Dios, lo que hago es mostrarte que las Escrituras no dicen lo que tu dices, nada más.

    un saludo.

    ResponderEliminar
  43. Aunque ya ha pasado algo de tiempo desde esta entrada, he encontrado otro comentario respecto a la dieta y la Biblia que me ha parecido interesante.
    http://www.spectrummagazine.org/cafe_hispano/2010/06/13/la_biblia_y_la_dieta
    Esther

    ResponderEliminar
  44. Muy interesante, me encantó.

    ResponderEliminar