domingo, 6 de junio de 2010

Lección 11 Para el 12 de junio de 2010: Optimismo: felicidad y curación


Sábado 5 de junio

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA:
1 Reyes 19:2-18; Salmo 27; 42; Lucas 8:14; 10:38-42; Romanos 8:35-39; 2 Corintios 12:9, 10; 1 Tesalonicenses 5:16, 17.

PARA MEMORIZAR:
“Esto recapacitaré en mi corazón, por lo tanto esperaré. Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad” (Lam. 3:21-23).

DOS HOMBRES EN LA CÁRCEL. Uno mira las estrellas. Su belleza y majestad lo llenan de optimismo y esperanza: ¡hay algo mejor más allá de los barrotes! El otro mira el barro que rodea las celdas. Nada allí lo anima, y pierde la esperanza.

La Biblia trata acerca de problemas de la vida real que son relevantes actualmente. Algunas situaciones conducen a la desesperación hasta a los fieles. Pero la Palabra de Dios nos anima, y es fuente de gozo y optimismo.

La esperanza influye sobre nosotros siempre. Nos capacita para ser optimistas aun en circunstancias difíciles. Nos afecta emocionalmente e influye positivamente sobre nuestra salud física, nuestra inmunidad y nuestro bienestar general.

No es fácil cambiar las circunstancias externas, pero sí podemos cambiar nuestras actitudes hacia ellas. Esta semana consideraremos este principio, y por qué podemos tener esperanza.

UN VISTAZO A LA SEMANA:
El optimismo y la esperanza pueden tener un impacto muy positivo sobre nuestra salud.

Domingo 6 de junio: DEPRESIÓN Y DESESPERACIÓN

La depresión es muy común hoy. Junto con la tristeza general que la acompaña, se pierde el gozo de lo que antes era placentero, se experimenta cansancio, un sentido de inutilidad y desesperanza, y pérdida de energía. Se perturba el sueño, y a menudo hay otros síntomas físicos: problemas digestivos, dolor de cabeza y de espalda, etc.

Si no se reconoce y se trata, la depresión puede conducir al suicidio. Es un problema de todos los grupos de edad pero, en algunas sociedades, los que tienen 24 años o menos son muy vulnerables.

Hay dos clases principales de depresión. La primera es una reacción a circunstancias desagradables, como muertes, enfermedades, pérdida del trabajo o relaciones rotas. Todos experimentamos algo de esto en algún momento. La otra clase de depresión está relacionada con desequilibrios químicos en el sistema nervioso central. A menudo es genética y es una enfermedad como otras. Necesitamos aceptar a las personas que enfrentan estos desafíos y no juzgarlas.

Abajo hay dos ejemplos de personajes bíblicos que sufrieron síntomas de depresión. ¿Quiénes fueron, y cuáles fueron esos síntomas?

Salmo 42
1 Rey. 19:2-18

Estos dos personajes del Antiguo Testamento sufrieron momentos de oscuridad y desesperanza. David pasó días y noches llorando. Elías tuvo ideas suicidas, pero en lugar de quitarse la vida pidió a Dios que lo hiciera (1 Rey. 19:4). Hoy diríamos que pudo haber lamentado ser el único adventista que mantenía las normas.

Dios, lleno de gracia, trató suavemente tanto a David como a Elías. David fue guiado a comprender que debía poner su esperanza en Dios (Sal. 42:11), y el resultado fue una vida de alabanza. Con voz suave, Dios le recordó su misión a Elías y de dónde procedía su fuerza. Elías, entonces, llamó a Eliseo y comenzó a adiestrarlo en el servicio.

Todos, en algún momento, luchamos con la depresión. Aunque eso es inevitable, todavía puedes elegir cosas que eviten situaciones potencialmente deprimentes. ¿Qué clase de elecciones estás haciendo, y hacia dónde te conducirán probablemente?

Lunes 7 de junio: LOS CUIDADOS DE ESTA VIDA

Nuestras agendas repletas disminuyen nuestro optimismo y nuestra esperanza. Podemos estar tan concentrados en las cosas y el trabajo, aun en actividades buenas y necesarias, que perdemos nuestra relación con Jesús, algo que es esencial para nuestro crecimiento en todos los aspectos.

Lee los siguientes textos. ¿Qué nos indican acerca de cómo hemos de vivir? ¿Cuáles son las lecciones que podemos obtener de estos ejemplos?


Miq. 6:8
Luc. 8:14
Luc. 10:38-42
Luc. 12:16-21

Las personas, a menudo, gastan muchas horas en busca del éxito. ¡Cuán a menudo procuramos llegar al éxito cuando la meta debería ser lograr lo que es más importante! ¿Es significativo lo que hago, digo o pienso? ¿O soy como el agricultor “exitoso” de la parábola, que tuvo que dar cuenta y fue llamado necio? (Ver también Luc. 21:34.)

Marta estaba ocupada en proveer alimento y bebida a su huésped. Estaba tan ocupada en la obra para el Señor que descuidó la relación vital con el Señor de la obra. Jesús le recordó que María había elegido más sabiamente y afirmó que la elección de una relación significativa es más importante que el éxito del trabajo.

A veces podemos ser vencidos por los cuidados de esta vida al tratar de sobrevivir. Esto incluye las necesidades de una familia, la educación de nuestros hijos o atender las demandas de la vida. Nutrir nuestra relación con Jesús impacta en cada aspecto de nuestras vidas, y permite lograr una perspectiva optimista y esperanzada, aun en tiempos de agitación y presión.

¿Cuánto de lo que haces será recordado en la eternidad? ¿Cuánto de lo que haces será olvidado para siempre? ¿Qué te dice tu respuesta acerca de ti mismo, de cómo vives y, tal vez, de las elecciones que deberías hacer?

Martes 8 de junio: REGOCIJAOS SIEMPRE

Lee 1 Tesalonicenses 5:16 y 17. ¿Cómo están relacionadas ambas amonestaciones?


Hace tres décadas se escribió mucho acerca de alabar a Dios en toda circunstancia. Pero, mucho de ello llenó de culpa a los que luchaban para sobreponerse a la muerte, las pérdidas, la tragedia, la incapacidad y la tristeza, como si ellos fueran infieles al Señor y no vivieran como cristianos porque no estaban gozosos durante esas crisis.

No siempre nos regocijamos en todas las situaciones. Jesús ciertamente no lo hizo (Mat. 26:38; Juan 11:35), y ¿quién lo acusará de ser infiel? Job, aunque fiel al Señor, no parece muy contento en la mayor parte del relato de su infortunio; por el contrario, se lo ve miserable y quejoso.

Sin embargo, en medio de las tragedias de la vida, podemos tener motivos de gozo y optimismo, aunque sintamos que estas razones están enterradas debajo de ayes y preocupaciones. Y eso es porque, gracias a Jesús y a las promesas que nos dio, vemos estas cosas como temporarias y que, por duro e incomprensible que sea nuestro sufrimiento, Dios nos ama. Al sufrir, si nos aferramos a sus promesas y a la esperanza que proviene de él, podemos encontrar razones para tener gozo y optimismo aun en las peores situaciones.

¿Qué esperanza y optimismo puedes obtener de las siguientes promesas?


Rom. 8:31
Rom. 8:35-39
1 Juan 3:1
Apoc. 21:4


¿Qué otras promesas bíblicas puedes encontrar que te dan razones para ser optimista y tener esperanza aun en medio de circunstancias difíciles? ¿De qué modo estos textos te ayudan a sobreponerte a situaciones difíciles?

Miércoles 9 de junio: RISA Y CURACIÓN

Lee 2 Corintios 12:9 y 10. ¿Qué está diciendo Pablo, y cómo podemos aplicar este principio en nuestras vidas, especialmente en tiempos de aflicción?

Norman Cousins, el autor de un libro titulado Anatomy of An Illness [Anatomía de una enfermedad], fue el editor de una revista popular durante unos treinta años. En 1964 lo atacó una enfermedad que afectaba el tejido conectivo del cuerpo. Sufrió mucho dolor. Tenía mucha dificultad para mover sus dedos, sus miembros y hasta su mandíbula. Le resultaba difícil darse vuelta en la cama. Además, comenzaron a formarse protuberancias en todo su cuerpo. Hecho el diagnóstico, los médicos recetaron toda clase de calmantes y sedantes, cosas como aspirina, codeína y otras drogas, incluyendo pastillas para dormir. Su cuerpo comenzó a reaccionar contra los medicamentos, y le brotó una urticaria aún más dolorosa que la enfermedad misma. Las cosas se veían mal para Norman, ya que sólo uno en quinientos pacientes se recuperaban.

Finalmente, cansado de todos los medicamentos y sus malos efectos colaterales, comenzó a mirar algunas películas cómicas de un show muy popular en la televisión, Candid Camera. En la cama reía y reía. Casi inmediatamente, comenzó a notar un cambio. Cuanto más se reía, mejor se sentía. La enfermera a veces le leía relatos cómicos que lo hacían reír a carcajadas. Con el tiempo, los exámenes mostraron que estaba mejorando. Antes de mucho, las protuberancias en su cuerpo se achicaron, y él regresó a su trabajo. Poco después, el hombre que había tenido dificultades para darse vuelta en la cama estaba jugando al tenis y al golf, cabalgaba y tocaba el piano.

Aunque nadie dice que la risa es la solución de todos nuestros problemas médicos, no hay dudas de que una buena actitud puede tener un impacto positivo sobre nuestra salud.

Amenudo, la actitud es algo que puedes controlar si realmente quieres hacerlo. ¿Cuál es tu actitud general? ¿Cómo puedes aprender a ser más optimista? ¿De qué modo el enfocar la Cruz y lo que ella revela acerca de Dios te debería ayudar a tener una orientación más positiva de la vida?

Jueves 10 de junio: UN CORAZÓN AL EGRE: ¡OPTIMISMO PRÁCTICO!

Sí, hay beneficios físicos por la risa y el pensamiento gozoso (Prov. 17:22). La risa ejercita los pulmones y estimula el sistema circulatorio. Como resultado, entra más oxígeno en la sangre. La risa actúa como un relajante y, a la larga, puede asociarse con pequeños descensos de la presión arterial. La risa aumenta la producción de las endorfinas, que tranquilizan y relajan la mente, alivian el dolor, mejoran el genio y aumentan la actividad de las células inmunológicas. Este optimismo y este corazón alegre serán enteramente apropiados, porque se basan en el conocimiento de que Dios controla nuestras vidas.

Sabemos que no es posible ser felices y reírnos continuamente. Sin embargo, podemos procurar tener una actitud positiva.

Lee Isaías 26:1 al 4. ¿Cómo puedes aplicar este pasaje en tu vida práctica?

Cuando nuestras mentes están fijas en Dios y confiamos en él, cosechamos beneficios concretos. Los estudios han mostrado que ver a otros en una forma positiva y benévola puede impactar benéficamente en nuestra resistencia a las infecciones (y nos hará agradables para los demás). Al cultivar y nutrir nuestra relación con Cristo, nuestra salud física se beneficia, y podemos encontrar la clase de curación emocional y espiritual que puede ayudar a nuestra curación física también.

Según Proverbios 17:22, tenemos que escoger una de dos alternativas: un corazón alegre hace bien; un espíritu quebrantado tiene efectos negativos sobre todo nuestro ser. David aprendió la importancia de esta elección y se recordó a sí mismo la función conservadora de Dios en esta lucha permanente.

Lee el Salmo 27. ¿Qué esperanza se presenta en este Salmo? ¿Cómo podemos aplicar a nosotros estas palabras?

Hay evidencia abundante de que una relación vibrante con Dios influye en nuestro bienestar total. ¿Qué cambios necesitas hacer a fin de tener una mejor relación con el Señor?

Viernes 11 de junio

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:
Lee “La curación mental”, en El ministerio de curación, páginas 185 a 200.

“Nada tiende más a fomentar la salud del cuerpo y del alma que un espíritu de agradecimiento y alabanza. Resistir a la melancolía, a los pensamientos y los sentimientos de descontento, es un deber tan positivo como el de orar. Si somos destinados para el cielo, ¿cómo podemos portarnos como un séquito de plañideras, gimiendo y lamentándonos a lo largo de todo el camino que conduce a la casa de nuestro Padre?” (MC 194).

“Sin la Cruz, el hombre no podría unirse con el Padre. De ella depende toda nuestra esperanza. De ella emana la luz del amor del Salvador, y cuando al pie de la Cruz el pecador mira al que murió para salvarlo, puede regocijarse con pleno gozo, porque sus pecados son perdonados. Al postrarse con fe junto a la Cruz, alcanza el más alto lugar que pueda alcanzar el hombre” (HAp 173).

“Con esta esperanza de una herencia segura en la Tierra Nueva se regocijaban los cristianos primitivos aun en tiempos de dura prueba y aflicción” [Y a continuación el párrafo transcribe 1 Ped. 1:6-9] (HAp 427).

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
1. ¿Conoces a alguien que está sufriendo de depresión? Si es así, ¿qué puedes hacer para ayudarlo? Muchas veces una palabra bondadosa o aun un gesto amable pueden, hacer mucho para que alguien se sienta mejor. ¿Qué puede hacer tu clase o la iglesia como un todo para ayudar a los que luchan con la depresión?

2. Proverbios 3:7 y 8 dice: “No seas sabio en tu propia opinión; teme a Jehová, y apártate del mal; porque será medicina a tu cuerpo, y refrigerio para tus huesos”. ¿De qué manera cabe esto en la lección de esta semana?

3. La siguiente ocasión en que te sientas deprimido, haz un esfuerzo decidido de meditar en cosas positivas. Piensa acerca del amor de Dios. Lee algunos textos de la Biblia que te gustan especialmente. Alaba al Señor en canto y oración. Te puedes sorprender por cuánto mejor te sientes.

4. Aunque el énfasis de esta semana ha sido sobre nuestros sentimientos y la importancia de sentirse bien, debemos recordar que la fe no es un sentimiento. En otras palabras, solo porque nos sintamos desanimados, deprimidos o abatidos no significa que hemos perdido nuestra conexión con Dios. ¿Cuál es la diferencia entre fe y sentimiento, y por qué es importante conocer esta diferencia?

26 comentarios:

  1. 3. La siguiente ocasión en que te sientas deprimido por pensar que el concepto de un Dios bondadoso se contradice constantemente con la realidad y con las escrituras, cuando te aburras de hablar con un ser que siempre permanece en silencio e invisible, cuando te hartes de repetir la misma rutina semanalmente como un autómata, cuando te sientas cansado de reflexionar profundamente más de mil veces sobre pasajes incómodos imposibles de justificar, cuando te decepcione la hipocresía y las continuas contradicciones de tu organización religiosa, cuando te entre la depre por considerar Palabra de Dios un libro que apenas contiene humor...; haz un esfuerzo decidido de meditar en cosas positivas. Piensa acerca del amor de Dios. Lee algunos textos de la Biblia que te gustan especialmente. Alaba al Señor en canto y oración. Te puedes sorprender por cuánto mejor te sientes.

    ¡Saludos!

    ResponderEliminar
  2. Estoy de acuerdo contigo anónimo. Siempre hay 2 reacciones diferentes ante el mismo problema o situación. Y en la iglesia adventista se ve bien cuando reaccionas según ellos, Es decir, como el ejemplo de los 2 hombres en la cárcel, uno lo ve con optimismo y esperanza y el otro con depresión. Claro, ´quién es mejor. jajajja, según la iglesia ya se sabe. Pero la realidad no es asi. Siempre hay 2 puntos de vista o dos reacciones y no quiere decir que la otra persona que reacciona con depresión sea peor que la primera. Menos mal que en el Martes lo aclara. No sentirse culpables si reaccionas asi, pero los miembros de iglesia siguen algunos, "aparentando la santidad inexistente" y critican a los otros por reaccionar..... jajajaj, por no ponerse felices si pierden a un ser querido o algo asi, por favor, en qué pais vivimos?
    Un saludo

    ResponderEliminar
  3. Me parece bien que la iglesia empiece a cambiar su mirada ante algo tan delicado como es la depresión.

    Antes, un cristiano deprimido era un cristiano sin fe. Ahora, las cosas empiezan a verse de otro modo. Como casi siempre, la ciencia y la sociedad van un paso (o muchos) por delante de nosotros.

    Y aunque la confianza y la fe pueden servir de trampolín para salir de la depresión, pueden no ser suficientes. Ponernos en manos de especialistas (a nadie se le ocurriría ponerse en manos de un pastor para curar un cáncer de estómago...) para que nos traten adecuadamente debería ser el primer paso de un creyente cabal.

    Y, ante todo, cuando uno no tiene nada útil que decirle a una persona deprimida, lo mejor es guardar un respetuoso silencio y escuchar. Muchas tonterías se dicen cuando no se sabe qué decir. Además, en la mayoría de los casos, cuando alguien deprimido se sincera con un hermano, no busca consejo o dirección, sino un hombro en el que recostarse un ratito.

    Y es que muchas veces he asistido a la situación, altamente surrealista, que se da cuando alguien decide contar sus problemas a otro y este último, después de escucharle durante un breve momento, acaba contándole sus propios problemas el resto de la conversación. ¡Un poquito de por favor...!

    ResponderEliminar
  4. Me parece altamente desternillante el comentario que hacen los autores en el domingo, a propósito de la depresión de Elías. Cito:

    "Elías tuvo ideas suicidas, pero en lugar de quitarse la vida pidió a Dios que lo hiciera (1 Rey. 19:4). Hoy diríamos que pudo haber lamentado ser el único adventista que mantenía las normas."

    Un día compartiré en PredicAndo en el desierto una reflexión sobre Elías, sus errores, su lamentable percepción del carácter de Dios en el Carmelo y su conversión real en el Horeb. No creo que Elías sea un caso típico de persona deprimida. Más bien diría que padecía un trastorno ciclotímico, que es una dolencia leve asociada a la bipolaridad, y que se caracteriza por periodos de hipomaníacos (estados de ánimo elevados, euforia y excitación: Elías frente a Acab anunciando la sequía, que según él sólo acabará "cuando él lo diga") seguidos por estados leves de depresión (huida de Elías al arroyo de Querit). Y vuelta a empezar (Excitación y euforia: el Carmelo // Depresión: el desierto y el Horeb).

    Y escribo esto no porque sea importante un diagnóstico psiquiátrico de Elías, sino porque leído el relato bíblico en estos términos, descubrimos a un Elías que necesita más ayuda que la exigida por una depresión leve. Elías no quiere saber nada de un Dios paciente y misericordioso, y lo pondrá entre la espada y la pared en el Carmelo. Elías, al más puro estilo esquizofrénico paranoico, exige fuego, violencia y sangre. El fuego no tendrá más remedio que ponerlo Dios, pero de la violencia extrema y la sangre se ocupará el propio Elías. Este comportamiento cercano a la neurosis religiosa extrema será tratado por Dios a través del servicio: después de la sequía envía a Elías a Sarepta; después del Horeb envía a Elías al pueblo con los 7000 que no doblaron sus rodillas. El profeta está completamente obsesionado con las manifestaciones espectaculares de Dios, y lo fuerza a ello poniéndolo entre la espada y la pared. Y Dios, de forma testaruda y salvífica, lo envía a la pequeñez y el anonimato de Sarepta y al silencio y la soledad del Horeb.

    Nada tiene que ver el relato con el adventismo y con sus normas. Elías acaba donde acaba no por ser el único en cumplir las normas, sino por estar completamente equivocado al respecto de cómo es Dios, y de qué es lo que Dios quiere de él. Y cada vez que Elías descubre que Dios no quiere lo mismo que él, se deprime. Hasta que se produce la verdadera conversión del Horeb, y el profeta descubre el sentido último de su misión: servir de mensajero de paz a los pocos que quedan fieles en Israel.

    ResponderEliminar
  5. Juan Ramón, creo que sería hora de que te plantearas el pedir la baja de la iglesia Adventista si no creen en sus principios y normas ( que son bíblicas ) pues lo mejor que puedes hacer es no ser instrumento de satanás en ella. Cuando Elías está en la cueva es por miedo al poder de Jezabel y no por un estado esquizofrénico donde Dios tiene que mandarle aun lugar, el dialogo entre Dios y Elías revela que realmente el miedo a sufrir es su mayor preocupación y Dios se revela por el silbido apasible para mostrar que no es el poder lo que revela la fortaleza, sino el saber escuchar y buscar a Dios, fijate que en todo momento se dice "y Dios no estaba ahí", Dios quiere enseñar a Elías a buscarle permanentemente y no otra cosa.

    Lo dicho replanteate tu situación.

    ResponderEliminar
  6. Juan Ramón, creo que te deberías replantear tu situación con relación a la iglesia, si no estás de acuerdo en sus creencias y no aceptas el espíritu de profecía, ¿qué haces en la iglesia adventista?

    Tu argumentación sobre Elías me parece que va más allá de lo que dice las escrituras y por lo tanto no estás legitimado ha realizar un análisis psiquiatrico de un profeta de Dios. Primero porque no eres psiquiatra y luego porque tu analisis está sacado desde un apriori curiosamente el concepto de "vivir las normas adventistas". Las normas adventistas tienen una base bíblica, es cierto que para desacreditarlas al final tenemos que argumentar en contra del Escrito Está, pero gracias a Dios que Jesús practicó el Escrito Está.

    En cuestión a tu argumentación sobre el estado psiquiatrico de Elías quiero decirte que es más simple aceptar lo que las escrituras dice, Elías tuvo desconfianza en Dios por el miedo que le dió Jezabel y por eso quería morir y por eso le pide a Dios que le quite la vida, es tan simple aceptar esto que el buscar en el cerebro de Elías para saber como está su estado de ánimo.

    Lo dicho, replanteate si estás siendo utilizado por satanás o por Dios, recuerda que Dios no romperará los principios establecidos en su Palabra y los inspirados por Elena G. White.

    ResponderEliminar
  7. Me parece que te estás pasando "Anónimo", si sigues así no creo que muchos queramos seguir leyendo porque estás rompiendo el poco ambiente de tranquilidad y libertad que buscamos.

    NO te entiendo pero sí te pido respeto para una mente y un corazón como el de Juan Ra, del que todos tenemos mucho que aprender...

    ResponderEliminar
  8. ¿Por qué será que cuando alguien zarandea los "firmes" cimientos de nuestra fe nuestra primera reacción es la agresión al que los cuestiona? ¿Acaso como adventistas nuestra comprensión de muchos aspectos de la Biblia no ha ido evolucionando con el paso de los años? ¿Acaso nos hemos olvidado del reproche que Jesús hacía a los fariseos, acusándolos de anteponer la norma, que no el principio, a la persona?

    Hay algo que deberíamos tener claro: la diferencia abismal entre norma y principio. El principio es inmutable y debe impregnar la vida del cristiano. La norma es la plasmación en la vida real de aquel principio al que nos hemos adherido; y como tal plasmación es susceptible de cambios según el entorno cultural o social. Exigirle a un habitante del sudeste asíatico que entienda y observe el sábado del mismo modo que lo entiende un norteamericano es la mayor de las barbaridades.

    La Iglesia, entendida como la asamblea de los creyentes, por deseo y mandato de Jesús, debe buscar la unidad, sí, pero no la uniformidad. O, si no, ¿a santo de qué pidió en su oración sacerdotal del Getsemaní que fuéramos uno como él y el Padre son uno? ¿No estaremos confundiendo unidad con uniformidad?

    El cristianismo es la religión del vínculo del creyente con su Dios. Y ese vínculo es extremadamente personal e imposible de trasponer de un ser humano a otro. Mi relación con Dios está a años luz de la que pueda tener un habitante de Sudamérica, incluso de la que pueda tener quien viva en mi misma ciudad.

    Yo mismo estoy en profundo desacuerdo en algunos puntos normativos y conductuales de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, pero no por eso dejo de sentirme miembro de la misma ni me he cuestionado abandonar sus bancos. De hecho, no cuestiono la iglesia en sí, sino las posturas en que que algunos de sus miembros se empecinan en enrocarse. Esa es mi principal objeción; y no va dirigida, precisamente, a la iglesia, sino a algunos de sus miembros. Con todo, aunque considere que su visión del asunto es errónea, no por ello dejo de pensar que quien se equivoca puedo ser yo y no ellos; por lo que me mantengo abierto a la posibilidad de que se me demuestre Biblia en mano mi error, como yo intento, desde mi más sincero afecto, hacer lo propio con ellos y ellos, en cambio, me arrojan los textos bíblicos a la cabeza cual si de proyectiles se tratara. ¿Dónde está su amor cristiano?

    Con respecto a Elías, resumo mi postura con una frase que solté hace ya tiempo en el blog hermano de Dos a media luz: «Demasiados aleluyas para tan pocos amenes». A veces, como Elías, esperamos manifestaciones peliculeras de Dios, con gran profusión d eefectos especiales y milagros grandiosos, y, cuando no se dan, agarramos una depresión de caballo porque nos hemos sentido defraudados en nuestras esperanzas, porque, en el fondo, queríamos lucir de Dios. ¿No es eso lo que hacía Elías? ¿No ponía a Dios contra las cuerdas para lucirse él y cuando aquél le salía por la tangente, el buen hombre se desmoronaba porque había quedado en evidencia? Por cierto, con respecto a este asunto, conozco perfectamente las tesis de Juan Ramón porque asistí a su charla al respecto e hizo que para mí Elías dejara de ser un titán de la fe para convertirse en un hombre de carne y hueso como tú y como yo, Anónimo; cosa que me abrió la esperanza de que, algún día, con la ayuda de Dios, yo también pueda alcanzar la talla que alcanzó Elías después de su conversión en el Horeb.

    ResponderEliminar
  9. Por cierto, amigo Anónimo, recuerda que nadie está en posesión de la verdad absoluta. Ni siquiera tú.

    ResponderEliminar
  10. Bueno, vamos a ver, pienso que estamos en una forma de expresión abierta y adulta y cada uno puede opinar lo que crea conveniente. Pero como somos adultos podemos coger lo que creemos que sea bueno y lo que creemos que sea mejor. y los que estamos en la iglesia adventista o no, tambien somos libres de elegir estar o no. Dios no echa a nadie y menos por analizar o indagar o investigar o por pensar algo diferente.
    Por favor, seguir dando vuestras opiniones y dar libertad a todos los que se expresen en este medio. Aunque alguien no tenga razón de los que damos aqui las opiniones, por lo menos nos hace a los demás investigar y mirar si eso es asi, y si es como nos han dicho toda la vida..... Por lo menos nos ayuda a investigar y a preguntarnos cosas.
    Por favor, no hay que ser "cuadrados" en nuestra forma de pensar, es bonito investigar y ser abiertos.
    Un beso a todos

    ResponderEliminar
  11. Como casi siempre, la ciencia y la sociedad van un paso (o muchos) por delante de nosotros.
    Estas palabras o estos pensamientos los tengo yo desde hace muchos años. Por ej, con respecto a la evangelización, hace años, años que ya tendríamos que estar predicando por internet o por TV o por radio, pero no. Yo pienso que somos un poco "Raquíticos" en nuestros proyectos.
    Y muy de acuerdocon lo que dices Niel.

    ResponderEliminar
  12. Te comprendo, Anónimo, no creas que no. Nos han enseñado siempre que los profetas de Dios son héroes incólumes de la fe. Creo que así los percibes tú, y en tus comentarios eres coherente con lo que piensas. No tengo nada que decir. No te quitaré la razón, porque puede ser que mi percepción esté equivocada.

    Yo veo al héroe Elías en el Horeb: un hombre derrotado, empequeñecido, casi destruido, pero que en su fuero interno aún es capaz de descubrir a Dios donde realmente está: en el silbo apacible. Esperaba verlo en el terremoto, en el trueno, en el fuego. Y no estaba allí. Pero aun viendo defraudadas sus expectativas, brota la humildad de un hombre de Dios que cae en la cuenta de que se ha equivocado, de que su Señor no es como él había creído, y le da la oportunidad de manifestarse como realmente Él es: la tranquilidad, la naturalidad y el sosiego de una brisa suave y fresca, que le renueva el alma. Para mí, ese gesto de aceptación de la realidad de Dios lo convierte en un héroe de la fe de verdad.

    No es fácil admitir que uno se ha equivocado, que ha interpretado mal a Dios. Sobre todo, cuando uno es su profeta. En ese momento, es normal que Elías quiera morirse. Pero al dejarle espacio a Dios, al permitirle ser como realmente es, aun cuando nos como lo esperaba, se pone en disposición de recobrar el ánimo y aceptar el reto de servir de bálsamo para aquellos 7000 que necesitaban la presencia balsámica del profeta.

    No me parece escandalosa la imagen de un profeta equivocado. Lo que me parecería escandaloso es que el profeta no le dejase espacio a Dios, para que pudiese obrar en su propia conversión. No es el caso de Elías. Y eso, para mí, lo convierte en un héroe de Dios.

    Un abrazo para todos.

    ResponderEliminar
  13. Para ahondar un poco más en los beneficios del optimismo, de la esperanza y del pensamiento positivo, os recomiendo la lectura de un artículo que publiqué en abril en nuestro blog hermano al que Niel ha hecho referencia (2a1/2luz) en el que un médico español reflexiona sobre estos asuntos. Os pego el enlace:

    http://dosamedialuz.blogspot.com/2010/04/lo-que-el-corazon-quiere-la-mente-se-lo.html

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  14. Señor "anónimo" y por lo que observo muy mal llamado adventista del septimo dia, suponiendo que lo seas, que lo dudo ampliamente. El que deberia abandonar la iglesia, pero a marchas forzadas, eres tú por ser un "facha-adventista" y un "retrógrado-recalcitrado" en grado superlativo. Además de que no has entendido nada del mensaje del evangélio en cuanto al respeto a las personas, a la toleráncia y al amor de Jesús, desde mi punto de vista de creyente en la misma confesión religiosa que la tuya, y aunque tampoco haya entendido nada, no te mereces el apelativo "cristiano-adventista" a lo mejor si del séptimo dia, pero de cristiano. TE mereces un "0" patatero por tu cerebro de ornitorrinco, con perdón para este noble animal que no se merece que lo compare contigo. Espero que la gente como tu se quede con las ganas de saborear el cielo, simplemente para que los que han entendido lo que es esencial para Dios y el verdadero mensaje de Jesús tengan despejado el ambiente celestial de personas que no hacen mas que enrarecerlo y apestarlo, como tú, por ejemplo.Permíteme decirte, con toda la falta de respeto del mundo, y me disculpo por ello de antemano, que tus muy desafortunados comentarios, que supongo nacen de la honda y franca esencia de tu ser solo revelan una naturaleza humana perversa, retrógrada y inquisitorial. Reitero, no has entendido nada. Pero fíjate que aún así no han borrado tus hediondos comentarios de este blog. Espero que aceptes las críticas negativas que te hago y tomes ejemplo de Juan Ramón que ha encajado como todo un cristiano humilde las que le has dedicado tu. Lo digo desde el cariño, por supuesto.

    Anda y acuéstate a dormir que falta te hace.

    ResponderEliminar
  15. Desde una perspectiva hebrea dare mi opinion.Debemos estudiar las escrituras sin religiones ,estas no existieron como tal hasta siglo tercero,mas no debemos obviar ke solo hay un CREADOR YHWH y el solo tiene un pueblo Israel formado por diez tribus dispersas por el mundo aun hoy ydos tribus mas los levitas en Judea.Tampoco debemos olvidar la naturaleza mixta del hombre(lomejor lo peor)

    ResponderEliminar
  16. ¡Uououououou! De tres a quince comentarios en 2,5 segundos... ¡ni un Ferrari 458!

    Soy el anónimo del primer comentario -el anónimo de siempre; aka Macarra o Barry-. Esto va dedicado a mis anónimos paralelos:

    Anónimo paralelo 1: "Sin religión, habría buenas y malas personas llevando a cabo actos dadivosos y actos abominables, respectivamente. Con la religión, las buenas personas son también partícipes de los actos abominables."

    Anónimo paralelo 2: Suave tío, suave. El A.P.1. también me inspira el mismo rechazo que a ti, supongo, pero su punto de vista es perfectamente válido, pues la Biblia se puede utilizar para proteger ese tipo de mentalidades tranquilamente. A mí me causa rechazo por mi "moral secular", pero si hablas de ser mejor o peor cristiano, creo que el A.P.1. es tan buen cristiano como Juan Ramón y como tú.


    ¡Saludos!


    P.D. Qué bonito es el 458... qué cinturita... qué culazo...

    ResponderEliminar
  17. Venga, que no pasa nada. No se desborden las aguas del río. Un par de críticas nos vienen bien a cualquiera para bajarnos los humos. Cuando opinamos con la vehemencia que lo hago yo tantas veces, nos exponemos al juicio de los demás. Y si Elías tuvo la oportunidad de descubrir a ese Dios que lo esperaba de forma paciente en Horeb, todos la tenemos. Y la Tierra Nueva estará repleta de gente recuperada por el amor del Padre. No se cierran las puertas para nadie cuyo celo provenga de un corazón sincero. Y creo que el de Anónimo lo es, aunque piense que está equivocado.

    Este blog se abrió para que todos tengamos un espacio para expresar nuestras opiniones, por variopintas que sean. Y para darnos la oportunidad de crecer en la fe. Como tantas veces os he dicho ya, del consenso salgo creído, pero del disenso salgo crecido. Crecer con Dios. Ésa es la vocación de este blog.

    Gracias a todos. Y sobre todo a Shara, que entra a formar parte desde hoy de este grupo de iconoclastas.

    Abrazos a todos. Ya es sábado, así que me voy de fiesta con Dios...

    ResponderEliminar
  18. la referencia es a lo peor o lo mejor del adam (hombre)

    ResponderEliminar
  19. Poco mas que añadir a los comentarios, y seguramente escribo a estas horas para que no me leais, pero en fin. Despues de haber estudiado la lección como maestro este Sábado, la sensación que me queda está lejos del optimismo. Seguir discutiendo por las diferentes formas de pensar que existen y tratar de pensar que todos somos iguales me hace reflexionar. No ha servido de mucho estudiar esta semana. Optimismo es saber que se puede mejorar, no decir que se está equivocado. Si sé que escribir aqui sirve para que te muerdan las manos casi que preferiría seguir con mi lección de papel, me perderé los comentarios de las personas que tienen algo que decir al respecto y no me podrán ayudar a verla de otra manera, vamos, con otros ojos. Así que nada, señor anónimo de ahi arriba, primero se estudia, luego se pone en práctica y por último se habla, aunque la mayor parte de las ocasiones en las que se habla uno tendría que quedarse callaito.

    ResponderEliminar
  20. Creo que por discrepar sobre determinadas cuestiones referentes a las normas de la iglesia no deberiamos plantear la salida de la misma a nadie,tampoco porque nuestros hermanos entiendan determinados textos de manera diferente a la posicion oficial de la iglesia,hace 30 años se ponia en voto de censura a los hermanos que acudian al cine,estaba muy mal visto que alguien viajara en sabado o que las chicas vistieran minifaldas por ejemplo,la iglesia va cambiando en unas cosas para bien y en otras para mal,es inevitable,lo que si deberiamos evitar es la falta de cariño y respeto que a veces nos tenemos asi como utilizar las Sagradas Escrituras como arma arrojadiza.Por favor,reflejemos a Jesus.J.Martinez.

    ResponderEliminar
  21. Gracias Juan Ramon y ke bonito crecer con Elohim en ejad.Shabat shalom

    ResponderEliminar
  22. Yo te leo, Lluc, y no me caes en saco roto. Cuando el creyente le deja espacio a Dios, todo lo que le ocurre, le pasa o le dicen puede ser utilizado para el bien.

    Y a ti también te leo, cuñaaaaaao. Gracias por tu mirada cariñosa.

    Shabat shalom a tod@s.

    ResponderEliminar
  23. No soluciona dejar iglesia sino reparar el daño causado por la tradiccion la traduccion etc DEsandar lo andado incorrectamente para andarlo bien.Siempre con respeto y con amor.Conocemos de verdad a Jesus? Ha Mashiaj Yahoshua era judio de nacimiento no nacio en un pesebre.Nacio en una S
    uckat durante SUCKOT(fiesta de los tabernaculos) esos conceptos erroneos debemos reparar siempre a laluz de las escrituras.Bendiciones

    ResponderEliminar
  24. La Sinfonía que dirige el Gran Dios Eternal.

    http://www.youtube.com/watch?v=ja9Q6kY9L1A

    Feliz sabado

    ResponderEliminar
  25. Flipo mucho, mucho con vuestr@s comentarios.

    El "fin de curso" me tiene muy ocupado, pero muy optimista, jajajajaja.

    Gracias Carmen por el link, no sabía el nombre de este cantante.

    Nos vemos en la próxima lección.

    Abrazos.

    ResponderEliminar
  26. Para mi el ideal de familia es la que es capaz de crear un foro especialmente cálido en el que poder compartir todo lo que me pasa, sin temor a reprimendas. El lugar de plena confianza en el que puedo hablar, expresar lo que siento y lo que pienso sabiendo que el amor y el cariño de los demás van a hacer que lo que yo diga no caerá en saco roto. Que me voy a sentir más querido y que voy a querer más por el hecho de poder hablar. Porque un día tendré yo las dudas y mis reflexiones serán escuchadas con atención y desde el respeto y otro día será mi hermano o mi hijo, o a lo mejor mi mejor amigo el que me abra su corazón y acerque a mi su camino para decidir conmigo cuál será su razonamiento, su saber. El que le acerque más al cielo. Yo aprenderé de su investigación y lloraremos... o reiremos juntos. Oraremos después y Dios mismo formará parte también de mi familia ideal. La que me quiere así, como yo soy... y no me echa por pensar. El ideal de Dios para su Iglesia. Porque la Iglesia no es nuestra. Es un regalo que tenemos aquí, como anticipo de algo mucho mejor. Es mi gran familia a la que pertenezco y respeto, porque también me respeta. Mantengamos la paz y no traicionemos su confianza. Con todo cariño. Un nuevo anónimo adventista. Ánimo JR!

    ResponderEliminar