lunes, 26 de enero de 2015

Lección 5: LAS BENDICIONES DE LOS JUSTOS (Para el 31 de enero de 2015)

LAS BENDICIONES DE LOS JUSTOS


Sábado 24 de enero
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Proverbios 10:1-14; Mateo 19:19; Proverbios 11 y 12; Juan 3:16; Proverbios 13.

PARA MEMORIZAR:

“Hay bendiciones sobre la cabeza del justo; pero violencia cubrirá la boca de los impíos” (Prov. 10:6).

Como sugiere el título, esta lección considera las bendiciones de los justos. La palabra hebrea zaddiq, para “justos”, es la palabra clave en nuestros textos. Zedeq (también traducida como “justicia”), de la cual se deriva, aparece en la introducción de todo el libro: “Los proverbios de Salomón [...] para entender sabiduría y doctrina [...] justicia [zedeq]” (Prov. 1:1-3). Lo que el libro de Proverbios nos está diciendo es que la sabiduría es justicia, y “justicia” significa caminar según los mandatos de Dios: caminar en fe y obediencia a lo que Dios nos ha llamado para ser y hacer. La justicia es un don, que proviene de Dios. Lo opuesto es insensatez e infidelidad. La sabiduría es justicia; la insensatez es pecado y maldad; y en los versículos que estudiaremos el contraste entre ellos es clarísimo.

Domingo 25 de enero
LA JUSTICIA ES INTEGRAL

Lee Proverbios 10:1 al 7. ¿Qué diversos principios acerca de la vida y de la fe se revelan aquí?

Se cuenta de un hombre en un bote que comenzó a hacer un agujero donde tenía sus pies. Cuando la gente que iba con él le exigió que se detuviera, él respondió: “A ustedes no les importa nada. ¡Este bote es mío!” Esta respuesta absurda es a menudo la excusa que usa el pecador para justificar su conducta. “Esta es mi vida; no tienes nada que ver con ella”. Por supuesto, lo que hagamos o no hagamos impacta en otros, especialmente a quienes están más cerca de nosotros. ¿Quién no ha sentido, muy fuertemente, los resultados de las acciones de otros, sean buenas o malas?

El principio de la unidad entre la vida espiritual-moral y la vida física-material se trata en los versículos 3 al 5. La idea principal es que la maldad o la deficiencia moral no recompensan, aunque uno sea rico; y segundo, que la justicia siempre trae su recompensa, de una manera u otra, aunque uno sea pobre.

En los versículos 6 y 7 vemos una expresión anterior de lo que Jesús dijo acerca de cómo la lujuria es adulterio, o el odio es equivalente al homicidio. Esconder nuestro odio detrás de nuestras palabras tampoco siempre funciona; nuestro lenguaje corporal y el tono de nuestra voz a menudo traicionan nuestros pensamientos malvados. El mejor punto de partida para tener buenas relaciones con otros es “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Lev. 19:18; comparar con Mat. 19:19). Como también sugieren los textos, la impresión que haces en favor del bien puede ejecer una influencia duradera sobre otros. Al fin, estamos tratando con cierta cantidad de sentido común: ¿no es mejor tener un buen nombre que un nombre malo?

¿Qué decisión importante tomarás pronto? Si no lo has hecho todavía, considera con todo cuidado el impacto que tu elección puede tener sobre otros, para el bien o para el mal.

Lunes 26 de enero
LA BOCA DEL JUSTO

La boca (con sus componentes, los labios y la lengua) es el órgano más importante en el libro de los Proverbios. En la versión Reina Valera de 1960, la palabra “boca” se usa 53 veces, “labios” aparece 45 veces y “lengua”, 19. El uso de este órgano del lenguaje es un tema especialmente importante en Proverbios capítulos 10 al 29.

La premisa básica es importante: nuestras palabras son muy poderosas, para el bien o para el mal. La lengua puede ser el mejor de los dones que se nos ha dado, o el peor de ellos. Esta ambivalencia acerca de la lengua es una de las lecciones más importantes del libro de Proverbios. En realidad, la boca genera vida, pero también puede producir la muerte.

Lee Proverbios 10:11 al 14. ¿Cuál es el contraste entre cómo habla una persona justa y como lo hace un necio?

Nota en el versículo 11 la expresión “manantial de vida”. Simbólicamente, se refiere a las cualidades de la sabiduría. Se usa con referencia a Dios (Sal. 36:9), la Fuente de la vida. La misma imagen se usa en relación con el Santuario, del cual brotan corrientes de aguas (Eze. 47:1, 2). Jesús utilizó esta metáfora para ilustrar el don del Espíritu (Juan 4:14). Así, la comparación de la boca del justo con “un manantial de vida” equivale a relacionarla con Dios mismo.

Lo que caracteriza a esta boca es el don positivo de la “vida”. Esta cualidad nos dice cómo debería ser la función de la boca: debería ser una fuerza para el bien, no para el mal; una fuente de vida, no de muerte. Lo que se dice aquí, también se considera en Santiago 3:2 al 12.

Además, recuerda que fue por medio del lenguaje, por medio de “la palabra de su poder” (Heb. 1:3), que Dios creó los cielos y la tierra. El lenguaje, por lo tanto, debería servir solo para propósitos creativos.

Considera cuán increíblemente poderosas son las palabras. Con tus palabras puedes llenar a las personas con confianza propia, alegría y esperanza, o puedes destruirlos y dañarlos tan ciertamente como si los hubieras atacado físicamente. ¿Cuán cuidadoso eres al manejar el poder de tu lengua?

Martes 27 de enero
LA ESPERANZA DEL JUSTO

“La integridad de los rectos los encaminará; pero destruirá a los pecadores la perversidad de ellos” (Prov. 11:3). ¿Qué evidencia tenemos de la verdad de este versículo? ¿Qué ejemplos has visto u oído en los cuales se reveló esta verdad espiritual? En contraste, ¿qué cosas crees que significan, ya que, por lo menos hasta ahora, tienes que tomar este texto por fe?

Lee todo el capítulo 11 de Proverbios. Aunque habla de muchos temas, ¿cuáles son algunas de las grandes bendiciones que alcanzan a los fieles, a diferencia de lo que sucede con los malvados?

La comprensión de que hay un futuro y el valor de lo que no se ha visto todavía (ver 2 Cor. 4:18) ayudan a motivar al justo a vivir correctamente. Por causa de esta esperanza en el futuro, el justo se conducirá con humildad, honestidad y compasión.

Por otro lado, los impíos viven solo el presente; están preocupados solo con lo que ven y con las recompensas inmediatas. Piensan en sí mismos antes que en otros, y se valdrán del engaño y el abuso. Por ejemplo, los vendedores que engañan a sus clientes pueden tal vez conseguir una recompensa inmediata con un precio más elevado, pero en última instancia pueden perder a sus clientes, y sus negocios pueden fracasar (Prov. 11:3, 18).

Piensa en algunas decisiones que tienes que tomar, y cómo las harás. ¿Cuántos factores de largo alcance (como el de la eternidad) incluyes en tus elecciones?

Miércoles 28 de enero
LA VERDAD DE LOS JUSTOS

Lee Proverbios 12 y concéntrate en el tema de las palabras, especial­ mente en el contexto de decir verdad o mentiras. ¿Qué mensaje encon­tramos aquí acerca de la honestidad y el mentir?

La filósofa Sissela Bok ha demostrado en forma convincente cómo el mentir puede ser dañino para la sociedad. Escribe: “Una sociedad, entonces, cuyos miembros fueran incapaces de distinguir los mensajes verdaderos de los engañosos, colapsaría” (Lying: Moral Choice, p. 19).

Del mismo modo, San Agustín, citado en la introducción del libro de Bok, notó que “cuando se ha quebrantado el respeto por la verdad, o aunque estuviera ligeramente debilitado, todas las cosas serán dudosas” (p. 15).

Elena de White escribió: “Los labios mentirosos le son abominación. Declara que a la santa ciudad ‘no entrará [...] ninguna cosa sucia, o que hace abominación y mentira’. Aferrémonos a la veracidad con mano firme, y sea ella parte de nuestra vida. El juego al tira y afloja con la verdad, y el disimular para acomodar los planes egoístas de uno, significa provocar el naufragio de la fe [...] El que declara falsamente, vende su alma a bajo precio. Sus mentiras pueden parecerle útiles en casos de apuro; de esta manera le parecerá que adelanta en sus negocios como no podría hacerlo mediante un proceder correcto, pero llega finalmente al punto en que no puede confiar en nadie. Al ser él mismo un falsario, no tiene confianza en la palabra de otros” (MeM 341).

Cuando pensamos en el poder de las palabras, debemos pensar en el mentir, porque la mayoría de las mentiras se dicen con palabras. ¿Quién no ha sentido la traición, cuando se le ha dicho alguna mentira? Una sociedad puede caer en un caos total cuando la mentira es la norma, en vez de la desviación de la norma.

Además, consideremos el efecto del mentir sobre el que miente. Algunas personas están tan acostumbradas a esta práctica que no les molesta; otras sienten culpa o vergüenza cuando mienten. Eso es bueno para ellas, porque significa que todavía están recibiendo un poco de la influencia del Espíritu Santo.

No obstante, imagínate el peligro de quien miente, y ni siquiera piensa en ello por segunda vez. ¿Cuándo fue la última vez que mentiste? ¿Cómo te sentiste cuando lo hiciste?

Jueves 29 de enero
LA RECOMPENSA DE LOS JUSTOS

Como ya vimos en Proverbios, se ha presentado mucha instrucción y enseñanza por medio del contraste de dos tipos de personas. “El sabio hace esto; el insensato, aquello”. “El hombre piadoso hace esto, el malvado hace lo otro”.

Por supuesto, en realidad hay un poco de sabiduría y de insensatez en todos nosotros. Con la excepción de Jesús, todos somos pecadores, y estamos “privados de la gloria de Dios” (Rom. 3:23, NVI). Afortunadamente, tenemos la maravillosa promesa que aparece en el versículo siguiente: aunque somos pecadores, por fe podemos ser “justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús” (Rom. 3:24).

Al fin, toda la humanidad estará en uno u otro de los dos bandos: seremos salvos o perdidos.

Lee Juan 3:16. ¿Qué dos opciones afronta toda la humanidad?

Lee Proverbios 13. ¿Cómo se contrasta en este capítulo la expe­riencia y la suerte del justo con la del pecador?

A los sabios se los compara con lámparas duraderas, mientras que a los impíos, con una lámpara que se apagará (Prov. 13:9). La persona sabia gozará del buen fruto de su trabajo, mientras que el pecador cosechará el mal (vers. 2, 25). Por medio de sus hijos, el sabio tiene un futuro más allá de sí mismo (vers. 22); el pecador, en cambio, dejará su riqueza a extraños; aun hasta al justo (vers. 22).

El punto claro aquí es que la vida de fe y obediencia a Dios es mejor que una de desobediencia y necedad.

Poniendo a un lado el gran tema de la promesa de vida eterna, ¿cuáles son algunas de las ventajas inmediatas y diarias que has experimentado al vivir una vida de fe en Cristo?

Viernes 30 de enero
PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:

“No es suficiente profesar fe en Cristo y tener nuestros nombres registrados en el libro de la iglesia. [...] No importa cuál sea nuestra profesión de fe, no nos vale de nada a menos que Cristo se revele en obras de justicia” (PVGM 254).

“El mayor engaño de la mente humana consistía en creer que un mero asentimiento a la verdad constituía la justicia. En toda experiencia humana, un conocimiento teórico de la verdad ha demostrado ser insuficiente para salvar el alma. [...] Los capítulos más sombríos de la historia están cargados con el recuerdo de crímenes cometidos por fanáticos religiosos. [...]

“Aún subsiste el mismo peligro. Muchos dan por sentado que son cristianos simplemente porque aceptan ciertos dogmas teológicos. Pero, no han hecho penetrar la verdad en la vida práctica. [...] Los hombres pueden profesar creer en la verdad, pero esto no los hace sinceros, bondadosos, pacientes y tolerantes, ni les da aspiraciones celestiales; es una maldición para sus poseedores, y por la influencia de ellos es una maldición para el mundo.

“La justicia que Cristo enseñaba es la conformidad del corazón y de la vida a la voluntad revelada de Dios” (DTG 275, 276).

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
1. Analiza cómo impactan nuestras decisiones sobre otros, para el bien o para el mal. ¿Por qué esto es un hecho inevitable de la vida? Esta verdad fue revelada primero en la historia de la Caída, y hasta hoy se siente el impacto de las elecciones de Adán y de Eva en cada una de nuestras vidas. Podría ser tentador tratar de medir la cantidad de bien o de mal que pueden producir nuestras decisiones, pero eso es arriesgado, porque a menudo no conocemos la influencia de nuestras elecciones. ¿Por qué, entonces, a la luz de Dios y de su Ley, debemos elegir hacer lo que es correcto, no importa las consecuencias que podamos temer que eso produzca?

2. Proverbios hace una clara distinción entre el justo y el necio, y en estos versículos aprendemos acerca de qué es lo correcto y qué lo equivocado. No obstante, ¿por qué debemos ser muy cuidadosos acerca de quiénes consideramos necios? Por otro lado, ¿cuán a menudo hemos sido engañados por quienes una vez consideramos que eran justos? 

4 comentarios:

  1. En la sección del sábado el autor hace referencia al término "Zedeq" —justicia—, y lo conecta con el cumplimiento de los mandamientos de Dios. Es cierto, pero es más...

    La palabra "Zedeq" en el Antiguo Testamento hace referencia, sobre todo, a la relación que debería haber entre poderosos y débiles, entre ricos y pobres. Cientos de veces la Biblia conecta "justicia" con el deber que tenemos los creyentes de no permitir que la gente pase necesidades. Justicia es que los que más tienen renuncien a parte de lo suyo para compartirlo con quienes no tienen nada. Justicia es velar para que los más vulnerables tengan esperanza. Justicia es combatir las desigualdades que la sociedad impone.

    "Zedeq" es todo eso, y no solo nuestro deseo de cumplir la ley de Dios.

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  2. En realidad, el juez del Antiguo Testamento es aquel que defiende al débil de las tropelías del poderoso. Cuando se busca justicia, se busca protección. No es que uno se sienta justo ante el juez, sino que espera que el juez sea justo y lo proteja.

    Justicia y protección son dos términos prácticamente concomitantes en el Antiguo Testamento.

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  3. "La mentira más común es aquella con la que un hombre se engaña a sí mismo. Engañar a los demás es un defecto relativamente vano" (Nietzsche).

    Puede parecer a simple vista que esta cita contradice la posición bíblica al calificar el mentir a los demás como un defecto vano. Pero el contraste es usado en este caso para enfatizar la gravedad de los efectos del autoengaño, efectos que imposibilitan el cambio.

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  4. Sería algo así como "No dirás falso testimonio CONTRA TI MISMO"... Gracias, Ane. Buena puntualización.

    A mí me gustaría tratar el asunto de la verdad. Evidentemente, la mentira que se pronuncia para hacer daño al prójimo es un pecado. Pero ¿qué pasa con la verdad que se pronuncia para hacer daño al prójimo? ¿Podríamos añadir una cláusula al noveno mandamiento, algo así como "No dirás verdadero testimonio CONTRA TU PRÓJIMO"?

    Porque es que, además, la verdad personal es muy subjetiva. No soy capaz de contar cuántas veces he sabido que se decía de mí que había dicho en un púlpito algo que jamás dije. La frase parece un galimatías, pero es que así funcionan las cosas de los rumores: como verdaderos galimatías. Cien veces me ha ocurrido: Una señora cree entender que yo he dicho desde el púlpito que no existió el diluvio. Ella no va a ser consciente de que va a mentir cuando lo cuente, ya que está segura de que lo he dicho. Lo comenta con otra persona, se va formando la bola de nieve, y acaba por provocar un daño tremendo.

    Conclusión: En contra de..., ni mentira ni verdad...

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