Sábado 21 de noviembre
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA:
Números 20, 21; Juan 3:14, 15; Santiago 4:4-15.
PARA MEMORIZAR:
“Sube a la cumbre del Pisga y alza tus ojos al oeste, y al norte, y al sur, y al este, y mira con tus propios ojos; porque no pasarás el Jordán” (Deut. 3:27)
DESPUÉS DE PEREGRINAR POR EL DESIERTO, Israel finalmente regresó a Cades-barnea, en la frontera sur de Canaán. Después de todo lo que habían pasado, de las duras lecciones que Dios procuró enseñarles, de los fuertes castigos enviados a los que abiertamente se habían rebelado, se pensaría que este pueblo habría estado listo para que Dios lo usara. Como sabemos, eso no sucedió.
Esta semana estudiaremos lo que es tema permanente en toda la Biblia: la misericordia y la gracia de Dios, en contraste con la falta de fidelidad, el pecado y la ingratitud de su pueblo. Desde Adán y Eva en el Edén hasta la iglesia de Laodicea hoy (Apoc. 3:14-18), vemos la misericordia y la gracia de Dios al tratar con los que no han reclamado las promesas de victoria, fe y santidad que él ofrece. Al mismo tiempo, vemos su disposición a perdonar a los que tropiezan y caen, y aun a aquellos que sabían más, como Moisés mismo, quien, en un momento de debilidad, impaciencia y tal vez aun de arrogancia, perdió de vista al Dios que había hecho tanto por él. De este modo, si hasta Moisés podía caer, ¿qué sucede con el resto de nosotros?
Domingo 22 de noviembre: CUANDO CAEN LOS GIGANTES
El agua dejó de fluir en Cades-barnea, e Israel tuvo una grandiosa oportunidad para buscar la ayuda de Dios. Él siempre los había provisto en lo pasado, de modo que ¿por qué sería diferente ahora? Sin embargo, olvidaron el pasado, y se volvieron contra Moisés y Aarón con sus quejas.
Lee Números 20:1 al 13. ¿Qué ordenó Dios a Moisés que hiciera, y qué hizo este en cambio? ¿Por qué crees que este manso, fiel y devoto siervo de Dios mostró tal falta de fe y confianza, no características en él?
Es fácil comprender la frustración de Moisés. Primero, él acababa de enterrar a su hermana, y sin duda eso le dolía. Y entonces oye que esta gente murmura: básicamente es la misma queja que sus antepasados habían hecho años antes. Pero, a los ojos de Dios, nada excusa su conducta.
“El agua brotó en abundancia para satisfacer a la hueste. Pero, se había cometido un gran agravio. Moisés había hablado, movido por la irritación [...]. Pero, cuando se arrogó la responsabilidad de acusarlos, contristó al Espíritu de Dios y únicamente le hizo daño al pueblo. Evidenció su falta de paciencia y de dominio propio. Así, dio al pueblo oportunidad de dudar de que sus procedimientos anteriores hubieran sido dirigidos por Dios, y de excusar sus propios pecados. Tanto Moisés como los hijos de Israel habían ofendido a Dios. Su conducta, dijeron ellos, había merecido desde un principio crítica y censura. Ahora habían encontrado el pretexto que deseaban para rechazar todas las reprensiones que Dios les había mandado por medio de su siervo” (PP 441).
Aun los mejores siervos de Dios necesitan ser cuidadosos. Moisés había tenido grandes privilegios, lo que hace que su pecado sea peor. Piensa en todo lo que Moisés había visto del poder de Dios; piensa en todas las increíbles revelaciones de Dios que había presenciado. Pero, con todo esto, permitió que el yo se levantara y dominara. ¡Qué advertencia para el resto de nosotros!
Piensa en una ocasión en que te sentiste impulsado a salirte del límite y hacer algo apresurado y pecaminoso. ¿Cuán a menudo desearías haber podido hacer retroceder el reloj y deshacer el daño? ¿Qué lecciones has aprendido de este incidente que, idealmente, te podrían ayudar a impedir que hicieras lo mismo otra vez?
Lunes 23 de noviembre: LA MUERTE DE AARÓN
Lee Números 20:23 al 29. ¿Qué puntos parecen pertinentes aquí en la descripción de la muerte de Aarón? ¿Qué lecciones podemos obtener de esto para nosotros mismos, cualquiera que sea la obra que estamos haciendo para Dios?
El capítulo 20 se abre con la muerte de María y termina con la muerte de Aarón. La generación mayor estaba pasando, y una generación nueva debía seguir donde aquellos la habían dejado. Lo mismo sucede en nuestra iglesia. Una generación se va, y una nueva toma su lugar. La pregunta vital permanece: ¿Cuánto aprenderá la nueva generación, tanto de los errores como de los éxitos, de la anterior?
Nota la diferencia en los informes dados de la muerte de María y de Aarón. La muerte de ella se menciona en un corto versículo. Es casi como si su muerte hubiera ocurrido repentina e inesperadamente. ¡Qué contraste con la de Aarón, que claramente había sido predicha!
Antes de la muerte de Aarón, Moisés y el hijo de Aarón, Eleazar, fueron a la cumbre del monte Hor, donde a la vista de la congregación Moisés le saca las vestimentas sacerdotales a Aarón y las pone sobre su sobrino Eleazar, un fuerte símbolo de la transferencia del rol de una generación a otra. Aunque Aarón pronto sería “reunido a su pueblo”, la obra del sumo sacerdote debía continuar. En otras palabras, la obra y la misión de la iglesia son mayores que cualquier hombre o mujer. Si queremos, podemos realizar nuestro deber fielmente, pero nos tocará salir del escenario, y otros seguirán desde donde nosotros hemos dejado.
Es difícil de imaginar cuán emocionante debió haber sido este incidente para todos los que estuvieron involucrados. Moisés, sabiendo que su muerte seguiría muy pronto, le quita a su hermano las sagradas vestiduras y las pone sobre su sobrino, el hijo de Aarón; Aarón mismo, sin duda con remordimiento por su fracaso, sabe que él pronto ha de morir; y Eleazar, parado delante de su padre, ahora lleva la pesada responsabilidad de ser el sumo sacerdote. Entretanto, allá abajo, los hijos de Israel observan cómo se desarrolla esta transición.
Si tú fueras a morir mañana, ¿qué legado dejarías? ¿Qué has hecho para la obra de Dios? ¿Cómo puedes usar mejor el poco tiempo que te queda a ti, o a cualquiera de nosotros (Sant. 4:4-15)?
Martes 24 de noviembre: EL PECADO DE LA INGRATITUD
Por cuanto Edom (descendientes de Esaú) rehusó dar permiso para que Israel pasara sus fronteras, Israel tuvo que rodear a esa nación. (Ver Núm. 20:14-21.) Los edomitas ocupaban el territorio que se extendía hacia el sur, desde el Mar Muerto hasta el golfo de Akaba.
Lee Números 21:1 al 5. ¿Cuáles fueron las quejas de la gente? Piensa en todo lo que les había sucedido y en todo lo que ellos habían pasado. ¿Había alguna justificación para sus quejas?
Aunque pensaban que tenían razón para quejarse, Dios no estaba de acuerdo. Después de todo, cada día de su travesía habían sido sostenidos por un milagro de misericordia divina. Tenían toda el agua que necesitaban, aun en un desierto; tenían pan del cielo para comer (Sal. 78:25); y tenían paz y seguridad bajo la nube que les daba sombra y la columna de fuego por la noche. No había nadie con debilidad en sus filas. Sus pies no se habían hinchado en sus largos viajes, su ropa “nunca se envejeció” (Deut. 8:3, 4; Sal. 105:37). Sin duda, habían tenido sus luchas, sus problemas, sus temores, como nos pasa a todos. Pero, concentrándose en esos problemas, se olvidaron de las bendiciones divinas que habían gozado por tanto tiempo. Tal vez ese podría haber sido el problema de ellos: estaban tan acostumbrados a la misericordia, la gracia y la provisión de Dios que comenzaron a darlas por sentado. Y, una vez que las cosas se dan por sentado es muy fácil olvidarse de ellas.
¿Cuáles son algunas de las cosas que das por sentado en tu vida? ¿Por qué esto es tan necio?
La única cura para esto es el agradecimiento diario a Dios por lo que nos ha dado. Por esto la alabanza es tan importante. Dios no necesita nuestra alabanza; nosotros necesitamos alabar a Dios tanto como podamos, porque esto sirve como un recordativo constante de cuánto tenemos que agradecer a Dios.
Escribe tu propio salmo de alabanza. Pon en él todas las cosas por las cuales estás agradecido. Imagínate que lo cantaras cada día. ¿Cómo podría esto ayudarte a evitar caer en la ingratitud y las peligrosas trampas a las que puede conducir?
Miércoles 25 de noviembre: LAS SERPIENTES ARDIENTES
Por más que la gente pensara que tenía cosas válidas por las cuales quejarse, es claro que Dios no tenía simpatía por su resentimiento. Después de todos esos años en el desierto en que vieron cómo Dios obraba en su favor, no hacían sino repetir la misma queja de haber sido llevados al desierto para morir. No sorprende que esto no haya sido agradable a Dios. Sus quejas eran aún peores ya que acababan de tener una victoria sobre los cananeos.
Lee Números 21:5 al 9. ¿De qué manera vemos otra vez a Moisés como intercesor? ¿Por qué necesitaba la gente un intercesor, especialmente ahora?
Hay unas 35 especies diferentes de víboras en Palestina, algunas muy ponzoñosas. Las serpientes venenosas que infectaban el desierto son llamadas “serpientes ardientes”, por causa de los terribles efectos producidos por su mordedura. En cuanto Dios quitó la mano protectora de sobre Israel, muchos fueron atacados por ellas. En otras palabras, Dios no las envió; más bien, Dios quitó la protección de sobre ellos, y ellos sufrieron las consecuencias.
Lee Juan 3:14 y 15. ¿Cómo relaciona Jesús el plan de salvación con el incidente de las serpientes? ¿En qué sentido todos hemos sido mordidos por serpientes ardientes?
Que la serpiente de bronce estuviera sobre el asta no era suficiente para impedir que las mordeduras mataran a la gente. Las personas tenían que mirar; tenían que elegir obedecer, y luego recibir los beneficios de la provisión hecha en su favor. De la misma manera, la muerte de Jesús no produce automáticamente la salvación del mundo. Su muerte proveyó el medio de salvación, pero así como la gente en el desierto tenía que mirar, nosotros tenemos que mirar a Jesús y creer, a fin de recibir lo que tan libremente nos ofrece en forma gratuita.
¿Cómo has conocido en tu propia vida el poder sanador de Cristo, hasta ahora? ¿Qué otros dolores necesitas padecer para ir a él por consuelo, curación y fuerza para avanzar a pesar de lo que parece un dolor insoportable?
Jueves 26 de noviembre: PRIMERAS CONQUISTAS
Casi cuarenta años antes, Israel intentó atacar a los cananeos en esta misma región, y fueron derrotados (Núm. 14:40-45). Esa generación había muerto durante los años de peregrinación por el desierto, y una nueva generación se preparaba para seguir desde donde ellos habían quedado.
Lee Números 21:10 al 33 y responde las siguientes preguntas:
* ¿Qué promesas hicieron los hebreos al rey pagano Sehón? ¿Qué le ofrecían en esas promesas?
* ¿Quién atacó a quién? Vers. 23
* ¿Qué diferencia había entre cómo respondieron los israelitas al rey Sehón y al rey Og?
“Estas naciones que estaban situadas en los confines de Canaán se habrían salvado si no se hubieran opuesto al progreso de Israel. [...] Aunque los amorreos eran idólatras que por su gran iniquidad habían perdido todo derecho a la vida, Dios los toleró cuatrocientos años. [...] Ellos conocían todas las maravillas que Dios había realizado al sacar de Egipto a los israelitas. Les dio suficiente evidencia” (PP 462).
Nota la diferencia en la estrategia con respecto a los dos reinos. No se hizo ningún pedido de pasar pacíficamente por la tierra de Og. Más bien, Dios hizo que el rey y sus ejércitos se alejaran de sus ciudades “con muros altos, con puertas y barras” (Deut. 3:5). Lejos de sus defensas, Israel –bajo la conducción y las promesas de Dios por medio de Moisés– fue totalmente capaz de derrotar al rey Og y su ejército amorreo en el campo.
La victoria sobre Sehon y Og –los reyes amorreos en Transjordania– fue inmortalizada para siempre en cantos (Sal. 135:10-12; 136:18-26) y en la memoria de la Nación (Juec. 11:18-22).
Cuarenta años más tarde, los hijos de Israel finalmente estaban entrando en la Tierra Prometida. Mira todo el tiempo perdido, todo debido a su propia falta de fe y de confianza, a pesar de toda la evidencia que tenían de la conducción divina. ¿Cuánto tiempo precioso estás desperdiciando, por no avanzar con fe? ¿Cómo puedes aprender a confiar más en las promesas de Dios y luego actuar sobre la base de esas promesas ahora, en lugar de desperdiciar tiempo?
Viernes 27 de noviembre
PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:
Lee, en Patriarcas y profetas, “La roca herida”, pp. 436-446; “El viaje alrededor de Edom”, pp. 447-460; y “La conquista de Basán”, pp. 461-466.
“Nicodemo se sentía atraído a Cristo. Mientras el Salvador le explicaba lo concerniente al nuevo nacimiento, sintió el anhelo de que ese cambio se realizara en él. ¿Por qué medio podía lograrse? `Como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado; para que todo aquel que en él creyere, no se pierda, sino que tenga vida eterna´.
“Este era terreno familiar para Nicodemo. El símbolo de la serpiente alzada le aclaró la misión del Salvador. Cuando el pueblo de Israel estaba muriendo por las mordeduras de las serpientes ardientes, Dios indicó a Moisés que hiciera una serpiente de bronce y la colocase en alto en medio de la congregación. Luego se pregonó por todo el campamento que todos los que mirasen a la serpiente vivirían. El pueblo sabía muy bien que, en sí misma, la serpiente no tenía poder de ayudarlo. Era un símbolo de Cristo” (DTG 146).
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
1. Piensa en la historia de las serpientes ardientes y el acto de fe necesario. A los israelitas se les prometió que serían protegidos con solo mirar a la serpiente, para no morir. No había ninguna explicación natural; su vida dependía de un acto sobrenatural en su favor. ¿Cómo refleja eso el plan de salvación? ¿Qué nos debería enseñar esto acerca de cuán indefensos somos si dependemos de nosotros mismos, y no de Dios, para llegar a tener la vida eterna? ¿Por qué esta realidad nos debería mantener humildes?
2. ¿En qué formas podríamos, ya sea como individuos o como iglesia, estar cometiendo algunos de los mismos errores en los que incurrieran los hijos de Israel? ¿Por qué siempre es tan difícil ver nuestros puntos débiles en lo espiritual?
RESUMEN:
Esta parte del libro de Números se concentra en el final de los cuarenta años de la peregrinación. Lamentando la muerte de su hermana María, Moisés y Aarón, en un momento de ira, pecaron contra Dios. Más tarde, la congregación quejosa, mordida por las serpientes mortales, encontró sanidad física y espiritual por la fe, al mirar a una serpiente de bronce que Dios ordenó a Moisés que hiciera y la pusiera ante ellos. Después de esta experiencia humillante, Dios permitió que Israel conquistara a los amorreos de Transjordania y tomara sus territorios.
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA:
Números 20, 21; Juan 3:14, 15; Santiago 4:4-15.
PARA MEMORIZAR:
“Sube a la cumbre del Pisga y alza tus ojos al oeste, y al norte, y al sur, y al este, y mira con tus propios ojos; porque no pasarás el Jordán” (Deut. 3:27)
DESPUÉS DE PEREGRINAR POR EL DESIERTO, Israel finalmente regresó a Cades-barnea, en la frontera sur de Canaán. Después de todo lo que habían pasado, de las duras lecciones que Dios procuró enseñarles, de los fuertes castigos enviados a los que abiertamente se habían rebelado, se pensaría que este pueblo habría estado listo para que Dios lo usara. Como sabemos, eso no sucedió.
Esta semana estudiaremos lo que es tema permanente en toda la Biblia: la misericordia y la gracia de Dios, en contraste con la falta de fidelidad, el pecado y la ingratitud de su pueblo. Desde Adán y Eva en el Edén hasta la iglesia de Laodicea hoy (Apoc. 3:14-18), vemos la misericordia y la gracia de Dios al tratar con los que no han reclamado las promesas de victoria, fe y santidad que él ofrece. Al mismo tiempo, vemos su disposición a perdonar a los que tropiezan y caen, y aun a aquellos que sabían más, como Moisés mismo, quien, en un momento de debilidad, impaciencia y tal vez aun de arrogancia, perdió de vista al Dios que había hecho tanto por él. De este modo, si hasta Moisés podía caer, ¿qué sucede con el resto de nosotros?
Domingo 22 de noviembre: CUANDO CAEN LOS GIGANTES
El agua dejó de fluir en Cades-barnea, e Israel tuvo una grandiosa oportunidad para buscar la ayuda de Dios. Él siempre los había provisto en lo pasado, de modo que ¿por qué sería diferente ahora? Sin embargo, olvidaron el pasado, y se volvieron contra Moisés y Aarón con sus quejas.
Lee Números 20:1 al 13. ¿Qué ordenó Dios a Moisés que hiciera, y qué hizo este en cambio? ¿Por qué crees que este manso, fiel y devoto siervo de Dios mostró tal falta de fe y confianza, no características en él?
Es fácil comprender la frustración de Moisés. Primero, él acababa de enterrar a su hermana, y sin duda eso le dolía. Y entonces oye que esta gente murmura: básicamente es la misma queja que sus antepasados habían hecho años antes. Pero, a los ojos de Dios, nada excusa su conducta.
“El agua brotó en abundancia para satisfacer a la hueste. Pero, se había cometido un gran agravio. Moisés había hablado, movido por la irritación [...]. Pero, cuando se arrogó la responsabilidad de acusarlos, contristó al Espíritu de Dios y únicamente le hizo daño al pueblo. Evidenció su falta de paciencia y de dominio propio. Así, dio al pueblo oportunidad de dudar de que sus procedimientos anteriores hubieran sido dirigidos por Dios, y de excusar sus propios pecados. Tanto Moisés como los hijos de Israel habían ofendido a Dios. Su conducta, dijeron ellos, había merecido desde un principio crítica y censura. Ahora habían encontrado el pretexto que deseaban para rechazar todas las reprensiones que Dios les había mandado por medio de su siervo” (PP 441).
Aun los mejores siervos de Dios necesitan ser cuidadosos. Moisés había tenido grandes privilegios, lo que hace que su pecado sea peor. Piensa en todo lo que Moisés había visto del poder de Dios; piensa en todas las increíbles revelaciones de Dios que había presenciado. Pero, con todo esto, permitió que el yo se levantara y dominara. ¡Qué advertencia para el resto de nosotros!
Piensa en una ocasión en que te sentiste impulsado a salirte del límite y hacer algo apresurado y pecaminoso. ¿Cuán a menudo desearías haber podido hacer retroceder el reloj y deshacer el daño? ¿Qué lecciones has aprendido de este incidente que, idealmente, te podrían ayudar a impedir que hicieras lo mismo otra vez?
Lunes 23 de noviembre: LA MUERTE DE AARÓN
Lee Números 20:23 al 29. ¿Qué puntos parecen pertinentes aquí en la descripción de la muerte de Aarón? ¿Qué lecciones podemos obtener de esto para nosotros mismos, cualquiera que sea la obra que estamos haciendo para Dios?
El capítulo 20 se abre con la muerte de María y termina con la muerte de Aarón. La generación mayor estaba pasando, y una generación nueva debía seguir donde aquellos la habían dejado. Lo mismo sucede en nuestra iglesia. Una generación se va, y una nueva toma su lugar. La pregunta vital permanece: ¿Cuánto aprenderá la nueva generación, tanto de los errores como de los éxitos, de la anterior?
Nota la diferencia en los informes dados de la muerte de María y de Aarón. La muerte de ella se menciona en un corto versículo. Es casi como si su muerte hubiera ocurrido repentina e inesperadamente. ¡Qué contraste con la de Aarón, que claramente había sido predicha!
Antes de la muerte de Aarón, Moisés y el hijo de Aarón, Eleazar, fueron a la cumbre del monte Hor, donde a la vista de la congregación Moisés le saca las vestimentas sacerdotales a Aarón y las pone sobre su sobrino Eleazar, un fuerte símbolo de la transferencia del rol de una generación a otra. Aunque Aarón pronto sería “reunido a su pueblo”, la obra del sumo sacerdote debía continuar. En otras palabras, la obra y la misión de la iglesia son mayores que cualquier hombre o mujer. Si queremos, podemos realizar nuestro deber fielmente, pero nos tocará salir del escenario, y otros seguirán desde donde nosotros hemos dejado.
Es difícil de imaginar cuán emocionante debió haber sido este incidente para todos los que estuvieron involucrados. Moisés, sabiendo que su muerte seguiría muy pronto, le quita a su hermano las sagradas vestiduras y las pone sobre su sobrino, el hijo de Aarón; Aarón mismo, sin duda con remordimiento por su fracaso, sabe que él pronto ha de morir; y Eleazar, parado delante de su padre, ahora lleva la pesada responsabilidad de ser el sumo sacerdote. Entretanto, allá abajo, los hijos de Israel observan cómo se desarrolla esta transición.
Si tú fueras a morir mañana, ¿qué legado dejarías? ¿Qué has hecho para la obra de Dios? ¿Cómo puedes usar mejor el poco tiempo que te queda a ti, o a cualquiera de nosotros (Sant. 4:4-15)?
Martes 24 de noviembre: EL PECADO DE LA INGRATITUD
Por cuanto Edom (descendientes de Esaú) rehusó dar permiso para que Israel pasara sus fronteras, Israel tuvo que rodear a esa nación. (Ver Núm. 20:14-21.) Los edomitas ocupaban el territorio que se extendía hacia el sur, desde el Mar Muerto hasta el golfo de Akaba.
Lee Números 21:1 al 5. ¿Cuáles fueron las quejas de la gente? Piensa en todo lo que les había sucedido y en todo lo que ellos habían pasado. ¿Había alguna justificación para sus quejas?
Aunque pensaban que tenían razón para quejarse, Dios no estaba de acuerdo. Después de todo, cada día de su travesía habían sido sostenidos por un milagro de misericordia divina. Tenían toda el agua que necesitaban, aun en un desierto; tenían pan del cielo para comer (Sal. 78:25); y tenían paz y seguridad bajo la nube que les daba sombra y la columna de fuego por la noche. No había nadie con debilidad en sus filas. Sus pies no se habían hinchado en sus largos viajes, su ropa “nunca se envejeció” (Deut. 8:3, 4; Sal. 105:37). Sin duda, habían tenido sus luchas, sus problemas, sus temores, como nos pasa a todos. Pero, concentrándose en esos problemas, se olvidaron de las bendiciones divinas que habían gozado por tanto tiempo. Tal vez ese podría haber sido el problema de ellos: estaban tan acostumbrados a la misericordia, la gracia y la provisión de Dios que comenzaron a darlas por sentado. Y, una vez que las cosas se dan por sentado es muy fácil olvidarse de ellas.
¿Cuáles son algunas de las cosas que das por sentado en tu vida? ¿Por qué esto es tan necio?
La única cura para esto es el agradecimiento diario a Dios por lo que nos ha dado. Por esto la alabanza es tan importante. Dios no necesita nuestra alabanza; nosotros necesitamos alabar a Dios tanto como podamos, porque esto sirve como un recordativo constante de cuánto tenemos que agradecer a Dios.
Escribe tu propio salmo de alabanza. Pon en él todas las cosas por las cuales estás agradecido. Imagínate que lo cantaras cada día. ¿Cómo podría esto ayudarte a evitar caer en la ingratitud y las peligrosas trampas a las que puede conducir?
Miércoles 25 de noviembre: LAS SERPIENTES ARDIENTES
Por más que la gente pensara que tenía cosas válidas por las cuales quejarse, es claro que Dios no tenía simpatía por su resentimiento. Después de todos esos años en el desierto en que vieron cómo Dios obraba en su favor, no hacían sino repetir la misma queja de haber sido llevados al desierto para morir. No sorprende que esto no haya sido agradable a Dios. Sus quejas eran aún peores ya que acababan de tener una victoria sobre los cananeos.
Lee Números 21:5 al 9. ¿De qué manera vemos otra vez a Moisés como intercesor? ¿Por qué necesitaba la gente un intercesor, especialmente ahora?
Hay unas 35 especies diferentes de víboras en Palestina, algunas muy ponzoñosas. Las serpientes venenosas que infectaban el desierto son llamadas “serpientes ardientes”, por causa de los terribles efectos producidos por su mordedura. En cuanto Dios quitó la mano protectora de sobre Israel, muchos fueron atacados por ellas. En otras palabras, Dios no las envió; más bien, Dios quitó la protección de sobre ellos, y ellos sufrieron las consecuencias.
Lee Juan 3:14 y 15. ¿Cómo relaciona Jesús el plan de salvación con el incidente de las serpientes? ¿En qué sentido todos hemos sido mordidos por serpientes ardientes?
Que la serpiente de bronce estuviera sobre el asta no era suficiente para impedir que las mordeduras mataran a la gente. Las personas tenían que mirar; tenían que elegir obedecer, y luego recibir los beneficios de la provisión hecha en su favor. De la misma manera, la muerte de Jesús no produce automáticamente la salvación del mundo. Su muerte proveyó el medio de salvación, pero así como la gente en el desierto tenía que mirar, nosotros tenemos que mirar a Jesús y creer, a fin de recibir lo que tan libremente nos ofrece en forma gratuita.
¿Cómo has conocido en tu propia vida el poder sanador de Cristo, hasta ahora? ¿Qué otros dolores necesitas padecer para ir a él por consuelo, curación y fuerza para avanzar a pesar de lo que parece un dolor insoportable?
Jueves 26 de noviembre: PRIMERAS CONQUISTAS
Casi cuarenta años antes, Israel intentó atacar a los cananeos en esta misma región, y fueron derrotados (Núm. 14:40-45). Esa generación había muerto durante los años de peregrinación por el desierto, y una nueva generación se preparaba para seguir desde donde ellos habían quedado.
Lee Números 21:10 al 33 y responde las siguientes preguntas:
* ¿Qué promesas hicieron los hebreos al rey pagano Sehón? ¿Qué le ofrecían en esas promesas?
* ¿Quién atacó a quién? Vers. 23
* ¿Qué diferencia había entre cómo respondieron los israelitas al rey Sehón y al rey Og?
“Estas naciones que estaban situadas en los confines de Canaán se habrían salvado si no se hubieran opuesto al progreso de Israel. [...] Aunque los amorreos eran idólatras que por su gran iniquidad habían perdido todo derecho a la vida, Dios los toleró cuatrocientos años. [...] Ellos conocían todas las maravillas que Dios había realizado al sacar de Egipto a los israelitas. Les dio suficiente evidencia” (PP 462).
Nota la diferencia en la estrategia con respecto a los dos reinos. No se hizo ningún pedido de pasar pacíficamente por la tierra de Og. Más bien, Dios hizo que el rey y sus ejércitos se alejaran de sus ciudades “con muros altos, con puertas y barras” (Deut. 3:5). Lejos de sus defensas, Israel –bajo la conducción y las promesas de Dios por medio de Moisés– fue totalmente capaz de derrotar al rey Og y su ejército amorreo en el campo.
La victoria sobre Sehon y Og –los reyes amorreos en Transjordania– fue inmortalizada para siempre en cantos (Sal. 135:10-12; 136:18-26) y en la memoria de la Nación (Juec. 11:18-22).
Cuarenta años más tarde, los hijos de Israel finalmente estaban entrando en la Tierra Prometida. Mira todo el tiempo perdido, todo debido a su propia falta de fe y de confianza, a pesar de toda la evidencia que tenían de la conducción divina. ¿Cuánto tiempo precioso estás desperdiciando, por no avanzar con fe? ¿Cómo puedes aprender a confiar más en las promesas de Dios y luego actuar sobre la base de esas promesas ahora, en lugar de desperdiciar tiempo?
Viernes 27 de noviembre
PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:
Lee, en Patriarcas y profetas, “La roca herida”, pp. 436-446; “El viaje alrededor de Edom”, pp. 447-460; y “La conquista de Basán”, pp. 461-466.
“Nicodemo se sentía atraído a Cristo. Mientras el Salvador le explicaba lo concerniente al nuevo nacimiento, sintió el anhelo de que ese cambio se realizara en él. ¿Por qué medio podía lograrse? `Como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado; para que todo aquel que en él creyere, no se pierda, sino que tenga vida eterna´.
“Este era terreno familiar para Nicodemo. El símbolo de la serpiente alzada le aclaró la misión del Salvador. Cuando el pueblo de Israel estaba muriendo por las mordeduras de las serpientes ardientes, Dios indicó a Moisés que hiciera una serpiente de bronce y la colocase en alto en medio de la congregación. Luego se pregonó por todo el campamento que todos los que mirasen a la serpiente vivirían. El pueblo sabía muy bien que, en sí misma, la serpiente no tenía poder de ayudarlo. Era un símbolo de Cristo” (DTG 146).
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
1. Piensa en la historia de las serpientes ardientes y el acto de fe necesario. A los israelitas se les prometió que serían protegidos con solo mirar a la serpiente, para no morir. No había ninguna explicación natural; su vida dependía de un acto sobrenatural en su favor. ¿Cómo refleja eso el plan de salvación? ¿Qué nos debería enseñar esto acerca de cuán indefensos somos si dependemos de nosotros mismos, y no de Dios, para llegar a tener la vida eterna? ¿Por qué esta realidad nos debería mantener humildes?
2. ¿En qué formas podríamos, ya sea como individuos o como iglesia, estar cometiendo algunos de los mismos errores en los que incurrieran los hijos de Israel? ¿Por qué siempre es tan difícil ver nuestros puntos débiles en lo espiritual?
RESUMEN:
Esta parte del libro de Números se concentra en el final de los cuarenta años de la peregrinación. Lamentando la muerte de su hermana María, Moisés y Aarón, en un momento de ira, pecaron contra Dios. Más tarde, la congregación quejosa, mordida por las serpientes mortales, encontró sanidad física y espiritual por la fe, al mirar a una serpiente de bronce que Dios ordenó a Moisés que hiciera y la pusiera ante ellos. Después de esta experiencia humillante, Dios permitió que Israel conquistara a los amorreos de Transjordania y tomara sus territorios.
Una vez más vemos como el pueblo de Dios se rebela contra Él y sus elegidos para guiarlos hasta la Canáan terrenal. En esta lección vemos como también esa rebelión se llevó por delante a Moisés y Aarón.
ResponderEliminarNo quiero justificar el hecho de que Moisés tenía razones para actuar como actuó. La lección que Moisés recibe y Aarón nos muestra que ante Dios no hay justificaciones, que tu y yo debemos seguirle sin condiciones a pesar de lo que nos haga, esto nos recuerda también la conversación del Apóstol Pedro con Jesús, cuando este le pregunta al Maestro en el Evangelio de San Juan el último capítulo y le dice: "¿Qué de este maestro?" Jesús le dice claramente que no tiene que importarle lo que pase con Juan que lo que tiene que hacer es seguirle. Este hecho nos enseña que la preocupación de cada uno es seguir a Cristo, o mejor dicho la máxima preocupación de cada uno debería seguir a Cristo.
Retornando al momento en el que el pueblo se vuelve a rebelar contra Dios, podemos entender que cualquier milagro pasado como el de la rama en flor de Aarón para mostrar que Dios estaba siguiendo en el timón de la dirección del pueblo no han servido para afianzar sus pies en la confianza en Dios y en los dones gratuitos que da. El pueblo vuelve a las andadas y el resultado es las serpientes venenosas como hemos podido ver en el capítulo 21 de números, vuelta a lo mismo cayendo en los mismos errores de desconfianza, resultado, acción de Dios para la salvación, colocar una serpiente de bronce en un palo.
Este hecho nos muestra siempre dos acciones, por un lado podemos ver las consecuencias de vivir en desobediencia; la muerte y por el otro lado podemos ver como es vivir en obediencia; la vida. En nuestras manos está la elección. El ejemplo de la serpiente Jesús la rescata para sugerir que todos aquellos que miren con fe al que estará crucificado, obtendrán la salvación y el que no mire obtendrá la muerte. Puede ser un pensamiento simple, pero real.
Ahora bien un detalle que habla también la escuela sabática es la muerte de Aarón y la sucesión en Eleazar. Por un lado vemos como bien dice la lección una generación que pasa y una nueva que comienza, pero hay un detalle que no cambia y que puede ser de lección para nosotros, la vestimenta es la misma, por lo que lo único que cambia es lo que envuelve esa vestimenta pero no ella en sí, señal de continuidad en el pensamiento y acción de Dios, por lo que nosotros deberíamos continuar sin cambiar en ese pensamiento y en esa acción. Eh ahí el dilema; ¿hemos cambiado?¿hemos continuado con los caminos de Dios? o ¿hemos trastocado la vestimenta del sacerdocio para adaptarla a los tiempos que vivimos? ¿Si Dios no lo hizo quienes somos nosotros para hacerlo?
Roberto Pérez
El hombre más "manso de la tierra" pierde los papeles. Parece que no hizo bien las cosas después de haber recibido una orden concreta. Y ¡zas! se acabó, sentencia contra los dos. Parece que cuando uno "representa" a Dios, actúa como mediador o es una referencia para el pueblo, digamos que es "mirado con lupa". E. White dice que "así, dio al pueblo oportunidad de dudar de que sus procedimientos anteriores hubieran sido dirigidos por Dios, y de excusar sus propios pecados."
ResponderEliminarDelicado este asunto. Fijaos lo que dice más adelante. "Si estos siervos de Dios, cuando estaban frente a la roca de Cades, hubieran soportado sin murmuración alguna la prueba a que allí se los sometió, ¡cuán diferente habría sido su futuro! Jamás puede deshacerse una mala acción. Puede sucedr que el trabajo de toda una vida no recobre lo que se perdió en un solo momento de tentación o aun de negligencia."
Nosotros también podemos, a veces, encontrarnos en una encrucijada. Frente a frente con una orden divina concreta... y... cansados ya de tanto aguantar, no podemos resistir más y resolvemos la situación a nuestra manera. Con terribles consecuencias. ¿Es esta la enseñanza aquí???
No se si yo me los hubiera comido a "bocaos", cansado de tanta impaciencia y tantas protestas.
Y eso que aún quedaba el episodio de las serpientes.
Creo que el pueblo de Dios necesita atención constante, un ministerio constante en favor de él. Ya intercede nuestro Salvador, pero sus instrumentos somos los seres humanos. Tal vez si no nos quejamos mucho, haremos un poco más llevadera la difícil carga de nuestros líderes. Me hago esta reflexión yo mismo.
Venga!! Os espero por aquí!!
Saludos.
Me extraña, por no decir otra cosa, este párrafo del domingo:
ResponderEliminar"Es fácil comprender la frustración de Moisés. Primero, él acababa de enterrar a su hermana, y sin duda eso le dolía. Y entonces oye que esta gente murmura: básicamente es la misma queja que sus antepasados habían hecho años antes. Pero, a los ojos de Dios, nada excusa su conducta".
¿Creéis que Dios no tiene en cuenta las circunstancias personales de la gente, cuando los juzga? ¿Dios no tiene ojos para la vida imposible con la que tantas veces nos toca lidiar? ¿Es lo mismo alguien que reacciona mal cuando la presión a la que se ve sometido anula su criterio, que quien hace algo con la intención de infligir daño? Si así fuera, Moisés Aarón y Coré estarían en el mismo saco de Dios... ¿De verdad es o es fácil aceptar que nuestro Padre no tiene en cuenta nuestras circunstancias cuando nos equivocamos? Si así fuera, sería preferible no hacer nada, nunca, a favor de Dios, no fuera que nos estuviéramos equivocando... Creo que esta forma tan dura de percibir a Dios nos lleva a un callejón sin salida...
Estimados amigos:
ResponderEliminarDebemos saber leer los contextos y los antropomorfismos que se encuentran en la escritura así como sus influencias.
Estoy convencido que las historias relacionadas con éste tiempo bíblico no fueron exactamente así y disculpadme si os escandalizáis, no estoy diciendo ninguna barbaridad teológica. Ocurrió lo mismo con los evangelios, "encajados" y diferentes al mensaje original de Jesús.
ésto no quiere decir que se le quite autoridad a la Biblia, ni mucho menos, ni que no "contenga" la inspiración divina en su mensaje, que Dios me libre de tal osadía. Lo que digo es que no nos han enseñado a leer la Escritura con profesionalidad ni con rigor cultural. Y os puedo asegurar que es toda una experiencia, no sólo aumenta tu fé, sino que además te formas como creyente y como fiel. Pero claro, para eso lo primero que hay hacer es ser libre, es decir, no vivir bajo la influencia de "lo que nos digan" sino contrastarlo todo y orar mucho.
Estoy absolutamente de acuerdo con Juan Ramón, en que no es la forma de presentar a un Dios desconocido para su pueblo, como lo hace la lección o como lo hacemos "sin querer" supongo en ocasiones. Las historias de esa epoca están redactadas ad hoc, es decir, con posterioridad y eso no siempre coincide con la voluntad del mensaje original. Pero Dios es tan maravilloso, que eso lo permite porque en el fondo lo que le importa no es que creas "si existió o no un a nube de fuego literal, sino que comprendamos su mensaje, que eso sí trasciende a los errores y las influencias de creencias y conceptos, muchas veces llenos de aportaciones personales. ¿Imagináis que alguien "legalista" por ejemplo, tuviera que redactar las enseñanzas santas? ¿Cómo lo haría? ¿Creéis que olvidaría algunas cosas importantes?...
No digo otra cosa, que "nos desnudemos" ante la Biblia y percibamos la diferencia entre el antropomorfismo y la inspiración, y así todo resulta más claro.
Un beso
Claro que Dios tiene en cuenta las circunstancias que uno atraviesa. El ejemplo de Elías es manifiesto. Huye despavorido ante las amenazas de la reina Jezabel. Cae medio muerto y es atendido por "Alguien" que le despierta y le hace comer y beber. Tan exhausto estaba que vuelve a dormir, y otra vez lo mismo. Despierta y no tiene interés por seguir viviendo, mas Dios le enseña una lección hermosa; la de que en el silbo apacible podemos notar su presencia. No todo van a ser fuegos artificiales.
ResponderEliminar"Con labios temblorosos y un entristecido semblante, Moisés explicó que Aarón había muerto en sus brazos... La congregación prorrumpió en llanto y en lamentación, pues todos amaban de corazón a Aarón, aunque tan a menudo le habían causado dolor." E. White.
No puedo entender estos pasajes si no me ayudo de estos textos. Ni la congregación era tan mala, mala, como se aprecia. Ni Moisés quiso desobedecer y deshonrar a Dios. Pero la "multa" no hubo quien se la quitara. Primero a su hermano y luego sería él.
Pero el pueblo parece que empezaba a sentir que tenía algo de "culpa" en el resultado de sus quejas. Que tal vez, si su actitud hubiese sido otra, las cosas podrían haber sido de otro modo.
Mas tarde, el pueblo se quedó tan manso que fue capaz de dar vueltas alrededor de una ciudad durante siete días en completo silencio. Sólo obedeciendo la orden de su líder.
Dios tiene en cuenta las circunstancias, lo demuestra así la vida de José, de Rut, de Rahab, de Ester, de la Samaritana y de la mujer adúltera, por poner algunos ejemplos.
Pero visto el resultado, aquí no parece tenerlas.
Ese es el quid ¿no? La palman sin vuelta de hoja, "Basta (le dijo Dios a Moisés) no me hables más de este asunto". "No entrarás"
Un misterio para nosotros. Pero habrá un propósito en esta decisión "ejemplar". No es un eximente la vejez, las "nosecuantas" veces que había tenido que enfrentar oposición y quejas. ¿Es que Dios es de los de "hazme cien, y hazme una, y no me has hecho ninguna"? Si hurgamos mucho, nos volveremos locos. Jajajaja.
Algunas cosas requerirán alguna aclaración más que la que nos puede dar el texto bíblico.
Saludos.
Querido Anónimo:
ResponderEliminarLas cosas espirituales pueden resultar "locura" para el hombre natural, porque las ha de discernir espiritualmente y "la sabiduría oculta" del Señor es para quienes con humildad y "contricción" se acercan a Él.
Dios no habla de esa manera, el autor lo redacta así. Se trata de un Antropomorfismo (Lenguaje humano para explicar algo divino)
Ni siquiera sé cómo habla Dios, porque a nosotros no nos habla así,¿verdad?
Se trata de una forma de transmitir de padres a hijos una idea de Dios, QUE NO ES LITERAL sino vivida por pueblos nómadas y tribus que se redactan mucho tiempo después cuando aparece la escritura pero que no tienen por qué ser conceptos literales.
El amor de Dios no tiene condiciones. No entrar en la tierra prometida no significa no ser salvado necesariamente.
Lo que es importante, es sacar las lecciones que son importantes para nuestra vida y que se deducen de éstos textos, muy similares en ocasiones a otros relatos de Oriente medio de la época.
Hay un sin fin de explicaciones para todos éstos textos que no puedo exponer aquí, puesto que me alargaría demasiado y muchas de ellas son muy interesantes.
Lo que de verdad subrayaría es la importancia de vivir la espiritualidad para comprender el mundo espiritual porque la Biblia puede convertirse en otra cosa sino...
el sacerdocio es muy santo como para que se presupongan cosas sobre el corazoncito de Moisés y sus circunstancias..
La oración debe acompañarnos en nuestro estudio personal de los textos santos y dedicarles una mayor reverencia para comprenderlos mejor.
Muchas de éstas cosas NO SON LITERALES, repito no lo son, o por lo menos, muchas corrientes teológicas no sostienen esa enseñanza, lo cual abre infinidad de posibilidades aún por descubrir de ese momento, de ese pueblo y de nuestro mundo. Un abrazo
Eh Diego, que soy Antonio, y no Anónimo. Muy parecido pero tengo identidad.
ResponderEliminarVenga, un abrazo.
jajajaa...
ResponderEliminarperdona... no me había dado cuenta....
los copistas también cometiron algún error parecido ¿no crees?
jajaja
saludos
Antonio+Anónimo = Antónimo... Perdón, pero a mí también me lo habéis puesto fácil entre los dos.
ResponderEliminarEfectivamente, cuando uno lee estas escenas del AT, y las pasa por el filtro de Jesús de Nazareth, se plantea si Dios no se hace cruces con la imagen que nos queda de Él después de tanta aparente injusticia. No es de extrañar que los que se acercan a nuestro Padre a través de estos pasajes, tengan dificultades para entenderle. Tan harto debía estar, que decidió vivir una temporada con nosotros, asumiendo las consecuencias mortales de esta elección, sin intérpretes habituados a reflejar en Dios sus propios miedos, su ira y sus ansias de violencia. Todo el AT es recuperable si se lee poniendo a Jesús por delante. Ya lo he dicho muchas veces aquí y en 2a1/2luz: todo lo que en el AT aguanta la prueba del algodón del Maestro, todas las historias veterotestamentarias en las que podríamos ver a Jesús actuando en primera persona, me valen tal como vienen, porque el nazareno es la revelación última del carácter de Dios. Con las que no, necesito revisarlas, reinterpretarlas o dejarlas a un lado hasta que obtenga más luz. Sé que es mucho más cómodo aceptar el "escrito está", porque exige de mí menos esfuerzo. Pero si aceptamos que Jesús tiene derecho a decir "Oísteis que fue dicho..., pero yo os digo...", asumimos que los textos están vivos, y pueden ser releídos a la luz de su mensaje.
En este sentido, recupero un texto de la lección del lunes, en el que se plantea una especulación sobre los últimos sentimientos de Aarón:
"Aarón mismo, sin duda con remordimiento por su fracaso, sabe que él pronto ha de morir".
¿Sin duda? ¿Remordimiento? ¿Fracaso? ¿Quién conoce los pensamientos de alguien que está a punto de morir? ¿Quién es capaz de juzgar la vida de Aarón, y decir que ha sido un fracaso? ¿Quién puede escrutar el corazón de quien se ha vaciado para servir a su pueblo, y especular sobre su remordimiento?
A la vista de esta frase, me da la impresión de que somos nosotros quienes juzgamos a los demás con una dureza incontinente, y nos inventamos a un Dios igual de duro para que no nos lleve la contraria.
¿No os parece que esta forma de interpretar el servicio de Aarón, el compromiso por su pueblo, y verle fracasado y lleno de remordimientos en sus últimas horas, cuando el texto no dice nada de eso, parece indicar la vivencia de la vida espiritual como una pesada carga? ¿Es eso lo que queremos transmitir a quienes se acercan a Dios a través de las distintas religiones: que alguien cuya intención ha sido siempre servir a su pueblo como mejor ha sabido, ha de morir lleno de remordimientos y sintiendo que ha fracasado?
Si vivir en el espíritu significa eso, yo dimito...
NO, no significa eso y mil veces no. el evangelio es amor y perdón, y nuevas oportunidades. ¿Qué valor tiene la vida? ¿y la muerte? El evangelio está por encima de eso, que lo es todo en los momentos que vivimos. ¿qué pasa si muero? pues nada. El evangelio está por encima, lo supera, el amor es mas fuerte que la muerte. Nuestro tiempo es temporal, finito, limitado al igual que nuestros juicios de valor. Yo me refugio en la creencia que me da vida, me llena de ilusión y en las que aprendo el valor de todo, de la vida, de la muerte. Las cosas que se escribieron, para nuestra enseñanza se escribieron, no para vivir esclavos de la "neurosis" religiosa tan común. ¿Pensáis que Jesús lo tenía claro? pues estáis equivocados, Él era judío y amante de su pueblo, y vivió entre la injusticia y la incomprensión de la imagen que le habían enseñado acerca de Dios, sus padres. Era un hombre y como tal, tuvo sus dudas y sus temores así como sus decepciones, igual que nosotros, pero oraba pidiendo cumplirse la voluntad de Dios y no la suya y además pasaba mucho tiempo a solas, preguntando a Dios porque ocurrían determinadas cosas que él mismo no entendía. La vida espiritual no es una carga, o por lo menos no lo es inútilmente, es decir, si es una carga que sea la que Dios quiere que sea pero nunca es una carga que limita al individuo o lo lleva a un callejón sin salida. Nosotros ponemos limites a nuestra libertad no Él. Ya comenté que el AT hay que saber leerlo y que está escondido su riqueza para los que se acercan con humildad. Me parece muy osado muchas de las afirmaciones de nuestros queridos redactores de la escuela sabática, que por eso se llama escuela, para debatir y no siempre estar de acuerdo, lo osado que resulta decir, pensar o escribir lo que les ocurre a los personajes de la Biblia. Nos atrevemos a definir sus sentimientos, sus conductas, parecemos tan injustos...
ResponderEliminarMiremos la escuela sabática con otros ojos para crecer en amor y libertad, para obedecer mejor, para ser más felices y para ayudar a los demás. Yo me siento libre y cada vez que acudo al texto, lo hago con reverencia. A veces, nos saltamos éste paso. Como dice el TALMUD en sus páginas iniciales, quien quiera leer que empiece por admitir que no entenderá nada, que nada sabe, que quiere aprender del Señor y que está dispuesto y humilde a aceptar las lecciones hermosísimas que DIos tiene para cada uno aunque no las entendamos al principio porque son enseñanzas progresivas, propias de un Dios que quiere darse a conocer pero que se adapta. Pero por favor, no digamos lo que le pasa a AAron sin perspectiva, sin caridad, sin misericordia, sin oración..
No dimitas mi querido Juan Ra, yo estoy contigo amigo...
Hola a todos,
ResponderEliminarEstoy totalmente de acuerdo en que muchas veces nos hacemos imágenes distorsionadas de Dios (un Dios "a nuestra imagen y semejanza" y lo que me parece más triste es que cuendo la gente que intenta acercarse a la religión se encuentra con eso lo más natural es salir huyendo.
A mi personalmente me cuesta mucho imaginarme a Dios castigando a Moisés por un momento de debilidad después de todo lo que el pobre había tenido que pasar y que el castigo fuera precisamente quitarle la ilusión de su vida: entrar en la tierra prometida.
Sin embargo, pensando en todo esto e intentando aplicarlo a mi vida creo que puedo aprender una lección, que no es precisamente la que me parece sugerida en la ES en plan "ten mucho cuidado con lo que haces porque un sólo fallo te puede costar muy caro".
Más bien, la conclusión a la que yo llego es que a veces "la ilusión de mi vida", mis proyectos o mis objetivos, por muy buenos que parezcan, puede que no sean lo mejor para mi. A ver, intento explicarme para q no me entendáis mal, como ya he comentado alguna vez en 2a1/2luz yo creo q Dios no interviene en cada detalle de nuestra vida indicándonos q coche comprar, q carrera escoger o con quien debemos casarnos. Él nos deja libertad y nos acompaña en nuestro camino, y muchas veces nos concede cosas q le pedimos que no son imprescindibles para nuestra salvación simplemente porq nos quiere. Pero a veces nos dice NO, y a veces sin explicaciones, y nosotros lo vemos como un castigo. Volviendo a Moisés, seguro que le sentó muy mal no poder entrar en la tierra prometida pero los primeros años en Canaan fueron muy duros, siguieron las guerras y los problemas y Moisés era mayor y estaba cansado. Quizás Dios no lo castigó, simplemente le dijo q ya había sufrido y trabajado bastante y ahora tenía un destino mejor para él. Supongo que eso será tema de otra ES pero si Moisés hubiera sabido q iba a resucitar y que sería uno de los pocos privilegiados que podrían disfrutar de una resurrección y una vida con Dios anticipada, igual no se hubiera encabezonado tanto en entrar. En fin, no se si mi interpretación es teologicamente correcta pero a mi me sirve: cuando las cosas no salen como yo quiero después de muchos esfuerzos y mucha oración lo dejo en manos de Dios, que es mucho más listo que yo y además me quiere más q nadie en el mundo.
Astim
Efectivamente, Astim, la Biblia es un libro escrito, no una voz que nos habla de forma atronadora. Al leerlo, lo hacemos con nuestros prejuicios, con los que hemos adquirido o con los que nos han educado. Y en esa lectura, percibimos a Dios de una forma o de otra, dependiendo de la imagen que nos hayamos hecho de Él. Así mismo, los escritores del AT no dejaban de ser ellos cuando relataban lo que pasaba. Ellos también podían caer en la tentación de distorsionar la realidad con sus prejuicios. Un ejemplo de lo que digo se encuentra en el episodio de las serpientes. Para un pueblo que proviene de Egipto, que ha estado inmerso en su cultura y en su religión durante cuatrocientos años, Dios está detrás de cada cosa que pasa, sea buena o mala. Cuando aparecen las serpientes, el pueblo entiende que han sido enviadas por Dios, porque también es quien está detrás del maná, la nube, la columna de fuego o el agua que mana de la roca. En ninguna parte se dice que Dios asuma la responsabilidad del envío de las serpientes. Cuando en este episodio Dios abre la boca, es sólo para salvar: "Haz una serpiente de bronce y cuélgala en un asta. Y todo el que la mire, aunque sea mordido vivirá". La tentación humana es pensar que si Dios está detrás de la curación de los mordidos, es porque también está detrás del envío de las serpientes. Pero esto es mucho suponer. ¿No es extraño que Dios hable a Moisés para adjudicarse la autoría de la salvación, pero no haya dicho nada para advertir de que enviaba a las serpientes? Son éstas, preguntas cuyas respuestas definen la percepción que cada uno tenemos de Dios...
ResponderEliminarDiego, te olvidas de dos cositas, por un lado los hechos ocurridos en esta historia no solo los vivió Moisés y Aarón, sino que fueron escritos por Moisés, por lo que la posterioridad del escrito ( a no ser que lo traslades a meses después ) es muy reciente y los hechos narrados ocurrieron tal cual. Por otro lado debemos recordar siempre que no se valora si Dios es justo o no, se debe valorar si el hombre cumple o no, recuerda que antes de que Moisés subiera al monte a recoger las tablas el pueblo se comprometió a seguir las ordenanzas de Dios en unisona voz y vemos como el incumplimiento de parte del pueblo acarreó consecuencias desastrosas, se valora mucho la busqueda de la justicia de Dios o la injusticia de Dios por no perdonar ya que Dios es amor. Lo que no valoramos es que Dios amó tanto aquellos que en sus corazones se propusieron servir a Dios constantemente que por amor a ellos desterró a los que estaban siendo utilizados por Satanás para introducir la duda. Esto me recuerda mucho a lo que ocurrió en el cielo. Por lo que tratar a Dios en los argumentos de que es amor y que su palabra es de amor, recuerda también que su palabra nos lleva a la obediencia, esta es la verdadera combinación "Amor+Obediencia=Salvación" Donde el Amor es Cristo, la Obediencia somos Nosotros y el resultado es Salvación es decir la Vida Eterna.
ResponderEliminarRoberto Pérez
Perdón por lo de "unisona" es "unísona"...lo siento para los lingüistas.
ResponderEliminarRoberto Pérez
Pues sí Roberto, tienes razón. Nos pasamos demasiado tiempo juzgando a Dios si lo hizo bien o mal, o si fue justo o no, o si fue demasiado severo o no, en lugar de mirarnos a nosotros mismos si somos un verdadero desastre o no... Para meditar...
ResponderEliminarInterpretar algunos pasajes de la Biblia, Roberto, requiere a veces un esfuerzo exigente. Tú lo sabes mejor que nadie, que por tu formación has tenido que estudiar exégesis y hermenéutica. No todo es blanco o negro. En la Biblia hay una inmensa escala de grises que hay que tener en cuenta, si no queremos meternos en insalvables callejones sin salida.
ResponderEliminarEste esfuerzo de interpretación al que hago referencia lo usarás tú mismo, no me cabe la menor duda, en pasajes en lo que, por ejemplo, Jesús dice que más vale arrancarse el ojo derecho si nos tienta. Hace mucho tiempo que estarías ciego si hubieras seguido literalmente el consejo del Maestro. Es evidente que quería decir otra cosa que lo que dice la frase en su literalidad. ¿Has vendido TODO lo que tienes, y lo has dado a los pobres, para seguir a Jesús? Es otra frase de Jesús que, sin duda, habrás tenido que interpretar en su contexto para no verte a ti y a tu familia pidiendo limosna en la calle por seguir a Jesús. Este mismo Jesús, como ya dije en anteriores comentarios, le da sentidos nuevos a textos del AT ("Oísteis que fue dicho... pero yo os digo..."), y no tiene ningún reparo en reinterpretarlos a la luz de su propio mensaje. No deberíamos quedarnos acomodaticiamente en el "Escrito está", porque el texto bíblico está vivo, y acepta interpretaciones adaptadas a la cultura de quien lo lee, porque fue escrito por seres humanos, inspirados por su percepción de Dios, pero también pegados a su propia cultura. Si aún no te has sacado los ojos, si aún no eres un pobre de solemnidad por seguir a Jesús, y has hecho el esfuerzo de interpretar estos pasajes a la luz del mensaje del Maestro, deberías poder hacerlo también con otros pasajes, mucho más antiguos y lejanos a la cultura moderna. Así lo hicieron, también, nuestros pioneros. Y no tuvieron reparos en iniciar un viaje interpretativo de las Escrituras en el que, inspirados por el Espíritu de la Creatividad, partieron de unas verdades y llegaron a otras.
En este sentido, si tu camino interpretativo te lleva a ecuaciones como "Amor (el de Jesús) + Obediencia (la tuya) = Salvación, es difícil que se cruce con el mío en esto. Es la barca que avanza impulsada por los dos remos (salvación y obediencia). Nos lleva directos a la catarata de la desesperación, en la que nos despeñaremos. Si la obediencia ha de entrar en la ecuación de la salvación, no tenemos esperanza. Por mucho que insistas en que esa obediencia la produce el Espíritu, y no es nuestra, la vida real me indica, de forma testaruda, que aún en sus manos, soy incapaz de obedecer como conviene. Prefiero pensar, siguiendo con el símil, en una fuera borda, en la que el motor es Jesús, con la única (y suficiente) fuerza de su amor por nosotros.
Y volviendo a la lección, recupero un párrafo del viernes:
"Piensa en la historia de las serpientes ardientes y el acto de fe necesario. A los israelitas se les prometió que serían protegidos con solo mirar a la serpiente, para no morir. No había ninguna explicación natural; su vida dependía de un acto sobrenatural en su favor. ¿Cómo refleja eso el plan de salvación?"
Si las serpientes venenosas las envió Dios, hago la misma pregunta que el autor de la lección: ¿Cómo refleja eso el plan de la salvación? ¿Provoca Dios nuestra condenación (la muerte por las mordeduras) para tener la oportunidad de salvarnos después? ¿Nos maltrata Dios, para que nos volvamos a Él, y después poder tratarnos con ternura? Si el suceso de las serpientes es un símbolo, como Jesús indica a Nicodemo, del poder salvífico de Dios, hemos de retirarlo a Él de la autoría de las mordeduras, porque, si no, no tienen sentido las palabras del Maestro. Dios aparece para salvarnos (la serpiente de bronce/Jesús de Nazareth) de las consecuencias inherentes, y ajenas a Dios, de nuestras propias equivocaciones (mordeduras de serpientes/desesperación humana y muerte).
Mecachis, Poeta... No sé si aquí alguien juzga a Dios. Pero lo que si podemos hacer es defenderlo de tantas cosas que le adjudicamos por el simple hecho de que siempre lo hemos hecho así, y así nos lo han enseñado. Creo que nuestro Padre debe sentirse muy triste cuando no somos capaces de verlo SÓLO en la ternura y la compasión que Jesús manifestó, que, a fin de cuentas, en su revelación última y perfecta.
ResponderEliminar¿Mirarnos a nosotros mismos, a ver si somos un auténtico desastre o no? Me parece que esa lección la tenemos aprendida a fuego y martillo, después de tantos años de autoflagelación recalcitrante. Y creo que a Dios le da miedo esa actitud. Apuntábamos la semana pasada que Dios da a Israel el regalo del Tabernáculo, lugar de reunión (¡qué maravilla!) y el pueblo reacciona teniendo miedo a acercarse a la tienda, ¡temiendo ser destruidos por la presencia de Dios! Lo que fue construido como recurso de acercamiento, se convierte en motivo de separación. Y Dios ha de inventarse la institución del sacerdocio para tener alguna oportunidad de que el pueblo se sienta tranquilo en su presencia. Un nuevo malentendido que nuestro Padre desenredar con la paciencia que le caracteriza. Israel entonces, y nosotros ahora, olvidamos que lo único que Dios quiere es tener una amigable reunión con nosotros. Es cierto que cuando la obediencia es nuestro recurso para sentirnos seguros ante su presencia, el miedo se adueña. Pero cuando caemos en la cuenta de que lo único que Él quiere es tenernos a su lado, bajo su benéfica influencia, obedientes o no, la reunión es una fiesta...
Hola amigos: a ver, Anónimo: ¿Puedo aconsejarte algo?...
ResponderEliminarSe cree, se cree, se cree que el Pentateuco fue escrito por Moisés aunque si el lo escribió como habla de su muerte estando vivo.. (pero se cree) Creo que no debemos asegurar nada, que no quiere decir que no esté bien que lo creas, que me parece correcto pero no creo que se deba asegurar que los hechos ocurrieron tal cual y punto, o ésto lo escribió Moisés y punto... (¿no crees que debes dar lugar a la posibilidad de que no?) (¿Recuerdas 1844?)Ésto es precisamente lo que nos caracteriza en ocasiones y nos separa. La seguridad en cosas (que por otro lado no son importantes) y su aceptación en nuestro sistema de creencias.
Respecto a tu suma y resultado, suena bien pero me parece que hay algún error.. Pero no te enfades...
¿las buenas obras nos salvan? No
Pues las "malas" (que nunca he sabido cuales son cuales) tampoco nos condenan, PORQUE YA HEMOS SIDO CONDENADOS y no hay nada que puedas hacer para salvarte NI PARA OBEDECER..
Tú por ejemplo no amas a Dios. Nadie ama a DIOS, de hecho sólo nacemos con la extraña curiosidad de creer pero nacemos separados de DIOS
El movimiento de salvación y obediencia es de arriba a abajo, no de abajo a arriba incluso después de la conversión..
Primero, no hay problemas en la religión, no hay que sumar ni restar, no hay nada más que aceptar el resultado. AMOR=OBEDIENCIA sin partes humanas.. PEro ojo, AMOR DIVINO, no humano y OBEDIENCIA DIVINA no humana...
Muchas de las grandes obras que hacemos están cargadas de egoismo y pecado y otras lo contrario.
Algún día, explicaré a fondo este tema..
Un abrazo
Gracias por vuestros escritos amigos, estudiar así la lección es una maravilla, es como tener el profesor en casa.
ResponderEliminarMuchas gracias.
En realidad, este proyecto nace con la vocación de extender el tiempo de las clases, que siempre se nos queda corto. Internet nos ofrece la oportunidad de dilatar el tiempo de debate, de poder hilar con mayor profusión los argumentos, y matizarnos cada vez que haga falta, sin la cortapisa de la escasa duración de las clases, los sábados por la mañana. Aquí estamos abiertos 365 días al año, las 24 horas del día. Y damos gracias a Dios por ello.
ResponderEliminarHe leido atentamente los comentarios y se vierten dos opciones los puretas de la interpretación del "Escrito está" y los heterodoxos del "Oisteis que fue dicho más Yo os digo..".. no hay posibilidad de conciliar ambas tesis?..
ResponderEliminarEste pequeño desencuentro, estimado Anónimo, es tan viejo como el propio fenómeno religioso. Hay personas que necesitan anclajes firmes en su forma de entender la experiencia espiritual. La Escritura es uno de ellos, y prefieren no "manosearla", para que no se mueva ningún pilar fundamental. Otros necesitamos contextualizar los textos, adaptarlos para poder adoptarlos, porque los consideramos vivos y capaces de darnos vida.
ResponderEliminarYa he dicho muchas veces en 2a1/2luz que no busco nunca el consenso. Si viene, bienvenido sea. Pero disfruto con el disenso, porque con éste salgo crecido, mientras que con aquél salgo creído. Así que no me interesa conciliar ambas tesis. En la diferencia de cosmovisión que las producen encuentro argumentos que completan a los míos. Si todos tuviésemos una percepción relajada del fenómeno de la inspiración, la iglesia perdería, probablemente, sus raíces. Si, sin embargo, todos permaneciésemos anclados en el "Escrito está...", el progreso en la iglesia sería imposible. Por ello, estas dos percepciones sirven para moderarnos los unos a los otros, siempre que seamos capaces de tratarnos con respeto.
Por cierto: mañana predico en la iglesia de Delicias, en Zaragoza, e imagino que me pedirán que modere una clase de Escuela Sabática que conozco, y que es de las que yo llamo "Debatistas del Séptimo Argumento", que son las que más me gustan, y de las que he importado el modelo que ponemos en práctica en este blog: libertad, respeto, honestidad, aceptación del disenso, y valentía a la hora de abordar los problemas de contextualización de la Escritura. Pues bien: me iré a moderar esa clase con el texto de la lección y una copia impresa de todos los comentarios que habéis ido vertiendo durante la semana. Se podría hacer un auxiliar con ellos. No me sorprendéis, porque siempre espero lo mejor de mis amigos. Simplemente, me tenéis enamorado. Gracias a todos.
ResponderEliminarJajajajaja, enamorado nos tienes tú a nosotros.
ResponderEliminarJo, qué comentarios más "nutritivos". Y muchas veces divertidos. Gracias también a todos los demás.
Deseamos que disfrutes en esa clase de "Debatistas del Séptimo Argumento." Jajajaja.
La verdad es que estos comentarios ayudan y mucho a lanzar más interrogantes sobre la interpretación del texto y en última instancia sobre el auténtico carácter de Dios. A veces un gran desconocido para nosotros, porque lo "empequeñecemos" al atribuirle algo que no es atribuible a El.
Gracias, de verdad, por el esfuerzo que todos hacemos aquí.
Un abrazo.
En esta semana hay varios puntos que pienso que son muy importantes.
ResponderEliminar1. El hecho de que los lideres (Moises y Aaron) no intentan contestar a los detractores pero dejan a Dios contestar.
2. El hecho de golpear la roca (Cristo) podia solo tener lugar una vez, porque Cristo ha muerto una vez por todos nuestros pecados (Romanos 6,10). La obra ... Leer másespiatoria ya ha tenido lugar y nuestro Gran Sumo Sacerdote esta en el cielo, ocupandose de nostros delante de Dios. Aguas de refresco espiritual son derramadas de arriba hacia nosotros, gracias al ministerio sacerdotal de Cristo.
3. Moises cometio un doble error. El primero fue el de usar el baston de la autoridad ya que solo la gracia y no l'autoridad podian permitir al pueblo atravesar el Jordan. El segundo fue el de golpear y no de hablar confundiendo la victima terrestre y el Sumo Sacerdote celeste.
4. En el capitulo la serpiente (Satanas) era la fuente del descontento. En un cierto sentido las serpientes les revelaban el verdadero caracter de ese descontento: la maldad de la carne es realmente de origen satanica. La mordedura representa la conviccion de lo que es la carne a la fuente.
5. El remedio a las mordeduras, es una serpiente de metal. Esa serpiente es una imagen de Cristo en la cruz. Cristo tenia que ser elevado sobre una cruz, carcando nuestros pecados. El amor divino tenia que responder de esta manera segun su justicia a las exigencias de la posicion del pecador perdido. En el Eden, bajo la influencia de la serpiente, el hombre duda del amor de Dios, y es la caida. La salvacion del hombre tiene que derivar del regreso de la fe en este amor. Hoy, el remedio a la mordedura de la serpiente, a la caida, es mirar a Jesus.
6. La vida eterna viene de un contacto directo y personal con Jesus.
Myriam Vega
Ups aunque fuera de semana, creo que es bueno ir dando más al tema, queridos Juan Ramón es verdad que a los argumentos que pones de "sacar el ojo" o "darlo todo" hay que buscar la interpretación para sacar la lección. Recuerda también que es verdad que nuestro Señor Jesucristo llegó a decir: "escrito está" por lo que da importancia a lo ya establecido en las escrituras. Tanto una como otra llevan a la búsqueda de la lección primaria, tanto en unos hechos como en los otros, la razón primaria es "DIOS EN PRIMER LUGAR EN TODO" Si realmente tu ojo te es dañino para la salvación debería replantearte que está viendo ese ojo para cortarlo de raíz, si realmente tus posesiones te impiden la salvación es necesario que lo des todo porque ese egoísmo que te impide dar te está condenando.
ResponderEliminarTambién decir bajo la argumentación de AMOR que viene de Dios y OBEDIENCIA que viene del hombre, La obediencia no es un atributo de Dios, la obediencia es una capacitación del ser humano para aceptar los atributos de Dios y seguir sus enseñanzas. Dios no es obediente, Dios es FIEL. la combinación de estos dos atributos el de Dios que la Biblia lo deja claro que es AMOR y el de la obediencia que la Biblia deja claro que debe ser una característica del pueblo verdadero, nos llevará a la salvación que es Cristo.
Roberto Pérez
Querido amigo: Gracias por tu aportación. Déjame aclarar algo y creo que hablo también por Juan Ramón al enunciar que nunca hemos mantenido ni cuestionado la autoridad de la Biblia. "Escrito está" No hemos negado ésta afirmación, lo que yo sostengo respecto a esa frase que resume El mal uso que hacemos en ocasiones o el uso inadecuado y sin fundamento historico y el daño que provocamos con "Escrito está" Es su uso el que me preocupa y la falta de información de muchos textos.
ResponderEliminarRespecto a la Obediencia, nunca es un camino para nada más que la perdición. La obediencia lleva a la perdición. ¿Qué te parece? La obediencia que tu mencionas no tiene nada que ver con las características del pueblo postrero más que verdadero...
Si me dejas, te explicaría ésto mejor, y además me encantaría debatir contigo. Me alegra mucho que escribas.. Es un tema tan apasionante, pero sólo te dejo con éste pensamiento antes de que me quemen, jajaja.. La obediencia lleva a la perdición...
UN abrazo
cuando mencionamos que Cristo es la única salvación posible, ¿Por qué hablamos de otras cosas? Meditemos en cristo.
ResponderEliminarLa obediencia a la que me refiero, ,es la obediencia que procede de la moral humana, del consuetudianismo práctico, del que dirán,de la búsqueda de fines, en fin, obediencia humana y egoista. Existe otra manera de ser fiel, existen obras preparadas de antemano.
La obediencia es muy importante pero no por el camino que se cree.
Un saludo