domingo, 6 de diciembre de 2009

Lección 11 Para el 12 de diciembre de 2009: Inmoralidad en la frontera


Sábado 5 de diciembre

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA:
Números 25, 31; Deuteronomio 21:10-14; 1 Corintios 10:1-14; Apocalipsis 2:14.

PARA MEMORIZAR:
“Ni forniquemos, como algunos de ellos fornicaron, y cayeron en un día veintitrés mil” (1 Cor. 10:8).

OTRA VEZ APARECE EL MISMO TEMA: el pueblo, guiado tan clara y poderosamente por Dios, todavía comete errores de elección, todavía muestra falta de fe, todavía desobedece. Dios quería llevarlos a la Tierra Prometida, pero las elecciones de ellos dificultaban lograrlo.

Pero, no hay dudas: la providencia de Dios tuvo éxito entonces, y lo seguirá teniendo. Así como él llevó a su antiguo pueblo del Pacto a la Tierra Prometida, hará lo mismo por nosotros al fin del tiempo. Pero, sería mucho mejor si cooperáramos con él en lugar de ir en contra de sus propósitos.

Esta semana consideraremos una de las mayores faltas de fidelidad en toda la historia del Antiguo Testamento: la apostasía en Sitim. Y, aunque ocurrió hace miles de años en una cultura y un contexto radicalmente diferentes del nuestro hoy, hay semejanzas espirituales, y deberían servir como advertencia a la iglesia de Dios, también en la frontera de la Tierra Prometida.

Domingo 6 de diciembre: SEDUCCIÓN

Números 25:1 dice: “Moraba Israel en Sitim; y el pueblo empezó a fornicar con las hijas de Moab”. Una afirmación clara y directa de hechos, nada más.

El texto dice que “Israel moraba” en Sitim. Es decir, no estaba yendo a ninguna parte. Estaba de descanso. Estaban cómodos, realmente, porque acababan de terminar varias conquistas exitosas: habían derrotado a los cananeos (Núm. 21:1-3), a los amorreos (vers. 21-31) y al pueblo bajo el dominio del rey Og de Basán (vers. 33-35). Ahora, estaban en la frontera de la Tierra Prometida, al otro lado del río Jordán.

En otras palabras, después de numerosos errores y contratiempos, las cosas estaban yendo bastante bien. No había peligros inminentes de ejércitos enemigos, porque habían vencido fácilmente todas esas amenazas militares. Por eso, podían estar tranquilos.

Lee Números 25:1 al 3. ¿Cuáles fueron los pasos involucrados aquí en esta apostasía? ¿Cómo es que ocurrió algo tan terrible?

Sexo, comida, idolatría: todo estaba allí, a orillas del Jordán. De acuerdo con el orden que se ve en los textos, primero tuvieron relaciones sexuales con las mujeres, lo cual quebró claramente las barreras. Y luego, estas mujeres invitaron a los hombres a sacrificar a sus dioses paganos, y aquellos se inclinaron ante estos y los adoraron.

Otra vez, desde nuestra perspectiva, es difícil comprender de qué manera algo como esto pudo suceder. Ellos deberían haber sabido lo que era correcto, ¿verdad? Al mismo tiempo, aquí estaban, mezclándose con estos pueblos, probablemente no mucho al comienzo, pero luego, con el tiempo, más y más. Lenta, pero seguramente, bajaron la guardia; y, antes de darse cuenta, estuvieron entrampados por la lujuria y la pasión. Una vez que hubieran caído en esa trampa, todo era posible.

Nos engañamos a nosotros mismos cuando pensamos que ahora somos menos vulnerables a los engaños del pecado de cualquier clase.

Lee 1 Corintios 10:1 al 14. ¿Cómo podemos aplicar las lecciones que hay aquí a nosotros mismos, hoy, en cualquier situación en que nos encontremos? ¿Qué tentaciones similares afrontamos en nuestros propios contextos? ¿Qué promesa podemos encontrar en estas palabras y hacerla nuestra?

Lunes 7 de diciembre: DETRÁS DE LAS ESCENAS

Lee Apocalipsis 2:14 y Números 31:16. ¿Qué vislumbre nos dan estos pasajes de lo que estaba sucediendo a Israel en Sitim? ¿Cómo nos ayuda esto a comprender cómo cayeron?

Incapaces de tener éxito de una manera, sus enemigos probaron ahora otra, que funcionó mucho mejor. El principio debería ser claro: Mientras estemos actuando con fe y obediencia, muchas puertas al pecado estarán cerradas. Sin embargo, una vez que dejamos de hacer lo que debemos, cualquier cosa puede ocurrir. Cuán vital es, entonces, que nos mantengamos en el sendero de la obediencia.

“Por consejo de Balaam, el rey de Moab decidió celebrar una gran fiesta en honor de sus dioses, y secretamente se concertó que Balaam indujera a los israelitas a asistir. [...] Gran parte del pueblo se reunió con él para asistir a las festividades. Se aventuraron a pisar terreno prohibido y se enredaron en los lazos de Satanás. Hechizados por la música y el baile, y seducidos por la hermosura de las vestales paganas, desecharon su lealtad a Jehová. [...] Predominó la pasión en absoluto; y, habiendo contaminado su conciencia por la lascivia, se dejaron persuadir a postrarse ante los ídolos. Ofrecieron sacrificios en los altares paganos y participaron en los ritos más degradantes.

“No tardó el veneno en difundirse por todo el campamento de Israel, como una infección mortal. Los que habían vencido a sus enemigos en batalla fueron vencidos por los ardides de mujeres paganas. La gente parecía atontada. Los jefes y los hombres principales fueron los primeros en violar la Ley, y fueron tantos los culpables que la apostasía se hizo nacional. ‘Allegóse el pueblo a Baal-peor’. Cuando Moisés se dio cuenta del mal, la conspiración de sus enemigos había tenido tanto éxito que no solo estaban los israelitas participando del culto licencioso en el monte Peor, sino que comenzaban a practicarse los ritos paganos en el mismo campamento de Israel” (PP 484, 485).

Una y otra vez vemos el mismo principio en juego: Dios hace mucho por su pueblo, Dios promete mucho a su pueblo, y él –en respuesta– se destruye a sí mismo. ¿Qué sucede contigo? ¿Qué te ha prometido Dios, y cómo estás respondiendo a esas promesas?

Martes 8 de diciembre: PECADO Y CASTIGO

El haber caído en una trampa, obviamente, no excusa el pecado. Si para comenzar, hubieran obedecido a Dios guardando los Mandamientos, y no se hubieran expuesto a la tentación, esta apostasía nunca habría ocurrido. Sin duda, no querían ir tan lejos como fueron. Después de todo, solo estaban yendo a una fiesta. Y, como Balaam, un profeta de su propio Dios, los había invitado, ¿qué podría haber de malo con eso? No obstante, cuán rápidamente las cosas se descontrolaron.

¿Qué otros ejemplos puedes encontrar en la Biblia, de personas que abrieron la puerta al pecado, lo que oportunamente los condujo a consecuencias terribles, consecuencias que ellos tal vez nunca imaginaron que pudieran suceder?

En la Biblia, vemos que lo mismo sucede una y otra vez. Desde Eva en el Edén hasta Judas en Jerusalén, los que habían sido advertidos, que habían tenido gran luz, eligieron ignorar esa luz y –sin duda, justificándose y racionalizando sus acciones– cayeron en pecados que produjeron consecuencias devastadoras. ¿Cuántos de nosotros, tal vez, hemos tenido esta misma experiencia en la vida? Dios nos llama a obedecerlo, no porque él sea exigente, sino porque ama a sus hijos y quiere lo mejor para nosotros.

Lee Números 25:4 y 5. ¿Por qué hubo una reacción tan fuerte? Ver también los versículos 8 y 9. ¿Qué lección podemos obtener de esto para nosotros?

Cuán doloroso debió haber sido para los israelitas tener que matar a otros israelitas. Pareciera como si cada tribu hubiese tenido la responsabilidad de ejecutar a los de su propia tribu que estuvieron involucrados en esta apostasía. ¡Y tal vez algunos pudieron haber tenido que ejecutar a miembros de su familia inmediata, y hacerlo a plena luz del día (literalmente, “frente al sol”)! Debió haber sido una experiencia terrible para todos.

¿Qué haces con alguien que está cerca de ti que está participando de prácticas pecaminosas que pueden tener un impacto dañino sobre ti y sobre otros? ¿Cuál es tu responsabilidad y deber en tal situación? ¿A quién puedes dirigirte por ayuda, para saber cómo responder?

Miércoles 9 de diciembre: PECADO ABIERTO

Es difícil imaginar el caos, la confusión y el dolor que debió haber ocurrido entre los israelitas en esa ocasión. Recibimos una vislumbre del dolor, por lo menos, en Números 25:6, que dice que “lloraban ellos a la puerta del tabernáculo de reunión”. Sin duda, lloraban por la apostasía, por el sufrimiento y por sus parientes muertos. Además, con una plaga que asolaba el campamento, pudieron haber estado llorando por sí mismos y por su familia, temerosos de que ellos pudieran ser los siguientes. El estar ante el Tabernáculo de reunión significaba que estaban implorando a Dios que terminara con esa devastación.

Lee Números 25:6 al 18. ¿Cómo entiendes lo que está sucediendo aquí? ¿Qué lecciones puedes obtener de esta historia?

Aunque el texto no lo dice explícitamente, se puede inferir que el israelita Zimri estaba teniendo una relación sexual con una madianita cuando Finees vino a la tienda y alanceó a ambos. Por severo que parezca esto, piensa en las circunstancias. Todo el campamento está llorando y suplicando a Dios por causa de lo que estaba sucediendo, y este hombre –tan audaz y abierto en su pecado– trajo a esa mujer madianita al campo ante todos ellos, y luego la llevó a su tienda y tuvo relaciones sexuales con ella. ¡Y, mientras tanto, una plaga está asolando el campamento! El hecho era peor porque Zimri venía de una familia de príncipes; y, por eso, debió haber sabido bien lo que hacía. Sin duda, estaba tan engañado, tan enceguecido por la lujuria que ni la vista del pueblo llorando ante el Tabernáculo lo frenó de ningún modo.

En toda la Biblia, vemos ejemplos de cómo el pecado anubla el razonamiento y conduce a la gente a hacer algunas de las cosas más irracionales. Piensa en Caín, en David con Betsabé, en Judas traicionando a Jesús. No sorprende que la Biblia, una y otra vez, nos advierta contra el pecado. No es que Dios no pueda perdonar nuestros pecados; es que el pecado puede enceguecernos tanto que lleguemos a no verlo más como tal.

En tu propia jornada con el Señor, ¿de qué manera has experimentado la realidad de cómo la práctica del pecado te endurece para darte cuenta de cuán malo es lo que haces? ¿Qué puedes hacer para salir de esta trampa espiritual mortal?

Jueves 10 de diciembre: LA DESTRUCCIÓN DE LOS MADIANITAS

Después de la terrible devastación en Sitim, Dios no había terminado todavía con los madianitas, los que habían traído tal sufrimiento a su pueblo, por medio de sus engaños. Debía hacerse justicia. Esta rama específica de los madianitas se había entregado completamente a la idolatría y todos los males que la acompañaban. Como los amorreos, este clan de Madián había “llenado la copa de su iniquidad” (E. G. de White, en R&H, 2 de mayo de 1893), y Dios decretó su destrucción.

Lee Números 31, la historia de la destrucción de los madianitas. ¿Cuáles son algunas de las cosas duras de este informe que nos hacen difíciles de comprenderlas hoy?

Matar a todo el pueblo, aun a los niños, es muy difícil de comprender para nosotros. Sencillamente, debemos confiar en la revelación que tenemos de Dios como se reveló a nosotros por medio de Jesucristo, y aceptar que hay cosas que no comprendemos desde nuestra perspectiva, cosas que no nos fueron reveladas.

Muchos encuentran que Números 31:13 al 18 es particularmente perturbador, y es comprensible que así sea. Pero, debemos recordar algunas cosas. Muchas de estas mujeres madianitas fueron las que estuvieron directamente involucradas en el engaño que condujo a la muerte de miles y miles de personas; por eso, estaban cosechando el castigo de sus pecados. Pero, ¿qué diremos de las niñas, vírgenes, que probablemente no habían hecho nada?

Supongamos que Dios hubiera dicho que las dejaran libres. Estas indefensas jovencitas quedarían solas, con sus padres muertos y con su estructura social destruida. ¿Qué les sucedería en el severo y peligroso mundo de aquel tiempo? De esta manera, al ser incluidas en el campamento israelita, estas jóvenes mujeres no solo serían protegidas de cualquier peligro que habían afrontado si hubiesen quedado solas; también serían tratadas bien por los israelitas. Después de todo, la ley israelita demandaba eso.

Lee Deuteronomio 21:10 al 14. ¿Cómo nos ayuda esto a comprender mejor lo que sucedía con esas mujeres que fueron tomadas como prisioneras por los israelitas? ¿De qué manera nos ayuda esto a comprender mejor Números 31?

Viernes 11 de diciembre

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:

Lee, en Patriarcas y profetas, “La apostasía a orillas del Jordán”, pp. 483-493.

“Los israelitas fueron inducidos al pecado, precisamente cuando se hallaban en una condición de ocio y seguridad aparente. [...] Descuidaron la oración, y fomentaron un espíritu de seguridad y confianza en sí mismos. [...] Antes de que el cristiano peque abiertamente, se verifica en su corazón un largo proceso de preparación que el mundo ignora. La mente no desciende inmediatamente de la pureza y la santidad a la depravación, la corrupción y el delito. Se necesita tiempo para que los que fueron formados en semejanza de Dios se degraden hasta llegar a lo brutal o satánico. Por la contemplación nos transformamos. Al nutrir pensamientos impuros en su mente, el hombre puede educarla de tal manera que el pecado que antes odiaba se le vuelva agradable” (PP 490).

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

1. Uno de los mayores dones que Dios ha dado a los seres humanos es la sexualidad. También ha sido uno de los más maltratados, y Satanás lo usa una y otra vez para entrampar y arruinar a quienes aman a Dios. ¿Cómo podemos ayudarnos unos a otros en esta área? ¿Qué elecciones podemos hacer con respecto al vestido, el lenguaje, el decoro, lo que vemos en los medios y la conducta en general, que pueden eliminar piedras de tropiezo y tentaciones que han conducido a tanto sufrimiento entre nosotros?

2. Piensa en la devastación que este pecado causó en el campamento, y en el sufrimiento del pueblo como un todo. ¿Qué nos debería decir esto acerca de la manera en que, como iglesia, tenemos la responsabilidad de tratar con el pecado entre nosotros?

3. Los israelitas no cayeron de golpe en este pecado de la noche a la mañana. ¿Qué diremos en cuanto a nosotros hoy? ¿Estamos bajando la guardia con respecto a cosas que podrían llegar a endurecernos y que nos conducirán a caer en las trampas de Satanás? ¿Qué lugar tienen las normas en esta área importante? ¿Cómo pueden las normas ayudar a protegernos contra este movimiento lento hacia la apostasía y la ruina? ¿O no podrán hacerlo? O, si nos pueden ayudar, ¿cómo deberíamos aplicarlas?

Resumen:

El colapso moral de Israel en las fronteras de Canaán sirve como ejemplo de un método que Satanás usará para que el pueblo de Dios apostate en el tiempo del fin. “Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil” (Mat. 26:41).

16 comentarios:

  1. "Seducción", "inmoralidad". ¡Vaya! La lección de esta semana promete...

    Tocamos fondo, porque este es un pecado tan antiguo como el mal llamado "oficio más antiguo"; me refiero a la prostitución.

    Parece que un "ejército de prostitutas" llevaron adelante un plan para "derrotar" al pueblo de Israel. Me llama la atención que "los jefes y los hombres principales fueron los primeros en violar la Ley..." (PP 485). Jajajaja, dice E. White que "la gente parecía atontada", jajajaja.
    Creo que describe muy bien lo que hace una persona cuando transita por este camino: "hace el tonto". Porque no es más que un ardid del enemigo para rebajar su dignidad, convirtiéndolo en una cosa, algo al servicio de una pasión desenfrenada que lo lleva, en el caso de la lección a la idolatría y "a participar en los ritos más degradantes" (que no se cuales serían). En nuestros días a rupturas matrimoniales, a adicciónes sexuales que no sacian a la persona, a violencia de género, y a otras muchas cosas o situaciones. Pero parece que nos "seduce la belleza de las mujeres moabitas..." ¿Qué os parece?

    Hace un par de días, leía el comentario de nuestro amigo Barry Lindon, en la entrada sobre ciencia y religión, evolucionismo versus creacionismo. Entre todo ese chorreo suyo sobre la ciencia y descalificaciones varias, dejó caer que "mientras no nos metiéramos con el sexo por internet..." ¡Vaya! ¡O sea, que es a eso a lo que "evolucionamos"! A manchar la pantalla de nuestro pc mientras nuestro cuerpo se sacude ante las imágenes que vemos o bajo los efectos de unos cascos con visor que nos hacen "alucinar en colores".

    Realmente hemos perdido el norte. Hay que reconocer que las relaciones humanas son de lo más complicado, pero también de lo más gratificante. Siempre que haya pureza en los corazones. Y no me tachéis de ñoño. Se trata de amor desinteresado, y no que el otro haga algo o bien porque le fuerzo a ello, o porque le pago, o porque estoy por encima. Que de historias así, está lleno nuestro mundo.

    ¡Qué bien nos vendría aprovechar nuestro paso por el desierto! Muchos de aquellos israelitas sucumbieron en los límites mismos de la tierra prometida. Es una pena que a nosotros nos suceda algo parecido. Porque tentadores y tentadoras, haberlos, haylos.

    ¡Venga amig@s! ¡Espero vuestros comentarios como agua de mayo!

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  2. Gracias, querido Antonio, por tu aportación. No olvidéis que la lección anterior sigue abierta, y que podéis continuar dejando comentarios en ella. Yo mismo dejé uno ayer, sobre mi cómo veo yo la historia de Balaam, que no coincide mucho con el juicio que hace, sobre él, Moisés (Nm 31:16), quien le pega más varazos que a la propia roca de Cades.

    Antes de meterme en el berenjenal de los textos propuestos por la lección esta semana, que son de lo más perturbadores, y tiempo habrá de mancharme las manos con esto, quiero fijarme en un párrafo de la sección del viernes:

    "Uno de los mayores dones que Dios ha dado a los seres humanos es la sexualidad. También ha sido uno de los más maltratados, y Satanás lo usa una y otra vez para entrampar y arruinar a quienes aman a Dios. ¿Cómo podemos ayudarnos unos a otros en esta área? ¿Qué elecciones podemos hacer con respecto al vestido, el lenguaje, el decoro, lo que vemos en los medios y la conducta en general, que pueden eliminar piedras de tropiezo y tentaciones que han conducido a tanto sufrimiento entre nosotros?"

    No puedo dejar de preguntarme algo: ¿Dónde está realmente el peligro, en el vestido indecoroso, o en los ojos que lo miran? Y volvemos a lo de siempre: nos quedamos mirando atontados (¡Anda, otra vez la palabreja...!) el dedo que señala la luna. Si tenemos que vigilarnos a cada paso que damos, será imposible sentir que nuestra vida espiritual nos satisface... ¡Y Dios inventó el espíritu para que nos sintamos satisfechos, que para insatisfacción ya está la vida, que se basta y se sobra en eso...! Si tenemos que ir alargando faldas, cerrando escotes (¡Qué lamentable que tiremos siempre contra el vestuario femenino! Nos lo tendríamos que hacer mirar...) o volviendo los ojos hacia otro lado cuando ya no hay remedio, no daremos abasto. Si nuestros ímprobos esfuerzos fueran encaminados a disfrutar de nuestra relación con Jesús, a sentirnos queridos y perdonados por él, a percibir su compasión y misericordia con nosotros, y a crecer más y más en el espíritu, al arrebatarnos con su forma de ser, todo sería mucho más sencillo. Lo que ocurre es que, como dijo Alfredo Catalán en un comentario a la anterior entrada, aún siendo divertidísima la vida con Jesús, nos hacemos los remolones. Es ahí donde debe ir encaminada nuestra atención. Cuando nos duelen la garganta, la nariz, el oído, la cabeza, los músculos y el estómago, no se nos ocurre tomar un medicamento para cada uno de estos síntomas. Concluimos que tenemos la gripe, y guardamos reposo, tomando un antigripal. Creo que debería ser igual con nuestras desobediencias puntuales. Estar pendientes de cada una de ellas nos volverá locos. Si la batalla se pelea en el terreno de los escotes generosos, las faldas cortas, los vaqueros que dejan ver el borde del slip, o las mangas que dejan entrever musculosos bíceps, estaremos todos perdidos. Pero si la pelea se produce al nivel mental que interpreta todos esos estímulos, tenemos una oportunidad. La higiene mental que se produce en compañía de Jesús es el secreto. Si, acostumbrados a ir junto a Él, aprendemos a mirar, aunque sea sólo un poquito, con sus ojos, la vida lucirá de otro color.

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  3. Jolín!! La cosa se está poniendo "tizná". Colgados "frente al sol" por sus mismos compatriotas. Jajajaja, tal vez nos podríamos confabular para colgar a algunos, jajajajaja.
    ¡Que no! ¡Que es broma!
    Bueno, pensándolo mejor, si luego obtengo una recompensa mejor... un cargo mayor... un status relevante... ¿quién sabe? ¡tal vez lo haría!

    Al fin y al cabo, esto lo vemos aquí con "otros ojos" ¿no? En lugar de haber ido a la tienda y haberles dicho: "¡estáis locos!" "¡no tenéis vergüenza hacer esto en nuestras propias narices!" Pero ala!! Alanceados por el vientre.
    Y los otros colgados. Es fuerte la cosa eh!!

    Ahora he leído el texto que habías traído a colación. Núm. 31: 15 y 16.- "Moisés les dijo: ¿Por qué habéis dejado con vida a las mujeres?
    Fueron ellas, por consejo de Balaam, las que llevaron a los israelitas a prevaricar contra el Señor..."
    O sea, que parece que Balaam volvió para chinchar al pueblo israelita a toda costa. Si ya te digo yo que cuando nos obsesionamos con una idea, no hay quien nos la quite de la cabeza. Como ese amigo con el que hablabas y no era muy sensible a tus comentarios sobre el trato de Dios con Balaam.
    Es que es verdad, parece que la idea que nos queda es que fue muy malo, y codicioso, y así le llegamos a odiar o sentir despreciio por él. Dios no es así, como dices, nos sigue hasta el "final" intentando que seamos capaces de ver. Tan ciegos como estamos por muchas cosas.

    En una reflexión sobre "religión experimental", decía un autor que cuando fallásemos en algún momento, nos detuviésemos y analizáramos cuales habían sido nuestros pensamientos previos. Porque ahí estaba la clave. Así encontraríamos el fallo que nos haría caer en el mismo error vez tras vez.

    Volviendo a lo del principio. ¡Menudo escarmiento! Parece que reinó "el imperio de los sentidos": comida abundante (no hace mucho que habían dicho que su alma tenía fastidio de este maná) , sexo ilícito, idolatría. O sea, de mal en peor.
    Resultado: pecado y castigo. Ese es el título de la lección de hoy. ¿Es así siempre? ¿Va asociado el castigo con el pecado? ¿O queda impune las más de las veces?

    ¡Venga, animaos!
    Saludos.

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  4. Antonio, estoy de acuerdo con tu apreciación de la causa del pecado entre los hijos de Dios, sobre todo Ellen White nos indica que este pecado de inmoralidad no abarca solo a los miembros de iglesia que acuden cada sábado sistemáticamente a la iglesia, sino también a los pastores, a los líderes y administradores de nuestras iglesias.

    En la historia de Israél en este lugar donde se encuentran, antes de cruzar el Jordán, Ellen White deja señales de por qué se corrompe el pueblo, lo curioso es que podemos aprender mucho nosotros también de como estamos viviendo y como es posible que las puertas que van al corazón la podemos estar descuidando y Satanás entrando por ella como "PEDRO POR SU CASA".

    Aquí el problema no está en las apariencias de las mujeres que van al pueblo, sino en las intenciones que tenían, que no eran otras que la de hacer que el pueblo fuese asimilado por los madianitas y adoraran a sus dioses. Esto mismo ocurre en nuestra iglesia en la actualidad, Satanás utiliza la misma metodología que utilizó con el pueblo. Lo que él quiere es que desaparezca del pueblo de Dios todo rasgo de identidad Divina del pueblo, un hecho que nos lleva a la confusión, a la mezcla y por tanto desaparición de identidad propia ( en este caso a lo que el Gobierno de ZP dice de lo del I+D+I es decir ( Identidad Divina Impecable )

    En las páginas de Patriarcas y Profetas en este caso nos habla también de Balaam que fue un instigador de esta situación. Por lo que se entiende la reacción de Moisés cuando se entera de todo lo que está pasando en el pueblo, Balaam pasó de ser un profeta de Dios a ser un adversario de Dios. Esto lo podemos ver nosotros en nuestros días de aquellos que un día eran siervos de Dios y por causa del orgullo o la codicia se vuelven en contra del pueblo de Dios.

    Ahora bien, que podemos aprender de todo lo ocurrido, la verdad es que Dios no juega con el plan que ha establecido, aparentemente nosotros jugamos con el plan de Dios, ahora me interesa ahora no me interesa, ahora acepto ahora no. Dios sigue su plan, lo que no consintió ni creo que consienta es que ataquen a su pueblo, que ataquen a los que fielmente han aceptado seguirle. Por otro lado vemos como comentaba también en otro momento que Dios dará a cada uno según se propuso en su corazón.

    Aquí en este hecho histórico encontramos la confluencia de las intenciones por parte de las mujeres ( no seamos tontos...se vistieron con ropas para provocar, ya que su intención era esa ) y con la fragilidad de la mente de los hombres que vieron en esas provocaciones o insinuaciones una oportunidad de probar algo diferente. Por lo que no podemos exculpar a ninguna de las dos partes.

    ¿Es que la ropa que llevamos o los adornos que portamos, puede influir en una tendencia o en otra? pues en esta historia parece ser que sí. ¿Es que hoy se puede aplicar el mismo principio para seducir al otro? parece ser que sí, por lo que creo que la historia se repite y como esto lo sabe Satanás, pues lo utilizará hasta las últimas consecuencias, el problema es que aún hoy justificamos ciertas acciones.

    Roberto Pérez

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  5. Es complejo este asunto de la ropa. Lo que hoy está bien visto, mañana puede ser aceptado. Eso lo he vivido en los 18 años que pertenezco a la iglesia. Se da la circunstancia que las mismas personas que censuraban los pantalones han acabado por ponérselos, olvidando que un día hicieron llorar a más de una por ello. Estoy pensando en mujeres.

    Otra cosa es el modo en que la publicidad, y los medios de comunicación en general nos presentan el sexo femenino. De ahí que los hombres cuando miramos a una mujer somos influidos por ese bombardeo al que estamos sometidos. Y ellas mismas creo que caen en esa "trampa", olvidando que tal vez encierran un tesoro mayor escondido, se acicalan y acicalan "a la moda" sin pensar si sus transparencias o lo que sea que utilicen pueden eximir al sexo masculino de mirarlas como objetos sexuales.
    Y aquí, en este caso, como dije más arriba, cual si de un ejército se tratase, se pusieron sus mejores galas para seducir y entrampar a los varones israelitas. Pero habían olvidado el ejemplo de José(demostró que se puede resistir la tentación y vencer aun a costa de perder la libertad), un antepasado suyo cuya biografía deberían haber sabido de memoria, pues gracias a él habían sobrevivido en un tiempo de escasez y además al amparo de una de las primeras potencias de aquellos tiempos. Y cayeron, y murieron. Como un símbolo de lo que les pasará a los que dejen de lado las leyes divinas. Y sólo piensen en los placeres gastronómicos o sexuales ilícitos, digámoslo así.
    El otro día me comentaron que en un programa de TV salía no se qué mujer rica que invitó a sus dos hijas y a la periodista que las acompañaba. La cuenta: algo más de 1.000 euros. Por una comida de diseño en platos de esos muy grandes. Es un escándalo.
    Comer sí, pero no a cualquier precio ni cualquier cosa. Lo israelitas se fueron del bolo. Una pena. Veinticuatro mil, son veinticuatro mil.

    Entonces las mujeres fueron "utilizadas".
    Me pregunto si hoy también, las que se dejen, no
    estarán siendo igualmente utilizadas para los planes funestos del que tiene ya la batalla perdida. No tiene que ser muy agradable que te alanceen por el vientre. El placer se puede convertir en dolor, de un momento para otro.

    Saludos.

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  6. Ya nos han matado al pobre Balaam. Se metió en la boca del lobo y no escapó.
    Y con los madianitas ¡menuda escabechina!
    Me agarro a la frase de hoy: "debemos confiar en la revelación que tenemmos de Dios como se reveló a nosotros por medio de Jesucristo, y aceptar que hay cosas que no comprendemos desde nuestra perspectiva, cosas que no nos fueron reveladas."
    Tal vez si la actitud de este pueblo hubiese sido otra, pero se empeñaron en destruir al pueblo de Dios y acabaron siendo destruidos por él. ¡Y de qué forma! ¡Menudo botín! Y en los israelitas ni una baja. No me extraña que luego fueran e hicieran una ofrenda de gratitud.

    De la suerte de las niñas madianitas... eso lo dejo para vosotros.

    Venga animaos.

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  7. Antonio, en el caso de Balaam, Ellen White habla claro diciendo que él fue el instigador de que el pueblo se contaminara. Es decir vemos el cabezonerío de un hombre que es llamado profeta de Dios, por lo tanto servidor de Dios, haciendo lo contrario de lo que Dios enseña. Obviamente este hombre se había convertido en un servidor de Satanás entre las hueste de Dios, a pesar de que Dios le dio oportunidad de cambiar, él no quiso, siguió influenciado por el enemigo de todos nosotros.

    En el caso de los madianitas, es lo mismo que le ocurrirán a aquellos que quieren destruir al pueblo de Dios bajando las normas del pueblo y llevando a la confusión, incluso hoy en día es una lección de lo que ocurrirá con aquellos que dan vía libre a la confusión dentro de nuestra iglesia, sean altos cargos como sea miembros recién aceptados en el bautismo. ¡¡Qué importancia la de hacer todo conforme a la voluntad de Dios!!

    Roberto Pérez

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  8. Sí, así es Roberto. Mira esta declaración de E. White:
    "Algunos consideran estos juicios divinos contra las naciones paganas como duros e inmisericordes al destruir tantas vidas humanas, pero los tales no entienden el trato de Dios con estas naciones. En su infinita misericordia el Señor, por largo tiempo, no había destruido estas naciones idólatras y les había dado evidencia tras evidencia que él era el Dios a quien debían servir. Le había ordenado a Moisés no hacer guerra contra Moab o Madián porque la copa de su iniquidad aún no se había completado; una vez más brillaría la luz del trono de Dios sobre ellos."

    Esa vez fue cuando vieron que el profeta Balaam no pudo pronunciar maldición alguna sobre su pueblo, sino bendición. Y les llegó su hora. Como les llegará a los que maquinan maldades en nuestro mundo. ¡Si nos parece duro con unos cuantos miles! ¿Qué será con los más de seis mil millones que poblamos este planeta ahora?

    En fin... "elegid hoy a quien sirváis, pero yo y mi casa serviremos a Jehová".

    Saludos.

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  9. Me cuesta. Me cuesta mucho. Me cuesta un mundo ver a Dios en todo esto. Me pongo enfermo, sólo con imaginarlo. Son textos terribles, sucesos comparables a un genocidio devastador, lleno de crueldades abominables. Y no se me arregla el ánimo cuando leo que ellos se lo buscaron. ¿Dios detrás de todo esto? ¿Si Dios es así, por qué Jesús es tan distinto? ¿No son Padre e Hijo el mismo Dios? Y, para más escarnio, ¿tengo que hacer el esfuerzo de descubrir la misericordia divina en toda esta salvaje destrucción? ¿Qué cara tenía la misericordia, vista a través de los ojos de Jesús? ¿Cómo se condujo él, cómo se portaba él, cómo reaccionaba él ante el pecado de los que le rodeaban? ¿Fue Jesús un pequeño paréntesis, casi insignificante en el tiempo, entre destrucción y destrucción? ¿No estaba convencido el Maestro, y así lo dijo, de que quien le miraba a él estaba viendo al Padre? ¿Cómo es posible que, siendo Dios mismo, Jesús se comportase, ante quienes pecaban, con tal grado de compasión, si la doctrina divina es "quien la hace, aunque sea bajo engaño, la paga"? ¿Nos creemos, de verdad, que Jesús vino a revelar el verdadero carácter de Dios? ¿No es posible que si hacía falta deshacer el malentendido, es por que no se le percibía como realmente era? ¿Podría ser que parte del malentendido fuera, precisamente, responsabilizar a Dios de todas esas matanzas? ¿Cómo puede acercarse alguien a Dios, y llamarle sinceramente "papá", sabiendo que si no se le obedece su ira se encenderá como en Baal-peor? ¿Veis a Jesús llevándose por delante a veinticuatro mil de sus hijos, mandando ahorcar a todos los jefes de las tribus de Israel, bendiciendo a perpetuidad a Finees porque ha asesinado salvajemente a una pareja, ordenando la matanza de los madianitas supervivientes, niños varones, mujeres adultas, y preservando tan sólo a las niñas vírgenes? Continúo más abajo...

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  10. Sé que tan sólo planteo preguntas, y ninguna respuesta. Mi perturbación ante pasajes como éste no me da para más. Pero si miro a Jesús a los ojos, y no lo veo capaz de tamaño dislate, estoy obligado a planteármelas. Él me explica que la única forma de parar la espiral de violencia es poner la otra mejilla. Y para demostrarme que funciona, lo hizo... ¿Y queréis que me crea que "Dios le dijo a Moisés: cazad a los madianitas, y matadlos, porque ellos os afligieron a vosotros con sus ardides..." (Nm 25: 16-18)? ¿Incita Dios a la venganza? ¿En qué quedamos? ¿Ponemos la otra mejilla, o tenemos la veda abierta contra quienes nos hacen daño?

    Creo que no hay forma de salir de este ciego atolladero si no comenzamos a aceptar una visión más relajada del fenómeno de la inspiración. Los escritores de la Biblia se equivocan. Fijaos que, a veces, escriben de oídas. Así, para Moisés la mortandad en Baal-peor fue de 24.000 (Nm 25:9), mientras que para Pablo fue de 23.000 (1ª Cor 10:8). ¿Cuándo cuenta mejor los muertos el Espíritu que inspira, cuando lo hace a Moisés o cuando lo hace a Pablo? Si Dios no se equivoca, ¿cuál de los dos hombres lo hizo? Algunos dirán: Bueno, no hay mucha diferencia, son sólo 1.000... Pero esto me muestra que no podemos quedarnos con la literalidad de los textos, y que hay cosas que nos cuentan los escritores, equivocándose. El mismo Moisés habla de oídas cuando dice que Balaam estaba detrás del engaño en Baal-peor, porque si nos creemos lo que cuenta Elena White, para cuando Moisés se percata de la apostasía del pueblo, ésta ya se ha extendido por todo Israel. Si esto fue así, ¿Cómo sabía Moisés que Balaam estaba detrás de todo el ardid? Porque alguien se lo contó, y le hizo caso. ¿Pudo haberse equivocado quien le contó el rumor a Moisés? ¿Pudo haberle engañado a propósito? El criterio de Moisés estaba en entredicho. Hacía poco que había golpeado la roca dos veces, encendido de ira, para que saliese agua, cuando Dios le había pedido que le hablase. ¿Y si toda esta matanza fue otra equivocación de Moisés? ¿Y si creyendo que Dios aguanta lo que le echen, como en la roca de Cades, decidió que lo mejor era golpear, cuando se le pedía hablar? ¿Y si nosotros estamos cometiendo el mismo error, de oídas, otorgando a Dios la responsabilidad de toda esta destrucción?

    Fijaos que el texto de Apocalipsis que trae a colación la Escuela Sabática de esta semana habla de esto: algo no va bien con la iglesia de Pérgamo, y cuando el Espíritu amenaza con pelear lo hace "con la espada de su boca". ¿Y si la forma con que Dios pelea, es con la boca, con la palabra, redarguyendo las conciencias y advirtiendo de la autodestrucción a la que lleva el pecado?

    Preguntas, preguntas, y más preguntas. Pero prefiero preguntar, hasta hartarme, que aceptar que el Padre de nuestro Maestro es capaz de tan grande ignominia...

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  11. Gracias Juan Ramón por tus dos comentarios. Necesito esa reflexión también, pero no se desgranarla como tú. Me parece un lío enorme lo de la misericordia y lo de los juicios de Dios. Me agarro al Espíritu de profecía, pero aun así, Dios no sale muy bien parado.
    ¿El pueblo tendría que matar? ¿Sería Dios el que se encargaría de matar a los paganos? Guerras y más guerras. No los exterminaron y luego fueron como pinchas en sus ojos o algo por el estilo. Esta es la parte que más se ataca de la Escritura y la que más se usa para justificar determinado tipo de violencia. Una locura, lejos del verdadero carácter Divino.
    Pero como la letra es la letra y algunos sólo sabemos leer, pues eso. Que podemos sacar conclusiones y tomar determinaciones erróneas.

    Un fuerte abrazo.

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  12. Es un placer para mí, pero sobre todo un honor, tener la oportunidad diaria de comentar con vosotros lo que más nos interesa de la lección. Así que soy yo quien os agradece a todos vuestra presencia, y vuestros comentarios.

    Fíjate, Antonio, que uno de los libros de la Biblia que más habla sobre la ira de Dios es Sofonías. Pues bien, a lo largo de todo el libro queda más que claro que cuando Dios manifiesta su ira (palabra abrumadoramente humana para definir una característica divina. Es decir, destinada a la equivocación...), lo que hace es retirarse, apartarse... Cuando a Dios le hacemos daño, para Sofonías, no nos responde con más daño, sino apartándose para que no tengamos oportunidad de enfangarnos más todavía. Se me abre el cielo cuando descubro a mi Dios así. No sé si me equivoco o no. Lo que sí sé es que no conozco otra forma mejor de acercarme a Dios y no salir ardiendo...

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  13. Juan Ramón, el problema es que tu fijas una argumentación bajo la hipótesis de: "Cristo no lo haría, por lo tanto Dios tampoco, como resultado, los escritores se equivocan". Esta argumentación personalmente creo que roza entre la no inspiración e inspiración de la Biblia. Si Jesús mismo dice que las escrituras "dan testimonio de él" quiere decir que todo lo acontecido en el antiguo testamento ( que era lo único que había escrito en la época de Jesús ) estaba dando testimonio de Cristo. ¿De qué forma podemos ver eso? pues simplemente siguiendo el plan de Dios para la salvación desde el génesis hasta Malaquías ( en relación a los libros tal y como lo tenemos en nuestras Biblias ). Habiendo dicho esto, ¿cómo encajamos las muertes o la orden de Dios para matar a los madianitas? Recuerda que aquí el problema no está en el número de los muertos, esta argumentación no es sólida en tanto y en cuanto el problema de inspiración no está en la cantidad de personas muertas, sino en que ¿cómo Dios puede decir que maten a tantas personas? para poder responder a esta pregunta, volvemos al principio de obediencia versus desobediencia. Israel vivía continuamente en el despropósito de desobediencia, claro está ellos argumentaría ( este es mi pensamiento ) que Dios es amor y por qué no van a ir con tras mujeres como hacen otros? Dios no les va a castigar por tal vileza. Pero esto es una argumentación muy humana, hoy hacemos lo mismo, la diferencia entre el ayer y el hoy es que el pueblo estaba en formación, si Dios no solidifica un pueblo con principios claros antes de entrar en Canaán obviamente la corrupción de los pueblos de allí se hubieran comido a Israel como decimos en canarias "con papas frita" hoy tenemos todo estos hechos para mostrarnos que Dios no juega con el plan de salvación.

    Quiero también comentar que Jesús, no utilizó la espada para matar, pero también es cierto que uso la palabra para insultar, ya que tratar a los fariseos de hipócritas, de sepulcros blanqueados, pues la verdad no es tratarles con cariño. Sino afrentando a estas personas a su realidad. Cierto es que el decirle a alguien hipócrita no es quitarle la vida, pero recuerda que para un fariseo la reputación era más importante que su vida.

    Un pequeño consejo, el mismo Jesús usó el "escrito está" como autoridad divina, por lo que el dudar sobre la inspiración de la autoridad divina, podemos caer en una espiral en la que cuestionaríamos incluso los diez mandamientos, bueno personalmente creo que cuestionaríamos todo.

    En cuestión a Balaam, si nos atenemos a la inspiración de Elle White, Moisés se entera que Balaam está detrás ( la forma de enterarse no se sabe) por lo que él actúa, si realmente fue impulsado a actuar bajo una perspectiva equivocada, yo me pregunto: ¿Es que Dios no hubiera intervenido? ó aún más ¿Es que Dios era ajeno a su pueblo? ¿no estaba Dios representado en la nube y en el fuego?¿no estaba Dios ahí?¿es que Dios hubiera permitido una injusticia dentro de su justicia? muchas preguntas, pero para reflexionar.

    Que Dios os bendiga.

    Roberto Pérez

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  14. Querido Juan Ra:

    Además de tus apuntes, una observación. Hablamos de un periodo cercano a 2000 años antes de Cristo. ¿Cómo es el mundo? En la epoca de la reforma hubo infinidad de asesinatos y es algo más próximo a nosotros.
    Quiero decir, que la forma de entender en ese momento corresponde a ese momento y no es el mismo que el nuestro. Si observas el mensaje si coincide con Cristo. El problema reside en la teofonía. Yo no puedo ni debo aceptar las palabras del texto con toda su literalidad porque no me creo que Dios hable de esa forma, no lo he visto y Balaam era profeta de Dios pero no coincidió su mensaje con el contexto bíblico. Aqui pasa algo similar. NO COINCIDEN, entonces algo pasa. La tradición oral a escrita y la perdida de la verdad. Pero el mensaje no se pierde. Me resulta trabajo creer en esas palabras de DIOS, más bien, es el mensaje que quieren trasmitir a través de la historia y así hay que percibirlo a través de la historia y sabiendo que ésta gente era egipcia y nómada, sin cultura y con imagenes de Dios muy contradictorias. Dios no tiene prisa ni quiere manifestarse sin que tú lo encuentres...

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  15. Diego, cuando dices: "no creo que Dios hable de esa forma" estás deslegitimando a los escritores de la Biblia. Las afirmaciones categóricas sobre hechos donde mi presencia no ha estado debiera estar bajo la luz "puede ser que fuera así o no" ya que si te postulas en estos casos de la forma en la que lo haces puedes correr el error de estar equivocado y cuando una persona mantiene esa postura, probablemente no pueda reconocer que esté equivocado. Vuelvo a repetir que el problema no está en las palabras, sino en la acción de Dios o inacción de Dios, si realmente la acción del ser humano, en este caso de Moisés, en mandar a destruir a todos e incluso a Balaam, estuviera siendo solo dirigida por él, ¿no hubiera actuado Dios para parar tal masacre? ¿no es el mismo Dios que por desobediencia de Moisés le negó el pasar el Jordán? si por una pequeña desobediencia Moisés no pasó el Jordán, cuanto más el pecado de fornicación e idolatría no debía pasara en el pueblo, para no ser iguales que los del otro lado del Jordán.

    Roberto Pérez

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  16. Esta semana ha sido una escuela sabatica que me ha revuelto el estómago y sobre la que cualquier explicación me suena a justificación. Yo creo que Jesús me lo explicará allá arriba.. y que mi teoría de que el AT solo se explica mediante el Nuevo.. y su Revelación en la persona de Cristo..

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