lunes, 6 de septiembre de 2010

Lección 11 para el 11 de Septiembre de 2010: La elección de gracia


Sábado 4 de septiembre

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Romanos 10 – 11


PARA MEMORIZAR:


Digo, pues: ¿Ha desechado Dios a su pueblo? En ninguna manera. Porque también yo soy israelita, de la descendencia de Abraham, de la tribu de Benjamín” (Rom. 11:1).


Esta lección cubre Romanos 10 y 11, especialmente el capítulo 11. Es útil leer ambos capítulos para seguir el pensamiento de Pablo.


Los dos capítulos fueron, y son aún, muy discutidos. Pero algo parece claro: el amor de Dios por la humanidad y su deseo de salvar a todos. No hay rechazo corporativo de nadie para la salvación. Romanos 10 muestra que “no hay diferencia entre judío y griego” (Rom. 10:12): todos son pecadores y necesitan la gracia de Dios que da Jesucristo. Esta gracia viene a todos: no por nacionalidad, nacimiento ni por obras de la ley, sino por la fe en Jesús, quien murió como el Sustituto por todos los pecadores. Los roles pueden cambiar, pero el plan básico de salvación nunca cambia.


Pablo continúa el tema en el capítulo 11. Aquí también hay que comprender que él habla de la elección y la vocación; el problema no es la salvación, sino el plan de Dios para alcanzar al mundo. Ningún grupo ha sido rechazado para la salvación. Pero, después de la Cruz y de la introducción del evangelio a los gentiles, el movimiento cristiano –tanto judíos como gentiles– aceptó la tarea de la evangelización del mundo.

Domingo 5 de septiembre: EL FIN DE LA LEY


Lee Romanos 10:1 al 4. Recordando todo lo que vimos antes, ¿cuál es el mensaje aquí? ¿Cómo podríamos estar en peligro de tratar de establecer nuestra propia justicia?


El legalismo viene en muchas formas, algunas más sutiles que otras. Los que se miran a sí mismos, sus buenas obras, su dieta, cuán estrictamente guardan el sábado, todas las cosas malas que no hacen o todas las cosas buenas que logran, caen en la trampa del legalismo. Debemos recordar siempre la santidad de Dios frente a nuestra pecaminosidad; esa es la manera más segura de protegernos del pensamiento que lleva a la gente a buscar su “propia justicia”, que es contraria a la justicia de Cristo.


Romanos 10:4 es un texto importante que capta la esencia de todo el mensaje de Pablo a los romanos. Primero, veamos el contexto. Muchos judíos estaban “procurando establecer la suya [justicia] propia” (Rom. 10:3) y buscando “la justicia que es por la ley” (Rom. 10:5). Pero, al venir el Mesías, se presentó el verdadero camino de la justicia. La justicia se ofreció a todos los que fijaran su fe en Cristo. A él señalaba el antiguo sistema ceremonial.


Aun si aquí incluimos los Diez Mandamientos en la definición de la ley, eso no significa que estos fueron eliminados. La ley moral señala nuestros pecados, faltas y limitaciones, y nos conduce a la necesidad de un Salvador, de perdón y de justicia, todo lo cual se encuentra solo en Jesús. En ese sentido, Cristo es el “fin” de la ley, porque la ley nos conduce a él y a su justicia. La palabra griega para “fin” aquí es télos, que también puede ser traducida como “meta” o “propósito”. Cristo es el propósito final de la ley, puesto que la ley ha de conducirnos a Jesús.


Ver este texto como si enseñara que los Diez Mandamientos –o específicamente el cuarto (lo que la gente realmente quiere decir)– están ahora anulados es llegar a una conclusión que va en contra de muchas otras cosas que Pablo y el Nuevo Testamento enseñan.


¿Te encuentras alguna vez orgulloso acerca de lo bueno que eres, especialmente en contraste con otros? Tal vez tú eres “mejor”, ¿y entonces qué? Compárate con Cristo, y luego piensa acerca de cuán “bueno” eres realmente.


Lunes 6 de septiembre: LA ELECCIÓN DE GRACIA


Lee Romanos 11:1 al 7. ¿Qué enseñanza popular niega clara e irrevocablemente este pasaje?


En la primera parte de su respuesta a la pregunta: “¿Ha desechado Dios a su pueblo?” Pablo señala a un remanente, una elección de gracia, como prueba de que Dios no ha desechado a su pueblo. La salvación está abierta a todos los que la acepten, judíos y gentiles por igual. Debería recordarse que los primeros conversos al cristianismo eran todos judíos; por ejemplo, el grupo que se convirtió el día de Pentecostés. Fue necesaria una visión y un milagro para convencer a Pedro de que los gentiles tenían el mismo acceso a la gracia de Cristo (Hech. 10; compara con Hech. 15:7-9) y que el evangelio debía ser llevado también a ellos.


Lee Romanos 11:7 al 10. ¿Está Pablo diciendo que Dios a propósito encegueció a la parte de Israel que rechazó a Jesús, para que no se salvase? ¿Qué está mal en esta idea?


En estos versículos, Pablo cita el Antiguo Testamento, que los judíos aceptaban como dotado de autoridad. Los pasajes que Pablo menciona presentan a Dios como dando a Israel un espíritu de embotamiento, que les impedía ver y escuchar. ¿Ciega Dios los ojos de las personas para impedirles que vean la luz que los conduciría a la salvación? ¡Jamás! Estos pasajes deben ser comprendidos a la luz de nuestra explicación de Romanos 9. Pablo no está hablando de la salvación individual, porque Dios no rechaza a ningún grupo, como tal, para la salvación. En cambio, el asunto aquí, como en los capítulos anteriores, es el lugar que estas personas desempeñaban en su misión hacia el mundo.


¿Qué está mal con la idea de que Dios ha rechazado en conjunto a cualquier pueblo en términos de salvación? ¿Por qué eso va en contra de toda la enseñanza del evangelio, que en su núcleo muestra que Cristo murió para salvar a todos los seres humanos? ¿Cómo, por ejemplo, en el caso de los judíos, esta idea condujo a resultados trágicos?


Martes 7 de septiembre: LA RAMA INJERTADA


Romanos 11:11 al 15. ¿Qué esperanza presenta Pablo aquí?


Aquí hay dos expresiones paralelas: 1) “su plena restauración [de los israelitas]” (vers. 12), y 2) “su admisión [de los israelitas]” (vers. 15). Pablo veía la disminución y la defección como solo temporarias, a las que seguirían la plenitud y la admisión. Esta es la segunda respuesta a la pregunta del versículo 1: “¿Ha desechado Dios a su pueblo?” Lo que parece un rechazo, dice él, es solo temporal.


Lee Romanos 11:16 al 24. ¿Qué nos está diciendo Pablo aquí?


Pablo compara el remanente en Israel con un olivo, del que algunas ramas han sido desgajadas (los incrédulos). Con esta ilustración prueba que “Dios no ha desechado a su pueblo” (Rom. 11:2). La raíz y el tronco todavía están allí.


Los creyentes gentiles han sido injertados en este árbol, el Israel creyente: absorben la savia y la vitalidad de la raíz y el tronco. Lo que pasó a los que rechazaron a Jesús podría suceder también a los gentiles creyentes. La Biblia no enseña que “una vez salvo, siempre salvo”. La salvación se ofrece libremente, y también puede rechazarse libremente. Aunque no debemos pensar que cada vez que caemos perdemos la salvación, o que si no somos perfectos no somos salvos, necesitamos también evitar lo opuesto: que una vez que la gracia de Dios nos cubre, ninguna acción o elección nuestra nos quitará la salvación. Solo los que “permanecen en esa bondad” (vers. 22) serán salvos.


Ningún creyente debe jactarse por su bondad o sentir superioridad sobre los demás. No ganamos la salvación: es un regalo. Ante la Cruz, ante la santidad de Dios, todos somos iguales: pecadores que necesitan la gracia divina y una santidad que solo por gracia es nuestra. No tenemos nada de qué jactarnos, sino solo en Jesús: lo que hizo por nosotros al venir al mundo, sufrir nuestros males, morir por nuestros pecados, ofrecernos un modelo de vida y prometernos poder para vivir esa vida. Para todo, dependemos de él; sin él no tenemos esperanza, sino la de este mundo.


Miércoles 8 de septiembre: SE REVELA UN MISTERIO


Lee Romanos 11:25 al 27. ¿Qué grandes eventos predice Pablo aquí?


Los cristianos discutieron estos versículos durante siglos. Pero algunos puntos son claros. Todo el tenor aquí es que Dios procura llegar a los judíos. Lo que Pablo dice es una respuesta a la pregunta planteada al comienzo del capítulo: “¿Ha desechado Dios a su pueblo?” Su respuesta es “no”, y su explicación es:

1) que la ceguera (en griego porósis, “dureza”) es solo “en parte”,

2) que es solo temporal, “hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles”.


¿Qué significa “la plenitud de los gentiles”? Muchos ven esto como el cumplimiento de la comisión evangélica: todo el mundo oye el evangelio. “La plenitud de los gentiles” habrá llegado cuando el evangelio haya sido predicado en todas partes. El evangelio habrá sido predicado a todo el mundo, la venida de Jesús estará cercana; entonces, muchos judíos comenzarán a venir a Jesús.


Otro punto difícil es el significado de “todo Israel será salvo” (vers. 26). Esto no debe interpretarse como que todos los judíos, por algún decreto divino, tendrán salvación en el tiempo del fin. En ninguna parte de las Escrituras se enseña el universalismo, ni para un grupo específico, ni para toda la raza humana. Pablo esperaba “hacer salvos a algunos de ellos” (vers. 14). Algunos aceptaron al Mesías, otros lo rechazaron, como pasa con todos los grupos
.

Comentando Romanos 11, Elena de White habla de que “en la proclamación final del evangelio” “muchos judíos [...] recibirán por la fe a Cristo como su Redentor” (HAp 314).


“Hay una grandiosa obra que ha de hacerse en nuestro mundo. El Señor ha declarado que los gentiles serán reunidos, y [...] también los judíos. Hay entre los judíos muchas personas que serán convertidas, y por medio de las cuales veremos cómo la salvación de Dios avanzará como una lámpara que arde. Hay judíos por todas partes. [...] Hay entre ellos muchos que vendrán a la luz, y que proclamarán la inmutabilidad de la ley de Dios con maravilloso poder” (Ev 421)


Piensa acerca de las raíces judías de la fe cristiana. ¿Cómo un estudio selectivo de la religión judía podría ayudarte a entender mejor tu fe cristiana?


Jueves 9 de septiembre: LA SALVACIÓN DE LOS PECADORES


El amor de Pablo por su propio pueblo es claramente visible en estos versículos. Cuán difícil debió haber sido para él que algunos de sus conciudadanos lucharan contra él y contra la verdad del evangelio. Y sin embargo, a pesar de todo, todavía creía que muchos verían a Jesús como el Mesías.


Lee Romanos 11:28 al 36. ¿De qué modo Pablo muestra el amor de Dios, no sólo por los judíos, sino por toda la humanidad? ¿De qué modo expresa aquí el maravilloso y misterioso poder de la gracia de Dios?


En todos estos versículos, aunque se hace un contraste entre judíos y gentiles, un punto resulta claro: la misericordia, el amor y la gracia de Dios se derraman sobre los pecadores. Desde antes de la fundación del mundo, el plan de Dios fue salvar a la humanidad y usar otros seres humanos, aun naciones, como instrumentos para cumplir su voluntad divina.


Lee cuidadosamente y con oración el versículo 31. ¿Qué punto importante deberíamos obtener de este texto acerca de nuestro testimonio, no solo a los judíos, sino a todas las personas con quienes entramos en contacto?


Sin duda, a través de los siglos, si la iglesia cristiana hubiera tratado mejor a los judíos, muchos más hubieran venido a su Mesías. La gran apostasía en los primeros siglos después de Cristo y la extrema paganización del cristianismo –incluyendo el rechazo del sábado en favor del domingo– ciertamente hicieron más difícil para un judío el que fuera atraído hacia Jesús.


Es muy vital, entonces, que todos los cristianos, dándose cuenta de la misericordia que se les ha extendido en Jesús, exhiban esa misericordia a otros. No podemos ser cristianos si no hacemos esto (Mat. 18:23-36).


¿Hay alguien a quien necesitas mostrar misericordia, que tal vez no la merezca? ¿Por qué no mostrarle a esta persona esa misericordia, no importa cuán difícil sea hacerlo? ¿No es eso lo que Jesús hizo por nosotros?


Viernes 10 de septiembre


PARA ESTUDIAR Y MEDITAR: Lee “Ante el Sanedrín” “De perseguidor a discípulo” “Cartas escritas desde Roma” y , Los hechos de los apóstoles, pp. 65-67; 93-95; 392-396; “Para alcanzar a los católicos” , El evangelismo, pp. 573-576 y “Qué predicar y qué no predicar” , Mensajes selectos, t. 1, pp. 182, 183


“A pesar del fracaso de Israel como nación, había entre ellos un remanente que se salvaría. En el tiempo del advenimiento del Salvador, había hombres y mujeres fieles que habían recibido con alegría el mensaje de Juan el Bautista, y habían sido inducidos a estudiar de nuevo las profecías concernientes al Mesías. Cuando se fundó la iglesia cristiana primitiva, estaba compuesta de estos fieles judíos que reconocieron a Jesús de Nazaret como Aquel cuyo advenimiento habían anhelado” (HAp 310, 311).


“Entre los judíos hay algunos que, como Saulo de Tarso, son poderosos en las Escrituras, y estos proclamarán con poder la inmutabilidad de la ley del Señor. [...] Cuando sus siervos trabajen con fe por los que por mucho tiempo han sido descuidados y despreciados, su salvación se manifestará” (HAp 314).


“Cuando las escrituras del Antiguo Testamento se combinen con las del Nuevo para explicar el eterno propósito de Jehová, para muchos judíos eso será como la aurora de una nueva creación, la resurrección del alma. Cuando vean al Cristo de la dispensación evangélica delineado en las páginas de las escrituras del Antiguo Testamento, y perciban cuán claramente explica el Nuevo Testamento al Antiguo, se despertarán sus facultades adormecidas y reconocerán a Cristo como el Salvador del mundo. Muchos recibirán por la fe a Cristo como su Redentor” (HAp 314).


PREGUNTAS PARA DIALOGAR:


1. En los últimos días, cuando la ley de Dios y, especialmente, el sábado lleguen a estar en un lugar destacado, ¿no es razonable pensar que los judíos –muchos de los cuales toman con tanta seriedad los Diez Mandamientos como los adventistas– ayudarán a clarificar estos temas ante el mundo? Después de todo, en cuanto a la observancia del sábado, los adventistas son relativamente nuevos en la historia. Analiza.


2. ¿Por qué, de todas las iglesias, la Iglesia Adventista es la de mayor éxito en alcanzar a los judíos? ¿Qué puedes hacer tú o tu iglesia local para procurar alcanzar a los judíos en tu comunidad?


3. ¿Qué podemos aprender de los errores de muchos en el antiguo Israel? ¿Cómo podemos evitar hacer las mismas cosas hoy?

32 comentarios:

  1. Durante este trimestre hemos debatido mucho ya, a veces de forma demasiado acalorada y vehemente, sobre el espacio que le queda a la Ley de Dios en una economía de la Gracia.

    Os propongo, en el marco de esta interacción que tanto me gusta, la nueva entrada que hemos publicado en Dos... a media luz. Una reflexión, a mi entender lúcida y carente de los apriorismos que tan agrias discusiones producen, sobre el Decálogo. Está escrita por un chaval de 15 años, y se sitúa lejos del debate teológico y cerca de lo nuclear de Dios. Para mí es un placer leerla y releerla, así que os la recomiendo de forma apasionada. Está en

    http://dosamedialuz.blogspot.com/2010/09/el-decalogo-con-los-ojos-de-un-chaval.html

    Espero que la disfrutéis...

    ResponderEliminar
  2. Hola a todos.Respecto del comentario k hace el autor de la escuela sabatica"los judios reconoceran a Mashiaj...",ya ha empezado a suceder.Son dos los rabinos ortodoxos que publicamente han reconocido(revelado por sueños o por vision)que Yahoshua de Natzrates Ha Mashiaj de Israel.Si alguno esta interesado ,tengo los enlaces.Me gustaria dejaros la diferencia entre "judios" e "israelitas.Judios:descendientes de la tribu de juda;habitantes de judea;Ahora bien Israelitas son todos los descendientes de las doce tribus;toda persona que abraza torah y tenga la emunah(fe, fidelidad) de Yahoshua ha Mashiaj.Como puede decir que los alumnos y seguidores de Mashiaj eran cristianos,eso no dice la escritura,sino que eran nazarenos, los del camino ,ahi no se creo una religion ni una nueva,mas bien sucederia a partir del 325.ec con todos los cambios,añadiduras modificaciones omisiones que se ha hecho con las sagradas escrituras hasta hoy.La escritura dice que empezaron a ser llamados crestanos dice el griego no?(buenas personas)Tov shavua(buena semana).

    ResponderEliminar
  3. El centro de la teología paulina no es la Ley, sino Cristo. Él ocupa el primer lugar, el principal. Él es el motor de su vida espiritual. Entonces, el creyente se siente invitado a asimilar la Ley de Dios desde dentro, pues desde dentro se siente a Jesús.

    Ya no hay Ley que se imponga desde afuera, sino un motor, Jesús de Nazareth, que nos empuja desde dentro hacia afuera, haciendo de la Ley del Amor nuestra más sagrada misión.

    Este ideal, que rebasa obviamente cualquier exigencia legal, nos hace exclamar, junto a Pablo, "El fin de la Ley es Cristo". Es decir, la culminación, el vértice, el objetivo y, por lo tanto, lo nuclear de la experiencia cristiana no puede centrarse en la Ley, sino en la plenitud de la vida que se encuentra en Jesús. En Jesús se acaba la Ley, no porque deje de tener valor, sino porque se ve completada, mejorada, y sublimada por la interpretación que de ella hace el Mesías.

    Esto no rebaja las expectativas que Dios tiene puestas en nosotros. Bien al contrario, la experiencia cristiana se convierte en algo mucho más exigente, porque todo pasará por el filtro del amor. Ya no se conforma el creyente con la intención de cumplir con los Diez Mandamientos. Quizá con mucha concentración y una buena dosis de esfuerzo sería capaz de hacer frente a las exigencias de la letra. Pero la nueva perspectiva enseñada por Jesús viene a traer una nueva mirada. Lo importante, lo nuclear (¡y esto es serio!) es el amor que que mueve nuestras intenciones y, por lo tanto, lo importante es el otro, porque no hay amor sin el otro.

    A los que nos acusan de "buenismo" o de "evangelio fácil" a quienes apostamos por la radicalidad de la Ley del Amor, les propongo que prueben a interrogarse sobre las intenciones de sus actos cada vez que creen cumplir la Ley, y luego nos cuentan...

    ResponderEliminar
  4. Oye, Juan Ramón, de la misma forma que tú exhortas a los que te acusan de "buenismo" o "evangelio fácil" para que se interroguen "sobre las intenciones de sus actos cada vez que creen cumplir la ley", ¿por qué no pruebas tú y los que dicen "apostar por la radicalidad de la Ley del Amor" a interrogarse sobre la tergiversación de los hechos, la deshonestidad o la hipocresía a la hora de defender lo vuestro? ¿Está bien que para defender la Ley del Amor -o cualquier idea- haya que mentir y distorsionar o ignorar la realidad?

    Macarra-Chungo

    ResponderEliminar
  5. Te lo voy a plantear de forma diferente. Me gustaría saber qué piensas sobre lo siguiente:

    (Antes de empezar, quisiera dejar claro algo aparentemente obvio: El intercambio de comentarios de la anterior entrada por sí mismo no es suficiente como para juzgar la esencia y forma de ser de los participantes. ¿Ok?)

    Ahora, en frío, partiendo de esa premisa, intentando entender esos 55 comentarios sólo como una conversación entre varios individuos, ¿podrías dejar por escrito que en los textos de la semana pasada no ves ningún vislumbre de hipocresía o deshonestidad?

    Es una pregunta muy directa. No me apetece entrar en una discusión, sino que me des tu opinión. Quisiera saber si tú, una persona que habla de "lo nuclear de la experiencia cristiana" y "del amor que mueve nuestras intenciones", es capaz de reconocer que ha cometido un error concreto. Quisiera saber tu opinión sobre el intercambio de ideas Niel vs. Macarra. No es para darme o quitarme la razón, o para ponerte en contra de tu compañero o compañeros, sino para ver si realmente tenemos percepciones tan profundamente dispares sobre la realidad, el castellano escrito y los hechos.

    Por su puesto me vale que me digas que no has cometido ningún error y que no has visto nada de lo que te hablo, simplemente me gustaría verlo por escrito.


    ¡Un beso! ¡Mójate!


    Macarra-Chungo

    ResponderEliminar
  6. Es curioso, pero me parece asistir a una escena que se produjo hace ya casi dos mil años en Atenas. Para quien le interese, puede leer el registro completo del episodio en Hechos 17: 16-34.

    Pablo ha sido llevado a dicha ciudad procedente de Berea y está esperando la llegada de Timoteo y Silas. «Mientras Pablo les esperaba en Atenas, estaba interiormente indignado al ver la ciudad llena de ídolos. Discutía en la sinagoga con los judíos y con los que adoraban a Dios; y diariamente en el ágora con los que por allí se encontraban. Trababan también conversación con él algunos filósofos epicúreos y estoicos. Unos decían: “¿Qué querrá decir este charlatán?” [¿De qué me suena esto?] Y otros: “Parece ser un predicador de divinidades extranjeras”. Porque anunciaba a Jesús y la resurrección.

    »Le tomaron y le llevaron al Areópago; y le dijeron “¿Podemos saber cuál es esa nueva doctrina que tú expones? Pues te oímos decir cosas extrañas y querríamos saber qué es lo que significan”. Todos los atenienses y forasteros que allí residían en ninguna otra cosa pasaban el tiempo sino en decir u oír la última novedad». (En otras palabras, lo suyo eran el chismorreo y la discusión vana).

    Sigue un elocuente discurso de Pablo que no citaré aquí porque de todos (o eso supongo) es conocido el pensamiento paulino. Al final, tras el discurso, «unos se burlaron y otros dijeron: “Sobre esto ya te oiremos otra vez”». (O lo que es lo mismo: «¡Quita! No nos vengas con cuentos chinos»).

    (Continúa)

    ResponderEliminar
  7. (Viene del comentario anterior)

    Casi veinte siglos después, las actitudes se repiten. Los “estoicos” y “epicúreos” de nuestro tiempo no tienen nada mejor que hacer que divertirse con “novedades”. Valiéndose de mil argucias de retórica sucia (cambios constantes de tema, confusiones, contradicciones, tergiversaciones, descontextualizaciones, etc.), buscan aquí y allí dónde meter bulla con su supuesta ataraxia. Pero en el fondo eso no es más que un sentimiento de vacío interior que, para poder sentirse superiores con respecto de sus víctimas, los empuja a acusarlas de ser deshonestas, hipócritas, incapaces de percibir correctamente la realidad; de recurrir a la retórica sucia…

    Como si ellos estuvieran inmunizados contra tales defectos que imputan a sus “contrincantes”. En Psicología este mecanismo se llama proyección y se da, generalmente, en individuos cuya autoestima está bajo mínimos; por lo que, para sentirse bien consigo mismos, necesitan sentirse mejores que otros haciendo que se sientan peores que ellos.

    Cuando esta circunstancia se produce, la mejor respuesta posible es la de Pablo: Sencillamente, se fue de allí sin mediar palabra; no entró en su juego. Ya el mismo Jesús dijo a sus discípulos que salieran de los lugares en que no se los escuchaba y se sacudieran el polvo de los pies en señal de su propósito de no tener nada más que ver con ellos. En estos casos es, como decimos por mis pagos, picar ferro fred (golpear hierro frío), algo inútil. Por lo que no vale la pena gastar unas energías que, invertidas en otras tareas, serían, con toda seguridad, mucho más provechosas.

    ResponderEliminar
  8. Para Macarra:

    Yo no soy capaz de juzgar la hipocresía o la deshonestidad de la gente. Porque tendría que saber leer algo que me está oculto: las intenciones de quien escribe. Algo puede parecerme deshonesto, o hipócrita y, sin embargo, no tener toda la información para poder juzgarlo de forma correcta.

    La hipocresía y la deshonestidad tienen componentes de intención que no me veo en la medida de atisbar. Alguien puede no decir la verdad y, aún así, no estar siendo deshonesto, ni mintiendo, pues su intención no era engañar. Simplemente, ha podido equivocarse. Cuando yo (yo = Juan Ramón, para que no queden dudas...) juzgo la hipocresía de alguien, o su deshonestidad, la estoy cagando. Y lo hago, es cierto. Muchas más veces de lo que me gustaría. Pero no soy quién para hacerlo, pues no conozco las profundas intenciones de a quien así juzgo, que están, como mínimo, en una zona de penumbra.

    No digo que no haya gente que sea capaz de juzgar la hipocresía y la deshonestidad de otros. Gente más cualificada que yo, y que están en la medida de percibir las sutiles intenciones de quien escribe. Pero yo no soy capaz y, cuando me aventuro a hacerlo, la cago.

    Otra cosa son la coherencia o la congruencia. Cuando uno plasma negro sobre blanco una idea, y la materializa, ésta puede compararse con otras intervenciones anteriores, y ser capaces de juzgar si una intervención es coherente con la otra. Ya no hay juicio de intenciones. Al contrario, la coherencia juzga lo que está escrito, y no la intención con la que se escribió.

    Si partimos de esta premisa, que tú ya has apuntado en la primera parte de tu comentario, puedo decir que he leído muchas incoherencias e incongruencias en los comentarios a la pasada entrada, y en los de casi todas. Y, a mi entender, por parte de todos. De mis amigos y de los que aún no lo son. Y, por supuesto, leyendo con atención todos los comentarios de la semana pasada, he leído incoherencias e incongruencias mías que ahora me llenan de sonrojo. Si uno fuese consciente de cómo suenan sus palabras una semana después, probablemente no se animaría a escribir nunca.

    Pero los que frecuentamos este foro entendemos (creo yo...) que esto hace parte de la dinámica, y que la inmediatez que queremos dar a la respuesta a una intervención, nos juega malas pasadas.

    Ahora, leyendo tus últimas intervenciones de la semana pasada, reconozco que te dejé en la estacada, porque me pedías mediar en la trifulca que se armó entre tú y Niel y JCarlos. Lo lamento mucho, pero seguramente no hubiera hecho más que ensuciar aún más la conversación, y no tenía sentido. Pero te dejé solo cuando pedías compañía, y en eso me equivoqué de pleno. Te pido disculpas.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  9. ¡Genial Niel! Yo también creo que el "hombre" actual está cargado de soberbia, de suficiencia propia, de sabiduría propia.
    Un ejemplo que nos choca a los creyentes: Hace tan sólo unos días Stephen Hawking dice que "Dios no fue necesario para crear el universo".
    Y si esto lo dice un encumbrado de la ciencia, cualquier otro humano puede postular otros dislates por el estilo. El caso es no mirar el barro en el que estamos metidos y no poner solución a los problemas que nosotros mismos creamos, que para eso nos bastamos solitos y lo hacemos muy bien.

    Hoy la lección nos invitaba a tener misericordia con otros, a perdonar pequeñas deudas; todo en base a la gran deuda que nuestro Dios nos ha perdonado y que no podríamos pagar de ningún modo, y a su magnánima misericordia para cada uno o una de nosotros.

    Me recordaba a mí este "fregao" o esta refriega a la película de "Los miserables". El policía perverso, se pasa todo el metraje persiguiendo al personaje central que de joven había robado un poco de pan cuando estaba hambriento (el sistema que debía de haber atendido sus necesidades, le empuja a ello y luego lo castiga). Este tipo no sabía hacer otra cosa que ser perverso, malo, haciéndole daño a él o a las personas de su entorno. El caso es que la única respuesta del agredido es de amor hacia él. Tal es así que incluso en un lance le salva la vida. Y como el policía no sabe quitarse ni librarse de ese mal carácter, de esa maldad que lleva incrustada, decide atarse con unas cadenas y echarse al Sena de espaldas. Su propia maldad lo destruye a él. Vale la pena ver la peli y hacer un forum después.

    A veces no conseguimos cambiar ni un ápice de nuestros postulados, vamos como cuesta abajo con nuestra forma de pensar hasta que nos damos de bruces.

    En el evangelio de Juan, cap. 10: 24 y 25 dice:
    "Y le rodearon los judíos y le dijeron: ¿Hasta cuándo nos turbarás el alma? Si tú eres el Cristo, dínoslo abiertamente.
    Jesús les respondió: Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ellas dan testimonio de mí; pero vosotros no creéis...
    Entonces los judíos volvieron a tomar piedras para apedrearle (vers. 31)
    Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis.
    Mas si las hago, aunque no me creáis a mí, creed a las obras, para que conozcáis y creáis que el Padre está en mi, y yo en el Padre. (vers. 37,38)"

    Pues eso. No vayamos a ser nosotros los que cojamos piedras, teniendo tantas evidencias para creer. Digo yo, vamos.

    Abrazos.

    ResponderEliminar
  10. También las hay para no creer. Eso hay que respetarlo. Dios respeta tanto el libre albedrío del hombre que hasta le deja escoger libremente si cree o no.

    Eso lo tenemos claro tú y yo, y todos los que creemos. Pero también tenemos que respetar que haya quien piense que son patrañas. Si al final resulta que sí es una patraña, no habré hecho daño a nadie y a mí me habrá dado sentido a la vida. Por tanto, tan malo, tan malo no debe ser… Digo yo, claro…

    ResponderEliminar
  11. Volviendo al tema de la lección de esta semana, hay algo en el apartado del miércoles que, como mínimo, me mueve a perplejidad. Se trata de una afirmación que me parece, cuando menos, extremadamente osada, según la cual la expresión «la plenitud de los gentiles» se refiere al momento en que la predicación del evangelio alcance a todos los seres humanos. Personalmente, entiendo que esta expresión se refiere a todos los gentiles que se salvarán; lo que no es lo mismo que la predicación del evangelio llegue a todos los gentiles, cosa ontológicamente imposible, porque hay ya, aquí y ahora, muchos gentiles que jamás habrán oído el evangelio y, aun así, se salvarán. Si todo el tiempo estamos hablando del Israel espiritual, ¿a santo de qué se habla aquí de la conversión de los judíos como algo a destacar?

    Todos sabemos que, aunque el Israel histórico dejó de ser el pueblo escogido —primero porque las diez tribus del reino del norte desaparecieron difuminadas en un entorno idólatra y luego porque los judíos contemporáneos de Jesús y los apóstoles rechazaron el evangelio—, ello no es óbice para que sus miembros puedan formar parte del Israel espiritual, es decir, aquel en el que se incluyen los que, por fe, aceptan a Jesús como el Mesías y guardan los mandamientos de Dios. Antes de que Dios hiciera sus promesas a Abrahán, Isaac y Jacob ya había quienes se podían contar entre los escogidos de Dios. Ellos son la garantía de que la salvación está a disposición de todo el género humano sin distinción de linaje.

    En cuanto a las citas de tía Elena, me parecen una perogrullada de padre y muy señor mío. Muchos judíos aceptarán a Jesús como el Mesías, del mismo modo que lo harán muchos chinos de etnia han, muchos hindúes y muchos africanos de tenia watusi, hutu y bosquimana, por poner algunos ejemplos. ¿A santo de qué, pues, este énfasis en la conversión de judíos? Parece, más bien, una justificación y una preparación psicológica, causada por el miedo a que, sobre la base del atávico sentimiento antijudío que tanto daño ha hecho en la historia del cristianismo, la membresía adventista mundial responda de forma adversa ante futuras campañas de evangelización específicamente diseñadas para las sinagogas. El tiempo dirá…

    ResponderEliminar
  12. Alllllaaaa!!!!! Menudo último párrafo!!!!

    Pero me voy a referir primero a la expresión "plenitud de los gentiles".
    Bueno, no yo, sino G.Steveny (refiriéndose a Rom. 11:25) dice así:

    "Otras versiones dicen: "la totalidad de los gentiles". Aquí tenemos de nuevo el término "pleroma", término que el apóstol emplea al hablar de los judíos, y que vemos es el mismo término que emplea para los paganos. En ambos casos tiene el mismo significado, no un sentido cuantitativo, sino cualitativo. Así, pues, en el mundo, hay judíos y paganos, y tanto en unos como en otros, habrá escogidos, gentes que aceptarán la fe, y son estos a los cuales el apóstol denomina, "pleroma". Son aquellos que han llegado a la madurez, y en consecuencia todo Israel será salvo. Esto es lo que dice el vers. 26: "Luego todo Israel será salvo". ¿De qué se trata aquí? ¿Acaso Israel son los judíos?
    Sin duda, no. Ya el apóstol lo explica en el capítulo 2, y vuelve a explicarlo en el cap. 9.
    Israel no son aquellos que salieron de Abraham según la carne, sino en sentido espiritual, Israel es el nombre dado al pueblo de Dios, constituido por ese "pleroma" de judíos y por el "pleroma" de paganos. Y cuando todos estos judíos que se quieren convertir, se hayan entregado a Jesús, y cuando todos aquellos de entre los paganos que se quieren convertir se den a Jesucristo, entonces todo Israel será constituido, y ellos serán salvos. Es por ellos que Cristo trabajó, y a los cuales les ofrece la felicidad. Una felicidad que comienza ya aquí y ahora. Este es el significado del texto sobre el cual se han gestado tantas ideas falsas."

    ...sigue...

    ResponderEliminar
  13. Como ves amigo Niel, va en la línea de lo que tú decías. La palabreja se refiere a cualidad y no a cantidad.
    La lección, dicho sea de paso, no aclara este punto. Sea por el poco espacio que tiene o por el desconocimiento del tema. Aunque ya vemos que "doctores" tenemos que expliquen bien dicho asunto.

    En cuanto a las citas de E. White, "t'as enojao".
    Reconócelo. "Indignao", diría yo.
    No es para tanto.
    Me imagino que ella está pensando en el celo que los judíos tienen por el Sábado. Y si hay un grupito, una manada pequeña fiel al mandamiento y que son perseguidos; llegado el momento en que el sábado sea crucial para estar en un lado o en el opuesto, pues permanecerán fieles aunque eso signifique unirse a otro grupo de fieles guardadores del sábado. Creo yo.

    Lo que sí sería de destacar de la cita del jueves. No la escribe ella, sino el redactor de la lección:

    "Sin duda, a través de los siglos, si la iglesia cristiana hubiera tratado mejor a los judíos, muchos más hubieran venido a su Mesías. (y pone un par de causas) La gran apostasía en los primeros siglos después de Cristo y la extrema paganización del cristianismo -incluyendo el rechazo del sábado en favor del domingo- ciertamente hicieron más difícil para un judío el que fuera atraído hacia Jesús".

    En fin, que me rechina eso de "si la iglesia cristiana". No podemos llamar así a algo que es otra cosa, cualquiera menos cristiana. Nos da miedo poner nombre, o no está bien visto, o es muy fuerte a la historia antigua ponerle nombre y apellidos.

    Dice el ministro Moratinos que en España no hay antisemitismo. Pero intenta tapar un gran sentimiento de rechazo a lo que hace el Estado de Israel tanto dentro como fuera de sus fronteras. ¿Cómo le llamamos a eso?
    Ya está bien de victimismo. Tal vez abordemos este tema en otro momento. Por ahora diremos que fue un monstruo, una bestia la que persiguió "herejes" a lo largo de los siglos. Fuesen hugonotes, valdenses, judíos, brujas, científicos o lo que a ellos se les figurase. Aquellos genocidas han tenido muchos descendientes, muchos que han tomado ese testigo de intolerancia y persecución y destrucción: anglosajones con los indios, bolcheviques judíos con Rusia (Más de 140 millones de muertos con su puñetera revolución), y las potencias actuales allá donde les interese: Ruanda, Congo, etc. Allí donde hay algo que ganar, o rapiñar; si es para nuestro beneficio o para el progreso de nuestra causa, no paramos en actos delictivos.

    Sí, Pablo nos dice que la misericordia de Dios es para todos, que nosotros hemos sido injertados y que Él va a seguir intentándolo mientras pueda con cada un@. Su deseo es la salvación de todos. Desde aquellos que le fueron conferidos privilegios como la Palabra y el estatus de pueblo escogido (ya no lo son) hasta la última tribu, lengua o pueblo.

    Ese es nuestro Dios y esa es nuestra misión.

    Abrazos.

    ResponderEliminar
  14. No, Antonio. Ni me he indignado ni, aún menos, me he enojado. Sencillamente, me han parecido que habían sido sacadas con pinzas. A Elena White jamás le respondería que mea fuera de tiesto. Con frecuencia —demasiada, diría yo—, quienes mean fuera de tiesto son quienes la citan. Y digo eso porque demasiado a menudo se la cita descontextualizada.

    Repito que no entiendo el énfasis tan repentino que el autor de la lección pone en la conversión de judíos. Sencillamente, no lo entiendo.

    Y ello me lleva a reflexionar sobre la importancia que los adventistas damos al cuarto mandamiento. Me da la impresión de que estamos centrando tanto la atención sobre el sábado que, inopinadamente, desatendemos el resto de los Diez Mandamientos.

    Entiéndaseme bien. No niego la verdad del sábado. Tan sólo digo que quizá estamos dando demasiada importancia a un único mandamiento y nos olvidamos de que el Decálogo es un todo en el que la transgresión de uno solo de los mandamientos ya implica la transgresión de toda la Ley. Y repito: El sábado es importante; pero no lo es más que no tener otros dioses fuera de Dios, no adorar imágenes, no tomar el nombre de Dios en vano, honrar a los progenitores, no matar, no robar, no cometer adulterio, no levantar falso testimonio y no codiciar nada ajeno.

    Sin intención de quitarle importancia al sábado, me parece que estamos dando más relevancia al día que no al objeto de adoración, que es Dios; como si el cuarto mandamiento fuera más importante que los otros nueve… ¿Es preciso recordar que Apocalipsis, hablando del tiempo del fin, se refiere constantemente a «los santos que guardan los mandamientos de Dios», todos, y no uno solo o varios de ellos?

    En todo caso, el sábado, junto con el resto de mandamientos, es una señal externa de la transformación que obra el Espíritu Santo en la vida del creyente. El sello de Dios mencionado en Apocalipsis es, a mi entender, cualquier cosa menos la sola observancia estricta del sábado. Los fieles no adquieren el sello de Dios mediante la observancia de uno o varios mandamientos; sino que él estampa su sello sobre sus fieles para indicar que le pertenecen. ¿Y quiénes le pertenecen, si no «los santos que guardan los mandamientos de Dios»?

    ResponderEliminar
  15. Shabat Salom Hoy es un dia especial,un dia de jubilo,de aclamacion,de estar alerta eso es Yom Teruah(fiesta de las trompetas) señalada por el ETERNO.En este dia se toca sofar(cuerno de carnero)y se cantan alabanzas.Es un anuncio de la venida de Yahoshua ha Mashiaj,nuestro Rey.Tesalonicenses 4:16-17.Bendiciones.

    ResponderEliminar
  16. parábolas.
    LA PARABOLA DEL PADRE QUE TENIA DOS HIJOS.
    Lucas 15: 11-12
    Dijo además: “Un hombre tenía dos hijos.
    El menor de ellos le dijo a su padre: ‘Padre, dame la parte de la herencia que
    me corresponde’. Y él les repartió los bienes.
    El Mesías nos enseña en la Parábola conocida como el Hijo Prodigo, que el
    hijo menor que pidió su herencia y fue a gastarla con pecadores, representa al
    Pueblo de Israel (10 Tribus) perdidas entre las naciones, los cuales se
    gentilizaron, y son los que el Mesias vino a buscar , los cuales vienen en
    Teshuva, (Regresan a la torah) a donde anteriormente estuvieron el pueblo de
    Yisrael, el hijo le dice a su padre he pecado contra el Cielo (el Eterno) y contra
    ti. El hijo mayor representa a Juda.
    Lucas 15: 21-23-24
    El hijo le dijo: ‘Padre, he pecado contra el cielo y ante ti, y ya no soy digno de
    que me consideres hijo tuyo”.( los gentilizados que regresan al Eterno)
    Traigan el ternero cebado y mátenlo. Comamos y alegrémonos,
    porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a vivir; estaba perdido y lo
    hemos hallado’. Y comenzaron a festejar. (Las 10 tribus cuando regresan)
    El Mesías vino a buscar y a salvar lo que se había perdido según (Lucas
    19:10), los gentiles que son llamados, al regresar a la Torah, por medio del
    Mesías vuelven a ser parte del pueblo de Israel. Porque regresan al Elohim
    de Israel, cumpliendo así la profecía del Profeta Hosea 2:23 Y la sembraré
    como semilla mía en el país; y volveré a aceptar a No-aceptada; y le diré a
    No-mi-pueblo: “Tú eres mi pueblo”, y él responderá: “[Tú eres] mi Elohim”.
    Son los ex-gentiles que regresaron a los Pactos y las Promesas Hechas con
    las 12 Tribus de Israel. Según se lee en el (1 Pedro 2:10) “Ustedes en el
    tiempo pasado no eran pueblo, pero ahora son pueblo de YHWH; no habían
    alcanzado misericordia, pero ahora han alcanzado misericordia
    Hacemos la aclaración que el término gentil el cual es utilizado muchas veces
    en la escritura, puede referirse a Israelitas que con el tiempo perdieron sus
    costumbres entre las naciones y se gentilizaron, o bien a individuos de otras
    naciones los cuales se les considera goym o gentiles.
    Efesios 2: 12-13 “Y acuérdense de que en aquel tiempo estaban sin el
    Mashíaj, apartados de la ciudadanía de Yisrael y ajenos a las alianzas de la
    promesa, estando sin esperanza y sin Elohim en el mundo.
    Pero ahora en el Mashíaj Yahoshúa, ustedes que en otro tiempo estaban
    lejos se han acercado por la sangre del Mashíaj”
    Todos los gentiles que el Eterno llama, por el mensaje de Yahoshua, la
    besorah, o buenas nuevas son injertados en el pueblo de yisrael, no a la
    religión Judía tradicional, porque en la parábola del hijo prodigo el hijo
    mayor, aceptara a las 10 tribus de Israel, hasta que el Mesías regrese por
    segunda vez, hoy somos llamados al árbol israelita y no a la religión Judía
    con sus tradiciones

    ResponderEliminar
  17. Niel: una acotación.
    Lo mismo me he planteado en alguna ocasión.
    Pero es de tener en cuenta que justamente en un entorno de creyentes, en mayor o menor medida el tema de los mandamientos es aceptado y practicado con naturalidad, pero el cuarto mandamiento es el que establece una diferencia crucial.
    A ver, a ningún creyente tengo que explicarle porqué no debo robar, ni matar, etc, pero con el día de descanso...¡ya cambió la historia!
    Y es como tú dices "si ofendiere en un punto, te haces culpable de todos", por lo que si no se observa el reposo dedicado a Dios, o se lo hace en otro día diferente del que Dios apartó y santificó, ciertamente se desobedece al Señor.
    De ahí el énfasis en llamar a "adorar a aquel que hizo los cielos y la tierra", ya que específicamente guardando el sábado es como se lo reconoce como creador (porque en seis días creó los cielos y la tierra y en el séptimo descansó y lo declaró santo, reservado para Jehová tu Dios)
    Si todo el mundo creyente lo observara, como al resto de los mandamientos, no sería necesario predicar sobre ello, ni resaltarlo.
    De todas formas, puede que por momentos parezca que es la única doctrina, y que sugiera una congregación "sabatista" en lugar de "cristiana".
    Pero es ambas.
    Saludos:jc (juan carlos)

    ResponderEliminar
  18. Disculpa Niel,El ETERNO hace un nuevo pacto con quien? Jeremias 31 dice claramente con la casa de Israel(las 10 tribus esparcidas)y la casa de Juda(tribu de juda,de benjamin mas los levitas).Como dices que el pueblo de Israel ya no es el pueblo escogido?Hasta el fin de la escritura se habla de un solo ha ElyonYAHWEH y un solo pueblo Israel Y una ciudad Jerusalem.Shabat Shalom

    ResponderEliminar
  19. Juan Carlos, mi crítica no va tanto en la dirección de esparcir y enfatizar la verdad del sábado entre los otros cristianos como en el sentido de convertirlo en el sello de Dios. Por definición, el sello de Dios no puede ser únicamente el sábado porque, y en eso tú y yo estamos de acuerdo, habrá quien se salve no habiendo escuchado jamás palabra alguna sobre el sábado como día de reposo establecido por Dios. Fíjate bien que digo que «el sello de Dios mencionado en Apocalipsis es, a mi entender, cualquier cosa menos la sola observancia estricta del sábado»; y eso es lo que estamos dando a entender con todo lo que decimos.

    Convendrás conmigo en que el adventismo afirma categóricamente que el sábado es el sello del remanente en el tiempo del fin y, para justificarlo, aporta una extensa argumentación al respecto de las leyes dominicales. Pues bien, tales leyes dominicales ya están presentes en todo el continente europeo. Atrévete tú en Alemania, por ejemplo, a tener abierto un negocio en domingo sin la preceptiva autorización específica. Del varapalo que te cae no vuelves a levantar cabeza en la vida. Y quien dice en Alemania, dice también en la laica Francia, o en Suiza —caso este todavía más paradigmático, en el que al domingo se lo llama Ruhetag (día del silencio) porque en él está prohibido hacer algo que pueda estorbar el reposo semanal de los vecinos como, por ejemplo, poner en marcha una lavadora, el volumen de la cadena de música demasiado alto, etc.—, o aún menos en Italia, cuyas leyes están condicionadas por los Pactos de Letrán, firmados en 1929 por Benito Musolini, en representación del Reino de Italia, y el cardenal Pietro Gasparri, Secretario de Estado del Vaticano bajo el pontificado del papa Pío XI.

    Por tanto, empiezo a sospechar que hemos convertido una seña de identidad —que, sin duda alguna, lo es— en sello divino. Tal como lo veo y apuntaba en mi intervención, el sello divino será cualquier cosa, pero no la observancia del sábado, que es uno de los signos externos de la obra transformadora del Espíritu Santo. Como la marca de la bestia probablemente tampoco sea la observancia del domingo.

    Fíjate que Dios estampa su sello en la frente, el lugar en el que, metafóricamente, residen los pensamientos. Eso es lo que lleva el sello de Dios: los pensamientos del creyente fiel y sincero, quien, movido por ellos, se hace el firme propósito de observar fielmente todos los Diez Mandamientos.

    En cambio, la marca de la bestia se imprime en la frente (los pensamientos) o en la mano derecha (los actos). Eso quiere decir que los pensamientos o los actos de quien lleve la marca de la bestia son contrarios a los designios de Dios. Además, entiendo que Juan especifica que la marca de la bestia puede grabarse en la frente o en la mano porque es posible que alguien pretenda observar los Diez Mandamientos (y, por tanto, podría parecer merecedor del sello de Dios) movido por un fin perverso, lo cual lo inhabilita para llevarlo.

    ResponderEliminar
  20. Vamos con Shara. Cuando los cristianos hablamos de ‘nuevo pacto’ nos estamos refiriendo al pacto renovado por Jesús en la Santa Cena. Es muy significativo que los tres evangelios sinópticos recojan exactamente esa expresión (cf. Mat. 26: 28; Mar. 14: 24; Luc. 22: 20). Ello no quiere decir que el pacto sinaítico quede abolido; ni tampoco que deje sin valor el pacto que Dios establece con Jacob, Isaac y Abraham, e incluso con Adán, que es el mismo en todos los casos, pero renovado. Lo único que cambia es la manifestación externa del pacto y su alcance evidente.

    Desde el Sinaí hasta la cruz, la manifestación externa del pacto era el régimen sacrificial y su alcance evidente, los descendientes de Jacob/Israel. Con la muerte de Jesús en el Calvario, el velo del templo se rasgó de arriba a bajo en clara señal de que aquellos sacrificios, señal inequívoca del pacto con el Israel histórico, ya no tenían el sentido original de prefiguración del Mesías Cordero que había de venir, porque ya había venido y se había manifestado en toda su plenitud.

    A partir de entonces ya no se habla tanto del Israel étnico o histórico —las doce tribus que salieron de Egipto— como del Israel espiritual. Pablo lo deja muy claro en Gálatas 3: 28, 29 al establecer que todos los creyentes, judíos y gentiles, son descendientes de Abraham por obra y gracia de la fe en Jesús: «Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay hombre ni mujer, porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente descendientes de Abraham sois, y herederos según la promesa».

    Por tanto, el nuevo pacto ya no es sólo con el Israel histórico, sino con todo aquel que acepte a Jesús como el Mesías y su Salvador. Es decir, está abierto a todo el género humano; como también lo había estado el antiguo pacto, aunque de manera no tan evidente.

    ResponderEliminar
  21. Hola Niel,todos mis respetos a tus pensamientos pero si me permites te dire que deberias leer a Jeremias antes de contestar.Cito textualNo como el pacto que hice con vuestros padres, sino que hare un pacto nuevo, pondre mi torah en sus corazones y seran mi pueblo y yo sere su D-os.Este es el nuevo pacto Niel.Desde la salida de Egipto fue una poblacion mixta(compuesta por las 12 tribus,los levitas y los no hebreos que abrazaron la fidelidad ha el D-os de Israel).Tu crees que alguien excepto el ETERMO; despues de tantos años de dispersion, exilio, etc puede saber de que tribu desciende?No claro, entonces su pueblo Israel, son los que guardan los mandamientos y tienen la fidelidad de Mesias.Hasta la nueva Jerusalem tiene las doce puertas con los nombres de las tribus,sin olvidar el recuento de doce mil en doce mil hasta 144000 de las 12 tribus, dice la escritura,corrigeme.Respexto de pesaj te debo una por no poner al español lo que me pediste.Lo que queda reflejado en las buenas nuevas,las enseñanzas de nuestro Rav Yahoshua ,lo que tu llamas samta cena, lo que se narra es parte del seder de pesaj;osea los pasos y las bendiciones,el pan acimo por ir ligada a los siete dias de pan sin levadura, del tiempo señalado a perpetuidad por el ETERNO y las hierbas mojadas en agua con sal ah,las copas de vino.Y en esa misma fecha estando ya a perpetuidad iba a instaurar una parecida,pork? con los pasos del seder de pesaj curioso no crees?Sobre todo porque sus alumnos no hicieron nada nuevo,sino pesaj, asi dice la escritura.Me refiero a Pablo,, Pedro,Timoteo Silas,Santiago etc.Crees acaso que su Maestro se olvido de advertirles de que no hicieran mas pesaj y k en su lugar hicieran cada trimestre santa cena? Sabes que pienso que deberiamos dejar aparte todo lo que nos han enseñado y coger las sagradas escrituras,varias,y ser como los de Berea.Tov shavua(buena semana)a todos.

    ResponderEliminar
  22. Niel:
    Mi comentario era complementario del tuyo donde señalabas el aparente exceso de importancia al día sábado, y sólo a último párrafo lo relacionabas con el sello.
    A tu respuesta segunda, te comento que veo una diferencia en el tema del "sellamiento".
    Es que lo veo no en el presente sino en "el tiempo del fin" , cuando el ángel proclame "salid de ella pueblo mío" y en tiempos donde quede claro que el día de reposo es clara diferencia entre obedecer a Dios o no.
    Hoy gente que nunca oyó del sábado, muere y será parte del reino de los cielos, pero en ese tiempo final habrá sólo dos opciones, y como tú dices, las leyes dominicales están preparando rápidamente el ambiente.
    En tu cita:
    +++Eso es lo que lleva el sello de Dios: los pensamientos del creyente fiel y sincero, quien, movido por ellos, se hace el firme propósito de observar fielmente todos los Diez Mandamientos.+++
    ¿Ves? Todos los 10, CON el sábado, pero NO sin él.
    Estoy de acuerdo contigo en que HOY no sea el "sello" aún, pero pienso que en los acontecimientos vertiginosos del tiempo del fin, será claramente decisivo, y todo aquel que no adore al Señor como El lo reclama, le será tomado por rebelión al creador.
    Cito Gen. 2:2, donde Dios no sólo hizo un alto ese día, también bendijo y santificó el día de reposo.Lo considera una muestra de reconocimiento a El como creador y sustentador de la vida, y lo confirma en el desierto (maná) y luego en el Sinaí.
    Luego el profeta Isaías, (Is.66:22y23) declara que en la "Tierra nueva", "de sábado en sábado vendran a adorar ante mí"
    Y en Apoc. 14:6 y 7, se anuncia que YA "llegó la hora de su juicio" y llama a "adorar a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas"
    ¿Por qué es necesario ese llamado si el mundo está lleno de fieles cristianos que "le adoran a su manera"?
    ¿No será porque en la creación apartó y declaró santo al día de reposo para que así se lo reconociera como UNICO creador?
    ¿Por qué Isaías declara que en el cielo se adorará al Señor "de sábado en sábado" pero aquí y ahora NO se lo hace?

    Un abrazo:jc (juan carlos

    ResponderEliminar
  23. Juan Carlos, ¿en qué ocasión se menciona por primera vez el sábado y qué carácter tiene? Dios establece el sábado como su sello sobre toda la creación, no sobre su pueblo. El sábado ha sido, es y será por toda la eternidad el reconocimiento de las criaturas a su Creador; es el memorial de la creación y el reconocimiento de que Dios es el único Creador. Tú mismo lo has confirmado.

    Que el sábado perdure por toda la eternidad no implica que sea el sello de Dios sobre su pueblo, sino que es el memorial eterno del acto creador de Dios. Tal como he dicho antes el sábado es el sello de Dios sobre la creación; es, salvando las distancias, la guinda del pastel. Los humanos, en un ataque de soberbia, pensamos que somos el culmen de la creación y nos olvidamos de que, al día siguiente de crearnos, Dios estableció el sábado para que recordáramos que no somos más que unas simples criaturas.

    El cuarto mandamiento va en la dirección de que no debemos olvidar que Dios es el Creador; y por medio de él proclamamos al mundo nuestro reconocimiento y nuestra filiación. Fíjate que tras el requerimiento de acordarnos del sábado y de santificarlo viene el motivo: «En seis días hizo Jehová, tu Dios, los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el día séptimo». Es decir, apunta directamente al acto creador.

    Así pues, por su origen, el sábado tiene más que ver con la creación que con cualquier otra cosa. Todos los textos que has citado abundan en mi tesis y no aportan nada al respecto del sábado como sello de Dios en el tiempo del fin. Por tanto, y bien pudiera ser que esté equivocado, entiendo que el sábado no es el sello de Dios sobre su pueblo, sino el reconocimiento de éste a su Creador, que es muy distinto.

    Preguntas por qué ahora no se adora al Señor de sábado en sábado. Es cierto: excepto adventistas, judíos y algún que otro grupo sabatista, no hay nadie que observe el sábado. Será conveniente que tengamos en cuenta que el príncipe de este mundo todavía no es Jesús, sino Satanás, que señorea por sus dominios. Sólo cuando Dios establezca su morada en la Nueva Jerusalem podremos decir que el príncipe de la Tierra es Jesús y, entonces sí, la adoración sabática será general y sin restricciones.

    ResponderEliminar
  24. Niel, ¿debería existir alguna razón por la cual ese último párrafo tuyo de tu último comentario me dé algo de mal rollo? ¿Será algo que sólo le pasa a los paganos?

    Macarra-Chungo


    ((P.D. ¡Juan Ramón! ¡Te mojaste! ¡Gracias!))

    ResponderEliminar
  25. Niel:
    De acuerdo con los tres primeros párrafos, porque decimos lo mismo.
    Ahora, cuando dices:
    +++Todos los textos que has citado abundan en mi tesis y no aportan nada al respecto del sábado como sello de Dios en el tiempo del fin. +++, no estoy de acuerdo, puesto que en los tiempos finales será necesario respetar "todos" los mandamientos especialmente el sábado porque no se lo respeta y porque(como quedó claro) es la única forma de reconocer al Señor como creador y sustentador (único Dios)

    Porque no se limitó a descansar el sábado de la creación, sino que lo declaró santo, apartado para que el hombre lo reconociera como su creador y se tomó el trabajo de indicar específicamente cómo se debía observar.
    Es un día dedicado a adorarle, y así se hará en la nueva Jerusalem.
    Y que no se observe hoy porque estamos bajo satanás "el príncipe de este mundo", no me parece, pues sería excusa para no respetar el resto de los mandamientos.
    Ciertamente, en los tiempos finales no habrá excusa alguna, quien no reconozca al Señor Creador a través del sábado (como El lo pide y como emplazará el Angel del Señor), no recibirá ningún sello ni estará en la nueva Jerusalem.
    Así de simple, y aporta extrema diferencia entre su verdadero pueblo y el resto rebelde.

    Un abrazo:jc (juan carlos

    ResponderEliminar
  26. Me estás dando la razón. Con otras palabras, estás diciendo que la observancia de todos los mandamientos, cuarto incluido, es la señal externa de nuestra adhesión a Dios; que es justamente lo que yo vengo diciendo.

    Pero eso no me lleva a pensar que el sábado es el sello de Dios en el tiempo del fin. Personalmente, ya lo avancé en mi anterior interención, veo el sábado como el sello de Dios sobre toda la creación y un recordatorio de nuestra dependencia del Creador.

    Si mucho me apuras y me obligas a definir qué es el sello de Dios sobre su pueblo, te diré que es toda la Ley, no uno solo de sus mandamientos. La Ley es la plasmación del carácter de Dios. Si algo hay que distingue a las personas es su carácter. Por tanto, aquellos que estén imbuidos del carácter de Dios llevarán su sello; y aquellos que estén imbuidos de rebeldía, llevarán el sello de la bestia.

    Resumiendo, este intercambio de ideas que hemos tenido me ha llevado a aclarar mis ideas sobre qué es el sello de Dios, tanto ahora como en el tiempo del fin. Ahora entiendo que su sello es su carácter, al cual se amolda el del hombre por obra del Espíritu Santo.

    ResponderEliminar
  27. Niel: Es increíble que estemos expresando exactamente lo mismo y entendieno con un matiz diferente!
    Mira dices:
    +++Si mucho me apuras y me obligas a definir qué es el sello de Dios sobre su pueblo, te diré que es toda la Ley, no uno solo de sus mandamientos+++
    !Sii! Es lo que digo,CUMPLIR TODOS LOS MANDAMIENTOS.
    Ahora, los "creyentes están cumpliendo" los mandamientos EXCEPTO EL SÁBADO, por tanto ¿cuál es la diferencia entre el verdadero pueblo y el rebelde? ¡Pues que unos guardan el sábado (como pide Dios) y otros no! ESA ES LA DIFERENCIA= SELLO que hará la distinción (ineludible por la proclamación del Angel a guardarlo) entre los que decidan adorar al Creador y al rebelde que no lo acepte.
    Por lo tanto el sábado se transforma en la prueba que define a su verdadero pueblo.
    Fíjate que dices:
    +++Por tanto, aquellos que estén imbuidos del carácter de Dios llevarán su sello; y aquellos que estén imbuidos de rebeldía, llevarán el sello de la bestia.+++
    ¡Exactamente lo mismo que te digo!!!!

    Un abrazo:jc(juan carlos)

    ResponderEliminar
  28. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  29. Después de lo que acabas de decir he caído en la cuenta. Los dos tenemos una visión distinta de lo que es un sello. Para mí, el sello es un marchamo que indica posesión y protección. Es decir, los que llevan el sello de Dios le pertenecen, son suyos, y él los protege. Tú, en cambio ves el sello como una diferencia, algo que distingue.

    Cuando hablamos de los textos bíblicos, es preciso que entendamos también el contexto en que fueron escritos. En aquel tiempo, los príncipes y gobernantes empleaban el sello para indicar una posesión. Para que nos hagamos una idea de qué es, te diré que era algo parecido a las marcas que los ganaderos graban en sus reses. Así, cuando alguien las ve sabe a quién pertenecen.

    Asimismo, el sello servía para proteger el contenido de un documento. De ese modo, el soberano se aseguraba que el documento no era manipulado y probaba su autenticidad.

    Por analogía, los sellos en la Biblia tienen esas funciones. Son, a la vez, marcas de propiedad y pruebas de autenticidad. Por eso el sello de Dios sobre los fieles es su carácter. Con él Dios indica que son suyos y los protege.

    ResponderEliminar
  30. Niel, con las disculpas (este mano a mano parece chat), pero es para aportar opinión al tema.
    El tema no es sencillo porque abarca muchas facetas.
    Sólo quise dar mi punto en apoyo o discordancia con tus dichos.
    Tenemos coincidencias claras pero distintas conclusiones.
    +++Para mí, el sello es un marchamo que indica posesión y protección. ++++ Exacto.
    ++++Es decir, los que llevan el sello de Dios le pertenecen, son suyos, y él los protege.+++ También de acuerdo, pero fíjate que si un angel proclama mundialmente (en los tiempos apocalípticos) que "hay que adorar a aquel que hizo los cielos y la tierra" (específicamente el reposo) y alguno no lo acepta, ¿estará comprendido aún entre sus protegidos como su pueblo?

    +++Tú, en cambio ves el sello como una diferencia, algo que distingue.+++ Pues algo así, claramente se distingue, es una señal de reconocimiento, obediencia y respeto al creador, en medio de un mundo de ateos por un lado, pero de "creyentes" por otro.

    La "Babilonia" = confusión.
    Cristianos que se dicen pueblo de Dios, que entregan su vida al Señor pero lo adoran cumpliendo los mandamientos "a su manera".

    Guardando el día del sol, porque "se cambió la santidad del sábado para el domingo", de parte de "sucesores de Pedro"o "vicarios", o por ser "el día de resurrección", o porque "da lo mismo un día que otro", o ninguno "porque no creo en eso y me basta con Jesús"

    Por eso es necesario el llamado del ángel, para que se reconozca al único Creador, (y salid de ella pueblo mío) que los cristianos fieles y sinceros (entre todos los credos y aún ateos)se aparten de la "confusión" de la "Babilonia" que ha conquistado reinos, poderes políticos y religiosos, pero que no está en obediencia al Señor, sino al "príncipe de este mundo"
    Y ese será un "remanente", el que "guarda los mandamientos de Dios y le fe de Jesús" , y la señal de ese pueblo es su adoración en el día que El apartó y declaró santo.
    Pero la "marca de la bestia" será a los que no lo acepten, y obedezcan al "que se hace llamar dios, se sienta en el trono y habla como dios"

    Pero su verdadero pueblo, tendrá un símbolo, una "marca", una señal, un sello.
    Porque "la hora de su juicio ha llegado"

    Simple, blanco o negro, con Dios o contra El.

    Abrazo: jc (juan carlos)

    ResponderEliminar