lunes, 8 de noviembre de 2010

Lección 7 Para el 13 de noviembre de 2010: Abiatar: El sacerdote


Sábado 6 de noviembre

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Éxodo 28:6; 39:2-7; 1 Samuel 21:1-9; 22:6-23; 2 Samuel 15:13-29.

PARA MEMORIZAR:
“Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable” (1 Ped. 2:9).

LOS SACERDOTES FUERON MUY IMPORTANTES en la vida y en la historia de Israel, y también en las naciones vecinas. En Mesopotamia, el rey era un sacerdote, y reunía el poder político con el religioso. Los sacerdotes representaban grandes intereses en la corte, y muchas veces designaban a los reyes. En el Antiguo Testamento, el sacerdocio era central en la vida de fe de Israel, y su influencia llegó al Nuevo Testamento.

El sacerdocio de todos los creyentes (1 Ped. 2:9), destacado en la Reforma Protestante, no es solo un concepto del Nuevo Testamento (ver Éxo. 19:6). El ideal de Dios siempre fue que los creyentes fueran santos, y sirvieran a otros intercediendo por ellos y comunicándoles la salvación.

Ahora veremos la historia de Abiatar, que nos brinda algunas vislumbres del sacerdocio del Antiguo Testamento y nos cuenta que el sacerdocio no se basa solo en el linaje o en la educación, sino en el compromiso personal con el Señor. Y, a veces, las elecciones equivocadas también pueden descalificar a un miembro del sacerdocio.

Domingo 7 de noviembre: MENTIRAS Y TRAGEDIA

Lee 1 Samuel 21:1 al 9, y 1 Samuel 22:6 al 23. Luego responde las siguientes preguntas:

1. ¿Qué mentira le dijo David a Ahimelec acerca de por qué se encontraba allí?


2. ¿Qué le sucedió a Ahimelec como resultado de su confianza en David?


3. ¿De qué modo trató Saúl de lograr que sus propios hombres se volvieran contra David? ¿Qué clase de argumento usó?

4. ¿De qué modo respondió Ahimelec a Saúl con respecto al carácter y la fidelidad de David?

5. ¿Qué nos enseña este relato acerca de cuánto había caído Saúl, y cuán degenerado y vengativo había llegado a ser?

6. ¿Por qué crees que Doeg, un extranjero, hizo lo que los siervos de Saúl rehusaron hacer?

7. ¿De qué manera respondió David a la noticia de la masacre? ¿En qué forma su respuesta era correcta?

8. ¿Qué promesa hizo David al único hijo de Ahimelec que alcanzó a escapar de la matanza?

Considera el contraste, en esta historia, entre la honra y la deshonra, entre la fidelidad y la falta de fidelidad. Considera el desastre que produjeron la deshonestidad y el pecado. ¿Qué clase de preguntas morales afrontas ahora mismo? ¿Qué clase de elecciones morales tienes que hacer? Piensa en las consecuencias de tus acciones antes de que hagas esas elecciones.

Lunes 8 de noviembre: ABIATAR, EL SACERDOTE

No se dice cómo escapó Abiatar de la matanza de su familia. Solo se dice que escapó y que fue hasta donde estaba David. Sin embargo, antes de huir, Abiatar alcanzó a salvar el efod (1 Sam. 23:6), una vestimenta sagrada que usaban los sacerdotes (ver Éxo. 28:6; 39:2-7), para buscar la voluntad de Dios cuando debían tomar decisiones. En dos ocasiones, se informa que David llamó a Abiatar y consultó con el efod (1 Sam. 23:9-12; 30:7, 8).

En contraste con nosotros hoy, la gente en los días de Abiatar tenía poco acceso a la revelación escrita de Dios. Había pocas copias manuscritas del libro de la Ley (el Pentateuco), y la mayor parte de la gente no tenía oportunidad de estudiar la Palabra de Dios. Hoy tenemos acceso a la Biblia por nosotros mismos. Dios nos promete al Espíritu Santo para explicarnos su Palabra (Juan 14:26). Dios también usa a personas consagradas para darnos consejos piadosos (Prov. 20:18) y actúa por medio de las circunstancias (Rom. 8:28).

¿Cuáles eran algunas de las funciones de Abiatar como sacerdote? 1 Sam. 23:9-13; 2 Sam. 15:24; 17:15-22.

Además de cumplir estos roles, Abiatar, al igual que David, era un refugiado sin hogar y estaba escapando constantemente. Él podía comprender las frustraciones y los temores que David y sus hombres debieron haber sufrido frente a la continuada persecución.

El tema de la identificación personal con alguien es importante en el concepto de sacerdocio en el Nuevo Testamento. El autor de Hebreos nos dice que Jesús es nuestro Sumo Sacerdote porque puede empatizar plenamente con nosotros (Heb. 2:17).

Lee 1 Pedro 2:9. El Nuevo Testamento claramente enseña que todos nosotros tenemos la responsabilidad de ser sacerdotes en nuestras comunidades. El llamado no lo originamos nosotros. Jesús dijo: “No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé” (Juan 15:16). Este llamado no nos convierte en sacerdotes del Antiguo Testamento o en apóstoles del Nuevo Testamento, pero nos desafía a interceder por nuestras familias, por nuestras comunidades y por los que nos rodean. ¿Cómo puedes servir mejor al ser un “sacerdote”?

Martes 9 de noviembre: LA REVUELTA DE ABSALÓN

En 2 Samuel 15 al 18, se nos cuenta la triste historia de Absalón, el hijo de David que se rebeló contra su padre. Cuando el ejército de Absalón estaba en camino hacia Jerusalén, David decidió huir, y así evitar derramamiento de sangre. Todos los fieles seguidores de David se alistaron para huir con él, y Abiatar también se preparó para salir con David.

Lee 2 Samuel 15:13 al 29. ¿Qué nos enseña este pasaje acerca del carácter de David, aun en tiempo de peligro? ¿Qué lugar ocupa Abiatar en este episodio?

Tomando el Arca de Dios, Abiatar y los sacerdotes se prepararon para dejar la ciudad, pero David ordenó que se quedaran. David sabía que llevar el símbolo de la presencia de Dios no significaba que Dios estuviera con él. Llevar una cruz, exhibir un lema religioso, o guardar una serie de reglas no garantiza la presencia o la aprobación de Dios. Dios no puede ser manipulado. El Arca debía permanecer en su lugar, y esta decisión fue un acto de fe. David confiaba en que Dios lo salvaría y lo llevaría de vuelta a Jerusalén.

El Arca de Dios fue devuelta, y Abiatar ofreció sacrificios (2 Sam. 15:24) hasta que el pueblo terminó de salir de la ciudad. En ese momento, los sacerdotes Abiatar y Sadoc eran los ojos y los oídos de David en la ciudad, y los hijos de Abiatar y de Sadoc esperaban mensajes fuera de Jerusalén. Las personas no son lo que parecen ser. Una sierva llevó un mensaje a los jóvenes, y un muchacho que vio lo que pasaba se lo contó a Absalón. Los hijos de los sacerdotes fueron perseguidos por los hombres de Absalón, pero encontraron un simpatizante, que los bajó a un pozo. Su esposa hizo que las cosas parecieran lo que no eran al tender una tela sobre el pozo y esparcir granos sobre ella, lo que nos recuerda cómo Rahab escondió a los dos espías bajo unas gavillas de lino (2 Sam. 17:15-29; Jos. 2:6).

En nuestro propio contexto, las cosas a menudo tampoco son lo que parecen. Muchos corazones doloridos se esconden detrás de una sonrisa. Como seguidores de Cristo, somos sus representantes. Llegamos a ser las manos de Dios para alcanzar a los que nos rodean. Debemos ser abiertos y sensibles para ver cómo son realmente las personas, más allá de las apariencias y las situaciones, y debemos estar dispuestos a sacrificar algo de nosotros para ayudarlas.

Miércoles 10 de noviembre: LA ELECCIÓN DE ABIATAR

No tenemos registro de las opiniones personales, políticas o religiosas de Abiatar. Todo lo que de él se dice está registrado como palabra de Dios para David. Pero, sus acciones hablan más alto que sus palabras. Aun cuando no se registra que haya dicho nada, su presencia es una afirmación
poderosa.

En el tiempo de David, el hijo primogénito era considerado, tradicionalmente, como el principal heredero de su padre. Para un rey, esto significaba que el primogénito heredaría el trono. Sin embargo, Dios no está atado por la tradición. En realidad, durante la historia de Israel, él a menudo pasó por alto a los primogénitos para llamar a otros, a veces por decreto divino, y otras por las circunstancias y las elecciones de los primogénitos mismos (ver Gén. 4:1-5; 21:8-12; 25:21-36; 48:8-19; 1 Sam. 16:6-12).

Lee 1 Reyes 1:1 al 8. Abiatar fue leal a David. ¿Qué lo pudo haber llevado a hacer lo que hizo allí?

Salomón no era el hijo mayor y, por costumbre, no habría sucedido a su padre como rey. El hijo mayor, Amnón, fue muerto por su hermano Absalón. A su vez, Absalón había muerto durante su fracasado atentado.

Y el cuarto de los hijos, Adonías, sintió que el trono le pertenecía por derecho. Adonías se puso de acuerdo con Joab y Abiatar, y ellos le dieron su apoyo (1 Rey. 1:7).

Salomón era menor que Adonías. Su madre era Betsabé, la ex esposa de Urías heteo, que fue asesinado a fin de cubrir el incidente de David con Betsabé. Pero, a pesar de este trasfondo vergonzoso, Salomón fue amado por Dios (2 Sam. 12:24), y Dios lo eligió para ser el sucesor de David (1 Crón. 22:9, 10). Frente a esta decisión incómoda, tal vez Abiatar no pudo reconciliarse con el escándalo público que la elección causaría, y se apoyó en la tradición en lugar de seguir la voluntad revelada de Dios.

La tradición puede ser muy cómoda, ya que nos evita tomar la responsabilidad de pensar las cosas a la luz de la voluntad de Dios. Es mucho más fácil y “seguro” decir: “Siempre lo hemos hecho así”.

¿Cuán a menudo permitimos que la tradición se ponga en el camino de la conducción de Dios? Al mismo tiempo, ¿por qué debemos ser cuidadosos de no juzgar las cosas como mera “tradición” y luego desatenderlas?

Jueves 11 de noviembre: LA SUERTE DE ABIATAR

Después de la muerte de David y el ascenso de Salomón al trono, hubo problemas que resolver. Después de que Adonías fue asesinado (1 Rey. 2:13-25), todavía estaba el problema de Abiatar, el sacerdote, quien fue fiel sirviendo al padre de Salomón. ¿Qué se habría de hacer por su parte en la insurrección?

Lee 1 Reyes 2:26 y 27. ¿De qué modo trató Salomón a Abiatar, y qué razones dio?

El versículo puede dar la impresión de que Abiatar fue despedido por una profecía hecha a Elí más de cien años antes (1 Sam. 2:30-36).

Pero, realmente, esta es una demostración de cómo Dios conoce nuestras futuras elecciones libres. Dios sabe qué elección haremos nosotros, y es capaz de profetizar el futuro. Dios sabía que, así como los hijos de Elí se descalificaron para el oficio de sacerdotes por su conducta, su descendiente Abiatar también se descalificaría como sacerdote, al no querer aceptar las elecciones de Dios.

Lee Mateo 26:14 al 16 y 20 al 25. Explica esta predicción a la luz de la destitución de Abiatar del sacerdocio. ¿Qué principio similar actúa en ambos casos?

Aunque Jesús sabía que Judas lo traicionaría, no lo rechazó. Judas fue incluido en el círculo de los Doce y experimentó el poder de Dios de primera mano. Pero Judas, como Abiatar, no estaba preparado para aceptar la voluntad de Dios. Él compartió con Abiatar algunas ideas acerca del Reino, y de cómo deberían manejarse los temas del poder y los controles. Judas quería ver a Jesús como rey terrenal. Frustrado, buscó a los escribas y a los fariseos, y traicionó a su verdadero Rey.

El preconocimiento divino no significa predestinación divina. La gente tiene posibilidades de elegir, como las tuvieron Judas y Abiatar.

El preconocimiento que tiene Dios de las elecciones no limita nuestra libertad de hacerlas. La libre elección es uno de los dones más sagrados de Dios. Tuvo un gran costo: la muerte de Jesús en la cruz. (Si no tuviéramos la libertad de elegir, no habríamos elegido pecar, y Jesús no hubiera tenido que morir por nosotros.) ¿Analizas y oras ante las decisiones que tienes que hacer?.

Viernes 12 de noviembre

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR: “Dios lo ha elegido para que realice una obra grandiosa y solemne. Ha estado procurando disciplinarlo y probarlo, para refinarlo y ennoblecerlo, para que haga esta obra sagrada teniendo en cuenta solamente su gloria, la cual pertenece plenamente a Dios. Cuán admirable es que Dios elija a un hombre y lo ponga en estrecho contacto con él, y le confíe una misión, un trabajo, que él debe hacer. Un hombre débil es fortalecido, un hombre tímido es hecho valiente, el irresoluto llega a ser un hombre de rápida y firme decisión. ¡Cómo puede ser que un hombre tenga tanta importancia como para recibir una comisión del Rey de reyes! ¿Lo apartará la ambición mundana del cometido sagrado, de la santa comisión?” (MS 2:190).

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

1. Medita en la vida de Saúl, y te preguntarás cómo alguien que ha recibido tanto puede desperdiciarlo todo. ¿Qué lecciones obtenemos de su historia para nosotros? ¿Qué errores cometió que lo condujeron a la clase de acciones que vimos esta semana?

2. Medita en cómo Jesús, gracias a su humanidad, puede simpatizar con nosotros en nuestras luchas. ¿Por qué la humanidad de Cristo es tan importante para nosotros?

3. Si alguien de tu clase ha sufrido la pérdida de seres amados, ¿cuáles son algunas maneras por las que ustedes pueden ayudarlo? ¿Qué pueden hacer más allá de solo hablar palabras de consuelo? ¿Hay casos donde no se puede hacer “nada más” que hablar palabras consoladoras?

4. Una de las grandes preguntas que han desafiado a los pensadores cristianos durante siglos es la idea del preconocimiento de Dios y nuestra libre voluntad. Si Dios conoce nuestras elecciones de antemano, ¿somos realmente libres al hacerlas? Si no, ¿dónde está la libertad personal, entonces? Y si no tenemos libertad, ¿cómo podremos ser juzgados y castigados con justicia por nuestras acciones? Algunos, para obviar este tema difícil, alegan que algunas de nuestras acciones tienen que ser desconocidas para Dios o, si no, esas acciones no podrían ser libres. Otros no ven problema aquí: el que Dios conozca lo que una persona hará no afecta de ninguna manera la libertad de esa persona para tomar decisiones.

En la clase, analicen estas preguntas, aunque no será fácil resolver estas cuestiones. Lo importante es saber que somos seres libres pero que, aun respetando nuestras elecciones libres, Dios está en el control.

7 comentarios:

  1. ¡Qué mal cuerpo me puso la lección del domingo!
    ¡Qué bajo llegó a caer el rey Saúl!
    No puedo creer que ni la sabia respuesta del sacerdote Ahimelec, produjera un cambio de pensamiento y conducta de este reyezuelo del tres al cuarto. Lo mismo que hizo el pueblo con Jonatán, defenderlo cuando tomó un poco de miel con la punta de su lanza; debió haber hecho con el sacerdote y todo el pueblo de Nob. Impedir que se les hiciese daño alguno. Tuvo que ser un extranjero, un tal Doeg, el que llevó adelante los homicidios. Cual otros dictadores que en años y en siglos posteriores hicieron lo mismo, tomaron extranjeros como guardia personal a prueba de traidores patrios. Nuestro Caudillo Franco creo que tenía una guardia africana porque no se fiaba de sus paisanos, o tal vez para que ejecutaran sus órdenes más aberrantes.

    Sobrepuesto a este desmán, que me aturde por verlo venir desde el momento en que David miente a Ahimelec; la lección nos conduce al único superviviente de esta matanza: Abiatar.
    Al contarle a David lo sucedido, éste se siente culpable. Y comparte su vida fugitiva con él.

    Y pasado el tiempo, le pierde el respeto debido, se aferra a la tradición y apoya a Adonías (el siguiente en la línea sucesoria). El descrédito sobre David debió ser grande, no aceptaban que reinase el hijo de Betsabé. Complicada la cosa sucesoria, cuánta sangre derramada, por los siglos de los siglos, sólo por sentarse en un trono.

    Mucha sangre en esta lección, recordemos que también muere Absalón. Y cuando llega a reinar Salomón también acabarán muriendo Adonías y Joab.

    Todo esto me trae a la memoria la canción de Joan Manuel Serrat "Historia de vampiros", os pongo sólo un par de estrofas; pero si podéis oidla entera, que es divertida e instructiva. Trata de un vampiro fuera de lo común, que en vez de beber sangre, bebía agua, jejeje, ¿choca, verdad? Pues haberlos, haylos: "abstemios de sangre". Ahí van:

    Sus padres y hasta sus abuelos
    fueron vampiros de prosapia
    y tras su leve mordedura
    sangre libaban a su anchas,

    pero éste en cambio era un vampiro
    que apenas si sorbía agua
    al mediodía y en la cena
    de noche y en las madrugadas.

    Abstemio de sangre
    era la vergüenza
    de los otros vampiros
    y de las vampiresas.

    Este vampiro tan distinto
    osó crear una variante
    proselitista de vampiros
    anónimos y militantes

    bajo la luna hizo campaña
    con sus consignas implacables
    "Vampiros sólo beban agua,
    la sangre siempre trae sangre..."

    Venga, abrazos.

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  2. Gracias por tu comentario, Antonio. Las palabras de Serrat sobre este rebelde vampiro son reveladoras: a veces, no muchas, hay alguien que se atreve a cuestionar la tradición, aun a expensas de perder apoyos, prestigio o futuro poder. Porque preguntarse sobre la validez de una tradición generalmente aceptada es un acto de valentía. Atreverse a cuestionarla puede ser interpretado como un acto de rebeldía. Y el acto de compartir con los demás ese cuestionamiento suele verse como el inicio de una pequeña revolución.

    De todos es sabido que la tradición se lleva bastante mal con la revolución, pues ésta última mina el poder de la primera. Por lo que en estos casos, suelen ponerse en funcionamiento todos los recursos de quienes quieren que las cosas sigan siendo como siempre fueros. Entonces empiezan las campañas de desprestigio y, si esto no es suficiente, comienza la violencia. Ya sabéis: "Más vale que un solo hombre muera, antes de que todo un pueblo perezca".

    El estudio de la vida de Abiatar trae a la palestra numerosos asuntos de trascendental importancia: la lealtad; el ejercicio del poder; los medios con los que creemos que Dios nos habla; la fuerza de la tradición; el transfuguismo; lo contradictorio del ser humano; la diferencia (a veces casi antitética) entre la fuerza (impuesta) de la religión establecida y la debilidad (voluntaria) de la revelación divina; la mirada, a veces tan crítica, que los cronistas bíblicos tienen hacia las instituciones (monarquía, sacerdocio); etc...

    Cuando la religión asume los presupuestos del poder, suele derivar hacia callejones sin salida. Su defunción, entonces, comienza a ser anunciada por los profetas...

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  3. Mañana hará exactamente un año que abrimos este blog. No puedo expresar con suficientes palabras (en cantidad y calidad) el agradecimiento que siento al ver el número de visitas y la hondura de los comentarios que nos habéis regalado desde entonces. Veo claramente en esta aventura que Dios vela por aquellos que quieren encontrarse con Él, y también por aquellos que se enfrentan a Él. Nuestro Padre hace salir el sol y derrama lluvia sobre todos.

    Gracias entrañables por vuestro compromiso.

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  4. Me ha hecho pensar mucho una reflexión que los autores han incluido en la sección del miércoles:

    Salomón era menor que Adonías. Su madre era Betsabé, la ex esposa de Urías heteo, que fue asesinado a fin de cubrir el incidente de David con Betsabé. Pero, a pesar de este trasfondo vergonzoso, Salomón fue amado por Dios (2 Sam. 12:24)".

    Para empezar, y es el único "pero" que le pongo a esta reflexión, Betsabé no era la ex-esposa de Urías el heteo, sino su viuda. Creo que hay una gran diferencia, sobre todo para Urías...

    Pero no quiero detenerme en esto. Ya se habló suficientemente de ello la semana pasada.

    Al hilo del comentario de los autores, recuerdo las palabras, tan contundentes y temibles, de Éxodo 20:

    "Yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen...".

    ¿Qué pasó con Salomón? ¿No era fruto de un asesinato que Dios debería aborrecer? ¿No merecería Salomón, por ser hijo de David el asesino, la maldición divina que aparece en Exódo 20?

    Pues parece que no. La Biblia dice que Dios amó a Salomón. Y tampoco éste era para tirar cohetes? Los cronistas no pararon de explayarse sobre los pecados de Salomón. No parece que fuera, y esto me parece importante, trigo demasiado limpio.

    Y, sin embargo, Dios amaba a Salomón. Como amaba a David. ¿Cómo es posible esto? Pues esto es lo que me parece decisivo: una cosa es aborrecer a Dios, y otra cometer errores aborrecibles. A Dios le interesa mucho más lo que pensamos de Él que los errores que cometemos, aún estando con Él. Esto, evidentemente, no quiere decir que da igual lo que hagamos. El sufrimiento que causan nuestros errores a los demás es algo muy serio. Pero está en nuestra naturaleza cometer errores. Luchar contra ella se nos hace prácticamente imposible. Un reino no suele luchar contra sí mismo, porque es un reino dividido, decía Jesús. Y nosotros somos los autoritarios monarcas de nuestro propio reino. Por eso nos es tan difícil cambiar.

    Entonces, si nosotros no podemos cambiar, ¿qué haremos? Pues abdicar de nuestro reinado. Dejar que otro reine en nuestro lugar. Pablo ya intuía esto cuando escribió: "Ya no vivo yo, sino que Cristo vive a través de mí".

    Sólo el sabernos amados por Dios, aun a pesar de nuestros errores, o de los errores de nuestros padres, puede hacernos cambiar. Pretender la excelencia en cada acto que realizamos es imposible. Pero aprender a amar al sentirnos amados por Dios, eso sí es posible. Aprender a perdonar porque nos sentimos perdonados por Dios, también lo es.

    Y cuando alguien va aprendiendo a amar al sentirse amado, y a perdonar al sentirse perdonado, es imposible no ir cambiando. Va de suyo. Porque cuando uno no se siente aborrecido por Dios, sino amado por Él, aprende a no aborrecerse a sí mismo, y a no aborrecer a los demás. Aprende a ir amando y perdonando. Esto es la conversión, la metanoia, el cambio de mentalidad. Ser permeable al amor y al perdón de Dios, y convertirse en instrumento de amor y de perdón a los demás.

    David y Salomón cometieron atrocidades que son difíciles de contar sin sentir mucha perturbación y mucho asco. Pero Dios no perdió la esperanza. Mucha oscuridad y mucha sombra en sus vidas. Pero Dios es luz.

    No perder la esperanza en Dios. Es decir, no aborrecerlo. Eso es lo determinante. Porque Dios no la pierde en nosotros. Nunca...

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  5. ( I )

    Hola! ¿Qué tal?

    Juan Ramón, aprovecho y te respondo a algunas a cuestiones que quedaron pendientes sobre lo que me contestaste en la entrada anterior.

    "No perder la esperanza en Dios. Es decir, no aborrecerlo. Eso es lo determinante. Porque Dios no la pierde en nosotros. Nunca..."

    Es curioso cómo de "una realidad que trasciende", puedes pasar a "un Dios que nunca pierde la esperanza en nosotros". Ahí está la principal diferencia entre tú y yo.

    En la entrada anterior hablabas de que el creyente añadía la percepción (equivocada o no) de una realidad que le trasciende; es un tema que quería hablar contigo desde hace ya tiempo. Ocurre que eso no es patrimonio exclusivo del creyente. Einstein, por ejemplo, era una especie de panteísta, que cuando hablaba de Dios, se refería más bien a los misterios de la naturaleza. A mí también me maravillan los misterios del universo... además, es muy placentero saber que es posible que mientras viva probablemente llegue a conocer alguna respuesta. Es lo que podría ser la "dimensión espiritual" del ateo, y se basa en la realidad. Me parece normal que la peña salga de la universidad pasando un kilo de la religión, porque los mecanismos de la herencia y la evolución, así como los procesos que ocurren a nivel subatómico son mil veces más fascinantes, complejos y sofisticados que cualquier cosa escrita por el hombre: es casi imposible igualar tanta belleza y armonía... Cuando empiezas a darle al coco, las flaquezas de los libros sagrados se hacen más evidentes que nunca.

    Entre todo esto que te he contado arriba y la noción de "un Dios que no pierde la esperanza en nosotros", hay un trecho insalvable. No importa que digas que lo tuyo es más de decisión que de fe ciega (comprendo que "fe ciega" pueda resultar incómodo para un creyente sensible e inteligente), en la práctica, no se puede distinguir, es decir, para mí, por mucho que lo intentes camuflar, sigue siendo fe ciega como una casa... y el hecho de que no te atrevas a cuestionar a tu Dios es una evidencia de ello. Puedes hablarme de la cuadratura del círculo, o de no salirse del paradigma, pero la realidad es que eres esclavo de una idea -es sólo mi opinión-. Un concepto y unas barreras mentales te tienen sometido.

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  6. ( II )

    "David y Salomón cometieron atrocidades que son difíciles de contar sin sentir mucha perturbación y mucho asco. Pero Dios no perdió la esperanza. Mucha oscuridad y mucha sombra en sus vidas. Pero Dios es luz."

    ¿No ves que eso que tu llamas "locura que merece la pena" te corrompe moralmente? "Dios es luz". Qué parida, tío... Dios es luz por no perder la esperanza en David y Salomón, pero el hecho de que Dios permitiese las atrocidades de David y Salomón eso da igual, ¿no? Ni te mojas en eso... ¿Te miraste el experimento de George Tamarin? El experimento va de cómo cambia nuestra forma de juzgar lo chungo en función de si tiene origen humano o divino.

    En tu respuesta de la entrada anterior volviste a hablar de "mensaje global" (también llamado "mensaje nuclear" xDD). Otra vez, ¿¿cuál es el dichoso mensaje global?? ¿¿Cómo llegas a dar con la respuesta?? Hasta que no intentes aclararlo, para mí seguirá siendo paja. Volviste a caer en la apelación a los sentimientos y las experiencias personales imposibles de comprobar por los demás para explicar tu fe, algo que hacen los que dicen ver a Elvis o Napoleón, los que participan de cualquier otra religión y los que dicen tener contactos con extraterrestres... por lo menos esta vez usaste la palabra "locura", aunque yo creo que no estás loco, ni de coña.

    Volviendo a lo que decía al principio, los misterios de la naturaleza, cuando dejan de serlo, se convierten en ciencia. Hay que pensar mucho y no es fácil, pero cuando das con alguna respuesta, es de lo más estimulante que he experimentado. Sim embargo, para saber la verdad sobre Dios tienes que morir... no sólo pasa que no hay ninguna buena razón (te reto a que me des alguna original, en vez de las que usan los seguidores de Elvis) ni evidencia para creer en él, sino que ¡no puedo esperar a estar muerto para saberlo!


    ¡Un abrazo!


    Macarra-Chungo

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  7. ((( ( III )

    Sabes que a mí siempre me gusta usar analogías para fundamentar de alguna manera aquello sobre lo que escribo. Pues bien, te escribo una breve reflexión sobre uno de esos misterios que pueden o no ser resueltos y que construyen lo que yo llamo mi "dimensión espiritual":

    Hay una cuestión que lleva fascinando a poetas y músicos desde siempre: ¿es la vida una ilusión?

    1.- Nuestra percepción de la realidad no tiene nada que ver con la realidad. Nosotros percibimos el entorno gracias a los sentidos y a cómo nuestro cerebro organiza la información que llega de ellos, pero todo esto es sólo producto de la selección natural y de la adaptación.

    2.- Estamos "diseñados" para sobrevivir en unas condiciones concretas, y por eso, a diferencia de las abejas, no percibimos luz ultravioleta... pero ahí está.

    3.- Ocurre igual con el mundo sonoro, ya que auditivamente estamos limitados a un margen relativamente pequeño de frecuencias. Los murciélagos usan su oído para guiarse en la oscuridad, y se especula que sean capaces hasta de imaginar diferentes texturas debido a la cantidad de matices que son capaces de percibir.

    4.- Podría seguir hablando del olfato, o de lo extraño que resulta saber que percibimos la materia como si fuese algo sólido cuando realmente casi toda ella es espacio vacío, si la observamos a una escala menor...

    5.- En realidad, nadie sabe qué aspecto tiene de verdad la materia, sólo sabemos lo necesario para poder sobrevivir en ella.


    ¡Qué pena que Calderón no llegó al S.XXI!


    Macarra-Chungo )))

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