Sábado 30 de enero
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA:
2 Samuel 9:1-13; Proverbios 15:1-5; 25:11-15; Mateo 5:43-48; Lucas 6:35, 38; Efesios 4:32; Colosenses 3:12-14.
PARA MEMORIZAR:
“Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia” (Col. 3:12).
CUANDO PABLO ILUSTRÓ cómo se comporta el amor, la paciencia vino a su mente en primer lugar: “El amor es sufrido” (1 Cor. 13:4). Inmediatamente después de la paciencia, él escribió que el amor es “benigno”, mostrando que el amor y la benignidad van tan juntos que sin la amabilidad ningún acto es realmente hecho por amor.
La paciencia, vimos, es el amor que soporta. La benignidad, por otro lado, implica una expresión más activa del amor. A menudo la paciencia podría manifestarse al no hacer nada; la benignidad, en contraste, se manifiesta en aquello que decimos y hacemos. Esencialmente, en la manera en que lo decimos y hacemos; y, más importante aún, en el porqué lo decimos y hacemos.
La benignidad no está fuera del alcance de nadie, aunque pueda demandar sacrificio de tiempo y energía. La benignidad se revela de muchas maneras. Y, como su primo cercano el “amor”, tiene un poder increíble; la benignidad es un testimonio en sí misma y por sí misma de cómo es Dios.
Domingo 31 de enero: EL MODELO DE BENIGNIDAD (Mat. 5:43-48)
Jesús claramente ilustra en el Sermón del Monte la benignidad y la bondad de Dios. Lee Mateo 5:43 al 48 y responde a las siguientes preguntas.
1. ¿A qué norma elevada nos está llamando Jesús aquí?
2. ¿Qué razón da Jesús para llamarnos a esta norma?
3. Nota el uso que hace Cristo de la palabra perfecto en el versículo 48. ¿Cuál es el significado de perfecto aquí, y cómo puede el uso de esa palabra aquí ayudarnos a comprender lo que significa ser perfecto como “vuestro Padre que está en los cielos” es perfecto?
Los dones gratuitos de Dios son precisamente eso, dones gratuitos. No son ganados ni merecidos por los seres humanos, todos los cuales han pecado voluntariamente contra él y lo han ignorado o descuidado. En este sentido, el mayor pecador está en el mismo bote que el más santo: ninguno de los dos merece la benignidad y la bondad que Dios nos da a todos.
Con estos versículos, Jesús nos está llamando a ser “perfectos”, aun tan perfectos como Dios. ¿Cómo? Amando a nuestros enemigos, orando por los que nos maltratan, siendo bondadosos con los que no han sido bondadosos con nosotros. De este modo, Jesús define el ser “perfecto”. Trata de imaginar cómo sería nuestra iglesia y cómo serían nuestros hogares si morimos al yo lo suficiente como para que realmente podamos vivir de esa maera. Tendríamos un poder y un testimonio contra los cuales las puertas del infierno nunca podrían prevalecer. ¿Qué es lo único que nos detiene? Nada, sino nuestros corazones pecaminosos, deseosos de venganza, que con mucha frecuencia nos hacen actuar como “publicanos”.
¿Qué cambios dolorosos y profundos debes hacer si has de seguir las palabras de Cristo en estos versículos?
Lunes 1º de febrero: BENIGNIDAD HACIA UN “PERRO MUERTO”
Lee 2 Samuel 9:1 al 13. ¿De qué manera mostró David su benignidad aquí? ¿De qué modo, por este acto, reveló el carácter de Dios?
“Los informes propalados por los enemigos de David habían creado en Mefiboseth fuertes prejuicios contra él, y lo consideraba usurpador; pero la recepción generosa y cortés que le acordó el monarca, y sus bondades continuas ganaron el corazón del joven; se hizo muy amigo de David y, como su padre Jonatán, se convenció de que tenía el mismo interés que el rey escogido por Dios” (PP 771).
La benignidad de David hacia la casa de Saúl revela que él procuraba usar a Dios como el modelo de lo que él quería hacer en favor de la casa de Saúl. Reconoció que él, un pecador como todos nosotros, había recibido misericordia y benignidad no merecida de mano de Dios, y estaba por reflejar algo de esa amabilidad hacia otros.
Antes de compartir la benignidad de Dios con otros, ¿qué tenemos que reconocer? Ver Lucas 7:47. ¿Qué principio vital se encuentra aquí que puede desempeñar un rol importante para ayudarnos a comprender el tema de la benignidad hacia otros?
Piensa por unos momentos acerca de la bondad y la benignidad de Dios hacia ti. ¿La mereces? ¿Es algo que se te debe? ¿Son tus pensamientos, tus acciones, tus palabras tan abnegados, tan santos, tan amantes y acogedores que Dios está meramente haciéndote a ti lo que tú les has hecho a otros? Lo más probable es que la respuesta sea “no”. Y aquí está el punto vital. Cuando nos damos cuenta de lo que Dios nos ha perdonado, cuando percibimos que Dios nos ama a pesar de lo que somos y de lo que hemos hecho, entonces realmente podemos entender lo que significa ser benigno y amante hacia aquellos que no merecen nuestra benignidad o nuestro amor. Entonces, cuán importante es que, en todo tiempo, mantengamos ante nosotros la cruz y lo que significa para nosotros, individualmente.
¿Qué cosas te ha perdonado Dios a lo largo de los años? ¿De qué modo el darte cuenta de esto te ayuda a tratar con los que han hecho cosas que te hirieron?
Martes 2 de febrero: PALABRAS AMABLES (Efe. 4:32)
Efesios 4:32 comienza con las palabras: “Antes sed benignos unos con otros”. Considera cómo este versículo coincide perfectamente con lo que vimos ayer, acerca de tratar a otros como Dios nos ha tratado.
La benignidad debe marcar a los cristianos en todo tiempo. Pero hay por lo menos tres necesidades específicas que requieren tres clases específicas de estímulo.
Primero, hemos de mostrar benignidad hacia los infantes espirituales. “Antes fuimos tiernos entre vosotros, como la nodriza que cuida con ternura a sus propios hijos” (1 Tes. 2:7).
Segundo, hemos de mostrar benignidad y dar ánimo a los débiles. “Así que, los que somos fuertes debemos soportar las flaquezas de los débiles, y no agradarnos a nosotros mismos” (Rom. 15:1).
Tercero, hemos de servir como un enfermero para los que están espiritualmente enfermos (2 Tim. 2:24, 25).
Un hombre de negocios dijo una vez: “No puedo esperar a llegar a casa por la noche: quedo tan cansado de ser amable todo el día”. ¡Qué actitud triste hacia la vida humana!
La benignidad, especialmente en nuestros hogares, es esencial. Y una de las maneras más importantes en que podemos manifestar amabilidad es la forma en que nos hablamos unos a otros. La atmósfera del hogar mayormente está determinada por las palabras que decimos. Tantos problemas, tantas heridas, tantas tensiones y tantas peleas podrían evitarse si fuéramos cuidadosos no solamente con lo que decimos, sino con cómo lo decimos. A menudo uno podría decir algo y no herir ni ofender, o uno puede decir las mismas palabras a la misma persona, y herirla y ofenderla grandemente. La clave es cómo hablamos. El lenguaje humano es más que solo el significado de las palabras mismas; el tono, la expresión facial, el lenguaje del cuerpo, el énfasis son partes de lo que trasmitimos a otros acerca de nuestros pensamientos, emociones e ideas.
Lee Proverbios 15:1 al 5 y Proverbios 25:11 al 15. ¿Qué principios importantes acerca de lo que dices y cómo lo dices se revelan en estos textos? Al leerlos, pregúntate acerca de cómo usas las palabras cuando hablas a otros. ¿De qué maneras podrías ser más amable en tu comunicación verbal con otros?
Miércoles 3 de febrero: LA BENIGNIDAD DEVUELTA (Luc. 6:38)
“Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir” (Luc. 6:38). ¿Qué está diciendo Jesús aquí? ¿Acerca de qué principio de vida está hablando?
Muy a menudo la forma en que tratamos a otros vuelve sobre nosotros. Es decir, si somos benignos, es mucho más probable que otros sean benignos con nosotros. También funciona de la otra manera: si somos malos, otros también serán malos con nosotros.
Por supuesto, no siempre sucede de este modo. (Mira a Jesús y considera cómo lo trataron.) Pero sea que ocurra o no, en un sentido, realmente no importa. Como cristianos, siempre debemos ser benignos, aun si esa amabilidad no nos es devuelta. De hecho, como hemos leído, ser benigno con los que no lo son con nosotros es una característica de un verdadero seguidor de Jesús. Sin embargo, en general, la manera en que tratamos a otros impactará sobre cómo somos tratados nosotros. “Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas” (Mat. 7:12).
Lee Lucas 6:35. ¿De qué manera concuerda esto con lo que hemos estado hablando esta semana?
Siempre es fácil ser benigno con alguien que podría darte algún beneficio más adelante. Cualquiera hará eso. Sin embargo, es más difícil ser amable, especialmente cuando tiene un costo, con los que nunca podrán hacer nada por ti a cambio. Esa es la verdadera prueba.
Examínate. ¿Es tu benignidad motivada por el amor abnegado y dispuesto al sacrificio personal, o es motivada, aun levemente, por el deseo de buscar ser el número uno? Si es esto último, ¿cómo puedes cambiar?
Jueves 4 de febrero: VESTÍOS DE BENIGNIDAD (Col. 3:12-14)
Lee Colosenses 3:12 al 14 y luego reescríbelo con tus propias palabras. ¿De qué manera revelan estos versículos la esencia de lo que significa ser un seguidor de Cristo (nota el uso de las palabras perfecto o perfección)? Además, piensa acerca de cuán poderoso podría ser nuestro testimonio al mundo si pusiéramos en práctica estos versículos.
Alexander Maclaren, destacado clérigo londinense de fines del siglo XIX, escribió: “La amabilidad es la fuerza más poderosa del mundo. Toma todos los martillos a vapor que alguna vez se forjaron y pelea contra un témpano de hielo; y excepto por la poca cantidad de calor que se desarrolla por los golpes, que derrite una porción pequeña, seguirá siendo hielo, aunque pueda estar pulverizado en vez de sólido. Pero permite que se mueva suavemente hacia el trópico, donde los rayos del sol eliminarán la frialdad mortal, y se disipará en el océano cálido. La amabilidad conquista”.
Como adventistas, tenemos una evidencia bíblica muy sólida para respaldar nuestra posición. (Si no la tuviéramos, entonces, ¿qué estaríamos haciendo aquí?) Y eso es importante, por supuesto. Pero necesitamos más que una enseñanza correcta, ¿verdad?
“Si quisiéramos humillarnos ante Dios, ser amables, corteses y compasivos, se producirían cien conversiones a la verdad allí donde se produce una ahora” (MB 91).
Cuando enseñamos las doctrinas de la iglesia, incluimos el sábado, el estado de los muertos, el origen del pecado, y otras enseñanzas distintivas. Pero, ¿somos tan cuidadosos en enfatizar la importancia de la benignidad y de los otros aspectos del fruto del Espíritu, junto con el Sermón del Monte y 1 Corintios 13? Saber que el sábado es el día de reposo, o que los muertos duermen hasta la resurrección, o que la justicia de Cristo nos cubre ahora y en el juicio final está muy bien y es importante. Pero tener el conocimiento solamente no es lo mismo que conocer la verdad como es en Jesús (Juan 14:6), porque la verdad nos hace libres (Juan 8:32); es decir, la verdad nos cambia y nos hace más semejantes a Cristo. ¿Podría alguien preguntar si realmente tenemos la verdad, si la Verdad, Jesús, no nos tiene a nosotros?
Viernes 5 de febrero
PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:
“De todo hogar cristiano debería irradiar una santa luz. El amor debe expresarse en hechos, [...] y revelarse en una amabilidad atenta, en una suave y desinteresada cortesía. Hay hogares donde se pone en práctica este principio, hogares donde se adora a Dios, y donde reina el amor verdadero. De estos hogares, de mañana y de noche, la oración asciende hacia Dios como un dulce incienso, y las misericordias y las bendiciones de Dios descienden sobre los suplicantes como el rocío de la mañana” (HAd 31, la cursiva fue añadida).
“Son muchos los que consideran la manifestación del amor como una debilidad, y permanecen en tal retraimiento que repelen a los demás. Este espíritu paraliza las corrientes de simpatía. Al ser reprimidos, los impulsos de sociabilidad y generosidad se marchitan, y el corazón se vuelve desolado y frío. Debemos guardarnos de este error. El amor no puede durar mucho si no se le da expresión. No permitáis que el corazón de quienes os acompañen se agoste por falta de bondad y simpatía de parte vuestra” (HAd 92; la cursiva fue añadida).
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
1. Como clase, repasen la pregunta final de la sección del jueves: “¿tenemos realmente la verdad, si la Verdad, Jesús, no nos tiene a nosotros?” ¿Cuáles son las implicaciones de la respuesta que dieron ustedes?
2. “El amor no puede durar mucho si no se le da expresión”. ¿Qué significa esto, y por qué representa un principio que es muy importante para nosotros como iglesia?
3. Repasa los textos de esta semana que hablan acerca de que debemos ser “perfectos”. ¿Cómo deberíamos entender lo que significa esta idea? ¿Cuáles son los problemas y los malos entendidos con los que, como iglesia, hemos luchado en el uso y el significado de este término?
4. Repasa en tu propia experiencia cómo las actitudes de otros adventistas te han afectado a ti y a tu fe. Es decir, ¿fue la gente benigna contigo y, si fue así, de qué modo esa amabilidad te impactó? Por otro lado, ¿fue la gente poco amable contigo y, si fue así, de qué modo eso te impactó? Comparte tus historias con los demás en tu clase. ¿Qué puedes obtener de estas experiencias que puede ayudar a la clase a comprender mejor cuán importante es la benignidad en nuestra vida diaria y en nuestro testimonio?
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA:
2 Samuel 9:1-13; Proverbios 15:1-5; 25:11-15; Mateo 5:43-48; Lucas 6:35, 38; Efesios 4:32; Colosenses 3:12-14.
PARA MEMORIZAR:
“Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia” (Col. 3:12).
CUANDO PABLO ILUSTRÓ cómo se comporta el amor, la paciencia vino a su mente en primer lugar: “El amor es sufrido” (1 Cor. 13:4). Inmediatamente después de la paciencia, él escribió que el amor es “benigno”, mostrando que el amor y la benignidad van tan juntos que sin la amabilidad ningún acto es realmente hecho por amor.
La paciencia, vimos, es el amor que soporta. La benignidad, por otro lado, implica una expresión más activa del amor. A menudo la paciencia podría manifestarse al no hacer nada; la benignidad, en contraste, se manifiesta en aquello que decimos y hacemos. Esencialmente, en la manera en que lo decimos y hacemos; y, más importante aún, en el porqué lo decimos y hacemos.
La benignidad no está fuera del alcance de nadie, aunque pueda demandar sacrificio de tiempo y energía. La benignidad se revela de muchas maneras. Y, como su primo cercano el “amor”, tiene un poder increíble; la benignidad es un testimonio en sí misma y por sí misma de cómo es Dios.
Domingo 31 de enero: EL MODELO DE BENIGNIDAD (Mat. 5:43-48)
Jesús claramente ilustra en el Sermón del Monte la benignidad y la bondad de Dios. Lee Mateo 5:43 al 48 y responde a las siguientes preguntas.
1. ¿A qué norma elevada nos está llamando Jesús aquí?
2. ¿Qué razón da Jesús para llamarnos a esta norma?
3. Nota el uso que hace Cristo de la palabra perfecto en el versículo 48. ¿Cuál es el significado de perfecto aquí, y cómo puede el uso de esa palabra aquí ayudarnos a comprender lo que significa ser perfecto como “vuestro Padre que está en los cielos” es perfecto?
Los dones gratuitos de Dios son precisamente eso, dones gratuitos. No son ganados ni merecidos por los seres humanos, todos los cuales han pecado voluntariamente contra él y lo han ignorado o descuidado. En este sentido, el mayor pecador está en el mismo bote que el más santo: ninguno de los dos merece la benignidad y la bondad que Dios nos da a todos.
Con estos versículos, Jesús nos está llamando a ser “perfectos”, aun tan perfectos como Dios. ¿Cómo? Amando a nuestros enemigos, orando por los que nos maltratan, siendo bondadosos con los que no han sido bondadosos con nosotros. De este modo, Jesús define el ser “perfecto”. Trata de imaginar cómo sería nuestra iglesia y cómo serían nuestros hogares si morimos al yo lo suficiente como para que realmente podamos vivir de esa maera. Tendríamos un poder y un testimonio contra los cuales las puertas del infierno nunca podrían prevalecer. ¿Qué es lo único que nos detiene? Nada, sino nuestros corazones pecaminosos, deseosos de venganza, que con mucha frecuencia nos hacen actuar como “publicanos”.
¿Qué cambios dolorosos y profundos debes hacer si has de seguir las palabras de Cristo en estos versículos?
Lunes 1º de febrero: BENIGNIDAD HACIA UN “PERRO MUERTO”
Lee 2 Samuel 9:1 al 13. ¿De qué manera mostró David su benignidad aquí? ¿De qué modo, por este acto, reveló el carácter de Dios?
“Los informes propalados por los enemigos de David habían creado en Mefiboseth fuertes prejuicios contra él, y lo consideraba usurpador; pero la recepción generosa y cortés que le acordó el monarca, y sus bondades continuas ganaron el corazón del joven; se hizo muy amigo de David y, como su padre Jonatán, se convenció de que tenía el mismo interés que el rey escogido por Dios” (PP 771).
La benignidad de David hacia la casa de Saúl revela que él procuraba usar a Dios como el modelo de lo que él quería hacer en favor de la casa de Saúl. Reconoció que él, un pecador como todos nosotros, había recibido misericordia y benignidad no merecida de mano de Dios, y estaba por reflejar algo de esa amabilidad hacia otros.
Antes de compartir la benignidad de Dios con otros, ¿qué tenemos que reconocer? Ver Lucas 7:47. ¿Qué principio vital se encuentra aquí que puede desempeñar un rol importante para ayudarnos a comprender el tema de la benignidad hacia otros?
Piensa por unos momentos acerca de la bondad y la benignidad de Dios hacia ti. ¿La mereces? ¿Es algo que se te debe? ¿Son tus pensamientos, tus acciones, tus palabras tan abnegados, tan santos, tan amantes y acogedores que Dios está meramente haciéndote a ti lo que tú les has hecho a otros? Lo más probable es que la respuesta sea “no”. Y aquí está el punto vital. Cuando nos damos cuenta de lo que Dios nos ha perdonado, cuando percibimos que Dios nos ama a pesar de lo que somos y de lo que hemos hecho, entonces realmente podemos entender lo que significa ser benigno y amante hacia aquellos que no merecen nuestra benignidad o nuestro amor. Entonces, cuán importante es que, en todo tiempo, mantengamos ante nosotros la cruz y lo que significa para nosotros, individualmente.
¿Qué cosas te ha perdonado Dios a lo largo de los años? ¿De qué modo el darte cuenta de esto te ayuda a tratar con los que han hecho cosas que te hirieron?
Martes 2 de febrero: PALABRAS AMABLES (Efe. 4:32)
Efesios 4:32 comienza con las palabras: “Antes sed benignos unos con otros”. Considera cómo este versículo coincide perfectamente con lo que vimos ayer, acerca de tratar a otros como Dios nos ha tratado.
La benignidad debe marcar a los cristianos en todo tiempo. Pero hay por lo menos tres necesidades específicas que requieren tres clases específicas de estímulo.
Primero, hemos de mostrar benignidad hacia los infantes espirituales. “Antes fuimos tiernos entre vosotros, como la nodriza que cuida con ternura a sus propios hijos” (1 Tes. 2:7).
Segundo, hemos de mostrar benignidad y dar ánimo a los débiles. “Así que, los que somos fuertes debemos soportar las flaquezas de los débiles, y no agradarnos a nosotros mismos” (Rom. 15:1).
Tercero, hemos de servir como un enfermero para los que están espiritualmente enfermos (2 Tim. 2:24, 25).
Un hombre de negocios dijo una vez: “No puedo esperar a llegar a casa por la noche: quedo tan cansado de ser amable todo el día”. ¡Qué actitud triste hacia la vida humana!
La benignidad, especialmente en nuestros hogares, es esencial. Y una de las maneras más importantes en que podemos manifestar amabilidad es la forma en que nos hablamos unos a otros. La atmósfera del hogar mayormente está determinada por las palabras que decimos. Tantos problemas, tantas heridas, tantas tensiones y tantas peleas podrían evitarse si fuéramos cuidadosos no solamente con lo que decimos, sino con cómo lo decimos. A menudo uno podría decir algo y no herir ni ofender, o uno puede decir las mismas palabras a la misma persona, y herirla y ofenderla grandemente. La clave es cómo hablamos. El lenguaje humano es más que solo el significado de las palabras mismas; el tono, la expresión facial, el lenguaje del cuerpo, el énfasis son partes de lo que trasmitimos a otros acerca de nuestros pensamientos, emociones e ideas.
Lee Proverbios 15:1 al 5 y Proverbios 25:11 al 15. ¿Qué principios importantes acerca de lo que dices y cómo lo dices se revelan en estos textos? Al leerlos, pregúntate acerca de cómo usas las palabras cuando hablas a otros. ¿De qué maneras podrías ser más amable en tu comunicación verbal con otros?
Miércoles 3 de febrero: LA BENIGNIDAD DEVUELTA (Luc. 6:38)
“Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir” (Luc. 6:38). ¿Qué está diciendo Jesús aquí? ¿Acerca de qué principio de vida está hablando?
Muy a menudo la forma en que tratamos a otros vuelve sobre nosotros. Es decir, si somos benignos, es mucho más probable que otros sean benignos con nosotros. También funciona de la otra manera: si somos malos, otros también serán malos con nosotros.
Por supuesto, no siempre sucede de este modo. (Mira a Jesús y considera cómo lo trataron.) Pero sea que ocurra o no, en un sentido, realmente no importa. Como cristianos, siempre debemos ser benignos, aun si esa amabilidad no nos es devuelta. De hecho, como hemos leído, ser benigno con los que no lo son con nosotros es una característica de un verdadero seguidor de Jesús. Sin embargo, en general, la manera en que tratamos a otros impactará sobre cómo somos tratados nosotros. “Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas” (Mat. 7:12).
Lee Lucas 6:35. ¿De qué manera concuerda esto con lo que hemos estado hablando esta semana?
Siempre es fácil ser benigno con alguien que podría darte algún beneficio más adelante. Cualquiera hará eso. Sin embargo, es más difícil ser amable, especialmente cuando tiene un costo, con los que nunca podrán hacer nada por ti a cambio. Esa es la verdadera prueba.
Examínate. ¿Es tu benignidad motivada por el amor abnegado y dispuesto al sacrificio personal, o es motivada, aun levemente, por el deseo de buscar ser el número uno? Si es esto último, ¿cómo puedes cambiar?
Jueves 4 de febrero: VESTÍOS DE BENIGNIDAD (Col. 3:12-14)
Lee Colosenses 3:12 al 14 y luego reescríbelo con tus propias palabras. ¿De qué manera revelan estos versículos la esencia de lo que significa ser un seguidor de Cristo (nota el uso de las palabras perfecto o perfección)? Además, piensa acerca de cuán poderoso podría ser nuestro testimonio al mundo si pusiéramos en práctica estos versículos.
Alexander Maclaren, destacado clérigo londinense de fines del siglo XIX, escribió: “La amabilidad es la fuerza más poderosa del mundo. Toma todos los martillos a vapor que alguna vez se forjaron y pelea contra un témpano de hielo; y excepto por la poca cantidad de calor que se desarrolla por los golpes, que derrite una porción pequeña, seguirá siendo hielo, aunque pueda estar pulverizado en vez de sólido. Pero permite que se mueva suavemente hacia el trópico, donde los rayos del sol eliminarán la frialdad mortal, y se disipará en el océano cálido. La amabilidad conquista”.
Como adventistas, tenemos una evidencia bíblica muy sólida para respaldar nuestra posición. (Si no la tuviéramos, entonces, ¿qué estaríamos haciendo aquí?) Y eso es importante, por supuesto. Pero necesitamos más que una enseñanza correcta, ¿verdad?
“Si quisiéramos humillarnos ante Dios, ser amables, corteses y compasivos, se producirían cien conversiones a la verdad allí donde se produce una ahora” (MB 91).
Cuando enseñamos las doctrinas de la iglesia, incluimos el sábado, el estado de los muertos, el origen del pecado, y otras enseñanzas distintivas. Pero, ¿somos tan cuidadosos en enfatizar la importancia de la benignidad y de los otros aspectos del fruto del Espíritu, junto con el Sermón del Monte y 1 Corintios 13? Saber que el sábado es el día de reposo, o que los muertos duermen hasta la resurrección, o que la justicia de Cristo nos cubre ahora y en el juicio final está muy bien y es importante. Pero tener el conocimiento solamente no es lo mismo que conocer la verdad como es en Jesús (Juan 14:6), porque la verdad nos hace libres (Juan 8:32); es decir, la verdad nos cambia y nos hace más semejantes a Cristo. ¿Podría alguien preguntar si realmente tenemos la verdad, si la Verdad, Jesús, no nos tiene a nosotros?
Viernes 5 de febrero
PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:
“De todo hogar cristiano debería irradiar una santa luz. El amor debe expresarse en hechos, [...] y revelarse en una amabilidad atenta, en una suave y desinteresada cortesía. Hay hogares donde se pone en práctica este principio, hogares donde se adora a Dios, y donde reina el amor verdadero. De estos hogares, de mañana y de noche, la oración asciende hacia Dios como un dulce incienso, y las misericordias y las bendiciones de Dios descienden sobre los suplicantes como el rocío de la mañana” (HAd 31, la cursiva fue añadida).
“Son muchos los que consideran la manifestación del amor como una debilidad, y permanecen en tal retraimiento que repelen a los demás. Este espíritu paraliza las corrientes de simpatía. Al ser reprimidos, los impulsos de sociabilidad y generosidad se marchitan, y el corazón se vuelve desolado y frío. Debemos guardarnos de este error. El amor no puede durar mucho si no se le da expresión. No permitáis que el corazón de quienes os acompañen se agoste por falta de bondad y simpatía de parte vuestra” (HAd 92; la cursiva fue añadida).
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
1. Como clase, repasen la pregunta final de la sección del jueves: “¿tenemos realmente la verdad, si la Verdad, Jesús, no nos tiene a nosotros?” ¿Cuáles son las implicaciones de la respuesta que dieron ustedes?
2. “El amor no puede durar mucho si no se le da expresión”. ¿Qué significa esto, y por qué representa un principio que es muy importante para nosotros como iglesia?
3. Repasa los textos de esta semana que hablan acerca de que debemos ser “perfectos”. ¿Cómo deberíamos entender lo que significa esta idea? ¿Cuáles son los problemas y los malos entendidos con los que, como iglesia, hemos luchado en el uso y el significado de este término?
4. Repasa en tu propia experiencia cómo las actitudes de otros adventistas te han afectado a ti y a tu fe. Es decir, ¿fue la gente benigna contigo y, si fue así, de qué modo esa amabilidad te impactó? Por otro lado, ¿fue la gente poco amable contigo y, si fue así, de qué modo eso te impactó? Comparte tus historias con los demás en tu clase. ¿Qué puedes obtener de estas experiencias que puede ayudar a la clase a comprender mejor cuán importante es la benignidad en nuestra vida diaria y en nuestro testimonio?
"Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo."
ResponderEliminarEf 4:32
Hola amigos y "benignas intenciones ésta semana"
¿Qué es la benignidad? Es un sinónimo de bondad, según el DRAL pero el original contiene algunos datos interesantes.
χρηστός (Griego)
ענוה (Hebreo)
5.22 benignidad, chrestotes; Strong #5544: Benevolencia en la acción, dulzura de disposición, gentileza en el trato con otros, afabilidad. La palabra describe la habilidad de actuar para el bienestar de quienes abusan de su paciencia. El Espíritu Santo borra la agresividad de carácter de quien está bajo su control.
¿Que os parece? Genial verdad.. Vamos todo lo contrario a lo que hago yo, algunas veces...
Lo que pasa es cuando vivo cerca de Jesús, admirándole y escuchándole resulta que sí experimento esa "dulzura" en mi vida.
Pero el mérito es de Él, nunca es mío, por má que intente ser bueno con los demás no lo conseguiré.
El Salmo 51 se escribió cuando David clamaba a Dios pidiendo misericordia después de cometer adulterio, seguido de asesinato para esconder su pecado sexual (2 S 11.1–12.23). Esta historia muestra claramente el amor de Dios al enviar a Natán, el profeta, a enfrentar y restaurar a David para volverlo a una recta relación con Él. Al mismo tiempo, se recalca la justicia de Dios, por cuanto se rehúsa a permitir que su siervo David siga viviendo sin confesar su pecado.
En todo este Salmo hay verdades acerca de la naturaleza y el carácter de Dios que rara vez son comprendidas con claridad por los que no tienen una relación personal e íntima con Él. La misericordia, la benignidad, la justicia y los anhelos verdaderos de Dios son algunos de estos atributos.
La benignidad es un atributo divino NO HUMANO, es adaptado a la esencia de nuestra raza y entendido con enormes limitaciones, pero la verdadera benignidad, es un atributo divino que su creador está dispuesto a compartir con nosotros..
Feliz semana, amigos
Portaos mal si queréis pero no dejéis de "hablar" con Él cada día y a solas...
Un besote
Hola amigos,
ResponderEliminarMaravilloso tema de nuevo para estudiar y hacernos recapacitar.Fruto del Espiritu que refleja una vez más el caracter de nuestro gran Dios.Quisiera hacer la siguiente aportación:
La Biblia nos cuenta de un exitoso transplante de corazón en Ezequiel 36:26-27: "Les daré un nuevo corazón, y les infundiré un espíritu nuevo; les quitaré ese corazón de piedra que ahora tienen, y les pondré un corazón de carne. Infundiré mi Espíritu en ustedes, y haré que sigan mis preceptos y obedezcan mis leyes"
Nosotros como hombres caídos tenemos una predisposición de ser poco amables Desgraciadamente, aun nuestra experiencia de salvación no nos quita esta tentación. Los cristianos pueden ser muy crueles. Y probablemente, sin querer, todos somos crueles a veces. Pero la Palabra de Dios nos enseña que para agradecer a Dios tenemos que cultivar la virtud de amabilidad. Una disposición amable es posible precisamente porque el Espíritu Santo nos ha dado un corazón nuevo como Ezequiel nos describió.
Ahora acordemonós de Moisés que intentó ministrar prematuramente y en su propia fuerza. Se enojó y mató a un Egipcio. Solamente después de muchos años como pastor de ovejas, seguido por un encuentro impactante con Dios vivo en una zarza ardiente, Moisés llegó a ser el hombre más manso y un líder poderoso del pueblo de Dios. Nosotros también podemos llegar a ser personas fundamentales diferentes cuando recibamos un cambio de corazón que nos habilita a ser amable a otros.
No podemos levantarnos por la mañana y decir, " Hoy, voy a ser amable." Aun las mejores intenciones fracasan cuando dependemos de nuestras propias fuerzas. Pablo dijo que la amabilidad era un fruto del Espíritu porque no puede crecer efectivamente sin el continuo trabajo del Espíritu en nuestras vidas.
La amabilidad es uno de los productos del Espíritu trabajando en nuestras relaciones.El contexto más amplio muestra que la plenitud espiritual resulta de un comportamiento cambiado. Efesios nos aconseja :
"Sométanse unos a otros" (5:21); "Esposos, amen a sus esposas" (5:25); "Hijos, obedezcan en el Señor a sus padres" (6:1); "padres, no hagan enojar a sus hijos" (6:4); "Esclavos, obedezcan a sus amos terrenales" (6:5).
Jesús estaba diciendo casi lo mismo en Juan 15:5: "Yo soy la vid y ustedes son las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto; separados de mí no pueden ustedes hacer nada."
Yo pienso que permaneciendo en Cristo vives en el Espiritu porque los dos son uno.Pienso que permaneciendo en Cristo por medio del Espíritu nos da la fuerza para vivir en obediencia a todos sus mandamientos y al vivir en obediencia, llenos del Espíritu, los mandamientos serán la guía en nuestro camino y seguirán resonando y resonando en nuestras vidas
La amabilidad produce muchos resultados
La Biblia muestra que la amabilidad, costosa para nosotros, produce resultados positivos: "El que es bondadoso se beneficia a sí mismo" (Proverbios 11:17).
La amabilidad también ensuavece el corazón duro y enojado de los hombres. "La respuesta amable calma el enojo" (Proverbios 15:1).
Nuestro ejemplo también guiará a otros a ser amables. Pedro Ainslie, en su libro, Cultivating the Fruit of the Spirit dice, "Ninguna influencia es tan poderosa en la sociedad humana como la practica de la amabilidad," .
Le pido a Dios que me ayude a perdonar y que me deje guiar y aconsejar por las sabias palabras que Dios nos transmitió como las siguientes :
"Abandonen toda amargura, ira... enojo, gritos... calumnias... malicia. Sean bondadosos... compasivos... perdónense" (Efesios 4:31,32). "Vístanse de afecto entrañable... de bondad, humildad, amabilidad... paciencia... que se toleren unos a otros... Así como el Señor los perdonó, perdonen también ustedes" (Colosenses 3:12,13).
Un gran abrazo a todos y feliz semana,
Yolanda
Yolanda! me encanta la aplicacion que haces a "un exitoso trasplante de corazon", nunca lo habia pensado asi y me ha encantado esa vision. Y esque entre la trasfusion de sangre que nos dio en la cruz y ese maravilloso trasplante de corazon, si lo dejaramos aplicar a nuestra vida, el Gran Medico obraria grandes milagros en nuestro caracter.
ResponderEliminarLa verdad es que es muy dificil ser benignos cuando hay personas que nos abren heridas con un puñal y constantemente ponen sal en nuestra herida, sin arrepentirse y sin retroceder en esa accion, es mas, cuando continuan con ella sin darnos un respiro. Es realmente muy dificil, muchos de nosotros seguro que nos hemos sentido en esa situacion extrema en algun momento de nuestra vida.
Yo me he encontrado, y os puedo confesar que en los momentos que me he sentido mas cercana a Dios buscandole cada dia en mis conversaciones con El, he conseguido disminuir de modo considerable mis ganas de venganza y mi rencor. Pero en cuanto esa constancia de mi relacion con mi Creader disminuye pues vuelvo a sentir mis sentimientos mas primarios hacia esa persona.
Y llego a la conclusion que cerca de El TODO es posible. Todo depende de hacia donde dirijamos nuestros pasos, si a buscarlo en conversacion diaria con El, o en aumentar nuestros silencios un dia tras otro...
Maria
Hola ,
ResponderEliminarMe alegro de que mi visión te haya llamado la atención.Estoy totalmente de acuerdo contigo que es muy difícil ser benignos.Creo que todos hemos vivido situaciones muy duras en las que cuando nuestras heridas sangran, nos encontramos con personas,incluso que amamos profundamente, que no solo no nos aplican ungüento para aliviar nuestro dolor, sino que nos echan sal y vinagre.
Gracias a nuestro Gran Dios, al Gran Médico , como tu muy bien le llamas,sea cual sea la situación, nuestro corazón permanecerá en paz porque Él estará a nuestro lado y sabemos que cuidará de nosotros, nos ayudará a subsistir y curar todas las heridas por muy sangrantes que sean.
¡¡¡Es una grande bendición estar en la presencia de Dios!!!
Cuando caminamos seguros en Su mano ,podemos estar tranquilos de que nada acontecerá sin Su permiso.
Para que ese corazón recién transplantado siga funcionando debemos rendirnos y colocar nuestras vidas en sus manos.Solo así estaremos bajo sus cuidados y su protección. Nuestra vida siempre experimentará momentos de refrigerio si esta bajo sus brazos de Amor. Las tristezas serán desterradas, las incertidumbres no hallarán espacio para acomodarse, la depresión se fugará aprisa, el miedo de la muerte dará lugar al goce por la vida abundante y eterna.
La Vida bajo atenciones y protección de Dios es certeza de mucha felicidad.
Todos los días en mis oraciones le pido a Dios que coloque Sus ángeles alrededor de mi casa para que toda mi familia permanezca bajo sus brazos de Amor y Protección .También le pido que Sus Angeles estén cerca de todo el mundo que tenga el privilegio de haberlo aceptado en sus vidas y de los que en su libertad han decidido no hacerlo.
Un gran abrazo,
Yolanda
Cuando cualquier cualquier aspecto de la vida cristiana se mete en la saca del "debo...", quizá DEBAMOS (ésta vez sí...) revisar nuestras convicciones.
ResponderEliminarRescato una pregunta del autor de la lección, y la someto a vuestra consideración:
"¿Qué cambios dolorosos y profundos debes hacer si has de seguir las palabras de Cristo en estos versículos?"
Los versículos aludidos hacen referencia a la perfección propuesta por Jesús a sus discípulos. ¿Podemos ser perfectos? Pues depende. Depende de lo que consideremos "perfección". Recuerdo, de mis tiempos de teólogo (aunque yo nunca lo fui de verdad. A mí me llamaban, más bien, "teóloco"...) una reflexión de mi maestro del alma, en la que apostaba por una interpretación del tiempo verbal empleado por Jesús. En el griego del NT, la frase dice así: "Seréis perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto...". La cosa cambia bastante. La perfección siempre es algo que se coloca en el futuro,, sea lo que sea que signifique eso de "ser perfecto" (lo que no puede significar, de eso no tengo dudas, es aquello de "hacer algo de forma inmejorable"). Y, además, en la Biblia el ser humano suele ser "objeto" de la perfección, y nunca "sujeto". Es algo que viene de afuera y que, como el propio vocablo indica, nos convierte en seres terminados. Efectivamente, habrá un momento en el que Alguien nos "acabará", nos "terminará". Estamos en continua construcción, vivimos permanentemente "en reformas", nuestra vida está "en obras", como lo está una casa que se está reformando porque se caen hasta las paredes. Y el Espíritu de la Creatividad otorga sus frutos para ir sustituyendo las tuberías cegadas, alicatando las paredes de las que se nos caen hasta las baldosas, y preparando nuestras instalaciones para que pueda discurrir la verdadera potencia eléctrica que nos hace falta para dar luz. Todo eso ocurrirá del todo, pero no aquí. Cuando el Gran Constructor haga con nosotros el milagro último de la restauración final, estaremos realmente terminados, perfeccionados. Mientras tanto, seguimos "en obras"...
Gracias amigos...
ResponderEliminarYolanda, buena reflexión pero toma un pequeño apunte.. ser benignos no es deficil, es un resultado, no una causa. Es una consecuencia no un esfuerzo.
Máxime en el tipo de benignidad de la que hablamos aquí, un abenignidad que sobrepasa todo entendimiento....
María, precioso el concepto TODO es posible.
Yo siempre he dicho que no existe lo de ser
buenos o malos, son conceptos que la sociedad define. ¿Qué es ser bueno? Nadie lo es, y lo mismo ocurre con ser malo. ¿seré malo si consiguiera con ello ser bueno?
No es posible ser otra cosa que lo que somos, y somos pecado, no cometemos pecados (plural) sino que lo somos (singular)
Un niño lo es, es "malo" jajaj simplemente hemos nacido en unas condiciones de separación absoluta y desde ese momento la historia de la redención de tu alma comenzará, tratando Dios de convencerte y convertirte para que le dejes entrar y cambiar tu naturaleza, en ese camino uno puede ser muy bueno o muy malo, es indiferente, sus obras pueden ser obras de maldad y nadie saberlo.
Por eso es más sencillo dejarse llevar por la lógica y por el amor. "Estad QUIETOS y conoced que yo soy Dios" (Me dan tanto miedo los cristianos que hablan de portarse bien...)
Un beso..
Hola a todos,
ResponderEliminarRecojo tu apunte Diego, pero creo que la dificultad de la que yo hablaba no ha sido bien entendida .Al igual que tu pienso que no es una causa ni un esfuerzo sino el resultado y la consecuencia que se producen al estar cerca de Dios y poner nuestra vida en sus manos.Yo hablaba de esa dificultad, porque realmente creo que en muchos momentos de nuestras vidas en las que Dios siempre está a nuestro lado nosotros no lo estamos.
Porque muchas veces creemos estar cerca de Dios si asistimos a la Iglesia regularmente, oramos a diario ,leemos las Escrituras...pero estar cerca de Dios es más que eso.
Es mostrar nuestra fe y amor al prójimo día a día. Estar cerca de Dios es obrar con misericordia evitando la murmuración, el chisme que arruinan la reputación de cualquiera de nuestros hermanos.
Estar cerca de Dios es compartir lo que tenemos con los que más lo necesitan.
Dar lo que nos sobra, no significa generosidad.
Estar cerca de Dios es reconocer
nuestras faltas, enmendarlas, arrepentirse de nuestros pecados e intentar reparar cualquier daño.
Estar cerca de Dios no es escondernos
o guardar silencio cuando se cometen injusticias
contra algún hermano.
Estar cerca de Dios es buscar la paz
y rechazar cualquier obra o palabra que desate la discordia.
Estar cerca de Dios, es orar...
Dios no nos pedirá cuenta por el número de oraciones
o por las visitas a las iglesias.
Nos preguntará por el número de hermanos a quien
demostramos con obras que Dios vive.
Nos preguntará por el silencio que guardamos
escuchando habladurías.
Nos preguntará el porqué de nuestra indiferencia
cuando nos apartamos y dejamos que
que se haga daño a otros.
Estar cerca de Dios es tener misericordia
para entender las faltas de otros, sin volvernos jueces.
Estar cerca de Dios es ayudar a aquellos que tienen
hambre, carecen de techo o medicinas para vivir.
Estar cerca de Dios...
Es ver a Dios en cada uno de nuestros hermanos.
Con los ojos de la fe y de la caridad.
Estar cerca de Dios es vivir la misericordia y el amor al prójimo.
Un abrazo,
Yolanda
Me ENCANTA cuando en el domingo se nos recuerda que "TODOS estamos en el MISMO bote".
ResponderEliminarNO creéis que teniendo esto presente tendríamos más benevolencia en la acción, dulzura de disposición, gentileza en el trato con otros, afabilidad...como nos dice Diego que indica el original?
Y no porque piense que YO puedo actuar así, sino porque mi cercanía a EL...me endulza, me enternece, me ablanda, me transforma y me hace ser más amable, amante, sensible, compasivo...
Estar hoy y siempre con El, junto a EL, muy muy cerquita de EL, es lo único a lo que debemos atender cada día, cada mañana, cada instante.
Bskos ;) Beg
Me gusta mucho la siguiente frase del autor de la lección:
ResponderEliminar"La benignidad se revela de muchas maneras. Y, como su primo cercano el “amor”, tiene un poder increíble; la benignidad es un testimonio en sí misma y por sí misma de cómo es Dios".
Es difícil dar lo que no se ha recibido. Los seres humanos no somos capaces de crear. Sólo transformamos lo que recibimos, percibimos o descubrimos.
Si percibimos a Dios como un ser que nos juzga, agazapado o escondido detrás de cada esquina, escrutando nuestras acciones para llevar la contabilidad de lo que hacemos bien o mal, es normal que en nuestras comunidades nos dediquemos a hacer lo mismo. No cabe la benignidad.
Pero si entendemos a Dios como nuestro Padre, que tiene fe y confianza inextinguibles en nosotros, un ser que por más que nos equivoquemos sigue creyendo en nosotros, percibe el fondo mismo de nuestras intenciones, nos anima a hacerlo cada vez mejor, a base de una misteriosa "ósmosis" por la que va filtrando en nuestro corazón el hambre de ser felices de verdad, la cosa cambia.
Y, entonces, su benigna mirada hacia nosotros permite que veamos a los demás de forma más amable. Su infinita paciencia con nosotros nos mueve a ser pacientes con los demás. El gozo que respiramos en su compañía nos muestra cómo contribuir al gozo de los demás. La paz que sienten nuestros corazones a su lado nos empuja a hacer las paces con los que nos rodean.
Y todo, de forma creativa. Porque, entonces, somos una nueva creación. No necesitamos imitar, no tenemos que vigilar nuestros gestos para ver cuánto se parecen a los de Dios. Nuestra cercanía a Él nos permite ser extensiones suyas. Cuando nos cuesta esfuerzo ser benignos, pacientes, o pacificadores, no deberíamos centrarnos en eso, que no es más que un síntoma de lo que nos pasa. La cura a nuestra enfermedad no está en esforzarnos para hacerlo mejor, sino en pasar más rato en su compañía, para que la ósmosis se haga efectiva.
El diamante es incapaz de pulirse a sí mismo. Necesita de las manos, sabias y cuidadosas, de un buen joyero...
Gracias amig@s por los comentarios, están muy currados.
ResponderEliminarLa semana que llevamos es exquisita.
Como apuntaba Beg, el domingo caímos en la cuenta de que estamos en el mismo bote; se nos proponía así el "modelo de benignidad" pues no merecíamos la bondad de Dios.
El lunes, se nos da un ejemplo claro. Ostras, es alucinante. Un lisiado, olvidado, aunque un día tuvo una ascendencia honorable, ahora ha caído en el descrédito y el olvido. Pero... es llamado a la presencia del rey, y le dice, te voy a restaurar esto y lo otro, y el lisiado y olvidado le contesta: "pero si yo soy un perro muerto y además te tenía manía porque me habían hablado mal de tí". El rey como quien oye llover, le dice además que comerá a su mesa. Jolín, eso ya es demasiado, todos los días, ¡alucinante del todo! Por amor al pacto que hizo con su padre. El símil está servido.
A partir de ahí se nos invita a ser benignos, a ser amables; se nos dice incluso que tendremos premio, porque la bondad vendrá de vuelta hacia nosotros.
Y hoy se nos enseña que "la amabilidad conquista". Que produce conversiones en otros, transformados por instrumentos de amor vestidos de benignidad. Nos recuerda lo pesados que somos a veces con lo del sábado, lo del estado de los muertos, el juicio, etc., etc.
Tanto mejunge doctrinal asfixia "la justicia, la misericordia y la fe" de la que habló nuestro Salvador, cuyo reproche fue que "habéis olvidado esto otro".
Excusadme este comentario tan ajustado a la lección, pero para mí, la conducción del tema ha sido muy buena.
Ojalá la aprovechemos todos como pueblo.
Un abrazo.
Me gustaría incidir en la benignidad en el hogar. Para mí es el "taller" más duro y difícil. Supuestamente debería ser el más fácil, pero es el lugar de mayor intimidad para cada uno de nosotros y se nos conoce bien. Por un lado dicen que la confianza da asco, porque cuando hay mucha confianza se dicen cosas que no podrías comentar a todos, pero por otro lado la persona que te ama es aquella a la que puedes decirle lo que piensas porque te sigue queriendo a pesar de eso.
ResponderEliminarDicho lo cual y a pesar de lo dicho, parezco Cantinflas, sería hermoso que para con los de casa tuviéramos la mayor exquisitez, la mayor educación, el mejor tacto, la más afinada delicadez para comunicarnos, para tratarnos, para ayudarnos y hablar de cualquier tema. El drama del cristiano, muchas veces, es que el lugar donde más brutos, soeces, rudos, ásperos, agresivos, antipáticos, fríos, exigentes e intolerantes somos es en el hogar.
Mal, mal, mal.La benignidad vivida en casa es maravillosa y produce hogares unidos y placenteros. Si no somos capaces de vivrlo de puertas para adentro, no podremos engañar por mucho tiempo a nuestro entorno.
Los frutos del Espíritu son contemplados, disfrutados, comprobados y afirmados en casa, con los que nos conocen bien. Así van las cosas.
Nos preguntamos por qué hay tanta violencia en el trabajo, en el vecindario, en la propia iglesia..., tiene fácil respuesta, hay violencia en casa. Se manifiesta de múltiples maneras, la falta de benignidad es una y muy llamativa.
¿Qué os parece?
Me parece que como acostumbras es absolutamente cierto y estoy contigo.
ResponderEliminarCreamos una burbujita el viernes y sabado en la Iglesia sonde paracemos completos desconmocidos, más bien disfrazados o con la idea de la "obligatoriedad" de llevarme con todos y de ser bueno con todos... El resto de la semana y en el privado, todo es muyyyy diferenteeee
El principio de la gestación de la bondad como fruto del ES se realiza en nuestro corazón para que opere y se manifieste dentro de lo posible de igual forma en un sitio que en otro, en la semana de trabajo como en el finde de descanso.
La idea de la burbuja de cristal donde se cree que es mejor la sonrisa finjida que el intento de solucionar la herida abierta no nos ha hecho nada bien.
Como grupo pequeño, que somos y en el nivel de crecimiento que estamos (muy bajo me parece a mi) deberíamos replantearnos algunas cositas...
Nuestro hogar debe ser fuerte y verdadero y difícilmente podremos vivir una benignidad verdadera si no la recibimos y desarrollamos en nuestras casas..
Feliz sabath, ya sabéis, sed malos, muy malos, pero no olvidéis a vuestro Creador ni un instante...
Chao
¡Ja, ja, ja! Como dice un buen amigo y colega: "Portáos mal, pero con estilo".
ResponderEliminarConectamos Diego, conectamos. Estas lecciones están siendo de un pragmatismo necesario. Religión es vivencia, espiritualidad es una mente limpiándose cada día en Dios, un corazón en progreso continuo hacia el modelo único y el único modelo: Jesús.
Shalom a todos.
Por mi trabajo, realizo múltiples visitas a casas particulares. Jamás pretendo hablar del espíritu con mis clientes, porque no me gusta eso del "... a tiempo y a destiempo...". Pero muchas veces acabamos haciéndolo. ¿Por qué? Porque en muchas ocasiones me abren ellos mismos la puerta de esta conversación al decirme: ¡Qué buena gente son sus operarios! ¡Tienen algo diferente!
ResponderEliminarA buen entendedor...
Después de demasiado tiempo os saludo. Creo que la benignidad es el do que mas falta nos hace en las congregaciones. Si solo tuvieramos mas ejemplos vivos de dicho don el impacto en la sociedad se notaría claramente.
ResponderEliminarWilliam Davis
Me quedo con la reflexión de la benignidad en el hogar. Si no aparece el resultado de nuestra confianza con Jesús de una forma manifiesta, espontánea, auténtica y sincera en nuestro hogar ¿de qué estamos hablando? Nos iría muy bien si entendiéramos esta medida, como dice nuestro amigo del club de los poetas muertos, el taller y el espejo que supone nuestro hogar cómo desarrollo y valoración de cómo viene el fruto, si es que lo hay.
ResponderEliminarRubén Calvo
Feliz Sábado a todos
Algo que la escuela sabática menciona en el jueves bajo el título "vestíos de benignidad", entiendo que es por la lección que nos lleva a reflexionar sobre este hecho, ahora bien: ¿cómo podemos vestirnos de benignidad? la lección nos habla del contrapunto de las doctrinas ( que en definitiva para nosotros son creencias fundamentales ) con el concepto de bondad pero no nos explica como vestirnos. Curiosamente si leemos los versículos 1-3 de ese capítulo, nos muestra el como podemos vestirnos, es fantástico que nuestro Dios no solo nos muestre la vestimenta sino también el como incorporarla en nuestro cuerpo. Que Dios nos ayude a vivir conforme a lo que nos enseña en su Palabra de lo que hay y de como se vive en el cielo, para que de esta forma seamos vestidos por el Espíritu Santo.
ResponderEliminarFeliz sábado
De nuevo debo intervenir....
ResponderEliminarLas doctrinas no son ninguna vestimenta, y ésta vida es de momento terrenal no celestial.
La bondad de la que se establecen algunas pinceladas en la lección es algo de lo que carece el ser humano. Incluso el cristiano que se crea "vestido de bondad" nada más y nada menos que a través de las doctrinas. ¿Cuales? ¿Las 28 de ahora, las 27 de entonces? No mi querido, no funciona así..
La bondad se recibe no se fabrica y la VESTIMENTA como la obediencia es gratuita, no depende del esfuerzo humano.
Es importante que aprendamos a difrenciar los conceptos y olvidemos la idea de vivir aqui como se vive (supuestamente) en el cielo, algo imposible de concebir.
¿Recuerdan aquellos religiosos que estaban ciegos por ser buenos? En inglés es Blind by goodnes (Cegados por la bondad) Ojala no nos pasé eso a nosotros. La doctrina porque sólo hay una es el amor de Dios por la raza humana.
Todo lo demás depende de ésto y si aprendemos a recibir ese amor (cosas que algunos aún no han hecho) entonces entenderemos las demás doctrinas o enseñanzas, que no serán 28 sino 2800000000000000000000...
Un abrazo a todossssss
Feliz sabath
¿la vestimenta no es blanca?
ResponderEliminarMis última reflexión de esta lección...
ResponderEliminar"Ejemplo os he dado para que como yo he hecho vosotros también hagáis"
"Si me amáis guardad mis mandamientos"
"En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos. Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor. Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido."
¿Se puede vivir aquí con las miras en las cosas del cielo y practicándolas?, Sí, con ayuda del Espíritu Santo que nos va capacitando para ir mejorando nuestra relación con Dios quién nos amó antes de la fundación del mundo. Solo tenemos que comenzar a dar pasos de bebe para que cuando Nuestro Señor Jesús regrese, corramos a su encuentro.
Que Dios nos bendiga.