domingo, 18 de julio de 2010

Lección 4 Para el 24 de julio de 2010: Justificados por la fe


Sábado 17 de julio

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Romanos 3:19-28.

PARA MEMORIZAR:
“Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley” (Rom. 3:28).

LLEGAMOS AHORA al tema básico de Romanos: la justificación por la fe. El transgresor llega ante el juez y es condenado a muerte por sus transgresiones. Pero un sustituto toma los crímenes de él sobre sí, dejándolo sin culpa y –por aceptar al sustituto– el juez no solo lo libera, sino lo considera como inocente del crimen que lo llevó a la corte. Es que el sustituto –que tiene un registro perfecto– ofrece al criminal perdonado su propia observancia perfecta de la ley. Así, el culpable queda como si nunca hubiera transgredido la ley.

Nadie dice que la persona era inocente. Al contrario, es claramente culpable. La buena noticia es que, a pesar de su culpa, es perdonada.

Cada uno de nosotros es el criminal. Jesús, el sustituto, tiene un registro perfecto y toma nuestro lugar en la corte; le aceptan su justicia en lugar de nuestra injusticia. Por eso somos justificados ante Dios; no por nuestras obras, sino por causa de Jesús, cuya justicia llega a ser nuestra al aceptarla “por fe”. De aquí el término “justificación por fe”. No importa el pasado: cuando aceptamos a Jesús, estamos delante de Dios en la justicia de él, la única que puede salvarnos.

¡Esas sí que son buenas noticias! No pueden ser mejores.

Domingo 18 de julio: LAS OBRAS DE LA LEY


Lee Romanos 3:19 y 20. ¿Qué está diciendo Pablo aquí acerca de la ley, lo que hace, y lo que no hace o no puede hacer? ¿Por qué es tan importante que comprendamos este punto?

Pablo está usando el término ley en su sentido amplio, como lo entendían los judíos de su tiempo. Con el término torah (la palabra hebrea para “ley”), un judío aun hoy piensa específicamente en las instrucciones que Dios dio en los primeros cinco libros de Moisés, pero también, en forma más general, en todo el Antiguo Testamento. La ley moral, la amplificación de ésta en los estatutos y juicios, así como los preceptos ceremoniales, era una parte de esta instrucción. Por causa de esto, podemos pensar aquí que la ley era todo el sistema judaico.

Estar bajo la ley significa estar bajo su jurisdicción. La ley revela las faltas de una persona y su culpa ante Dios. Sin embargo, la ley no puede eliminar dicha culpa; lo que puede hacer es conducir al pecador a buscar un remedio para ella.

Al aplicar el libro de Romanos a nuestros días, pensamos en la ley específicamente en términos de la ley moral. Esta ley no puede salvarnos más de lo que podía salvar el sistema del judaísmo a los judíos. Salvar a un pecador no es la función de la ley moral. Su función es revelar el carácter de Dios y mostrar a la gente dónde falla en reflejar ese carácter.

Cualquiera que fuera la ley –moral, ceremonial, civil o todas combinadas–, el guardar alguna de ellas o todas no hacía que un hombre fuera justo a la vista de Dios. De hecho, la ley nunca tuvo la intención de hacer eso. Por el contrario, la ley señala nuestras fallas y nos conduce a Cristo.

La ley no puede salvarnos, así como los síntomas de una enfermedad no pueden curarla. Los síntomas no curan: señalan la necesidad de una cura. Así funciona la ley.


¿Cuánto éxito has tenido en tus esfuerzos por guardar la ley? ¿Qué debe decirte esa respuesta acerca de la inutilidad de tratar de ser salvo por guardar la ley?

Lunes 19 de julio: FE Y JUSTICIA

“Ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas” (Rom. 3:21). ¿Cómo debemos entender lo que significa este texto?

Esa nueva justicia contrasta con la justicia de la ley, que era la justicia con la cual los judíos estaban familiarizados. La nueva justicia es llamada “la justicia de Dios”; es decir, una justicia que viene de Dios, una justicia que Dios provee y la única que él acepta como la verdadera justicia.

Esta es, por supuesto, la justicia que Jesús produjo en su vida mientras estuvo en carne humana, una justicia que él ofrece a todos los que la acepten por fe, que la reclamen como de ellos, no porque la merezcan, sino porque la necesitan.


“La justicia es la obediencia a la ley. La ley demanda justicia y, ante la ley, el pecador debe ser justo. Pero es incapaz de serlo. La única forma en que puede obtener la justicia es mediante la fe. Por fe puede presentar a Dios los méritos de Cristo, y el Señor coloca la obediencia de su Hijo en la cuenta del pecador. La justicia de Cristo es aceptada en lugar del fracaso del hombre, y Dios recibe, perdona y justifica al alma creyente y arrepentida, la trata como si fuera justa, y la ama como ama a su Hijo” (MS 1:430). ¿De qué modo puedes aprender a aceptar esta maravillosa verdad para ti mismo? (Ver también Rom. 3:22.)

Aquí se habla de la fe en Jesucristo. Al actuar en la vida cristiana, la fe es mucho más que un asentimiento intelectual; es más que solo un reconocimiento de ciertos hechos acerca de la vida de Cristo y de su muerte.

En cambio, la verdadera fe en Jesucristo es aceptarlo como Salvador, Sustituto, Garante, y Señor. Es elegir su forma de vida. Es confiar en él y procurar, por fe, vivir de acuerdo con sus mandamientos.

Martes 20 de julio: GRACIA Y JUSTIFICACIÓN

Recordando lo que hemos estudiado acerca de la ley y lo que la ley no puede hacer, lee Romanos 3:24. ¿Qué dice Pablo aquí? ¿Qué significa que la redención es en Jesús?

¿Qué es “justificar”? La palabra griega dikaióo, traducida como “justificar”, puede significar “hacer justo”, “declarar justo”, o “considerar justo”. La palabra es derivada de dikaiosúne, “justicia”, y la palabra dikaíoma, “requerimiento justo”. Por eso, hay una conexión estrecha entre “justificación” y “justicia”, conexión que no siempre se observa en las diversas traducciones.

Somos justificados cuando somos “declarados justos” por Dios. Antes de esta justificación, una persona es injusta y no aceptable para Dios; después de la justificación, ella es considerada justa y, por eso, aceptable para Dios.

Y esto es solo por la gracia de Dios. Gracia significa favor. Cuando un pecador busca a Dios por salvación, es un acto de gracia declarar que esa persona es justa. Es un favor inmerecido, y el creyente es justificado sin ningún mérito propio, sin ningún alegato para presentar a Dios en su favor, excepto su total impotencia. La persona es justificada por medio de la redención que es en Cristo Jesús, y que él ofrece como sustituto y garantía del pecador.

La justificación se presenta en Romanos como un acto puntual; es decir, sucede en un punto en el tiempo. En un momento el pecador está afuera, injusto, no aceptado; al momento siguiente, después de la justificación, la persona está adentro, aceptada, justa.

La persona que está en Cristo considera la justificación como un acto pasado, que sucedió cuando él se entregó plenamente a Cristo. “Siendo justificados” (Rom. 5:1) es, literalmente “habiendo sido justificados”.

Por supuesto, si el pecador justificado llega a apartarse, y luego regresa a Cristo, la justificación ocurrirá nuevamente. Además, si la reconversión se considera una experiencia diaria, en un sentido la justificación podría considerarse una experiencia repetida.

Siendo que la buena noticia de la salvación es tan buena, ¿qué impide que la gente la acepte? En tu propia vida, ¿qué clase de cosas te retienen de todo lo que él te promete y te ofrece?

Miércoles 21 de julio: “SU JUSTICIA”

En Romanos 3:25, Pablo continúa dando la gran noticia de la salvación. Él usa una palabra especial, “propiciación”. En griego es hilastérion, que aparece en el Nuevo Testamento solo aquí y en Hebreos 9:5, donde se la ha traducido como “propiciatorio”. En Romanos 3:25, al describir la ofrenda de la justificación y la redención por medio de Cristo, la propiciación representa el cumplimiento de lo que simbolizaba el propiciatorio (la tapa del Arca del Pacto) en el Santuario del Antiguo Testamento. Esto significa que, por su muerte como sacrificio, Jesús es presentado como el medio de salvación y representa a Aquel que provee la propiciación. Dios hizo lo que había que hacer para salvarnos.

El texto también dice “haber pasado por alto” los pecados pasados. Nuestros pecados nos hacen inaceptables para Dios. No podemos hacer nada por nosotros mismos para cancelar nuestros pecados. Pero Dios ha provisto una manera para que los pecados puedan ser perdonados: por la fe en la sangre de Cristo.

El griego usa la palabra parésis, es decir “pasar por alto”. Esto no es ignorar los pecados. Dios puede pasar por alto los pecados pasados porque Cristo pagó la penalidad por los pecados de todos los hombres. Por eso, todo el que tiene “fe en su sangre” recibe el perdón de sus pecados, porque Cristo ya murió por ellos (1 Cor. 15:3).

Lee Romanos 3:26 y 27. ¿Qué destaca Pablo aquí?

La buena noticia es que los hombres disponen de “su justicia [la de Dios]”, que nos llega, no por obras ni por méritos, sino por la fe en Jesús y lo que él hizo por nosotros.

Por la cruz del Calvario, Dios puede declarar justos a los pecadores, y todavía ser justo ante el universo. Satanás no puede acusar a Dios, porque el Cielo hizo el sacrificio supremo. Satanás acusaba a Dios por pedir de los hombres más de lo que él estaba dispuesto a dar. La Cruz refuta esta acusación.

Satanás esperaba que Dios destruyera al mundo después de que entró el pecado; en cambio, Dios envió a Jesús para salvarlo. ¿Qué nos dice esto acerca del carácter de Dios? ¿Cómo nuestro conocimiento de su carácter impacta la forma en que vivimos? ¿Qué harás en forma diferente en el futuro como resultado de saber cómo es Dios?

Jueves 22 de julio: FE Y OBRAS

“Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley” (Rom. 3:28). ¿Significa que no se requiere que obedezcamos la ley, aun si ella no nos salva? Explica tu respuesta.

En el contexto histórico, Pablo hablaba en Romanos 3:28 de la ley en su sentido amplio: el sistema judaico. No importa cuán a conciencia un judío tratara de vivir bajo ese sistema, si no aceptaba a Jesús como el Mesías, no sería justificado.

Pablo afirma que la ley de la fe excluye la jactancia (Rom. 3:27). Si un hombre fuera justificado por sus propios actos, podría jactarse de ello. Pero como es justificado por fe en Jesús, es claro que el crédito pertenece a Dios, quien justifica al pecador.

“¿Qué es la justificación por la fe?” Elena de White responde: “Es la obra de Dios que abate en el polvo la gloria del hombre, y hace por el hombre lo que éste no puede hacer por sí mismo” (TM 456).

Las obras de la ley no pueden expiar los pecados. La justificación no puede ser ganada. Se recibe solo por fe en el sacrificio expiatorio de Cristo. Por lo tanto, las obras de la ley no tienen nada que hacer con la justificación. Ser justificado sin obras significa ser justificado sin que tengamos nada que merezca la justificación.

Pero muchos cristianos han entendido y aplicado mal este texto. Dicen que todo lo que uno tiene que hacer es creer, y minimizan las obras o la obediencia a la ley moral. En esto entienden muy mal a Pablo. En Romanos, y en otras partes, Pablo asigna gran importancia a la observancia de la ley moral. Jesús, Santiago y Juan también lo hicieron (Mat. 19:17; Rom. 2:13; Sant. 2:10, 11; Apoc. 14:12). Pablo destaca que, aunque la obediencia a la ley no es el medio para justificarnos, quien es justificado por fe guarda la ley de Dios y, de hecho, es el único que puede guardar la ley. Una persona que no ha sido justificada nunca puede cumplir los requerimientos de la ley.


¿Por qué es tan fácil pensar que, por cuanto la ley no nos salva, no necesitamos guardarla? ¿Has racionalizado alguna vez el pecado al pedir la justificación por la fe? ¿Por qué esa es una posición muy peligrosa? ¿Dónde estaríamos sin la promesa de la salvación, aun cuando estemos tentados a abusar de ella?

Viernes 23 de julio

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:
Lee “La justicia de Cristo en la ley”, “Venid y buscad y encontrad” y “La perfecta obediencia mediante Cristo”, Mensajes selectos, t. 1, pp. 278-282; 389-393; 438, 439; y “Dónde hallar la verdad”, Palabras de vida del gran Maestro, pp. 98, 99.

“El carácter de Cristo toma el lugar del tuyo, y eres aceptado por Dios como si no hubieras pecado” (CC 62).

“La gracia es un favor inmerecido. Los ángeles, que no saben nada del pecado, no comprenden qué significa que se les extienda la gracia, pero nuestra pecaminosidad demanda la dádiva de la gracia de un Dios misericordioso” (MS 1:389, 390).

“La fe es la condición por la cual Dios ha visto conveniente prometer perdón a los pecadores. No es que haya virtud alguna en la fe, que haga merecer la salvación, sino que la fe, aferrándose a los méritos de Cristo, proporciona el remedio para el pecado. La fe puede presentar la perfecta obediencia de Cristo en lugar de la transgresión y apostasía del pecador. Cuando el pecador cree que Cristo es su Salvador personal, entonces, de acuerdo con la promesa infalible de Jesús, Dios le perdona su pecado y lo justifica gratuitamente. El alma arrepentida comprende que su justificación viene de Cristo que, como sustituto y garantía, ha muerto por ella, y es su expiación y justificación” (MS 1:430).

“Aunque la ley no puede remitir el castigo del pecado, sino cargar al pecador con toda su deuda, Cristo ha prometido perdón abundante a todos los que se arrepienten y creen en su misericordia. El amor de Dios se extiende en abundancia hacia el alma arrepentida y creyente. El sello del pecado en el alma puede ser raído solamente por la sangre del Sacrificio expiatorio. [...] La obra de Cristo, su vida, humillación, muerte e intercesión por el hombre perdido magnifican la ley y la hacen honorable” (MS 1:435, 436).

PREGUNTAS PARA DIALOGAR
1. Lee otra vez los textos estudiados y escribe un párrafo resumiendo lo que dicen. Compartan los párrafos escritos por cada uno.

2. Piensa lo que costó salvarnos: la muerte del Hijo de Dios. ¿Qué nos dice esto acerca de cuán malo es el pecado? Si dejáramos de pecar y nunca más lo hiciéramos, ¿por qué esto no sería suficiente para hacernos justos delante de Dios? ¿Cómo esto nos motiva para resistir la tentación
a pecar?

3. ¿De qué forma es posible abusar de esta buena noticia de la justificación por la fe sola? ¿En qué trampa cae quien comete un abuso tal?

59 comentarios:

  1. Hola amigos:

    Nueva semana, y ante la pasividad de mi colega, que me tiene olvidado, comenzaré diciendo como casi siempre una barbaridad. Pero bueno para eso estamos aquí, y de eso se trata, de mirar con otros ojos.. Mi querido poeta y mi querido Niel, allá voy.

    La justificación por la fe no aparece ni una sola vez en la vida. De hecho, mencionada así, es un acto únicamente humano oque responde a unas necesidades metafísicas que el ser humano tiene. De lo que sí habla la escritura, es de la consideración por parte de Dios de vernos aptos aunque no lo seamos. Pablo no dice que no haya buenas personas, sino que dice quen no hay justas personas, es decir, que no hay nadie que pueda ser justificado. De hecho, ni somos ni seremos justos nunca hasta el momento de la glorificación final.

    No es la justificación por la fe, no, está incompleto, se trata de la justidficación por la fe EN CRISTO que es muy diferente. Si observáis, no es lo mismo.

    ¿Tengo una fe que me justifica? en ninguna manera. Es la justificación por la fe en Cristo y lo que éste hizo por mí. La lección promete, a ver si no la perdemos con cosas valadís...

    Un abrazo a todos

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  2. Diego, parece que te has saltado o no has llegado al lunes, donde habla precisamente de la fen en Cristo. Aún más dice:

    “La justicia es la obediencia a la ley. La ley demanda justicia y, ante la ley, el pecador debe ser justo. Pero es incapaz de serlo. La única forma en que puede obtener la justicia es mediante la fe. Por fe puede presentar a Dios los méritos de Cristo, y el Señor coloca la obediencia de su Hijo en la cuenta del pecador. La justicia de Cristo es aceptada en lugar del fracaso del hombre, y Dios recibe, perdona y justifica al alma creyente y arrepentida, la trata como si fuera justa, y la ama como ama a su Hijo” (MS 1:430).

    Curioso este comentario de Ellen White sobre la fe y la obediencia, seguro que a alguno le chirriará los dientes cuando ve estas expresiones de la pluma inspirada por Dios.

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  3. Rescato las últimas preguntas que los autores planean al final de la sección del domingo:

    "¿Cuánto éxito has tenido en tus esfuerzos por guardar la ley? ¿Qué debe decirte esa respuesta acerca de la inutilidad de tratar de ser salvo por guardar la ley?".

    Siempre he dicho que la mejor vacuna para la obsesión por el perfeccionismo es la realidad. Significa no centrarse en especulaciones, en argumentos del tipo "Sí, pero si nos entregásemos verdaderamente a Dios, podríamos cumplir...". Esto es como decir: "Sabemos que la ley no puede salvarnos, pero si no cumplimos la ley es que no somos de Dios, y si no somos de Dios no podemos ser salvos". Es decir que, al final, la medida de nuestra salvación vuelve a ser nuestro cumplimiento de la ley.

    Ante ese tipo de argumentos, a mi entender contradictorios en sus términos, al creyente le basta con mirarse el espejo de la ley, como dicen los autores. Es cierto que, conforme el creyente va dejándole espacio al Espíritu de la Creatividad, muchos aspectos de su carácter se van puliendo, y esto redunda, aun a pesar de sí mismo, en mejores obras. Pero esto no es la medida de la salvación. Es la medida del amor, de la esperanza contra todo pronóstico.

    Si por la obra del Espíritu el creyente puede llegar a cumplir la ley, Jesús hubiera podido ahorrarse la encarnación. Con enviar al Espíritu para que inspire en nosotros buenas obras habría sido suficiente. En justicia, si gracias al Espíritu llegáramos al final a cumplir la ley, Dios podría salvarnos por ello. El final es lo que cuenta, ¿no? Adán era bueno antes de pecar, pero no lo medimos por ello sino por lo que hizo al final: pecar. De la misma forma, si conseguimos dejar atrás nuestro pecado y, al final, gracias al Espíritu, somos capaces de cumplir la ley, debería medírsenos por este logro.

    Pero no es eso lo que nos cuentan la Escrituras. La ley no sólo nos muestra cómo somos y cómo seremos, aun a pesar de nuestros esfuerzos. Nuestros pequeños logros no añaden ni un gramo a la balanza. Si Dios tuviera la ley como referencia de nuestra salvación, aunque sólo fuera un poco, estaríamos perdidos.

    Al final, Dios nos salva porque nos quiere. Y la forma de mostrárnoslo es dejarnos caer en la cuenta de que por las obras no podemos reconciliarnos. Sólo la extraordinaria sorpresa que el creyente siente cuando descubre que Dios prefiere morir para mostrarnos el camino del amor, es capaz de atraerle hacia Él, y prepara el camino de la reconciliación. Plagado este camino, claro que sí, de innumerables victorias concretas, pero también de la asunción sincera de que la victoria final, la que tiene que ver con el ser, y no con el hacer, será suya y no nuestra, al final del camino, cuando seamos, además de reconciliados y justificados, glorificados.

    Ya lo dijo Jesús: "Cuando el Hijo del Hombre fuere levantado, a todos atraerá a sí mismo". Ése es el misterio de la reconciliación: ser conscientes de que no tenemos un Dios del que defendernos, sino un Padre que nos defiende de nosotros mismos y del abismo de la culpa. Mientras que la ley, ejerciendo su función, nos la muestra, nuestro Padre la sepulta (la culpa) en los abismos del mar.

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  4. En el fondo, convertir la ley en medida de salvación no es más que otra forma de idolatría, se trata de nomolatría. Es curioso como, refiriéndose a un tema un tanto distino al que nos ocupa, Éloi Leclerc, en la página 80 de su libro El reino escondido (Santander: Sal Terrae [1997]) dice algo parecido.

    En concreto, refiriéndose a cómo los fariseos fueron capaces de preservar la identidad del pueblo judío en unos años tan convulsos para ellos como fueron los siglos I y II d.C., literalmente dice que «sin los fariseos, Israel no habría sobrevivido a las catástrofes nacionales de finales del siglo I y comienzos del II. Fueron ellos quienes salvaron el alma de Israel arraigándola en la Ley». No obstante, a renglón seguido añade: «Pero está también la otra cara de la moneda: por una parte, han tributado tal culto a la Ley que han degenerado en la “nomolatría”; se han jactado de ser los artífices de su propia salvación, erigiéndose en acreedores de Dios y despreciando a todos cuantos no tenían su mismo conocimiento de la Ley y de las tradiciones, a los que calificaban de “malditos”».

    Haciendo una sencilla extrapolación al tema que nos ocupa, el conflicto entre judaizantes y “liberales” de la iglesia de Roma (y, por ende, de todos los tiempos), cuesta bien poco apercibirnos del peligro que corremos y del cual nos previenen los autores de la Escuela Sabática de este trimestre. Ese es un asunto sobre el que siempre he estado de acuerdo con Juan Ramón (y también los autores de la Escuela Sabática de este trimestre): ¡cuidado con poner la Ley en el lugar que le corresponde a Dios!

    La Ley señala, indica, educa. Dios nos salva y nosotros no podemos hacer méritos para conseguir esa salvación. Porque, al convertir la Ley en medida de justicia, ésta se nos vuelve del todo inalcanzable. Por más que nos esforcemos en cumplir a la perfección todos y cada uno de los preceptos de la Ley, siempre habrá algún aspecto que se escapará de nuestro control. Entonces caemos presa de la ansiedad y la Ley, que debiera ser instrumento de liberación, deviene en opresión y cárcel.

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  5. Queridos amigos: "Torah" que significa "camino hacia la felicidad" es el término empleado para definir Ley, no norma. Eso sería "nomos" en griego. Y es muy curioso que éste significado nos lleva precisamente a la mayor de las desgracias. La realidad del ser humano, la naturaleza de su existencia. El pecado.

    ¿Por qué es el camino hacia la felicidad? porque va a permitirme saber la verdad, y aceptar a mi Salvador para poder tratar de vivirla el resto de nuestra vida, pero no solos, ni señalados sino liberados y llevados a un ideario de conducta. Porque la Ley no es un reglamento, ni siquiera los 10 mandamientos (algo que no existe en la Biblia) son reglamentos, sino idearios y observad como comienza exodo o deuteronomio. "Acuérdate que YO te liberé" primero libera Dios y luego da la ley. Además La ley está escrita en los corazones abiertos. ¿Cómo creeis que guardaban Adan y Eva y sus descendientes la LEy? Antes de ser dada, ¿Qué ´ley guardaban?..

    Un feliz día, JR me han admitidoooooooooooo

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  6. Uy que pena que vayaís en el sentido contrario al pensamiento paulino a la hora de tratar la ley y desacreditarla, pena porque la ley nos muestra el pecado, es decir nuestra condición, la ley no salva en el sentido literal de la salvación, la ley me muestra mi condición y a la búsqueda de aquel que me Salva, la obediencia no es a la ley sino al que salva, y el que Salva nos otorga el régimen de la ley de Dios para utilizarla en nuestra vida, esto como resultado da la integración en el plano elevado de la relación con Cristo, aquél que fue obediente, busca obediencia, si le amaba.

    A tu pregunta Diego, la ley que guardaban antes de las tablas dadas en el Sinaí eran las leyes establecidas por Dios en el Éden, curiosamente la máxima expresión era la obediencia. En el Edén se guardaba el sábado, se tenía una única relación de adoración a Dios y existía la premisa del cuidado social en cuestión a la pareja, es decir que Dios no cambió la ley establecida en el corazón de Adán y Eva, curiosamente fueron establecidas en tablas de piedra para dar significado a la perduración en el Sinaí y la razón es muy simple, el pueblo de Dios había perdido de su mente las leyes transmitidas de padres a hijos desde Adán hasta Jacob, el ser humano no solo perdió la potestad de estar con Dios en el Edén, sino que por causa de la desobediencia comenzaron a perder las capacidades intelectuales que tenían e incluso de memorización y aceptación de los designios de Dios por eso vemos muchos relatos de la Biblia que tienen que ver con la idolatría.

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  7. Juan Ra y Niel, mañana que tengo un tiempecito os expondré vuestros errores. Un saludo

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  8. No estaba formulando ninguna pregunta sino solo una reflexión, y tratamos de aportar cada uno su punto de vista, no creo que seamos quienes para tratar de corregir los supuestos errores de los demás porque no es ese el espíritu que nos debería unir. La tolerancia y la educación es fundamental, no son errores, son opiniones tan respetables como las de los demás. Pablo decía en la lección anterior que tengamos cuidado si vamos por ahí corrigiendo a los demás..

    gracias amigos

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  9. Diego, los hay duros de sesera. Ya lo dijo Jesús, es más fácil ver una paja en el ojo ajeno que la viga en el propio. No malgastes energías intentando reflexionar con quien no quiere reflexionar. Déjalo que se explaye. Es mejor eso que entrar en dimes y diretes y quedarse empantanado en un mar de argumentaciones.

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  10. Bueno, para dar una contestación donde el enemigo no tenga lugar, comencemos:

    Primero el texto utilizado para la reflexión de esta semana es concluyente según lo dice el apóstol Pablo: “el hombre es justificado por fe sin las OBRAS de la ley” Romanos 3.8 si nos fijamos el texto no habla de la ley, sino de los hechos que realizaban bajo la ley. Pablo no está deslegitimando la ley, sino lo que los judíos hacían con ella. Si retomamos la historia de los judíos, para ellos muchas de las leyes eran añadidos que realizaban para fortalecer la ley y lo que hacían era debilitarla. En este blog parece que se ha descubierto que la ley no salva, esto lo sabemos desde hace muchos años, curiosamente desde 1844, solo hay que leer lo dicho por la hermana Ellen White que como profeta de Dios apoyó el razonamiento de dos pastores aunque no aprobara las formas que tuvieron. Eso sí lo que realmente veo aquí es que buscáis la deslegitimación de la ley de Dios algo que ni Pablo hizo, ni estaba en su mente realizar, una de las razones por la que no lo hizo es que sus escritos están entre los elegidos por el Espíritu Santo ( no el espíritu de la creatividad…no aparece en ninguna de sus formas lingüísticas en la biblia ) para incorporarse en el canon bíblico.
    Un párrafo de la lección que lo deja meridianamente claro es el del domingo “La ley no puede salvarnos, así como los síntomas de una enfermedad no pueden curarla. Los síntomas no curan: señalan la necesidad de una cura. Así funciona la ley” eso sí parece que algunos no tienen necesidad de cura.
    Ya mencioné el párrafo del lunes de Mensajes selectos, veo que cuando no gusta algo en este blog hacen como los guías ciegos, mirar para otra parte e ignorar. Obviamente esto es el ejemplo de lo que dice Pablo sobre la justicia de Dios, como la ley demanda justicia y eso de justicia me suena a compromiso, pues prefiero ser un pájaro libre hasta que me salve el Señor, vaya argumento más falaz donde la demagogia toma su poder y niegan la realidad, que vivimos en un mundo donde obedeces a Dios u obedeces a Satanás, ya que nadie puede servir a dos señores, ¿ups quién dijo esto? Ahh fue la Justicia de Dios quién lo dijo, bueno esto tampoco interesa sacarlo.
    Tampoco interesa decir “antes de esta justificación, una persona es injusta y no aceptable para Dios; después de la justificación, ella es considerada justa y por eso aceptable para Dios.”
    Pero tampoco veo que nadie fije en el párrafo del Viernes de Mensajes Selectos 1 página 435-436 para aquellos que expresaban su convicción de la no necesaria muerte de Cristo, la profeta de Dios deja claro que la obra de Cristo hasta su muerte e intercesión magnifican la ley y la hacen honorable, bueno a esto se le contra-resta para alguno con la coletilla “tía Elena” en forma peyorativa, pero que le vamos hacer, al final aquellos que hablan en contra de Dios buscarán desacreditar a los hijos de Dios.

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  11. Niel siempre Niel, recuerda una cosa, incluso Noé predicó durante una gran tira de años y al final le trataban de loco, le ignoraban, pero cierto fue que el diluvio llegó y se salvaron los que creyeron en él. Sigue en tu nube de relativismo y vegeta si quieres pero te doy un pequeño consejo, baja de ella y no juzgues a los demás. Para que veas que en mi corazón no hay desprecio hacia tí, recuerda que siempre tendrás una mano extendída cuando despierte de tu letargo espiritual y busques a Dios, allí tendrás mi mano para ir juntos.

    Ah y Jesús no dijo lo que dices, no mal expliques el texto, Jesús dijo :"!!Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano." en ningún momento no dijo que no sacaramos la paja del ojo ajeno, sino que primero quitemos la viga de nuestro propio ojo, esto quiere decir que cuidemos de estar en armonía con el cielo,algo que hago todo los días y constantemente ( y no soy perfecto) por eso no tengo problemas de constantemente ver mi viga, para quitar la paja del ojo ajeno, recuerda Cristo dice que quitemos la paja del ojo ajeno, no que no lo hagamos. Interpreta un poco mejor los textos. Y como te he dicho antes, en la puerta del arca celestial estaré esperando con mi mano extendida para juntos entrar.

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  12. No puedo quedarme sin decir esto, porque no quiero que la mentira campe por sus respetos. No contraargumento, porque ya dije que no pienso entrar en esa dinámica. Estoy mayor y me da ya mucha pereza.

    Pero hay que tener muy mala baba para ver en la expresión "Tía Elena" algo peyorativo. Todos los que me conocen (y los que me leen de forma un poquito más cultivada que el mero rejunte de las letras...) saben que ésta es una expresión de cercanía y de ternura. Si vas a hacer un juicio de valor, al menos infórmate antes, zagal. Que si no, después uno tiene que darse la vuelta y volver por donde ha venido, con el rabo entre las piernas.

    Lo que acabo diciendo siempre que esto pasa: Ya es pena, ya...

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  13. Hay un párrafo en la sección del martes que me tiene un poco sorprendido. Es el siguiente:

    "La justificación se presenta en Romanos como un acto puntual; es decir, sucede en un punto en el tiempo. En un momento el pecador está afuera, injusto, no aceptado; al momento siguiente, después de la justificación, la persona está adentro, aceptada, justa.

    La persona que está en Cristo considera la justificación como un acto pasado, que sucedió cuando él se entregó plenamente a Cristo. “Siendo justificados” (Rom. 5:1) es, literalmente “habiendo sido justificados”.

    Por supuesto, si el pecador justificado llega a apartarse, y luego regresa a Cristo, la justificación ocurrirá nuevamente.

    Además, si la reconversión se considera una experiencia diaria, en un sentido la justificación podría considerarse una experiencia repetida. "

    Algunas cosas no entiendo aquí:

    1. ¿Es la justificación algo que para el creyente ocurrió en el pasado, cuando se entregó enteramente a Jesús, o es una experiencia que casi podría considerarse diariamente repetida?

    2. ¿Qué es "llegar a apartarse"? ¿Cometer un pecado? ¿Renegar de Dios? ¿Hacerse ateo? ¿Pecar contra el Espíritu? ¿Echar un juramento? ¿De verdad que cada vez que erramos el blanco (eso significa "hamartía", las acciones pecaminosas que cometemos todos los días) se pone en marcha el mecanismo de la justificación? ¿No era, esto, arrepentimiento y perdón de los pecados? ¿O es que han publicado una nueva edición de las 28 doctrinas, y no me he enterado?

    3. ¿Qué significa "tener que volver a Cristo"? Esta pregunta viene de la anterior. ¿Es que cuando peco me alejo de Jesús? ¿Es que lo hace él? ¿Es que la vida espiritual es un baile de idas y venidas, en el que cuando peco Dios está lejos, y cuando no lo hago Él está cerca? ¿No es, precisamente, de otra forma? ¿No está Dios mucho más pendiente de nosotros, más cercano si pudiera decirse así (los términos antropomórficos son engañosos...). ¿Cómo puede ser verdad que cuando pecamos nos alejamos de Dios? Si fuera así, ¿quién produce el arrepentimiento? ¿Nosotros mismos, o es la obra del Espíritu de la Creatividad de Dios, que también es Dios?

    Si el arrepentimiento es la obra de Dios, es porque nunca ha estado más cerca de nosotros que cuando nos extraviamos, porque teme que nos hagamos más daño que el que nos inflige el propio pecado. Ya lo hizo con Adán y Eva, y lo mismo con nosotros.

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  14. Juan Ramón, no te sulfures. No vale la pena. También la llamo yo tía Elena, y nadie se rasga las vestiduras porque lo diga. Date cuenta de que todo son argumentos ad hominem porque no tiene nada más sólido donde agarrarse. Sólo sabe atacar a la persona y no rebate ni comenta.

    Está intentando provocar al personal y lo último que debemos hacer todos es caer en su provocación. No es ante él que debemos justificarnos. Él no es nuestro juez. Si lo hacemos, le estamos dando pábilo para que crea que lo es.

    Dejémoslo que vomite toda la bilis que lleva dentro. A lo mejor, hace catarsis y se serena un poco. Cuando eso suceda quizá aprenda a discutir sin ofender. No perdamos más el tiempo en nimiedades y dediquémonos a comentar la lección de esta semana, que, como la de la pasada, a más de uno le va a levantar ampollas.

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  15. No Juan Ramón núnca me verás volver con nada entre las piernas, no soy un animal, eso sí de sagaz, lo soy y mucho jeje, pero sigo diciendo lo mismo y recuerda "justificatio non petita acusatio manifesta"

    Ahora vayamos a la bilis que soltáis por esas manitas y no boca como dice Niel, que aquí no se habla se escribe ( viva el intelectualismo )

    La justificación comienza cuando uno acepta a Cristo y desde ese momento somos justificados o como se dice vamos en el camino de la justificación, ese camino lo tomamos en el momento en el que aceptamos y dejamos el camino en los momentos en los que actuamos en contra de la voluntad de Dios, el camino sigue estando pero ya no revierte en nuestro beneficio, solo cuando volvemos a él podemos continuar. Eso es lo que el autor de la lección quiere decir, pero como buscáis el más minimo resquicio para acometer contra él o ellos, pues tened la postura del autor.

    Tus preguntas de reflexión odviamente son de niño de 9 años, por favor juan ramón te hacía más inteligente, por lo que a este apartado ni comentarlo, no crees? pero bueno como pienso que respondes, no. Ahí va, mi reflexión: Se pone de manifiesto aquí que utilizais el lego para hacer columnas independientes una de otras, obviamente el arrepentimiento y la confesión se pone en marcha y obviamente es en ese momento qeu volvemos al camino de la justificación por lo que también nos ponemos en marcha en ese camino, de nuevo, si no aceptamos la rectificación en el pecado, nunca obtendremos la justificación que un día aceptamos, porque estamos fuera de ella.

    obviamente en ese maremagnun de confusión que tecleas en el ordenador, entra también la confusión de la lejanía o cercanía de Jesús, obviamente ´cuando pecamos nos separamos de Jesús, a tal punto que nos unimos a las filas de Satanás, obviamente si no rectifico y busco el perdón de mis pecados estoy expresando de quién soy hijo, hay que leer un poco más las cartas de Juan, el deja claro que el que practica el pecado es del diablo, pero bueno para algunos este texto hay que contextualizarlo, jeje

    Por último,

    Niel no hables por hablar, aún no he visto tu comentario sobre la paja y la viga, puede ser que tu silencio es aceptación del error de tu pensamiento.

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  16. Ahhh y viva las vacaciones, disfruto mucho de ellas en un país tan cercano pero a la vez que se siente tan lejano.

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  17. En cuanto a tu comentario, Juan Ramón, me parece que el problema radica en algo que tú ya has insinuado: el antropomorfismo aplicado a Dios. Y es normal porque no sabemos ver las cosas con otra óptica que no sea la nuestra; somos criaturas limitadas. Por eso tendemos a antropomorfizar a Dios y hablamos de alejarnos y acercarnos a él, de actos puntuales o repetidos, etcétera; todos ellos términos muy antropomórficos.

    En el fondo, por la misma razón que Dios está involucrado en ella, todo lo que tiene que ver con la salvación del hombre escapa a nuestra comprensión. Quizá seamos capaces de vislumbrar algún que otro aspecto concreto; pero el asunto es de tal envergadura que, por más que queramos tomar perspectiva, no conseguimos verlo en toda su plenitud.

    Es como pretender ver toda la superficie de la Luna de un solo vistazo. Siempre nos resultará imposible porque jamás conseguiremos ver los dos lados a la vez.

    Puede que ahora entendamos un aspecto y respiremos aliviados, creyendo que se nos ha hecho la luz. Pero, acto seguido, un poco más allá vemos una sombra que crece y crece hasta volverse en espesas tinieblas. Entonces recaemos en la frustración porque no entendemos lo que creíamos entender, y vuelta a empezar. Al menos así ha sido en mi vida…

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  18. Dios intenta explicarnos las cosas a nuestro nivel de comprensión, muy limitado. Muchas veces es el propio Dios quien utiliza figuras antropomórficas para que podamos comprenderlo.
    Él nos dice que nos justifica, que nos salva, que nos acepta. ¿El cuándo? Pues mira, no lo sé. Y si te paras a pensar ¿qué importa? Lo importante es que camino con él y si caigo, él me levanta.
    Nosotros vivimos en un mundo sujeto a unas coordenadas espacio-temporales que no existen para Dios, si aceptamos que es un ser eterno.
    Entonces ¿cuándo Dios nos perdona? ¿Cuándo nos justifica? ¿Cuándo nos salva? Para mí, que es un continuo.
    Para los convertidos, los nuevos adventistas, seguramente recordarán el momento en que aceptaron a Cristo y descubrieron que eran justificados. ¡qué felicidad! Pero ¿y antes? ¿Es que Cristo no se había entregado por nosotros ya antes de que alguien se convierta?
    Yo, que he nacido en la iglesia, no puedo recordar el momento en que supuestamente me convertí por primera vez. Puedo recordar muchos puntos de inflexión y de toma de decisiones en mi caminar cristiano que me han dado mucha felicidad pero no ponerle un principio. ¿Yo he pasado toda mi vida justificada y otros no?
    La verdad revelada es que somos justificados por la fe en Cristo, y salvos por la gracia de Dios. El estar pendiente de cuando estoy siendo justificada y cuando no, me parece un gasto de energía absurdo.
    Esther

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  19. La justificación por la fe da innumerables bendiciones.
    Nuestro corazón es demasiado pequeño para comprender esta maravilla.
    1. paz - con Dios
    2. justicia - ante Dios
    3. reconciliación - que viene de Dios
    4. vida - de Dios
    Un saludo

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  20. Gracias, Carmen. Es muy interesante tu aportación. Todo lo que tiene que ver con nuestra salvación viene, es, perdura y se encuentra en Dios. Me parece muy bien visto.

    Aún después de haber leído la reflexión de Esther, que cada día me sorprende por su facilidad para hacer sencillo lo difícil, y práctico lo que parece inaprensible (eso, en pedagogía, se llama sabiduría…), hay un párrafo en la sección del jueves, que merece algo de discusión, a mi parecer. Ahí va:

    “Pablo destaca que, aunque la obediencia a la ley no es el medio para justificarnos, quien es justificado por fe guarda la ley de Dios y, de hecho, es el único que puede guardar la ley. Una persona que no ha sido justificada nunca puede cumplir los requerimientos de la ley.”

    La lectura de esta frases me provoca algunas preguntas. Me interesan mucho vuestras respuestas, y no me importa parecer poco inteligente al plantearlas. Incluso podéis contestarme en latín, que haré el esfuerzo de entenderlo. Tampoco me importa parecer un niño de 9 años, que mi hijo pequeño tiene esa edad y flipo en colores con él, por su ingenuidad y su ternura. Sentirme ante Dios como un niño de 9 años me hace llamarlo Abba. Ahí van:

    1. Cuando los autores dicen que Pablo asegura que quien es justificado por fe guarda la ley de Dios, ¿se refieren a que guarda toda la ley de Dios, es decir, cumple con todos los mandamientos? Y, planteada desde otro prisma, ¿este creyente ya justificado guarda perfectamente la ley de Dios, es decir en su letra y en su espíritu?

    2. Los autores dicen que una persona que no ha sido justificada puede cumplir los requerimientos de la ley. ¿Esto quiere decir que una persona que ya ha sido justificada puede cumplir los requerimientos de la ley? Es decir, ¿creéis que están proponiendo los autores que un ser humano puede llegar a cumplir con los requerimientos de la ley, por muy justificado que esté? ¿Habéis conocido a alguien así? ¿Cuánto dura este milagro? ¿Un rato, unas horas, un día, toda la vida? ¿No os parece que, hablando en estos términos, estamos confundiendo justificación con santificación? ¿No son, éstos, procesos distintos aunque tengan el mismo origen divino? ¿No sumerge al creyente, esta confusión, en el mar de dudas sobre su salvación que precisamente persigue el Enemigo?

    3. Si quien es justificado por la fe tiene la capacidad de cumplir con los requerimientos de la ley, ¿por qué Pablo, el apóstol de la justificación por la fe, exclama que, aun así, no es capaz de hacer el bien que quiere, sino el mal que no quiere? ¿Es que Pablo no estaba realmente justificado por la fe cuando hizo aquella reflexión? ¿Es que no le había sido dado aún el poder de cumplir con los requerimientos de la ley?

    Espero vuestras aportaciones con la misma ilusión con que el niño de 9 años confía en su abba…

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  21. Hola me gustaria encontrar en las sagradas escrituras algun texto referente al juicio investigador y que pensais gracias

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  22. Tengo otra duda porque ES y alguno mas equiparan los escritos de Hellen White con las sagradas escrituras. Casi toda la lectura tiene siempre algun comentario de sus libros ¿no hay textos en la escritura para explicar, apoyar ,concordar, aclarar etc? Bendiciones

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  23. ¡Caray, Juan Ramón! Vas tú muy lanzado… Personalmente, no había llegado todavía al jueves. Yo estoy todavía en el martes. Ah, calla, que tú debes haber dado dos vueltas al planeta.

    Es verdad, a mí también me parece que aquí se está confundiendo la santificación con la justificación. Una cosa que sí me choca es lo que dicen de que quien ha sido justificado puede guardar la ley y luego afirman que los únicos que pueden guardar la ley son los que están justificados. Sencillamente, si pudiera, les pediría que me lo explicaran.

    A no ser que, y eso es mucho aventurar y agarrar el rabo por las hojas, a no ser, digo, que, después de considerarnos justos por la fe en Jesús, Dios ya no nos tenga en cuenta las transgresiones que hayamos podido cometer.

    Y, repito, esto lo digo con todas las reservas. Estoy como tú, Juan Ramón: más perdido que un pulpo en un garaje.

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  24. Shara77, las citas de Elena White (tía Elena para los que la apreciamos) son una constante entre los adventistas. No es que le otorguemos el mismo rango que a las Escrituras. Sencillamente, aun considerándolos inspirados, sus escritos no pasan de ser un comentario o una aclaración a las doctrinas contenidas en las Escrituras. Para que puedas entender lo que te digo, tendrían una muy remota similitud con el uso del Talmud en el judaísmo (corríjanme los entendidos si me equivoco).

    Ella misma decía de sus escritos que eran «una luz menor para guiar a los hombres y las mujeres a la luz mayor» (White, Ellen G. «An open letter from Mrs. E. G. White to all who love the blessed Hope» [Carta abierta de la Sra. E. G, White a todos los que aman la bendita esperanza] Review and Herald [20/01/1903]). El adventismo sin tía Elena, aunque cueste un poco más de tiempo llegar a las mismas conclusiones, es perfectamente posible. De hecho, los primeros cristianos, los primeros adventistas de la historia, no la conocieron y eran, si cabe, aún más adventistas que muchos de los que hoy nos hacemos llamar adventistas.

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  25. Gracias, Niel, por la respuesta a Shara77. La conozco, es una buena amiga, y seguro que te está agradecida.

    Para ahondar más en el sentido de la ley en una economía de la gracia, os propongo una parábola que os hará sonreír, y espero que también pensar. Ahí va:

    La prueba de la bañera

    Durante una visita a una Institución Psiquiátrica, uno de los visitantes le preguntó al director qué criterio se usaba para definir si un paciente debería o no ser internado.

    El director contestó “haHcemos la prueba siguiente: llenamos completamente una bañera, luego le ofrecemos al paciente una cucharilla, una taza y un cubo, y le pedimos que vacíe la bañera. De la forma como vacíe la bañera, sabemos si hay que internarlo o no”.

    -“¡Ah, entiendo!”, dijo el visitante. “Una persona normal usaría el cubo porque es más grande que la cucharilla y la taza”.

    A lo que el director contestó: “No. Una persona normal sacaría el tapón del desagüe de la bañera. ¿Usted qué prefiere: una habitación con o sin vistas al jardín?”

    Dedicado a todos los que pensaron en el cubo, y a todos los que piensan que la ley puede servir para otra cosa que para mostrarnos lo mal que hacemos las cosas (cucharilla, taza y cubo) y lo mucho que necesitamos a nuestro Salvador (tapón del desagüe de la bañera).

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  26. Gracias Niel por la aclaracion.El talmud, tora oral, misnha, kabala para la religion judia seria lo mismo, pero para nazarenos y otros, unicamente usan lo que esta acorde a las sagradas escrituras.Se dice que para leer uno de estos libros antes deberiamos conocer la escritura en profundidad.Pienso que los autores abusan con sus citas y pocos textos donde ver la perfeccion de la escritura.De verdad os recomiendo que vayais lo mas proximo al idioma original.

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  27. Gracias JuanR es reciproco y una alegria,Bendiciones

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  28. Cuando dos billones de personas ignoran el tapón del desagüe, ¡se le llama "cristianismo"!

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  29. Ellen G. White es a las escritura, lo que las escrituras es a la inspiración. Me hace gracia la gente que defiende el postulado que solo con la Biblia sin ayuda externa pueden defender sus postulados, curiosa posición de aquellos que cuando aceptaron bautizarse aceptarón el don profético y ahora lo que hacen es deslegitimar el don profético en Ellen White. Buena Niel.

    otra cosa más al niño de 9 años que no entiende la obediencia, dile a papa que te deje hacer todo aqeullos que te apetezca, sin restricciones, es así como tu papa te quiere mucho y te ama en cantidubidubidu, cantidubidubidá.

    lo más curioso es ver como existe las secta de los cumplidos de agradecimiento, apoyo fácil para los que toman leche en vez de vianda.

    el autor en el jueves más claro imposible, pero bueno creo que sería interesante untar los ojos con colírio, nadie que es justificado puede estar con Cristo, simplemente porque Cristo es el que justifica, por lo tanto la garantía de la salvación está en aceptar la muerte expiatoria de Cristo, Cristo es el que dice que si le amamos guardamos sus mandamientos, que el que le conoce y no guarda sus mandamientos es mentiroso, porque en esto conoce qeu somos sus amigos, porque guardamos sus mandamientos.

    Niel animo con tu estudio de la Biblia, espero que la lección de Jésús en cuanto a la paja y la viga, la tengas ya clara.

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  30. Uy niel eso de comparar el Talmud con los Escritos de Ellen G. White es como menos decir que los escritos talmúdicos etaban inspirdos, curiosamente Jesús atacó intensamente esas leyes, esa es tu intensión ahora, buscar la fomra de deslegitimar a Ellen White como profeta de Dios para el pueblo remanente?

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  31. Queridos amigos:

    La inspiración no es patrimonio de nadie, Dios inspira, Dios decide. El talmud, podría perfectamente estar inspirado, y yo creo que de hecho lo está. ¿Quién decide? Con todos los respetos, imaginense que tenemos que decidir de 100 libros cuales son y cuales no son, el anonimo y un servidor por ejemplo...

    Somos 7000 millones de habitantes en el mundo y creo cada vez menos en las denominaciones, en las etiquetas que proponemos. El Corán es una delicia, la interpretación de él, escandalosa. Dios conoce cada corazón de cada criatura. ¿Cristianismo? Entendedme, es solo una manera de agrupar a unos seguidores, pero la salvación, el amor de Dios se extiende a todas las culturas, y también existe la inspiración en ellas...
    Dios no hace diferencia entre las personas. Si queremos seguir a cristo, estupendo, pero que todo sea para ayudar al prójimo, para proclamar nuestro mensaje final y para unirnos sin barreras y sin prejuicios, esa es mi teología.
    Un beso...

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  32. ¡¡Desproporción!!


    1.- Diego tío, pero si te he visto en 2a1/2luz con actitud condescendiente hacia agnósticos y ateos; hasta he llegado a leer en algún comentario tuyo que era una pena que no tuviesen fe... ¿qué nos estás contando de barreras y prejuicios? Luego esta perla:

    "El Corán es una delicia, la interpretación de él, escandalosa."

    No puede ser que digas que el Corán es una delicia, porque no tienes suficiente tiempo vital como para llevar a cabo tal exégesis que te llevase a esa conclusión. Además usas "escandaloso" para referirte a algo tan subjetivo como la interpretación de un libro sagrado sólo porque un colectivo no comparte tus especulaciones.

    2.- Para Niel y Juan Ramón:

    Cuando yo pertenecía a una comunidad religiosa, mostraba mucha más paciencia y "actitud cristiana" hacia aquellos que yo pensaba que eran fanáticos y sectarios (sin ser consciente de mi propio fanatismo). No sé si será muy jesusiano "ningunear" a alguien simplemente por un problema de comunicación.

    A mí me produce mucha curiosidad ver el choque de cosmovisiones y no he querido intervenir mucho, pero creo que si de verdad pensáis ignorarlo, no me parece coherente que estéis todavía lanzando mensajes entre líneas en casi cada comentario nuevo (exagero un poco). No soy partidario de que lo ignoréis, porque este tipo de encuentros un tanto abruptos rescatan la misteriosa cuestión de la confusión que puede llegar a generar la lectura de un mismo texto, supuestamente inspirado por una deidad. Profundizar en esta reflexión es un poco arriesgado para la mente del creyente, pero luego puede resultar muy estimulante... mejor que el sexo, ¡garantizado!


    ¡Besos!

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  33. el problema es que así se demuestra lo sectarios que son algunos profesos cristianos, pero seguiré y seguiré diciendo lo que pienso, porque lo que pienso está en las escrituras, lo que no voy a callar cuando hay quienes quieren dar un mensaje antibíblico, guste a quién le guste y no guste a quién no le guste. Incluso en mis vacaciones, porque entiendo que Dios no toma vacaciones para participar en la ayuda a sus hijos para que vivian en obediencia a Él.

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  34. Diego, no comparto tu visión de ver la inspiración. Por lo siguiente:

    1º. Dios crea el mundo y al ser humano.

    2º. Satanás engaña al ser humano.

    3º. El ser humano rechaza vivir con Dios.

    4º. Dios lo busca y le da una promesa.

    5º. La promesa es el plan de salvación.

    6º. La expresión o enseñanza del plan de salvación la da a los profetas que escriben.

    7º. Dios por medio del Espíritu Santo recopila los libros inspirados que enseñan el plan de salvación.

    8º Al final Dios establece la Biblia como instrumento de salvación, instrumento que nos habla de la persona que viene a salvarnos.

    9º Dios en el tiempo del fin llama a un pueblo para dar el mensaje final, ese pueblo es el pueblo Adventista.

    10º Dios transmite a su servidora la hermana Ellen White como su mensajera para la preparación del pueblo de Dios.

    11º Dios da el mensaje de los tres ángeles a este pueblo que está preparado para darlo a conocer y predicarlo.

    12º No hay ningún otro lugar donde puedas encontrar la inspiración, si Dios revela esa inspiración toda ella va a ir en armonía con el Plan de Salvación que Dios establece en la Biblia. Dios no revela a nadie nada que vaya en contra de ella.

    13º Por consiguiente, La inspiración divina en el corán como tu bien expresas, no es tal, ya que niegan la divinidad del que es el salvador del mundo, del que hablan tanto el Antiguo Testamento, como el Nuevo Testamento como la profeta de Dios en el tiempo del fin.

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  35. Diego, el punto 7 no es "Dios por medio del Espíritu Santo" cometí un lapsus, perdón por ello, es "el Hombre por medio del Espíritu Santo"

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  36. Es interesante realizar una lectura comparada de dos hechos muy importantes en la vida de Moisés, el legislador por antonomasia del pueblo de Israel. Los dos tienen como protagonistas la ira de Moisés, y una roca contra la que se ésta se manifiesta.

    A Moisés se le suponía una relación tal con Dios, que la Biblia dice que Él lo conocía cara a cara (Deut. 34:10), y que hablaba con Él como se habla a un amigo (Ex. 33:11). Por ello, la gran responsabilidad de Moisés era revelar la forma de ser de Dios, y sus prioridades. En este sentido, ¿qué es más importante para Dios, la ley o la gracia? ¿Qué consecuencias distintas tuvo, para el legislador de Israel, atentar contra una y contra la otra?

    Moisés acaba de recibir la constitución teocrática israelita de manos de Dios, escrita en unas tablas de piedra, lo que nosotros llamamos los diez mandamientos (Ex. 32: 15-19). Al descender del monte Sinaí se da cuenta de que el pueblo se ha entregado a la idolatría y, en un arrebato de ira, tira contra una roca (como al principio os escribía, se manifiesta el trinomio Moisés-ira-roca) las tablas de la ley y éstas se rompen. Esto, que para nosotros sería uno de los mayores sacrilegios, digno del peor castigo divino, produce en Dios una curiosa reacción: "Sube al Sinaí de nuevo, corta otras dos tablas, y yo volveré a escribir la ley" (Ex. 34: 1-10). No hay castigo para la temeraria acción de Moisés. Dios comprende su ira, la disculpa, y vuelve a empezar. La ley es importante, guarda las instrucciones de Dios para su pueblo, pero Dios no reacciona con castigo ante el acto sacrílego de Moisés. Sin embargo...

    En otra ocasión, el pueblo murmura contra el legislador y contra Dios porque están en el desierto, muertos de sed, y no tienen agua para beber (Nm. 20: 1-13). Dios señala una peña a Moisés y a Aarón, y les pide que hablen a la roca, y surtirá agua de ella para que el pueblo pueda saciar la sed. Pero lleno de ira por las murmuraciones de su pueblo, Moisés no sigue la instrucción de Dios y golpea dos veces la roca con su vara (de nuevo, curiosamente, el trinomio Moisés-ira-roca). De ella brota agua para Israel, pero esta vez la ira de Moisés tendrá castigo. Por su reacción, ni Moisés ni su hermano podrán entrar en la tierra prometida (Nm. 20: 12). La roca de la que iba a brotar agua para el pueblo, signo del don inmerecido, tipo de la gracia de Dios, no puede ser agredida. Confundir al pueblo de Israel en este sentido, reaccionando con ira ante la gracia, es demasiado grave para Dios.

    Dios puede buscar soluciones ante la agresión contra las tablas de la ley, pero con la gracia no se juega. Moisés aprendió la lección. Espero que nosotros también...

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  37. He releído ambos textos y, sí, tienes razón Juan Ramón. Dios excusa, porque lo entiende, la ira de Moisés cuando descubre que los israelitas estaban adorando al becerro de oro. En cambio, cuando Moisés golpea la roca en Cadés, Dios le comunica que ya no tiene derecho a entrar en Canaán.

    Curiosamente, en el primer caso, Moisés monta en cólera a causa del desprecio de los israelitas por Dios y, corregidme si me equivoco, esa ira se vuelve en santa indignación que lo lleva a querer defender a Dios. Pero en el segundo caso, Moisés, también encolerizado, se toma el reproche de los israelitas como una cuestión personal y se pone en el lugar de Dios.

    Las palabras que pronuncia Moisés son muy reveladoras: «¡Oíd ahora, rebeldes! ¿Haremos salir agua de esta peña para vosotros?» (Núm. 20: 10). Aquí el lenguaje lo traiciona. Ya no es Dios quien obra, sino Moisés. Ya no es Dios quien provee, sino Moisés. Moisés ha dejado de confiar en Dios y quiere tomar las riendas de la situación, mostrándose como el artífice de la provisión de agua, confundiendo al pueblo con su reacción y desvirtuando la lección que Dios tenía preparada para los israelitas.

    Eso es, creo yo, lo que Dios desaprueba. En el fondo, ¿no fue el deseo de usurpar el lugar de Dios lo que llevó al Pecado?

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  38. Para apoyar más vuestra visión, Niel y Juan Ramón, debo recordad a un juez,guerrero y campesino, además rico y humilde (algo difícil, ¿verdad?) "El cortante" Jerobaal, de la tribu de Manasés, que le ocurre algo similar, con un pecado muy parecido, hacernos pequeños dioses, olvidarnos de nuestr Dios..

    ¿Te importa Neil que ponga tus comentarios en "La teología sin prejuicios de Facebook"? me parecen geniales...

    Saludos
    Diego

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  39. jejeje curisa tu reflexión Juan Ramón, pero creo que Moisés no entró en Canaán por causa de la desobediencia y no de la ira. Pero bueno, sigues ignorando la realidad, y como se adhiere niel a tu comentario "que Dios excusa" que pena entonces Dios es un Dios injusto, porque excusa a todos menos a Adán y Eva que lo único que hicieron fue morder un fruto, eso sí en desobediencia a Dios, que mal Dios que no excusó ese simple error que cometieron, pero si Adán y Eva amaban profundamente a Dios, que digo le amaban, ellos no solo le amaban sino que paseaban con Dios, vivían en un lugar que Dios les proveyó, que mal Dios el que se refleja ahí ( eso según vuestra posición o pensamiento relativista ) seguid, seguid, justificando vuestras acciones bajo un manto de theologylove, y no me estoy refiriendo a la relación Dios hombre, sino a vuestros sentimientos de cubrir el pecado con la complacencia de Dios.

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  40. Me gusta el término theologylove: el estudio del Dios de Amor.
    Permitidme compartir con vosotros unas palabras de Gustavo Gutiérrez, Premio Príncipe de Asturias 2003: "La poesía es un lenguaje de amor. Y Dios es amor.[...] Aunque no escribamos poesía, la teología misma debe ser siempre una carta de amor abierta a Dios, a la iglesia y al pueblo al que servimos"
    Esther

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  41. Moshe,muy interesante,el mas manso y humilde, se dice que no ha habido profeta como el(despues de Mashiaj.claro)la relaccion era unica cara a cara.Respecto del episodio becerro de oro,Moshe al ver el pecado del pueblo(no todos participaron)deja caer las tablas(hay varias teorias unos dicen que el peso se hizo insostenible por el pecado)nEl ETERNO quiere acabar con todos y comenzar de cero con Moshe,pero el pide que acabe con su vida ahora mismo y perdone al pueblo.El ETERNO por el justo perdona al pueblo.Al llegar abajo los levitas en celo de YHWH matan el mismo numero de israelitas que en el episodio de nuestro pentecostes(sauvot)se convierten y reciben la ruaj haqodesh(espiritu santo)interesante no?.En cuanto al castigo de Moshe de no entrar en la tierra por su desobediencia,debia hablar ala roca no golpearla,era la voluntad del ETERNO.Moshe suplico dicen mas de 500 veces poder entrar.El ETERNO en su gracia para con su fiel siervo le mostro no solo la tierra,el asentamiento del pueblo y su progreso sino que se le mostro a Mashiaj eltzadiq(justo) de Israel.Bendiciones ajim.

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  42. LO que Moshe recibe es el contrato matrimonial el casamiento hebreo consta de dos partes: una el contrato,donde el chico pide la mano de la chica delante de los padres(ahora el chico vueve con el padre hasta que tenga la casa preparada para vivir ambos)y la segunda parte la cena de boda con los invitados etc.Roto una y otra vez el contrato por el adulterio del pueblo,el ESPOSO,lejos de divorciarse nos otorga gratis el MEDIADOR para poder ser aptos de nuevo no solo al contrato sino ya ala cena de bodas.

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  43. Muchas gracias a todos y a todas por vuestras aportaciones.

    Quiero recuperar aquí algunos textos de un libro maravilloso, Más allá de la Ley" (Safeliz, 1998), escrito por un erudito de altura como es Roberto Badenas, que ha sido, para mí, primero profesor, después maestro y por fin amigo, y al que le debo mis encuentros de lactante con Jesús de Nazareth.

    Como todos los que lo conocen saben, el profesor Badenas no es sospechoso de la perturbadora, desestabilizante y autocomplaciente progresía que a mí me habita, según algunos. Ni merecerá para ellos, no me cabe la menor duda, calificativos del tipo "guía ciego", "instrumento de Satanás", "serpiente sutil", "falso maestro". Quizá yo sí, pero él no.

    Especialista en el ámbito de la Ley (su tesis doctoral se empleó a fondo en el sentido del texto de Pablo "El fin de la ley es Cristo"), dedica el libro que cito a desgranar los diferentes aspectos de este regalo de Dios, bendición para los seres humanos que ellos han convertido en maldición, que es la Ley en la Biblia. Ahí van algunas de sus reflexiones:

    "Es bien sabido que sobre sus principios (los de la Ley) reposan todavía, en gran parte, nuestras propias formulaciones de los derechos humanos, pero también es de dominio común que en nombre de esta Ley se ha proclamado la guerra santa, se ha justificado la esclavitud, se ha defendido la pena de muerte, se ha condenado la planificación familiar, se ha predicado la sumisión de la mujer, se ha impugnado el arte figurativo y se han rechazado las transfusiones de sangre. La lista de todos los conflictos provocados en su nombre sería interminable" (pg. 13)

    "Revelada en el transcurso de esta travesía (el éxodo), la Torá conservará siempre su carácter de itinerario espiritual. En la simbología bíblica, la metáfora del camino acompañará en adelante la noción de la ley. No se hablará tanto de observarla como de "andar en ella". Sus estatutos serán otros tantos jalones destinados a señalar un nuevo camino de liberación, sorteando riesgos y desvíos. La percepción de la Ley como "camino" y proyecto de vida arranca de la experiencia del éxodo." (pg. 25)

    "Las palabras evolucionan y a veces cambian de sentido. El término Torá, usado generalmente para designar la Ley, parece derivar de una vieja raíz (yara) del vocabulario de los pastores, que significa "arrojar" (probablemente, piedras para guiar los rebaños [...]. Torá no es tanto la orden como la orientación. Más que la ley es el camino por el que se invita a seguir en una dirección determinada." (pgs. 30-31) (Continúa...)

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  44. "Es importante señalar que la Ley no aparece en ningún momento como condición para la alianza. Dios se compromete incondicionalmente, a la vez que solicita la seriedad de sus súbditos." (pg. 36)

    "Uno de los conceptos más originales del Antiguo Testamento es el de tsedek (o tsedaka), traducido en nuestra lengua por "justicia" a falta de un término mejor. Se trata en hebreo de una noción esencialmente relacional, que engloba a la vez al justicia y la misericordia. [...] De modo que la justicia de Dios no designa su capacidad de juzgar al transgresor, sino su buena voluntad de paz y armonía para con los hombres, así como su fidelidad (la de Dios) a su palabra, en toda circunstancia." (pg. 62)

    "El Decálogo no prescribe ningún tipo de castigo en caso de transgresión. La lógica categórica de sus exigencias y su propia fuerza moral se imponen por sí mismas. [...] En realidad, resulta imposible legislar en cuestiones que pertenecen a una categoría de sentimientos tan personales e íntimos como la codicia. En ese sentido, el Decálogo escapa a lo que normalmente llamamos "ley", y se sitúa más bien en la perspectiva de lo que podríamos denominar un "ideario". (pg. 71)

    "El Decálogo no ata al hombre de pies y manos con órdenes o prohibiciones. Lo trata con respeto. No como a un niño desobediente, presunto transgresor a quien hay que imponer normas porque no sabe comportarse, sino como a un ser libre e inteligente, capaz de escoger. Aun sabiendo que el hombre optará por caminos equivocados, no lo trata como lo haría un dictador. [...] El futuro (tiempo verbal en el que está expresado el Decálogo en casi todos sus estatutos) es, además, el tiempo de la esperanza. "No matarás" significa que mi agresividad puede reorientarse en la dirección de la armonía con la vida. Sin embargo, no lo exige todo ahora. [...] Por eso, a mi juicio, el Decálogo es, además de un resumen de la Ley, un ideario ético" (pgs. 75-76)

    "Otro aspecto sorprendente del Decálogo es que no invita a mirar hacia adentro, sino hacia adelante, hacia arriba y hacia afuera. [...] En nuestra introspección a menudo conseguimos los efectos contrarios a nuestros buenos propósitos. Al examinar nuestras acciones las vemos contaminadas, vacías de generosidad, y el desánimo nos bloquea. El Decálogo, con sus futuros, pide confianza. Dios mismo se encarga de liberar nuestros actos de su lastre negativo. Vivir pendientes de nosotros mismos no hace más que crisparnos y desanimarnos, haciéndonos perder el equilibrio y la paz del alma. (pg. 76)

    "Percibir los mandamientos como condiciones de aceptación es, pues, bíblicamente falso, además de teológicamente absurdo. Dios da su ideario a un pueblo ya liberado, para llevarlo a una calidad de vida superior, no para hacerle la vida imposible o imponerle una nueva esclavitud. (pg. 78)

    "Frente a la visión casuística y jurídica de la Ley, Jesús propondrá una visión ética de base espiritual. Su interés será más bien poner de relieve sus altos ideales que reivindicar las "jotas" desaparecidas. Jesús sabe que el descuido de la vida espiritual favorece siempre el moralismo. Paulatinamente la ética del amor pierde su flexibilidad, su carácter de respuesta viva a las necesidades del otro, y queda fosilizada en normas, tradiciones y prácticas que amenazan la libertad necesaria para el desarrollo personal" (pg. 213)

    Amigos y amigas: que os aproveche. Un poco de alimento espiritual no le viene mal a nadie...

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  45. Así funciona esto:

    Dios ha diseñado un pequeño y exclusivo colectivo de seres humanos capaz de decir lo que Dios diría, pensar como Dios pensaría y amar a Dios desde el entendimiento, sólo Dios sabe cómo. Estos individuos se hacen llamar "teólogos" y son propensos a dedicar ingentes cantidades de tiempo a la lectura, la escritura y el pensamiento.

    Los teólogos, también conocidos por sus inferiores como "pastores" o "guías espirituales", tienen un estatus muy elevado; hecho perfectamente lógico si nos paramos a analizar sus contactos y conexiones... Sin embargo, Dios no dotó al pueblo llano con la capacidad de encontrar lógica en las escrituras. Tampoco lo dotó para que le atribuyesen cualidades benignas al usar la razón y la lógica, o para que pudiesen justificar dignamente su existencia y su supuesta bondad, ¡porque para eso ya se le había ocurrido la idea de los teólogos!
    (Esto último sucedió mientras estaba sentado en el retrete, como tantas otras ideas célebres y piezas musicales.)

    Esta historia no tiene sentido ni puede ser real, porque entonces ¿cómo se las apañaría alguien del pueblo llano para distinguir a los que son teólogos, de los que no lo son?


    ¡Un saludo!

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  46. Uyyy ahora me doy cuenta que el pastor Badenas es infalible para algunos. Conozco al pastor Badenas y creo que un poco más que tú, por muchas cosas, y cuando vea la mala utilización de su libro, se tirará de los pocos pelos que le queda jeje, Juan Ramón, no hace falta elevar y mostrar el pensamiento de Badenas, para descalificarte a tí.

    Buscas como clavo ardiendo un lugar donde agarrarte y no te das cuenta que el único clavo para seguir en la cruz de Cristo es la ley, curiosamente un clavo que no arde, sino que nos muestra que necesitamos seguir agarrados para no caernos de la cruz.

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  47. Me gusta releer este texto de Elena White:

    “Aunque la ley no puede remitir el castigo del pecado, sino cargar al pecador con toda su deuda, Cristo ha prometido perdón abundante a todos los que se arrepienten y creen en su misericordia. El amor de Dios se extiende en abundancia hacia el alma arrepentida y creyente. El sello del pecado en el alma puede ser raído solamente por la sangre del Sacrificio expiatorio. [...] La obra de Cristo, su vida, humillación, muerte e intercesión por el hombre perdido magnifican la ley y la hacen honorable” (MS 1:435, 436).

    Abrazos.

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  48. En hebreo no se encuentra la palabra ley sino torah,un problema de traduccion,como los nombres de los libros,en hebreo comienzan todos segun la primera linea del mismo,por ejemplo nuestro genesis (origen en griego)en hebreo se llama Bereshit(en el principio)igual que su comienzo,exodo es shemot(nombres)dice estos son los nombres,levitico seria y EL llamo y por ultimo deuteronomio devarium(palabras)dice estas son las palabras.

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  49. (¡Me apunto lo de Bereshit!)

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  50. Gracias infinitas Juan por refrescarnos con nuestro casi angel Badenas, para muchos desde luego un exégeta excepcional.

    Me gustaría destacar que necesitamos cambiar nuestras nociones sobre lo que significa pecado, justicia, ley y amor. No creo que estén muy acordes con lo que nos enseñó Jesús. Más bien, me inclino a pensar que han deformado el evangelio. No copmprendemos lo que significa el pecado, y difícilmente comprenderemos la justificación po r la fé en jesús si no entendemos las nociones de culpabilidad y de responsabilidad. En cualquier caso, me ha parecido valiente, algún dato importante que se ha escapado de la lección, que normalmente se inclinan por repetirnos las mismas cosas, como si no tuviera la suficiente riqueza éste tema como para saber y creer en lo que yo denomino la teología del conocimiento progresista y progresivo de la verdad.
    No existen los 10 mandamientos, eso puesto en negrita en nuestras Biblias no es verdad, son añadidos para su estudio. Siempre comienza la Ley, recordando la servidumbre y la libertad. Por otra parte, en Hebreo no está escrito en IMPERATIVOS, sino en INFINITIVOS y ésto es muy importante, porque leemos "NO MATARÄS" pero no es así para un judío, sino que "VALORARAS TANTO LA VIDA QUE TRATARAS DE PROTEGERLA" por ejemplo..

    "En tu ley medito de día y de noche.."

    Feliz Sábado
    Diego

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  51. Gracias, Diego, gracias Shara77. Un asunto tan controvertido como el sentido de la Ley en una economía de la gracia no puede ser tan sencillo como agarrarse al clavo de la Ley para no caerse de la cruz. Si así fuera, hubiéramos encontrado rápidamente el consenso, y no se habrían vertido ríos de tinta.

    La Biblia da espacio para diversas interpretaciones de la función de la Ley en una economía de la gracia, y por eso unos y otros no conseguimos ponernos de acuerdo. No hay consenso. No me parece esto, sin embargo, grave. Porque hay un espacio vital en el que sí podemos ponernos de acuerdo: Dios nos quiere porque somos sus hijos; estamos desorientados y hemos perdido el norte; la ley, como don de Dios, nos sirve para darnos cuenta de nuestra desorientación, de nuestra verdadera situación, y de nuestra necesidad de vida eterna; Dios se emplea a fondo, en Jesús, para mostrarnos el camino de vuelta a casa, porque Jesús es el camino, la verdad y la vida; reconocer a Dios en Jesús nos reconcilia con Él, porque si hoy Jesús, como Sumo Sacerdote, está intercediendo por alguien, es ante nosotros por Dios, para convencernos de que Él nos ama, y no al revés, pues nadie ha de convencer a Dios de que nos ame.

    La Ley de Dios nos muestra que nos hemos equivocado de camino al cielo, pero no es el camino de vuelta al cielo. Tan es así, tan discapacitados estamos nosotros para encontrar el camino al cielo, que Jesús vino a traérnoslo: "El Reino de los Cielos se ha acercado..."

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  52. Uy Juan Ramón, la ley de Dios no nos muestra que nos hemos equivocado de camino al cielo, lo siento, la ley de Dios nos muestra los límites del camino al cielo, la diferencia es abismal, mientras que en uno nos muestra que tenemos que alejarnos de la ley porque ese es el camino errone, el otro ( al que me adhiero firmemente ) nos muestra los límites del verdadero camino, curiosamente eso es lo que Pablo expresa en su carta a los romanos.

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  53. Puede ser que tus ansias de vivir un evangelio progresista te haga olvidar la grna diferencia que radica en sentir la ley como mala, es decir ver en ella que andas por mal camino, como verla como buena, curiosamente la línea de la Iglesia Adventista, donde la ley te muestra que más allá de ella existe la desobediencia y por tanto la lejanía del camino de amor por donde andamos.

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  54. Uno tiene que aprender a leer, antes de querer ponerse a escribir...

    Anda, lee otra vez mi último comentario y ten la vergüenza de rectificar lo que has escrito en los tuyos.

    Ya es pena que, cuando me lees, no seas capaz de leer lo que escribo, sino lo que tú piensas que voy a escribir. Pero más pena es que, además, me juzgues por ello.

    Es el colmo del delirio...

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  55. Juan Ramón,el que tienes que leer tus propios comentarios eres tú: "La Ley de Dios nos muestra que nos hemos equivocado de camino al cielo, pero no es el camino de vuelta al cielo. Tan es así, tan discapacitados estamos nosotros para encontrar el camino al cielo, que Jesús vino a traérnoslo: "El Reino de los Cielos se ha acercado..." ... estono lo digo yo. Por último,no soy yo quien te juzga,sino tú que te sientes juzgado, otra diferencia abismal.

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  56. ¿Pero es que no te das cuenta, pequeño saltamontes anónimo, que lo que está diciendo JR es que la ley es un don de Dios (lo dice así literalemente), y que no te equivocas cuando la ensalzas, sino cuando le das una utilidad que no tiene?

    Cuando yo leo "La Ley de Dios nos muestra que nos hemos equivocado de camino al cielo, pero no es el camino de vuelta al cielo." lo que entiendo es que la función de la ley de Dios es mostrarnos que lo hacemos mal, y ayudarnos a poner nuestros ojos en quien puede salvarnos, ya que la ley no puede salvarnos. Por eso no es el camino al cielo. Eso es lo que leo en el comentario de JR. ¿No os parece lo mismo que a mí?

    ¿Será verdad, como dice JR, que aún tienes que aprender a leer, pequeño saltamontes anonimo?

    Pedro

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  57. Querido maestro, si es tal la situación, dejame decirte que Cristo no vino a traer el camino al cielo, ya desde que el pecado entró en el mundo el camino fue establecido y con las señales ya establecidas de los límites del camino, lo que ocurre es que algunos quieren argumentar que ese camino no es el de Cristo, lo que vino Cristo hacer era el cumplimiento de que el camino era el correcto, quitando los añadidos establecidos como leyes en el camino, pero núnca vino a quitar la ley, dile esto a Juan Ramón, a ver que piensa.

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  58. Gracias por el capote, Pedro. Es exactamente lo que quería decir. Me has interpretado bien.

    Sólo te ruego que no emplees apelativos del tipo "pequeño saltamontes anónimo". Seguro que no has querido que sea ofensivo, pues recuerda los consejos que daba el maestro a su discípulo en la serie Kung-Fu. Pero no añaden nada al debate y podrían ser interpretados como "peyorativos" (ya me ha pasado eso con el Anónimo al que te refieres).

    Agradezco tu participación, confío en tu buen criterio, y aprovecho para darte la bienvenida (nadie había firmado aún como Pedro). Espero que hayas venido para quedarte.

    Abrazos.

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