lunes, 4 de enero de 2010

Lección 2 Para el 9 de enero de 2010: El fruto del Espíritu es el amor


Sábado 2 de enero

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA:
Deuteronomio 6:5; Mateo 5:43-48; 7:12; 22:39; Lucas 10:25-37; 1 Corintios 13:4-7.

PARA MEMORIZAR:
"Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor" (1 Cor. 13:13).

LA LISTA QUE DA PABLO de los rasgos de carácter que identifican el fruto del Espíritu comienza con el amor. El amor es la virtud máxima para los cristianos porque es el rasgo que más caracteriza a Dios. Fue el amor lo que motivó a Dios a crearnos, sostenernos, darse a conocer a nosotros, y darnos a su Hijo a fin de redimirnos.

Juan lo dice así: "Dios es amor" (1 Juan 4:16). Por cuanto el amor es central en su carácter, debe ser también el centro del nuestro. "El que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él" (vers. 16).

Lamentablemente, la palabra amor se usa hoy en forma muy vaga. A menudo decimos que amamos el clima, una comida favorita, o a nuestro perro. Pero este amor no pasa la prueba del verdadero amor divino (ver 1 Cor. 13). Éste es muy diferente, es algo que impacta toda nuestra existencia, nuestra manera de vivir y de relacionarnos con otros. Los ingredientes del amor son un paquete, no una lista de la cual seleccionamos lo que más nos gusta y descartamos el resto. Eso no es, como veremos esta semana, amor verdadero.

Domingo 3 enero EL AMOR TIENE MUCHAS DIMENSIONES (Deut. 6:5)

"Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo" (Mat. 22:37-39; ver también Deut. 6:5).

Las traducciones bíblicas, como sucede en otras obras escritas, difieren en la elección de las palabras. Por ejemplo: "El ave era pequeña", podría decir en una traducción, en otra, "El ave era diminuta", o aun en otra, "El ave era minúscula"; y todas ellas serían correctas. Por lo tanto, al estudiar el fruto del Espíritu, es útil definir el significado en el idioma original. En Deuteronomio 6:5, la palabra hebrea para amor es ahábta, que se refiere al amor exhibido por la voluntad, la mente y las acciones, más bien que al amor demostrado por los sentimientos o las emociones. Es el tipo de amor más elevado porque motiva a la persona a hacer lo que es correcto y noble, no importa cómo se sienta ella. Así que el amor del que habla Jesús en el más grande mandamiento es la forma más noble, pura y elevada del amor que se sacrifica a sí mismo, y es el que cada persona debe tener hacia Dios.

El pueblo judío ya sabía que el mandamiento número uno era amar a Dios con todo su corazón, su alma, su mente y, como añade Marcos, sus fuerzas (ver Mar. 12:30). Al mencionar los cuatro aspectos del ser humano, Jesús está reuniendo todo lo que es una persona. Está diciendo: "Necesitas amar a Dios con tu ser entero". La intención de Jesús no era la de definir el sentido de cada palabra, aunque nos ayudaría mucho estudiar estos cuatro aspectos.

Lee Mateo 7:12 y Mateo 22:39. ¿Cuál es el punto importante que presentan estos textos? ¿De qué manera es esto esencial para todo el concepto del amor?

Amar a tu prójimo como a ti mismo significa amara todas las personas con todo el corazón. El amor en este "segundo mandamiento" es el mismo que el del "primer mandamiento". Es el amor en acción, que involucra la voluntad y la intención. Amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos significa cuidar a alguien cómo nos cuidaríamos a nosotros mismos.

Es fácil hablar acerca de amar a otros como a ti mismo; pero no es fácil hacerlo. ¿Cuál es tu experiencia en esta área? ¿Cómo puedes aprender a morir al yo de ministrar a otros?

Lunes 4 de enero LO QUE HACE EL AMOR (1 COR. 13:4-8)

"El amor es sufrido, es benigno;... no guarda rencor;... se goza en la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser" (1 Cor. 13:4-8).

Definir el amor es el primer paso; aplicarlo es el siguiente. Debemos ser prudentes para no decir livianamente que amamos; más bien, necesitamos analizar con cuidado cómo vivimos y cuán bien aplicamos los principios del amor como se expresan en la Biblia.

Lee 1 Corintios 13:4 al 8. Considera cada aspecto de lo que es el amor, y pregúntate. ¿Cómo puedo aplicar estos principios en mi propio hogar?

Piensa por un momento cómo serían nuestros hogares si por la gracia de Dios practicáramos en forma consistente las cualidades del verdadero amor. Imagínate la bendición de vivir en un ambiente en el que los miembros de la familia sean positivos y se sostengan mutuamente. Tal vez no puedas conseguir que otros hagan esto, pero si tú aplicaras estos principios, podrías ver qué impacto poderoso producen sobre otros. No puedes discutir en contra del amor; es la fuerza más poderosa en toda la creación. Las personas pueden argumentar contra tu teología, tu estilo de vida, tus creencias, tu fe, contra todo. Pero ¿qué argumento podrían usar contra el amor incondicional, la clase de amor revelado al mundo por medio de Jesús, la clase de amor que podemos, mediante su gracia, manifestar a otros?

¿Qué características del amor bíblico encuentras más difíciles de poner en práctica en tu propia vida? ¿Cómo puedes hacer un esfuerzo decidido para, por medio de la gracia de Dios, cultivar más de este aspecto del amor? ¿Por qué es importante que lo hagas?

Martes 5 de enero LO QUE NO HACE EL AMOR

Repasa 1 Corintios 13:4 al 8, pero esta vez considéralo desde una perspectiva diferente. Observa lo que el amor no hace. Aunque están expresados en forma negativa, son realmente otras características positivas del amor.

Repasa cada una de las expresiones "negativas" en 1 Corintios 13:4 al 8, y anota los atributos positivos que ellas implican. Además, mientras lo hacer, pregúntate cuán bien o cuán mal manifiestas estos aspectos del amor, y cómo podrías ser capaz de mejorar en esa área. No tiene envidia No es jactancioso No se envanece No hace nada indebido No busca lo suyo No se irrita No guarda rencor No se goza en la injusticia

Al contemplar el significado del amor detallado en el capítulo del amor (1 Cor. 13), podemos apreciar el carácter de nuestro Padre celestial, quien es la personificación del amor. También podemos ver que la palabra amor, como se usa en la cultura popular, no llega ni por lejos a una comprensión correcta del amor de Dios.

Miércoles 6 de enero LA PRUEBA DEL AMOR (Mat. 5:43-48)

Lee Mateo 5:43 al 48 y escribe una paráfrasis, en tus propias palabras, de lo que dijo Jesús. ¿Cuál es el punto principal de lo que nos dice Jesús acerca del amor?

Si hemos de amar a nuestros enemigos, es mejor que descubramos quiénes son exactamente nuestros enemigos. Si un enemigo es solo el que amenaza tu vida, puedes pensar que este texto no se aplica a ti, si tu vida no fue amenazada recientemente.

Pero, por definición, un enemigo es un adversario, un rival, un competidor, uno que te desafía, uno que pelea contigo. Un enemigo es alguien que te odia, o que te maltrata. Podría ser hasta un cónyuge u otro miembro de tu familia. Puede haber ocasiones cuando un miembro de la familia no es muy amoroso; e incluso busca maneras de irritarte o cosas aún peores. Cuando sucede eso, es fácil caer en la trampa de la represalia y de la mezquindad.

A veces puedes experimentar conflictos en el trabajo, y aquellos con quienes has trabajado lado a lado durante años pueden comenzar a pensar en ti como un adversario. Un enemigo podría ser alguien por quien te has interesado mucho, o puede aun ser alguien de tu iglesia.

Necesitamos darnos cuenta de que el enemigo a quien se refiere Jesús no se limita a alguien que amenaza nuestras vidas, sino es cualquiera que nos produce suficiente consternación como para tentarnos a desquitarnos.

Lee Proverbios 15:1; 25:21; y 1 Pedro 3:9. ¿De qué modo estos textos nos ayudan a comprender mejor este principio importante respecto al amor? ¿Amar a nuestros enemigos? A muchas personas les resulta difícil mostrar amor a sus amigos, y mucho más a sus enemigos. ¿Cómo podemos aprender a seguir el ejemplo de Jesús en esto? ¿Cómo pueden nuestros corazones ser cambiados de modo que lleguemos a amar a nuestros enemigos? ¿De qué modo el orar por ellos desempeña un papel importante en ayudarnos a alcanzar este ideal cristiano?

Jueves 7 de enero EL AMOR EN ACCIÓN (Luc. 10:25-37)

En un seminario, un profesor organizó a los alumnos de su clase de oratoria de una manera poco usual. Le pidió a cada uno que preparara un sermón sobre la historia del buen samaritano. Uno por uno debían ir de aula en aula predicando amor y compasión por otros. Había solo un breve receso entre clase y clase, lo que obligaba a los futuros predicadores a correr para cumplir su horario. Cada uno de ellos tenía que recorrer cierto corredor y pasar junto a un mendigo que había sido ubicado allí intencionalmente por el profesor.

¡Lo que sucedió fue una lección poderosa! Muy pocos predicadores estudiantes se detuvieron para ayudar a este hombre, especialmente los que estaban bajo la presión del tiempo. ¡Corriendo para predicar su sermón sobre el buen samaritano, casi todos pasaron de largo junto al mendigo que estaba en el corazón de la parábola!

En la lección de ayer, hablamos acerca de quién es mi enemigo. Hoy la pregunta es: ¿Quién es mi prójimo? ¿De qué modo la respondió Jesús en Lucas 10:25 al 37? ¿De qué manera esta parábola se vincula con todo el tema de lo que es el verdadero amo? Además, mientras lees esta parábola, pregúntate: ¿Por qué puso Jesús, específicamente, gente religiosa, incluso líderes religiosos, en el papel de "los malos"? ¿Qué lección hay allí también para nosotros?

Considera estas palabras: "Tuve hambre, y tú formaste un club humanitario para analizar esto. Estuve en la cárcel, y tú te quejaste del aumento de la criminalidad. Estuve desnudo, y tú debatiste la moralidad de mi apariencia. Estuve enfermo, y agradeciste a Dios por tu salud. Estuve sin hogar, y tú me predicaste acerca del abrigo del amor de Dios. Tú pareces tan santo y tan cerca de Dios; pero yo sigo con hambre, solitario, con frío y con dolor. ¿Te importa?

Se honesto. ¿Qué clase de cambios de estilo de vida deberías hacer para llegar a ser un buen samaritano para otros? ¿A quién conoces, ahora mismo, que está del otro lado del camino, en el mundo del sufrimiento? ¿Cuánta muerte al yo se necesita para que trates a esta persona como a un "prójimo"?

Viernes 8 de enero

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:
El científico Arthur Zajonc llenó una caja de luz, de modo que nada de la luz se reflejara en ninguna de las superficies internas. Dentro de la caja había luz, y solo luz. Ahora, si miraras adentro de la caja, ¿qué verías? ¿A qué se parece la luz, en sí misma y por sí misma?

Verías pura oscuridad, la oscuridad del espacio vacío. A menos que se refleje sobre alguna cosa, o que mires directamente a la fuente de luz, la luz es invisible.

Zajonc entonces tomó una varilla y la movió en la oscuridad de la caja. Solo la varilla estaba iluminada del lado por el cual entraba la luz. Era como si una luz delgada brillara únicamente sobre la varilla. Aun cuando la luz estaba en todas partes dentro de la caja, solo cuando se reflejaba sobre una superficie (la varilla) se hacía visible. De otro modo, la luz era oscuridad.

La luz del sol sobre la Tierra hace que el cielo se vuelva azul, gris o rojo, dependiendo del tiempo y de la hora del día. En la luna, si miraras hacia arriba, sin importar cuánta luz del sol cae sobre ella, verías pura oscuridad, la del espacio vacío. Y eso es porque la luna no tiene atmósfera, ni aire, ni humedad, de ninguno de los gases o vapores que, al reflejar la luz del sol, le dan al cielo los colores que vemos desde la Tierra.

¿Qué queremos decir? La luz, a menos que se refleje en algo, parece pura oscuridad.

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
1. ¿Qué lecciones espirituales sobre el amor podemos obtener de lo mencionado acerca de la naturaleza de la luz? Ver 1 Juan 1:5; 2:9-11; 4:8; Lucas 11:35.

2. Piensa en aquello de amar a nuestros enemigos. Lucas 23:34 dice: "Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen". ¿Oras tú por tus enemigos? Es difícil tener la actitud correcta hacia los que nos odian, nos maltratan o nos persiguen. Pero el orar por nuestros enemigos cambia nuestro corazón y comenzamos a verlos como personas que necesitan la gracia de Dios. Eso nos ayudará a bendecirlos cuando nos maldigan y nos odien. ¿Cómo podemos cultivar la actitud de orar por aquellos a quienes desearíamos maldecir?

3. Una persona vio a alguien con un vehículo descompuesto. Se detuvo y se ofreció a ayudarlo, pero lo golpearon y lo asaltaron. Luego dijo: "Nunca más me detendré para ser un buen samaritano". ¿Cómo le responderías a esa persona?

4. ¿Has conocido a alguien que parece que personifica al amor? ¿Qué hacía? ¿De qué modo manifestaba amor? ¿Cuánto sufrimiento piensas que soportó a fin de mostrar el amor que daba?

Resumen:
El amor proviene de Dios. Es inextinguible. Trae paz, confianza y libertad a nuestras vidas. Cuando Dios lo demuestra a través de nosotros, bendice y enriquece inmensamente otras vidas. Los cristianos amantes y amables tienen un valor enorme.

20 comentarios:

  1. Gracias, Alfredo, Diego, Antonio, por vuestros comentarios a la lección de la semana pasada, tan enriquecedores todos ellos. Sois generosos, brillantes y divertidos, así que no puedo pedir más. No me dejéis nunca solito, porque leeros es una auténtica delicia.

    Este sábado pasado, en mi comunidad de Escuela Sabática, debatimos sobre algunos asuntos que quiero traer para vuestra reflexión, aunque la primera lección de este trimestre ya se quede atrás. Ahí van:

    1.- Hubo un texto que nos sirvió de lanzadera: "No es buen árbol el que da malos frutos, ni árbol malo el que da buen fruto. Porque cada árbol se conoce por su fruto; pues no se cosechan higos de los espinos, ni de las zarzas se vendimian uvas" (Luc. 6:43, 44). Algunas personas emplean estas palabras de Jesús para incidir en que si no damos higos (buenas obras) es que somos espinos, y que si no damos uvas (idem de idem...) es que somos zarzas y, por lo tanto, seremos raídos. Sin embargo, nosotros llegamos a otra conclusión: somos, por naturaleza, espinos y zarzas, por lo que cada vez que damos como fruto higos y uvas es un milagro tan grande como que anden los cojos, vean los ciegos o resuciten los muertos. Así las cosas, entramos en una nueva dinámica. No gastamos el tiempo vigilando nuestras vidas para ver cuántos higos y uvas somos capaces de dar, sino que estamos atentos a la fiesta que se produce en el cielo cada vez que nuestras vidas producen higos y uvas, cuando la naturaleza esperaba espinas y zarzas. Y ser conscientes de esta celebración celestial nos llena de alegría y renueva nuestra confianza en el poder del Espíritu de la Creatividad, que "milagrea" en nosotros donde menos nos lo esperamos.

    2.- Nos sorprendió mucho el hecho de que el autor de la lección, tras proponer una reflexión sobre la vid verdadera y los pámpanos, nos hiciera una pregunta que a nuestro parecer estaba equivocada. Él preguntaba "¿Qué nos dice este texto a cerca de CÓMO deberíamos vivir?". Nosotros, sin embargo, llegamos a la conclusión de que la pregunta oportuna hubiera sido: "Qué nos dice este texto a cerca de CON QUIÉN deberíamos vivir?". Descentrar la mirada de nosotros mismos, y fijarla en Jesús, en nuestra proximidad íntima a Él, en nuestra vida pegada a Él, es más excitante y coloca en su justo lugar nuestras prioridades.

    3.- Lo mismo ocurre con otra reflexión que aparece en la lección, y que nos pareció que erraba el tiro. El autor preguntaba: ¿Qué prácticas y hábitos estás cultivando que te hacen más difícil permanecer en él? A nuestro entender, la pregunta debería realizarse al revés: ¿Asumiremos el reto de permanecer en Él, de modo que ni siquiera nuestras prácticas y hábitos sean capaces de alejarnos de Dios? Nos parecía que esta perspectiva es mucho menos culpabilizante e infinitamente más constructiva. En realidad, el complejo de culpa es el instrumento que el Enemigo mejor y más utiliza para apartarnos de nuestro Padre.

    4.- Y, por último, llegamos a la conclusión de que el Espíritu de la Creatividad no produce en nosotros sus frutos para glorifiquemos a Dios, ya que no podemos añadir nada a su gloria, que es infinita. Los frutos del Espíritu son para nuestra propia felicidad y la de los que nos rodean. Y viéndonos felices, nuestro Padre también lo es. No debemos gloria ni se nos exige gloria ni somos capaces de producirla. Todo gira en torno a la búsqueda de la felicidad, en la que Dios se ha empeñado desde el comienzo de los tiempos, y que se manifestará con toda su rotundidad cuando se haga completa en la vida eterna.

    Espero que estas reflexiones os sean de utilidad, y sirvan para relanzar el debate. Y, ahora, a continuar con la lección de esta nueva semana, que tiene como centro el fruto por excelencia del Espíritu de la Creatividad, y que estoy seguro de que nos traerá momentos tan enriquecedores como la de la pasada. Un abrazo en Jesús.

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  2. Pues me parecen una conclusiones magníficas que no podían estar más acertadas.

    En mi clase, como apunte quizá novedoso alguien sostuvo que "por sus frutos los conoceréis de Mateo" y gálatas y los frutos del espiritu no eran textos situados en un mismo contexto y creo no le faltaba razón.

    Las palabras de Jesús junto a la prábola de la vid noo tenían relación directa con gálatas.

    La vid era el templo para los judíos y Jesús se equipara a esa figura, y los frutos son alusión a los resultados del profeta y de sus mensajes. (ese era el contexto) Gálatas es posterior y es perfectamente válido pero resulta menos doloroso y algo más concreto que mateo hable de profetas y Pablo del espiritu.

    Éste semana me parece oportuno rerenciar una clase de amor que para mí, no tiene nada que ver con el que se produce al estar "injertado" en la vid. El amor humano está llenoo de egoísmo aún cuando las mejores de las intenciones y ese no creo sea un fruto. "yo y mi familia, mis hijos, mi igkesia, mi trabajo, mis hermanos.." todo muy positivo y correcto pero ese no es fruto del espiritu. El amor al que nos trasporta la lección esta semana va mucho más allá y nos lleva a un amor diferente. Descubrámoslo.
    Un saludo amigos

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  3. Me ENCANTA el punto de vista, el giro positivo de vuestras reflexiones de la semana pasada. Jesús vino para dar vida y esperanza y nosotros la "matamos" a hachazos con la culpabilidad humana.
    Qué bien que podamos estar dando un giro a esas concepciones para seguir con ilusión junto al MAESTRO y poder coger a otros de la mano para caminar juntos!!!!
    Estoy de acuerdo que NO podemos añadir NADA a la gloria de Dios con nuestros frutos, como tú bien dices en tu 4ª reflexión, y que son para nuestra propia felicidad y para los que nos rodean. Pero sí que creo que cuando manifestamos, de uvas a peras, amor o tolerancia o paciencia o bondad o...estamos manifestando, lo que El puede hacer en mí y otros lo pueden ver.
    Este fin de semana lo he pasado con una buena amiga con la que he compartido mucho de mí caminar, luchas o dolores. Me daba cuenta, una vez más, de cómo DIOS había aumentado, cambiado, establecido de una forma milagrosa, una pizca de algunos de esos frutos que vamos a estudiar este trimestre.
    Eso es milagroso!!! Para mí no glorifican a DIOS, pero sí me muestran, y los que me rodean lo ven, el GRAN poder que El tiene. Y eso es un GRAN testimonio o por lo vemos yo lo veo y lo vivo así.
    teacher beg

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  4. "¿Por qué hablan de amor, cuando quieren decir sexo...?". Éste es el título de una película mediocre, pero que expresa muy bien la complejidad que siente el ser humano para definir el amor.

    El propio Pablo de Tarso se ve incapaz de definir qué es el amor. Se limita, en 1ª Cor 13:4-8, a contarnos cómo se comporta el amor: "El amor es sufrido, es benigno;... no guarda rencor;... se goza en la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser".

    En realidad, en la Biblia encontramos una sola definición, entendiendo como "definición" la expresión de la naturaleza del ser. Casualmente, se encuentra en el mismo pasaje en el que encontramos la única definición que aparece de Dios. Me refiero al que se encuentra en 1ª Jn 4:8: "Dios es amor" y, por la propiedad conmutativa, "Amor es Dios".

    Así que si lo que pretendemos es AMAR de verdad, con toda la carga de sentido que tiene su definición bíblica, lo tenemos crudo. Sería como pensar que podemos hacer lo que Dios hace. Volvemos al mismo debate de la semana pasada: no pretendo ser bueno, sólo quiero intentar ir haciendo el bien por donde paso. Parecido con el amor: no pretendo amar con toda la extensión de significado. Lo que quiero es intentar querer a los míos, aprender a querer a los que voy conociendo y ser capaz de tolerar a quienes no me quieren bien.

    Poner el listón demasiado alto no garantiza el esfuerzo para conseguir saltarlo. A veces, lo que ocurre es que ni siquiera saltamos, ante la imposibilidad evidente de llegar a conseguir la meta.

    Me parece lamentable la comparación que hace el autor de la lección en la introducción a la semana. Viene a decir que no podemos amar a Dios como amamos el clima, la comida o a nuestro perro... En fin, me quedo sin palabras. Al clima no se lo ama, la comida apetece o gusta, y si sólo somos capaces de amar a Dios como amamos a nuestro perro, creo que nuestro Padre sonríe con eso. Repito: no por poner el listón más alto nos aseguramos que la gente salte más. Puede ser que nos salga el tiro por la culata...

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  5. Al publicar mi último comentario no había visto todavía el tuyo, querida Beg. Gracias por él. Lleno de ternura y afecto. Efectivamente, que mis pequeños logros no añadan ni un ápice de gloria a la infinita gloria de Dios, no significa que no le llene a Él de alegría y no sea de testimonio para los demás, porque lo es. Estoy completamente de acuerdo contigo. Mi obsesión era mostrar que erramos el tiro cuando pretendemos estrujarnos para manifestar frutos (obras) del Espíritu de la Creatividad. Sería como pensar que por mucho apretar el rosal saldrá antes la rosa. Lo único que haremos es ahogar y matar al rosal. Sólo la percepción agradecida del calor del sol y del frescor de la lluvia darán a luz a la rosa. No puede haber esfuerzo en eso. Nuestro único esfuerzo posible es mantenernos vivos para que Dios siga teniendo la oportunidad de asirnos de la mano y llevarnos, como un lazarillo, hacia tierra nuevas...

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  6. Gracias por tus palabras, pero permíteme una objeción:

    "Intento amar a los míos"
    El amor, tal como lo percibimos en nuestras relaciones así como lo manifestamos en nuestras acciones es un ejemplo claro de la pecaminosidad de nuestra raza.

    Está cargado de egoísmo, de una bondadosa maldad de sentirnos necesitados y de hacer cualquier cosa para hacer sobrevivir "a los nuestros".

    Padre, que no se queme mi casa, que sea la de otro que mis hijos están dentro...

    El verdadero amor, del que habla la lección, en mi modesta opinión es absolutamente iracional e inconcebible para el hombre natural. No estamos en condiciones de entenderlo. Sólo podemos recibirlo si queremos y sentirlo y esperar a ver los grandiosos milagros que ese Espíritu de lal creatividad puede llegar a realizar en nuestras vidas. Ese amor es Dios y no creo que pueda ser llevado ni siquiera al terreno de lo más afectivo que es la familia. Yo también quiero ir hacia tierras nuevas....
    Un abrazo

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  7. Os acabo de encontrar y me parece enriquecedor poder exponer diversas opiniones.
    Yo quería comentaros dos que se trataron la semana pasada en nuestro grupo de diálogo.
    Por un lado no estábamos de acuerdo con la cita del jueves que dice que Dios nos pone en el lugar de la prueba. Comentamos que un padre de amor no pone en riesgo a sus hijos y vimos dos ejemplos: Adán y Eva y Abraham. En el primero Dios aconseja, previene... y el ser humano es el que toma la iniciativa en base a su libertad. En el segundo caso pone de manifiesto que algo que practicaban los otros pueblos El no lo aprueba y pone su solución.
    Con las tentaciones de Jesús dice que el diablo fue quien lo llevó al pináculo del templo...¿Será esa la respuesta?
    El segundo comentario era hacer la distinción entre fruto y frutos. Cuando está en plural se refiere a los frutos del espíritu (amor, paciencia...)
    Cuando está en singular se puede cambiar por salvación.De esa manera resulta gratificante ver que toda persona que está unida a El(que confía en Él) lleva fruto (tiene salvación). El miedo a perderse se elimina porque Él mismo hace la poda y asegura la salvación.
    Un saludo Siol

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  8. karpos (καρπός, «fruto; recompensa; precio; ganancias; productos; resultados».
    «fructificar, llevar fruto»)

    Gracias Soilg por tu aportación.
    He introducido el vocablo en griego para la palabra fruto o frutos como sustantivo y fruictificar o llevar fruto como verbo. La palabra griega es karpós que es tomada de la hebrea parah.

    veamos la primera vez que se emplea en la escritura el término de parah (fruto) es el primer mandamiento establecido por Dios "Creced y multiplicaros" Y ese termino como todos sabéis nada tiene que ver con el de Gálatas y con el que tantas veces empleamos para acusarnos o acusar a los demás de llevar o no llevar fruto.

    Jesús fue tentado durante toda su vida,algo que nunca vino del padre. La preparación para su ministerio fue anterior y durante su peregrinaje en el desierto, pero me parece escandoloso que seigamos pensando que Dios nos pone en riesgo como tú muy bien has señalado en tu comentario. Otra cosa es, que nuestra fe sea probada y que el ministerio que quiera desarrollar el Señor en nuestra vida requiera de determinadas situaciones especiales que Él ordene, eso es muy distinto.

    Como véis el tema del fruto y de los frutos no debería servirnos para hacernos daño. Porque además la traducción de la etimología del término nos lo impide, si bien la deformación eclesiástica nos lo impone como tantas cosas, eso si "sin querer"....

    Si hemos sostenido que no deben preocuparme los frutos sino la insercción en la vid, ¿por qué habrían de importarme los de los demás? entonces ahora es donde alguien dice, "por sus frutos los conoceréis" PERO esa interpretación es incorrecta. Se refiere a los mensajes de los profetas concretos en referencia a noticias y propuestas que hicieron y harán, es algo muy concreto- Por los resultados de las profecías conoceréis si tal o cual mensaje es verdadero oo no. Ésto no quiere decir que los frutos del Espiritu no exiastan en los individuos, pero no sirven para que yo evalúe a un hermano porque además el contexto de toda la Biblia es el de no "juzgar" por eso me parece sacado de contexto Mateo 7:20 y puesto en el mismo lugar de gálatas.

    Además las características personales dde cada uno son diferentes y llevan "celulas" diferentes. ¿Bajo qué premisa yo evalúo? Cuidado..

    Dejemos esa parte al labrador y busquemos más a la vid para beber de ella y para vivir y morir por ella, eso es lo importante.

    Un beso y gracias Soilg

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  9. Gracias por tus interesantes aclaraciones Diego. Me ha gustado eso de "vivir y morir por ella", por la vid claro, jajajaja.

    Pues cuando de amor se trata, a mí el versículo que ilustra eso que llamamos amor es Juan 15:13.- "Nadie tiene mayor amor que éste, que uno ponga su vida por sus amigos". Dar la vida como expresión de amor, o sea, yo vivo y viviré gracias a que mi Amigo ha muerto por mí. Me ha salvado entregándose él en mi lugar. Y yo me quedo primero estupefacto, entre sorprendido y aliviado digo: "jolín, menos mal". Pero luego...
    luego... luego cambio esa frase: "de la que me he librado..." por: ¿y ahora...? ¿le debo mi vida a él...? ¿y quién es él...?
    Cuando comprendemos esto, comenzamos un recorrido alucinante que nos transforma.
    Y escuchando las lecciones de este Maestro, vamos recorriendo nuestra vida. ¿Amando cada vez más y más?? Sí, me atrevo a decir que sí.
    Sin envidia, sin codicia, sin irritarnos (o lo menos posible y el mínimo tiempo posible), sin jactarnos o envanecernos, sin hacer acepción de personas, etc., etc.

    Ahora, lo de "dar gloria a Dios", no me acaba de quedar claro. Pablo dijo que "una es la gloria del sol, otra la de la luna, otra la de las estrellas" ¿no? Y Jesús mismo dijo "Así alumbre vuestra luz delante de los hombres para que glorifiquen a vuestro Padre..." ¿Quién o quienes glorifican? ¿No serán aquellos que nos ven? ¿No serán aquellos que han comprobado nuestra transformación? Y dicen "Alabado sea Dios, este perverso malhechor es otra persona desde que..."
    O sea que son otros los que dan gloria a Dios por nuestras buenas obras. ¿Es así? Yo se que la gloria de Dios es infinita, y que no añadimos a ella nada con nuestras buenas obras, pero "otros" pueden glorificar a Dios por apreciar un cambio de conducta para bien. Ya sabéis, nuestro testimonio y todo eso ¿no?

    Para amar hay que remangarse, es una faena ardua, no es natural, las fibras de nuestro ser a veces claman y escupen sapos y culebras, pero hacemos genuflexiones a diario para estar en forma, unidos al que todo lo puede...

    Amig@os, ¿me amáis? ¿por qué no me lo decís?
    Hoy necesito oirlo. Leerlo.
    Yo os amo.

    Abrazos.

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  10. "-Pedro... ¿me amas?
    -Te amo, Señor...
    -Entonces, cuida de los míos..."

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  11. Gracias por vuestros comentarios, Antonio

    Permitidme aportar algo sobre la lección que no aparece y que me parece vital

    Nosotros no podemos entender el amor "agape" como mucho experimentarlo y sentirlo pero es un amor muy distinto al "Eros o Filios" que se corresponde a nuestra naturaleza humana, porque nosotros nos amamos a nosotros mismos y además lo hacemos muy poco y muy mal, pero es que si pretendemos amar con "agape" sería algo completamente imposible por nuestra naturaleza y por la naturaleza de Dios mismo.

    Ese amor es la esencia misma del Creador.
    Nosotros de hecho no podemos ni ver a Dios siquiera. Le odiamos, nacemos separados de Él, no estamos en condiciones, ¿digo alguna barbaridad? esa es la esencia del ser humano nos guste o no en relación a su Creador porque eso ha hecho la ruptura del vinculo que anteriormente nos unía.

    Así que una vez que aceptemos ésta realidad podrá obrarse un milagro dentro se nosotros y entonces operar el Espíritu Santo y ser capaces de empezar a experimentar ese amor tan distinto que se manifestará en muchas obras, por ejemplo la caridad (importantísima)

    Así que, el movimiento del amor es de arriba a abajo y no de abajo a arriba. Nosotros le amamos a Él PORQUE ÉL NOS AMÓ PRIMERO y no hay nada que podamos hacer ni además hay diferencias ante el amor que Dios siente por todos nosotros.

    ¿Amas a Dios? Enhorabuena, ese es el camino...
    Un beso
    Diego Calvo

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  12. ¡Qué forma más bonita de decirme que me quieres Juan Ramón! Cuando cuidamos y velamos por los suyos, por los del Señor y por los otros. Jajajaja.
    Semestrabolingan los ferodos, jajajaja.
    Lo leí a mediodía, pero esta noche, al releerlo he sentido algo especial. ¡Hay que ver! Somos tan "tontos" a veces, que no nos damos cuenta de que nos aman aquellos a los que les pedimos que nos lo digan.
    El fruto del Espíritu es amor, amor a dar y amor a recibir. Amor que damos y recibimos de vuelta.
    También lo recibimos sin darlo, eso es ingratitud. "Mientras el mundo coma de nosotros, el fruto del Espíritu, vamos a representar la Vid verdadera", (es una frase que he oído). Es una forma de decir que amamantamos a los que se acercan a nosotros. Y si no encuentran alimento, ¿creemos que seguirán viniendo a nosotros? Yo creo que no, y esa puede ser una de las causas de que halla tanta gente sola, ¿no creéis? No han aprendido a dar amor y han ido perdiendo tal vez a la poca gente que les amaba. No es para sentirse culpable, sino para enmendar el error.
    Ya lo decía Jesús, es mejor dar, incluso amor. Lo bueno de esta reflexión es que la oigo yo mismo, por si acaso.
    Dar amor a los demás como nos lo damos a nosotros mismos. Al próximo y necesitado, pero yo he pasado hoy por delante de un hombre que pedía a la puerta del Día, no me he parado, no he desplegado mi cartera y no le he dado una de mis monedas, iba yo con mis prisas y no me deben de haber enseñado a hacerlo siempre, o no le he aprendido bien, porque lo he hecho otras veces, pero no lo hago siempre... en fin. Al confesarlo aquí, me prometo ser más sensible para otra vez.
    Hoy la escuela sabática nos ponía ese ejemplo, puesto adrede, de los estudiantes con prisa que dejaron de atender a los mendigos de los pasillos. ¿No es trite estar solo? ¿Mendigar una limosna a la gente de bien? ¡Ayy, este mundo!
    ¡Me quiero ir de aquí cuanto antes!
    A ver si me conecto mejor a mi Salvador la próxima vez, lo prometo, ésa es la clave.

    Abrazos.

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  13. Es interesante dónde el evangelista Mateo coloca el texto en el que Jesús presenta al amor como el más grande mandamiento (Mt 22: 34-40). Evidentemente, el discípulo está construyendo. No creo que estos textos estén ordenados de forma cronológica, ya que están enmarcados en una serie de diatribas, discusiones, preguntas y respuestas entre oponentes al ministerio de Jesús y el propio Maestro. Desde el capítulo 21 vemos a Jesús en constante debate con los profesionales de la religión. Ya en 21:23 los sacerdotes y ancianos le preguntan con qué autoridad declara lo que dice. Jesús responde con otra pregunta (¿con qué autoridad bautizaba Juan…?), y Mateo alarga la discusión con las parábolas de los dos hijos, de los labradores maltratados (aquí los fariseos caen en la cuenta de que está hablando de ellos) y de la fiesta de bodas. Acto seguido se van los fariseos y vienen los discípulos de éstos y los herodianos y le plantean la cuestión del tributo a César, de la que el Maestro sale airoso con el famoso “¿Sois de César, pues juntaos con César?”. Justo después aparecen los saduceos a intentar ponerle en apuros con el asunto de la resurrección, al que Jesús responde que Dios lo es de los vivos y no de los muertos. Y entonces, a estos saduceos se les unen de nuevo los fariseos y le preguntan por el mayor de los mandamientos. Ya conocéis la respuesta del Maestro. Pero es que después de esto, sigue discutiendo con unos y otros al respecto del origen del Mesías, para terminar marchándose unos y otros y dejando a Jesús hablando a la gente sobre los dirigentes del pueblo, y lo perdidos que andan éstos.

    Así que es muy importante colocar el texto del amor como más grande mandamiento en su contexto real: Jesús está debatiendo con gente que le quiere mal, que busca cualquier tema, cualquier excusa, cualquier debate teológico para hacerle quedar en ridículo o pillarlo en alguna contradicción. Son, éstos, dirigentes que no vienen a aprender, o a enseñar, o a construir, sino a desacreditar y a destruir la nueva idea de Reino de Dios que el Maestro viene a traer a los débiles y a los indefensos. Jesús no está enseñando a gente que quiere aprender más cosas de Dios, de cómo es nuestro Padre del Cielo, sino se encuentra inmerso en una especie de combate dialéctico, al que se ve sometido por innumerables preguntas maliciosas. Por ello, lo vemos devolviéndoles sus propias preguntas, y utilizando sus propios argumentos para desenmascararlos:

    -¿Me preguntáis por la autoridad que me sostiene? ¿Y qué pasa con Juan?
    -¿Me preguntáis por el tributo al César? ¿Y con qué pagana moneda venís?
    -¿Me preguntáis por la resurrección? ¿Y vosotros no creéis en que el poder de Dios puede volver a dar la vida?
    -¿Me preguntáis por la ley? ¿No os acordáis de lo que dijo Moisés? ¿Queréis mandamiento, vosotros que coláis el mosquito y dejáis pasar toda la inmundicia que lleváis dentro? Pues yo os daré mandamiento… (Continuo más abajo...)

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  14. Es importante esta puntualización, porque algunos han querido ver en las palabras de Jesús una nueva ley, otra forma de control divino, otro rasero por el que medir, un nuevo código para juzgar a los seres humanos. Y Jesús no viene para juzgar, según Él mismo, sino para salvar a los que se sienten perdidos. Porque sabe que si somos sometidos a cualquier tipo de juicio divino, sea el que sea el rasero legal que se utilice para medirnos, incluso el amor, saldremos condenados.

    El amor no puede ser una nueva ley, al estilo de la mosaica, sino un nuevo paradigma, un nuevo ámbito de actuación, el espíritu del nuevo reino que nos viene. No es algo que nosotros hagamos “para que…”, sino algo que hacemos “por, a causa de…”. Y del mismo modo que los ciegos ven, los cojos andan y los muertos resucitan, los súbditos del nuevo reino aman, como manifestación del prodigio de Dios en sus hijos. No es el nuevo código por el que se nos juzgará, sino el fruto de un milagro. No es un “debe”, sino un “haber”. Es lo que se nos otorga, como al pámpano, al pasar por nuestras venas la savia de la vid verdadera.

    Si pensamos en el amor como la nueva ley a cumplir, y nos vigilamos para ver si la cumplimos, y pretendemos estar a la altura, es que no hemos entendido nada. El amor es el aire que se respira en el Nuevo Reino de Dios, y no un nuevo pretexto para culpabilizarnos a nosotros mismos…

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  15. Gracias, son geniales estos dos comentarios.
    Ya los estoy "rumiando".

    Abrazos.

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  16. Muy bien amigos. Dejadme participar:

    A Moisés se le da algo perpetuo, que no siempre es comprendido ni siquiera por él mismo.

    Jesús indica en Mt 5:43-48 "Oísteis que fue dicho..." Oisteis PERO NO ERA ASÏ.. no oisteis bien.. Siempre el amor se ha impuesto a toda creencia. Jesús ama a las personas y defiende criaturas necesitadas, no ideas o teologías sofistas.

    En Deut 23 en adelante se excluyen a determinadas personas de la congregación. El pueblo cumplía el mandamiento de amar y odiar de esa manera, porque eso decía la tradición oral, pero Dios cambia esa maldición por bendición, Dios ama siempre.

    Debemos superar la Aporía que presenta el AT frente al NT y comprender y descubrir el mismo Dios.

    El amor en la época de aquel pueblo era entendido dentro de las fronteras de las comunidades nacionales y los fariseos contaban con 613 preceptos para interpretar la Ley. Se diferenciaban, por cierto de los saduceos en algunas creencias como por ejemplo la inmortalidad del alma o la resurrección. Los fariseos si creían y los saduceos no.

    Sin el amor no hay cumplimiento de la voluntad divina y Jesús hace algo curioso que rompe esquemas una vez más.

    Cuando comparte la parábola del buen samaritano, a nosotros nos paree tan bonita, ¿verdad? Sin embargo, aquel samaritano violaba muchos de los preceptos de la Ley, y perdonadme, la Ley es la Ley, y honestamente creo que en ese sentido tenemos que aprender mucho de los judíos. Pero observad que a pesar de las violaciones de esos preceptos, incluso los religiosos de la época quedan sin palabras ¿por qué? porque la misericordia y el amor del Samaritano supera la jerarquía de valores en la Ley.

    ¿Estás dispuesto a violar alguna ley por amor?
    ¿qué ley?
    Si Jesús te pidiera algo que aparentemente estuviera en conflicto con la interpretación que tu crees tener de la ley, basada en la tradición oral, ¿Lo harías?

    Feliz día de Sabath

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  17. Terminando de leer la Escuela Sabática quiero indicaros que si leo 1ª Cor.13 el texto me anima porque veo lo bonito que es el amor que Dios da a cada ser humano. Esas cualidades que me ofrece me dan fuerzas para amarlo cada día más.
    Yo no pretendo tenerlas en mi.No soy Dios.
    Soy como sucede en la naturaleza. Todavía hay paisajes bonitos que me recuerdan el principio de la Creación. Si surge en mí algún rasgo positivo, que de vez en cuando tengo, es un reflejo de lo que Dios puso en el ser humano al crearlo.Y es su amor el que me mueve a dar amor a los otr@s.
    En cuanto a mi relación con los demás si me pregunto ¿quien es mi prójimo? quizá, mientras me lo contesto o no, pase de largo. Pero si me pregunto si yo soy prójimo del que está a mi lado seguro que tendré que ponerme en acción.

    Me hubiera gustado algún comentario vuestro sobre el amor al enemigo, poner la otra mejilla...
    De momento poned la vuestra para recibir un beso y feliz sábado. Soilg

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  18. hermosísimas palabras Solig.

    Un abrazo

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  19. alfredo catalán9 de enero de 2010, 0:32

    Dejadme que introduza otra derivada:
    hay una frase que dice "cuando el dinero sale por la puerta el amor se escapa por una ventana" ¿es cierto esa frase que dice que era uno que era tan pobre, tan pobre que solo tenia dinero? pero y esa otra que dice que el amor y el dinero(riquezas) son incompatibles? ¿que es el amor al dinero?

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  20. Una respuesta rápida."21 días con millonarios" Un programa de televisión de hace dos demanas?
    La reportera les preguntaba por el estado de sus conciencias ante la desigualdad. Todos contestaron que muy bien. Hacían donaciones, ellos se lo ganaban limpiamente, reconstruían iglesias... Ell@s no tienen problema y yo tampoco porque no tengo ese dinero je, je.
    La reflexión viene cuando hablamos de amor al dinero, tengas mucho o poco puedes ser tan insensible ante las necesidades de los demás como ellos y puede llegar a ser una obsesión en tu vida (No gastarlo y acumularlo,olvidando la solidaridad...) Y eso trae infelicidad.
    Por cierto en esta próxima semana nos viene el gozo ¿no? Hasta pronto.

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